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¡Por Fin! Una isla "decente"... [Hayato y Thyma] Empty ¡Por Fin! Una isla "decente"... [Hayato y Thyma] {Lun 13 Jun 2022 - 18:12}

De haber sabido que el viaje iba a darse así, de ninguna de las maneras Thyma se hubiera separado de su hermano. El tramo en alta mar había sido demasiado tortuoso y de no ser por su "super más mejor nuevo amigo" que le hizo compañía, que la ayudó en todo lo que pudo y que la salvó en varias ocasiones, dudaba de que hubiese podido llegar al próximo destino. Pero la suerte parecía sonreírle esta vez y allí estaba pisando tierra firme de nuevo.
Thyma no sabía nada de Dark Dome. No había tenido tiempo, ni oportunidad de preguntar o investigar en el barco en el que viajaba. No sabía qué podría encontrarse allí, pero algo si tenía claro y era que en todos los lugares del mundo se comía, mejor o peor, pero cada lugar gozaba de gastronomía propia. No necesitaba más. Ataviada con su mochila, su cerbatana y su libreta de notas a mano, se dispuso a penetrar en la gran urbe.

Dark Dome era gigantesca. Una ciudad demasiado grande, hasta para la Tontatta, era mucho más extensa que Mirrorball y a ojos de la pequeña, muchísimo más alta. Sus pies no tardaron en llevarla, medio hipnotizada por las luces, hasta la zona de grandes rascacielos. Allí los edificios se perdían a la vista de todos, ocultándose entre las nubes, iluminándolas de formas extravagantes. La pequeña estaba absorta, mirando con la boca abierta las imponentes construcciones, los carteles publicitarios, el ir y venir de centenares de personas, que caminaban adormecidos por entre la muchedumbre.
Tras caminar por un buen rato, descubriendo aquel majestuoso mundo, a la pequeña le comenzó a entrar apetito. Su tripa emitía rugidos molestos y escandalosos, por lo que decidió buscar un buen sitio para comer. Tampoco es que tuviese mucho que hacer allí, el siguiente barco lo cogería al anochecer y solo necesitaba reponer algunos cascabeles, el resto del tiempo lo dedicaría a dejarse llevar por sus apetencias. Básicamente, lo que siempre hacía. Thyma alzó su cabeza para tomar una gran bocanada de aire. Intentó localizar algún olor apetecible, pero solo logró captar una mezcla muy asquerosa de perfumes diferentes, aceites, caca de perro y cosas que no sabría definir, pero nada que que quisiese llevarse a la boca. La pequeña se movió por varias zonas, para comprobar si el aroma cambiaba, pero nada. Luego estuvo intentando preguntar a las personas que se cruzaba, pero el barullo de la ciudad, la prisa que todos parecían tener y la falta de unos cuantos centímetros, la convertían en inexistente para los ciudadanos. La tripa de Thyma cada vez rugía más y sintió, en varias ocasiones, que se iba a desmayar y morir de inanición en aquella extraña ciudad. Hasta que frente a ella vio un cartel enorme y llamativo, con símbolos extraños y dibujitos graciosos que prometía guiarte hasta el mejor restaurante de Wano de la ciudad. -Nunca he comido nada de Wano, pero ese es el mejor restaurante, lo pone claramente.- Dijo puño en alto decidida a no morir en esa calle. Thyma caminó arrastrando sus pies, guiada por los letreros que, simpáticamente, habían colocado para guiar hasta el local. Un vez en la puerta, por fin llegó a ella un delicioso y apetitoso aroma a comida casera. Sabía que ese cartel jamás la engañaría y hasta el momento no lo hizo.
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¡Por Fin! Una isla "decente"... [Hayato y Thyma] Empty Re: ¡Por Fin! Una isla "decente"... [Hayato y Thyma] {Miér 15 Jun 2022 - 17:29}

¿Pero qué demonios era esta ciudad? Me preguntaba mientras recorría las amplias calles atestadas de gente, con la mirada puesta en las alturas, en las fachadas de los edificios que tenía a los lados, casi imposibles. Había visto edificaciones grandes, me habían hablado de ellas, incluso había visto de lejos algunos castillos de señores de mi isla, pero nada se podía comparar al tamaño que tenían estos. Me habían dicho que esta era una ciudad avanzada y cosmopolita, pero nunca hubiera pensado en nada así. De lejos ya impresionaba, pero desde dentro, era como ver una colmena. Capas y capas de calles con paredes laberínticas aunque de distribución regular, un vaivén de gente constante, todos con la impresión de siempre estar atareados, letreros luminosos que casi hacían redundantes las farolas que iluminaban la eterna noche que se asentaba en la isla, pero sobre todo, un olor al que no me acostumbraba. Era una sensación rara, como si la presencia de tanta gente me diera migrañas a la vez que me fascinaba la diversidad que podía avistarse entre la multitud.

Durante un momento pensé que había viajado a otro mundo, pero algo me sacó de mi fantasía. Entre la gente, sobre los luminosos letreros que anunciaban todo tipo de servicios y negocios, mis ojos se posaron sobre una imagen familiar. Para empezar las letras de Wano, no era raras fuera de la isla, no era raro que alguien supiera leerlas, anunciaban un restaurante de comida típica de mi isla, pero lo que me llamó la atención fue otra cosa. Algo que estaba como marca del establecimiento, justo debajo de las letras, al lado de la flecha que indicaba la calle por la que uno debía ir.

No fue un viaje largo, pero tampoco fue fácil, era complicado guiarse por esas calles, primero grandes y abarrotadas, luego por lo que eran prácticamente callejones, todo ello hasta llegar a una calle no muy amplia con un par de negocios casi ocultos de no ser por unos discretos letreros que emergían de la pared. Por fin, el letrero de uno de ellos era el que buscaba. Era un local al que había que acceder bajando unas escaleras, con un menú fuera en el que reflejaba los platos más pedidos junto con los precios, aunque animaba a preguntar al chef por su "plato del día" o "la recomendación de la casa".

