[Rocket y Kazumi] ¡Aquí no hay más que arena!

Los miembros avanzaban a gran velocidad, sobre todo el que mandaba en ellos. El jefe del clan. Jack había desaparecido hace unos días desde que descubrieron que estábamos asentados en Arabasta. No lograba entender como nos siguieron la pista, pero esto solo podía significar una cosa. Pronto me encontrarían y acabarían con mi vida. Mi reino ya no tendría salvación. Me apenaba no poder ayudar a los campesinos que quedarían bajo esa esclavitud durante muchos años más. ¡Maldita sea! Si tan solo pudiese impedirlo...

El calor que sentía junto con el sofoco era muy fuerte. Estaba cansada de tanto correr y caería desfallecida pronto. Miraba hacia atrás asustada, por ahora no me seguían pero algo me decía que no tardarían en hacerlo.

De repente choqué contra algo que estaba gritando y caí al suelo. En cuanto me levanté comprobé si tenía el fruto prohibido todavía intacto. No le había pasado nada. Miré a quien había tirado y vi que era un mapache.

-¡Lo siento! - Dije con nerviosismo.

Parecía no haberle importado mucho la caída. Me sentía mejor por ello, últimamente era demasiado torpe y o tropezaba con todo o tiraba a la gente. Me levanté rápidamente del suelo y sacudí todas mis ropas mientras que de estas salía un polvillo dorado debido a la arena. Era el segundo animal parlante que conocía, que coincidencias tenía la vida. Ante su comentario no pude evitar suspirar.

-Bueno... - Musité. - Creo que los carteristas no es lo que más me preocupa en estos momentos.

En verdad si me preocupaba, pero no esa clase de carteristas sino los miembros de la secta. Miré al mapache de arriba abajo, no tenía pintas de ser una mala persona, seguro que tenía bondad y buen corazón, algo que impediría envenenar su alma. Me quedé en silencio durante unos segundos, sé que estaba a punto de cometer una locura, pero... me arriesgaría.

-Verás... Te vas a quedar este fruto ¿Vale? - Dije con una sonrisa mientras me agachaba y se lo daba. - Es muy pero que muy importante que lo cuides bien. No me decepciones mapachito. - Le guiñé un ojo. Tras esto me levanté. - Espero volver a verte.