¿Donde está la bolita? [Pasado]

Un hombre corría por las callejuelas de Dark Home, la parte antigua para ser exactos, grandes edificios pero la mitad a medio construir y la otra mitad llenos de gentuza. No estaba haciendo footing, nadie en esa isla de mala muerte hace deporte a las cuatro de la mañana, en una de las peores zonas, donde solo tratos oscuros y trabajos inhumanos tenían cabida, pero ese hombre corría por ahí, jadeaba, la respiración no era regular, cada vez parecía menos "normal" y si te paras a mirarlo detenidamente es, por que no estaba siendo alto "normal". El hombre corría cojeando, su mano derecha agarraba su muslo derecho, tenía algo que brillaba a la luz de las luces. El hombre con suma valentía agarro el hierro que atravesaba piel, musculo y puede que algún tendón para ejercer una fuerza equiparable a la del Rey Arturo cuando extrajo la espada de la piedra, pues hay que tener valor para arrancarse un cuchillo clavado en la pierna... "Clink, clink, click" Sonó el metal contra el suelo, pero ni aún así el hombre se detuvo, siguió corriendo mientras miraba de forma nerviosa, hasta podría decirse que paranoica, hacia atrás... ¿Le estaban persiguiendo? Era probable, solo alguien con ese problema seguiría corriendo desesperado aún con una herida en la pierna de la cual brotaba una cantidad a tener en cuenta de sangre...

-Soco... So...- Pronunciaba en voz baja, quería gritar a los cuatro vientos ayuda, pero era consciente, el sabía que si lo hacía, su depredador acabaría topándose con la presa, en este caso, el mismo... Su camino era predecible, se dirigía hacia la parte más "vivida" de la ciudad, donde la gente juega, come, bebe, vamos, lo que se suele hacer en la ciudad del pecado, pero aún le quedaban unas cuantas calles para acercarse a algún ser que se prestara a ayudarle...

Este ciudadano, antes de verse envuelto en dichas circunstancias, días atrás, robó a su jefe, no era un gran tipo, no tenía ni poder, ni influencias, pero si que se podría decir que era como un pequeño "encargado" este "jefe" a su vez, trabajaba para otro "jefe" que a su vez lo hacía para otro y así hasta poder decir que había robado algo de dinero a la familia "Ly" la cual cada vez que algún empleado suyo iba por el camino incorrecto, le acababan... Como decirlo... "Adiestrando" de forma sutil, pero esta vez, el pequeño ratón robó más de lo que el gran león dejaría pasar...

¿Correrías tú en medio de la noche si le hubieras robado a una de las grandes familias mafiosas de Dark Home?

Si lo pienso detenidamente, es bastante gracioso que para lo poco que me gusta este sitio, las veces que he acabado en esta isla. No tenía una de las principales cosas que me encantaban del día: el sol. Todo el rato hace un fresco demasiado insulso como para ser agradable, pero lo justo para ser incómodo. No había ni rastro de verde en estas calles y mira que estoy intentando encontrarlo, si no nadie en su sano juicio decidiría caminar por estas calles para pasear. De todos modos, tenía que admitir que había cierto encanto en estos edificios tan altos, me hacen sentir un tanto acogido, mirar hacia arriba y ver a un gigante así es bonito, por eso no podía evitar levantar la vista para ver los rascacielos, algunos incluso tenían decoraciones de lo más curiosas.

De todos modos, igual no debería haberme quedado tan absorto en este curioso paisaje, porque el paseo había pasado de ser eso a que no sabía dónde estaba. Lo único que sabía era que no debía ser una muy buena zona porque ya no había siquiera el mínimo transeúnte malhumorado por la calle ni algún puesto de comida basura. Comida basura… Me lo tenían prohibido, pero si en algún momento podía escaparme y comprar algo, lo hacía. Por eso en parte había salido. Estaba ya a punto de rendirme y usar las alas para simplemente salir volando cuando noté un golpe en el pecho que me tiró hacia atrás. Noté el duro suelo en el culo y levanté la mirada para ver qué era lo que había pasado.

Incliné la cabeza con curiosidad hacia un lado cuando vi con mis propios ojos al hombre que tenía delante. Calva impoluta, bigote de lo más gracioso, traje increíblemente arreglado; de hecho, si no fuese por la herida que tenía en la pierna, habría pensado que era solamente un tío un tanto distraído un poco soso. Me levanté, limpiando un poco el polvo que tenía en la ropa y le ofrecí la mano.

