Chihiro [ID 2.0]

La historia de Chihiro, como la de la gran mayoría de los mink, comienza en isla Zou. La diferencia, sin embargo, es que mientras en la mayoría de los casos no suelen salir de la isla... Los padres de Chihiro eran distintos. Eran almas inquietas, exploradores, investigadores... Ambos soñaban con viajar por el mundo, atravesar el ancho mar y ver todo lo que este tenía que ofrecer. Contemplar y registrar toda su vida, animal y vegetal, era su pasión... Y querían compartir esa pasión con su pequeña hija. Chihiro tenía ocho años cuando sus padres consiguieron los medios como para conseguir un barco en condiciones y se hicieron a la mar, en esa exploración familiar. Padre, madre e hija, sólo el mundo a la espera. Es una imagen bonita, desde luego... Pero no era sólo el mundo lo que les esperaba. Los esclavistas tampoco andaban demasiado lejos, y apenas pasaron unos meses en el mar antes de caer en las manos de tan despiadados sujetos, dando el viaje soñado un giro completamente distinto.

Siendo capturados, digamos que su situación no fue la mejor del mundo. Chihiro y su familia fueron llevados a Sabaody, y allí fueron subastados como esclavos. No fue difícil encontrarles unos compradores, una familia de Tenryuubito interesados en lo exótico de los mink cumplió ese papel. De esa forma, la vida de la muchacha cambió a una que consistía en la limpieza, la cocina y el maltrato, eso claro está cuando no había visitantes a los que exponerlos como decoración, o para hacerlos cantar y bailar para su disfrute. Lo único bueno que Chihiro recuerda de esa época, donde ya comenzaban a separarla de sus padres, eran los enormes jardines. La mink soñaba con ir a ellos, poder perderse entre los colores de esas exóticas flores... Poder oler y rozar el sueño de sus padres. Por desgracia, eso nunca fue posible. Aprendió mucho, escabulléndose alguna que otra vez en la biblioteca, ojeando algún libro que otro en sus turnos de limpieza... Sinceramente, la muchacha duda que sus carceleros supiesen que una bestia como ella sabe leer. De todas formas, permaneció en esa rutina durante cinco largos años, que la dejarían marcada tanto física como psicológicamente.

Si ese cautiverio fue tan sólo durante cinco años fue porque los Tenryuubitos por cierta razón que no llegó a los oídos de Chihiro decidieron desplazarse a otro lugar, y enviaron su equipaje por adelantado. Y en ese barco de equipaje, como posesión que era, iba la mink. Recuerda bien el sonido de los cañonazos rompiendo la noche, los gritos de los piratas lanzándose al ataque... La joven hizo lo único que consideró prudente y lógico, y se escondió en un barril de la bodega hasta que todo acabó. Al parecer, la batalla había ido favorablemente para los piratas, que no sabían de quién era el barco que habían atacado y estaban saqueando. Chihiro tomó ese barril como un hogar durante un par de semanas, estando de polizona en el barco de los piratas y escapándose de vez en cuando a por comida. Asustada como estaba, no reveló su presencia por voluntad propia... Si no que la descubrieron cuando los rumores de una rata gigante en la bodega se hicieron demasiado presentes. Cuando abrieron ese barril por primera vez fue cuando conoció a los piratas Oowatatsumi.

Al principio la situación fue bastante tensa, claro está. Polizona como era, aunque fuese a la fuerza, la interrogaron en medio de la cubierta sobre quién era. Asustada, Chihiro cedió y contó todo, todo lo que sabía. La verdad es que la tripulación enmudeció cuando se enteró de que había atacado el barco de un tenryuubito... Todos excepto el capitán de los Oowatatsumi, Kaichou D. Kaburyuu. Ese hombre rompió el silencio con una carcajada, comentando lo fácil que era cazar dragones después de todo. La mink no entendía nada, pero la verdad es que agradeció y respiró aliviada cuando el capitán afirmó que le había caído en gracia, y que ahora era la mascota de la tripulación. Es decir, ser una mascota no es precisamente un halago... Pero era mejor que ser una esclava. Y rápidamente, con el tiempo, la tripulación fue cogiéndoles cariño, y Chihiro fue perdiéndoles el miedo. Al poco ya era una más de los Oowatatsumi, y no podía estar más orgullosa de ello.

