Capitulo 2: Light of destiny

Master del rol

Mientras la tripulación resolvía sus problemas con los recién llegados un rey de mar atraído desde cientos de kilómetros por el aroma de la sangre pasaba a escasos metros del barco zarandeándolo y casi volcandolo, saco la cabeza del mar y con un solo bocado se comió a todos los cadáveres, lo malo fue que al sacar la cabeza fuera del agua pudo ver al barco de los revolucionarios y ahora se acercaba a toda pastilla para comérselo también.

Legim seguía conversando con los nuevos, parecía extrañado por lo que decía el regaña-muertos sobre una tal central revolucionaria. Yo la verdad no tenia ni idea sobre eso, me uní directamente a la banda, sin pasar por la central revolucionaria ni nada parecido.

Mientras hablaban, me relaje un poco, por lo que cuando el barco zarandeo por poco me mato y me caigo por la borda. Por suerte, puede salvarme gracias a mi capacidad para controlar el aire, salvándome así. Mientras aterrizaba en el barco, puede ver hundirse el cabolo de algo que me pareció un pez grande y cabreado y encima viniendo hacia aquí.

E...¿ Legim ? - Digo riéndome ligeramente, debido al hecho de que me esperaba una batalla - Me parece que tenemos compañía, y de las malas...

-¡Anda! Yo también soy un revolucionarios y justo ahora estaba buscando a más gente de este bando. ¿Os importaría que me quedase con vosotros? Solo hasta que encuentre un barco o algo con lo que navegar decentemente, claro. Por cierto me llaman Black.

A mitad de la conversación el mar comenzó a zarandearse levemente y a medida que pasaban los segundos ese zarandeo se volvía más brusco. Hasta que cerca del barco apareció la cabeza de un rey Marino, esto no pintaba bien.-Tranquilos... yo me ocupo.-Dije subiendo a uno de los laterales del barco.
Esperé tranquilamente a que apareciera de nuevo ese rey del mar, ya se le veía la sombra a través del mar debido a su proximidad. Esta enorme criatura marina dejó verse de nuevo para calcular donde estaba el barco para atacar y terminar así con su manjar, que culminaría después de haberse comido a esos muertos que flotaban sobre el mar.
Justo en ese momento salté hacia él y caí sobre su cabeza. Gracias a mi habilidad me hice intangible pudiendo atravesar a la bestia marina y colocándome debajo del frenillo que sujeta su lengua, metí medio brazo haciéndolo intangible y, entonces, aumenté la masa molecular de mi brazo hasta alcanzar la dureza del metal, lo suficientemente duro como para haber podido desgarrar ese frenillo al tirar de mi brazo para que saliese fuera del mismo. Gracias a eso el rey marino se tragó su lengua y acabó ahogándose, falleciendo.

Rápidamente salí del interior de su cuerpo de igual modo que había entrado y entrando al barco como hacía ya casi media hora.-¿Has pensado ya mi petición, capitán Legan Legim?

Master de rol

Black salto hacia el rey de mar con tan poca suerte que resbalo en su cabeza debido a que el rey del mar estaba empapado, el rey del mar prosiguió su camino hacia el barco mientras Black se precipitaba al mar.

Este es imbécil...

Recojo al tal Black, que se había resbalado mientras intentaba atacar a un Rey del Mar. Mientras caia al mar cree un colchón de aire debajo suya, para luego subirle y dejarle sobre la borda.

La próxima vez - Le digo riéndome sin disimulo - Intenta no hacer el ridículo, un Rey no es algo que se pise como una cucaracha

Miro con tristeza como el Rey del Mar se larga.

La próxima vez sera... - Suspiro y miro a Legim - Y a estos que, ¿ nos los llevamos o los tiramos al mar ?

Escuche que me aceptaban a bordo note una fuerte sacudida y me agarre al poste con el que hable y tras ello mire como el otro muchacho salto hacia el pescaito grande que venia hacia nosotros. Al resbalarse me entro la risa"Jajajaja, esta algo mas resbaladizas las escamas de los que pensabas eeeh" y me acerque a la borda y mire fijamente al rey del mar entrando en su mente mirando que era lo que temia y con solo 45 segundos hice que se marchara aterrorizado con una ilusion de sus peores pesadillas. "Adios Señor Glub glub, siento haberle hecho eso" Dije con voz leve cayendome al suelo agotado, pues el viaje no habia sido moco de pavo y encima habia usado mis poderes estando algo debil, cosa que consumio gran parte de mis fuerzas. Mire a Legim intentando levantarme pero no pude y decai de nuevo haciendo que me quedara en un momento inconsciente durante unos largos minutos.

