[Pasado/Grupal] ¿Rivales? [Mido, Kogáto y Asder]

Shellstown, una isla que solo significaba problemas, más para un pirata ya que justo en el centro se dejaba ver una gran base Marine Ha saber porque vine aquí pudiendo evitar esta isla, pero bueno, solo queda ver qué sucede, solo espero encontrar algo interesante y divertido. pensaba mientras se bajaba del barco y con una mano lo llevaba adentro de la playa para que la corriente no lo dejara sin medio de transporte. Observó la playa y en cierta manera le traía recuerdos de lo que había pasado en otra isla similar a esta, suspiro tranquilamente mientras avanzaba con tranquilidad, sus ojos verdes analizaban cualquier movimiento, notaba que habían dos personas que lo miraban con curiosidad…no le dio mucha importancia ya que de momento no quería problemas, sabía que los iba a tener pero no quería tener que luchar tan rápido, y aparte le faltaban ganas para luchar.

Caminó tranquilamente por el medio de la ciudad, tenía algo de hambre así que lo primero que iba a hacer, era comer. Necesitaba recuperar energías, los viajes en barcos cada vez se hacían más agotadores, seguramente era porque aun no se acostumbraba a la idea de estar viajando solo, la soledad aún hacía mella en sus hombros y eso le molestaba, agotaba y quitaba las ganas de seguir adelante, aunque ya no le dolía como antes, seguía siendo algo importante y una barrera que aún no pasaba del todo. Sacudió su cabeza con fuerza, haciendo que su pelo verde quedara algo más desordenado de lo normal, para de ese modo refrescar su cabeza y borrar de momento esos pensamientos tan negativos, tenía que ser positivo y seguir luchando, como siempre lo hacía Deja de pensar en eso, idiota. Si no ¿cómo planeas seguir adelante? Ya deja de ser tan inmaduro y sigue adelante. era lo que le reclamaba su consciencia, a veces era bueno que esta le diera ciertos buenos consejos, Midorima sonrió tranquilamente mientras sentía un exquisito aroma, miró a los lados y a su derecha vio un restaurant algo elegante, y definitivamente de ese lugar venía ese aroma. No dudo ni un solo segundo y entró.

Su mirada recorría cada rincón de este lugar, para ver si por esas casualidades de la vida había alguien conocido, no era raro encontrarse con diversos sujetos en este tipo de lugares, quien sabía lograba encontrar a algunos de sus tantos amigos. Suspiro de manera intranquila al notar que no había nadie conocido, o quizás su memoria era pésima y no lograba recordar a alguien, aunque bueno, Midorima solo recordaba a aquellos sujetos increíblemente fuertes o bien que de una u otra manera le dejaron cierta marca, como Samanta, aquella hermosa mujer que le había salvado de morir en Ennies Lobby tiempo atrás, se sentó en la última mesa del rincón derecho y espero tranquilamente a que el que lo atendiera apareciera luego, no tardó ni un minuto y ya lo tenía en frente.

Bien, quiero un buen plato de carne con algo de verduras. Y un poco de sake para beber, gracias.

Pidió sin siquiera ver a los ojos al mesero, notó que este tomaba su orden y se iba, susurró algo pero Shintaro no llegó a entender muy bien aunque no le dio importancia, después de todo solo quería comer algo y así pensar su siguiente movimiento en esta isla. Pasaron unos diez minutos y su orden ya estaba en su mesa, empezó a comer de forma tranquila mientras miraba a su alrededor solo para confirmar que no había nadie de su interés.

Midorima estaba a nada de comer su primer bocado, que ya había llegado hace unos pocos segundos atrás, cuando vio como entraban unos siete marines entre risas. No le dio mucha importancia, y empezó a comer tranquilamente pero fue entonces que notó como es que un idiota comía demasiado apurado y eso en parte le molestaba, su cara le sonaba de algo o eso creía, seguramente era alguien tan insignificante que no lograba recordarlo, sea como sea, lo ignoró y siguió comiendo, tenía algo de hambre así que iba a un paso rápido, teniendo cuidado de saborear cada alimento que entraba en su boca.

En menos de cinco minutos ya había acabado todo, agarró la botella de Sake y se la llevó. Dejó un par de berries en la mesa y empezó a salir del local, pero al parecer, no iba a ser tan sencillo ya que alguien se puso entre él y la salida, era uno de los marines y por su mirada, no iban a suceder cosas buenas. Aquel marine, tenía unos veinte, su pelo era rojo como el fuego, y sus ojos de un tono azulado, y también portaba un fusil colgado en diagonal en su espalda. Definitivamente, esta isla solo le traería problemas, bueno…siempre acababa metido en uno bueno así que quizás no era tan malo como antes, vio como es que el joven le intentó quitar la botella de sake, Midorima suspiró y simplemente movió la botella. Empezó a caminar lentamente hacia la salida ignorando a ese idiota.

Hey tú mocoso, dame ese sake ahora. Si no quieres que te haga un hermoso panel de abejas pero de plomo.

