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Cazando En W7 [Madara-Nokotori-Qui gon] [Privado] Empty Cazando En W7 [Madara-Nokotori-Qui gon] [Privado] {Sáb 16 Ene 2016 - 22:32}

Un enorme buque se acercaba a la isla del agua. Era de un tono cobrizo y bastante oxidado, de hecho era una maravilla del señor que aquella cosa se mantuviese a flote. El rácano de Madara había alquilado esa basura para viajar. No pensaba en gastar dinero en navegaciones de lujo ni nada parecido. Había unido a su grupo a un luchador que parecía ser un diamante en bruto pues parecía tener grandes habilidades que ofrecer. Con ese hombre y Nokotori aquella misión debía de ser algo fácil. No recordaba dónde se había dejado al niño, de hecho pensaba que ni siquiera había embarcado. Eso provocó que una gotita de sudor le cayera por la frente hasta su nariz, para después resbalas hasta su boca. – Joder, ya me dejado al chico en la nieve. Bueno ya nos alcanzarás. –Dijo soltando un suspiro para después levantarse de la cama, pues aún continuaba tumbado en su camarote.

Se puso su camiseta negra de manga larga para después añadirle su coraza de titanio y sus guantes. En último lugar tomó su guadaña amarrándola a su espalda y se dirigió a la puerta de la estancia. Su rumbo ya estaba fijado y no tardó en llegar, la preciosa cocina. En su nevera tenía guardado un delicioso plato de arroz con filetes y esperaba poder comérselo antes de la misión. Cuando abrió aquel objeto blanco notó una leve sensación de frío por el cuerpo. Sus ojos se abrieron como platos al ver que no había nada, salvo una barrita de cereales. Con algo de ira la agarró y la hizo pedazos con la mano, esperaba que el loco del espadachín no se hubiese comido su desayuno. – ¡Dónde coño está mi comida! – Salió a la cubierta del barco y se dio cuenta de que la isla ya estaba cerca.

La razón por la que estaban allí ya había sido nombrada por el dragón en la isla nevada. Un capullo cuyo precio valía cincuenta millones estaba dando por saco en el lugar y era el momento de eliminarlo. Pero al parecer en las últimas horas ese tío había aumentado su precio a sesenta de los grandes y eso hizo motivarse aún más al devastador. Ahora solo necesitaba que su navegante aparcara aquella cosa y su espadachín no la liase mucho en el puerto. Al menos podían llevarse diez millones por cabeza, lástima que Ragerok no estuviese allí. Madara no era tan rencoroso y pensaba comprarle una piruleta al niño cuando acabaran aquello.  Se sentó en el borde y entrecerró los ojos despacio. – ¡Qui gon! ¡Coge el timón! ¡Nokotori! ¡No mates a nadie!   – Gritó de repente mientras ahora esperaba a que sus hombres estuviesen listos.
Nokotori Kurodoku
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Cazando En W7 [Madara-Nokotori-Qui gon] [Privado] Empty Re: Cazando En W7 [Madara-Nokotori-Qui gon] [Privado] {Sáb 16 Ene 2016 - 23:08}

El joven espadachín se encontraba en un pequeño camarote de un gran buque destartalado el cual nadie sabía como podía navegar. Estaba tumbado en una cama con un colchón bastante duro y no sabía en qué postura ponerse para estar cómodo. Hacía tiempo que no veía a su compañero el asesino el cual lo perdió de vista en la isla de la nieve y no sabía donde se había metido.

-Cuaaaaaaanta confianza inspira el chaval. Se supone que estamos en una banda…

Estaba harto de aquel colchón tanto que deseaba hacerlo trizas pero se contuvo puesto que el barco no era de kyofu. Se levantó y estiró crujiendo su espalda, algo que le molestó un poco pero le daba igual hoy es un gran día estaba lleno, había encontrado un plato de arroz y filetes en el frigorífico y no pensó siquiera en que no era suyo, agarró un tenedor calentó el plato y empezó a comer como si no hubiera un mañana. Encontró varios filetes los cuales tiró por la ventana de la cocina ignorándolos. Una vez terminó de comer tiró el plato también por la ventana para que no hubiera evidencias ni nada. Acto seguido salió fuera de la cocina y fue a la cubierta. Un gran viento azotó la melena del espadachín. Poco después Madara salió por la misma puerta que él diciendo algo de su comida, esto hizo que el moreno adoptara una sonrisa maligna y burlona.