Me encogí de hombros, para mí toda la comida del exterior era exótica, pero lo mismo podía ser dicho que todas las personas que no venían de Wano. Uno podría decir que había decidido comer aquí por nostalgia, pero más que nada la curiosidad que me impulsaba era por otra razón, el logo del restaurante era el blasón de uno de los Daimyo, no era algo que alguien de la isla usase a la ligera. Si era de la isla y era alguien con contactos, puede que pudiera ponerme al día de lo que había sucedido en Ringo estos años. Sin esperar más abrí la puerta y entré dentro del local.
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¡Por Fin! Una isla "decente"... [Hayato y Thyma] Empty Re: ¡Por Fin! Una isla "decente"... [Hayato y Thyma] {Jue 16 Jun 2022 - 22:32}

La pequeña Tontatta siguió las indicaciones de forma obediente. Ella no tenía la orientación tan agudizada como la de su querido hermano. Era plenamente consciente de que en un sitio así, perderse estaba a la orden del día y para ser sinceros dudaba que pudiera volver sobre sus pasos, pero no importaba, Thyma sabía bien que los comerciantes siempre estaban dispuestos a dar buena información por unos pocos berries. Los coloridos carteles la llevaron hasta la puerta del establecimiento. Estaba en un callejón y para acceder había que descender unas escaleras. Como era habitual en estos negocios, en la entrada podía leerse la carta y en este caso, para placer de la pequeña, invitaban a preguntar al chef sobre la especialidad de la casa. Todo parecía indicar que Thyma había escogido el mejor lugar del mundo para comer. Ya tenía decidido bombardear al cocinero a preguntas, por lo que estudiarse la carta le pareció lo más conveniente. Abrió su libretita y comenzó a tomar notas. Apuntó toda la carta y toda la carta le preguntaría al cocinero.

Mientras hacía los deberes, un hombre se acercó al restaurante, silencioso y sereno y se paró a mirar la carta, quedándose parado a escasos centímetros de la pequeña. Ella miró hacia arriba para observarle y cuando estaba apunto de increparle por privarle de luz, el hombre se puso en marcha hacia las escaleras. Debido a su tamaño pasó totalmente desapercibida y el hombre desapareció tras la puerta. Una vez, Thyma terminó con su tarea, se dispuso a bajar la escaleras. La emoción que sentía y el hambre que la tenía en un sin vivir, le hicieron bajar los escalones de dos en dos, dando enormes saltos para alguien colmo ella. Posó sus manos sobre la puerta y abrió, tan solo unos minutos más tarde que el silencioso caballero. La entrada de Thyma, por suerte o por desgracia, fue mucho más llamativa, pues cuando se hizo ver ante los parroquianos un enorme fogonazo iluminó el cielo. Del edificio más grande de la ciudad emergió un fuego espectacular. El edificio estaba a unas pocas calles del restaurante y logró iluminar también el interior al abrir Thyma la puerta. Todos se le quedaron mirando y la pequeña Bandle comenzó a sentir una presión muy extraña sobre ella. Todas las personas, allí presentes, eran varones. Por alguna razón, no había ninguna mujer en ese restaurante, ni fuera, ni dentro de las cocinas y aunque el aroma de la comida era delicioso, el ambiente estaba bastante enrarecido. Los comensales comenzaron a murmurar sobre la pequeña, aun parada con la puerta abierta. En cierto modo era normal, pues la gente no estaba habituada a ver Tontattas y mucho menos acompañados de tal espectáculo de luz. -Yo no he hecho nada, lo juro.- Dijo con una vocecita tímida y con los bracitos en alto, temiendo que fuese rechazada de ese lugar. -Solo quiero comer algo rico.- Continuó. Después comenzó a abrir y a cerrar la puerta repetidas veces, para comprobar que aquello no había sido alguna fantasía de ese local y en el caso de serlo, poder volver a disfrutar de ello. Un hombre de aspecto rudo y de mediana edad bramó desde detrás de la barra. -Pues pasa y siéntate. Y CIERRA LA PUTA PUERTA QUE SE ESCAPA EL GATO.- Thyma reaccionó dando un respingo y cerrando con un sonoro portazo, después miró hacia todos los lados buscando al gato escapista, pero no lo encontró. Las miradas acusadoras y curiosas seguían posadas en la pequeña, a medida que iba atravesando el local, pero ella iba saludando con la manita y sonriendo a todas la personas con las que se cruzaba. Al fin, llegó a la única mesa vacía y se subió de un salto sobre ella, preparó un cómodo asiento con servilletas y se sentó esperando que alguien le tomara nota del pedido.
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¡Por Fin! Una isla "decente"... [Hayato y Thyma] Empty Re: ¡Por Fin! Una isla "decente"... [Hayato y Thyma] {Lun 20 Jun 2022 - 17:35}

El olor del local fue lo primero que me golpeó, un ambiente un poco mas enrarecido de lo que esperaba, seguramente por estar en un bajo, pero con un olor que abría el apetito. El local tenía gente, se podría decir que había cierto negocio, lo que daba una buena impresión a pesar de que el mobiliario pareciera algo más desgastado de lo que me gustaría, puede que simplemente fuera el ajetreo de la ciudad que lo hiciese envejecer más rápido. Pasando las mesas me senté en la barra, los platos estaban escritos en tiras de papel sobre esta con los precios sobre tiras de papel vertical colgadas.

Al otro lado de la barra un ceño fruncido, más por la costumbre que por algo que hubiera hecho me recibió. Un hombre de mediana edad, con el cabello corto que empezaba mostrar canas estaba detrás de la barra. Limpiaba un bol con uno de sus gruesos brazos que destacaban en proporción a su estatura achatada. Sus brazos al descubierto mostraban alguna que otra cicatriz, pero se podía reconocer a primera vista que no eran precisamente por contratiempos derivados de llevar una cocina. Me miró con curiosidad, una vez apoyé mi arma contra la barra, no parecía que estuviera viendo algo a lo que no estuviera acostumbrado, pero sí algo que llamó su atención.

- ¿Y Bien? - Dijo con una voz ronca. - ¿Qué va a ser chaval? - Preguntó de forma seca, como si no quisiera saciar su curiosidad.

- ¿Qué me recomienda? - Pregunté con tono amable.

- No creo que sea algo que un mocoso pueda... Un momento. - Un fogonazo se vio desde la puerta y una vocecilla se escuchó desde las escaleras por las que había entrado, tras eso la puerta comenzó a abrir y cerrarse. - Pues pasa y siéntate. Y CIERRA LA PUTA PUERTA QUE SE ESCAPA EL GATO. - Gritó, para mi sorpresa ¿Eso era lo normal en la ciudad? ¿Un fogonazo y que un fantasma se pusiera a abrir y cerrar la puerta? ¿Servían comida a fantasmas? ¿Podía verlos y yo no? Muchas preguntas y un estómago vacío. - ... No creo que un mocoso como tú pueda apreciarlo.

- Una pena. Siempre he querido probar la especialidad de Kuri. - Al decir eso abrió los ojos. - Pensaba que los Murakami... me cortó levantando el dedo y fulminándome con la mirada.

- Siéntate en una mesa, cena, y cuando termine mi turno podremos hablar.

