Satou vs Alex

Alex no estaba seguro de lo que estaba haciendo. ¿De verdad iba a luchar con Dark en esas condiciones? Era ridículo, pero estaba totalmente seguro de ganar. Su amigo era realmente poderoso, pero su fuerza actual era demasiado leve para hacerle algo. Aunque quizás se había pasado con las desventajas que se había autoimpuesto. Luchar con un solo dedo y sin moverse del sitio sería complicado. Pero si encima no podía ver y solo podía usar el mantra dos veces... esto iba a ser algo difícil.

-Vamos, puedo ganarte en un solo ataque, pero te dejo empezar- Le dijo a su amigo.

Podía sonar prepotente, pero lo hacía para picar a Dark y que se lanzara a por él. Si quedaba al alcance de su dedo podría hacerle algo. Si se mantenía a más de un metro... solo podría atacarle con ondas de choque débiles y alguna cosa más. No era una gran idea, pero era lo mejor que tenía. Se mantuvo de pie con los ojos vendados y el brazo medio extendido esperando a su rival.

-¿Sabes qué? Mejor no usaré el mantra- Dijo.

Se arrepintió de sus palabras pues, casi al instante, algo impactó en su estómago. Sintió un calor abrasador y su piel rasgándose. Era doloroso, pero no demasiado. ¿Qué había sido eso? Debía tratarse de uno de los pilares de luz de Dark. Aquellas lanzas podían ser peligrosas. No esperaba que empezara así, maldito... Lástima que Alex ya lo tuviera todo pensado y el combate hubiera terminado antes de empezar. Si había lanzado aquello debía estar a una distancia menor a los diez metros, pues su técncia se desvanecía de estar más lejos y no recordaba que la hubiera mejorado. Sonrió confiado.

-Duerme- Ordenó.

Acto seguido salió una energía de su cuerpo y se extendió rápidamente por toda la zona. Haki del Rey, lo llamaban algunos. Escuchó como algo caía al suelo. El combate había terminado. Ahora debía cargar con su amigo y llevarlo de nuevo a Testuda. Lo dejaría en su cama y, cuando despertara, ya le explicaría lo ocurrido. Buen combate, pensó.

Haki del Rey.