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Científico: Nivel 58 Asesino Matón
Kaito Kazuki
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Tras entrar en el lugar el cazador se depara con una enorme sala, repleta de estanterías con libros científicos de toda índole, extrañas tecnologías y aparatos curiosos de aspecto antiguo, por no decir viejo. El silencio reina en el lugar, tal es el silencio que Kaito es capaz de percibir su propia respiración. Sus ojos analizan el entorno, tratando de elaborar una estrategia de movimiento que les permita moverse con la mayor velocidad y seguridad posible, pue el cazador ha vivido ya muchas encerronas como para reconocer que un edificio sin vigilancia aparente no puede ser otra cosa que una emboscada. De pronto ese silencio que reinaba en el lugar a unos escasos minutos atrás se rompe por unos pasos que van acercándose cada vez más, poco a poco, el aumento del volumen de los pasos anuncia la cercanía del sujeto, que termina por aparecer de pronto en la sala. A su alrededor aparece un aura de una fuerza increíble, un poder inusual y eso el joven Kazuki lo percibe sin mucho problema debido a su kenbunshoku. El hombre viste con una bata blanca, típica de cirujanos y científicos y unas gafas, teniendo una apariencia de hombre desquiciado, loco e inestable. De la nada llama a los cazadores de ratas para experimentar, una afirmación que no hace más que molestar y cabrear al samurái que lleva sus manos a sus armas, Chisi Itami y Nenekirimaru.
|~Vaya, aquí tenemos a una presa para mis queridas espadas…~| Responde el cazador peliblanco con una voz fría y cruel mientras a los alrededores de la sala surgen varios seres de energía pura. El joven cazador empieza a reír como un loco, y eso se debe a un gas verdoso que hay en la zona. |~Edward, Sinclair salid de la sala~| Dice Kaito entre risas mientras lanza varios cortes tratando de crear escapes de gas en la estructura al tiempo que salta rompiendo una ventana.
|~Vaya, aquí tenemos a una presa para mis queridas espadas…~| Responde el cazador peliblanco con una voz fría y cruel mientras a los alrededores de la sala surgen varios seres de energía pura. El joven cazador empieza a reír como un loco, y eso se debe a un gas verdoso que hay en la zona. |~Edward, Sinclair salid de la sala~| Dice Kaito entre risas mientras lanza varios cortes tratando de crear escapes de gas en la estructura al tiempo que salta rompiendo una ventana.
Kokonoe Toru
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Tras avanzar junto a mis compañeros de gremio Kaito y Sinclair entramos en una especie de edificio en el que nada más entrar se nota que se trata de una especie de laboratorio. Estanterías llenas de libros sobre ciencias, algunos objetos con una tecnología desconocida y viejas cajas de cartón se amontonaban por todos lados. Mientras miraba a todos lados analizando por si alguno de esos libros era de utilidad para estudios futuros de la nada apareció un hombre envuelto en una aterradora aura. Ese sujeto parecía el típico científico loco ya que vestía los ropajes de un investigador y al mirar a su rostro las gafas que llevaba solo acentuaban la sensación de sadismo y locura que denotaban su sonrisa y sus ojos.
Tras llegar en silencio el sujeto llamó a los cazadores de ratas con las que experimentar, lo cual unido al ya mal humor que tenía en ese momento hizo que mi expresión cambiara a la de un asesino de sangre fría. De pronto el hombre empieza a expulsar sangre por su boca mientras sus venas se hinchaban y de sus manos brotaba un extraño gas verdoso que se iba adueñando de la sala. Por algún motivo ese gas me provocaba ganas de reír lo cual solo podía significar una cosa, era el conocido gas de la risa o alguna sustancia similar. Fue en ese momento en el que Kaito dijo a Sinclair y a mí que saliéramos de la sala mientras abría huecos en las paredes con cortes antes de saltar por la ventana. Debido al respeto que le tenía a Kaito decidí acatar su orden pero no iba a salir como una persona normal sino que me acerqué a la pared y de varios golpes con mi brazo ciborg imbuido en busoushoku haki tiré la pared dejando un hueco lo suficientemente grande como para pasar tranquilamente.
