bleyd y lowell pasado,Jurassic park

Tenia la mala impresión de que este día seria largo y malo, lo peor de todo fue que acerté. no tenia otra cosa que hacer mi jefe konstantine que mandarme a buscar huevos de dinosaurio, si os preguntáis para que se necesitan esos huevos no son para hacer la tortilla mas grande del mundo. Por lo visto uno de los jefes mundiales no se le ha ocurrido otro pasatiempo que montarse un parque zoológico basado en el jurásico, por desgracia para mi la resistencia con tal de ganar privilegios favores y amigos aceptan cualquier trabajo. Trabajo que luego me enculan a mi, por fortuna siempre me acompaña un agente externo siempre esta bien tener compañía para hacer estas misiones, Resumiendo se han de encontrar y llevar a su destino huevos de diferentes especies de animales prehistóricos, desde el peligroso T-rex hasta el Velociraptor, pasando por apatosaurios y demás especies de come plantas. Cuantos mas huevos fértiles consiguiéramos recoger mayor recompensa obtendríamos. Seria peligroso isa que estaba equipado para defensa ataque y camuflaje. Tan solo esperaba que mi contacto externo fuera alguien preparado para este tipo de misión peligrosa. Repase mentalmente planes y estrategias mientras le esperaba en el muelle con el submarino Octubre Rojo a mi espalda.

Trabajaba de mercenario y me endosaban trabajos de cualquier lado para cualquier cosa. En este me habían obligado a separarme de mis amigos ya que decían que iba a ser un trabajo muy peligroso y ninguno estaba con humor de huir. Sin más, me dirigía al puerto nadando cuando me encontré un hombre joven de aspecto hermoso. Que pena que no fuera una mujer, todo hubiera sido tan ligero... Y tenía que ser mi compañero de trabajo.

Salí del agua pillando impulso y le saludé, todo mojado.

-¡Hola! Supongo que eres mi compañero de trabajo ya que no veo a nadie raro por aquí. ¿De que trata el trabajo? No me han comentado nada.

Miré al submarino que tenía a la espalda y me reí a carcajadas. Supongo que sería por si acaso, pero no iba a hacer falta. Daba impresión de ser bastante débil pero por experiencias pasadas preferí no creerme.

me quede alucinado no solo llegaba nadando como pedro por su casa sino que ademas venia con aires de superioridad llamándome raro, por suerte para el tenia prohibido cortarle una pata cual tocino en San Martín, así que suspire mientras contestaba a su pregunta de en que consistía el trabajo.- Bueno veamos por partes, lo primero permite que me presente me llamo Bleyd, Bleyd master. el trabajo consiste en ir a la isla el pequeño jardín para buscar, encontrar y transportar tantos huevos de dinosaurio como sea posible, como es lógico necesitamos de diversas especies cuantas mas mejor. Viajaremos en el submarino que esta aquí atrás ya esta preparado para acoger a los delicados huevos y que no sufran desperfectos ni eclosionen antes de tiempo.  
Acabe mi explicación solo para ver con tristeza como el graciosete de mi interlocutor se carcajeaba a mandíbula batiente. Suspire nuevamente mientras caminaba al submarino para acceder a su interior por la escotilla superior al tiempo que invitaba a mi compañero ha hacer lo mismo.
- Vamos que el tiempo apremia cuanto antes salgamos antes llegaremos y lo que es mas importante antes cobraremos.

Aquella misión resultaba ser un suicidio, todo para calmar los ardientes deseos de un avaricioso rico. Pero por algo me pagaban. Nada más contarlo se montó en el submarino y me invitó a pasar, a lo que contesté:

-Jajaja... No gracias, soy un gyojin, no necesito ir en un submarino. Solamente me estresaría ya que el agua es mi medio natural.

Como bien dijo, debíamos ir a Little Garden así que apremié y pregunté hacia que dirección estaba. En cuanto dio respuesta fui nadando a toda velocidad hacia allí. Prefería le mínimo contacto con aquel hombre. Solamente lo esperaría en la costa de la isla hasta que llegara. De camino a la isla me encontré ciertos problemillas como huir de algún Rey Marino o otros tiburones que me perseguían.

