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Botín compartido (Priv/pasado) (Kayadako Neus - Helga) Empty Botín compartido (Priv/pasado) (Kayadako Neus - Helga) {Miér 20 Mayo 2020 - 1:09}

La vikinga se encontraba descansando sobre un banco en plena calle. Estaba completamente aburrida, hacía días que había llegado a una isla del Paraíso que estaba rodeada de agua. Había sido un largo viaje desde Hallstat, menos mal que un conocido de su hermana le había hecho el favor de traerla. Había oído rumores de que alguien pagaba una suma generosa a cambio de un robo a un mercader. A la guerrera le importaba un bledo si era peligroso o no, el dinero era dinero y lo necesitaba como un bebé su biberón. Se puso de pie y comenzó a caminar sin rumbo fijo por las calles. Le llamaba la curiosidad la cantidad de canales que había por doquier. Un paso en falso y alguien se podría caer al agua.

La pelirroja no paraba de observar a los ricachones que se paseaban por ahí como si fueran pavos reales. Le estaban dando ganas de robarles lo que llevaran encima pero no quería disparar las alarmas en la ciudad... al menos no por el momento. Escupió hacia un lado y comenzó a blasfemar. "Malditos ricos asquerosos" no paraba de repetir ante las miradas asustadas de los transeúntes. Sus pasos la llevaron hasta las puertas de una casa que había visto días mejores. Sin vacilar, tocó la puerta dos veces, con cuidado de que no se cayera a trozos como un castillo de naipes.

-¿Hola? ¿Hay alguien? Estoy interesada en ese "negocio" de expropiación - Su voz resonó por el interior de la choza. El polvo y las telarañas parecían ser la única compañía de Helga. Todo era silencio hasta que una silueta apareció de entre las sombras.

- Saludos señorita jejeje... Me agrada ver que alguien por fin se decidiera a aparecer - Un hombrecillo enano de aspecto grotesco hizo acto de presencia - Le interesará saber acerca del encargo. Tiene que robarle unas cajas a un mercader que tienen una mercancía que busco. Varios lotes de piedras preciosas. Dependiendo del estado cuando me las traigas podremos negociar el precio. ¿Acepta? - Una sonrisa lupina brotó de sus escuálidos labios.

- ¿Que si quiero? Mientras me pagues, da por robadas esas gemas - Comentó la vikinga sin saber a lo que se estaba metiendo.



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Botín compartido (Priv/pasado) (Kayadako Neus - Helga) Empty Re: Botín compartido (Priv/pasado) (Kayadako Neus - Helga) {Miér 20 Mayo 2020 - 19:30}

Correr por una ciudad llena de canales es irritantemente complicado. Una no puede dar veinte pasos seguidos en la misma dirección sin verse obligada a saltar un canal o torcer una esquina sin saber si le espera un remojón justo después. Este sitio sin duda se diseñó para los ladrones y los rateros, porque es complicado mantener una persecución en condiciones cuando hay que estar saltando por encima de los botes de paseo y de las tiendas flotantes o saltando entre puentes y tejados. El problema es que para una forastera como yo, todas esas ventajas se convierten en molestos obstáculos que casi hacen que caiga al agua en más de una ocasión.

Los tipos de la máscaras, en cambio, no tienen esos problemas.

-No te servirá huir -dice uno.

-¡Vuelve, niña! -me ordena otro, el que tiene la máscara con la nariz enorme y empuña el látigo.

Por supuesto, no les hago caso. No se lo he hecho cuando han saltado sobre mí en el teatro y no voy a hacerlo ahora que tienen incluso más ganas de matarme.

Llego hasta el límite de la calle y salto sobre el canal que la separa de la siguiente. Los tres hombres me siguen. Al llegar al otro lado resbalo en el empedrado y a punto está de agarrarme uno de ellos, pero consigo escabullirme con un quiebro que casi me cuesta un tobillo. El segundo salta justo por delante de mí, así que me agarro al alfeizar del primer piso del edificio que ocupa esta manzana y me doy impulso para entrar en la casa por la ventana. Caigo sobre una mesa donde una pareja toma café e ignoro sus insultos mientras salgo de la vivienda y subo las escaleras para llegar a una azotea espolvoreada de macetas con plantas decorativas, cinco plantas más arriba, donde me recibe una espectacular panorámica de la laberíntica ciudad. Me asomo por el pequeño pretil del tejado para ver qué me aguarda abajo. Los pasos de mis perseguidores no se detienen ni un instante.

¿Quién me iba a decir a mí que se tomarían tan mal las ofensas? Yo solo fui al teatro para ver a esa actriz, Milanesse, que se dice que es la mejor. Puedo prometer que no me metí con nadie. Al menos con nadie que no lo mereciera un poquito. ¿Cómo iba yo a saber que un capo local iba a enfadarse tanto por un pequeña pulla de nada? No me puedo creer que no esté acostumbrado a que lo llamen gordo. Sobre todo con lo gordo que está.

En realidad fue culpa suya por haber intentado, según sus palabras, "cortejar" a Milanesse. Es normal que me ría si veo a un viejo cincuentón con más tripa que espalda lanzar piropos a la actriz de teatro más cotizada del momento. Pero claro, a ver quién les explica eso a sus matones.

Yo, desde luego, no. En vez de eso, pongo la zancadilla al primero que llega a por mí, le cierro la puerta de la azotea en las narices al siguiente y luego echo a correr hacia el borde del tejado, pisando la mano del que está en el suelo. Agarro una de las macetas sin detenerme y la lanzo al edificio de enfrente. La ventana se rompe al mismo tiempo que salto. Caigo sobre una barcaza de considerable tamaño que surca el canal, atravesando su endeble techo de madera cubierto con telas. Intento no llamar la atención mientras el dueño exclama airado. Con suerte, los que me persiguen pensarán que he saltado hasta caer donde la ventana rota. Cuando quieran darse cuenta de que no ha sido así ya les habré sacado algo de ventaja.

Cuando me incorporo, con un desagradable dolor en la espalda, hay un guardia mirándome. Le hago un gesto para que sea educado y espere, porque he caído sobre algo muy duro. Van a salirme unos buenos moratones. ¿Eso son esmeraldas?


Última edición por Rainbow662 el Sáb 30 Mayo 2020 - 12:46, editado 1 vez
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Botín compartido (Priv/pasado) (Kayadako Neus - Helga) Empty Re: Botín compartido (Priv/pasado) (Kayadako Neus - Helga) {Miér 27 Mayo 2020 - 0:56}

El hombrecillo extraño le indicó donde podría encontrar el cargamento de piedras preciosas. Solo tenía que ir al muelle y podría identificarlo fácilmente, pues habrían varios guardias custodiando el navío. Así pues, la vikinga pensando en la pasta que podría conseguir, el tacto de las monedas en su pálida piel le daba mucho gozo. Sin más esperas, se dirigió a zancadas hacia su destino no sin antes despedirse del rarito que la observaba con mirada perdida.

-Espera y verás, viejo. Ya puedo oler el dinero que me darás - Dijo con una sonrisa avara mientras sujetaba el picaporte de la puerta que parecía que se iba a venir abajo con solo un soplo de aire.

La doncella de hierro salió de aquella casa que olía a cuadra y se dispuso a andar por la calle. ¿Aquel hombre trabajaría en el bajo mundo o simplemente pagaba a otros para que robaran mercancías y así poder re venderlas a un alto precio? No le importaba a la vikinga. Por ella como si las gemas estuvieran llenas de sangre, el dinero era dinero. Sacudió la cabeza para centrarse en lo que tenía que hacer. Pasó por las callejuelas, observando con cuidado de que nadie la estuviera siguiendo en caso de que aquello fuera una trampa de aquel hombre. A primeras no vio a nadie. ¿Se estaría preocupando de más? El sonido de un gato hurgando en la basura y el sonido de la gente paseando  en las calles principales era lo único que se oía. Faltaba un poco hasta llegar al puerto.