Una vez miró a Madara se volvió a observar a su nuevo compañero el cual había conocido ese mismo día y no recordaba su nombre, pensaba que su nombre era Jhon o algo así. No sabía qué pensar sobre él y aún no confiaba mucho en esa persona hasta verlo en una pelea y ver que podía confiar en él plenamente o si no acabaría mal puesto que al espadachín no le importaba matarlo, apenas lo conocía.

Por fin divisó lo que parecía una isla y no pudo evitar pensar en todo lo que haría con el dinero de la cabeza de ese hombre. Pensaba que el dinero obtenido por ese sujeto iba a ser todo para el y no se le pasó por la cabeza la idea de compartir. Una voz interrumpió los pensamientos del joven moreno, era Madara advirtiéndole de que no matara a nadie y éste sonrió ampliamente dejando entender que quería hacerlo y quería divertirse. También vio como su nuevo compañero corría hacia el timón y gritó.

-Jhon, haz que no nos estrellemos con esta cosa.

Una vez dicho esto se quedó mirando a la isla. Una isla que no había visto jamás. Era rara varias cascadas salían de la propia isla.
Qui Gon Blackheart
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Cazando En W7 [Madara-Nokotori-Qui gon] [Privado] Empty Re: Cazando En W7 [Madara-Nokotori-Qui gon] [Privado] {Sáb 16 Ene 2016 - 23:49}

Qui Gon estaba tan tranquilo disfrutando de una fresca jarra de dulce hidromiel en una taberna del Reino de Sakura cuando una figura extraña se sentó a su lado para conversar. Al parecer estaba buscando un navegante para su banda, y tras prometerle grandes cantidades de dinero aceptó acompañar al hombre de pelo largo y moreno.

4 horas después.

Qui Gon se encontraba con el moreno y otro compañero más de la banda, un tal Nokosequé, dentro del fabuloso barco rumbo a su destino, W7. El barco… qué decir del fabuloso barco… un amasijo de hierros oxidado que apenas se sostenía sobre el agua. La tripa le empezaba a rugir y un olor a lo que parecían arroz y filetes llegó hasta su nariz, lo que hizo que le entrase aún más hambre; acto seguido salieron a cubierta el moreno y su otro compañero, el moreno parecía enfadado y no paraba de mascullar preguntando dónde estaba su comida.

Cuando Qui Gon logró quitarse de sus pensamientos el placer de la comida por un instante pudo avistar que estaban llegando a la isla y que en breves habrían llegado a puerto, en ese momento el compañero le gritó algo a Qui Gon.

- Jhon, haz que no nos estrellemos con esta cosa.

- No te preocupes Nokoyuri soy un experto navegante, he aparcado peores trastos que este en puertos más pequeños.

Tras decir esto una gota de sudor frío recorrió la espalda de Qui Gon, en verdad llevaba poco tiempo ejerciendo la profesión de navegante y no había más que manejado pequeñas embarcaciones pesqueras, pero tenía los conocimientos suficientes como para manejar casi todo tipo de embarcaciones… o eso creía. Llegando al puerto se dispuso a soltar anclas lo más cerca posible pero una ola traicionera hizo que el barco virase hacia un lado golpeando parte del muelle y arañando parte de la cubierta del barco.

- ¡Maldita sea! Puto mar, siempre me pasa lo mismo, no hay una puta ola en todo el trayecto, el mar está tranquilo y es llegar a puerto y ¡zasca! Ya tienes un bonito arañazo en el casco. “Solo espero que no se haya agujereado.”

