Una noche inolvidable [Pasado Privado Irisha & Katya] [+18]

Hoy había sido una mañana bastante ajetreada, entre la reunión con aquel alcalde, los ensayos para los conciertos y entrenar con Katya había sido bastante agotador. Pero finalmente ya era hora de relajarse. Le pedí a mi preciosa asistente que me fuera a preparar un baño, como de costumbre. Pero, lo quería uno en específico ya que los preparativos de este serían más extensos que el de un baño cualquiera. Debía estar perfectamente aromatizado, con una clase específica de velas y jabones, lo que la mantendría bastante ocupada. Cosa que aprovecharía, pues de lo contrario no podría ser sorpresa. Por lo tanto, me dirigí a ver a mi padre. Una vez me había reunido a solas con él, le expliqué lo que se trató en la reunión, también le informé de la proposición que rechacé, no parecía enfadado, pero sí, dejó caer como si no fuera la cosa, que ya estaba en edad de ir pensando en buscar pretendientes. En tal caso, aprobó mi negativa con aquel hombre, pues mi padre también sabía que debía prometerme con alguien mejor que ese tipo, para así beneficiarse de eso. En cualquier caso, le dije que debía ir esta tarde a Azov, ya que debía tratar un asunto del que se habló en la reunión. Claramente era mentira, pero eso él no lo sabía, de enterarse posiblemente me castigaría de alguna manera, pero no me importaría.

Una vez había terminado de hablar con mi padre, me retiré para ir a mi cuarto de baño personal, el cual se encontraría en el interior de mi habitación, tras una puerta. Eso no era nada especial, ya que cada una de mis hermanas tenía el suyo propio. Cerré la puerta de mi cuarto con pestillo, y me dirigí a entrar a mi cuarto. Al entrar, pude ver a Katya haciendo los últimos retoques. Los aromas que emanaba eran perfectos, me encantaban, la temperatura de la sala era la perfecta, y el vapor del agua me indicaba que estaba así como me gustaba. - Este baño tiene buena pinta... - Decía con una voz sugerente, esperando a que se volteara, para comenzar a desnudarme. Cuando esta miró, lentamente comencé a quitarme la ropa bajo la atenta mirada de la pelirroja. Sin más pasando por su lado me metí en la gran bañera y me senté, parte del agua se desbordaba mientras me sentaba con una mueca de placer y alivio. Este era uno de mis mayores placeres que me daba el lujo tras un día agotador.  

Apoyé la espalda y comenzaba a remojarme completamente, me deleitaba por el aroma tan perfecto. Cogí agua entre mis manos, para rápidamente ponérmelas en la cabeza para mojarme todo el cabello. Tras eso, le eché una pícara mirada a Katya. - Princesa... - Pronunciaba un poco juguetona hacia ella. - Porque no... pones el pestillo... te desnudas... y nos lavamos juntas. Tenemos que prepararnos para salir esta tarde hacia Azov, si quieres... - Decía mientras me ladeaba para posarme en el lateral de la bañera, mostrando intencionalmente mis pechos. - Podemos tener un pequeño adelanto de lo que será esta noche. - Añadía llevándome la diestra al rostro, para colocar mi dedo índice en el labio inferior. - Tranquila, la puerta de mi cuarto está cerrada, nadie nos escuchará. - Le guiñaba el ojo izquierdo. - Pero solo un pequeño adelanto, el plato fuerte será por la noche... que tengo algo planeado. - Concluía incitando a que entrara de una manera muy provocativa, cosa que, seguro Katya no podría rechazar. La bañera era lo suficientemente grande para las dos, pero de todos modos, aunque no fuera suficiente, creo que no importaría, pues solo habría que pegarse más.