Antes de llegar, la pelirroja pudo escuchar a varios hombres alzando la voz. Como estaba lejos, se acercó a zancadas para poder escuchar mejor la conversación. Al parecer alguien se había caído en el interior del barco y gracias a esa persona, ahora la seguridad se había incrementado. El barco estaba en el muelle pero había un número molesto de soldados. Era peligroso ir de frente contra todos. La vikinga odiaba tener que darle al coco, pero si se arriesgaba a ir de frente posiblemente fuera derrotada y encarcelada. Necesitaba un plan para al menos dividir el número de custodios.
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Botín compartido (Priv/pasado) (Kayadako Neus - Helga) Empty Re: Botín compartido (Priv/pasado) (Kayadako Neus - Helga) {Sáb 30 Mayo 2020 - 13:06}

No podían transportar colchones, claro. Ni siquiera frutas o almohadas, o trozos de corcho, no, tenían que ser puñeteras esmeraldas. Creo que incluso planchas de acero habrían sido mejor. Por lo menos no se me clavarían en la espalda a través de la tapa rota de su caja. La parte buena es que ya no me persiguen. A través del agujero del techo veo como varias figuras saltan sobre el canal al edificio de enfrente para perseguir a la maceta rompe-ventanas. Si el enorme forzudo que me fulmina con la mirada me dejase en paz, seria una mañana redonda.

-¿Ladrona?

-¿Cómo dices?

-Que si vienes a robar -repite el forzudo. Tiene un fuerte acento que no sé identificar.

Cruza sus enormes brazos y se apoya sobre la pared. Qué educado y sosegado para ser un vigilante.

-No, no... Al menos no lo tenía pensado.

Me levanto con un gruñido de dolor, planteándome la clase de decisiones que tomo en la vida. Debería ir por ahí con una armadura acolchada o algo así para dejar de arrancarle moratones al suelo con cada caída.

-Bien, eso es bueno -El gorila casi sonríe-. Bueno para el jefe, bueno para mí y bueno para ti. Todos contentos.

-Eso díselo a mi rabadilla.

-Je. Graciosa. Te irá bien en la cárcel.

-He dicho que no vengo a robar -le repito. Bastante tengo ya con haberme ganado unos cuantos enemigos; no quiero más por hoy.

-Lo has dicho. Eso es bueno. Si mientes es que no quieres luchar, y eso es bueno. Menos escándalo. Menos trabajo -El gorila descuelga unas esposas de su cinturón y me las enseña, casi ofreciéndomelas.- Ya llegamos al barco. Allí hay guardias menos majos que yo. Así que ¿te las pones o te las pongo?

-¿En serio? -Suspiro resignada. No parece que tenga muchas opciones ahora mismo-. Lo siento, pero creo que paso. Si no piensas hacer la vista gorda, va a tener que ganarte el sueldo.

El gorila sonríe. Se hace tronar los nudillos y el cuello mientras abandona su postura relajada. Con esas enormes manos parece capaz de exprimir esas esmeraldas hasta sacarles jugo. No quiero pensar qué podría hacer con mi cráneo. Avanza hacia mí tranquilamente, con una promesa de violencia en su mirada. Está claro que no piensa hacer la vista gorda, no.

Genial. Más enemigos. Está siendo un día de lo más atareado.
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Botín compartido (Priv/pasado) (Kayadako Neus - Helga) Empty Re: Botín compartido (Priv/pasado) (Kayadako Neus - Helga) {Sáb 6 Jun 2020 - 17:53}

La vikinga pensó y pensó pero no se le ocurría nada para llamar la atención de los guardias. Al menos no hasta que observó unos barriles de pólvora cerca del lugar. Aquello la hizo sonreír. Podría explotar uno para llamar la atención de los guardas y dispersarlos aunque quien sabía como iba a resultar la explosión o si habría daños colaterales. La pelirroja tomó uno e hizo un pequeño agujero para hacer un rastro de pólvora hasta que puso el barril en medio de una calle donde no estaba pasando gente y era más segura la explosión. Usando su hacha y una piedra que recogió del suelo, comenzó a provocar chispas por el roce. Siguió frotando hasta que el rastro de pólvora se comenzó a incendiar. La guerrera corrió a resguardarse en una esquina para cuando los guardias fueran corriendo al origen de la explosión.

- Esto va a llamar la atención de toda la ciudad, ahora que lo pienso... Bueno, de todas formas odio pensar. Es lo que hay - Comentó tapándose los oídos poco antes de que el sonido de la explosión retumbase por toda la ciudad.

El plan de la pirata era muy disparatado, pero al menos consiguió que los guardias dejaran su puesto para correr hacia el origen del estruendo. Aprovechó la ruptura en sus filas y corrió como alma que lleva el diablo hasta subirse al barco por la tablilla. Tenía poco tiempo, pues los guardias llegarían en cualquier momento. Bajó por unas escaleras rumbo a la bodega de carga. Encontró varias cajas y cargamentos varios, andaba justa de tiempo así que rebuscó forzando las cajas con su hacha. Solo encontró telas, especias, otros tipos de joyas pero no las esmeraldas que buscaba.

- Ese viejo enano cabrón... Se le olvidó decirme cuando venía el cargamento - Dijo furiosa entre dientes corriendo hacia cubierta.

Cuando llegó al exterior observó como venía una barcaza por el canal de menor tamaño que el barco. ¿Vendrían ahí las esmeraldas? Era algo que la vikinga se preguntó. Aguardó ocultándose como podía hasta que la barcaza estuviera al lado del barco. Ahora la cosa se había complicado y el tiempo se acababa.
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Botín compartido (Priv/pasado) (Kayadako Neus - Helga) Empty Re: Botín compartido (Priv/pasado) (Kayadako Neus - Helga) {Lun 8 Jun 2020 - 22:44}

El gorila casi parece agradecido de tener a alguien a quien estrujar entre sus poderosos músculos. Su camisa está al límite de la elasticidad, diciendo casi a gritos que la tela no está hecha para soportar la tensión de la musculatura de un toro. Al otro lado... pues estoy yo. Si me pongo de puntillas tal vez le llegue al pecho a este tío, y creo que juntando todos mis músculos sería suficiente para prepararle un buen almuerzo. Pero en fin, gente más grande ha caído.

El primer golpe es lento, casi perezoso. No es más que un desganado amago de agarre, más o menos el que se haría para coger a un gato que mete las patas en tu plato. Lo esquivo, claro, y parece que el calvo lo estaba esperando. Sonríe levemente, casi como ese mismo gato entrometido, y para su siguiente movimiento cambia el ritmo. Es rápido, preciso y feroz. Si no llego a saltar a un lado bien podría haberme atrapado.

-Creí que eras lento -le echo en cara.

-Yo nunca dije que fuera lento.

-La gente grande es lenta. Lo sabe todo el mundo.

-Hablas demasiado, ¿lo sabías?

Sí que lo sé, la verdad. Pero es lo que hay. ¿Acaso le dirías a un pájaro que no volase, a un virtuoso que no tocase su piano, a una piedra que no cayera al suelo monótona, silenciosa e inertemente? Cada uno hace lo que se le da bien.

Esquivo la enorme manaza de mono del forzudo y lanzo un puñetazo directo a esa calzada de adoquines que tiene por abdomen. Se encoge mínimamente, ampliando su sonrisa y volviéndola más peligrosa. Vuelve a intentar agarrarme y repito al maniobra, esta vez más fuerte. Cuando acabe voy a tener que buscarme unos nudillos nuevos.

Doy un paso atrás. Toco las cajas de piedras preciosas con la parte baja de la espalda. Inmediatamente después, un enorme tren acorazado con forma de pierna surca el aire con la fuerza de un tornado y pasa por el espacio donde antes de un rápido y casi instintivo movimiento estaba mi cabeza. El forzudo pivota sobre su pie de apoyo, cambia el peso a la otra pierna y continúa el giro dando otra patada voladora. Mientras yo me planteo las posibilidades inquietantemente verídicas de que con una de esas me arranque, literalmente, la cabeza, el tío saca su pie de la madera donde lo ha incrustado.