-Mmm… Mis tripulantes me han dicho que antes de saltar a conclusiones y meterme en problemas, pregunte primero. ¿Lo de la pierna ha sido una caída tonta, pero desafortunada o es que estás en peligro?- Dije con relativa calma, pero con ritmo rápido en caso de que estuviera a punto de tener que pegarme con los causantes de la herida-. ¡Oh! ¡Disculpa, casi se me olvida! Soy Yor D. Krein, futuro rey de los piratas, ¡un placer!

A estas alturas era más un ritual que otra cosa, yo creo que da buena suerte. Era algo que hacía el anterior rey así que esperaba que de algún modo me trajese buena suerte. Y si no lo hacía, al menos siempre era de lo más divertido ver la reacción de toda la gente a la que se lo decía. Parpadeé un par de veces para centrarme ya que seguramente al pobre diablo que tenía delante no le gustaría que justo después de ofrecerle ayuda, me viese irme hasta las nubes.

-Ayuda... Me persiguen...- Dijo el hombre en un tono bajo pero audible, se agarró a la camisa del joven con aspiraciones a la corona de una de las facciones de este mundo pero en seguida la situación fue interrumpida por otro hombre, calvo, de vestimenta negra, guantes y sobre todo gafas de sol... Sí, es de noche pero a él le da completamente igual, dicho ser apareció entre las sombras limpiando el cuchillo que previamente se clavó en la pierna del hombre para más tarde ser tirado al suelo. Mako era quien limpiaba el cuchillo con un trapo... ¿Adivinas el color? Sí, rosa... Naaa es broma, es negro. -Mil disculpas buen hombre, no he podido evitar escuchar su presentación... ¿Yor D. Krein? Le pido nuevamente otra disculpa por la actuación de mi compañero, se hizo daño por beber demasiado, yo me lo llevaré al médico más cercano- Comentó Mako mientras guardaba el cuchillo en la parte interior de la americana y le ofrecía la mano al herido...

El hombre que antes huía, ofrece su mano temblorosa a Mako, resistiéndose a soltar la que agarraba a Yor, pero finalmente cediendo para apoyarse sobre el otro calvo quien tras acomodar al herido vuelve a pronunciarse -Muchas gracias futuro Rey pirata, espero que consiga su sueño, bien, nosotros nos retiramos- Poco a poco empezaron los dos roll-on a caminar nuevamente hacia la oscuridad mientras el herido de nombre Chack miraba con suma pena, cual cordero degollado, cual res al matadero al pirata por ultima vez... -Vamos Chack, te curaremos esa herida, Rein estaba preocupado- Al pronunciar ese nombre, para alguien atento habría visto como se bloqueaba un segundo y para alguien no tan experto podría fijarse en que se estaba orinando encima.

Poco a poco, paso a paso el oscuro callejón les cubría con su manto negro -Lo... Lo.. Devolveré...- Pronunció con suma dificultad -No te preocupes, eso ya está solucionado- Y efectivamente era así, Rein, el lider de la familia ya había hecho sus planes, Mako le devuelve al herido, él lo cura, hasta ahí bien, acto seguido es metido en un barco y vendido como esclavo para pagar lo que robó y dar ejemplo. ¿No es muy sencilla la vida en Dark Home? Tiene hasta su encanto si no te inmiscuyes en su camino... -Vamos a almorzar, me apetecen un sandwichs de pollo con huevo- Comentó el calvo moreno (Mako)

Observé con curiosidad al nuevo hombre que se presentaba allí. Parecía que me estaba inmiscuyendo en un problema más grande de lo que pensaba, pero por lo menos tenía más intención de hablar que de pelear por ahora. Tras la primera frase dejé de escuchar al hombre, no tenía que hacer más que ver la cara del que me estaba sujetando para saber de qué iba la cosa. Ahora la cuestión era más sobre lo que tenía que hacer. Por una parte ni siquiera entendía lo que estaba ocurriendo, estos dos bien podrían estar actuando juntos para sacar algo de mí o incluso el que me estaba pidiendo ayuda podría ser un mal tipo. Fruncí un poco el ceño, sin duda alguna el contacto con Jin y con Ely me estaban afectando al cerebro, antes no pensaba tanto antes de meterme en los problemas de los demás… Pero claro, los problemas que eso me había traído habían alcanzado unos niveles horribles en su tiempo… Tragué saliva en cuanto vi esa mirada en el hombre herido. Mierda, me iba a meter en un lío.