Ya fuera de la sala y con el ambiente más relajado empuñé mi fiel kusarigama y miré con enfado al lugar del que seguramente saldría aquél lunático mientras decía Kaito, ¿puedo cargármelo? Odio a la gente que intenta drogarme y por encima de todo odio a quienes tratan a las personas como meros objetos de investigación. Mi voz era seca y fría, una voz que nunca había salido de mi boca hasta ese momento.
Tras llegar en silencio el sujeto llamó a los cazadores de ratas con las que experimentar, lo cual unido al ya mal humor que tenía en ese momento hizo que mi expresión cambiara a la de un asesino de sangre fría. De pronto el hombre empieza a expulsar sangre por su boca mientras sus venas se hinchaban y de sus manos brotaba un extraño gas verdoso que se iba adueñando de la sala. Por algún motivo ese gas me provocaba ganas de reír lo cual solo podía significar una cosa, era el conocido gas de la risa o alguna sustancia similar. Fue en ese momento en el que Kaito dijo a Sinclair y a mí que saliéramos de la sala mientras abría huecos en las paredes con cortes antes de saltar por la ventana. Debido al respeto que le tenía a Kaito decidí acatar su orden pero no iba a salir como una persona normal sino que me acerqué a la pared y de varios golpes con mi brazo ciborg imbuido en busoushoku haki tiré la pared dejando un hueco lo suficientemente grande como para pasar tranquilamente.
Ya fuera de la sala y con el ambiente más relajado empuñé mi fiel kusarigama y miré con enfado al lugar del que seguramente saldría aquél lunático mientras decía Kaito, ¿puedo cargármelo? Odio a la gente que intenta drogarme y por encima de todo odio a quienes tratan a las personas como meros objetos de investigación. Mi voz era seca y fría, una voz que nunca había salido de mi boca hasta ese momento.
sinclair moon
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Una parte de mi sabía que quizás, nos estábamos metiendo en la boca del lobo al entrar en ese edificio, lo malo de esas situaciones era que en la entrada de esos lugares no había un gran cartel luminoso en el que pusiera con letras bien grandes "Pase y muera". Aunque para ser sinceros no me importaba entrar si era con mis compañeros de gremio.
Al entrar al gran edificio me vi rodeado por libros y tecnologías raras con aspecto vintage. Mientras pensaba en que podría hecharle un ojo a esos libros por si había algo que me sirviese o el hecharle el guante a algunos de esos cachivaches. Mis oídos comenzaron a escuchar unos pasos, que resonaban por todo el lugar. Aquel sonido a mi cerebro se le antojó sexy y después comenzó a imaginarse a la atractiva mujer que los podría llevar aunque, de repente, todas mis ilusiones se destruyeron ante la imagen del típico científico loco, con extra de sangre, elemento acojonador y extra de ¿gas?. Si ese tio expulsaba gases y no es que se estuviese continuamente hechando pedos, es que emanaba un gas que, a pesar de que aquel tipo no tenía nada de sentido del humor me empece a reír frenéticamente cuando lo inhale. Por su pare mis dos compañeros también se estaban echando unas risas, mientras kaito daba cortes con sus armas a diestro y siniestro, mientras nos gritaba que nos fuésemos y edward entre risa y risa le daba un potente puñetazo a la pared y hacía un boquete en esta por el que yo salí también rápidamente antes de morir de un ataque de risa. Cuando estuve fuera deje paulatinamente de reírme y con una garganta dolorida le dije a Edward:
- Deberíamos intentar pelear contra este tio en el exterior, ya que dentro con esa cantidad estaríamos muy limitados al no poder utilizar fuego ni nada que lo produzca, ya que si lo hacemos podríamos salir volando por los aires.
Era cierto que hubiese sido lo mejor si no fuese por las pequeñas esquirlas de hielo que caían del cielo.