Los casi tres años que Chihiro pasó con los Oowatatsumi fueron los mejores años de su vida. Después de todo lo que había pasado, que la permitieran ser una más... La enseñaron a ser una pirata. A ser libre, y sólo hacer lo que quieres hacer, lo que ves correcto. A vivir la vida como tu dictas. Y vivirla en el mar, yendo de un lado a otro, rodeada de amigos... Chihiro no quería vivirla de otra forma. Además, aprendió un montón de hacer remiendos a piratas heridos... Y de jugar a juegos de mesa. Por desgracia, todo lo bueno acaba, y otra parte de vivir la vida como tú dictas es que a menudo las consecuencias vuelven a morderte. El ataque a los tenryuubito no había caído en saco roto, y cuando la marina consiguió acorralar y emboscar a la tripulación de los Oowatatsumi... Fue un día brutal y sangriento. Tan sólo Chihiro sobrevivió al encuentro y al naufragio, quizás porque no la tomaron en serio, quizás porque no la vieron una amenaza. Y eso es casi peor que haber sobrevivido, la verdad... Ese día, habiendo perdido todo de nuevo, a todos sus amigos, prometió heredar la voluntad de todo aquel que perdiese. Prometió cumplir los deseos de sus padres y suyos, y viajar por el mundo en busca de registrar las plantas y animales que lo pueblan. Prometió que el nombre de los Oowatatsumi perviviría mientras ella siguiese respirando, y con suerte después de que deje de hacerlo. Y por último, prometió que algún día iría a los jardines de esos tenryuubitos de nuevo, y esa vez no sería como una esclava.

Chihiro es, cuanto menos, una chica extraña. Si ya de apariencia es peculiar, es lo mismo en su personalidad. No entiende nada de comportamientos sociales, y simplemente se comporta como a ella le parece en todo momento. Por lo general es una persona calmada, aunque extremadamente curiosa. Suele ser tranquila siempre que no esté haciendo algo que le apasione, y de hecho es perezosa para las cosas que no le gustan, tratando de evitarlas. Suele tener siempre una expresión de cansancio en su rostro, y eso se debe a su condición de criatura nocturna que vive de día. Le cuesta horrores sobreponerse al mismo, y a menudo se la escuchará refunfuñar por lo bajo, protestando de esos y de muchos temas más. No suele insultar directamente a la gente, pero sí que suele usar bastante el sarcasmo, la ironía y la pasivoagresividad incluso. De hecho, hasta cuando ayuda a la gente suele protestar por la molestia que eso conlleva. Porque sí, aunque se haga la dura y la víctima es probable que se desvíe de su camino para ayudar a alguien, sobre todo en cuestiones de las que controle.

A pesar de ello, Chihiro no es una hermanita de la caridad. Ayuda sólo a quien le apetece ayudar, y si ve que es algo que da muchos problemas quizás se lo piense dos veces. Porque aunque ella se considere a sí mismo con la palabra prudente, hay quien usaría la palabra cobarde. Lo asustadiza que es es bastante evidente, y sólo luchará si se ve acorralada por la situación. Eso sí, cuando tenga que luchar luchará con todo. Detesta que la gente la menosprecie, y adora los halagos, a menudo actuando sólo con el fin de recibirlos. No está acostumbrada a tener amigos, mucho menos ahora que ha perdido a todos aquellos que conocía, pero precisamente por ello los valora enormemente. Sin embargo, de primeras es bastante cerrada sobre sí misma por ese sentimiento de pérdida, creando una barrera con los demás. Hecha de menos a su vieja tripulación, y considera que ha de vivir la vida al máximo para que algo de ellos viva también. Porque si algo valora Chihiro, esa es la libertad. La libertad de hacer lo que le plazca, vivir según sus propias normas y hacer frente a sus propias consecuencias.

A la hora de hablar, Chihiro tiene bastantes peculiaridades. Suele hablar de sí misma en tercera persona, y a menudo suele acabar las frases con un "chi", un sonido sin significado que escapa de sus labios como si de una muletilla se tratase. Es extremadamente negada con los números, e intenta usar el dinero lo menos posible, prefiriendo el trueque siempre que puede. Le gusta negociar los cambios que realiza, pero sólo por no contar no negocia con dinero. Le apasionan los animales, pero sobre todo las plantas. Esta predilección se debe a que los animales suelen atacarla, y las plantas no... En general, toma apuntes de todas las plantas y animales que ve, así como dibujos. Tristemente, suele perder alguno de ellos por lo desordenada que es. En general, como odia ordenar, su vida es un agujero de entropía... Una entropía en la que a menudo sabe manejarse, pero otras veces no.

