Wilhelm Karrigan

Exp:   0

Nivel:   1

Nombre: Wilhelm Karrigan

Apodo: Blue-Tropic

Edad:   24

Sexo: Hombre

Raza: Gyojin - Pez Piraña

Rango/Empleo: Novato

Rango social: Bajo

Descripción estilo de lucha:

-Nombre:  Shika Matsuri (Festival Dental)

-Ejecución: Es un estilo de combate especializado en combinación de movimientos rápidos y directos al cuerpo del adversario usando en gran medida los dientes, propiciando numerosas incisiones en la carne del enemigos intentando profundizar. No es un estilo letal directo ya que busca más el debilitar y dejar desangrándose al objetivo que causar una muerte directa.

Akuma no mi: N/A

Hakis, técnicas y PowerUps: N/A

Descripción física: Wilhelm es un joven Gyojin de 24 años que mide 1´79 metros. Es de una complexión delgada, con los músculos bien marcados gracias a la natación. Su piel es de un tono azul celeste algo pálido marcada con un tatuaje trival en el pectoral izquierdo, que cubre el tatuaje de esclavo , que se desarrolla por el hombro izquierdo y bajando por el brazo de este hasta prácticamente la muñeca. Su pelo realmente parece a simple vista aletas superiores que salen de su cabeza por el tono brillante, aunque se puede peinar como si fuera pelo normal. Suele llevarlo de punta hacia atrás, dejando dos mechones cayendo por los laterales a modo de patillas y dos mechones más cortos a modo de flequillo. Es de un tono algo más  oscuro, como azul eléctrico, mezclado con vetas de amarillo huevo. Sus orejas son puntiagudas y aplanadas, pegadas casi a la cabeza. Sus ojos, bastante grandes, son de un tono amarillento, dejando el iris de un color verde esmeralda. La boca aparentemente es pequeña, pero puede abrirla de tal forma que pueda dentellar con gran fuerza y profundizar sus afilados dientes de sierra en la carne. Al cuello lleva un pañuelo rojo en cual tapa visualmente las branquias así como la marca que le dejó la cadena que le pusieron durante su esclavitud. Suele vestir una cazadora naranja con las mangas marrones a juegos con unos pantalones piratas marrones y unas sandalias amarillas. Alrededor de la cintura lleva una tela a modo de fajín de color rojo igual que el pañuelo del cuello.





Alineamiento:   Legal Neutral


Descripción psicológica:  Wilhelm es bastante receloso a la hora de confiar en la gente nueva, le gusta andarse con pies de plomo para evitar males mayores, pero una vez conoce y tiene confianza en la otra persona es un amigo fiel hasta el final. Es muy echado hacia adelante sin temor a lo que pueda venir aunque prefiere tener un buen plan si es posible antes de lanzarse de cabeza a lo desconocido. Es un hombre de palabra, siempre cumplirá su deber ante todo, pero si ese deber interfiere con alguna de sus ideas morales o sueños, posiblemente pase de largo si es posible o si no justifican un bien mayor. Es bastante orgulloso de sus habilidades, no le gusta ser cuestionado cuando sabe que tiene razón en algo, pero admite sin peros cuando comete un error y carga con la culpabilidad de sus actos.  Suele ser calmado y poco temperamental, pero observar o conocer que se comete un acto de injusticia social puede hacerle hervir la sangre y convertirle en un ser bastante impulsivo. Suele rehuir del compromiso familiar, aunque le gustaría tener su propia familia no le gustaría traer al mundo a un hijo que viviera en un mundo injusto por lo que prefiere esperar a ver cumplido su sueño y luego plantearse ideas de hogares. Aunque sea un tipo calmado no le dice que no ha una buena fiesta o celebración debido a la cantidad de alcohol y comida que suele haber en ellas por lo que no es extraño verle en una aunque sea colándose en ella, en especial si ya ha bebido, pues pierde un poco la sensatez y actúa más de forma impulsiva que racional.


Gustos: Wilhelm es bastante reservado para sus aficiones personales. Le apasiona el poder nadar sin limitaciones así como observar como el Sol se funde en el océano en los atardeceres. Es un gran amante de la fauna animal en especial la del fondo marino, la cual puede disfrutar gracias a sus habilidades como Gyojin. Es un amante de la carne terrestre en todas sus formas, sin hacerle nunca el feo a una invitación para disfrutar de esta. Una de las cosas que más le gustan a Wilhelm posiblemente sea el sonido de las explosiones y el olor a pólvora por lo que la pirotecnia es uno de sus hobbies más llamativos. El alcohol posiblemente sea otro de los placeres de los que le gusta disfrutar, llegando incluso a ser un problema si no tiene a alguien al lado que le controle cuando debe parar de beber.