Escuchó antes de girar el pomo de la puerta, suspiró nuevamente antes de darse vuelta y con una sonrisa, le tiró la botella con fuerza directo a la cara, el marine la recibió de lleno y cayó al suelo bañado en algunos vidrios y obviamente, en Sake. Se dio nuevamente vuelta mientras levantaba su mano derecha a modo de despedida, y antes de salir se giró lentamente, estaba aburrido y podría hacer algo interesante con esto o eso creía, si no resultaba bien, pues simple y llanamente iba a perder y seguramente pasar una temporada tras las rejas, no le importaba, siempre podía escapar así que estaba relativamente tranquilo.

Hey estúpidos insectos. Será mejor que se lleven a su amiguito, a no ser que quieran terminar así o peor. Por cierto, soy Midorima Shintaro, un pirata. Hasta luego, insectos.

Dijo antes de definitivamente girar el pomo de la puerta y salir con las manos en los bolsillos, no tenía idea de cómo es que iban a reaccionar el resto de los compañeros de aquel marine abatido por una simple botella de sake, empezó a caminar rumbo a la base marine de esta isla. Quería divertirse y ahora que tenía el estómago lleno podría hacerlo sin muchos problemas.

Midorima caminaba tranquilamente, a pesar de que sabía que seguramente ahora los marines lo empezarán a seguir, no le interesaba tenía cierto grado de interés en la fuerza de ellos, quería encontrar a alguien lo suficientemente fuerte como para divertirse a lo grande, seguramente después tendría que hacer otras cosas como escapar o parecidos, pero no importaba. Estaba listo para todo eso, caminaba con sus manos detrás de la cabeza  despreocupado totalmente. Su guardia eso sí, estaba elevada por si alguien lo intentaba atacar por la espalda, no notaba a nadie que lo siguiera o por lo menos, nadie era lo suficientemente idiota como para revelar su presencia, sus oídos escuchaban ciertos ruidos lejanos pero no los podía entender bien.

Me pregunto si alguien tendrá los cojones para luchar contra mí. Sería interesante encontrarlo.

Susurraba despacio mientras miraba a su alrededor de forma disimulada y negaba con la cabeza, nadie se iba a interponer en su camino y eso le hacía perder las ganas en esta isla, ya quedaba poco para que llegara a la base y aun no encontraba un gran obstáculo. Y entonces, al final, luego de cinco minutos llegó sano y salvo a aquella base militar de la marina, suspiró tranquilamente mientras la analizaba, parecía ser el típico edificio con algunos pisos, el patio era grande y notaba que había unas veinte personas ahí, sería el lugar ideal para empezar con su calentamiento. Suspiró tranquilamente mientras miraba la puerta, no era tan alta y podía saltarla, la seguridad se notaba que era mínima o eso a simple vista, Midorima dio un par de pasos atrás para luego dar un gran salto y entrar en la base.

Bien, aquí vamos. Veamos que me tienen preparado.

Se dijo a sí mismo mientras veía cómo es que los marines lo rodeaban, no habían perdido el tiempo y de hecho ya sonaba una molesta sirena en toda la base, rápidamente el grupo de veinte marines había alcanzado unos cincuenta, una suma interesante pero que para Midorima seguía siendo poco como para entretenerse. Era hora de la ofensiva, cubrió sus dos brazos en su Haki Armadura aparte que activó su The Zone Of God mientras miraba al resto de marines, estaba más que preparado para atacar y destruir todo, solo que por pereza aun no quería empezar. Quería ver si alguno de los marines se animaba y empezaba la lucha, quizás también un disparo de aquí a allá, cualquier cosa pero Midorima no iba a dar el primer golpe.

Midorima estaba preparado para todo. Los marines lo apuntaban pero él estaba tranquilo. No les tenía miedo ni nada, pero no veía a nadie lo suficientemente fuerte como para entretenerlo un tiempo razonable. Suspiró tranquilo mientras miraba a sus futuros rivales, aunque estaba pensando en marcharse del lugar. No iba a perder el tiempo con unos simples reclutas. Escuchó una especie de explosión, miró hacía el lugar y vio montones de piedras al caer. Unas simples piedras no le iban a hacer nada, cubrió sus extremidades en su poderoso Haki y de paso también activó su técnica The Zone Of God. Con todo eso empezó a moverse a grandes velocidades esquivando cada piedra, también golpeaba algunas y las terminaba destruyendo por completo.

Estuvo cerca de dos minutos haciendo eso. Ninguna roca le había hecho un daño considerable, pero él sabía que esa explosión fue provocada por otra persona, los marines también estaban estupefactos ante tamaña explosión. Suspiró tranquilo mientras desactivaba todo de su cuerpo, volviendo a su estado normal. Se aburrió y haciendo un gesto de despedida fue que se marchó del lugar caminando tranquilamente. Olvidando todo lo que hizo, tampoco es que los marines lo siguieran, total no había hecho nada malo. Midorima se iba a ir de la isla a descansar y hacer otras tonterías. No iba a perder el tiempo.