Black fue recogido gracias a un colchón de aire, pero Tavuk intentó meterse en la mente del rey del mar para que se alejara del barco, cosa que no hizo efecto ya que el rey del mar no es un animal cualquiera y es muy difícil de controlar.

Cuando resbalé sobre la piel mojada del rey marino una de las personas que estaban a bordo me salvó de la caída y me subió de nuevo a bordo, si no es gracias a él ni lo hubiera contado. Solté una profunda carcajada después de lo ocurrido y de haber escuchado las palabras de ese tío.-Es que cuando veo que hay pelea me vuelvo loco jajajaja.- Dije quitándole gravedad al asunto volviendo a reír de nuevo a la vez que me rascaba la cabeza.

Cambié la mirada, ahora de nuevo hacia el monstruo marino que parecía irse.¡Y NO VUELVAS MÁS!-Grité levantando el puño hacia arriba. Volví a girar mi mirada hacia las personas que me miraban como si estuviese loco.-Sí, estaban muy resbaladizas sino ese pez se hubiera enterado de lo que vale un peine jajaja.- Añadí al escuchar las palabras de Tavuk que al rato se desmayó así tan de repente que temí lo peor. Sin embargo, yo no podía hacer nada por él ya que no sabía de medicina, así que ayudé en lo que pude levantándolo del suelo.

Le cogí rápidamente en brazos disminuyendo su masa molecular para que no notase su peso y empecé a correr.-¡Rápido, hay que llevarle a la enfermería!- De pronto paré.- Aibá, si yo no se donde está jajajajaja.- Volví a dejarle en el suelo para que el capitán decidiese que hacer con su nuevo tripulante.

Estaba enfrente del timón con mi mano derecha sobre la empuñadura de la katana enfundada en mi lado izquierdo, preparado para cortar en dos al rey del mar si se apuraba la situación. Los dos novatos quisieron mostrar su valía enfrentandose a el y una sonrisa en mi rostro se dibujo, esta iba a ser su prueba de acceso.

El que apareció primero fue a atacarle, mas resvalo u algo similar y cayó en picado hacia el mar, por suerte el chico ventosidades, el mote que le había puesto en mi mente, fue habil y le defendió. Al parecer el otro tenía unos poderes relacionados con la mente y provo suerte, sin embargo, al parecer no termino de funcionar, o si, pues el rey del mar se marcho en otra dirección, pero a cambio, cayo agotado al suelo.

Gire el timón de manera que fuera en dirección recta y llame a Ikki.
-Oe, tu pareces el mas responsable de esta pandilla de locos, ven y manten el timón recto, mientras no ocurra nada, pronto estaremos en ese reino de Lvneel.

Lo deje al timón y me acerque agachado a inspeccionar al chico nuevo que se desmayo.
-O quiere entrar de verdad, o es un buen enemigo y disimula bien jajaja

Abrí sus pestañas y observe sus pupilas, le abrí la boca y saque su lengua poniendo un palo tras ella para que no se la tragase en caso extremo.
-Solo esta así por cansancio, con una buena siesta se recuperara.

Sonriendo le cogí en brazos y me dirigí a los camarotes, en la puerta vi al otro novato y le sonreí.
-Ven, elige tu camarote ¡Camarada!

Sonrei y entre en uno de los camarotes libres dejandole en la cama. Extrage de mi brazo el brazalete y lo coloque en su brazo.
-Ya sabes que hacer viejo, y silencio.

El brazalete brillo fuerte y un aura brillante rodeaba el cuerpo del joven desmayado aún. Salí a cubierta y volví a retomar el timón.
-Creo que ya veo la isla...Leeeejajajajajaja

Después de dejar a Tavuk sobre el suelo de la cubierta para que lo recogiera su capitán y lo llevase a curar, empecé a caminar hacia una de las paredes del barco, al lado de una puerta y me apoyé con la espalda y la cabeza mirando al cielo pensando. Al cabo de unos minutos ya me había sumergido tanto en mis pensamientos que prácticamente había dejado de ver lo que habían decidido hacer con su nuevo integrante. Sin embargo, escuché la frase del capitán revolucionario que me decía que le acompañase para elegir el camarote que más me convenciese. Yo asentí con la cabeza y me limité a caminar detrás de él mirando todas las habitaciones para quedarme con la copla.