Asentí en silencio, su mirada era seria, su tono mucho más bajo que el de antes. Hice casi y me senté en una de las mesas a esperar que llegase mi plato. Para mi sorpresa, una vez me acomodé no estaba solo. Una pequeña criatura estaba al otro lado, no más grande que un palmo mirándome con una misteriosa sonrisa ¿Acaso era un fantasma? ¿O puede que el espíritu patrón del local? Si fuera el caso sería una gran ofensa no saludar como era debido, ni mostrar una ofrenda.

- Perdone, no le había visto, mi nombre es Hayato, espero que no le importe que me siente. ¡Señor, prepare dos raciones por favor!
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¡Por Fin! Una isla "decente"... [Hayato y Thyma] Empty Re: ¡Por Fin! Una isla "decente"... [Hayato y Thyma] {Lun 20 Jun 2022 - 22:31}

Mientras la pequeña se acomodaba en la mesa, pudo ver como el joven que miró la carta antes de entrar al local, se dirigía a ella. Se presentó de forma cordial y después pidió comida para ambos. A Thyma le sorprendió tanta amabilidad, en un inicio, pero pasado unos instantes supuso que la habría reconocido por la película. Entonces se puso de pie frente a él y le dedicó la mejor de sus sonrisas. -Encantada de conocerte Hayato. Como ya imaginarás, yo soy Thyma Bandle y con mucho gusto comeré a tu lado. Luego si quieres te puedo firmar un autógrafo. Siempre llevo algo de tinta encima... Soy una chica precavida. ¿A que si?- La Tontatta hablaba muy rápido, era evidente su entusiasmo y aunque sus palabras en boca de cualquiera, podían resultar pedantes, ella, con su inocencia intrínseca, las convertía en ternura pura. Acto seguido se puso a recoger la banquetita que se había fabricado con tiras de servilleta trenzada. Un modelo más sofisticado y agradable de ver, que la versión de su mellizo. No dudó en acompañar al desconocido a su mesa y acomodarse en uno de los extremos. Thyma era particularmente pulcra y se puso unas funditas en los pies, fabricadas por ella misma, para moverse por el lugar donde comerían.

Una vez estuvieron acomodados, la pequeña, comenzó a escudriñar a su acompañante. El mucho era joven, moreno y muy alto. Vestía bastante bien, se le notaba estilo y también buenos modales. Tras los ropajes se podía intuir un cuerpo bien formado y cuidado. Thyma pensó que podría haber sido un excelente actor, un rostro así siempre luce bien en cámara. Fue entonces cuando reparó en su arma. Una enorme espada enfundada, descansaba junto a él. Parecía ser muy antigua o estar muy mal tratada y en base al aspecto del muchacho, contrastaba demasiado. -¡Que bonita es!- Le dijo señalando su espada. -Mira yo también tengo un arma bonita.- La pequeña tomó su cerbatana en las manos, oscura y grabada con su apellido y se la mostró. Se podía notar lo bien cuidada que estaba. -Que no te engañe su tamaño, ha detenido a mucho malos. A parte de actriz soy heroína en mi tiempo libre ¿sabes?- Le confesó sin darle mucho importancia al hecho, mientras guardaba su cerbatana en la funda, de nuevo. Finalmente Thyma se acomodó en su asiento se quedó mirando a su acompañante plácidamente y antes de que llegase los entrante y las bebidas, le bombardeó a preguntas de todo tipo. Que si viajaba solo, que si le gustaban los fuegos artificiales, que si cual era su color favorito, que si le enseña lo afilada que está su espada, que si tiene hermanos... Y muchas preguntas aleatorias más. La pequeña quería saberlo todo de su nuevo mejor amigo.

Como siempre, Thyma vivía ajena a lo que sucedía a su alrededor. Para cualquiera que tuviera ojos en la cara y dos dedos de frente, sería evidente que allí los comensales iban buscando algo más que comida. Era un local donde conseguir lo que en un mercado convencional jamás encontrarían, un sitio donde un contacto tiene precio y donde más de uno ha acabado siendo servido en el menú del día siguiente. Pero para la Tontatta solo era un restaurante más, con comida exótica y una excelente oportunidad de hacer amigos y conseguir alguna receta nueva. El ambiente enrarecido y el mal humor del dueño, lo achacaba a la vida ajetreada, asfixiante y carente de vegetación de la gran ciudad. Muchos nacían y morían sin salir nunca de la urbe y eso los volvía grises. Lo había visto en muchas películas. Por lo que se mostraba muy amable con los que no tenían la suerte de poder viajar por el mundo, como ella.
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¡Por Fin! Una isla "decente"... [Hayato y Thyma] Empty Re: ¡Por Fin! Una isla "decente"... [Hayato y Thyma] {Mar 21 Jun 2022 - 0:25}

Hablaba mucho, aquel pequeño espíritu no terminaba de enlazar pregunta tras pregunta sin esperar a que contestase. Pero de todo lo que salió de su boca pude sacar una cosa en claro, no parecía ser nada sobrenatural, sino un tipo de ser que no había visto antes. Si había gigantes era lógico que hubiera enanos, a veces me olvidaba que el mundo exterior estaba repleto de prodigios de todo tipo y a veces las viejas creencias me jugaban una mala pasada. Bueno, no parecía una mala persona, así que tampoco me arrepentiría de invitarla.

- En realidad no suelo viajar solo, siempre me acompaña Sasaki, y desde hace poco Alice, son mis compañeros de viaje. - Esperaba que estuvieran bien, una corazonada me había hecho seguir hacia delante por la ruta tras separarnos en Bloothe, pero hacía muchos años que no viajaba solo. Hace muchos años que no veo fuegos artificiales, mi color favorito es el verde...- Seguí respondiendo con una sonrisa las preguntas que hacía la pequeña, hasta que llegó a una un poco delicada. - Me temo que no puedo enseñarte el filo de la espada. - La tomé por en mango y le mostré la cadena que la mantenía sellada a la vaina. - Es una espada antigua, y hasta que no restauren bien el filo no puedo sacarla de la vaina. - Temía que eso arruinara su buen humor. - Pero no te preocupes, voy a restaurarla y cuando lo haga, si te veo podré mostrarte lo bien que ha quedado.

Un carraspeo a mis espaldas nos sacó de la conversación, el dueño estaba con dos boles en una bandeja, con palillos y un par de tazas de té recién servidas. Lo dejó todo encima de la mesa con una eficiencia que sólo años en el servicio que enseñan. Delante teníamos cada uno un plato de lo que podría considerarse ramen, pero en vez de caldo había un líquido denso, con la consistencia de las gachas, pero que desprendía un olor apetitoso y que anticipaba un toque picante.