Alcé el vuelo, haciendo crecer mis alas de hada de la espalda, para poder compensar la distancia que habían caminado y me puse delante de él con los brazos cruzados. Resoplé con molestía, haciendo que salieran unas pocas llamas de mi boca, acompañadas de humo que salió por mi nariz. En parte porque igual servía como disuasorio, en parte porque realmente me escamaba de sobremanera toda esta situación.

-Has sido muy amable, así que en parte me molesta un poco esto… Pero creo que no te voy a dejar que te lo lleves, el instinto me dice que no debería.

Me encogí de hombros después de decir eso. Al fin y al cabo todo se resumía a lo mismo. Hacer las acciones que te permitiesen dormir mejor por la noche. Y tenía bien claro que si después de ver la cara de este hombre no hiciese nada, me costaría bastante dormir. Era egoísta, pero por supuesto que lo era, soy un pirata. De hecho, no pude evitar sentirme mejor en cuanto se le iluminó la cara al herido, solo con esa sensación que afloró en mi pecho, ya tenía bien claro que estaba haciendo bien.

-Mira, no sé qué habrá hecho, pero si te ha hecho algo a tí en concreto podemos resolverlo, igual tengo algo en el barco que te sirva. Si no, que sepas que no tengo ningún problema con ganarte en una pelea.

Con suerte esto solucionaría un problema. Si no, crearía otro.

Cuando el hombre cayó con esas alas tan, digamos coloreadas, el fuego en la boca y la humareda que le salía de la nariz, o una de dos, se estaba fumando un psicotropico que había afectado hasta a Mako o aquí estaba pasando algo raro -¡Pero que puñetas!- Gritó el matón tirando al herido al suelo del susto a la par que daba un salto hacia atrás -¡¿Eres un hado madrino?!- Preguntó mientras se quitaba las gafas, frotaba sus globos oculares y se volvía a poner dichos lentes. La verdad que le pilló un poco por sorpresa, no esperaba ver un capullo de seda medio evolucionado. Miró a Chack sorprendido quien tenía una cara de ilusión que brillaba en la oscuridad, Mako no entendía como no podía estar tan sorprendido como el pero pronto le dio sentido a una historia para que su cerebro pudiera procesar tanta información -Vale, me has drogado... Chack, te has pasado, pero no conseguirás que falle en mi trabajo...- Comentó mientras sacaba el cuchillo de su solapa, el que había limpiado previamente y mientras lo agarraba del filo apuntaba con el mango al pirata -Bien, te explico, algo afecta a mis sentidos y te veo algo distorsionado pero eso no va a evitar que cumpla con mi trabajo. Si Chack me hubiera hecho algo a mi, iría a tu barco encantado, me llevaría algo de valor y aquí paz y después gloria, pero no me han contratado para volver con las manos vacías, por lo que lo siento mucho pero me lo llevo yo...- Afirma imperativamente...

Sin dejar de apuntar a Yor, le da un pequeño toque con la punta del pie al herido para que se levante, quizás casualidad o queriendo pero le da en la herida lo cual hace que este se queje, se levanta mi va corriendo un par de metros hacia Yor antes de caer al suelo -¡Ayudame, si voy con él me matará!- Que decepción... Los que no saben cuales son sus motivos de vida y meten a otros en una guerra que no les pertenece no merecen vivir... Por suerte para Chack, la orden era traerlo vivo, pero de daños colaterales no decía nada... -Señor Yor el Rey pirata, por favor, no se meta, no es su lucha- Comentó como ultimo intento de evitar matar al Hado madrino, aún que aún habían dudas en la cabeza de Mako, de si apuntar a la cabeza o a un ala

El cuchillo estaba bien afilado, titubeaba al apuntar pero aún así la puntería de Mako estaba por encima de la media, ¿Conseguiría llevarse a Chack sin problemas?

Me sorprendió un poco lo mucho que se acercó a la hora de adivinar lo que era realmente. Bueno, las alas sí que parecían las de una hada y en cierta manera incluso lo era, pero seguro que si completase la transformación lo último que habría pensado es en una dulce hada.

