Bleyd VS Moralli

Será territorio del épico tétrico tántrico fálico combate entre


Normas:

• Si pierdo pues pueden retirarme mi puesto se yonkaikyo.
  
• Por mi parte sin ejecuciones pues quiero vivo al sujeto.
  
• El npc que decida el mod que lo lleve de acuerdo a su naturaleza y psicología.
  
• terreno que considere el mod.
  

Para esta ocasión, tomaré sus profesiones como Comando y Triple Científico.

Inicia Bleyd.

Bueno aquí estoy en una maldita isla que no se decide si tener fuego o hielo, calor o frió... en fin. Lo mejor sera ponerse en marcha cuanto antes mejor.

Dejo la moto al cuidado de Fluffle y me encamino a visitar a mi objetivo, personalmente espero que atienda a razones, sera mucho mas sencillo y beneficioso para ambos.
Por si acaso llevo conmigo todo el arsenal, desde Carnifex, a los diales junto con las bombas de luz y demás utensilios entre los que están mi armadura y componentes médicos, Por no nombrar un pequeño regalo para ver si se anima a cooperar. La verdad no se por donde empezar a buscar aparte de berrear en medio de la nada, tan solo se que esta en esta isla pero con lo grande que es...

- ¿Hola? Estoy buscando al científico Mito Moralli. Pero permitame presentarme, Soy Bleyd, Bleyd Master, la verdad es que ha costado mucho localizarle hasta esta isla. Vengo con una bonita oferta de trabajo la cual creo que merece la pena escuchar mientras tomamos un almuerzo, tengo Vodka, tequila y ginebra y para acompañar alitas de pollo picante.

Camino entre las zonas de calor y frió para que las temperaturas no me fastidien demasiado. Continuo caminando y repitiendo el mensaje a ver si el buen hombre se digna a mostrarse.

-Un poco de nitrato de sodio... Unas gotas de benceno por aquí, un poco de sulfuro de hidrógeno en este lugar... ¡Buenas noticias amigos! ¡Estoy cerca de desarrollar un veneno que destruirá toda la vida en el Nuevo Mundo!- Los delirios de Mito se escuchaban en aquella vieja estancia. Junto a él, sus armas y el arsenal de balas especiales que hacía tres años pudo rescatar del barco de Black Dance. En algún momento se toparía con ese Yonkou y le haría ingerir la Mermelada Cooper, el mejor veneno que jamás nadie había inventado, con un delicioso sabor a fresa. Aunque aún debía terminar su gas letal para que antes viera todo marchitarse a su alrededor...

-Mito, Mito, Mito. ¿No crees que te estás pasando?- dijo una columna cercana. O eso parecía, porque de ella surgió el fantasma de Zero.

-¡¡¡Ca-capitán!!!

-Así es. Vengarte no te va a llevar a ningún lado, y sabíamos que esto podía pasar, ¿No? Recuerdas aún al tipo escarabajo, estoy seguro- la sonrisa del Yonkou muerto lo dejó perplejo. Era una de las pocas cosas que podía calmarlo, pero en aquella situación, que el propio Zero no entendiera que debía vengarlo. Vengar a su capitán, a un amigo... A él nunca le importó que estuviera como una cabra.

-¡Tengo que trabajar!

Los fantasmas nunca se iban, pero según se fue serenando el capitán se desvaneció de nuevo. Había sido agradable hablar con él.

Llevaba ya un buen rato caminando por la isla. La verdad es que era cuanto menos curioso ver media isla congelada y la otra media ardiendo hasta limites insospechados, finalmente y sin previo aviso llegue a un lago de agua salada en lo que parecía el centro de la isla, Decidí examinarlo un poco y comencé a bordearlo por la zona donde se acumulaba el hielo, me encontraba decidido y dispuesto a encontrar a Mito, Con suerte podría encontrar alguna indicación en la nieve, algo que me dijera que algo o alguien paso por ese área hace un tiempo, con ese rastro podría buscar a mi objetivo y hacerle la petición a la cual esperaba que accediera.

La verdad no conocía mucho sobre el aparte de una escueta ficha a la que tuve acceso, por lo visto estaba mal de la cabeza y quería hacer la mejor y mas mortífera arma que el mundo podría conocer. Mucho mejor una cosa es cierta la gente normal no inventa cosas y cuanto mas desequilibrada esta una mente mas ideas alucinantes y absurdas tiene.

Con esos pensamientos comencé a adentrarme por la zona helada, por el momento la armadura y la ropa que llevaba me aguantarían contra el horrible frió pero estaba seguro que tendría que vigilar el metal para que no se congelaran las junturas, por suerte llevaba alcohol conmigo. Aunque su uso fuera para tratar heridas también me serviría para fundir el hielo si fuera menester.

Y así seguía Mito desarrollando su veneno, para tener grandes cantidades. Sólo le faltaba poder probarlo en una ciudad poblada... Qué pena estar en Punk Hazard.

Maldita sea, ni luz, ni huellas, ni un rastro de vida.
Ni siquiera sabia por donde cojones paraba el puñetero mito y el frió comenzaba a ser demasiado, tal vez tuviera mejor suerte en la zona en llamas.

Con ese pensamiento trace una ruta hacia la zona caliente de la isla, intentando cubrir terreno no explorado mientras estaba atento a cualquier signo del laboratorio del científico.

Y así seguía Mito desarrollando su veneno, para tener grandes cantidades. Sólo le faltaba poder probarlo en una ciudad poblada... Qué pena estar en Punk Hazard.

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