-A tu jefe no le va a g...

Ni me deja terminar. Lanza un izquierdazo que me pasa rozando el rostro y deja un camino de roja sangre caliente. Me subo a las cajas de esmeraldas y le dedicó una mirada de desprecio. Ni siquiera me ha dejado decir una frase. Me siento traicionada.

-¿De verdad hablo tanto?

El forzudo asiente y se abalanza sobre mí. Ahora sí que va a pillarme. A mi espalda solo queda la popa de la barcaza, y con esos brazos estilo cuello de jirafa puede cubrir cualquier intento de huida por su lado. Suerte que yo tengo una ventaja que él no tiene: a mí me importa un huevo lo que pase a estos pedruscos. Aún subida sobre una de las cajas, dejo que mi poder se active a un nivel mínimo. Las tres toneladas de mi pequeño cuerpo son más de lo que el fondo de este cascarón puede soportar. Vuelvo a mi peso normal en cuanto oigo el inconfundible crac de la madera yéndose a la mierda. La caja que me sirve de suelo se hunde visiblemente, y yo salto y me agarro al agujero del techo antes de que acabe cayéndome de bruces sobre el calvo musculoso. Este encuentra que es buena idea centrar su atención en el verdoso y pétreo dinero que su jefe está perdiendo en las aguas del canal en vez de en mí.

Una vez subo al techo de la embarcación, asomo la cabeza por el agujero que he dejado antes con el culo y le dedico un amable saludo al mismo tiempo que le enseño la esmeralda que me he metido en la manga. En cuanto me he topado antes con la caja no he podido evitar sisar un poco. Qué cosas, al final sí que soy una ladrona.

-Buena suerte explicándole esto a su jefe -me burlo-. Si quieres un trabajo nuevo, yo pued...

Boom. Algo explota en alguna parte. La sacudida que provoca remueve el agua, y el canal se sacude como un caballo salvaje que intenta librarse de las moscas que navegan en su lomo. Cuando quiero darme cuenta, estoy yéndome de cabeza al agua.

Si tan solo hubiese saltado un poco antes... ¿Será verdad que hablo mucho?
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Botín compartido (Priv/pasado) (Kayadako Neus - Helga) Empty Re: Botín compartido (Priv/pasado) (Kayadako Neus - Helga) {Miér 17 Jun 2020 - 15:51}

Mientras miraba aquella nave que se acercaba, un par de guardias volvieron al barco. Furiosos, corrieron hacia la vikinga con la intención de apresarla. Aquello ya se sabía que iba a pasar. La guerrera se puso a la defensiva, sacando su hacha y usando su escudo se preparó para meterse en un combate cuerpo a cuerpo. Como eran dos no era tan difícil el lidiar con ellos, pues era preferible dos a todo el montón que había anteriormente custodiando el barco. El primero de los guardias se abalanzó sobre la vikinga con su espada la cual con dificultad pudo repeler con su escudo.  Luego, su acompañante arremetió con dureza con su maza y obligó a la guerrera a retroceder debido a la fuerza del impacto contra el escudo. Aquello parecía ser una situación desesperada para la doncella de hierro. Se las intentó ingeniar como podía, usando el mástil para separarles y demás cajas que habían por cubierta.

La cosa no mejoraba, tenía que irse del barco cuanto antes o de lo contrario sus compañeros volverían y ya no podría hacer otra cosa salvo intentar escapar. Justamente eso fue lo que se le pasó por la cabeza. Repelió un ataque, empujó al guardia contra el otro y corrió para saltar hacia la otra nave aprovechando el momento. Cayó rodando y no paró de correr hasta la bodega de carga. Pero se detuvo porque había un extraño agujero y vio a un hombre fortachón intentando achicar el agua y salvar algunas mercancías.

- No me jodas... - Dijo la vikinga saltando al interior a ver que podía salvar y llevarse.

El forzudo no le prestó atención ninguna pues estaba demasiado ocupado intentando salvar su trabajo. Rompió o una caja de frustración por haber perdido las esmeraldas. Hasta que unas joyas cayeron al suelo. No podía ser. Eran más esmeraldas. Rauda, cogió las que pudo en su bolsa y volvió arriba. Pero estaban viniendo más guardias por lo que no habían salidas. Excepto una. Se tiró al agua para poder dar esquinazo a los guardas. Cuando volvió arriba a respirar, vio como una muchacha se estaba ahogando. No parecía ser parte del séquito de seguridad. A regañadientes, la vikinga nadó hacia ella para arrastrarla con ella y ponerse a salvo.

Por suerte, había una góndola cerca. Haciendo un esfuerzo, logró nadar hacia ella y poner a la muchacha a salvo para posteriormente subirse ella. Cogió un remo y se dispuso a remar lo más rápido que podía.

- De nada por salvarte - Dijo la vikinga mientras jadeaba  ignorando si la chica le escuchaba.
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Botín compartido (Priv/pasado) (Kayadako Neus - Helga) Empty Re: Botín compartido (Priv/pasado) (Kayadako Neus - Helga) {Vie 19 Jun 2020 - 21:26}

El agua del canal está asquerosa. Puedo soportar que esté fría, que se me meta en la nariz y entre la ropa, incluso puedo tolerar que sea lo que va a matarme, porque... en fin, es lo que hay. Pero ¿de verdad tiene que estar tan sucia? En mi inexorable y dramáticamente lento descenso hasta el fondo pasan ante mis ojos latas, pañuelos, bolsas y multitud de trozos de basura inidentificable que la explosión ha revuelto. Tanto presumir de canales para luego tenerlos hechos un asco. De repente siento un hondo desprecio por toda la gente de esta isla. Aunque, visto lo visto, no va a durarme mucho.

Para cuando choco contra el lecho del canal, las fuerzas me han abandonado ya totalmente. Todo el mundo habla de lo mal que se porta el agua con los usuarios, pero ninguna descripción es del todo fiel a la realidad. La sensación de impotencia absoluta, de estar condenada  por tu propia naturaleza, es algo más allá de las palabras. Los pulmones ardiendo, las burbujas emergiendo en tromba, el cuerpo incapaz de responder a una orden tan sencilla como la de moverse. No es la primera vez que me veo en esta situación, y casi espero que otra milagrosa intervención me salve de nuevo. Sería lo justo. El azar me ha tirado aquí, así que lo mínimo es que el azar también me salve.

Quien me iba a decir a mí que realmente sería así.

Tras lo que se me antoja una eternidad escupiendo agua y quitándome trozos de carton y plástico del pelo, me fijo por fin en el mastodonte de melena rojiza que me ha sacado del agua. Es la primera mujer que veo a la que sí le encajaría bien el epíteto de gorila. Al menos por su aspecto. Una constelación de pecas sobre un rostro anguloso y de rasgos duros como un barranco escarpado, una gruesa trenza que casi parece fina si se compara con el poderío de esos troncos de árbol con bíceps tallados que tiene por brazos. Esta tipa bien podría tomar por un niño al vigoréxico vigilante de esmeraldas. Seguro que con uno de sus pechos podría ganarle a un pulso. Decido que será buena idea no cabrear a esta. Es mejor causar una buena impresión.

-¿Sabes que eres la primera persona maja que conozco aquí?

La verdad es que casi todo el mundo que me he cruzado desde mi llegada a la isla ha intentado matarme, así que esta desconocida lo tenía fácil. Ni siquiera tenía que salvarme. Le habría bastado con saludarme sin intenciones homicidas para ganarse un indisputado primer puesto.

Me incorporo y veo que estamos en uno de los barquitos que usan los locales. La gorila se ha puesto a remar por alguna razón. ¿A dónde tiene pensado ir? Es más, ¿a dónde tengo pensado ir yo?

Me quito las botas y vacío el agua que han acumulado sin dejar de estudiar a mi curiosa rescatadora. No son solo sus músculos lo que me interesa. El delator verde de las esmeraldas sobresale ligeramente de su bolsa. No sé a dónde va, sí de dónde viene.