-Más o menos, soy un hada salamandra, guardián del fuego y un par de cosas más aburridas.- Chasqueé la lengua molesto, si había una organización detrás no sería tan sencillo como salir de esto hablando.

Observé como el rehén salía despavorido hacia mí, por suerte no estaba lo suficientemente herido como para no poder moverse y sus reflejos no estaban nada mal si pudo ver la apertura para huir. Con cuidado lo levanté mientras le sostenía la mirada al matón, que ni siquiera había tenido la decencia de presentarse para poder llamarlo por su nombre. Si esto iba a escalar a más, tenía que asegurarme de que no fuera a por mi desafortunado amigo en caso de ir perdiendo. Por tanto, inflé el pecho, inflándolo por encima de la capacidad de una persona normal y luego fui exhalando poco a poco un fuego que se fue serpenteando hasta colocarse detrás de mí. Formé un muro de fuego para crear una forma de ring de pelea y crucé los brazos.

-Por supuesto que no es mi problema, si no me metiese en todo lo que me apetece, no viviría nunca ninguna aventura. Ahora bien, he visto a mucha gente y peleado con aún más y… Desde luego no parece muy fuerte… Así que te voy a dar una última oportunidad de rendirte.

Tras decir aquello dejé que la transformación floreciese un poco más, quizá con eso el calvo este entendería que no tenía que elegir pelear. Mis extremidades se alargaron, haciéndome bastante más alto, llegando sobre los cuatro metros, la verdad es que nunca lo había medido. La mitad de mis brazos y piernas tomaron un color negro total, con manchas amarillas, conforme las escamas reemplazaban la piel. Mis ojos pasaron a ser también del mismo color, es decir, un negro absoluto y mi pelo se convirtió en un fuego que crepitaba con anticipación a la pelea. Por supuesto, mi cola y alas se quedaron igual que antes, si eso, crecieron un poco más para acomodarse al nuevo tamaño de mi cuerpo.

-Así que ya sabes, te lo repetiré por última vez. Date media vuelta, dile a tu jefe que no pudiste encontrar al fugitivo y cada uno tan pancho.- Le sonreí entonces, mostrando los afilados fuentes que tenía.

-¿Hada Salamandra? ¿Tú te crees que por que me hayas sorprendido no voy a pensar que es un truco? Lo de la espalda puede ser una especie de cometa, lo demás trucos de magia baratos, mira mocoso, no estoy para tonterías- Comentó, claramente era un poco escéptico a pensar que tenía una hada madrino en los morros, su posición era chulesca, no se achantaba ante tipos como ese que venía con trucos de circo para hacer pensar que... Espera... Espera... ¡No, no, de verdad, ESPERA! No pudo reaccionar cuando de pronto Mako se vio rodeado por unas llamas que aparecieron de la boca del tipo raro -¡Pero que puñetas! ¿¡De donde demonios sales híbrido de mariposa y dragón!?- Claramente no sabía de la existencia de las dichosas frutas del diablo. claramente ahora mismo estaba flipando en colores, ni se acordaba que tenía que llevarse a Chack, cosa que ahora mismo era bastante imposible...

La propuesta de rendición del engendro maripagon no iba bien estructurada, no tenía ningún beneficio para Mako, había una amenaza y hasta una falta de respeto, cosa que el orgulloso matón del tres al cuarto no iba a dejar pasar -¿Has peleado con más gente, no parezco fuerte? No me hace falta fuerza, simplemente soy más listo- Comentó llevando tranquilamente la mano a su espalda y del cinturón sacando su revolver con el cual apuntó directamente al pecho de Yor. Pero la tortura de Mako no terminaba ahí, el maldito autoproclamado rey de los piratas empezó a crecer, a cambiar de color, co** a parecer un maldito renacuajo con brazos... Las gafas de Mako se torcieron, la boca no podía ser cerrada, estaba "I am fliping con my life" ya me entendéis. Ante las ultimas palabras del monstruo reaccionó un poco, aún que creía que estaba dentro de una pesadilla. -¿Que me de la vuelta? ¡Me has encerrado maldito draposon!- Sí, encontrar la palabra que defina la aberración de la naturaleza que tenía frente a el no era cosa fácil -Eres un ser extraño, seguro que algo valdrás... Además eres grande, no puedo fallar.- Comentó, apuntó al centro del pecho y disparó la primera bala "BANG" sonó, el estruendo se hizo presente pero enseguida se apagó y dejo paso al crepitar del fuego que rodeaban a los dos enemigos -¡Chack, vendrás vivo o muerto!- Sentenció gritando a la nada pues no podía ver a Chack por culpa del llameante muro