Desagrados:  Wilhelm no soporta aquellas personas que se creen dueñas de algo por el mero hecho de su clase social, llegando a producirle bastante enojo. Está totalmente en contra de la esclavitud ya sea de humanos, gigantes o gyojin. Detesta los climas secos y áridos por lo que evita los viajes a zonas desérticas. No le gusta en absoluto el pescado en general, aunque no le importa que otros la coman. No tolera muy bien el humo de los cigarrillos o puros, ya que le hacen toser de manera exagerada. Posiblemente el mayor miedo de Wilhelm sean las alturas, no puede estar más de 5 minutos a una determinada altura como en un edificio o estructura muy elevada. El otro gran miedo y desagrado de Wilhelm es el sentirse o estar esposado o encadenado.

Habilidades:   Wilhelm es bastante habilidoso en el nado y buceo gracias a su raza, esto le ha permitido investigar y estudiar más de cerca la naturaleza marina que habita en los mares permitiendo le un buen conocimiento científico de esta así como un conocimiento de las presiones y efectos físicos bajo el mar. Tiene un buen talento para comprender la química y la física universal siendo esta una de sus grandes pasiones. También posee un buen talento para memorizar las cosas que le rodean y recordarlas a la perfección mucho más adelante.

Torpezas: Wilhelm es bastante torpe a la hora de cocinar, más de una vez se le ha quemado la comida por lo que prefiere que otro sea el que cocine. Su habilidad para el uso de armas ya sea de fuego o blanca es prácticamente nulo, prácticamente sin puntería alguna o destreza al blandir una espada. Carece de técnicas de dibujo  por lo que sus esquemas o planos solo suele entenderlos él mismo. No es muy habilidoso en técnicas sociales por lo que le cuesta iniciar una conversación o ser él quien entable relaciones.

Profesiones:  Luchador/Cientifico x3

Banda:  Revolucionarios

Armas: Puños y dientes

Historia:   Wilhelm nació en el seno de una familia humilde en la Isla Gyojin. Su padre se dedicaba a la carpintería mientras que su madre cuidaba de él y sus 3 hermanos mayores. Todos habían recibido una buena educación elemental aunque Wilhelm había sido el más ventajoso de sus hermanos, destacando en especial sus habilidades en las matemáticas, aunque sus habilidades de comunicación solían fallar. Era bastante introvertido con los demás niños de la clase, pero Wilhelm defendía que era culpa de ellos por no entenderle a él. Prefirió centrarse en sus estudios mientras que por las tardes acudía a los entrenamientos con sus hermanos los cuales iban a un Dojo para practicar Gyojin Karate, pero Wilhelm nunca destacó en esta disciplina, prefirió desarrollar su propio estilo aprovechando su genética de pez piraña para centrarse en la mordedura a los adversarios. Prácticamente su infancia se basó en esto, aunque siempre tuvo en la mente una idea, una duda: ¿Qué había más allá del mar? Sus padres rehuían bastante a responderle a esas dudas, alegando que jamás debería salir a la superficie, bajo el mar vivían bien y sin problemas, no era necesario salir a fuera a buscarlos. Pero a Wilhelm no le convencían esas respuestas, necesitaba ver con sus propios ojos el mundo exterior, comprobar cuan ciertas y horribles eran las historias que le contaban desde pequeño sobre los humanos y las demás razas terrestres. Aunque Wilhelm tenía el deseo de salir ahí fuera, sabía que aún no estaba preparado por lo que se mantuvo bajo el mar hasta que tuviera el coraje y los conocimientos necesarios para desenvolverse en ese mundo.

A los 15 años ya era conocido en la isla por sus grandes notas, las cuales parecía que las sacaba ya sin esforzarse a penas, por lo que decían que era una mente privilegiada para su edad, llegando a rebatir contra profesores y vencer en esas discusiones dejándolos sin palabras.

A la edad de 16 años, su padre murió en un accidente laboral, lo que comenzó a producir cierto desequilibrio económico en la familia. Sus hermanos comenzaron a trabajar, dos de ellos en la misma profesión que su padre, mientras que Osame, el mayor de todos, llegó al rango de maestro e impartía clases en el Dojo. La madre sin embargo entró en una depresión tras la muerte de su marido, y Wilhelm solía hacerse cargo de ella en casa mientras estudiaba, pero eso le cortaba las aletas para salir ahí fuera a cumplir su sueño de ver mundo.

