Kogáto vs Chubinju

-¡Pongame otra cerveza viejo estupido!

Gritó el Pirata mientras que levantaba la anterior jarra de cerveza y acto después la rompía contra la mesa formando un fuerte sonido de cristales rotos que fueron cayendo al suelo. Uno de los camareros de acerco a él con una escoba y un recogedor y mirandole con miedo comenzo a recoger los cristales que habian caido al suelo. Parecía que todo el mundo le tenía miedo y claramente era el pirata al que ese CP andaba buscando. El viejo que parecía el jefe del bar le trajo otra cerveza y se disculpo en voz baja y con unas palabras que denotaban el miedo maximo. El anciano se alejo de la mesa y volvio a la barra y el pirata comenzo a beber su otra jarra a un ritmo realmente rápido y tras terminar y casi sin dilación se levanto del asienta y cogio una de sus pistolas y disparo al techo dandole al candil que iluminaba la habitación apagandolo dejando a la luz del sol todo el bar.

-Que sepas que este es mi pago maldito viejo, agradece que no te haya disparado a tí o alguno de tus empleados... Hasta la proxima y espero que no seais tan lentos entragdnome la cerveza.

El pirata salio por la puerta con aires de grandeza y un gran sonrisa de satisfacción y tras ello comenzo a encaminarse hacía el bosque en donde parecia que escondia su guarida secreta...

Chubinju caminaba por el bosque, aquella cerveza le había sentado genial, más aún habiéndose reído a costa de aquellos imbéciles cobardes del bar. Regresaba a una pequeña cabaña, donde tenía montado un pequeño refugio temporal. El bosque era oscuro, y apenas pasaba la luz por entre las ramas. Un par de pájaros cantaban cerca. Aquello molestaba al pirata. Estúpido pajarracos. De pronto, el pirata escuchó un ruido que se acercaba rápidamente por detrás. Algo se acercaba. De forma instintiva, el hombre se transformó en su forma híbrida. Había consumido una akuma tiempo atrás, que había resultado ser del tipo Zoan. Aquella fruta le daba la capacidad de convertirse en un saltamontes. Sus piernas en la forma híbrida eran mucho más fuertes. Saltó hacia arriba con fuerza, justo para sentir como algo le cortaba a la altura de la pierna izquierda. Era un corte profundo y doloroso, pero sobreviviría. Cosa que no podía decir del imbécil que lo había atacado.

Aún en el aire, sacó un par de pistolas de su ropa, y apuntó a la sombra que acababa de adelantarlo, descargando las armas por completo, en una lluvia de plomo. Esperaba poder darle al tipo que le había intentado atacar por la espalda, ahora que lo había adelantado. Era mucho más fácil disparar a alguien desde atrás.

12 Balas cargadas de odio [AF]

Tras terminar los disparos, soltó ambas armas y empezó a correr hacia la espesura, pese al dolor de la pierna izquierda, mientras sacaba otra pistola.

Kogáto notó como cortaba algo de carne, pero sin embargo su oponente había desaparecido de su vista, aquello no era posible, se quedó algo impresionado y por ello miró a varios lados. “Dónde diablos…” Pensaba mientras trataba de localizarle, de repente su haki de observación le alertó de una presencia a su derecha, se giró sonriendo de lado y lanzando un tajo al aire sin tocar nada. Era una maldita ardilla “Que cojones…” su mantra le avisó de una nueva situación, puso ver como unas balas impactaban en él, su oponente iba a dispararle. Se giró lo más rápido que pudo, pero su oponente ya estaba disparando contra él.


- Ahí esta…


Activó su haki armadura comenzando a moverse de un lado a otro empleando la técnica del Kami-e, su cuerpo esquivó de forma perfecta algunas balas, sin embargo dos balas le impactaron el pecho y otra en el hombro izquierdo. Pegó un gruñido de dolor, su haki había evitado daños graves o mortales, pero de todas formas había sido peligroso, tenía dos feos moratones en el pecho. Su hombro sangraba un poco, la bala había entrado muy poco y podía verla semi clavada en su piel, con la mano pudo sacarla debido a que no estaba muy profunda. Ahora comprobó como su enemigo huía por la espesura del bosque.