Increíble resulta que el tipo era uno de esos hombres peces, desde que pelee contra ellos en tierra sagrada no había vuelto a verlos, la verdad es que este era hasta demasiado humano carecía de morfología de pez, me encogí de hombros cuando se negó a entrar en el submarino, si no quería entrar era cosa suya, le indique el camino a la isla y se fue nadando, supuse que estaría bien estos peces con aspecto humano se encuentran en su medio natural en el mar , pero aun así esperaba que no se cansara demasiado, si se encontrara exhausto no me serviría de nada en la isla. Cerré la escotilla y el submarino comenzó a sumergirse hasta profundidad de periscopio, los motores arrancaron en completo silencio, el sistema de impulsion era completamente insonoro, cualidad que unida a su casco cubierto de kairo lo hacia indetectable a los monstruos marinos. Me dirigí a mi camarote a pasar el viaje tranquilamente tumbado en una litera mientras tomaba un almuerzo preparado por el jefe de cocina Rayback. La verdad mi compañero se lo perdía, por cierto nota mental preguntarle su nombre el muy ladino se escapo sin decírmelo.

Poco tenía que hacer allí en la costa de aquella isla sin el sabelotodo que faltaba. Así que, haciendo caso de la misión encomendada, me metí a la jungla a buscar huevos de dinosaurios. Si me topaba con alguno, lo noqueaba. Así de simple.

Me adentré en la jungla durante horas... creo. Pudieron ser minutos. Pero el caso es que no tenía mucho sentido de orientación y me había perdido. De pronto, vi un huevo en el suelo e instintivamente fui a cogerlo. Nada más tocarlo, me empezó a perseguir un dinosaurio que no conocía. Me puse a huir con el huevo hacia donde pude y estuve perdido durante horas, huyendo de el dinosaurio. Quizás en círculos.

Finalmente arribe a la isla de Little Garden no tenia ningún puerto ni siquiera una aldea casa o ciudad, solo una selva exuberante, deje a mis compañeros a cargo del submarino y me adentre en la foresta, estaba convencido de que mi compañero se encontraría ya por la isla, no sabía donde exactamente pero según el radar del Octubre Rojo nos adelanto hacia mucho rato a una velocidad bestial. No sabía mucho de dinosaurios pero si sabía que podría encontrar huevos en las zonas altas de la isla, seguramente los pterodáctilos anidaran en las escarpadas laderas a salvo de depredadores, también suponía que los grandes depredadores estarían cerca de los volcanes activos, para mantener calientes a sus crías mientras ellos salen de caza, los carnívoros mas pequeños seguramente se encontrarían en la sábana donde las presas abundan, los herbívoros pondrían sus huevos en grandes zonas comunales para protegerse con su número de los carnívoros, decidí buscar la zona de anidamiento de los herbívoros siempre seria mas fácil que lidiar con un peligroso carnívoro. Me subí a un árbol y desde allí los vi los braquiosaurious asomaban sus largos cuellos por encima de las copas de los arboles, seguramente estuvieran cerca mas herbívoros como triceraptos, baje del árbol y puse rumbo a ellos, con la esperanza de seguirlos a su lugar de anidamiento y de paso encontrar a mi compañero el hombre pez

Aquel dinosaurio, seguramente carnívoro me perseguía sin descanso. Intenté evadirlo de miles de maneras pero no quitaba la mirada de mí y de su huevo. Corriendo y corriendo me encontré con la costa y me tiré al agua, seguramente no querría nadar y aunque lo hiciera sería más rápido.

Seguí el curso que llevaba la costa ya que así encontraría desde donde vine y donde se encontraba aquel extraño hombre con el cual debía hacer la misión. Tendría que saber los detalles de la misión y donde empezar a buscar.
Haciéndolo me terminé por encontrar con él en una llanura. Me acerqué corriendo con el huevo y se lo dí sin soltar palabra alguna. Luego pregunté:

-¿Dónde empezamos a buscar y qué hago?