Al entrar al gran edificio me vi rodeado por libros y tecnologías raras con aspecto vintage. Mientras pensaba en que podría hecharle un ojo a esos libros por si había algo que me sirviese o el hecharle el guante a algunos de esos cachivaches. Mis oídos comenzaron a escuchar unos pasos, que resonaban por todo el lugar. Aquel sonido a mi cerebro se le antojó sexy y después comenzó a imaginarse a la atractiva mujer que los podría llevar aunque, de repente, todas mis ilusiones se destruyeron ante la imagen del típico científico loco, con extra de sangre, elemento acojonador y extra de ¿gas?. Si ese tio expulsaba gases y no es que se estuviese continuamente hechando pedos, es que emanaba un gas que, a pesar de que aquel tipo no tenía nada de sentido del humor me empece a reír frenéticamente cuando lo inhale. Por su pare mis dos compañeros también se estaban echando unas risas, mientras kaito daba cortes con sus armas a diestro y siniestro, mientras nos gritaba que nos fuésemos y edward entre risa y risa le daba un potente puñetazo a la pared y hacía un boquete en esta por el que yo salí también rápidamente antes de morir de un ataque de risa. Cuando estuve fuera deje paulatinamente de reírme y con una garganta dolorida le dije a Edward:
- Deberíamos intentar pelear contra este tio en el exterior, ya que dentro con esa cantidad estaríamos muy limitados al no poder utilizar fuego ni nada que lo produzca, ya que si lo hacemos podríamos salir volando por los aires.
Era cierto que hubiese sido lo mejor si no fuese por las pequeñas esquirlas de hielo que caían del cielo.
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De pronto, mientras charláis fuera, podéis escuchar que ese hombre se está acercando. - ¿Donde estáis, pequeñas ratas de laboratorio? - Dice con voz sádica. El gas comienza a salir lentamente por la ventana y la pared, aunque parece que el frío minimiza los daños que causa. Tan solo sentís que la garganta os pica, pero nada más.
El hombre no sale del edificio y planta una especie de torreta delante vuestro. La máquina de un metro de altura empieza a disparar balas a una velocidad endiablada hacia vosotros. Dispara una ráfaga de 20 balas por segundo, las cuales al impactar sueltan unas gotas de ácido que irritan la piel y la endurece. Eso parece peligroso, ya que parece que las balas van autodirigidas hacia todo vuestro cuerpo.
El hombre no sale del edificio y planta una especie de torreta delante vuestro. La máquina de un metro de altura empieza a disparar balas a una velocidad endiablada hacia vosotros. Dispara una ráfaga de 20 balas por segundo, las cuales al impactar sueltan unas gotas de ácido que irritan la piel y la endurece. Eso parece peligroso, ya que parece que las balas van autodirigidas hacia todo vuestro cuerpo.
- Spoiler:
Si queréis combates con nomenclaturas, esto es un [AI]
Kaito Kazuki
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Tras salir de aquella edificación repleta de un extraño gas que causaba la risa a todo el gremio que se encontraba en la sala, lo que le dio la pista al joven Kaito de que se trataba de gas de la risa, el joven ve como sus compañeros salen cada uno de una forma bastante única y curiosa. Ed destruye la pared, lo que causa una ventilación de la sala y que el gas se mueva al exterior, causando un picor de garganta en el cazador, pero al menos no se ríe de la forma tan extraña y sin sentido que antes. Ya en el exterior de la sala el rubio miembro del consejo del gremio solicita a Kaito que le dé permiso para eliminar al científico loco que se encuentra frente a ellos, pues odia a las personas que tratan a los demás como meros objetos de investigación y tratan de drogarle. Una sonrisa espeluznante se esboza en la cara del joven albino mientras le responde afirmativamente con la cabeza a su compañero de pelea y de viaje. Tras un rato todos se reúnen en el exterior, donde el muchacho de las cuatro espadas observa la abertura que hay en la pared del edificio a través de la nieve, lugar del cual surge la figura de ese hombre que carece de respeto por la vida humana, que solo piensa en sus experimentos y que no tiene reparo en tratar a todo aquél que aparezca cerca de él como una mísera rata de laboratorio, y eso hace constatar con sus palabras, justo cuando planta una especie de torreta automática que dispara una cantidad ingente de balas a una velocidad inhumana, por suerte, el espadachín peliblanco tiene formas de evitar ser tocado siquiera por cualquiera de esas balas.