Me dio rabia, porque todo lo que me había esforzado por mantenerme serio para que la amenaza surtiese efecto se esfumó en cuanto me llamó mariposa dragón, no pudiendo evitar reírme por la misma sorpresa. No iba del todo desencaminado, pero dicho en voz alta parecía más la invención de un loco que lo que era realmente. A veces se me olvidaba que las frutas del diablo eran algo escaso ya que si yo tenía una, tampoco debían de ser demasiado difíciles de conseguir, ¿no?

-Técnicamente no lo soy, me comí una fruta del diablo, unas frutas de lo más raras que dan habilidades aún más raras a quiénes se las comen. Supongo que conforme más tiempo lleves en este mundo, más gente como yo verás.- Asentí ante sus palabras-. Mucha gente es más lista que yo, solo tengo que ser mejor que eso.

No me molesté en explicarle que le podría abrir un camino, no iba a atender a razones. Lo entendía porque estaba igual de testarudo que cuando yo me decidía a pelear, un poco como lo que estaba pasando justo ahora. Y pensar que yo solo estaba dando un paseo de lo más agradable hace tan solo unos minutos… Miré fijamente el arma que sacó, no parecía estar modificada para disparar balas de piedra marina y, sinceramente, debido al desconocimiento que el calvo este tenía sobre las frutas del diablo, dudo mucho que tuviera un cargador con ese tipo de munición, sobre todo con lo caro que era. Hinché la garganta como si un sapo fuera para escupir un buen montón de mi veneno que se solidificó al entrar en contacto con mi brazo, creado así una especie de escudo que utilicé para detener el disparo sin tener que esquivarlo y arriesgarme a que le diera al tal Chack.

-¡Este tío parece bastante enfadado, así que yo que tú huiría!- Alcé también la voz, sin despegar la mirada de mi adversario-. Sin embargo, como no soy él, me quedo a pelear.

Sentencié por lo bajo mientras me fijaba en cómo atacarle. Sonreí satisfecho en cuanto se me ocurrió cómo acercarme sin estar muy pendiente de los disparos. Volví a hinchar la garganta solo que esta vez en vez del veneno empezó a salir una cortina de humo que evitó que nos pudiéramos ver. Una vez cerré la boca me metí en esta, intentando discernir por el sonido en qué posición estaba, por suerte no pareció moverse mucho. Bueno, por suerte y por los muros de llama que lo rodeaban. Me agazapé en el suelo, preparando el ímpetu del salto y una vez estuve listo, me abalancé sobre él como si fuera un puma para devorar a su presa. Sin embargo, en vez de comérmelo como haría un puma, lo derribé en el suelo con intenciones de desarmarlo. No iba a matarlo, después de todo simplemente estaba haciendo su trabajo, solamente había tenido muy mala suerte encontrándose conmigo.

El hado madrino informó a Mako sobre las frutas del diablo, pero él solo había oído hablar de dicho cuento en... Bueno, en eso, en cuentos e historias para críos, para que pudieran pensar y creer que podrían ser cualquier cosa en un futuro, una simple treta para estimular su imaginación, pero hay que admitir que lo que el tirador tenía en frente era un dragón y esos animales no existen, por lo que la mitología era cierta o las frutas y ese enemigo no tenía por que mentirle, no ganaría nada... Igualmente todos pensarían que Mako estaba loco... Otra cosa que le extraño es lo que dijo "Cuanto más lleves en este mundo" llevaba suficiente y nunca había visto una ¿Quería decir que el lagarto mal formado había visto más?