Recogí el huevo que me tendía mi compañero y lo guarde con cuidado en mi mochila.- Bueno no estaría de mas que primeramente te calmaras, en segundo lugar saber tu nombre estaría bastante bien, para terminar vamos a seguir a los herbívoros, por lo que se los lugares de anidamiento son comunales y en ellos podremos encontrar huevos fértiles, así que vamos a intentar seguirlos a una distancia prudencial no queremos que se asusten y provoquen una estampida en la cual nos hagan tortilla,
Cuando terminemos con los mamíferos iremos a los riscos y acantilados allí seguramente encontraremos nidos de los voladores, para después pasarnos por la zonas volcánicas que es donde anidan los grandes depredadores, para acabar nos iremos a las sabanas donde buscaremos raptors y componosaurus, también dilophosaurus.
Bueno ese es mi plan de acción que te parece. ¿te ves capaz de permanecer a mi lado y no hacer nada que nos mate a los dos?


Espere la respuesta de mi compañero mientras seguía con la vista a los dinosaurios que se internaban en la espesura.

-No prometo nada, aviso. Si algo me quiere comer lo noqueo y problema resuelto. Te sigo.

Ya que decía que por allí iban a encontrar huevos de dinosaurios herbívoros me podía tranquilizar. No tendría que correr de otra fiera. Al menos no por ahora. Así que se fue a buscar huevos corriendo. Encontraba bastantes nidos pero todos estaban saqueados o tenían a toda la manada cerca y no quería convertirme en tortilla de pez.

Me pasé no minutos, sino horas. O al menos eso parecía... Estaba buscando huevos fáciles de conseguir hasta que encontré un nido desprotegido con dos huevos en él. Cogí uno en cada mano y corrí hacia el extraño hombre para dárselos y seguir con la labor. Quería terminar lo más pronto posible.

Poco iba a hacer solo, sin su ayuda. No tenía ni idea de que huevos coger, cuales no y como cogerlos de un nido protegido. Me estaba jugando la vida. Un pisotón y me matarían.

Me acerqué y vi como miraba un nido de extraños dinosaurios para luego meterse dentro haciendo algo que parecía bastante ridículo pero efectivo. Cogió los huevos del nido y volvió hacia el punto de partida con 1 en la mano.

Ni se dio cuenta de donde estaba cuando se fue hacia otros nidos para recoger más huevos. Yo le iba siguiendo y aprendiendo de cuales sí y cuales no eran válidos. Estuvimos un rato así hasta que me aburrí de mirar y me acerqué para decirle unas cosas.

-Te sigo y dime que hacer. Estar solo me es inútil. Prometo cooperar, tranquilo.

Me quedé observando los nidos cercanos mientras se escuchaban los graves sonidos que emitían aquellos herbívoros.

-Muy bien, veamos que podemos hacer juntos. Estos animales aunque muy grandes y poderosos no son especialmente listos se guían mas por instinto que por un raciocinio lógico, ahora vamos a intentar hacernos con un huevo de diplodocus, son esos que son tan grandes con un cuello de cisne. Estas criaturas no son agresivas por naturaleza asi que yo los distraeré mientras tu te arrimas a sus nidos, todo lo que tienes que hacer es alumbrar los huevos con esta linterna potente y recoger uno que veas el embrión, tráelo con cuidado y sin hacer ruido y lo tendremos ya en custodia. Me levante con cuidado y me coloque a una distancia prudencial de los animales, saque un dial de luz que cargue con los rallos solares que entraban por entre la floresta de los árboles, cuando estuvo cargado dispare el haz de luz al aire generando un rayo luminoso que distrajo a los animales de sus quehaceres, poco a poco los dinosaurios se acercaron a la fuente de luz mientras yo me retiraba con cuidado después de realizar un segundo disparo al aire, con esto mi compañero tendría vía libre para acercase al nido siempre que fuera sigiloso y no armara ruido.

Aceptó mi ayuda y me contó el plan. Diplodocus, tontos, lentos... Parecía un trabajo fácil. Mi único trabajo consistía en ir al nido sigilosamente mientras el otro distraía con un haz de luz a los adultos. Para que no me pisaran, claro. Su parte del plan salió perfecta, habían abandonado el nido y estaban a una distancia prudencial.
Tocaba mi parte, acercarme sigilosamente. Era más por respeto a la vida que por miedo, les podía dar un corte en el cuello y adiós muy buenas. Pero preferí acatarme al intentar no hacerles sangre.
Me acerqué con los pies de puntillas. Parecía totalmente estúpido, hasta hace días no podía haberme imaginado acatando órdenes de un total desconocido para luego hacer todo esto...
Llegué al nido, les alumbré con la linterna y vi 2 huevos que estaban fecundados. De nuevo, cogí uno en cada mano y se los llevé. Seguía distrayendo a los dinosaurios, como polillas que iban hacia la luz.