|~Sin, encárgate tú de la máquina ya que es de tu estilo. Mientras tanto Ed, ayúdame a patearle el trasero a esa maldita comadreja asquerosa que no sabe lo que es dolor, pero que ahora aprenderá.~| Dice Kaito mientras con un ágil movimiento escapa del rango de la torreta tras un rápido cálculo del alcance de la misma por su altura. Al mismo tiempo los cincuenta y nueve seres de energía pura que están en el interior de la sala se abalanzan de forma que cubren casi cualquier vía de escape del hombre que está en la apertura de la pared. Al tiempo que varias estocadas llameantes salen de una de las katanas del cazador.
|~Sin, encárgate tú de la máquina ya que es de tu estilo. Mientras tanto Ed, ayúdame a patearle el trasero a esa maldita comadreja asquerosa que no sabe lo que es dolor, pero que ahora aprenderá.~| Dice Kaito mientras con un ágil movimiento escapa del rango de la torreta tras un rápido cálculo del alcance de la misma por su altura. Al mismo tiempo los cincuenta y nueve seres de energía pura que están en el interior de la sala se abalanzan de forma que cubren casi cualquier vía de escape del hombre que está en la apertura de la pared. Al tiempo que varias estocadas llameantes salen de una de las katanas del cazador.
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Por así decirlo aquel tipo ya me había herido, no me había atacado abiertamente, pero debido a el gas que emanaba de el ya me picaba la garganta, el mismo gas que me habría matado de risa sino hubiese sido porque mis compañeros habían abierto puntos de ventilación en aquel edificio y yo había salido por uno de ellos.
Ya en el exterior, unas pequeñas esquirlas de hielo me golpeaban el cuerpo, aunque la ropa que llevaba me protegía ya que no eran demasiado dañinas, de repente, de la nada apareció una torreta que comenzó a dispararnos balas a una velocidad que a mi me era imposible de evitar y que desgraciadamente iban autodirigidas hacia nosotros, pude comprobar en mis carnes que no eran balas normales, sino que al impactar soltaban ácido y eso escocía, así que rápidamente, saque de los bolsillos de mi gabardina dos cargadores los cuales poseían 8 balas cada uno y que puse en mis dos pistolas. Después corrí hacia la torreta siendo inevitable que varias balas impactaran contra mi cuerpo. Cuando estuve a una distancia a la que pudiese darle al blanco, disparé las dos armas a la vez hacia la torreta. Una de ellas era una bala iónica que de tener la torreta algo eléctrico la inutilizaría durante un rato y la otra bala era una antitanque que de impactar en la torreta le haría mucho daño. A pesar de todo en retroceso de esa bala me mandó volando hacia atrás pero que convirtiéndome en mi forma híbrida de ángel pude estabilizarme y volver cerca del edificio, donde Kaito estaba atacando al científico.
Ya en el exterior, unas pequeñas esquirlas de hielo me golpeaban el cuerpo, aunque la ropa que llevaba me protegía ya que no eran demasiado dañinas, de repente, de la nada apareció una torreta que comenzó a dispararnos balas a una velocidad que a mi me era imposible de evitar y que desgraciadamente iban autodirigidas hacia nosotros, pude comprobar en mis carnes que no eran balas normales, sino que al impactar soltaban ácido y eso escocía, así que rápidamente, saque de los bolsillos de mi gabardina dos cargadores los cuales poseían 8 balas cada uno y que puse en mis dos pistolas. Después corrí hacia la torreta siendo inevitable que varias balas impactaran contra mi cuerpo. Cuando estuve a una distancia a la que pudiese darle al blanco, disparé las dos armas a la vez hacia la torreta. Una de ellas era una bala iónica que de tener la torreta algo eléctrico la inutilizaría durante un rato y la otra bala era una antitanque que de impactar en la torreta le haría mucho daño. A pesar de todo en retroceso de esa bala me mandó volando hacia atrás pero que convirtiéndome en mi forma híbrida de ángel pude estabilizarme y volver cerca del edificio, donde Kaito estaba atacando al científico.
