[Banda NPC's Irrelevantes] 2ª Flota de los Arashi no Kyoudai - Los Piratas Sombra

Nombre: Nailah Evezyan

Apodo: La hoja del desierto.

Nivel: 90

Raza: Humana.

Sexo: Mujer.

Edad: 20.

Rango/Empleo: Capitana de los Piratas Sombra.

Clase:

• Fuerza: 9 + 1. Maestría en Habilidad.
  
  
• Resistencia: 7 + 1. Maestría en Analgesia.
  
  
• Destreza: 7. Maestría en Postura perfecta.
  
  
• Puntería: 6. Maestría en Ojo de cuervo.
  
  
• Agilidad: 5. Maestría en Coordinación.
  
  
• Otras maestrías: Reflejos y Táctica, ambas a rango 9.
  

Estilo de lucha: cuando Nailah se encuentra en pleno combate origina una serie de movimientos para evitar los golpes, estos movimientos están dotados de gran velocidad, agilidad y flexibilidad a la hora de moverse. Cuando logra esquivar y tiene que pasar a la acción, sus pasos son de un silencio absoluto, puede ir detrás de alguien y que este no llegue a darse cuenta. Manejar el sigilo requiere de gran concentración y esfuerzo, pues un descuido podría arruinarlo todo. Con este método solo se puede atacar por las espaldas y hacerlo caer en la inconsciencia durante un buen rato. Cuando Nailah se encuentra directamente con un enemigo, bloquea sus ataques con la espada mediante una serie de movimientos y, en cuanto el oponente está debilitado, utiliza sus armas de fuego. Nailah suele portar una espada en cada mano, para ello siempre pone su pierna derecha hacia adelante, mientras que su torso está firme y recto. Tras eso, está preparada para ejecutar todos sus movimientos.

Armas: una pistola, seis dagas arrojadizas escondidas por su cuerpo, una espada flamígera y una cimitarra.

Oficios: Cocinera (Cheff), Espía (Saqueadora) e Intérprete (Arlequín).

Aspecto: es una mujer que destaca a simple vista. De complexión delgada, no alcanza el metro setenta. Su tez tiene un tono moreno debido a las cálidas tierras del reino de la arena. Tiene una carita angelical con una mirada embaucadora, capaz de atraer las miradas más furtivas. Sus ojos son dos esmeraldas relucientes. El cabello es corto y castaño oscuro, sobrepasando un poco los hombros. Tiene diversas trenzas a lo largo de su melena decoradas con unas cuantas bolitas de colores llamativos. La nariz es pequeña y respingona. Sus labios, carnosos, están pintados de un cobrizo intenso. En sus mejillas se pueden apreciar unas pocas pecas. La mayoría de las veces suele llevar pañoletas cubriendo su cabello, ya sean rojas, blancas o colores mezclados.

En cuanto a la vestimenta, sus ropas son un tanto extravagantes. Suele llamar la atención con ellas dependiendo de la situación en la que se encuentre. Su manera de vestir ha cambiado ultimamente, suele llevar el mismo estilo de ropa como por ejemplo: en la parte superior tiene un corset rojo acompañado de un chaleco negro. El corset está decorado con infinidad de botones y cordones, enrededados hasta formar una fila de nudos consecutivos dejando a la vista parte de su vientre. En ambos antebrazos porta unas cintas de cuero marrón con rayas blancas y, las manos, guantes largos del mismo color. La parte inferior consta de un pantalón negro con un cinturón platino adosado. Del cinturón cuelga un largo pañuelo de seda blanco decorado con diversos detalles de flores así como las fundas de sus armas. Sus botas son altas y de piel, contienen un poco de tacón y en el tobillo unos pinchos de plata. Ahora opta por un vestido corto blanco y una pañueleta azul a conjunto que su cinturón. Suele portar muñequeras de cuero y hombreras, dependiendo del día y, respecto a los complementos, lleva dos grandes circulos de oro a modo de pendientes y una gargantilla también de oro que cubre todo su cuello.

Imagen aproximada:

Personalidad: Fantasma por naturaleza, con tendencia a exagerar las cosas o atribuirse hazañas. Se adora a sí misma como si fuera perfecta. Nunca reconoce ningún error suyo, pues no tienen cabida para ella. A pesar de esos defectos, es una chica abierta y extrovertida, con un montón de labia para las personas que la rodean. Ruda por naturaleza, pues siempre ha tenido que mostrar carácter para que no se aprovechasen de ella y simpática y bromista con aquellos que la traten bien.

Siempre actúa sin pensar. Atrevida y alocada, no teme a la muerte. Imprudente, impetuosa y persuasiva por naturaleza. Va en busca del mejor negocio. Tiene las manos largas, porque desde siempre ha necesitado valerse por si misma. No han sido pocos los momentos en que ha sentido el hambre o el frío y se ha jurado a si misma no volver a sentirlos. No le gustan que las cosas no salgan como lo ha planeado. Sabe repartir la justicia por si misma. Odia la traición, por culpa de esto ha generado cierto rencor a quien le falle. Todo esto viene dado porque a veces se confía demasiado.

