¡Es un nido de cangrejos!

Cuando bajáis un poco, frente a vosotros aparece un cangrejo gigante. La bajada se resiente un poco, y la criatura os mira con malas intenciones mientras chasquea las pinzas.

Una cueva se abría bajo la arena, antes de poder llegar abajo del todo un enorme cangrejo, de apariencia similar a los de arriba, nos cortó el paso. No parecía tener intenciones muy amistosas, y por el sonido de sus pinzas era posible que pensara que seriamos su cena. Desenvaine mis katanas, pues no estaba seguro de mi destreza con el espadón. De momento, dejaría mi katana con zoan al cinturón para cuando las cosas se pusieran feas, si lo hacían.

Me concentré, activando el mantra para la pelea, saltando a por el animal tras ello. Mi objetivo era la unión de la pinza al cuerpo, a la que le lancé tres rápidos cortes imbuidos en Haki armadura, seguidos de otros tres gracias al manual de prisa, estos en dirección al ojo más cercano y boca. Quería acabar con esto cuanto antes, pues por las escaleras empezaba a bajar algo de agua. Parecía que ahora era una carrera contra reloj, pero para salir de aquella isla.

Manual prisa + haki armadura 2 + tres cortes en el tiempo de uno por profesión. Mantra acitvo.

El cangrejo se ennegrece por un momento, y parece que en la pinza no logras hacer absolutamente nada. No obstante, su ojo revienta en una explosión de humor.

Tras eso, y sin demasiada percepción de la profundidad, trata de agarrarte con la pinza. Puedes darte cuenta de un brillo plateado en su interior. A saber qué sucede si te atrapa con esa cosa.

La pinza del cangrejo, sin siquiera un arañazo, se aproxima hacia mí, por suerte, la perdida de uno de los ojos lo hace impreciso. Esta imprecisión, unida a mi agilidad y gran movilidad me permiten escapar del agarre del ser con una voltereta hacia atrás, rodando un poco por el suelo para a continuación incorporarme. Este movimiento me deja un poco lejos del animal, por lo que me decanto por un ataque de onda cortante aprendido de un manual excalibur. Dirijo el ataque al otro ojo del crustáceo, una vez lo pierda la pelea sería mucho más fácil, al menos en teoría.

Manteniendo el mantra activo controlo a los hermanos, esperando que no se acercaran al bicho y tuviera que acudir a protegerlos. Además, me sirve para evitar la aparición por sorpresa de más cangrejos, lo que sin duda sería una situación bastante complicada si todos tenían unas pinzas tan duras como las del que actualmente tenía como contrincante