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Ya habíamos salido de aquella trampa mortal no sin antes llevarnos algo de daño en forma de picor en la garganta. Por suerte ya nos encontrábamos en un lugar abierto donde el aire no podría concentrarse y causar muchos estragos, además la baja temperatura ayudaba a que el gas no surtiera tanto efecto. Por suerte mi cuerpo desarrolló cierta resistencia a este tipo de ataques por lo que la garganta no me picaba tanto como a personas normales. Kaito pareció aceptar que lo matara ya que su rostro mostraba una sonrisa que solo había visto cuando estábamos en Mariejois contra aquél revolucionario que casi nos mató. No pasó mucho tiempo hasta que se escuchara que aquella basura que se hacía llamar científico diera señales de acercamiento y dijera otra vez las mismas palabras de antes. Al escuchar tanto esa forma de referirse a mis compañeros mi expresión cambió por completo, ya no era mi habitual rostro de tranquilidad y despreocupación sino que mi expresión carecía de emociones o sentimientos, era como si mi cuerpo fuese una carcasa vacía que se movía sola.
De pronto en el agujero que abrí para salí apareció una especie de torreta que empezó a dispararnos a todos y que hizo que tuviéramos que defendernos. Kaito por su parte se alejó del rango de disparos mientras le encarga la torreta a Sinclair, quien recibió algunas balas mientras cambiaba los cargadores de sus armas y se dirigía a deshacerse de la máquina con disparos simultáneos y certeros mientras que las balas que venían a por mí las desvié tras coger con agilidad mi kusarigama. Resultaba sencillo avanzar rechazando las balas haciendo girar la parte en forma de hoz de mi arma mientras mis ojos no mostraban ningún cambio en absoluto, aunque el haki mantra al nivel dos y el busoushoku nivel dos que empleaba para percibir las balas y fortalecer mi arma eran de gran ayuda.
Me acerqué con calma al edificio y salté por encima de la torreta tras la ofensiva de Kaito para no estorbarle y me quedé mirando atentamente al lunático mientras no dejaba de girar mi kusarigama. Cualquiera que me conociera sabría que ahora mismo de poderse percibir mi aura sería un aura aún más sanguinaria que la del peor asesino de la historia mientras que la forma de llamar al científico de Kaito me molestó debido a que mi hermano es conocido por su forma de comadreja al emplear el poder de su akuma. Apreté con fuerza la cadena de mi arma mientras dirigía la hoz de una forma peculiar hacia el científico. Sin embargo eso no era todo lo que haría ya que aprovecharía los movimientos de mis brazos para lanzar cuchillas de haki puro hacia las articulaciones de ese lunático que se cree científico de forma que de atinar le inutilizarían para el combate ya que se centrarían en rodillas, tobillos y codos.
De pronto en el agujero que abrí para salí apareció una especie de torreta que empezó a dispararnos a todos y que hizo que tuviéramos que defendernos. Kaito por su parte se alejó del rango de disparos mientras le encarga la torreta a Sinclair, quien recibió algunas balas mientras cambiaba los cargadores de sus armas y se dirigía a deshacerse de la máquina con disparos simultáneos y certeros mientras que las balas que venían a por mí las desvié tras coger con agilidad mi kusarigama. Resultaba sencillo avanzar rechazando las balas haciendo girar la parte en forma de hoz de mi arma mientras mis ojos no mostraban ningún cambio en absoluto, aunque el haki mantra al nivel dos y el busoushoku nivel dos que empleaba para percibir las balas y fortalecer mi arma eran de gran ayuda.
Me acerqué con calma al edificio y salté por encima de la torreta tras la ofensiva de Kaito para no estorbarle y me quedé mirando atentamente al lunático mientras no dejaba de girar mi kusarigama. Cualquiera que me conociera sabría que ahora mismo de poderse percibir mi aura sería un aura aún más sanguinaria que la del peor asesino de la historia mientras que la forma de llamar al científico de Kaito me molestó debido a que mi hermano es conocido por su forma de comadreja al emplear el poder de su akuma. Apreté con fuerza la cadena de mi arma mientras dirigía la hoz de una forma peculiar hacia el científico. Sin embargo eso no era todo lo que haría ya que aprovecharía los movimientos de mis brazos para lanzar cuchillas de haki puro hacia las articulaciones de ese lunático que se cree científico de forma que de atinar le inutilizarían para el combate ya que se centrarían en rodillas, tobillos y codos.