-¿Eres una ladrona? -le pregunto. No con acritud, sino de forma amistosa, casi casual-. Conozco a alguien a quien le gustaría saberlo. Igual lo conoces. Seguro que vais al mismo gimnasio -Seguro que así garantizo que se lleve una estupenda impresión de mí, cómo no-. Soy Kaya. ¿Sueles sacar a la gente del agua a men...?

Un cañonazo me quita las palabras de la boca. El disparo impacta cerca de nosotros y levanta un surtidor de agua y roca de la calle que ha reventado. Por algún motivo nos disparan desde un barco, y casi puedo distinguir varias barcazas a remo que se apresuran en venir tras nosotros. No puedo evitar otra mirada a las esmeraldas.

-Espero que sepas a dónde vas. Creo que esos tipos tenían las piedras contadas.
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Mientras iba remando con todas mis fuerzas para evitar a los perseguidores, la chica a la que rescaté por fin abrió los ojos y echó fuera de su cuerpo el agua que se había tragado. Menos mal que había logrado ganar la consciencia, porque no tenía tiempo para hacerle el boca a boca y todo ese rollo. Parecía ser una mujer de cuerpo frágil, en mi tierra no duraría ni un mes sin acabar ahogándose en un charco de su propia sangre o devorada por algún animal salvaje. Me miró como si fuera un fenómeno de feria, no tenía tiempo para gritarle así que simplemente la ignoré. Me dijo que era la primera persona amable que conocía en la isla. Bueno, no era difícil si unos tipos te estaban siguiendo.

- Tengo el saqueo en la sangre, pequeña. Simplemente cojo lo que puedo - Contesté a su pregunta de si era una ladrona. Si lo que robaba me proporcionaba cantidades interesantes de dinero, pues si que lo era.

Ignoré algo acerca de un tío y de un gimnasio pero escuché como se llamaba. Antes de que pudiera decirle mi nombre, una bala cruza la distancia y por suerte no nos da de lleno. Habían botes que se acercaban y la gente del barco disparaba a matar. Tenía que encontrar algún sitio donde poder correr y escondernos hasta que las cosas se calmaran. La cuestión era donde porque no había algún sitio a plena vista. Pero entonces se me vino a la mente una idea. Remé con todas mis fuerzas cruzando por diversos canales, buscando con la mirada alguna entrada a las cloacas. Aproveché que los perseguidores aún no llegaban y apresuré a la chica a salir del bote.

- No es bonito pero es mejor que esos guardias te pillen y te vendan como esclava o algo peor - Comenté hundiendo la barca con el hacha. Corrí y levanté la tapa de la alcantarilla dando prisa para que no nos vean y piensen que les dimos esquinazo.

Ya dentro de las alcantarillas, la peste se hizo notar. Pero cosas peores había olido. Unas cuantas ratas corrieron de un lado para otro. Ahora solo había que encontrar otra salida, quizás esperar a que anocheciera para poder movernos mejor por la ciudad.

- Ten cuidado donde pisas, no querrás llenarte los zapatos de mierda - Dije riéndome - Por cierto, mi nombre es Helga y lamento haberte metido en este lío. Me pagaron para robar esmeraldas. ¿Como acabaste ahogándote en el canal? -
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Botín compartido (Priv/pasado) (Kayadako Neus - Helga) Empty Re: Botín compartido (Priv/pasado) (Kayadako Neus - Helga) {Miér 8 Jul 2020 - 13:54}

Genial. De todos los posibles escondites, rutas de huida, recovecos y rincones oscuros de esta maldita ciudad, la tal Helga decide que lo mejor es meterse de cabeza en una alcantarilla. Estupendo. ¿Qué hay mejor para ocultarse que un recóndito túnel oscuro, húmedo y rebosante de mierda? Vale, seguro que a nadie le apetece entrar aquí a buscarnos, pero no sé si vale la pena. El hedor repugnante que emana de esta agua infecta me hace plantearme seriamente la posibilidad de volver a lanzarme al canal.

-Así que robas cosas -comento. No la juzgo, solo lo valoro-. No tienes pinta de ladrona.

Lo que quiere decir que este hiperdesarrollado saco de músculos no encaja en absoluto en el estereotipo de ladrona de guante blanco. Parece más bien de las que derriban bancos a cabezazos.

-Yo soy pirata. Me metí con gente muy sensible y acabé por casualidad en uno de los botes que transportaba las esmeraldas. Supongo que las llevaba a un barco más grande. En fin, que una cosa llevó a la otra y acabé cayéndome al agua por culpa de una explosión que zarandeó el bote. Cosas que pasan.

Seguimos el trazado de las alcantarillas por el camino que parece menos sucio. Intento mirar por dónde piso y no hablar mucho para no abrir la boca, pero es imposible ganar al asco que me da este sitio. Patear ratas no me supone ningún problema, pero que su pelaje salpique unas gotas de líquido marrón, sí. Se acabó, yo me bajo aquí.

Decido subir por la escalinata que se ve más allá. A pesar de estar corroída por el óxido y la suciedad, da la sensación de que se podría comer sobre ella en comparación con el resto. Desencajo el enrejado de un buen golpe y respiro hondo para llenarme los pulmones de un aire salitre que se me antoja el más limpio del mundo. He salido a una zona con bastante mala pinta. Los barrios bajos, seguramente.

-¿Sabes? Cada vez odio más este sitio -confieso a mi compañera de huida mientras me lavo un poco con agua del canal.

Y no puede ser más cierto. Solo vine aquí por una obra de teatro y ahora acabo de salir de un agujero repugnante. ¿Qué clase de karma es ese? Es totalmente injusto. Desde que llegué aquí me han golpeado, perseguido y disparado. Pues al cuerno. Voy a enseñarles a no burlarse de una pirata.

-Es de esperar que el bote en el que iba llevaba un montón de piedras a un barco mayor. Imagino que para llevárselas a alguna parte. Ese barco debe estar lleno a rebosar... Debe valer un buen dinero. Seguro que se cogerían un buen cabreo si alguien se lo llevara. -Espero que Helga capte las indirectas-. ¿No te apetece un botín mejor que esa bolsita?


Última edición por Rainbow662 el Jue 30 Jul 2020 - 20:37, editado 1 vez
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Botín compartido (Priv/pasado) (Kayadako Neus - Helga) Empty Re: Botín compartido (Priv/pasado) (Kayadako Neus - Helga) {Vie 17 Jul 2020 - 3:15}

La muchacha que la acompañaba parecía que le gustaba entablar conversación con cualquiera, aunque tenía pinta de ser una chica muy fina temerosa de ensuciarse de porquería. No podía culparla, a nadie le gustaría tener que cubrirse de la mierda de otros. A medida que íban caminando por aquellos pasillos llenos de porquería, le fue preguntando cosas y respondió sus comentarios también. Aunque la acabara de conocer, le vendría bien conocer gente nueva. Podía ser muy aburrido el andar sola por ahí y ella echaba de menos conversar con alguien.

- Cierto, no tengo pinta de ladrona. De donde vengo, soy más bien una saqueadora. Me dedicaba a saquear aldeas de otras islas y a matar a quienes se resistían - Dijo mientras levantaba la pierna derecha para evitar pisar una hez que pasaba por la sucia agua - Yo también soy una pirata. Vine a hacer un trabajo para alguien pero ya ves como acabó la cosa. Se suponía que iba a ser fácil. Y en cuanto a esa explosión... perdón por eso - Se le escapa una ligera sonrisa-

Las dos mujeres continuaban su asqueroso paso por las alcantarillas de la ciudad de los canales. Ratas y otras cosas se ponían en el camino. La joven del parche parecía no poder aguantar más el estar en aquel lugar, por lo que rápidamente procedió a buscar una salida. La vikinga la siguió. Ella tampoco estaba feliz de chapotear entre basura pero aguantaba más aquello, quizás por costumbre. Consiguieron salir a una zona que parecía ser la zona pobre de la ciudad. La muchacha sin un ojo intentaba tentar a la pelirroja con ir hacia el barco principal con el cargamento de esmeraldas. El deseo de dinero crecía en el interior de la guerrera.