Si este día me lo hubieran contado hubiera creído que la otra persona estaba muy drogada, confesarme, ser aceptada, la reunión, ensayar, entrenar, prepararle la comida a mi preciosa Irisha. Ella me hizo una petición para después de la comida, que le preparara uno de los baños que tanto le gustaban, ella hizo una serie de peticiones especiales, ella sabía que las cumpliría a la perfección, no porque me lo ordenara si no porque la amaba y quería que ella disfrutara al máximo, puesto que ella también necesitaba descansar y relajarse. Fui directa a su baño privado, y comencé los preparativos, aceites aromáticos, los mejores jabones, regular la temperatura todo estaría perfecto, como siempre hacia las cosas, me esforzaba tanto por ella porque no se merecía algo que no fuera como ella perfecta. Tarde un buen rato en que todo estuviera listo, ella sabía bien que algo así se tardaría, y como si conociese a la perfección cuanto iba a tardar ella llego cuando estaba dando el ultimo retoque.

Su voz elogiándome por el baño me ruborizo, no por lo que dijo si no el cómo lo dijo, a lo que me gire para verla, momento en el que ella comenzó a desnudarse. No era la primera vez que ella se desnudaba delante de mí, entre mis obligaciones estaba bañarla y ayudarla a asearla, de mis tiempos cuando era una esclava, nunca antes ella se había desnudado de esa forma, y mucho menos yo me había quedado atentamente mirándola, y todavía más imposible que mi mirada demostrara tanta excitación como la que estaba mostrando, mordiéndome el labio inferior de esa forma sexy que sé que volvía loca a Irisha.

Irisha sabía bien como tentarme, ella me volvía completamente loca y cuando paso por mi lado con tanta gracilidad luciendo como solo ella sabía lucir su cuerpo, me dieron ganas de poseerla ahí mismo, sabía que si ella no había venido hacia mí no tenía derecho a tomarla de aquella manera, aunque por supuesto mi cuerpo reacciono a su paso como si de un latido se tratase. Ella llego a la bañera y me hizo una proposición que sabía que no podía rechazar. Ella primero me llamo princesa... palabra que no creía que iba a escuchar y mucho menos de aquella manera, no daba crédito, ella me ponía a su mismo nivel, sabía que ella me veía así, lo había dicho antes. Al usar esa palabra, simplemente me derretí como si me tratase de un helado en pleno verano. Ella me propuso que también me lavara con ella en la bañera, mientras me tentaba con sus pechos. Perdí la cabeza cuando dijo que partiríamos a Azov esta tarde... Ese era su plan sacarnos esta noche del castillo para poder hacer lo que quisiéramos sin problemas, ella me conocía demasiado bien así que cuando dijo eso mientras colocaba su índice cerca de sus labios sabía que estaba más que dispuesta a meterme con ella. Me proponía un pequeño adelanto antes de esta noche, la verdad es que nuestro último adelanto fue interrumpido, y apenas pudimos contenernos entonces, no sabía cómo íbamos a contenernos ahora. No conteste... mis palabras no harían justicia a lo que ella iba a ver ahora. Caminaba de espaldas a ella, mientras poco a poco mis manos se deslizaban por mi cuerpo desprendiéndome poco a poco de la ropa que llevaba, dejando por último que mis braguitas negras de encaje se deslizaran por mis piernas, antes de darme la vuelta justo después de cerrar el pestillo.

Ahora ella podría ver mi cuerpo desnudo, cada centímetro del mismo, mientras volvía hacia ella, podría verme entera, no le ocultaba nada, y podría ver que no había rastro de vello corporal ni si quiera sobre mi pubis. Cuando estuve junto a la bañera coloqué mis brazos aferrándome a mi propio cuerpo para realzarlo y tentar a Irisha aún más, entonces después de toda esta anticipación mi voz salió despacio, suave, sugerente. -Conque eso es lo que estabas tramando... Acepto cualquier cosa que me pidas amor mío. Realce aún más mi cuerpo inclinándome hacia ella, entre con ella en bañera, no a su lado, si no sobre ella, colocando nuestras piernas entrelazadas, mi muslo cerca de sus partes privadas, pero sin tocarla, y con su pierna también cerca de las mías, abrazándola con suavidad acercando mis labios a los suyos, aunque no tocándolos para soltar con un suspiro. -Amor mío, disfrutemos de este pequeño adelanto. Para dejar que ella fuera quien marcara los límites de este anticipo, porque si comenzaba yo simplemente la tomaría sin más, porque la deseaba demasiado.