- ¿Crees que puedes huir? ¡Soru!



El moreno salió disparado a aquella endemoniada velocidad mientras iba frunciendo el ceño, una vez que estuvo cerca, trató de golpearle con su dedo en la zona del costado “Shigan”. Lo consiguiera o no, saltaría para colocarse en pleno aire y sonreír de lado, a una velocidad más que aceptable, dejó su energía fluir por su guadaña y lanzó un terrible tajo hacia su presa. De la guadaña salió un terrible dragón blanco que salió disparado rugiendo a por el insecto, era una terrible onda de choque cortante en forma de dragón, ahora solo faltaba ver si le daba. Mientras tanto, el moreno bajó al suelo y se quedó observando el resultado, tal vez había fallado ambos ataques.


Rokushiki: Shigan [AF] / Dragón Soul [AMF] / [Ambos imbuidos en haki armadura nvl1] [Manual Prisa]

El pirata corría por entre los árboles, cojeando levemente debido a la herida de su pierna. ¿Quién demonios era aquel hombre? ¿Y por qué le seguía? Corría sin saber muy bien a dónde se estaba dirigiendo, cuando vio una sombra a su lado. Sintió un golpe en el costado, y cómo una de sus costillas se quebraba. Se sentía como una bala. Pero no era una bala. El pirata vio como el hombre extraía su dedo ensangrentado. Justo después, sacó una guadaña y la blandió, generando una fuerte onda en forma de dragón blanco, que lo golpeó de lado, cortándole en el hombro izquierdo. El pirata salió despedido hacia atrás, como un guiñapo. Se estrelló contra un árbol de espaldas, y sintió su espalda explotar de dolor. Apuntó con su pistola al hombre frente a él. Aquel capullo iba a pagárselas. Disparó, repetidas veces, y después sacó una pequeña uzi y vació el cargador, sin preocuparse por el retroceso, ya que el tronco tras él le servía de apoyo. Por último, sacó una pequeña escopeta recortada al tiempo que tiraba la uzi, y soltó tres descargas. Aquello destrozaría al chico. Se lo tenía merecido, por haberse metido en líos con él.

Festín de pólvora y plomo [AB]

El ataque había sido efectivo, el moreno caminaba hacia su oponente sonriendo de lado. Parecía que todo había finalizado, de repente el agente se quedó sorprendido. Aquel maldito había sacado de nuevo una pistola, de repente comenzó a dispararle con ella. La figura del chico se quedó totalmente quieta, se imbuyó con su haki y activó su habilidad defensiva “Tekkai”. Los disparos impactaron en su cuerpo, su constitución ahora hizo posible que las balas no le perforaran, pero dejaron varios cardenales por todo su cuerpo, lo que le hizo fruncir el ceño. Entrecerró un momento los ojos y miró a su oponente, este había sacado otra arma, la cosa se complicaba. En ese momento el pelo del chico comenzó a crecer, volviéndose largo y a la altura de la mitad de su espalda. Su piel se volvió grisácea y un aura verde le rodeó, se trataba de su habilidad de canalización.


- ¡Insutanto Gekido!


Sin pensarlo usó su Soru empezando a moverse a una velocidad endiablada, aquello hacía una velocidad tan grande que al ser combinada con el Soru, alcanzaba los 150 kilómetros por hora. Pese a aquella enorme habilidad, varios tiros atravesaron sus brazos, incluso uno le dejó una herida bastante grave en su costado. De repente notó como el cargador se acababa, pues su rival cambiaba de arma. [Manual Micaiah] un aura azulada rodeó al moreno, haciendo que sus heridas graves se volvieran leves y las que ya eran leves se curasen. Esta vez parecía ser una escopeta, el chico se movió a una velocidad endiablada de nuevo esquivando los dos primeros disparos con buena habilidad. Se lanzó a su oponente y fue cuando el tercer disparo le impactó de roce en el hombro dónde tenía la herida de bala, que ya se había curado con la ayuda de su técnica curativa. Un chorro de sangre saltó por los aires y el agente cayó al suelo, tirado de espaldas gruñó de dolor al mismo tiempo que emitía unos extraños rugidos.