Por suerte el barco solo había sufrido un ligero arañazo que mezclado con el óxido apenas se notaba nada. Qui Gon echó el ancla, amarró la embarcación y se dispuso a preparar lo necesario para abandonar el barco.
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Cazando En W7 [Madara-Nokotori-Qui gon] [Privado] Empty Re: Cazando En W7 [Madara-Nokotori-Qui gon] [Privado] {Dom 17 Ene 2016 - 0:07}

Una vez habían desembarcado los tres mercenarios, Madara se quedó mirando fijamente a Qui Gon con una expresión que inspiraba terror. – Voy a hacer como que no he visto nada, total tampoco se va a notar. – El rostro del dragón volvió a cambiar cuando de repente escuchó un terrible ruido a su espalda. Cuando se giró pudo ver como aquel navío se hundía en el mar provocando una enorme ola que llegó al puerto. Los rojizos ojos del mercenario ahora se clavaron de forma salvaje en su navegante mientras le pasaba el brazo por el hombro. – Tú, mierda. Nos acabas de dejar sin barco, si llaman por el comunicador decís que un tal Ragerok se ha dado a la fuga con el navío. – Una vez dijo eso empezó a caminar por una de las calles principales de la isla.


El lugar estaba plagado de canales de agua y la gente viajaba sobre una especie de caballos que nadaban a buena velocidad. Esos seres eran conocidos como los Yagara Bull y eran muy útiles en aquella isla de carpinteros. El problema ahora era encontrar al causante de los asesinatos del norte, ese hijo de puta de pelo rubio y ojos rosados. Un hombre que según decían tenía un buen conocimiento de la química y además tenía un buen uso de la espada bastarda. Seguramente no iba a estar solo y eso significaba que iba a liarse un poco en la isla, sin embargo debido al rango de Shichibukai del moreno, no iba a causarles problemas. Los tres hombres de Kyofu siguieron su camino mientras observaban a su alrededor. De repente el devastador miró un puesto de perritos calientes, no había desayunado por culpa de algún enfermo de los cojones y ahora era su oportunidad.


Se acercó despacio hasta el lugar y miró al tendero de forma calmada. Era un tipo algo gordito, de cabellos azulados y ojos castaños. Vestía con una camiseta blanca y resultaba además estar manchada de tomate y mostaza. El dragón emitió una leve carcajada tratando de parecer amable y fue cuando empezó a hablar con aquella persona. – Caballero ¿Cuánto cuesta un perrito caliente con mayonesa? – Aquel hombre le contestó enseguida diciéndole en un tono calmado que llegaban a la suma de veinte berries por unidad más cinco por cada salsa. – ¡Su puta madre! – Gritó ahora el moreno mientras daba unos pasos hacia atrás mirando al obeso tendero con algo de odio. – ¿Qué puta osadía es esa gordito? Espero que te salgan hemorroides en el culo. – Dicho eso el Shichibukai continuó caminando hasta llegar a una plaza dónde parecía haber bastantes niños jugando. De hecho también pasaban señoritas bastante ligeras de ropa. – Menos mal que no ha venido el niño, me lo habrían pervertido. – Susurró despacio mientras miraba a sus compañeros.
Nokotori Kurodoku
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Cazando En W7 [Madara-Nokotori-Qui gon] [Privado] Empty Re: Cazando En W7 [Madara-Nokotori-Qui gon] [Privado] {Dom 17 Ene 2016 - 0:35}

El espadachín saltó del barco el último ya que sus compañeros ya se habían bajado y sólo quedaba él. Una vez en el suelo se sacudió la túnica y escuchó como Madara hablaba con el nuevo y miraban a una especie de raja que le había hecho Jhon al barco.

-Jhon, pensé que sabías…

Antes de que pudiera terminar la frase el joven moreno vio como de una manera brusca el barco se hundió de repente, cosa que le hizo demasiada gracia y empezó a reír a carcajadas casi tirado en el suelo y sin poder respirar. Veía como Madara amenazaba a Jhon y esto le provocaba más gracia aún hasta que empezó a toser.

-NOS HEMOS CARGADO EL BARCO

Continuaba riendo de sobremanera. Decidieron después del incidente ir a la ciudad hasta que llegaron a la calle principal la cual estaba llena de agua, parecía que toda la ciudad estaba inundada. Observaba las extrañas mascotas que tenían las personas para transportarse por los canales algo extrañado. Apoyó sus brazos en las empuñaduras de sus katanas algo aburrido puesto que después de lo del barco no pasaba nada interesante y estaba deseando encontrar al tío que estaba causando tanto lío en la isla, dicen que es un hombre peligroso.

