Raion
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Cuando el león puso el pie en Karakuri ya se había dado cuenta hacía tiempo de que la capa que había adquirido antes de embarcar iba a ser más que necesaria. El frío era helador incluso a kilómetros de distancia, cuando aún faltaban horas para desembarcar. Sin embargo una vez pisó tierra se dio cuenta definitivamente de que aquella isla no era para él. Estaba decidido, una vez hubiese acabado lo que había ido a hacer allí abandonaría aquel infierno de nieve y hielo para no volver jamás.
Y lo que le había traído a un lugar con tan hostil clima no era sino su trabajo. Había escuchado noticias de que, aprovechando que el frío de Karakuri la hacía un destino poco deseable para cualquiera y el hecho de que no estaba afiliada al Gobierno Mundial, una pareja de peligrosos piratas tenían en ella su hogar. Desde allí atacaban las islas cercanas, causando verdaderos estragos. Nadie los había visto en la isla invernal, pero la situación geográfica de los lugares que habían asaltado en los últimos meses había hecho que los rumores sobre que llevaban a cabo sus fechorías desde allí empezasen a extenderse. Y Raion, siguiendo aquellos rumores, había decidido comprobar si eran o no ciertos.
Los hermanos Beaudelaire, cuyas cabezas valían veinticinco millones de berries cada una, se habían hecho célebres por su crueldad en muy poco tiempo. Apenas hacía tres meses que sus nombres se habían escuchado por primera vez, pero desde entonces sonaban cada día con más fuerza fruto de sus brutales crímenes. Allí por donde pasaban no solo robaban. Violaban, torturaban y asesinaban, según los escasos supervivientes de sus incursiones por puro placer. Se decía que reían mientras masacraban pueblos enteros. Por ello su recompensa había aumentado tanto en tan poco tiempo, atrayendo de esa forma la atención de muchos cazarrecompensas que, ansiosos por ganarse la vida, habían comenzado a interesarse por ellos. Y el león pretendía adelantarse a los demás, motivo por el que había decidido comprobar si los rumores que les situaban en Karakuri eran correctos.
La tecnología de la ciudad era más avanzada de lo que el mink había visto nunca, y mientras bebía poco a poco de su enorme taza de café caliente no podía dejar de mirar cómo el robot que hacía de camarero de aquel local se desplazaba tras la barra, sirviendo las consumiciones que los clientes pedían. Resultaba verdaderamente fascinante.
Y lo que le había traído a un lugar con tan hostil clima no era sino su trabajo. Había escuchado noticias de que, aprovechando que el frío de Karakuri la hacía un destino poco deseable para cualquiera y el hecho de que no estaba afiliada al Gobierno Mundial, una pareja de peligrosos piratas tenían en ella su hogar. Desde allí atacaban las islas cercanas, causando verdaderos estragos. Nadie los había visto en la isla invernal, pero la situación geográfica de los lugares que habían asaltado en los últimos meses había hecho que los rumores sobre que llevaban a cabo sus fechorías desde allí empezasen a extenderse. Y Raion, siguiendo aquellos rumores, había decidido comprobar si eran o no ciertos.
Los hermanos Beaudelaire, cuyas cabezas valían veinticinco millones de berries cada una, se habían hecho célebres por su crueldad en muy poco tiempo. Apenas hacía tres meses que sus nombres se habían escuchado por primera vez, pero desde entonces sonaban cada día con más fuerza fruto de sus brutales crímenes. Allí por donde pasaban no solo robaban. Violaban, torturaban y asesinaban, según los escasos supervivientes de sus incursiones por puro placer. Se decía que reían mientras masacraban pueblos enteros. Por ello su recompensa había aumentado tanto en tan poco tiempo, atrayendo de esa forma la atención de muchos cazarrecompensas que, ansiosos por ganarse la vida, habían comenzado a interesarse por ellos. Y el león pretendía adelantarse a los demás, motivo por el que había decidido comprobar si los rumores que les situaban en Karakuri eran correctos.
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