Al llegar a uno de los camarotes que parecía vacío entré abrirendo la puerta y cerrándola al entrar.-Bueno Legim yo me quedo con esta.-Dije asomando la cabeza por la puerta, aun estando esta cerrada. Cuando terminé de instalarme al minuto después, ya que no había traído nada, volví a salir de nuevo a la cubierta donde al parecer ya se encontraba Legim llevando el timón para llegar a la isla que teníamos en frente.-¿Qué se supone que hay que hacer en es isla Legim?- Dije posicionándome a su lado, mirando hacia el horizonte.

Estaba al timón sonriente y mirando al horizonte con la vista puesta en la isla, cuando el nuevo recluta había aparecido nuevamente para preguntarme que haríamos en el destino previsto.
-Vamos a ver que pasa con esa gran cantidad de muertos, y actuar en consecuencia jajajaja

Mire al joven y le sonreí
-Cuéntame algo de ti chico, me gusta conocer a la gente que recojo por el mar y los meto en mi hogar sin mas ¿Sabes?

Reí amablemente y volví mi mirada hacia el horizonte observando bien para percatarme de cualquier cosa que pudiera venir, cualquier peligro

Quedaba demasiado poco para llegar a la isla a la que se supone que investigaríamos debido a esa gran cantidad de muertos que procedían de ella, según Legim. Los demás tripulantes no parecía importarles mucho nuestra llegada a la isla y Tavuk seguía descansando, sin embargo yo estaba bastante nervioso ya que esta sería mi primera aventura con compañeros a mi lado, hasta ahora había echo todo solo y nunca había habido ningún muerto solo marines heridos, ahora había centenas de ellos.

Seguía dándole vueltas a la cabeza cuando el capitán del navío Legim me preguntó sobre mí.-No hay mucho sobre lo que saber de mí, soy una persona muy corriente, ya me irás conociendo.- Dije dándole un golpecito en la espalda, o eso me pareció a mí, en realidad fue un golpe bastante molesto, pero a pesar de la fuerza, mi mano atravesó a Legim desprendiendo un líquido con soltaba un fuerte olor a puro alcohol. Esto me dejó la mano pringosa la cual limpié en mis pantalones.

El barco ya estaba casi al lado de la orilla y debíamos de echar el ancla cuanto antes, aunque dejé que alguno de aquellos tripulantes lo hiciese.

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La isla se encontraba justo delante de vuestras narices, el paraje era desolador no había casi vegetación y estaba repleto de colinas, mucho había cambiado esa isla con los años, amarrasteis justo a la otra punta de donde se encontraba el poblado.

Note como el brazalete desaparecía y algo se clavaba en mi brazo en su lugar, pero mi cuerpo revitalizo, tras las garras sentí como si el tacto de unas plumas me rozaran, reflejos verdes se representaban en mi retina con gran velocidad, una mirada como la de un rapaz observándome. Entonces le hable " ¿Quien eres? Gracias por tu ayuda amigo, te debo una" le dije a aquel ser que me chisto "shhh, descansa muchacho, no debes nada al que debe todo por los demás ". Esas palabras me conmovieron y le volví a dar las gracias sin moverme ni abrir los ojos para poder tener presente a ese ente, fui pesado hasta que me dijo su nombre, "Simurgh Ahora calla y no preguntes mas, humano plasta" sonreí sin mover mis parpados de su aletargado reposo e hice un ruego entre mis labios "Sabio Simurgh, gracias por tus ayudas, bendito seas por tu don y bendito seas por tu espíritu, que tus lagrimas sean siempre escasas y tus alegrías enormes, que tus sueños se cumplan y en tu mente las pesadillas no irrumpan. Gracias amigo" De repente note un picotazo en la nariz y que las garras volvían a aprisionar mi brazo convirtiéndose de nuevo en un brazalete.

Abrí los ojos y me senté en el borde de la cama totalmente recuperado, no lo creía posible, pero mire el brazalete y sonreí *curioso el nuevo capitán y sus súbditos* pensé. Mire a mi alrededor, vi un espacioso camarote lleno de polvo de no haber sido usado, así que lo limpie lo mas rápido que pude, no podía estar en un lugar tan sucio y dejarlo así. No sabia si era mi aposento, pero aun así vi parte de mis cosas allí así que deje lo que restaba y llevaba yo encima ahí, menos las armas que las prendí en mi cinto, bolsillo y cartuchera, bien ordenado.