Observó a Madara acercarse a un señor gordo que vendía perritos calientes el cual tenía unos precios desorbitantes de los que pronto Madara, después de insultar al hombre, pasó.

-Madara, si querías esos perritos calientes ¿Por qué no matamos al gordo y le robamos todo?

El espadachín estaba deseando ya desenfundar sus espadas y asestar tajos a algo que estuviera vivo y quería hacerlo ya. Se estaba poniendo nervioso por el aburrimiento y esto hizo que se descontrolara un poco dándole una patada a un barril lleno de manzanas que lanzó por un canal. Hecho esto un tendero se acercó enfurecido al espadachín para que le diera explicaciones.

-¿Acaso insinúas que yo he tirado el barril pedazo de escoria?

Estaba claro lo que pretendía, quería buscar pelea y poder cargarse algo. Lo cual después de decir esto medio desenfundó su espada de color blanco y esto hizo que el tendero se asustara y volvió a su tienda. Nokotori miró a los ojos del tendero y gruño de ira.

-Cobarde…

Poco después de esto llegaron a una plaza llena de mujeres que parecían algo… Putillas… Miró a Madara y a Jhon mientras el líder decía algo de su otro compañero el asesino. Miró de nuevo hacia la plaza y susurró:
-Mujeres desvergonzadas, tendríais que estar cocinando ahora mismo

Observó a su alrededor y vio alguien bastante sospechoso lo cual hizo que Nokotori quisiera ir a por ese hombre a preguntar qué hacía ahí y si conocía al hombre que estaban buscando y que si lo conocía, por su propio bien y si apreciaba su vida lo llevara ante él. Miró a sus compañeros y les comentó lo que tenía pensado.
Qui Gon Blackheart
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Cazando En W7 [Madara-Nokotori-Qui gon] [Privado] Empty Re: Cazando En W7 [Madara-Nokotori-Qui gon] [Privado] {Dom 17 Ene 2016 - 1:16}

Qui Gon bajó del barco y se dispuso a verificar que el barco estaba en condiciones, pudo observar que había una grieta bastante importante en el casco pero no como para que la integridad del barco se vea afectada. De repente puede observar unos filetes pegados al casco y una bandada de gaviotas a lo lejos, temiéndose lo peor y teniendo tanta hambre Qui Gon intenta desprenderlo con ayuda de un palo que había en el muelle con tan mala suerte que le da un golpe demasiado fuerte y agujerea el casco metiendo dicho filete por el agujero quedando un poco de filete asomando. Las gaviotas se acercaron y fueron como feroces depredadores a por los filetes a lo que Qui Gon intentando ahuyentarlas y dado su mal manejo de las armas solo consigue hacerle más y más daños al barco y para colmo las gaviotas se han llevado casi todos los filetes.

El moreno y Nokoyuri salieron, Madara al ver los daños replicó a Qui Gon su destreza con el manejo de embarcaciones ya que este era navegante, por suerte o por desgracia Madara le estaba regañando de espaldas al barco y no pudo observar como una gaviota más grande de lo normal y con la cabeza llena de cicatrices se dirigió en picado a por el filete que asomaba por el agujero agrandándolo aún más lo que junto al resto de daños y el pésimo estado de la embarcación acabaron por hundirla. Nokoyuri se descojonaba a sus espaldas mientras Madara no paraba de regañar a Qui Gon el cual se intentaba explicar poniendo como excusa que la embarcación estaba en mal estado y que el mar estaba algo revuelto.