-Toma, ya los tengo. ¿Siguiente parada?

Oh, perfecto aquí ya hemos acabado iremos a los acantilados a por los voladores, aquí sí que habrá problemas, los pterodáctilos son muy agresivos y territoriales en cuanto uno de la voz de alarma se nos tiraran todos como una bandada de cuervos, además son carnívoros tendremos que tener mucho cuidado, lo mejor será buscar nidos que estén a baja altura, hacernos un refugio con ramas gruesas y reforzarlos con huesos, seguramente cerca del acantilado encontremos muchos, también podríamos abrirnos paso a golpes, pero seguramente no saldríamos indemnes, esos bichos nos superaran en proporción de uno a 40 o más, tú qué opinas nos hacemos un armazón o entramos a las bravas y les damos una paliza. Espere la respuesta del hombre pez la verdad es que era raro estar de tan buen talante con uno, desde que su raza arraso la isla de los nobles mundiales pensaba que todos eran unos sádicos asesinos sedientos de sangre, por lo visto no eran tan diferentes a los humanos en lo que respecta al comportamiento.- Por cierto aun no se tu nombre o es que no crees que una criatura inferior como yo merezca saberlo.- la verdad no quería ser descortés pero por lo que entendía los hombres pez normalmente se creían superiores a los humanos.

Así que voladores... Hum... Esto puede sen interesante. Aconsejo que yo vaya a la carga y tú pilles los huevos, como acabamos de hacer con los Diplodocus. Quiero terminar lo antes posible. Además, aunque no lo parezca soy bastante fuerte y me puedo proteger de unos pajarracos.

Me puse las manos detrás de la cabeza, con los brazos muy abiertos hacia atrás. Miré a mi compañero, el cual me empezaba a caer bien y lo aceptaba. Después me hizo otra pregunta:

-¿Superior? ¿Quién es superior? Soy Lowell, encantado. - Seguí andando a grandes zancadas, con las manos hacia atrás y esbozando una sonrisa, cual niño pequeño - No sé porque creéis que mi raza se cree superior... Somos todos iguales ¿no?

Puse dirección a los acantilados y, antes de siquiera llegar, se veían muchos puntos por el cielo. Cada uno de ellos era un reptil volador bastante peligroso y territorial. Tendría que tener cuidado y no hacer movimientos en falso. Además, si lo hacía mi compañero sufriría las consecuencias.

El hombre pez finalmente me dijo su nombre, Lowell un nombre curioso y bonito, aunque no tenia tiempo en ese preciso momento para distraerme, el había optado por dirigirse a los acantilados a pelear contra los lagartos con alas mientras yo recolectaba un par de huevos, Pero esas cosas se tenían que tomar con calma, comencé la escalada despacio sin pausa pero sin prisa, llevaba una armadura que pesaba mucho por fortuna eso me Daria protección contra esas ratas con alas, Los pterodáctilos se lanzaron en bandada a por Lowell mientras yo continuaba mi acceso , poco a poco escale hasta el primero de los nidos que estaba ocupado por un par de polluelos, continúe desplazándome hasta el siguiente, la superficie encarada era bastante dura y estable, pero estaba cubierta de guano y me daba repelús cada paso que daba, después de eso tendría que pasarme horas limpiando el equipo para quitarle la mugre y la peste, finalmente encontré una nidada en donde los huevos aun no habían eclosionado, recolecte un par de huevos fecundos y los guarde con cuidado en mi morral. Desafortunadamente una de las madres me avisto y parece que no le gusto que robara sus huevos, comenzaron a replegar el vuelo a por mi que sin pensármelo dos veces me deslice montaña abajo, las duras rocas arañaban mi armadura y las chispas salían por doquier debido a la fricción, el trompazo contra el suelo fue impresionante, pero conseguí mantener la compostura y correr hacia el bosque mientras alejaba las estrellitas que tenia en mi cabeza. Tan solo esperaba que Lowell viera que ya teníamos el objetivo,

Al final me había hecho caso. Salió corriendo hacia donde se encontraban los nidos mientras los reptiles advertían de mi presencia a los otros. Eran algo tontos, se empezaron a lanzar de 1 en 1 o de 2 en 2. Esto no iba a ser demasiado difícil si no se lanzaban todos a la vez.