- Dos raciones de ramen de la vida, es lo que mejor viene para las noches frías de Dark Dome. - Dijo antes de darse la vuelta. - Es la primera vez que veo una tsurugi de ese tamaño, si buscas a alguien que la restaure puede que conozca a alguien, cuando cuando acabes ven a hablar conmigo, estaré fumando arriba. - Parecía que esta vez no estaba de tan mal humor como antes, su voz comunicaba cierto carácter, pero por alguna razón no me parecía la misma actitud hostil que tenía cuando entré.

Asentí con un movimiento ligero de la cabeza y volví a encarar a la pequeña. El bol estaba caliente, y olía bien a pesar de su aspecto. Tomé los palillos y los hundí entre los fideos mezclados con el denso líquido, sacándolos de entre la mezcla, soplando antes de llevarlos a la boca. El sabor sorprendía, era una versión que no conocía del ramen, y comprendía la razón por la que venía bien en los días fríos, las especias y el calor despejaban la garganta y la nariz, calentando el cuerpo con su sabor. Miré a Thyma, preguntándome cómo comería y cómo pretendía acabarse esa ración con un cuerpo tan pequeño.
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¡Por Fin! Una isla "decente"... [Hayato y Thyma] Empty Re: ¡Por Fin! Una isla "decente"... [Hayato y Thyma] {Mar 21 Jun 2022 - 23:17}

Hayato demostró tener la amabilidad y la paciencia necesaria para captar toda la atención de su invitada. Poco a poco fue respondiendo a todas sus preguntas. Thyma fue reaccionando a todas sus respuestas a medida que las recibía, hablaba muy rápido y podía resultar atropellada y desordenada en sus ideas, pero sabía escuchar y no dejaba duda alguna de ello. No pudo sofocar un pequeño gritito de emoción al escuchar el nombre de sus compañeros de viajes. Le guiñó un ojo sonriendo, pues ella adoraba el color verde. Se entristeció al descubrir que hacía mucho que no veía fuegos artificiales y tampoco disimuló su sorpresa al descubrir las cadenas que apresaban su arma y la ilusión de una promesa. Cuando Thyma estaba a punto de soltar todo lo que se estaba guardando en su mente y no podía expresar, porque estaba formulando más preguntas, el dueño, con una actitud mucho más amable, interrumpió la conversación. Traía consigo la comida y dos tazas de té. La pequeña estaba embelesada con el maravilloso aroma que emanaban esos cuencos. También les trajo unos palos largos y unas servilletas. Ella no tenía ni idea de para qué podían servir esos palos, eran demasiado grandes para quitarse restos de los dientes y demasiado romos como para pinchar los trozos de carne que asomaban por el denso caldo. Pero el desconocimiento, nunca en la vida, le había hecho pasar hambre. Thyma siempre portaba con ella utensilios de cocina, los más básicos, y en la manta de cuchillos, siempre llevaba un juego de cubiertos. Mientras sacaba sus cubiertos y se subía al borde del cuenco con un ágil salto, el dueño del local se dirigió a Hayato. La Tontatta terminó de escuchar la propuesta sentada en el borde de su cuenco. -¿Puedes tener más suerte? La puedes arreglar hoy mismo... y yo quiero verlo.- Thyma gesticulaba exageradamente dando énfasis a sus palabras. -Y ¿Es normal que esto huela tan bien?- Le dijo juntando sus ojos hasta quedar completamente bizca, inhalando una bocanada del vapor del cuenco.

Thyma probó el ramen, no supo identificar más allá de cinco o seis ingrediente, pero sabía que había muchos más. Era una combinación perfecta entre carne, verduras y un caldo, que parecía más bien una salsa, de lo densa que era. Jamás había probado algo igual. Con gran habilidad fue probando de todo. Ella estaba acostumbrada al mundo de las personas altas. Había sido criada en ese mundo y estaba perfectamente adaptada, sus movimientos la delataban. No obstante siempre le gustaba conocer herramientas nuevas y cómo las utilizaban los grandes, más aún si tenían que ver con el ambiente culinario. Cuando vió el uso que le daba a los palillo Hayato, posó sus cubiertos en el borde y saltó hacia él para verlo de más cerca. Le resultó fascinante como colocaba la mano para utilizar los palitos de pinza para comer. -¡¡¡WALAAAAAA!!! A ver, a ver...- Su rostro se fue entristeciendo poco a poco. -Es una lástima que Thym no esté aquí. Me haría unos de mi tamaño.- La pequeña comenzó a hacer pucheros. Estaba a punto de romper a llorar extrañando a su hermano. Aunque la aventura por separado estaba siendo divertida, en casos así le extrañaba muchísimo. Él era un excelente carpintero y no hubiese dudado en astillar y moldear los palillos para replicarlos a su tamaño, siempre hacia cosas así para complacerla y cuidarla. Finalmente regresó a su cuenco, emitiendo dramáticos sollozos. Se secó la lágrimas de cocodrilo con el puñito y volvió a sonreír. -Cuando le vea le pediré que me haga unos iguales y después me enseñarás a usarlos. ¿A que si?- El entusiasmo había vuelto a la pequeña.

Siguieron comiendo tranquilamente y conversando. La pequeña volvió al punto de la interrupción, no podía quedarse con todo eso dentro. -Oye Hayato... ñom ñom ñom...¿Sabes que Sasaki es mi más mejor amigo en alta mar? Todo un héroe.- Sentenció con un tono agudo y penetrante, después le contó el incidente con la pesca y los cascabeles, el barco que les atacó y lo eficaz que había sido el amigo de ambos deteniendo el ataque. La pequeña se relajó completamente pensando que, si ese hombre era amigo de Sasaki, nada malo podía salir de ahí. -Y también conozco a una Alice. No se si será la misma Alice. La mía tiene zurraspas y es una arruina circos... ¿Y la tuya?- Le preguntó con genuina curiosidad. Sería una maravillosa casualidad, con lo enormemente grande que es el mundo, que esos dos fuesen sus compañeros. Thyma no podía evitar pensar que se trataba de la misma maníaca de los relojes que conoció en el pasado, y de ser así, el bueno de Hayato, viajaba con lo mejor y lo peor de cada casa.
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¡Por Fin! Una isla "decente"... [Hayato y Thyma] Empty Re: ¡Por Fin! Una isla "decente"... [Hayato y Thyma] {Miér 22 Jun 2022 - 18:42}

- No sé si podrá... - Dije con cara de resignación. - Me he encontrado con varios que sabían restaurar armas y otros utensilios, todos acababan diciendo lo mismo. - Hice una pequeña pausa para soplar los fideos y comer un par de bocados. - Los herreros son gente orgullosa, pero ante todo respetan una buena pieza cuando la ven. Si creen que sus habilidades no están a ala altura del trabajo lo rechazan de la manera más educada posible. Prefieren eso a estropear la espada con un trabajo que consideran mediocre. No lo parece pero según me han dicho es una reliquia complicada además... - No quería decirlo, se la veía con mucha ilusión y no quería estropear el momento. Decir que dudaba que en esta ciudad hubiera alguien que se dedicara a la forja tradicional significaba que no podría arreglarla hoy, lo más seguro era que la persona que conocía estuviera en otra isla. -... Se nos enfría la comida.