Los tres se siguieron su camino y Madara se paró a preguntar en un puesto el cual regentaba un señor entrado en carnes. Madara se alejó unos pasos sorprendido por el caro precio de sus productos y Nokoyuri sugería matar al tendero y llevarse todo. Qui Gon investigaba por el resto de puestos mirando con cara hambrienta cada cosa que ofrecían puesto que la mayoría era comida: Manzanas, peras, carne seca, y hasta SALMÓN AHUMADO. Pudo observar como Nokoyuri tiraba de una patada un barril de manzanas hasta un canal y el tendero se dirigía hasta él, Qui Gon aprovechando la distracción y que no tenía ni un berri intentó llevarse un poco de salmón ahumado, en cuanto Nokoyuri desenfundó su katana cogió lo más rápido posible medio filete de salmón ahumado y se lo metió en la boca rápidamente, por suerte el tendero no llegó a pillarle aunque sospechaba que había cogido algo, así que se le quedó mirando fijamente mientras Qui Gon intentaba no levantar sospechas disimulando los mofletes hinchados por el salmón ahumado. Cuando el tendero fue a preguntar si había robado algo Qui Gon salió por patas a toda velocidad poniéndose entre el Sichibukai y Nokoyuri a lo que el tendero dejó de perseguirlo y se volvió a su puesto cabreado y maldiciendo su suerte.

No tardaron mucho en llegar a una plaza llena de mujeres de ligeros ropajes y muchos niños jugando, una escena bastante peculiar, Qui Gon no sabía que pensar, si esas mujeres eran mujeres de compañía o las madres de los críos. Sea lo que fuere ninguna le interesaba, no parecían buenas mujeres puesto que los niños no estaban bajo ninguna vigilancia en el caso de que alguna fuese la madre y aun así ese lugar no era el más idóneo para llevar a tu hijo para que juegue. Qui Gon se acercó a las mujeres ligeras de ropa y preguntó por la persona a la que debían capturar pero ninguna parecía saber nada, en vez de dar respuestas solo se insinuaban para que Qui Gon contratara sus servicios.
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Cazando En W7 [Madara-Nokotori-Qui gon] [Privado] Empty Re: Cazando En W7 [Madara-Nokotori-Qui gon] [Privado] {Dom 17 Ene 2016 - 1:41}

Qué cabrones los dos mercenarios, uno le ofrecía cargarse a una persona inocente mientras el otro se ponía a robar. El tendero no se dio cuenta pero el olfato de Madara era exageradamente bueno y no pudo evitar sentirlo. El dragón observaba la zona llena de mujeres con toda la calma del mundo y ahora pudo ver como el navegante preguntaba. Había alguna que otra chica pidiendo guerra a cambio de dinero pero el moreno exigía cobrar por sexo no pagar, de modo que no le interesaba mucho. Los niños parecían estar divirtiéndose bastante con sus juegos raros como el escondite o el pilla. Los ojos del mercenario líder empezaron a ver aquella escena con algo de nostalgia pues fue un pasado que él nunca tuvo. A continuación trató de colocar su brazo derecho por encima de los hombros de Nokotori y el izquierdo por el de los de Qui Gon.


Ahora que tenía a sus compañeros allí pillados con su titánica fuerza, no tardó en sonreír de lado y hablarles en un tono tranquilo. – Compañeros, espero que nuestra amistad dure mucho. – Una vez dijo aquello continuó avanzando por la plaza hasta que empezó a oler algo extraño. – ¿Pólvora? – Mencionó ahora para después escuchar el sonido de una explosión. El edificio de al lado empezó a ceder sobre la plaza. Los críos aún estaban jugando allí y el Shichibukai no podía permitir que le mezclaran con aquellos asuntos de forma negativa. Rápidamente corrió hacia un enorme escombro que se dirigía hacia dos menores. Sacó su guadaña e impactó la hoja de esta contra la enorme piedra. Al estar imbuida en energía explosiva, partió el enorme pedrusco en pedazos. Una humareda empezó a formarse entonces y unas diez personas comenzaron a saquear la plaza.