Lo que pasó a continuación fue... Hacks -¡Y una mierda! ¿¡A parte de fuego también escupes mocos que desvían balas!? ¡¿Pero que tipo de dios con mente enferma ha creado semejante aberración del diablo con tantas habilidades?!- Gritó, a ver, muy desencaminado no estaba... -Eres un supuesto humano que puede transformarse en un dragón que más que un reptil mitológico, parece un lagarto que de alguna forma a acabado en una crisálida acabando mal formado con la fealdad de un gusano y las alas de una mariposa, que aparte ¡Por si fuera poco! Escupe fuego y mocos duros como piedra... Dime... ¡También puedes volar ese cuerpo gordo y feo con esas mierda de alas!- A ver... No es por disculparle, quizás estaba un poco fuera de sus cabales, pero admite que si una fusión entre los pokemon butterfree y Krookodile se te aparece delante, con unos poderes demasiado rotos para una persona normal (y de nivel 1) que nunca ha visto a un usuario... Puede desquiciarse un poco...

Aún flipando un poco por el mal sueño que estaba teniendo pensó un poco... -¡No voy a morir!- No podía con el dragón, pero su objetivo era humano. Quien le había hecho enfrentarse a ese dragón homosexual estaba detrás de las llamas y protegido, pero morir cumpliendo la misión es algo que estaba en los pensamientos de Mako... Agarró su americana, se la quitó y salió corriendo dirección el muro de fuego. Cubriendo su cara y manos saltó dicho muro llameante y lo atravesó, claramente quemó ropa y piel, pero no la que necesitaba, los ojos y los dedos estaban intactos, la chaqueta no valía ni pa trapos pero atravesado el problema principal entre las llamas, humo y americana bastante cara estaba Mako con su revolver en mano... "BANG BANG" sonó dos disparos directos a Chack... No tenía tiempo para apuntar por lo que disparó al bulto...

Su misión no era matarlo, si no darle una paliza, no quería disparar a matar... Pero si el iba a morir Chack que fue el causante de todo esto, también lo haría... ¿Podría el dragón proteger al humano de todo?

Me llevé una mano al pecho claramente ofendido, mirándome por encima, no entendiendo de dónde venía tanto insulto hacia mi apariencia. Nunca había sido demasiado consciente de mi aspecto y desde luego no solía importarme lo más mínimo, pero había sido especialmente cruel con sus palabras.

-A ver, ya te he dicho que no soy un dragón, soy un hada salamandra que es un tipo de hada un poco extraña… Pero bueno, puedo hacer lo que una salamandra y un hada de fuego, sin más.- Puse una cara de horror cuando me dijo eso sobre mis alas-. ¡No estoy gordo! ¡Estás siendo muy cruel sin ningún tipo de motivo! ¿Le hablas así a todo el mundo con el que quieres pelear? Que sepas que eres el peor rival que he tenido nunca y mira que casi me matan una vez.

Al parecer no fue demasiado buena idea eso de distraerme con sus provocaciones porque después de gritar se lanzó contra el fuego como un lunático. Por suerte pude disminuir la potencia del fuego en esa zona para que no se achicharrara vivo.

-¿Pero quién ha hablado de matar a nadie? Si esto está siendo más bien una pelea un tanto aburrida que…

Me callé cuando escuché los dos disparos. Mierda. Con un movimiento de brazo las llamas se extinguieron completamente y fui con velocidad hacia las dos figuras. Vi que uno de los disparos le había dado al tal Chack, que estaba tirado en el suelo retorciéndose de dolor. Cuando pasé por el lado del calvo que quería matar al otro calvo, moví un dedo para crear dos esposas de fuego que se enroscaron alrededor de sus muñecas y tobillos.

-Mientras no te resistas no deberían quemar, es más como una manta calentita. Aunque ya te vale, yo solo quería pelear un poco y al final le has pegado un tiro…

Me agaché a su lado y vi que tenía sangre por la parte de atrás de la camisa. Se la subí un poco para ver si efectivamente la bala había salido, comprobando que sí. Le quité un anillo que tenía en la mano y le eché fuego hasta que se puso al rojo vivo, usándolo luego para cerrarle las heridas de bala. Me levanté entonces, poniendo las manos en mis caderas mientras analizaba la situación.