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Los seres de energía rodean al científico, pero a este no parece importarle. De pronto, desde dentro del edificio empiezan a llover balas que acaban con los seres uno a uno. Al parecer dentro tiene bastantes torretas por todos lados y es difícil ir contra él en su territorio. Mientras tanto Furukawa se lanza con su hoz a por el científico, pero éste, imbuido en haki armadura para el golpe con su brazo derecho. Pero no esperaba las cuchillas imbuidas en haki que se lanzan hacia las articulaciones del científico. Las cuchillas se clavan, aunque algunas no, ya que consigue imbuir casi a tiempo sus extremidades.
El científico se lanza hacia atrás de un salto y se quita su bata. Se puede ver como su cuerpo es de metal, ya que se trata de un cyborg. - Bueno, bueno... ¿Seguimos jugando? - Dice mientras os apunta con sus manos.
De pronto, desde las palmas de las manos, salen rayos láser a gran velocidad, capaz de cortar con facilidad el metal. Un rayo va dirigido hacia el pecho de Sinclair y el otro hacia el corazón de Furukawa. Pero eso no es todo, ya que las torretas escondidas de dentro de la sala empiezan a disparar balas, una tras otra a 700 m/s hacia Furukawa y Sinclair. Todas van dirigidas hacia las extremidades, es decir, codos, rodillas, tobillos, muñecas, hombros... Incluso algunas van hacia el pecho.
El científico se lanza hacia atrás de un salto y se quita su bata. Se puede ver como su cuerpo es de metal, ya que se trata de un cyborg. - Bueno, bueno... ¿Seguimos jugando? - Dice mientras os apunta con sus manos.
De pronto, desde las palmas de las manos, salen rayos láser a gran velocidad, capaz de cortar con facilidad el metal. Un rayo va dirigido hacia el pecho de Sinclair y el otro hacia el corazón de Furukawa. Pero eso no es todo, ya que las torretas escondidas de dentro de la sala empiezan a disparar balas, una tras otra a 700 m/s hacia Furukawa y Sinclair. Todas van dirigidas hacia las extremidades, es decir, codos, rodillas, tobillos, muñecas, hombros... Incluso algunas van hacia el pecho.
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La situación empeoraba por momentos lo que al principio resultaba ser solo un hombre demente y cruel, se había convertido en un cyborg demente y cruel. Por otra parte sabía, que aquel hombre podía infligir mucho dolor por lo que opté por una "solución" que podía ser peligrosa, pero que al menos me daría más opciones, aunque no la usaría de momento ya que sería una forma de poder asestarle un buen golpe a ese cacho de metal.
Como iba diciendo, la situación empeoraba por momentos, además de que del interior del laboratorio salía una lluvia de balas procedentes de un montón de torretas, vi como algo luminoso se acercaba a mi y me impulsé hacia arriba instintivamente, sin embargo no pude evitar que aquello me atravesara una pierna provocandome un dolor, que aunque no era poco podía seguir con algo de dificultad con el. Desafortunadamente, el impacto hizo que perdiera algo de altura por unos segundos y que mis piernas entrasen en el rango de alcance de las torres y que varias balas impactasen en mis piernas haciendo que este dolor se sumara al dolor del impacto anterior. Por fortuna, al estar en el aire desplazándome gracias a mis alas, mis piernas eran algo que no necesitaba que estuviesen en perfecto estado, aunque el dolor que ahora tenía en ellas me afectaba. Volé alto y cuando estuve lo suficientemente alto, metí la mano en el bolsillo de la gabardina en el que llevaba mi segundo y último cargador de balas antitanque y lo introduje en el arrow of destruction después, comencé a descender lentamente por dos razones. Una para disminuir el dolor de las heridas que tenía en las piernas que me provocaba el descenso y la otra para intentar hacer en menor ruido posible e intentar pillar por sorpresa al cyborg, cuando lo tuve a tiro apunté con mi arrow of destruction cargado con las antitanques y disparé una ráfaga de 8 de estas balas apuntando a su cabeza.
