Un encuentro Familiar en el espesor de la blanca nieve (Privado Ix D. valieri)(Pasado)

Nos situabamos en el South Blue Kiyoshi y yo. Ambos escapados años atrás de la Isla Sangou. Los marineros con los que habíamos reclutado se estaban portando bastante bien, realizaban todos los que aceres del barco, teníamos incluso un cocinero en nuestras filas que preparaba exquisitos platos para mi y Kiyoshi, mi segundo al mando. Lo último que recuerdo fue que celebrábamos en el barco y que casi todos estábamos emborrachados. Luego el barco se sacudio ferozmente como si hubiésemos chocado con alguna roca, los más sobrios se asomaron y enseguida algo los atrajo desde sus hombros hacia fuera de la cubierta. Mis ojos se cerraron lentamente mientras mi rostro se mantenía pegado a la madera de la cubierta. - ¡Nos esconderemos... - dijo una voz en mi oído mientras finalmente caía inconsciente luego de que alguien intentase moverme, el lugar se había achicado inmediatamente en donde me habían metido. Estruendos de pasos dentro del barco que hacían temblar mi cuerpo de tan rápidos que era, no sabía que sucedía pero de lo que estaba bien seguro es que estaba ebrio.

Todo era oscuro, movimientos bruscos de lado a lado y un interminable olor a alcohol en mi nariz. Mi cuerpo no se podía mover mucho, me sentía atrapado y débil físicamente, no sabía realmente porque de mi estado ni de donde me encontraba pero de lo que estaba seguro es que estaba en un barco, porque en cierto agujero eche un vistazo con uno de mis ojos y lograba ver a personas movilizándose de lado a lado. - ¡Sáquenme de aquí, bastardos! ¡Kiyoshi maldito, dónde estas! - grité para que me escuchase alguien pero sin éxito alguno. Después de pedir ayuda, un inquebrantable escalofrío cruzo por todo mi cuerpo. Se podían ver copos de nieve caer en la cubierta del barco desde el agujero, el frío incrementaba enormemente y la madera del barril se enfriaba muy rápido. Sin duda alguna ya no estábamos en el South Blue.

Podía ver las piernas de varios moviéndose de lado a lado, sin duda alguna, habían tomado mi barco otras personas, no reconocía a ninguno y tampoco podía ver al cocinero con su implante en la pierna derecha de madera. El barril en el que estaba alguien intento tomarlo, pero al parecer tuvo que llamar a muchos otros para poder cargarlo. - Malditos... ya verán cuando salga de aquí. Los destruiré - bajamos por una rampa, los tipos no paraban de quejarse por lo pesado que estaba el barril, creían que habría bastante oro como para que pesase tanto. Pero por sorpresa, se iban a encontrar con un yo bastante cabreado.

Mis dientes temblaban de tanto frío, el sonido que hacían cada vez que chocaban entre si era hasta irritante para mi. Los sujetos dejaron el barril frente a una multitud - ¡Hehehe! ¡A ver que tenemos aquí, espero que sea un buen botín. No asalte ese barco por nada. - grito emocionado el supuesto ''Capitán'' pero que por su desgracia saqueo el barco menos correcto para él. - ¡Malditoooooooooooooooooooo! - rompí la tapa que me mantenía encerrado de un golpe bastante energético y con todas mis fuerzas. El rostro del hombre estuvo en el trayecto y próximamente cayo en el suelo debido al fuerte estrellón. Todos se mantuvieron en silencio, me crucé de brazos mientras arqueaba una ceja viendo a todos los presentes - A ver, a ver... ¡¿quien diablos me metió aquí?! - fruncí mi rostro, tomando un rostro bastante desagradable y temible para los impostores.

Mi estómago rugió bastante rápido luego del momento de valentía por mi parte. - Tengo... hambre... - mire maravillado a un chico que comía una carne bastante exquisita. Ignore por completo al resto de ''piratas'' que pronto iban a sacar sus pistolas, espadas y garfios para matarme al dejar inconsciente a su Capitán. Me acerque a pasos lentos y pasando por encima del sujeto que recién golpeaba. - Yo... necesitar... carne... - saque mi lengua que estaba bastante seca, mi cuerpo temblaba como si fuese un vagabundo y toda mi energía se fue inmediatamente cuando recordé que llevaba tiempo sin alimentarme o beber algo. Necesitaba calor pero que por suerte había una chimenea generando fogaje en toda la sala.    

Asentí con la cabeza varias veces, agradeciendo su invitación a comer. Aunque realmente le estaba obligando de cierta forma a darme un poco de su carne, pero que más da, él accedió a darme y yo acepte con una gran sonrisa en el rostro. Los tipos de antes mantenían un rostro incrédulo por lo recién sucedido, pues, de un solo golpe había acabado con su supuesto líder. - ¡Hehehe! Gracias, gracias... pero tú pagas, eh... - dije maravillado y sonriendo como si fuese un gato travieso. No pasaron ni muchos segundos para que uno de los subordinados se acercase y hablara con el muchacho que me había invitado a comer, en un instante todo se volvió un caos. Creo que por aparecer repentinamente desde dentro del barril se alertaron todos. El muchacho que me había invitado la carne estaba siendo amenazado y pronto se iba a levantar para poner en orden al busca pleitos. Mis ojos solamente se fijaban en mi comida, comiendo y tomando rápidamente lo brindado por el muchacho.