No necesita a nadie que la ayude y, por orgullo, no se molestará a pedir ayuda a no ser que la situación lo requiera en un momento de extrema necesidad. Cree que solo las princesitas pueden ser salvadas, pero ella no es ninguna princesa y se lo repite a aquel que le intenta prestar su ayuda cuando no la necesita. No tiene remordimientos a la hora de actuar. A veces tiene falta de tacto a la hora de decir las cosas, pero lo hace sin darse cuenta.

Ofrece su lealtad a quién lo merezca y haya conseguido ganarse su aprecio. Muestra dulzura con los animales y los niños, pues para ella son los únicos seres inocentes en el mundo incapaces de hacer daño. Siempre dispuesta a embarcarse en una nueva aventura y saber qué le deparará el mar. Le gusta disfrutar de una buena botella de ron junto con sus amigos y mantener largas charlas hasta el amanecer. Vive para saquear y aprovecharse de todo lo que se le ponga por delante y, como bien dice ella: "Todo lo tuyo es mío".

Astuta y retorcida. Nailah ama el caos en todo su esplendor y es capaz de liarla con tal de divertirse un rato. No tiene un código moral que le diga lo que está bien o mal, simplemente hace lo cree correcto, sin seguir ningún principio.

Trasfondo: Nailah Evezyan nació en el corazón del Paraíso, en Arabasta. Sin embargo, solo permaneció en el reino de la arena hasta los once años, hasta que su padre decidió abandonarla en una taberna del archipiélago Sabaody. Su única familia durante unos años fue su padre, pero estaba casado con una mala mujer y ya tenía un hijo mayor que Nailah. La pirata nunca fue bien recibida en esa familia dado que era fruto de un escarceo amoroso. La vida que llevó con la familia Evezyan, en cuanto a posición social, no fue buena, mientras que el resto disfrutaba de placeres y caprichos ella tenía que conformarse con minucias, por lo que acabó convirtiéndose en una delincuente juvenil. Nailah solo tuvo un trabajo en lo que lleva de vida, cocinera en la taberna del viejo Vic, lugar en el que fue abandonada con promesas vacías de que regresarían a por ella.

Nailah no se considera buena persona, al menos no con aquellos que no merecen su atención. Sin embargo, pese a su fachada de chica ruda, en el fondo es un cacho de pan con aquellos que se ganan su cariño. Desde antes de surcar los mares ya tuvo una especie de amigo, Zane D. Kenshin, pero a medida que se adentró en la vida de la piratería se ha ganado el favor de mucha gente y ha conocido personas realmente importantes para ella, como Brynn "Sin rostro" o Silver D. Syxel. Solamente considera enemigos a su familia, ya que su padre es un alto cargo de la Marina, pero sobre todo a su madrastra y hermanastro. Finalmente, Nailah es leal a su banda y a personas contadas fuera de esta, ella misma no se considera de fiar con los que acaba de conocer.

La pirata tiene muy pocas metas desde que dedicó su vida al mar. La primera de ellas es arrebatarle todo a su familia en Arabasta y ver como se quedan en la miseria, también quiere alcanzar la suficiente fama para que la reconozcan y, cuando todo termine, retirarse a vivir tranquilamente en Sabaody, donde montará su propia taberna. No es una persona especialmente miedosa, pero le aterra la soledad y los incendios, especialmente por que cuando estaba en la banda de Jigoku no Kaizoku, se quedó atrapada en un buque marine mientras se quemaba y ninguno de su banda se dignó a ayudarla. También le asusta que Khalid, su hermanastro, vaya a por ella y se encuentre atrapada entre su familia.

Historia: Nailah es fruto de la relación adúltera entre un marine y una cazadora. La madre de la niña era viuda desde hacía años y murió al poco después de nacer su hija. El marine, conocedor de que era sangre de su sangre, decidió adoptarla a sabiendas de las consecuencias. Él ya tenía una familia formada con su esposa y su hijo legítimo, un varón de ocho años. Nailah fue trasladada hasta la acomodada vivienda del señor y nada más entrar por aquella casa, todo se sumió en gritos y objetos rotos. Era un bebé no deseado y su madrastra se lo haría saber mientras viviese con ella.

La pequeña creció feliz a su manera, ignorando los malos comentarios e insultos por lo bajo que recibía siempre por parte de su madrasta y hermanastro. Quejarse no le servía de nada, pues su padre tan solo hacía caso a ellos y cuando lo echaba en cara solo recibía contestaciones de que gracias a ellos tenía techo y comida. Su situación en la vivienda era vivir bajo la alacena de la escalera, donde de vez en cuando era encerrada durante unos días como castigo por su mal comportamiento. Nailah, con el paso de los años, empezó a volverse muy conflictiva con tal de recibir la atención de su padre. Siempre acababa castigada, pero era el único modo para que el marine le hiciera caso.