Como iba diciendo, la situación empeoraba por momentos, además de que del interior del laboratorio salía una lluvia de balas procedentes de un montón de torretas, vi como algo luminoso se acercaba a mi y me impulsé hacia arriba instintivamente, sin embargo no pude evitar que aquello me atravesara una pierna provocandome un dolor, que aunque no era poco podía seguir con algo de dificultad con el. Desafortunadamente, el impacto hizo que perdiera algo de altura por unos segundos y que mis piernas entrasen en el rango de alcance de las torres y que varias balas impactasen en mis piernas haciendo que este dolor se sumara al dolor del impacto anterior. Por fortuna, al estar en el aire desplazándome gracias a mis alas, mis piernas eran algo que no necesitaba que estuviesen en perfecto estado, aunque el dolor que ahora tenía en ellas me afectaba. Volé alto y cuando estuve lo suficientemente alto, metí la mano en el bolsillo de la gabardina en el que llevaba mi segundo y último cargador de balas antitanque y lo introduje en el arrow of destruction después, comencé a descender lentamente por dos razones. Una para disminuir el dolor de las heridas que tenía en las piernas que me provocaba el descenso y la otra para intentar hacer en menor ruido posible e intentar pillar por sorpresa al cyborg, cuando lo tuve a tiro apunté con mi arrow of destruction cargado con las antitanques y disparé una ráfaga de 8 de estas balas apuntando a su cabeza.
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El golpe que lancé hacia el lunático funciona a medias ya que consigue bloquear gran parte de mi ataque mientras que desde el interior de la estructura salen disparadas balas que se deshacen de las criaturas invocadas por Kaito. Mi mirada se vuelve más fría y seria que antes al ver como el científico se quitaba la bata mostrando un cuerpo mecánico indicando que nos enfrentábamos a un ciborg. Apreté con fuerza mi kusarigama mientras mi mirada se centraba en el sujeto que intentaba usarnos como conejillos de india. Lo que el sujeto dijo a continuación, eso de continuar jugando, me hizo perder el poco respeto que tenía aún por su vida así que guardé la kusarigama y cogí las pistolas mientras miraba con frialdad al ser que iba a morir sin oportunidad de clemencia.
Justo en ese momento en mi mente se forma una imagen de algo que no había pasado aun, un haz de luz venía hacia mí acompañado de varias balas provenientes de toda la habitación. Sabiendo a donde se dirigía el haz de luz y teniendo una idea mínima de hacia dónde iban a ir las balas pude actuar en consecuencia. Al mismo tiempo que envolvía mi cuerpo en haki armadura me tiré al suelo y empecé a rodar hacia la derecha evitando así el rayo de luz y reduciendo el daño de las balas por el haki y porque solo fueron rozaduras. Desde el suelo vi como Sinclair se lanzaba a por el científico desde el cielo con una estrategia bastante buena pero no iba a permanecer quieto mientras él hacía todo el trabajo así que alcé las pistolas y empecé a disparar las balas que conforme salían se iban envolviendo en busoushoku haki, todas dirigidas a puntos que parecían ser fallos pero todo estaba calculado, apuntaba a las torretas.
Justo en ese momento en mi mente se forma una imagen de algo que no había pasado aun, un haz de luz venía hacia mí acompañado de varias balas provenientes de toda la habitación. Sabiendo a donde se dirigía el haz de luz y teniendo una idea mínima de hacia dónde iban a ir las balas pude actuar en consecuencia. Al mismo tiempo que envolvía mi cuerpo en haki armadura me tiré al suelo y empecé a rodar hacia la derecha evitando así el rayo de luz y reduciendo el daño de las balas por el haki y porque solo fueron rozaduras. Desde el suelo vi como Sinclair se lanzaba a por el científico desde el cielo con una estrategia bastante buena pero no iba a permanecer quieto mientras él hacía todo el trabajo así que alcé las pistolas y empecé a disparar las balas que conforme salían se iban envolviendo en busoushoku haki, todas dirigidas a puntos que parecían ser fallos pero todo estaba calculado, apuntaba a las torretas.
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