-Bueno, creo que lo mejor será que me vaya. Tú con las esposas y tú con las heridas así creo que es una situación bastante justa para que resolváis esto ya por vuestra cuenta, ya ha dejado de ser divertido todo esto…

1r Persona:

Un pavo de navidad ¡No! Mejor, un cerdo al horno, solo me faltaba la manzana en la boca para parecer uno de verdad, así es como me sentía, las llamas desaparecieron, Chack herido por lo que mi misión estaba cumplida y yo atado de pies y manos como lo dicho, un cerdo al horno... El lagarto tenía razón, cuanto más me resistía más dolía, más quemaba por lo que me relaje, no era idiota, sabía de que era capaz y de que no -No puedo contigo, eso lo se y mi misión está cumplida, con el disparo y lo que sea que le hayas hecho me sirve- Claro, no vi muy bien lo que hizo pero si pude notar como dejaba caer algo y el otro chillaba como un cochinillo... Que cerdo estoy hoy con las comparaciones... Intenté incorporarme pero solo conseguí apoyar mi espalda contra la pared -Maldito monstruo ¿Te aburres y nos dejas aquí? Tranquilo, la próxima estaré más preparado para entretenerte de una forma que te gustará...- No sabía nada, pero era simple, ¿Mis balas no podían con sus mocos? Necesitaba mejores balas, ¿Escupía fuego? Necesitaba algo contra el fuego ¿Era fuerte? Necesito armas más fuertes... -Escucha bien con tus orejas de hijo de lagarto del desierto con polilla de armario, la próxima vez seré yo quien te gane...- Dije las palabras seriamente pero siendo sinceros no estaba muy convencido, no podía procesar lo que había pasado esta noche, aún me quedaba una pequeña idea de que Chack, había conseguido que ingiriera setas alucinógenas

Mi arma en el suelo frente a mi, se me cayó con las esposas de fuego, atado y reducido... Necesitaba mejorar, parecía que los cuentos eran reales y que habían monstruos en el mundo... -Pero... Puedo perdonarte la vida con una condición y solo una... Trabaja para mi- (Silencio incomodo y ruido del viento pasando por los callejones) Sí, me gano y quería matarle puesto que no nos olvidemos que acababa de ridiculizarme, pero... ¿Y si conseguía ese poder? Que trabajo en el bajo mundo, con su poder podría llegar a ser el rey de aquí... ¿Sería tan tonto como para aceptar?

Vi cómo se apoyó en la pared y por pura cortesía decidí sentarme a su lado, el chico estaba herido y no hacía falta fardar una vez el combate había terminado así que pensé que sería mejor que no tuviera que forzar demasiado la voz. Me fui convirtiendo poco a poco en humano, cansado de que se burlase de mi forma de salamandra, sigo creyendo que por muy mal perder que tengas tampoco hace falta ponerse así con el aspecto de otro. ¡Ni siquiera había hecho un triste chiste de calvos para no caer bajo!

-Ey, yo tampoco diría que soy un monstruo, solo un pirata que estaba de paso.- No pude evitar sonreír, contagiado por la emoción que mi compañero de pelea estaba sintiendo de golpe-. Yo estoy encantado de pelear, espero que la próxima vez sea tan interesante como dices, lo estaré esperando con ganas.

Me levanté entonces, pensando que todo lo que se tenía que decir había quedado dicho entre los dos, pero antes de poder dar el siguiente paso, me giré para oír la propuesta tan disparatada que había soltado. Empecé a reír a carcajadas, llorando un poco incluso. El tío acababa de perder un combate, estaba atado de pies y manos y aun así, sin ningún tipo de vergüenza ni duda me había pedido estar bajo su mandato. Cuando por fin pude recomponerme después de todo lo que me había carcajeado, lo miré con una gran sonrisa, el hombre empezaba a ser mucho más divertido de lo que había sido a lo largo de todo este combate.

-Lo siento, amigo, pero juré no volver a estar bajo las órdenes de nadie, soy un pirata, ¿cómo quieres que renuncie a la libertad de la que tanto me enorgullezco?- Sin embargo, no me fui en ese momento, me lo quedé mirando unos segundos, pensativo-. ¿Te quieres unir tú a mi tripulación? Ya te digo que si lo que te va es meterte con la gente y ese rollo, mejor declina la oferta, pero me ha gustado tu actitud, podría ser interesante ver hasta dónde puedes llegar con una personalidad así.

No perdía nada en preguntarle y desde luego mi nuevo amigo había demostrado tener algún tornillo suelto. Todos esos gritos de lunático que me había lanzado durante el combate, lo poco que había dudado antes de saltar a través de un muro de llamas con tal de cumplir lo que quería hacer y, ahora, por último había pensado que por algún motivo podría decir que sí a su oferta de trabajo. Pues bueno, a mí también me faltaban unos cuantos tornillos, así que la misma falta de vergüenza se ha presentado cuando le he hecho esa pregunta.