La convivencia en la casa de los Evezyan era cada vez más complicada. Siempre estaba a golpes con su hermanastro porque no paraba de meterse con ella. Con trece años, acabó haciendo una cicatriz en el rostro de su hermano. El padre, harto, le ordenó que hiciera las maletas y que cogiese todo lo que necesitaba dado que tenían que hacer un viaje muy importante. En cuanto Nailah estuvo preparada abandonaron la casa. Al irse vio como madre e hijo tenían rostros de felicidad. Ambos embarcaron en un buque marine.

La travesía fue larga y tediosa, pero llegaron hasta una isla llamada Sabaody. Padre e hija la recorrieron a pie hasta llegar a una taberna. El marine posó sus cosas en la entrada y pidió algo de beber para ella. Le dijo que tenía unos recados que hacer así que la obligó a quedarse allí. Las horas pasaron hasta que anocheció y el tabernero se acercó hasta ella, diciéndole que si no tenía donde quedarse él podría acogerla si trabajaba en la taberna. Nailah aceptó y comenzó una nueva vida en Sabaody como tabernera.

Vivía bien atendiendo a los clientes y pronto tomó confianza con el viejo Vic. Allí conoció a Zane D. Kenshin, que también trabajaba para el tabernero. Ambos se hicieron buenos amigos y durante mucho tiempo fue feliz haciendo lo que más quería. Podía ser ella misma sin necesidad de que estuvieran hablando mal por detrás de ella. Pero la buena vida no duró siempre, años después su amigo abandonó la taberna y le hizo prometer que regresaría, pero el tiempo pasó y Nailah no quería esperar eternamente por alguien, había perdido las esperanzas en volver a verlo. Habló con el viejo Vic y decidió abandonar Sabaody en busca de fortuna, tesoros y mil aventuras. Fama por doquier y hazañas que la hiciesen ser recordada en el mundo entero.

Habilidades:

• Negociar: para Nailah es un arte milenario que pocas personas son capaces de aprender y ella lo aprendió a base de observar las operaciones de sus antiguos jefes. Unas palabras amables y un poco de perseverancia son suficientes, así como buenas ofertas.
  
• Carisma: es encantadora. Quizás sea por su belleza o por su personalidad, pero la gente tiende a ser atraída por su presencia. Unas palabras bonitas y... voilá.
  
• Azar: dadle unos dados y amasará una fortuna. A la edad de trece años conocía todos los tipos de juegos basados en el azar y, con el tiempo, consiguió una afinidad para este hobby. Su instinto no suele fallarle.
  
• Fortuna: podría decirse que la joven Evezyan nació con suerte. Sabe salir de las situaciones sin problema y aún no sabe como ocurre. No tiene explicación que atrae a la fortuna.
  

Fortalezas:

• Detectora de mentiras: Ttntos años en la taberna le han hecho aprender sobre quien intenta colarle alguna mentirijilla. Ha memorizado cualquier mínimo gesto cuando alguien miente, normalmente basándose en los típicos bebedores comunes. Todo el mundo tiene un patrón cuando miente: un tic, un sonrojo, muchos parpadeos, la voz... etc. Ninguno se le escapa.
  
• Buen oído: lo más importante es saber escuchar. Tiene un oído tan fino que si se concentra en cierta conversación aunque haya jaleo, podrá escuchar lo que hablan mientras ella sigue atendiendo a otra cosa.
  

Torpezas:

• Cantar: lo peor es que le gusta; sin embargo, al hacerlo emite unas notas que hacen sangrar los oídos. No es recomendable estar cerca de ella cuando comience a cantar y, esto es más probable cuando se emborrache.
  
• Orientación: Nailah no tiene ningún sentido de la orientación. No puede estar sola, pues siempre seguirá el rumbo que crea correcto aunque no lo sea. Y, como ella nunca cree equivocarse, suele ser complicado hacerle entender que lo está haciendo mal.
  
• Bailar: le da mucha vergüenza bailar ante la gente, pues no sabe seguir el ritmo de la melodía. Es tan torpe que acaba pisando a los que bailan con ella y todo se convierte en un caos.
  
• Poca memoria: le cuesta mucho recordar nombres así como rostros. A no ser que la persona con la que ha hablado haya hecho mella en su vida, no intentará acordarse de quién era.
  

Debilidades:

• Temeraria: el hecho de ser una imprudente y actuar sin pensar le ha ocasionado un montón de problemas. No teme al peligro y cree que nada puede salir mal. Es incapaz de meterse eso en la cabeza. Al ser una bala perdida, no es la primera vez que se le dan una paliza por haber subestimado o metido en donde no la llaman.