Usaban todo tipo de armas como machetes, espadas e incluso algunos portaban rifles. El moreno ahora activó su haki de observación y trató de notar el aura más fuerte. La verdad es que la de Nokotori estaba por encima de aquellos capullos. La de Qui Gon era también superior y eso le hizo sonreír de lado. – ¡Kyofu a luchar! – Tras haber gritado sintió una presencia superior. Una figura saltó del edificio en ruinas. Se trataba del tipo rubio de ojos rosados, en su mano estaba aquella enorme espada y fue cuando el líder mercenario frunció el ceño. Abrió la boca tomando aire y sin pensarlo lanzó un cañonazo de ácido que fue rumbo a aquel imbécil. No era tan tonto y sin pensarlo lanzó un tajo que cortó su ácido como si nada, al parecer su nivel de espadachín era muy alto. – Este tío está a un nivel muy superior… – Ahora notó un par de presencias más. Una pertenecía a un tipo rapado con una túnica negra, parecía tener dos puños americanos dorados. La otra era de un chico de melena blanca y larga, el tono de sus ojos era verdoso. – ¡Tus chicos están muertos, cabrón! – Añadió ahora sin pensárselo.


Madara tenía la intención de que sus amigos se ocuparan de aquellos idiotas mientras él luchaba contra el líder de aquellos bastardos. La gente empezó a correr y a huir debido a lo que se estaba liando. Al menos algunas de aquellas mujeres se llevaron a los niños lejos para que no recibieran daños ni nada parecido. Ahora el devastador se lanzó a por el rubio y lanzó un puñetazo rumbo a su pecho. La extremidad del dragón tomó un tono negro metálico pues el haki armadura solía tener aquella apariencia. El golpe fue tan duro que aquel espadachín cayó de espaldas y soltó un leve jadeo debido al dolor. A continuación se levantó y empezó a reírse para después lanzar una bolita de color rojo, empezando a liberar un humo de color verde que se extendió por toda la plaza. – ¡No respiréis – Gritó ahora el Shichibukai para que sus compañeros no inhalaran aquella cosa que podía ser el peor de los venenos o tal vez una estupidez. De todas formas no había que fiarse y era mejor que no les jodiera a que sí lo hiciera. Confiaba en sus dos nuevos compañeros y sabía que no le iban a fallar, aunque uno fuese un loco asesino y el otro un navegante novato, empezaba a apreciarlos.
Nokotori Kurodoku
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Cazando En W7 [Madara-Nokotori-Qui gon] [Privado] Empty Re: Cazando En W7 [Madara-Nokotori-Qui gon] [Privado] {Dom 17 Ene 2016 - 2:33}

El espadachín y su nuevo compañero Jhon estaban junto a Madara el cual sus palabras le hicieron sonreír levemente y pensó para el

-Espero que no pase nada… Como aquella vez…

Poco a poco estaba cogiendo cariño a Madara, en cierto modo lo veía como su hermano mayor ya que se parecían bastante físicamente. Solo queda afianzar la amistad con sus otros dos compañeros para que los considerase a todos una buena familia. Nokotori nunca tuvo amigos así y eso le hacía sentir algo raro pero era bastante reconfortante.
De repente la actitud del Shichibukai cambió radicalmente, poniéndose en alerta y olisqueando algo en el aire. Acto seguido después de que el moreno actuara extraño una gran explosión ocurrió en la plaza y varios hombres aparecieron armados liándola en la plaza. Una gran roca se dirigía hacia unos niños y Madara más tarde que temprano se lanzó a destrozar la roca con una pequeña maniobra. Varios escombros se dirigían hacia el joven espadachín que desenfundó sus katanas rápidamente para cortar los guijarros.

Nokotori se estaba preparando para degollar a sus enemigos y poder jugar por fin con ellos. El espadachín se lanzó rápidamente a por tres de ellos y de un ataque intentó matarlos a todos, cosa que no pudo hacer pero se llevó a uno cortándole la cabeza. Ahora estaba entre los otros dos. Ambos hombres intentaron cortar al moreno por la mitad con sus espadas pero éste era más rápido. Pudo esquivar sin problemas los ataques aunque algunos se llevó unos cortes en los brazos, nada grave. El joven moreno estaba cabreado, los cortes lo habían cabreado y ahora sonrío de manera macabra. Con la katana morada intentó rebanarle al de su derecha la pierna para desequilibrarlo y con la katana blanca dar un corte en el estómago. Al de la izquierda pudo cortarle la pierna con facilidad provocándole unos gritos estridentes que para el maniático era música para sus oídos.  El otro sin embargo pudo parar su tajo con su espada y esto hizo que Nokotori lo mirase de mala manera y poder asestar otro golpe por arriba dirección a su cabeza. Ambos estaban intercambiando golpes de manera majestuosa pero el espadachín tenía las de ganar. Más temprano que tarde pudo cortarle medio brazo al hombre y antes de que cayera su brazo al suelo lo mandó de una patada lejos mientras reía enfermizamente.