Salí colocando todo lo que veía que no me gustaba de una forma que me agradara hasta llegar a la cubierta, había una imagen de nuestro capitán con un par de muchachas que le devolvían la burla, en el marco que coloque rezaba Leo, Noa y Maria.

Cuando llegue a la cubierta vi como la mano de aquel chico que llego poco antes que yo atravesaba al capitán llenándose de lo que por el olor parecía alcohol puro y duro y me pareció divertido, sobre todo la cara que puso al girarse de entre broma y asquete, se limpio en su pantalón. Me acerque mirando todo a mí alrededor pero en silencio para que no se notara mi presencia. Le puse el extremo de mi fajin/bufanda en el hombro y le dije" No crees que esto es mas limpio que tu pantalón" sacándoles la lengua a los dos pues les asuste un poco al aparecer de repente detrás de ellos.

Me quite el brazalete dejando a la vista la marca unos pequeños pinchazos hechos por garras de algún ave y extendiendo la mano se lo ofrecí al capitán " Muchas gracias señor, ha sido de gran ayuda, aunque algo arisco a la hora de comunicarse conmigo, parecía que no le dejaban hablar, jajajajajaja" dije mofándome creyendo que era una mas de mis alucinaciones aquel ave, aunque las marcas de mi muñeca me hacían sospechar que no, pero ya habría tiempo de averiguar que era eso. Al mirar por la borda vi tierra delante de nosotros y se me iluminaron los ojos con la luz del astro rey haciendo que un brillo morado se destacara en mi mirada ante tal páramo que divisaba.

Los nuevos iban caminando de un lado para otro y ya habíamos llegado a la isla, tras unas maniobras y echar anclas. Lo último que yo sabía de dicha isla era la existencia de un reinado, por tanto, decidí que era mejor esconder el navío tras un precipicio, oculto a la vista de los habitantes de la ciudad.

Una vez ya quietos allí me detuve a mirar a mi tripulación y deje escapar un suspiro.
-Black, Tavuk, como sois los nuevos, iréis conmigo, Ikki y Johny, tenéis carta libre de que hacer.

Cogí del brazo a Tavuk y Black sonriendo mientras me preparaba para dar un gran salto.
-¡¡¡Un, dos, tres, a volar otra vez!!!

Pegue un salto impulsado por un chorro de gran potencia de mi propio alcohol hasta subir a la cima del precipicio, donde les solté y mire a nuestro al rededor. Me percate entonces de que estábamos a escasos metros de un poblado y que la vegetación estaba muy descuidada, era casi inexistente.
-¿Que ocurrió aquí? ... Es muy pobre la vista que tenemos ... leí que este era un reino con buenas tierras y vegetación ... En fin chicos, somos viajeros que hemos llegado en un barco pesquero ¿Vale? De la isla de San Nicolas, un santo muy típico del norte, seguramente exista esa isla...

Sonriente comencé a caminar con Tavuk y Black hacia el poblado con unas andaduras torpes aunque no tanto como parecer borracho

Acabábamos de llegar a la isla y le primero que hicimos fue ir hacia un poblado que había justo delante de nosotros. Era un poblado bastante pobre en cuanto a vegetación y estaba demasiado sucio todo, seguramente que el pueblo estuviese medio vacío.

Legim, Tavuk y yo terminamos por llegar al centro del pueblo. No había mucha gente solo varias personas con ropas algo sucias y rotas. Todo esto era rarísimo, ¿quién sería el responsable de todos esos cadáveres que flotaban en el mar?

El pueblo olía tan mal que no me quería ni imaginar las enfermedades que habría en esta isla. Probablemente el causante de los cadáveres se encontrase en otra parte de la isla, a lo mejor los otros que se fueron por otro camino le encuentran, ojalá porque esto empezaba a resulta más aburrido que otra cosa.

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Cuando los dos grupos se separaron, y comenzaron a andar se encontraron emboscados por 30 bandidos 20 de ellos armados con espadas y 10 con rifles para cada grupo.

Me aleje pocos pasos del barco con los dos nuevos que me acompañaban, Black y Tavuk. A medida que avanzaba por la isla, podía comprobar que realmente el paisaje era depresivo a la vista.

Suspire y mire el suelo tocándolo con mis manos, observando el terreno lo mejor que pude y pensando en lo que veía.
-No soy un rastreador ni nada similar, pero es evidente que hay muchas huellas, es decir, que hay personas en este lugar, no es una isla deshabitada...vamos a buscarlos, quizás sepan ellos algo ...

