Carry on [Privado] [Resh y Jurgen]

Las promesas de aquella tripulación no podían haber sido más falsas. Aún no se había encontrado ninguna isla de oro, solo terribles tormentas y fenómenos que había creído imposibles. El mar alzándose en rugientes serpientes hacia el cielo, atrayendo todo a su interior, por ejemplo. Ese evento había sido especialmente aterrador. Y ahora estaba en la primera isla de aquel extraño océano más allá de las montañas. Al principio había pensado que no era muy diferente de su tierra natal. Pero eso había sido solo hasta que el primer árbol intentó comérselo. Tras ese momento se lo había pensado mejor y había empezado a tener mucho cuidado. Tras ver cómo se movían las plantas de aquella tierra, había intentado hacer crecer otras parecidas con su Poder Mágico, pero sus intentos habían tenido resultados nulos. Creaba plantas con el mismo aspecto pero que no hacían las mismas cosas.

Al menos no podía quejarse de comida. Había fruta dulce y abundante, tanta como quisiera comer y más. Cierto que muchas eran trampas de los extraños árboles cazadores para comérselo, pero su Poder Mágico le había mantenido vivo. Mientras estuviese atento para activarlo, no parecía que tuviese nada que temer. Ninguna de aquellas plantas podía usar fuego, así que simplemente dejaba que le comiesen un brazo hecho madera y luego dejaba que creciese de nuevo. Usando esa táctica, pudo recorrer el interior de aquel agresivo bosque e inspeccionarlo. Solo había una cosa que le extrañaba: no había muestras de vida animal. Algún pájaro, pero ninguno anidaba en la isla por lo que había visto. Y si lo hacían, no había encontrado ningún nido.

Tras unas cuantas horas, empezó a perder el interés en pasear sin un objetivo concreto. No venía a la isla buscando nuevos ambientes, sino gente que hubiese visto en los carteles. Gente a la que pudiera pegar sin acabar en problemas con el... ¿Gonierbo? Algo así. Empezó a calentar los músculos con ejercicios sencillos, preparándose para empezar a moverse con un poco más de vigor. Si quería enterarse de si había alguien, iba a necesitar cubrir más terreno. Aquel bosque era tan espeso que si pasaba a más de treinta árboles de alguien era posible que no lo viera. Comenzó a correr y, transformando su brazo en una liana, se agarró a una rama baja y se impulsó hacia el aire. Usando ambos brazos como lianas con su Poder Mágico, se movió velozmente entre la vegetación, atento a sus alrededores.

El ambiente en ese barco era realmente algo tan diferente que hasta me resultaba agobiante, la tranquilidad que me daba mi maestro había sido completamente opacada con todos estos nuevos nakamas. Incluso el intentar relajarme en mi intento de hacer comidas dignas de un rey eran abatidas por cosas como, “no nos queda esto” “se lo ha acabado él” “vaya esta inservible” alguien parecía que todo estaba bien en la cocina pero había algunos ingredientes que se habían vuelto inservibles y no tenían ningún sitio cercano para poder abastecerse, sin contar que había ingredientes que, por mucho que no fueran las cosas que tomarías para un viaje en la mar, resultarían realmente útiles en barias recetas.

Al final termine discutiendo sobre este tema con Yor y solo logre que me enviara a buscar suministros con el pretexto de que el ser el nuevo nadie, excepción de ellos, sabían que era un tripulante de esta barco pirata. Yo sabía que en gran parte lo hizo para que me acostumbrara a este nuevo mar, en donde tendría que enfrentarme a muchas cosas y tener una visión completamente diferente a la que tenía en mi isla. Entre regañadientes acepte ir a buscar alguna isla cercana pero ni con el mapa conseguía realmente ubicarme, así que navegue más por intuición que por seguir un camino y no tarde mucho en encontrarme con el caótico temporal tan cambiante hasta que por fin logre poder pisar tierra.

Era una isla realmente muy extraña y por alguna razón no me sentía nada cómodo en ella, no se escuchaba ni un solo sonido de pájaros, “¿Estarán escondidos? Pero, ¿por qué se esconderían? ¿Miedo, porque son carnívoros y están acechando?” realmente no tenía muy claro nada así que con cautela inspeccione un poco mi alrededor, la vegetación abundaba y era bastante curiosa, negar que no estaba algo confundido seria una mentira en todos los sentidos. Toda la curiosidad de mi ser se desvaneció cuando por poco no soy devorado por una planta, con dificultades pude esquivarla, entre mis alas y el haberme tomado desprevenido logro morder la manga de mi blusa y solo pude deshacerme de su agarre desgarrando la tela, ni siquiera tuve tiempo de poder usar mi arma y tampoco creí que hubiese tenido espacio suficiente para poder manejarla con comodidad.

Después de eso mantuve las distancias aunque realmente era difícil en un bosque tan denso como ese, solo pude seguir con cautela intentando no alertar ninguna planta así que pude recorrer una parte del terreno y pronto descubrí que había muchos frutos interesantes, realmente la comida abundaba aunque no tanto los animales, lo cual podía ser el motivo de que hubiera tantos frutos por esa zona. Intente recolectar los frutos y anotar lo en una pequeña libreta para poder llevar un registro de todos los alimentos que pasaban por mis manos y lo que podía hacer y no hacer con ellos.