-No te preoc... - En ese momento, se lanzó uno de ellos hacia mí y le pegue un espadazo en el abdomen, así que salió volando patéticamente - Son más blandos de lo que esperaba, sigue.

Me tenía que poner serio, eran alrededor de 40 ejemplares contra un gyojin. Tenía las de perder si ellos trabajaban en equipo.

Saqué las dos espadas, la pesada en la derecha y la ligera en la izquierda, para empezar a terminar con ellos de dos en dos. Y se empezaron a lanzar de tres en tres. Me era muy difícil esquivar a todos a la vez, me superaban en número y capacidades.

Empecé a sacar maniobras de la manga, como por ejemplo utilizar la espada de apoyo en el suelo para dar patadas o ir a por los puntos vitales, mas no cesaban.

Terminaron por echarme de allí, no aguantaba más sus arañazos y sus picotazos así que fui a donde estaba. Y me encontré una cuesta hacia abajo, llena de duras rocas. Por ahí no iba ni muerto. Y en ese momento, vino un pterodactyl y me empujó.

-Pero será...

No me dio tiempo a terminar la frase, me encontraba como un tonto, corriendo cuesta abajo perseguido por decenas de pájaros. Iba ganando velocidad, no sabía como aguantaba la compostura y no me caía. Estaba quedando de manera muy épica a los ojos de mi compañero. Ganaba más velocidad y ya iba a llegar a bleyd. Y caí. Tropecé a dos o tres pasos de llegar. Me dí un buen golpe en la cabeza, pero lo que más me importaba era que había perdido la epicidad del momento.

Me levanté, me quité el polvo de la ropa y le pregunté por el siguiente destino.

- No te pares y corre so locooo.- Agarre a Lowell y lo arrastre de camino a los arboles pues los malditos bicharracos no cesaban en su empeño por amargarnos la existencia. Uno de ellos mas grande que el resto consiguió adelantarme y colocarse enfrente mio cortándome el paso, no podía frenar así que lance a Lowell por encima suyo, sabia que era lo bastante ágil para no caer de morros, yo hice una segada y me deslice debajo del animal hasta alcanzar la seguridad de los arboles. Los lagartos con alas no podían entrar en el bosque y graznaban furiosos, lo mejor seria comenzar a marcharnos.- Bueno perdona por arrastrarte lanzarte y esas cosas- sonreí débilmente,en fin a lo hecho pecho, ahora tenemos que ir a la parte peligrosa los velociraptores tenemos una caminata hasta salir del bosque y una vez allí va a ser muy peligroso los bichos son inteligentes y no poco, cazan en manada y con tácticas de acoso, seguramente se oculten en las hiervas altas y intenten emboscarnos, y correr no es una opción esos bichos alcanzan los cien kilómetros hora. Puede que sea muy basto pero podríamos prenderle fuego a la sabana, eso nos permitiría avanzar sin que esos bichos nos dieran problemas, pero es muy peligroso como se descontrole el fuego o el viento cambie estaremos jodidos, los raptores anidan en cuevas o zonas cerca de colinas o montañas, es allí hacia donde nos dirigiremos, si tienes alguna idea soy todo oídos.- Espere la respuesta de lowell con calma mientras le apartaba un mosquito del tamaño de mi puño del hombro.

Tocaban los velociraptors. Animales enanos, veloces, inteligentes y más peligrosos que cualquier dinosaurio o reptil anterior. Proponían prender fuego a la zona, mas me parecía muy excesivo. Quizás también fuera porque me encantaba la naturaleza y me sentía muy a gusto en ella.

-¿¡Quemar todo!? ¿¡Estás loco o qué te pasa!? - Me intenté calmar un poco y dar buenas ideas - Si quemamos todo, quemaremos los huevos inclusive. Además, se nos puede ir de las manos y mucho. - Intenté pensar claramente para ver que podíamos hacer - Nos vamos a quedar un poco lejos del bosque, mas podemos hacer que nos sigan y venir aquí.