No fue hasta los 18, dos años después del trágico accidente, cuando Wilhelm pudo salir fuera. Su madre falleció en plena depresión sin poder salir a flote de ella. Aunque con la pena por dentro, Wilhelm ya no podía seguir allí. Sus conocimientos ya sobrepasaban cuanto podía aprender encerrado en la isla, si quería saber más tendría que salir allí fuera. Así fue como armado de coraje preparó un equipaje y se dispuso a salir a la superficie, rumbo al Archipielago de Shabondy. Había oído hablar de él no solo en los libros si no también de los navegantes que cogían por el fondo marino y cogían provisiones en la Isla Gyojin.

Cuando llegó sus ojos se salían de las cuencas de tanto abrirlos. Estaba maravillado ante aquel mundo que se presentaba delante, aunque su naturaleza introvertida le hizo difícil poder hablar con la gente, la mayoría de la gente rehuía de hablar con él, aunque esto a él no le importó ya que no comprendía el motivo de aquellas caras asustadizas. Iba moviéndose por la isla, buscando alguna biblioteca para poder leer libros que no tuvieran en el mundo marino, deseando obtener nuevos conocimientos, pero al llegar a una, el bibliotecario se apresuró a la entrada y le echó, denegándole el acceso:

-¿Cómo que no puedo entrar por ser un Gyojin? ¡El conocimiento no tiene que limitarse para las razas! – Replicó Wilhelm, aunque el bibliotecario, rozando el enfado llamó a seguridad para que agarrasen a Wilhelm y lo echasen del edificio. Salió volando por la entrada principal ante la expectación de los transeúntes mientras despotricaba barbaridades contra los seguratas.

Wilhelm miró a su alrededor y veía como nadie se acercaba a ayudarle a levantarse del suelo, tan solo apartaban la mirada y algunos incluso tapaban sus ojos a sus propios hijos. Ahora Wilhelm comprendía un poco más a lo que se referían los mayores de su isla ante la discriminación racial. Tras esa escena, decidió partir en busca de alguna zona donde refugiarse para pasar su primer día en la superficie pero no había lugar alguno donde le permitiesen el acceso, hasta que llego a un bar, donde el dueño pareció bastante amable, alegando que no le importaba la raza de sus clientes. Incluso se disculpó simbólicamente por el comportamiento de los demás humanos, invitando aquella noche a Wilhelm a dormir en una habitación que tenía en la trastienda. Tras aquel viaje y aquel recibimiento Wilhelm estaba bastante cansado así que no tardó en caer K.O. en aquella cama. Su sueño era profundo y tranquilo hasta que en mitad de la noche fue despertado a golpes por varios tipos, y tras ellos estaba el propio dueño del bar

-¡Este es! Es un espécimen joven, seguro que pagan bien por el en las subastas- Gritó el dueño del bar mientras los tipos amordazaban y encadenaban las manos a Wilhelm.
En mitad de la noche lo llevaron hasta un edificio donde ponía “Casa de subastas”. Wilhelm intentó zafarse de sus opresores pero era inútil entre los golpes que había recibido y aquellas esposas, lo habían dejado fuera de combate en un momento. Lo encerraron en una celda tras colocarle una especie de collar al cuello bastante apretado. En la celda estaba acompañado por más gente con el mismo collar, por lo que suponía que todos aquellos eran más esclavos. Había humanos, otros gyojin, incluso un semi-gigante. Wilhelm no paraba de gritar y preguntar que estaba pasando, pero nadie le respondía. Uno de los esclavos se acercó por detrás de Wilhelm para intentar tranquilizarlo, pero fue en vano, no paraba de golpear y aferrarse a los barrotes de su celda, cuando se calmó y se giró observó la cara de todo el mundo mirándole. En sus ojos se veía que habían perdido las esperanzas, y por ende, eso hacía que Wilhelm comprendiese que no iba a lograr salir de allí. El esclavo que se le acercó horas antes se sentó a su lado, era un hombre adulto, de unos 45 años, completamente clavo con numerosas cicatrices en el cráneo. Le dio unas palmadas en la espalda, y tras un suspiro, le aclaró la situación a Wilhelm. El mero hecho de ser un gyojin ya le convertía en una pieza digna de una subasta para los esclavistas le comentó por lo que su destino acabaría siendo vivir y servir con alguna familia adinerada.
Tras varias subastas, Wilhelm nunca era subastado. Intentó huir en alguna que otra ocasión de la celda cuando tenía oportunidad, pero eran en vano y solo lograba alguna paliza o quedarse sin comida durante unas semanas.