Justo cuando iba a contestar, se acercaba una patrulla de guardias de la otra vez. Con un gesto indicó a la otra que se escondieran entre unas cajas que habían en la zona.

-... El cargamento ha sido llevado a un almacén en el puerto por más seguridad. El señor... - No se podía oír bien pero gracias a eso ya sabíamos donde ir - Bueno, ¿lista para un poco de marcha? - Preguntó a su ahora compañera de robo.

Más tarde, se dirigieron hacia el puerto y la vikinga se quedó mirando desde un escondite como pintaba la zona. Habían algunos guardias apostados afuera. Podría ser que hubieran más dentro. El edificio no tenía muchos lugares donde poder entrar. Habría que decidir por donde ir.

- ¿Como quieres hacerlo? Podemos aprovechar el cambio de guardia y colarnos rápido por detrás o bien podrías entrar en el conducto de aire y abrirme alguna entrada. Soy demasiado grande para entrar, ya sabes, músculos - Ríe haciendo un gesto con el brazo - Si tienes otra idea puedes decirla-


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Botín compartido (Priv/pasado) (Kayadako Neus - Helga) Empty Re: Botín compartido (Priv/pasado) (Kayadako Neus - Helga) {Jue 30 Jul 2020 - 21:12}

Llegamos al puerto y husmeamos hasta dar con el obvio almacén donde guardan las esmeraldas. Hay tanta seguridad alrededor que bien podrían tener una flecha luminosa apuntando hacia ellos. Por otro lado, la flecha luminosa tiene muchas armas y muchos ojos que escrutan las calles adyacentes. Y encima está el de la máscara.

-Recuerda que nos has prometido un buen pellizco -me dice por enésima vez.

-Sí, sí, cállate.

Lo malo de salir de las alcantarillas de un suburbio es que hay mucha gentuza por ahí y se llama demasiado la atención. Los mafiosos que me perseguían esta mañana no tardaron en dar conmigo, y solo la promesa -que no pienso cumplir- de hacerlos ricos ha servido para que guardasen las armas. En realidad podría haber peleado contra ellos, pero no quería perder tiempo y que las esmeraldas se escaparan. Esas piedras son mi venganza contra esta odiosa ciudad, y unos mafiosillos de tres al cuarto no van a fastidiármela.

-Soy pequeña, pero no sé si cabré en un conducto. Además, ahí siempre hay ratas. Pero sí que puedo abrirte una entrada. Aunque va a ser... bueno, ruidoso.

La verdad es que no tengo un pan muy definido, pero la situación tampoco se presta a tenerlo. Podríamos provocar un incendio, pero eso solo alertaría a todos de nuestra presencia. Cuando espera un posible robo, un sospechoso edificio en llamas debería hacerle sospechar un poco, ¿no?

-Sea lo que sea... -empieza el de la máscara. Se supone que está aquí para vigilar que cumplo mi parte del trato.

-¿No te he mandado callar ya? -le espeto. Luego me dirijo a Helga la gorila-. Tendremos que ser rápidas. Puedo abrirte una entrada y causar algo de revuelo. Un poco de humo, ruido e improvisación y podremos meter las cajas de esmeraldas en la alcantarilla. Nuestro amigo el enmascarado dice que hay un acceso a unos quince metros del edificio -Suerte que hace un rato hemos preparado un pequeño bote en los túneles. Solo tenemos que abrir la alcantarilla, dejar caer las cajas y luego largarnos. No me apetece mucho volver a meterme ahí dentro, pero el brillo de las piedras preciosas compensará el mal olor durante un rato-. Estate atenta a la señal. La reconocerás.

El mafioso y yo nos movemos por la calle paralela y damos un buen rodeo hasta colocarnos en un punto desde el que tenemos una perfecta visibilidad del edificio. Caminamos lentamente hacia él. Cuando se quita la máscara resulta que el tipo es guapo y todo. Bien por él. La calle está oscura, iluminada tan solo por varias farolas de aceite que no llegan a donde estamos nosotros. Varios guardias patrullan por el círculo de luz. Yo me acerco al mafioso para susurrarle el plan al oído.

Y entonces lo empujo. El mafioso cae en la zona iluminada, a la vista de una pareja de guardias que pasa por ahí y se le queda mirando. Yo gritó "¡Ladrón!" y echo a correr.

Mientras mi traicionado e iluso compañero se debate con los que intentan apresarlo, yo doy la vuelta a la manzana y enfilo hacia el edificio desde la calle de al lado cuando ya se ha concentrado un nutrido grupo junto al vociferante mafioso. Todos los vigilantes están alterados, pero eso no será problema. Aunque más de uno me da el alto cuando se fija en mí, solo necesitaba unos segundos. Y ya los tengo.

Llego en carrera hasta el edificio y, sin detenerme, salto para apoyarme en un barril y me abalanzo literalmente sobre la esquina de la pared, un pobre trozo de cemento y ladrillo que es incapaz de soportar mi tres mil kilos de peso chocando contra ella. Cuando caigo al otro lado, no me detengo y ruedo para alejarme, de vuelta en mi peso normal. Parte de la fachada se viene abajo y del techo, y varias grietas se ramifican desde la abertura que he dejado. Ahí va la señal, Helga.
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Botín compartido (Priv/pasado) (Kayadako Neus - Helga) Empty Re: Botín compartido (Priv/pasado) (Kayadako Neus - Helga) {Mar 4 Ago 2020 - 3:29}

Por fin estaban en frente de lo que podía ser un buen atraco o lo que podría ser un punto final a sus vidas de piratas. Al salir de las alcantarillas, se encontraron con una mala gente que supuestamente habían estado siguiendo a la chica del parche. Habían aceptado un trato de darles una parte del botín a cambio de no atacarlas. Y aquellos mafiosos habían dejado a cargo a un misterioso hombre con máscara que daba mala espina. La chica del parche se negó a ir por los conductos de aire, haciendo uso de excusas. Por lo menos, la tuerta prometió una forma de entrada aunque iba a ser muy cantoso.

-Bueno, mientras consigas darme un camino de entrada me doy por satisfecha. Solo intenta no tumbar el edificio, al menos mientras intentamos robar las joyas - La vikinga hace uso de su característico sarcasmo mientras se preparaba para su parte de la acción y el tío de la máscara se impacientaba a segundos.

El plan que propuso la tuerta era básicamente era abrir hueco en el edificio y crear una distracción mientras saqueaban las esmeraldas y las llevaban al bote en las alcantarillas. Le haría una señal a la guerrera cuando todo diera comienzo. La vikinga rió con ganas, pues el plan le parecía peligroso pero le gustaba - Me gusta lo que propones, espero que sepas lo que haces de todos modos - Dijo mientras la tuerta y el mafioso procedían a acercarse al edificio. Solo quedaba esperar...

...

-¡¿Que diablos?!- Gritó la pelirroja a la vez que corría todo lo rápido que sus piernas le permitían.

Aquella muchacha que parecía poca cosa había echado abajo la fachada del edificio dejando hueco para la entrada. ¿Que era aquella muchacha? La loba no podía de pensar en como había hecho eso si parecía un palo. Pero de todas formas, mientras se iba acercando al edificio los guardias parecían alterados por el sonido de el edificio. No había mucho tiempo. Sudando, saltó dentro del lugar para encontrarse con su compañera de atraco.

-¡No tenemos mucho tiempo! ¡Están reagrupándose por el sonido del edificio! - Exclamó corriendo a donde fuera que estuvieran aquellas gemas preciosas que tanto dolores de cabeza estaban causando. De una patada, cedió una puerta de una pequeña habitación y habían algunas cajas que estaban buscando. Sin demora, procedió a agarrar la caja más cercana que tuviera y con esfuerzo salió por la puerta que llevaba al acceso de alcantarillado. Dejó la caja en el suelo y abrió deprisa la tapa para dejar caer la primera caja. El tiempo se acababa. Como mucho les daría tiempo de coger otras dos cajas si lo hicieran rápido o quizás otras dos más.