- ¡Grrrr! ¡Aaaaah!


Su pelo volvió a la normalidad y anuló su aura, su piel volvió a su color normal, pero algo raro ocurrió, su cuerpo empezó a arder. Unas llamas de fuego le inundaban por todas partes, se levantó de forma tranquila con la mano en su hombro derecho y gruñendo por el dolor. De repente sus ojos se pusieron dorados, lo que indicaba que algo pasaba, su pelo se puso naranja y su altura creció hasta los cuatro metros. El color de su piel se volvió marrón y dos largos cuernos surgieron de su cabeza, sus pies ahora eran cascos como los de los caballos, sus garras enormes. Estaba en su forma hibrida, ahora usó el Soru para desplazarse lo más rápido posible hasta su rival. Una vez estuvo cerca, lanzó un único puñetazo envuelto en llamas a su cabeza con toda su fuerza, dispuesto a dejarlo inconsciente o al menos intentarlo.


Battle Inferno: Punk Oni Jigoku [Haki armadura] [AB]

El pirata vio como el hombre se derrumbaba. No había logrado matarlo, pero al menos había derribado. Ahora se acercaría con la escopeta y lo remataría. Le dolía horrores el cuerpo. Empezó a incorporarse, cuando el otro hombre se levantó, envuelto en un aura de llamas. Su aspecto había cambiado radicalmente, aumentando de tamaño. El pirata estaba bastante asustado ante aquella visión. Apuntó con su escopeta al hombre, que se acercaba hacia él. Un puño voló a su cara, en el momento en el que él disparó su arma. El golpe le dejó inconsciente, y de la potencia y las llamas, le abrasó media cara y le rompió la mandíbula. Tan solo vio una oscuridad total. Al menos había disparado a quemarropa, era imposible que fallara. O eso esperaba.

Descarga a quemarropa [AMF]

Mientras la bestia realizaba su golpe, el tipo estaba apuntándole. “Kami-e” pensó al mismo tiempo que impactaba el golpe y trataba de echar el cuerpo a un lado. Una vez disparó aquel tipo, el ser de fuego salió disparado hacia atrás. Cayó contra el suelo soltando algunos gruñidos y rodando sin parar, mientras iba quejándose su voz se iba volviendo más humana. Al estar golpeando no pudo activar su Tekkai, y su haki armadura tan solo le había evitado un daño peor. Le había impactado en el costado derecho, en aquella forma tenía más fuerza y una buena coraza como cuerpo. Sin embargo parecía haberse roto una costilla o dos, por suerte estas no se le habían atravesado en la piel. Iba a necesitar atención médica.

- ¡Maldito cabrón! ¡Aaaahg!


Tras unos cuantos escupitajos de sangre, prendió su brazo de fuego y empezó a calentar la hoja de su guadaña hasta estar esta al rojo vivo. Pegó un suspiro y dejó de usar sus poderes, después colocó aquella arma en su herida y pegó un grito con fuerza. El dolor era intenso, iba a tener que sacarse los perdigones de los cartuchos y recuperarse, pero no le iba a ser fácil. Debía volver cuanto antes, se levantó como pudo gruñendo por el dolor y caminando con el cuerpo echado al lado contrario del golpe. Agarró al cuerpo de la pierna con una mirada fría y seria y empezó a arrastrarlo por el suelo llevándoselo de allí para entregar a aquella basura.

VICTORIA PARA KOGATO

Hoja actualizada con EXP