Cogí carrerilla, me subí a una rama alta y seguí con la idea:

-¿Y si los atrae uno de los dos, se sube a un árbol y aprovecha que no pueden subir dado su físico?

Esperé a ver si me daba respuesta, ya que veía esto una idea mucho más suave y normal que la dada.

Bueno, bueno tranquilo tampoco es que sea tan mala idea, bueno puede que no sea la mejor idea del mundo pero es la única que tengo.- Suspire mientras escuchaba la opción de Lowel la verdad es que era muy peligrosa también, esos malditos bichos cazan en manadas y son insistentes, por no hablar de la endiablada velocidad que alcanzan a la carrera, - Creo que igual podemos pasar d esta especie no veo yo muy seguro que nos juguemos el tipo para recoger un par de huevos, además estas criaturas son sumamente inteligentes puede que incluso nos persiguieran para recuperar los huevos, no se chico lo que quieras- Espere la respuesta de Lowell a ver que quería hacer, la verdad es que no me fiaba de esos bichos con su tamaño y su numero y su fuerza podían despedazarnos si nos pillaban.

¿Dejarlos e ir a por otros dinosaurios? Sonaba bien, sí. Ya vendría gente totalmente cualificada y armada para coger los huevos... O eso espero.

-Vale, los dejamos. ¿Siguiente destino?

Ahora que lo pensaba, ciertamente era bastante imposible sobrevivir ante tales bestias, inteligentes, fuertes, rápidas y coordinadas. Por mucho que quisiéramos cogerlos no podríamos, nos matarían antes o después.
Trepé a un árbol y cogí una fruta de este. Saqué la espada e hice varios cortes horizontales y verticales, partiendo varios trozos.

-¿Quieres?

Me acerqué a él y me puse a comer unos trozos mientras esperaba direcciones.

“No gracias la verdad es que seria mejor que comenzáramos a emprender la vuelta al submarino, tengo miedo de que los delicados huevos que transportamos se dañen.” Suspire mientras me intentaba orientar “bueno creo que si seguimos dirección sur, acabaremos llegando a la costa en donde nos espera el submarino Octubre Rojo una vez allí podremos entregar la mercancía y saldar cuentas, pongámonos en marcha cuanto antes lleguemos antes cobraremos y esa amigo mío es siempre la mejor parte de cualquier trabajo, la maravillosa paga. Sonreí mientras comenzaba a caminar en dirección sur, abrí la marcha sin correr demasiado estábamos en territorio hostil pues esa zona era en la que los grandes carnívoros se disputaban las presas no era buena idea delatar nuestra posición esos bicharracos podrían masacrarnos con una pata y si te ven estas perdido. Por fortuna delante nuestro solo se veían árboles, arbustos plantas trepadoras y un gigantesco dinosaurio, con una gran membrana en la espalda rodeada de espinas, grandísimos dientes curvos y una cara de muy mala ostia, que hacia retumbar el suelo mientras caminaba. Me quede helado en el sitio era un maldito spinosaurio un bicharraco de los mas grandes capaz de competir con el T-rex en cuanto a voracidad y mal genio. La criatura paso a pocos metros de nosotros y se detuvo olfateando el aire, por mi parte intente moverme lo mas despacio y disimuladamente posible a un arbusto cercano, lo que fuera con tal de desaparecer de la vista, solo rezaba par que Lowell fuera lo bastante inteligente como para esconderse también y no hacer una gilipollez masiva entablando combate con semejante morlaco.

Mi compañero optaba por ir de nuevo al submarino a dejar los huevos y terminar de trabajar. Yo tampoco tenía gran interés en este trabajo, así que acepté la proposición.

-Bueno... Vale. Te sigo.

Andamos un buen rato rodeados de matorrales, árboles, flores gigantescas y animales de ensueño hasta que llegamos a una zona con gran movimiento. Mi compañero avanzó sin ser consciente del ruido ni nada, hasta que llegó a ver un dinosaurio gigantesco, allá por los 7 u 8 metros. Se encontraba olfateando todo cuanto estaba a su alrededor, mientras ''él'' se escondía tras unos arbusto. No entendía la razón de esconderse, podíamos quitarle la piel y venderla o simplemente defendernos.