Parecía que sus cambios de humor eran tan rápidos y energéticos como ella, durante un momento se entristeció al recordar a alguien llamado Thym, pero el llanto no duró mucho, recuperando al compostura como si nada hubiera pasado. Me preguntaba si esa personalidad era propia de estos pequeños enanos, o simplemente característico de esta pequeña en concreto. Asentí mientras sorbía los fideos cuando me pidió que le enseñara a usarlos, no podía culparla, si intentaba hacer unos de su tamaño sin saber acabaría dándole un par de astillas puntiagudas, y eso era peligroso metérselo en la boca.

Entonces dijo algo ¿Conocía a Sasaki? La sorpresa casi me hace escupir los fideos a medio masticar, pero al forzarme a tragar me atraganté y comencé a toser, llevándome la mano a la boca para que nada saliera y manchase la mesa. Cogí la taza de té y di un largo trago a pesar del calor para intentar recuperarme. Pero entonces mencionó a Alice, provocando otro atragante con el líquido caliente. Tardé un par de minutos y una botella de agua en recuperar la compostura. La pequeña Thyma se había cruzado con ellos, los conocía.

- ¿Dónde los has visto? - Pregunté de forma apresurada una vez pude volver a formular una frase sin toser, levantándome del sobresalto y mirando a la pequeña.- ¿Cuándo fue? ¿Están bien? ¿Alice ha comprado un nuevo reloj? - Esta vez comencé a bombardearla con preguntas. Llevábamos bastante tiempo sin vernos, no sabía nada de ellos. Si los había visto en otras islas de la ruta significaba que estaban avanzando, así que si podía cruzarme con ellos en esta isla o una más adelante podríamos volver a reunirnos.
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¡Por Fin! Una isla "decente"... [Hayato y Thyma] Empty Re: ¡Por Fin! Una isla "decente"... [Hayato y Thyma] {Miér 22 Jun 2022 - 22:55}

Hayato confirmó sus sospechas. Esa Alice era la misma que ella había conocido tiempo atrás. Apenas pudo decir nada, cuando el joven se mostró entusiasmado con las noticias que Thyma tenía y le pagó con su misma moneda, bombardeándola a preguntas. La pequeña sonrió y con una calma impropia en ella, le disipó todas las dudas. - A Sasaki lo he visto esta mañana, por última vez. Está bien. Es una gran persona.- Le dijo guardando un pequeño halo de misterio. -Vinimos juntos a esta isla, porque me colé en el barco en el que viajaba. Mi hermanito y yo hemos decidido hacer este tramo del viaje por separado, para crecer.- Entonces arrugó el ceño en un gesto de frustración. -Pero yo no he ganado ni un solo milímetro. ¿Te lo puedes creer?- Thyma se dio cuenta de que se estaba yendo por las ramas y que el pobre Hayato estaba esperando más respuestas. -Sin duda Sasaki está en esta misma isla, yo le vi. Podemos buscarlo juntos si quieres. Todavía debo cumplir la promesa que le hice.- Dijo con seguridad y mirándole a los ojos, parecía que estuviese hablando de algo importante. Thyma continuó comiendo de su cuenco, haciendo una parada para ordenar su cabeza y tratar de encontrar la forma óptima de explicarle la segunda parte, pero Thyma era Thyma y no podía evitarlo. -En cuanto a Alice...- Al pronunciar su nombre los pelitos de su cuerpo se erizaron, aparentando ser más esponjosa y mullida de lo habitual. Su cara se puso redonda y lo mismo sucedió con su cola, rellenó mucho más sus ropajes y se puso en pie. De un salto bajó de su cuenco y caminó despacio hacia Hayato agitando la cabeza de un lado hacia otro. -Conozco a Alice de hace muchos años. Y hace mucho que no la veo. Te seré sincera y te diré que no se si se ha comprado un reloj nuevo, pero si se algo, amigo... Esa zurrasposa no es buena gente.- La Tontatta hizo una pausa dramática. -Te daré un consejo, jamás la lleves al circo, se pone muy desagradable y tampoco la invites a comer pata de pato.- Thyma comenzó a asentir ante sus palabras, se sentía orgullosa de las que había elegido, pues el discurso le había quedado muy respetuoso para lo que en realidad pensaba de esa chica. Se dió media vuelta y se dirigió de nuevo hacia su cuenco, farfullando y resoplando. -Es una desagradecida y eso que mi hermanito le hizo una paja, como un profesional...-

El pelaje de Thyma volvió a la normalidad una vez advirtió a su nuevo mejor amigo, de la compañía que había elegido y prosiguió comiendo con normalidad. Casi había terminado su ración de ramen, cuando pidió permiso para desabrocharse los botones del pantalón. Al hacerlo, una prominente barriga peluda salió al exterior, convirtiendo a la Tontatta, nuevamente en una bola. Estando un poco más holgada se terminó el cuenco del todo. Después rodó literalmente, hacia la mesa y acabó con su taza de té. Toda rellena, se dirigió de nuevo a su amigo. -Al postre invito yo.- Dijo con una sonrisa, acompañada de un agradecimiento por semejante manjar.
Antes de llamar al dueño para pedirle los postres (Thyma planeaba pedir uno de cada), se puso un poco más seria. -Hayato, no pierdas la esperanza. Una ciudad tan grande ofrece muchas posibilidades. Hay muchas personas y tal vez aquí viva un prodigioso arreglador de espadas.- La pequeña se desplazó dando tumbos, hasta posar su manita en la del joven. -Tal vez el señor sepa de alguien, los cocineros conocemos a muchas personas. ¿A que si?- Thyma trató de darle, con todo su voluntad, un aliento de esperanza. -Yo te acompañaré a arreglarla y de paso le pediré a ese grandullón la receta del ramen. ¿Qué te parece?- Thyma acabó extendiendo su mano con la intención de sellar un acuerdo con Hayato. Aquello parecía importante para el joven y Thyma no podía resistirse a ayudarle. Total no tenía nada más que hacer y reponer sus cascabeles no le llevaría más de cinco minutos.
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¡Por Fin! Una isla "decente"... [Hayato y Thyma] Empty Re: ¡Por Fin! Una isla "decente"... [Hayato y Thyma] {Jue 23 Jun 2022 - 19:07}

Sasaki estaba en esta isla, eso significaba que no sólo habían seguido adelante, sino que habían seguido mi ritmo, cabía la posibilidad de que pudiera encontrarlos en esta misma isla si los buscaba. Al parecer había dado la impresión de ser un gran héroe ¿Pero qué demonios había pasado? El Sasaki que conocía no era una mala persona, pero su personalidad era algo que no pertenecía precisamente a la de un héroe ¿De verdad había cambiado tanto en estos días o simplemente era un malentendido? Ni idea, tendría que preguntárselo a él cuando lo viera.