Pasaron dos años en los que nadie pujó por él, posiblemente su aspecto feroz en el escenario y su mal genio intentado zafarse hacían que nadie se atreviera a pujar por él para tenerlo de esclavo por miedo. En la ciudad ya le conocían por el sobrenombre de “Blue Tropic”, debido a que venía del mar y su color azulado les recordaba a aquella bebida alcohólica. Durante esos dos años conoció a un gran número de gente que también era presa, personas que venían y se iban contándole sus historias a Wilhelm, aprendiendo un poco más de todo y de todas partes del mundo. No fue hasta su veinte cumpleaños cuando en una de las subastas, alguien decidió pujar por él. Para asombro del propio Wilhelm, hasta él se alegró de aquello, por fin tras dos años podría salir de aquella celda aunque fuera a ser un esclavo.
Fue una familia de Tenryuubitos, los Bleso, iba a ser esclavo de una de las familias más importantes de Nobles que existían. Había escuchado cosas horribles de ellos, y no les faltaban razón, solo por el hecho de defender la esclavitud ya merecían el odio de Wilhelm, pero todo era mejor que estar encerrado en una celda. El mismo día que le compraron zarparon a Mariejois, lugar de residencia de los Tenryuubitos. Por el camino fue informado por otro esclavo de cuales iban a ser sus obligaciones, las cuales se centraban en proteger y servir a uno de los hijos del comprador, el hijo mediano, Janco Bleso. Ya de inicio Wilhelm se imaginó tener que servir a un crio mimado y despreciable como todos los de su clase pero su sorpresa fue justamente lo contrario. Janco, su joven amo era diferente a los demás de aquella ciudad. No apoyaba la esclavitud y no le trataba como un ser inferior, si no como un amigo, posiblemente el primer amigo que había tenido Wilhelm desde que salió de aquella escuela. Sirvió a la familia de Janco sin objeciones ya que, quitando algunas palizas o momentos incomodos, tenía un techo y comida cada día, y Janco se encargaba de mantenerle a salvo, permitiéndole leer libros e investigar mientras nadie más se enterase, por lo que Wilhelm pudo dasarrollar sus conocimientos científicos a escondidas. Sirvió a la familia durante 3 años, hasta que un buen día su amo, Janco decidió huir de toda aquella sociedad. Al principio Wilhelm intentó hacer recapacitar a Janco, comprendía sus motivos y los compartía pero huir solamente pondría en peligro la vida de ambos y serían buscados por todas partes. Pero cuando Wilhelm miró a los ojos de Janco entendió que no había nada que le fuera a cambiar de idea. Le insistió en que ya no era su esclavo, que podía irse por libre pero después de todo lo que Janco había hecho por Wilhelm, no podía dejarle solo y menos a su edad así que se comprometió a seguir siéndole leal hasta el final de sus días y luchar junto a él por sus mismos ideales. Tras soltarle las cadenas de esclavo, se escaparon a hurtadillas de aquella casa, por suerte no necesitarían ninguna embarcación y así no llamar la atención, Janco se montó a su espalda y Wilhelm comenzó a nadar hasta poder llegar a tierra firme, de nuevo al Archipielago Shadonby donde ya buscarían alguna embarcación que les alejase de allí. Wilhelm prefirió guardar su collar de esclavo y llevarlo puesto por la calle así la gente no le miraría mal ya que sería un esclavo con su amo andando por la calle. Fue a los pocos días donde encontraron un barco mercante que se dirigía a Water Seven. No era la  ciudad más alejada pero era de las ciudades más grandes y con tanta gente sería más fácil pasar inadvertidos.

Durante el trayecto  Wilhelm y Janco hablaron de sus ideales, ambos lucharían por conseguir saldar esas injusticias, Wilhelm ya no soñaba con conocer el mundo entero, si no que el mundo entero conociera las injusticias que se cometían y lucharía por hacer ver a todos que no todos los hombres son malos y por igual con los Gyojin, lucharía por un mundo de iguales. Tras llegar a Water Seven comenzaron a moverse para poder vivir de lo que fuese, más bien de sobrevivir, pues tendrían que trabajar o apañárselas para conseguir el pan de cada día.


Mar de origen:  Red Line

Isla de origen:  Isla Gyojin

Pertenencias iniciales:  Pañuelo rojo

Botín de partidas:

Sueños: El sueño de Wilhelm es demostrar que no todos los humanos son seres arrogantes ni esclavistas y conseguir una sociedad equilibrada sin clases o razas superiores e inferiores.

Multicuenta de: N/A

Referido por: Janco Bleson

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