El ruido era tanto que se tuvieron que ir hacía afuera del local, ni loco iba a salir con esta nieve cayendo a montón, podría darme una hipotermia de lo fuerte que era. Pero que mas da, a mi también me iban a buscar problemas y lo mas recomendable era defenderme. Con una de mis manos cautelosamente la dirigí hacia mi cintura intentando tomar una empuñadura de mis katanas al escuchar los pasos desde atrás de un sujeto, seguramente del grupito que había secuestrado mi barco y que ahora estaban la mayoría afuera con el muchacho de la comida. Me sentía culpable con que lo metiera en tanto lío así que, desenvaine mi katana y realice un corte a la altura del pecho al tipo que se acercaba a apuñalarme por la espalda. Su cuerpo cayo inerte en el suelo y el resto se iba a abalanzar contra mi, tuve que salir corriendo del local y con la carne entre los dientes. - ¡Muchacho, agradéceme después, hehehehehe! - dije saltando hacia unos tres que se manifestaban delante de mi ''amigo'' y cortando horizontalmente sus estómagos con la katana.

Me coloque a un lado del muchacho y le hable mientras masticaba - Oie... zabes khe erez muuuyyy valllieeennnteee - mis palabras se entendían a duras penas pero que seguramente podía entender el muchacho estando a lado mio. Escupí el hueso de la carne restante de mi boca y tome otra de mis katanas para desenvainarla rápidamente. - Escuche que eres un usuario. E-R-E-S F-A-B-U-L-O-S-O - dije con mucha inocencia pero con toda la sinceridad en esas palabras. Me interesaban las habilidades del muchacho y que posiblemente me podría servir para algo grande más adelante. Pero, dejando de lado todo eso, necesitaba un abrigo también, mi cuerpo se llenaba de escalofríos e intentaba disimular con buenas habilidades con las katanas entrando en calor, pero que era muy obvio al no estar muy acostumbrado al clima. - Bueno es hora de acabar con ellos de una vez... robaron mi barco y seguramente Kiyoshi este... un momento... Kiyoshi... dónde demonios estas - otro problema que se me adentraba a mi mente era sobre mi compañero, quizás ellos lo tenían secuestrado o tal vez hasta muerto. Si no seguía con vida, no tendría misericordia con ninguno de ellos.

Realizaba un corte horizontal al estómago de un enemigo con ambas katanas en forma cruzada. Arqueé una ceja cuando vi a un grandulón con un mazo bastante enorme, dispuesto a aplastar al usuario de la akuma de una vez por todas, sin embargo, el chico era del tipo logia por lo que tenía mucha más ventaja contra los ataques físicos por lo que que acabo con él utilizando cierto elemento que su cuerpo llevaba, era muy interesante por lo que preste atención a sus habilidades y de esa forma poder descifrar de que se trataba su akuma.

En cambio, mi combate era extenso debido a la cantidad de ''piratas'' que se amontonaban hacía mi con sus espadas, garfios e incluso armas de fuego. - De dónde salen tanto de ustedes... parecen cucarachas - solté una larga sonrisa que luego de realizar otro tajo al estómago de uno de ellos cambio completamente a una persona más seria, no me preocupaba mucho la cantidad de enemigos sino el frío que estaba asolando mi cuerpo, de cierta forma me estaba creando muchas molestias.

Salte por encima de varios de los enemigos y desde la espalda de ellos comencé a realizar cortes largos con las espadas utilizando mis habilidades innatas creando ciertas ráfagas de aire cortante que hacía a los enemigos provocar heridas en todo sus cuerpos, muchos cayendo desde los cielos y soltando un último suspiro al tener los ojos blancos demostrando que estaban completamente fuera de combate. Muchos cuerpos se encontraban en el suelo, el muchacho de la akuma fue rociado por cierta agua que cargaba otro hombre bastante desconocido, tenía la apariencia de un ninja que mediante sus habilidades logro atar al chico a una roca.

- Oye, oye ustedes empezaron. Asaltaron mi barco sin permiso y por ello sentirás toda la ira que he traído encima... caerá todo el peso en ti, bastardo. - solté una leve carcajada mientras posicionaba mis katanas en paralelas de manera vertical al tipo. El sujeto no era hablantin, pues no reacciono ante mi comentario y simplemente deslizo de sus mangas varios shurikens que pronto iba a lanzar a mi. - Vamos, vamos... espero que des más batalla que tus compañeros. - amplié una sonrisa mostrando los dientes al ninja mientras ondeaba mis espadas de lado a lado pero siguiendo la misma postura.

El ninja realizo un movimiento apresurado, lanzando dos shurikens desde sus mangas a mi cuerpo de manera bastante rápida, que manteniendo mi visión hacía él logre bloquear cada uno de ellos con las espadas, pero aprovechando esa distracción el tipo de posiciono a mi costado derecho, pateando mi estómago sin guardarse nada. Por el impulso de la patada retrocedí mientras de mi boca salía algo de sangre. - Eres rápido... debo admitirlo. Pero ahora me toca a mi - dije mientras impulsaba mis katanas hacia el pecho del ninja en forma perpendicular, cortando profundamente esa parte de su cuerpo. Por detrás del corte una rafaga de viento se propago por el area como si lo hubiera atravesado limpiamente. - Puedes ser rápido. Pero no más rápido que el corte de mis espadas - sentencie mientras me daba la vuelta para dirigirme hacia el muchacho de la akuma atado a una roca y yo estando pronto a cortar sus ataduras con ambas espadas. - Quiero... que seas mi nakama. - dije mientras me tiraba al suelo, adolorido por la patada que me había propinado el ninja en el estómago. El ninja seguía de pies, su pecho estaba sangrando bastante y pronto iba a caer su cuerpo contra el suelo quedando inconsciente al instante. - Mi nombre es Ix D. Valieri. El próximo Pirata más famoso del Mundo. Lograremos grandes cosas, te lo prometo. - dije con suma alegría, mientras recostaba mi cabeza a la nieve. El frío se estaba prologando más en mi cuerpo, estaba temblando de una manera bastante gracioso, intentando disimularlo pero siendo bastante obvio por mi parte.