En cuanto a Alice... no tenía ni idea de lo que significaba "zurrasposa", se lo preguntaría cuando la viera. No parecía ue Thyma tuviera una gran impresión de ella, aunque las razones por las cuales no la tenía no parecían nada del otro mundo. No era una santa, tenía carácter de una joven algo prepotente, pero poseía la fuerza para respaldarlo. Además, era bastante tolerante con gran parte de mis fallos y nos había dado un transporte bajo su bando.

Tras ponerme al día Thyma pidió que trajeran el postre, animándome a encontrar una persona en la isla que me ayudase a arreglar la espada. Pero era una isla demasiado grande y cosmopolita, una fragua para hacer el trabajo no estaría en una zona urbana, y tras ver lo que Dark Dome tenía que ofrecer dudaba que tuviera una tradicional, menos aún dedicada a piezas históricas. Sonreí, no quería que la realidad rompiera la pequeña burbuja de alegría que había quedado.

- No no, enana, el artesano que conozco está en Pucci, es la siguiente isla en la ruta. Muchas personas pasan por aquí de camino de un lado a otro de la ruta, y el viaje no es muy largo. - El dueño volvió haciendo lo que yo había evitado hacer todo este rato. - Llevo años en la ciudad, si hubiera alguien así lo conocería. En cuanto a la receta... es un secreto... o eso me gustaría decir, pero si la quieres vas a tener que pagar por la información, un favor por otro, así es como se mueven las cosas en esta ciudad y de paso no tendrás que pagar la comida.
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¡Por Fin! Una isla "decente"... [Hayato y Thyma] Empty Re: ¡Por Fin! Una isla "decente"... [Hayato y Thyma] {Jue 23 Jun 2022 - 22:22}

Mientras la conversación avanzaba, los recién conocidos fueron terminando sus platos y sus bebidas. Al darse cuenta de ello, el dueño del local se acercó a la mesa para retirar la vajilla vacía. Fue entontes cuando la Tontatta preguntó por los postres. Para su gran fortuna,el restaurante contaba con más de quince postres diferentes, la mayoría conocidos por la pequeña, pero además, contaban con una pequeña selección de delicias de Wano, así lo llamaban. Aunque sus nombres eran demasiado complicados de aprender para Thyma, no dudó en pedir dos de cada. -¿No será mucha comida para ti?- Le preguntó el dueño, con honestidad observando divertido, el enorme barrigón que Thyma había criado. La pequeña, de inmediato, negó con su cabeza. -Toda la comida acaba en la barriga, pero los postres se almacenan directamente en el corazón.- Thyma sonreía al ahora asqueado dueño, probablemente hacía mucho tiempo que no escuchaba a nadie pronunciar una frase tan cursi.

Por otro lado, Hayato pareció quedarse conforme con todo lo que Thyma le contó de sus compañeros. Se sentía orgullosa por ello, creía que había sido de gran ayuda. Aunque de Alice no pudo contarle más allá de historias caducas, sabía que confirmarle que Sasaki estaba bien, sería un gran alivio para él. Lo mismo podría sentir ella si alguien le confirmaba lo maravilloso que era su hermano y le aseguraba que estaba disfrutando de su aventura. No podía ser de otro modo.
Ya con los postres delante, el joven declinó la oferta de Thyma, pero con una muy buena razón. Él ya sabía dónde encontrar un artesano que "curase" su espada. -¿COOOMOOOOO?- La Tontatta abrió mucho los ojos, para ser sinceros no pudo prestar atención, ni escuchar nada más después de que Hayato mencionara el nombre del paraiso. -¿La siguiente isla a esta es Pucci? ¿De verdad? No es broma. ¿A que no?- La voz de Thyma se agudizó un par de tonos, se quebraba y se volvió temblorosa. Sus ojos se humedecieron y sus labios dibujaron una amplia sonrisa. La Tontatta no tenía ni idea de geografía, no sería capaz ni de situar Mirrorball en un mapa, pero la isla de Pucci era un sueño para ella. Había leído mil libros de ese lugar y conocía los nombres de los más reputados chefs locales. Para alguien como ella ese sitio era similar a cruzar las puertas del cielo. Era un paraíso terrenal, para cualquier amante de la gastronomía. -Necesito una libreta nueva... y más grande... y de color verde menta...- La distraída mente de la Tontatta comenzó a vagar por un boulevard del siguiente destino.

El dueño se acercó a la mesa y sacó a la pequeña de sus ensoñaciones. Les dijo que no conocía a nadie con una forja por allí, que de existir tal persona, no se escaparía de su conocimiento. También les dijo que la receta era secreta, pero que aun así podía tener un precio. -Un favor por información ¿Eh?.- Repitió la pequeña dedicándole una mirada cómplice a su nuevo mejor amigo. Después miró a su alrededor y tuvo clara la forma de pagar la receta en un lugar tan mugriento como aquel. -Esta bien, creo que se lo que necesitas, pero igual tardo un poco.- Dijo intentando, sin éxito, abrocharse el botón del pantalón. -Observa y verás.- Thyma puso sus bracitos en cruz y comenzó a girar a toda velocidad. Del pequeño tornado comenzó a surgir espuma y pequeñas pompas de jabón. De no ser por la estela que dejaba tras de si, sería imposible seguir su pista, con una vista poco entrenada o carentes de una percepción aumentada. Su velocidad, a pesar de lo mucho que había comido, era exagerada. Además por donde pasaba iba dejándolo todo limpio, con un agradable aroma a limón en las superficies y a manzana verde en suelo, techo y paredes. En menos de dos minutos el local, resplandecía en su totalidad. No había una mota de polvo o suciedad, se mirase donde se mirase. La sala y la cocina quedaron impolutos, como nunca antes lo habían estado, ni tan siquiera el día de la inauguración, hace ya demasiados años. Estaba tan limpio y pulido que cualquiera podía verse reflejado, incluso en la desgastada madera del piso.
La pequeña regresó a la mesa donde todavía esperaba un estupefacto dueño. Sonreía satisfecha, para su gusto había quedado muy bonito, pues le dió tiempo hasta para colocar los descuidados ornamentos de las estanterías y vitrinas. -¡Ale, ya está! Favor hecho. ¿Me das la receta?- Dijo la inocente Tontatta.