Su atención médica preferida es poner a los pacientes a dormir una siesta, pues es algo que ella afirma que siempre funciona, y es cien por cien natural. Ella misma busca siempre que puede una excusa para dormirla, y es experta buscando lugares o rincones lo bastante cómodos como para ello. Le encanta también, por otra parte, correr, saltar y hacer ejercicio. Si no puede ejercitarse y descargar energía su habitual calma se torna en nerviosismo. También le encanta nadar y bañarse, no le gusta estar sucia... Aunque la sensación de la tierra en las patas sea contradictoriamente agradable. En general, Chihiro es una pirata que valora sobre todo la libertad, y luchará si se ve obligada a defender la suya o la de los demás... Pero si no, preferirá evitar problemas y seguir siendo libre de seguir sus sueños.

Chihiro es una mink liebre. Es una muchacha de poco más de metro cuarenta de altura, eso sin contar sus orejas. Su cuerpo está completamente cubierto por una suave capa de pelo color crema, clareando a un tono menos oscuro en zonas como la barriga o las mejillas. De estas mismas le salen un par de bigotes de cada una, no demasiado largos, pero sí muy sensitivos. Tiene una nariz pequeña, prácticamente imperceptible por el pelaje que la cubre. Sus ojos son grandes, redondos y ambarinos, con los írises en horizontal. Respecto a su dentadura, muestra unos dientes algo más afilados que un humano, con unos destacables colmillos que la verdad es que no reciben demasiado uso, dada su predilecta dieta vegetariana.

Respecto a su pelo, es de una tonalidad blanca, y está cortado al estilo short bob. Sin embargo, dos largos mechones le bajan desde donde deberían estar sus orejas de ser humana, llegando a la altura de la cadera. Al final de estos, lleva anudados dos anillos de metal como adorno. Por la espalda, le baja también una línea de pelaje blanco más densa que el resto. Bajo la misma hay oculto un tatuaje, la marca de los Tenryuubito, de cuando era esclava de los mismos. Si seguimos bajando por su espalda acabaremos encontrando su cola. Es bastante larga, tiene cierto nivel de prensilidad y suele delatar sus emociones. También son destacables, por supuesto, sus orejas de liebre. Alargadas y peludas, de color crema y color más claro en su interior. Más allá de eso cabe destacar sus patas, siendo las bajas patas de liebre per sé, pero siendo las superiores acabadas en cinco dedos rígidos, cortos y robustos.

Sobre su apariencia, normalmente suele vestir unos pantalones abombachados, con la parte superior azul y la parte inferior roja. Estos pantalones están también repletos de bolsillos, la mayoría a la altura de la cadera. Por su parte, Chihiro suele ir con el torso superior desnudo, pues considera que su pelaje es cubierta más que suficiente para ello. También suele llevar la cabeza cubierta por gorros, sombreros u otros accesorios.

Estilo de combate que, según Chihiro, combina la velocidad de una liebre con la ferocidad del dragón marino Ryuujin. Se basa principalmente en el uso de la velocidad para propiciar golpes y patadas desde varias direcciones y en constante movimiento, a menudo saltando e impulsándose para atacar desde el aire. Estos ataques también suelen ir acompañados de poderosos lanzamientos, impulsos de la propia Chihiro con sus veloces patas para lanzarse como una bala de cañón de cabeza contra el adversario, sea en línea recta o en picado. También incorpora al mismo precisos y veloces golpes con sus robustos dedos en zonas claves.

Propio de la tribu Mink, no es exactamente un estilo de lucha sino una misteriosa capacidad para generar electricidad que saben aprovechar en combate. De esta manera hay muchas formas de utilizar el electro.

Posée una forma desatada cuando mira a la luna llena. Se considera una transformación espiritual definitiva. Controlarla implica inversión de 250 Doblones y 2 meses de entrenamiento.
-  Aumenta los atributos Velocidad, Agilidad y Destreza de Chihiro en +4 puntos cada uno.
-  Consumen energía cada asalto, a razón de 30 puntos por asalto.
-  La forma le da a Chihiro un nuevo aspecto. Su tono de piel se oscurece, su cantidad de pelaje se reduce y se vuelve de un blanco intenso, su cola se divide en cinco, le salen dos extremidades extras acabadas en garras y sus dientes se tornan en colmillos.
-  Duran un máximo de 5 asaltos.