- Vamos a tener que hacer un pequeño esfuerzo y llevar una encima del otro. Se que pesan pero ya casi está - Cogió aire mientras cogía dos cajas y tenía cuidado de que no se cayeran aunque alguna no resistió la tentación de caerse. Las dejó caer por el mismo hueco para después noquear  a un guardia que había venido corriendo de un puñetazo. Era en ese momento o nunca. No era buena idea dejar que la avaricia rompiera el saco.
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Botín compartido (Priv/pasado) (Kayadako Neus - Helga) Empty Re: Botín compartido (Priv/pasado) (Kayadako Neus - Helga) {Jue 13 Ago 2020 - 17:57}

Creo que voy a concederme el lujo de un pequeño respiro. Tan solo unos segundos, porque no estoy muy acostumbrada a tirar abajo muros a base de placajes. El polvo se me mete en la boca y la nariz y me viste de blanco. Me hace toser un poco, pero supongo que es mejor que quedar sepultada por los escombros. Y como recompensa, un nutrido cargamento de piedras preciosas, verdes, carísimas y sin vigilancia. Me siento como una niña en una tienda de golosinas. Una tienda de golosinas regentada por su peor enemigo y con la caja del dinero abierta y sin nadie cerca.

Helga aparece enseguida, lo cual me hace pensar que los vigilantes no tardarán en llegar. A pesar de que estas cosas pesan un montón, sí que podemos completar un par de viajes hasta la boca de la alcantarilla. Aunque eso de llevar dos a la vez me cuesta un poco, sobre todo porque tengo que ir evitando tropezar con ladrillos sueltos. Mientras estoy en esas oigo venir a un guardia. No lo veo, porque mi campo visual es el lateral de una caja de madera rayada entre cuyos listones de intuye el brillo verde de su valioso contenido, pero sí que oigo sus insultos cuando ven el destrozo que hemos causado aquí. No tardan en fijarse en mí -oh, sorpresa- y echar a correr. ¿Ese roce es un arma desenvainándose?

Suerte que la luz sigue entrando y puedo guiarme por sus sombras. Me muevo hacia un lado y dejo la pierna en su sitio para zancadillear al primero, pero cuando voy a patearlo en la cabeza y dejarlo fuera de juego el peso de mi carga me desequilibra. Eso da tiempo a que se levante y... Oh, al cuerno. Dejo caer las cajas y lo tumbo de un puñetazo en la sien, justo a tiempo para agacharme ante la espada del segundo, darle una palmada de mil kilos en el muslo y dejarlo ahí tirado. Luego me peleo un poco con las cajas para poder volver a cogerlas, pero el resto del trayecto hasta la alcantarilla está despejado. Dejo caer la carga sobre la barcaza. Otro tipo enmascarado hace de timonel, y nos espera con un farol encendido.

-¿Dónde está...? -empieza, pero le interrumpo. Debe referirse a su compañero trágicamente capturado.

-Muerto.

-¿Cómo?

-O encerrado, yo qué sé. Coge esa caja, ¿quieres? -le digo mientras le señalo algo a su espalda.

En cuanto se gira, le cojo de la nuca, activo una fracción de mi habilidad y paso el siguiente minuto sujetando al mafioso bajo las fétidas aguas del subsuelo. Suerte que deja de retorcerse y pierde pronto el conocimiento, porque no quiero seguir tocando este líquido apestoso. Por eso y porque ya no podremos llevarnos mucho más sin meternos hasta el cuello en problemas.

-Pues vámonos. Con esto tan brillante la alcantarilla huele menos, ¿no crees?
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Botín compartido (Priv/pasado) (Kayadako Neus - Helga) Empty Re: Botín compartido (Priv/pasado) (Kayadako Neus - Helga) {Dom 23 Ago 2020 - 2:41}

Aquella mujer del parche realmente era algo, pues vinieron dos guardas a los cuales hizo polvo usando una extraña habilidad. La vikinga no podía dejar de mostrarse interesada en aquello, ¿donde y como lo habría conseguido? Pero en ese momento no había tiempo para distracciones, justo cuando la pelirroja suelta la última caja aparece otro de los guardias intentando apuñalarla con un sable por el costado. Por suerte, la guerrera logró reaccionar por los pelos no sin recibir un pequeño corte en el brazo. Sin perder más tiempo, consiguió darle un puñetazo a aquel hombre y cayó al suelo de forma violenta. Se examinó la herida con una cara de disgusto. Odiaba el haber bajado la guardia y dejar que la hirieran tan fácil. Aquello era una afrenta a su honor de guerrera. Pero no había tiempo para la furia y el honor, el tiempo apremiaba.

Luego ya en las alcantarillas, otro tipo de la mafia que había estado persiguiendo a la compañera de crimen de Helga les estaba aguardando con la tenue luz de un farol en la barcaza. Parecía que lo habían conseguido. Habían asegurado, aparentemente, la carga de las esmeraldas. Sin embargo, aquel sujeto preguntó por su compañero. La chica del parche le dijo que no lo había logrado y luego se encargó de él. Ahora tenían una ruta segura por las alcantarillas.

-Pues sí, tanta mierda por aquí es desagradable pero con esto... No puedo esperar para ganar beneficios por tantas molestias - Dijo la vikinga mientras se hacía un apaño con una tela que arrancó por ahí para tapar la pequeña herida que se hizo antes.

Después de un rato, deambularon por aquellas cloacas. La guerrera iba remando y dejó el puesto de vigía a su extraña nueva amiga. Realmente olía mal en aquella zona, pero lo raro sería que no lo hiciera. Tendrían que tener cuidado, porque les estarían buscando por la ciudad y habría que evitar las calles principales y los canales más transitados. Continuaron por varias partes de las alcantarillas y el silencio reinaba. Era un poco incómodo.

-Bueno... ¿y de donde eres? - Preguntó la guerrera - No me gusta mucho el silencio -

Por fin salieron de aquel sitio y dieron a una zona de los barrios pobres. Podría ser un buen lugar para dar esquinazo a los guardias. Ahora tendrían que ir al lugar acordado con el contacto de la pelirroja. Supuestamente un pequeño puerto que daba al mar y que no mucha gente pasaba por ahí. La guerrera pensaba en el dinero. No podía esperar a ver cuanto le pegaba. Esperaba que lo bastante para que todo ese jaleo mereciera la pena.

- No queda mucho para llegar al punto acordado con el... mercader. No temas por su apariencia, aunque resulte raro es inofensivo, creo - Se encojió de brazos y miro al horizonte, quedaban unos cuantos minutos para llegar pero siguió pendiente de lo que decía su compañera.

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Botín compartido (Priv/pasado) (Kayadako Neus - Helga) Empty Re: Botín compartido (Priv/pasado) (Kayadako Neus - Helga) {Mar 1 Sep 2020 - 12:12}

El brillo de las esmeraldas no tarda en perder su milagroso efecto al poco rato y el olor vuelve con fuerzas renovadas. El pañuelo sobre mi boca y nariz no hace gran cosa, y eso que le he echado un buen chorro de un perfume que afané antes, de camino al almacén. La travesía tampoco es muy estimulante. Tras dejar atrás a los soldados que se han atrevido a seguirnos por aquí, pasamos los siguientes minutos deambulando sin rumbo aparente. Me resulta extremadamente complicado orientarme aquí abajo, aunque por ahora me conformo con poner distancia de por medio. Además, parece que Helga sabe a dónde va.

-Soy del sur -le digo. Yo no tengo problemas con el silencio, al menos no siempre, pero es verdad que este sitio tan tétrico pide a gritos hablar de trivialidades-. Es un sitio bonito, te gustaría. Hay mucha gente musculosa y bruta con la que jugar. Pero la vida pirata me llamó, y oí en una canción que era lo mejor. Y aquí me tienes.