Deje de hablar pues pronto llego a mis oídos un estruendo cada vez mayor, al parecer algo se aproximaba. Con todos mis sentidos atentos a que podía suceder, mire a una colina, tras la cual, el ruido venía y se aproximaba cada vez mas. A los pocos segundos pudimos ver la causa de ese ruido.

Muchos bandidos habían aparecido en ese instante armados con armas de fuego y espadas, algo sorprendido por ello me relaje, no podía dejarme llevar por el efecto del conocido factor sorpresa.
-Oe, vosotros dos, tranquilizaos, son solo personas normales sin habilidades, solo os harán daño si os alcanzan con esas armas, así pues, ir a por ellos, es mi regalo de bienvenida jajajaja

Riendo forme un muro de alcohol a presión frente a mi rostro para defenderme de cualquier disparo posible hacia mi persona mientras mire a Tavuk y Black.
-Black, ten en cuenta que quiero que trabajéis en equipo, Tavuk es muy joven e inexperto, aparte de que su fruta es casi inútil en una pelea en el que es inferior en numero, realmente, poco va a hacer creo yo jajaja, Tavuk, no te desanimes, es normal al principio, solo intenta ayudar, pero recuerda, no arriesgues tu vida por hacerte el fuerte.

Al mismo tiempo que decía esto les daba a cada uno una botella de alcohol y me sentaba en el suelo tras el muro observando la batalla.

Entonces note como me agarraba mi nuevo capitán y daba ordenes, me dio un poco de rabia pero lo acepte e hice caso. Mire ese páramo decadente y respire hondo diciendo " Bueno parece que hemos llegado al Edén, jajajajaja" haciendo notar mi sarcasmo y riéndome un poco.

Seguimos andando hacia el pueblo donde había un hedor pestilente, cosa que me desagrado en demasía y me dio ganas de matar a toda la gente que permitía tal cosa en ese pueblo. Al momento Legim se agacho para reconocer en el suelo distintas huellas, pero entonces empezo a sonar fuertes pasos, gentio corriendo hacia nuestra posicion ya que se escuchaba cada vez mas fuerte. Me fije donde miraba mi capitan y divise que se acercaba un grupo de gente armada, al momento que nos quisimos dar cuenta ya estabamos rodeados, esto me extraño y me hizo preguntarles "¿Perdonen buenos señores a que viene tanto revuelo?, ¿les podriamos ayudar? Soy un simple cocinero y este es el camarero y mi pinche" señalando con la mano abierta a Legim como camarero y a Black como pinche " Por las armas no se preocupen, son simplemente por proteccion, si podemos ayudarles a dar caza a aquello que buscan encantados estariamos"

Mientras hablaba movía la mano en la que llevaba la botella de alcohol, rociándolos poco a poco sin que se dieran cuenta, pues si llegaba el momento podría prenderlo de un balazo contra la espada de alguno y simplemente tener gente armada a la parrilla a mi alrededor, de eso que mi otra mano la guardara dentro de mi abrigo donde tranquilamente armaba mi revolver para si se daba la ocasión solo tener que disparar sin tardar en chasquearlo.

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Los 30 bandidos que atacaron al grupo de Legim, se quedaron quietos ante las apalabras, de Tavuk, de repente el que parecía ser el capitán dio un paso al frente y hablo.

-JAJAJA, un cocinero y su pinche, perfecto así podremos mataros sin ningún esfuerzo, adelante destrozarlos, esta noche hay carne de humano para comer!!!!!

A la que se lanzaron a por nosotros sonrei y dije "Chst, en realidad no os dije toda la verdad, soy cocinero, si, pero ellos no, jajajaja"
esquive al primero sacando el revolver y golpeandole en la nuca con la culata y despues dispare a la espada de uno creando una chispa y prendiendolo debido al alcohol con el que les rocie, y asi uno a uno empezaron a prender a mi alrededor menos al que habia desnucado con el revolver al cual me agache sacando el cuchillo de cocina y le dije " Alomejor el que esta rico eres tu, jajajaja" le corte un cacho de carne de la espalda y se lo puse a Legim en la cabeza diciendo" toma un filetito poco hecho capi, jajajajajaja" Entonces me fije de nuevo en mis enemigos, habían dejado de arder, puesto que una botella no daba para que ardieran vivos eternamente, solo se quemaron superficialmente entonces apunte a la cabeza de aquel que parecía el capitán y respirando hondo dispare esperando no errar el tiro a esa poca distancia gracias a mis capacidades de buen tirador.