El mundo puede ser muy cruel con aquellos que guardan la mirada de un niño. Thyma era un claro ejemplo de ello. Tal vez, de haber entendido como funcionaba la sociedad y más en un lugar como ese, habría sido más discreta, pero lo cierto era que ella no veía ningún problema en usar sus particulares habilidades delante de nadie. No entendía que eso podía ponerla en peligro. Así funciona el mundo.
De todos los comensales del restaurante, aunque no eran muchos, había un par que encarnaban el mal absoluto. Eran personas sin escrúpulos, ni moralidad. Hacía mucho que habían perdido su humanidad o más bien la habían malvendido a otro desgraciado como ellos. Esos dos miserables vivían en el mejor sitio para la gente de su calaña. Y es que esa ciudad tan luminosa en apariencia, ocultaba terribles sombras. Desde que Thyma había entrado por la puerta le echaron el ojo encima. No es nada habitual ver Tontattas fuera de su isla natal y eso hacía que fuesen una suculenta y excelente mercancía. Estaban muy bien cotizados en los mercados negros y Thyma, además había demostrado ser una usuaria de una fruta del diablo. Los dos delincuentes ni se imaginaban la cantidad de dinero que podían darle por un ejemplar así, por lo que ni cortos, ni perezosos, en absoluto silencio y completamente ciegos de ambición, se acercaron a la mesa de Hayato y Thyma con una bolsa de tela en las manos. Antes de que el dueño del local, pudiera cerrar la boca, por lo que la pequeña acababa de hacerle a su restaurante, los traficantes se abalanzaron sobre Thyma y la capturaron dentro del saco, ante la mirada del espadachín y del jefe del lugar. Thyma se revolvía rebotando en las paredes de la bolsa, haciendo que ésta brincase hacia todos los lados. -¡¡¡AMIGOOOOOOO SOCOROOOOOO!!! ¡¡¡NO VEO NADAAAAA!!! ¡¡¡SOLTADME CABRONES!!!- Gritaba a pleno pulmón, completamente desesperada.
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¡Por Fin! Una isla "decente"... [Hayato y Thyma] Empty Re: ¡Por Fin! Una isla "decente"... [Hayato y Thyma] {Sáb 25 Jun 2022 - 19:18}

No pudimos evitar quedarnos mirando como tontos el espectáculo, un veloz tornado de burbujas que limpiaba hasta el último rincón del restaurante, esquinas con telarañas, baldosas con mugre, incluso la grasa incrustada en las rejillas de los extractores. Como por arte de magia lo dejaba limpio, y es que eso era. Para sorpresa la pequeña parecía que también poseía las artes mágicas que sólo se les otorgaban a quienes comían aquellas extrañas frutas. Pero en medio de todo noté un golpe en el hombro.

- Dejemos que se entretenga con eso, mientras está a lo suyo hay algo que quiero preguntarte ¿de dónde eres? - Dijo el dueño en la lengua de nuestra isla.

- De Wano ¿no es obvio? - Respondí, pero la respuesta fue recibida por un capón.

- Eso ya se nota mocoso. Digo la provincia. - Indagó algo irritado.

- Ringo. - Respondí de forma seca, seguramente supiese lo que había ocurrido. - ¿Qué lleva a alguien a usar el blasón familiar como logo de un restaurante?

- Hm... Es el blasón de la familia a la que servimos, el clan fue expulsado por el nuevo daimyo de la provincia... al igual que pasó en Ringo. Los que hemos tenido que escapar tenemos varias formas de comunicarnos en el mundo exterior, esta es una de ellas. La gente de esta ciudad desconoce el significado del blasón, pero sólo alguien de Wano llega hasta aquí por reconocerlo.

- Entonces ha ocurrido en más provincias...

-Algo gordo se está cociendo en la isla, por eso necesita a alguien en quien confiar que lleve esto. - Dijo dándome una caja que parecía una fiambrera envuelta con un paño. - Dentro hay escritas instrucciones de como encontrar al herrero, si le entregas eso estoy seguro de que te escuchará...

No terminó de hablar antes de que la pequeña terminase de limpiarlo todo. Me miró y se encogió de hombros con media sonrisa en la cara. Agitó la mano mientras se daba la vuelta para buscar papel y algo con los que escribir. En ese momento un mal presentimiento me invadió como cuando estaba en el barco con Michaela. Algo estaba por pasar, pero no sabía el qué. Cuando fui a mirar dos de los comensales ya habían atrapado a la enana en un saco y estaban corriendo por las escaleras.

- Esos rufia - Fue a decir el dueño a punto de salir corriendo, pero lo detuve con una mano. Estuvo a punto de decir algo, pero se calló al mirar mi cara.

- Termina la receta, ahora vuelvo. - Fue lo único que dije entre dientes, unos colmillos cada vez más grandes y unos cuernos que habían crecido ligeramente.

Y así salí corriendo tras los rufianes que habían atrapado a Thyma, subiendo las escaleras de forma apresurada, emergiendo a los callejones de la ciudad por los que estaban huyendo. Eran rápidos, tendría que usar toda mi fuerza para alcanzarlos, pero por ahora parecía que estaban más centrados en escapar que en mirar si alguien del restaurante los seguía.
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¡Por Fin! Una isla "decente"... [Hayato y Thyma] Empty Re: ¡Por Fin! Una isla "decente"... [Hayato y Thyma] {Lun 27 Jun 2022 - 20:43}