Cuando Helga se da por satisfecha con la distancia recorrida, nos detenemos frente a un acceso. Tenemos que remolcar la barca hacia arriba y contracorriente para llegar a la reja que conecta con los canales normales y corrientes. La luz y el aire limpio hacen mucho más fácil el trabajo físico, pero aun así es la peor parte con diferencia. Al menos me es fácil arrancar la reja con una saludable dosis de mi poder. Salimos de nuevo a los suburbios, solo que ahora que llevamos encima una fortuna parecen mucho más peligrosos. Casi puedo sentir como nos observan desde todas partes, aunque sepa que no es así. Bueno, aunque crea que no es así.

-¿Y qué hay de ti? ¿Qué te ha llevado a robar pedruscos en el culo del mundo?

Espero que ese puerto oculto del que habla esté cerca, porque necesito una buena ducha. Por el camino, tengo que espantar con la mirada a más de uno que se nos queda mirando fijamente, como preguntándose qué llevaremos en estas cajas. En fin, supongo que estar alerta es parte del trabajo de ladrona. Igual que ser perseguida.

En cierto momento, una sombra con forma humana me tapa la luz. Alzo la cabeza con un presentimiento bastante malo y me encuentro con el enviado del karma: el guardaespaldas. Es el mismo saco de bíceps que me topé cuando caí sobre su barcaza. Y ahora él cae sobre la nuestra. Esa ironía del universo con forma humana aterriza sobre las cajas y a punto está de volcar la barca. Está empapado en sudor, lo cual me lleva a creer que a lo mejor ha venido corriendo hasta aquí. Hace no mucho habría dicho que eso es una locura, pero ya no lo tengo tan claro. Lo que no sé es cómo diablos nos ha encontrado. Espero que no tenga un maldito sexto sentido.

-¿Ladrón? -le pregunto.

Él me sonríe con los puños apretados. Va a tocar pelear.
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Botín compartido (Priv/pasado) (Kayadako Neus - Helga) Empty Re: Botín compartido (Priv/pasado) (Kayadako Neus - Helga) {Mar 8 Sep 2020 - 2:47}

Y allí estaban las dos compañeras, viajando por el canal cuando la chica del parche contestó a la vikinga contándole que viene del Sur. Le llamó la atención a la pelirroja que de donde venía su ,para nada aburrida, compañera de juerga que había gente fuerte y musculosa. Igual más adelante la escudera, cuando estuviera más preparada, se atrevería a ir a ver que tienen que ofrecer en una buena pelea a puñetazo limpio. Además su nueva amiga decía que la vida pirata le llamó. Aquello le hizo preguntarse a la guerrera si ella era de buena familia que se había hartado de vivir en lujos o si era una chica normal y corriente con ansias de aventura. A la doncella de hierro no le importaba de donde o quien es la gente, si eres fuerte y con honor le caías bien.

-Pues igual voy en un futuro a tu hogar, ahora mismo creo que barrerían el piso conmigo - Dijo sonriendo mostrando el músculo del brazo derecho- Yo vengo de este mismo mar, El Paraíso. Y huí de mi patria por motivos personales, era hacerme pirata o comerciante como mi hermana mayor y sinceramente me gusta arriesgar mi vida en el mar.   Una isla llena de rudos guerreros que siempre las tribus están peleándose entre ellas. Vivimos del comercio y de asaltar otras islas. Podrías decir que somos piratas, pero mi gente reniega de esa definición. A mi me da igual, solo sé que no es una vida aburrida y está llena de aventuras - Suspiró recordando los viejos tiempos.

Llegaron a un punto donde tuvieron que mover la barca para tomar un atajo y adentrarse en los barrios pobres. La compañera de la vikinga la sorprendió una vez más usando su extraño poder y hacer ceder la reja. Ya dentro del canal, la gente las miraba con una mezcla de curiosidad y lujuria. Realmente aquel barrio era peligroso para cualquiera que no pudiera defenderse por si mismo. Y fue entonces cuando ocurrió. Un hombre saltó a la barca haciendo temblar con peligro el método de transporte con el riesgo de que las piedras acabasen en el mar. Era el mismo hombre que se encontró Helga antes de conocer a la chica. Por lo visto ya se conocían, pues el fortachón tenía la intención de buscar pelea.

-Bueno, parece que este amiguito es de mi talla - Se adelantó la guerrera dejando el remo y preparándose para un enfrentamiento - Mira colega, no me gustaría que todo esto se hundiera. Nos ha costado a mi amiga y a mí conseguir todo esto, así que no te creas que te saldrás con la tuya -

La guerrera tuvo que pensar, pelear en un espacio tan pequeño era mala idea. Además de que la barca podría hundirse en cualquier momento. La pelirroja sonrió a la chica del parche y le guiñó el ojo. Era una locura lo que iba a hacer, o quizás saldría bien. Ella no lo sabía pero sus piernas comenzaron a moverse. El grandullón intentó conectar un gancho, el cual no acertó de lleno pero rozó la barbilla de la pelirroja. Por suerte, consiguió echarse encima y llevárselo fuera de la barca. Ambos cayeron al agua de plancha y se hundieron. La vikinga tuvo que reaccionar rápido, así que intentó que el hombre perdiera la respiración antes que ella. Ambos forcejearon, el tiempo era clave.

La guerrera se colocó detrás de él y le intentó ahorcar. Sacó todas las fuerzas que tenía y logró mantenerle unos instantes hasta que el gorila logró zafarse y subió rápido a la superficie. Se estaba quedando sin aire, como la pelirroja. Ambos ascendieron, la vikinga esperaba que su compañera pudiera noquear al hombre antes de que se subiera a la embarcación de nuevo.
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Botín compartido (Priv/pasado) (Kayadako Neus - Helga) Empty Re: Botín compartido (Priv/pasado) (Kayadako Neus - Helga) {Miér 9 Sep 2020 - 22:17}

Dos tensos segundos se despliegan con la lentitud de una gota de miel cayendo por un cristal. Cruzo miradas con el guardia gigantón. Sus potentes músculos parecen listos para lanzarse al ataque individualmente si hiciera falta. ¿Vamos a repetir lo de esta mañana? Esta vez la desventaja cambia de bando. La primera vez pude aprovecharme de que su trabajo no era enfrentarme, sino proteger una carga.  Atacar a sus cajitas era una estrategia obvia. Ahora ya no será tan fácil, porque soy yo la que juega a la defensiva. Suerte que tengo a mi propia vigoréxica.

-Ve por él, nena.

Helga pasa al ataque. Ver a estas dos moles darse de palos es extrañamente hipnótico, como una danza entre bailarines expertos o como ver a dos elefantes echar un pulso con la trompa. Aunque es una suerte que Helga decida sacarlo de la barcaza. No habría durado mucho si hubiésemos montado aquí arriba una batalla campal.

Durante el tiempo que pasan sumergidos soy incapaz de ver nada de lo que sucede. ¿Qué tal le irá a la chica? Espero que gane, no solo porque esté de mi lado, sino por una especie de camaradería entre colegas piratas. Bien, no, realmente no siento nada ni parecido a eso, pero quiero que gane. Es la persona más simpática que he conocido en toda esta maldita ciudad. Seguramente porque es la única que no ha intentado matarme.

Cuando veo a alguien acercarse a la superficie, agarro el remo y me dispongo a partírselo en la cabeza si es necesario. Sombra difusa en principio, la figura va cobrando forma hasta que puedo reconocer el cabello pelirrojo de Helga. No le tiendo la mano para subir a bordo; no hay tiempo. A poca distancia de ella asciende alguien más. Esta vez sí, en cuanto veo que el cráneo del guardia asoma a la superficie, estrello la pala del remo contra él con todas mis fuerzas. La madera se quiebra con un chasquido, pero la manaza del hombre agarra lo que queda del remo y tira de él. Lo suelto y cae al agua. Lo siguiente que sé es que la puntera de mi bote sacude la cara del guardia. Parece tomárselo como una indirecta, porque se sumerge de nuevo.