Cogí gustosamente la botella que el capitán Legim me ofreció a la par que le daba las gracias. Entonces destapé la botella y di un pequeño trago que escupí al instante limpiándome los labios.-Aaaah que ascazo, ¿quieres matarme con esto o qué?- Dije poniendo una cara de repelús como si hubiese chupado un limón.

Al escuchar las palabras del jefe de los bandidos, me giré lentamente con cara de asesino y fue caminando aun más lento. Algunos de los bandidos dispararon contra mí. Lo primero que hice fue endurecer esa botella de alcohol más que la de una bala de metal y, cuando me llegó la primera bala la golpeé con la botella como si estuviese bateando. Esa bala fue directa hacia la cabeza de quien se había atrevido a disparar. Las demás balas, concretamente 2, las cogí con las manos y las coloqué entre mis dedos corazón y pulgar, y sin ni siquiera apuntar las lancé contra los mismo que las dispararon impactándoles en sus pechos.

Al instante, el suelo pareció tragarme, pero solo era gracias a que había entrado en mi estado intangible. A los pocos segundos aparecí justo en medio de todos los bandidos, saqué mi ballesta y disparé la flecha sujeta a una cuerda. Esa cuerda se volvió tan rígida que me dio la posibilidad de cortar por la mitad a los bandidos contra los que chocó, gracias a que había empezado a girar sobre mí mismo. Después recogí la flecha y la cuerda pulsando el botón de la ballesta.

Esperaba a que los demás bandidos se aproximasen para acabar con todos ellos.

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La bala disparada hacia el jefe de los bandidos reboto en su frente, casi todos sus secuaces habían caído en batalla, los miro.

-Levantad holgazanes, no me diréis que os han hecho daño verdad??

Todos los bandidos que habían caído por heridas se levantaron, y estas se regeneraron, pero los que habían sido quemados se levantaron sin la piel regenerada.

agarraron sus armas y volvieron a la carga esta vez mas furiosos, y no iban de uno en uno, sino 15 a la vez a por tavuk y los otros 14 y el capitán a por black.

Ignore el "Filete" que me lanzo Tavuk y observe el combate, como supuse, cayeron pronto los oponentes, con lo que una sonrisa se dibujo en mi rostro. Sin embargo poco duro, para mi sorpresa, estos se levantaron con intenciones de volver a atacar, las únicas secuelas parecían ser las quemaduras.
Dudando me lleve la mano derecha a mi barbilla reflexionando, al segundo mire hacia el grupo enemigo y sonreí.
-Así que se recuperaron ... pero ... las quemaduras no ... es decir, es como si no sintieran el dolor en si, como si estuviesen bajo el efecto de una droga o algo similar que les haga no sentir el dolor...

Mire al suelo y rei un poco.
-Chicos, derribar a todos, pero no les matéis... sera mejor dejarlos vivos y analizarlos, a parte de sacarles alguna información...

Vi las botellas y me lleve la mano a mi cara resoplando.
-Niños ... quería que tuvierais las botella con el alcohol dentro, no que lo tiraseis al suelo o algo así ....

Rellene una botella de alcohol y la cerré, posteriormente la deje en el suelo y la lleve rodando hasta los pies de mis oponentes, sonreí y la botella se movió a una velocidad increíble por el aire y apunte a la cabeza de los rivales con fuerza para noquearlos, algo que no tenía que ver con el dolor, pero si con golpear algún punto vital y dejarles inconsciente.

Atendiendo a las órdenes de Legim se me ocurrió una idea que haría tener a los rivales acorralados para investigar, analizarlos o lo que el capitán decidiese.
Igual que anteriormente salté de cabeza hacia el suelo como si me tirase al agua y me introduje dentro del suelo haciéndome intangible. De repente mis manos fueron apareciendo debajo de algunos de los bandidos, de 10 concretamente, agarrándoles los pies, haciéndoles intangibles e introduciéndoles dentro del suelo hasta la mitad de los muslos y al soltarlos quedaron atrapados en el suelo irremediablemente. Si querían librarse solo tendrían que cortarse las piernas. Cualquiera de las dos opciones, la de quedarse atrapados o la de cortarse las piernas, los dejaría aprisionados o en todo caso incapaces de desplazarse.

Esperé a que se me acercasen los demás bandidos y el jefe mientras ganaba tiempo para descansar.