-¿Unirme a ti? Lo siento pero no me interesa, en las sombras vivo bien, la mentalidad del pirata no encaja con la vida que quiero, ¿Vivir libres? Yo prefiero rico, vais en un barco, vivir en el mar, sois a mi modo de ver lo más parecido a un vagabundo en una cascara de nuez, envidio la libertad que tenéis pero no la forma de llevarla, si es verdad que muchos viven como reyes, son perseguidos hasta los confines de la tierra, yo no quiero llegar a ese nivel de tener que dormir con un ojo abierto en un viaje tranquilo. Prefiero vivir aquí donde siempre necesitas tener un ojo atento, así no me relajo, no me confío... Esa vida os lleva a cometer locuras, meteros en "aventuras" la cual no esperáis... Yo decido donde voy y lo que me puedo encontrar por un módico precio claro...- En ese momento se me encendió la luz... -Acaso claro está que "unirme a ti" sea un eufemismo de "te contrato a tiempo completo" en ese caso ¿donde está tu barco?- No era una oferta, pero si pagaba suficiente podía llegar a pensármelo...

Era gracioso como cambió un combate a muerte (Por lo menos desde mi punto de vista lo fue) a una estrategia de "contratación" por las dos partes, pero este tipo de monstruos tenía que atraer a otro tipo similar y yo no estaba ni preparado ni con ganas de enfrentarme a titanes de antaño y menos de forma gratuita -Eres un monstruo, eres como un rey marino para hacer una comparación, por lo que atraes a otros reyes marinos o a grandes barcos de pesca, cazadores de reyes y demás. Actualmente me duele decirlo pero soy un tiburón, no estoy a ese nivel...- Bua, ¿notáis eso? ¿No lo habéis oído? Era el ruido de lo que me costó tragar mi orgullo para decir eso, pero a la vista estaba que este nivel era muy superior... -Pero en parte te lo agradezco, gracias por enseñarme tu nivel de combate... No sabía que había otro techo que superar...- Era bueno, pero ahora era más del montón...

Lo escuché atentamente mientras hablaba, no entendía qué era lo que no veía atractivo de todo aquello que conllevaba la vida del pirata. Cada una de sus palabras me hizo sonreír, pues era lo que yo ansiaba en mi vida. Supongo que si alguien no podía ver lo bonito de esa parte, no tenía ningún sentido seguir insistiendo. Alcé una ceja incrédulo cuando me pidió dinero a cambio de sus servicios, después, tras ver que lo decía en serio, solté una sonora carcajada, limpiándose un par de lagrimillas que habían salido.

-Nop, gracias, pero no me interesa contratar a nadie. Yo no quiero un grupo de mercenarios, la confianza y lealtad de un mercenario dura y es tan intensa como el oro que tengas y ser rico no es algo que busque activamente, así que mejor no. Toda la gente que se me ha unido hasta ahora, son gente en la que confío plenamente y sé que aunque acabe más pobre que las ratas no se irán de mi lado.- Cuando siguió hablando, no pude evitar inflar el pecho con cierto orgullo corriendo por mis venas-. Bueno, no sé yo si soy un monstruo marino, pero muchas gracias, amigo…

Sonreí de forma boba, creo que era la primera vez que alguien me decía que tenía poder. Negué con la cabeza un par de veces y me centré en lo que había venido a hacer. Con la tontería, el paseo nocturno se había alargado bastante más de la cuenta y mi tripulación podría estar empezando a preguntarse dónde demonios estaba. Desplegué las alas, esta conversación no iría a ningún lado. Me alcé un par de palmos del suelo y miré a mi calvo amigo unos segundos antes de hablar.

-He de admitir que al final sí que me lo he pasado bien con nuestra pequeña pelea. Si alguna vez estás en apuros, grita mi nombre y si estoy cerca acudiré a ayudar.- Solté una pequeña risa y tras hacer un gesto con la mano, salí volando de allí.

Ay, mierda, igual debería haberle dado un trozo de la vivre card… Meh, da igual, seguro que nos volveremos a ver en algún punto.