Ya me huelo lo que viene.

El bote entero, con carga y tripulante incluida, sale volando cuando lo golpea desde abajo. Caigo sobre el borde de la calle y me aparto para evitar que la barcaza y las caja cargadas de esmeraldas me aplasten. Caen por aquí y allá, desperdigándose por doquier varias piedras preciosas y verdes cuando una de las cajas se agrieta. De repente soy consciente de que hay más gente por aquí, todos mirando con codicia el verdoso brillo de esa pétrea riqueza.

-Ni se os ocurra -les advierto. Pero ni caso. Tengo que apartar a uno de un empujón y estrellarlo contra otro, que resulta ser mi amigo peligroso.

Me agacho cuando uno de sus enormes puños busca mi cabeza, supongo que para arrancármela. El hecho de que deje un boquete en la pared del edificio que tengo detrás ayuda a ahuyentar a unos cuantos rateros más. Me echo a un lado antes de que sus nudillos ahuyenten también a mis costillas y trato de mantener la distancia mientras pienso cómo abordarlo.

Está claro que es fuerte, pero no creo que aguante un golpe con mi poder activado a plena potencia. Sin embargo, preferiría no acabar con un hombro fuera de su sitio o algo así. Si luego hubiese que enfrentar a alguien más lo llevaríamos crudo. No, creo que será mejor optar por otro método.

Recorto distancias y freno de golpe cuando trata de atraparme con esas dos montañas que tiene por brazos. Lo esquivo por los pelos, y entonces coloco mis manos sobre las suyas y le sujeto de las muñecas mientras activo mi poder. Las manos de los dos quedan clavadas al suelo, momento que aprovecho para hacerle a mi compañera una señal. No va a tener una oportunidad mejor.
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Botín compartido (Priv/pasado) (Kayadako Neus - Helga) Empty Re: Botín compartido (Priv/pasado) (Kayadako Neus - Helga) {Mar 15 Sep 2020 - 2:05}

La vikinga por fin alcanzó la superficie, justo a tiempo para poder recuperar el aire con una gran bocanada. Su compañera estaba vigilando, esperando a que saliera el hombre preparada para golpearle con uno de los remos. Por suerte, la pelirroja no sufrió el ataque. Cerca de la guerrera también salió el matón al cual la del parche le conectó una hostia en toda la coronilla. Pero por desgracia eso parecía que no le hizo nada. Helga se apresuró a intentar que no subiera al bote, sin embargo, el gorila se sumergió debido a los intentos de la chica que atrae los problemas. Y entonces ocurrió. El bruto propinó un fuerte golpe al bote desde abajo que hizo que todo en su interior se volcase a la calle, derramando el contenido de las cajas y atrayendo aún más la atención de la gente de los barrios pobres.

La ladrona del parche intenta alejar a la gente pero pronto el bruto se dirije hacia ella. Le intenta propinar un golpe devastador pero por suerte lo logra esquivar. Una boquete se queda grabado en una pared. Aquello llamó la atención de Helga. Le gustaban los rivales fuertes, así que sus ganas de pelear aumentaron más. Nadó rápido hasta llegar a la calle y apartó a las avariciosas personas de allí. Mientras, el armario de músculos intenta atrapar a la otra pirata. Fue en ese entonces, que ella agarró al gorila por las muñecas y este no podía despegarlas del suelo. Ese poder era muy conveniente.

- Tranquila, ahora me encargo yo. Sujetale fuerte, no vaya a ser que se escape - Dijo la vikinga agarrando su escudo con las dos manos y con la mirada pegada en el musculoso hombre.

Usando todas sus fuerzas, comenzó a estamparle en la cara con su escudo de hierro. Iba golpeando en los puntos vitales de la cabeza, como la nariz y las orejas. La sangre no paraba de salpicar, y aumentaba el ritmo de los golpes. Como aquel tipo era muy duro, seguramente necesitaría un buen número de ataques para caer inconsciente. Para acabar, soltó su escudo y le propinó un puñetazo con ganas en la mandíbula. La mirada del enemigo estaba apagada, se había desmayado además de que la sangre le salía de la nariz y de la boca.

-Ya puedes soltarle, no será un problema. Decidió echarse una siesta - Rió mientras jadeaba del ejercicio que había hecho - Es mejor que cojamos lo que podamos y lo volvamos a meter en el bote de las narices antes de que nos roben algo... ¡Eh tú, que te veo! - Gritó viendo a una mujer intentando robar algo -

Después de volver a meter el bote en el agua junto con la mercancía, se dirigieron a su destino. Llegaron a un pequeño muelle a la salida del canal que daba con el mar. Allí les esperaba el misterioso mercader con forma de kappa. Parecía nervioso al ver a la compañera de Helga pero pronto esta se lo explicó todo además de quejarse por los contratiempos. ¿Se suponía que sería un robo fácil no?

- Si estas preocupado por tener que pagarle también a ella, no pasa nada. Del dinero que me des, la mitad se lo daré a ella. Después de todo, es buena compinche y se merece que la invite a una bebida - Sonrió a su nueva amiga, pues tenía el sentimiento de que se volverían a ver pronto y en el mismo barco.
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Botín compartido (Priv/pasado) (Kayadako Neus - Helga) Empty Re: Botín compartido (Priv/pasado) (Kayadako Neus - Helga) {Mar 15 Sep 2020 - 13:22}

Madre mía, no esperaba que fuese a ser tan bruta. ¡Y con el escudo! Vaya paliza le está dando. La sangre me salpica la cara durante el largo minuto que dura la tunda. Llego a sentirme un poco mal por el pobre tipo, porque en realidad no tengo nada personal en su contra. Además, creía que Helga lo tumbaría de un golpe, no que se lanzaría a atizarle como un orangután furioso. No puedo evitar sentirme aliviada cuando por fin termina todo. Hoy voy a soñar con este maldito momento. En cierto modo ha sido peor incluso que el viaje por las alcantarillas.

-Joder. Recuérdame que no te cabree nunca.

Lo siguiente es recoger el cargamento. Hay un buen montón de esmeraldas tiradas por ahí, lo cual ha atraído demasiadas miradas. La reciente paliza ha espantado a algún carroñero, pero es de esperar que los más peligrosos se hayan quedado. Distingo algún que otro puñal desenvainado. Lo bueno es que con tantos canales de por medio no es tan fácil rodearnos. Aun así, es mejor no tentar a la suerte.

Recogemos todo lo rápido que podemos y dejamos la caja rota atrás. Darle la vuelta al bote volcado es ridículamente complicado, y luego encima tenemos que transportar algunas esmeraldas sueltas, tiradas a nuestros pies. No puedo alegrarme más cuando, tras espantar a unos cuantos aspirantes a ladrones, llegamos al lugar donde el comprador de Helga nos espera.

Y por fin, tras un larguísimo día en este condenado lugar, un maletín repleto de billetes. Admito que no es lo que había venido a buscar y, de hecho, el dinero no es algo que me interese demasiado, pero la dulce sensación de haberle quitado algo a una ciudad donde tan mal me han tratado no me la quita nadie.

-Un placer hacer negocios contigo -digo a mi compañera una vez hemos cobrado.

Aunque no lo esperaba, ha sido bastante útil tenerla en el equipo. Qué diablos, si me ha salvado el pellejo de morir ahogada... Me siento tentada de darle mi parte como compensación, pero, bien pensado, ella iba a conformarse con una ridícula bolsita. Bah, estamos en paz.

-Deberíamos salir de esta isla cuanto antes. Imagino que media ciudad estará buscándonos. -"Qué busquen", pienso. Así sabrán lo difícil que es acorralar a una pirata. ¿Tendrá Helga barco propio? Esta es capaz de ir nadando de isla a isla. Aun así, sería de buena educación ofrecerle transporte-. ¿Sabes? Nunca viene mal algo de músculo a bordo... No te dan miedo los monstruos, ¿no?
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