Me quedé en el sitio, impasible sin hacer movimiento alguno mientras miraba fijamente a los ojos del dinosaurio, los cuales iban hacia todos sitios. En un momento dado, nuestras miradas se cruzaron y el dinosaurio se fue acercando a paso lento mientras no apartaba la mirada. Yo puse la mano en el mango de mi espada aún envainada y de un movimiento la saqué, interponiéndola entre mi agresor y yo. Miré decidido a sus ojos mientras la clavaba en el suelo y me crujía los nudillos, para luego crujir el cuello y sacar la espada.

-¿Quieres jugar? - Dije mientras aumentaba el tono.

Seguramente todo esto fuera a causa del cansancio y la frustración culpa de los reptiles voladores de antes, los Pte... Ptero... los bicharracos esos. Pero bueno, me quería desahogar y eso haría. Saqué la espada pesada que también se encontraba envainada y lancé la espada ligera al cielo, lo más alto posible mientras me lanzaba de pronto contra el enemigo, lanzando un corte hacia su cara. El resultado de esto fue una bonita cicatriz en el ojo izquierdo del dinosaurio, el cual se lanzó hacia atrás despavorido a la vez que soltaba un grito de dolor al ver que su ojo no estaba. Acto seguido, di otros pasos hacia delante y lancé otro corte a la pata del animal, el cual cayó al suelo adolorido no sin antes intentar arañarme con sus ''manitas'' lo cual desembocó en una pequeña herida en el antebrazo izquierdo, lo que me impedía controlar dos espadas con facilidad.

Aún más enfadado de lo que estaba, miré al cielo para ver por donde iba la espada. Estaba a pocos segundos de caer sobre mí, así que clavé la espada pesada en el suelo y levanté el brazo para cogerla. En cuanto tocó mi mano, la lancé hacia el animal con la mayor fuerza posible. Esta impactó en su costado, que rebotó y no le hizo herida ninguna al parecer. Tenía un gran recubrimiento en el cuerpo, así que tenía que ir a romper, no a cortar.

El animal se lanzó furioso hacia mí, cojeando notablemente. Lanzaba bocados y arañazos al aire, pues ya debería estar muy desesperado. Puse la espada horizontalmente, cogiendo con las dos manos el mango de esta. Salí corriendo hacia él, intentando parar los máximos daños posibles aunque me dieron varios arañazos a la altura de los hombros y uno en la mejilla. En cuanto estuve cerca, la clavé en el cuello con la mayor fuerza posible y, cuando estuvo clavada, le di una patada en su contrafilo. El enemigo cayó sin mayor posibilidad al suelo, dejando a su paso un rastro de sangre proveniente, al parecer, de su yugular ya cortada.

Cogí la espada y envainé las dos en su respectivo lugar. Levanté la mano hacia mi compañero, haciéndole una seña para que se acercara al cadáver.

-¿Qué hacemos con este?

“madre mía, pero que rebestia eres, recuérdame que nunca te haga enfadar, la verdad es que no lo sé cómo no quieras llevarte una pata para hacerte un bocadillo o algo no le veo ninguna utilidad a semejante mostrenco, por el momento lo mejor va a ser continuar hacia el submarino no queda demasiado para llegar, en unos cinco minutos si no tenemos más interrupciones nos encontraremos en la costa en donde está anclado. Andando, no me gustaría que se nos echara la noche encima, este lugar es un asco” Salgo de entre los arbustos y comienzo a caminar por la espesura, las enormes secuoyas del bosque tapan la luz solar y las enormes sombras se proyectan sobre el terreno creando espeluznantes seres amenazadores, el camino poco a poco comienza a ser más abierto, el ruido del mar rompiendo contra las rocas resuena en mis oídos, nos acercamos poco a poco a la costa donde el submarino Octubre Rojo se encuentra atracado, finalmente llegamos a la costa el submarino se encuentra enfrente nuestro atracado cerca de la costa en aguas profundas, contacto con ellos mediante señales lumínicas. “bien tardaran poco en llegar compañero, ha sido un placer trabajar contigo, vamos a hacer recuento de huevos y a cobrar que siempre es lo bonito de estas cosas” sonrió con amabilidad mientras le tiendo la mano a Lowell