Oscuridad, balanceos y rebotes, es todo lo que rodeaba a la pequeña. La bolsa era lo suficientemente grande como para que Thyma rebotase por todas las paredes de la mugrienta tela, en la frenética huida. Podía escuchar como se reían y como se iban indicando el camino. La pequeña, de haber conocido la ciudad hubiese podido memorizar, más o menos el recorrido, pero lo único que le importaba en ese momento era salir de ahí. Los maleantes avanzaban en su huida, ciegos de ambición y con muy poco sentido, no tuvieron cuidado alguno cuando giraban las esquinas, golpeando en varias ocasiones la bolsa contra la pared. El camino se estaba haciendo demasiado largo para la pequeña, que comenzaba a temer por su vida y no solo eso, le estresaba exageradamente pensar en lo tristes que se pondrían Thymo, Hayato, Sasaki y muchos más, si a ella le pasaba algo.
Thyma había dejado de gritar hacia un buen rato. Pensó que de poco o nada podía servirle y además, no se dejaba a si misma escuchar sus propios pensamientos. No sabía cual sería su destino, pero esa no era una invitación amable y por nada del mundo la aceptaría. Ella era una Bandle y no se dejaría apresar de una forma tan burda, tampoco esperaría a que nadie la rescatase, pues de hacerlo igual era demasiado tarde. El viaje que había emprendido en paralelo a su hermano, conllevaba riesgo y lo sabía, pero jamás se imaginó verse envuelta en algo así. Nunca la habían raptado y el sentimiento era horrible. Los balanceos erráticos después de comer, los golpes y el olor que desprendía esa tela, le revolvió el estómago. Estuvo a punto de vomitar en varias ocasiones, pero con solo pensar en el desastre que eso supondría, logró contener las ganas.

Thyma necesitaba pensar rápido y actuar más rápido aun, pero esa apestosa batidora no se lo puso nada fácil. Maldijo aquella tela una y mil veces. Entonces fue cuando se dio cuenta que su trampa era de tela, solo eso... tela. Con nerviosismo y con las dificultades del momento, logró alcanzar uno de los bolsillos de la mochila. Sin soltarlo y a punto de vomitar, abrió el cierre, lo justo para introducir su mano, sin que saliera nada de dentro. Palpando sus cosas, encontró las tijeras que buscaba, las sacó con decisión y alzó la mano, la inercia hizo el resto. Thyma rasgó la tela que le apresaba y salió despedida a la calzada. Rodó y rodó, lastimando su cuerpo y dejando varios mechones, de su pelaje, arrancados en el asfalto. Los jóvenes seguían corriendo ignorando que ya no portaban a la Tontatta. Ella por su parte se detuvo, se puso en pie y antes incluso de sacudirse el polvo o comprobar los daños, agarró su cerbatana y los dardos más veloces. Se preparó rápidamente y disparó dos veces, un dardo para cada uno. Eran tan torpes y estúpidos. No comprobaban si les seguían o no, además corrían en línea recta, todo el rato, era imposible fallar eso.
Como era de esperar, los dardos acertaron. Impactaron en la parte baja de la cabeza. Aun así, no eran letales, pero les dejarían inconscientes unas horas y al despertar, probablemente se encontrasen algo desorientados. Thyma se acercó a los cuerpos desplomados de sus captores y se quedó mirándolos muy enfadada. Después posó su agitada mochila en el suelo y extrajo de ella un neceser azul. Era donde guardaba los hilos. Tras escoger el más adecuado, comenzó a atarlos entre ellos y al terminar, bajó de nuevo al suelo y guardó todas sus cosas. Con la mochila, de nuevo colgada en su espalda y la ropa recién sacudida, se acercó de nuevo a los maleantes y comenzó a pegarles patadas en las piernas. -¡No se trata así a los pequeños! ¡Idiotas! ¡Sinvergüenzas!- Les gritaba enfurecida mientras golpeaba una y otra vez. Cuando al fin se quedó a gusto con la reprimenda, se recompuso de nuevo y se dispuso a volver al restaurante de Wano.
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¡Por Fin! Una isla "decente"... [Hayato y Thyma] Empty Re: ¡Por Fin! Una isla "decente"... [Hayato y Thyma] {Mar 28 Jun 2022 - 0:23}

Durante unos minutos los perdí de vista, de una esquina a otra les había perdido el rastro a pesar de lo torpes que eran. No me terminaba de acostumbrar a esas calles, esos callejones que parecían relativamente iguales, esas alturas que te desorientaban, esos vapores apestosos que salían de las alcantarillas. Decidí parar un segundo y cerrar los ojos, respirar un momento, calmarme. No me había dado cuenta hasta ahora, pero estaba a medio transformar, si alguien me veía en este estado podría asustarse. Pero en ese momento, cuando decidí centrarme en mi respiración y calmarme escuché un sonido lejano entre el bullicio de la ciudad. Como si fueran un cuerpo desplomándose uno detrás de otro. No tenía una mejor pista, así que decidí ir en dirección del sonido. En efecto, al doblar la esquina pude reconocer la silueta de uno de ellos al fondo del callejón, para que no se escapase lancé mi arma con todas mis fuerzas, la cual se calvó en el muro de hormigón al lado de su cabeza, saltando tras este para atraparlo entre la espada y la pared.

Para mi sorpresa eran los dos, y estaban inconscientes. Les di un par de bofetadas para ver si despertaban sin mucho éxito, tras eso comprobé que respirasen. Parecía que sólo habían perdido el sentido, pero yo no había causado eso. En ese momento recordé la razón por la cual había salido a toda velocidad. Busqué el saco en el que estaba la enana, pero este estaba rasgado y vacío. Había conseguido escapar, entonces ¿Esto lo había hecho ella? Miré a los lados, pero no había ni rastro de la pequeña. Supuse que si había logrado escapar y dejarlos fuera de combate habría decidido volver para no preocuparnos. Ellos parecían estar firmemente atados, ser dejados inconscientes y sin moverse en estos callejones me parecía castigo suficiente por lo que habían intentado hacer, así que no añadí más sal a la herida.

Esperando que Thyma estuviera bien me puse rumbo de vuelta, pero... ¿Por dónde se volvía? Había dado varias vueltas entre los altos edificios de Dark Dome. Ese callejón me sonaba, al igual que el anterior, y el de al lado, y el otro. Mis sospechas de que estaba dando vueltas en círculos se confirmaron en cuanto me encontré de nuevo con los dos secuestradores atados. Esperaba que la pequeña tuviera un sentido de la orientación mejor que el mío, porque de no ser así podíamos ser dos en la misma situación. Por ahora sólo se me ocurría una solución. Ir en línea recta, no podías volver al mismo sitio si nunca girabas... o por lo menos si siempre encarabas la misma dirección, tarde o temprano llegaría a una calle principal y allí podría pedirle indicaciones a alguien. Ahora que lo pensaba, para ser una ciudad tan bulliciosa estos callejones estaban bastante desiertos, aunque por otro lado y viendo el ambiente que se respiraba era algo completamente normal.
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¡Por Fin! Una isla "decente"... [Hayato y Thyma] Empty Re: ¡Por Fin! Una isla "decente"... [Hayato y Thyma] {}

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