Chicos… Os habéis encontrado con la peor persona que os podríais encontrar…

Después de decir eso, Nokotori empezó a lanzar tajos al hombre que estaba sin brazo, recibiéndolos todos pero sin hacerles cortes graves haciéndolo gritar y gritar más aún mientras sonreía de oreja a oreja. Al espadachín le encantaba torturar a sus víctimas. El espadachín excitado hundió su katana en el hombro del hombre y retorció su katana para provocar más dolor aún. Esto hizo que el hombre desencajara su mandíbula del dolor expresando una mueca siniestra del dolor. Nokotori soltó una pequeña carcajada algo enfermiza y dio un poco de grima. Ahora los dos hombres estaban en el suelo y Nokotori estaba sopesando qué hacer con esas dos personas. Estaba claro que esos dos hombres iban a sufrir de lo lindo.

-Veamos… ¿Quién debería caer primero? ¿Tú o tú?
El joven moreno parecía que jugaba con ellos apuntando con su espada morada para elegir al “afortunado”. Parecía que se estaba burlando de ellos y de hecho lo estaba haciendo. Uno de ellos intentó arrastrarse para escapar y esto a Nokotori no le gustó en lo absoluto. Cortó sus brazos para que no pudiera arrastrarse y vio como se llenaba el suelo con su preciosa sangre. Nokotori con la mirada más intensa miró a ese hombre.

Vaya, parece que tenemos un ganador.

El sádico espadachín hundió la katana en la espalda del desdichado hombre haciéndolo gritar más aún. Con su otra katana empezó a asestar cortes como si de un látigo se tratase. El hombre se desmayó del dolor y esto a Nokotori lo aburrió y enfadó. Haciendo una mueca de desdén acabó partiendo por la mitad al hombre dejando sus entrañas esparcidas por el suelo. A Nokotori se le iluminaron los ojos. Aún queda otro.

Se acercó al otro hombre el cual estaba horrorizado por lo que le había hecho a su compañero y sabía que su final estaba cerca. Cuando llegó a la posición de éste y le cortó otro brazo el cual uso para abofetearlo repetidas veces para humillarlo mientras reía sin parar. Este al menos tuvo una mejor suerte que el otro y pudo caer antes. El espadachín cortó su cabeza y de una patada la mandó a unos cinco metros de distancia más o menos.

-Vaya payasos…

Observó como Madara atacaba donde estaba la humareda, al parecer el pez gordo había aparecido y junto a dos hombres. Nokotori volvió a la posición donde estaban antes junto al Shichibukai. Observó a dos hombres y el que más le llamó la atención fue el que tenía el pelo blanco y largo. Vio algo en él. Quería matarlo y se relamió.

De repente vio como un humo verde se esparcía por la plaza y escuchó la advertencia de su líder lo que hizo que Nokotori se tapara la cara con su capucha intentando no respirar aquel gas. No sabía que podía ser. A su vez miró desafiante al chico de pelo largo dando a entender que era su presa. Ese hombre estaba muerto y pronto iba a saber por qué, pero antes el espadachín iba a jugar mucho con él y le iba a hacer sufrir de una manera atroz.

Después de elegir su presa miró a su colega Jhon a los ojos de manera rara.
Tú ve con la calva esa, yo pienso quedarme con el melenitas y no te metas en mi camino… Hay veces que no sé controlarme. Por tu forma de pelear podré saber cómo eres.

Dejó que su líder se enzarzara con el más fuerte y el joven moreno se lanzó hacia el chico de pelo plateado mientras sonreía de forma sádica.

¡Vas a ser mío!
Qui Gon Blackheart
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Cazando En W7 [Madara-Nokotori-Qui gon] [Privado] Empty Re: Cazando En W7 [Madara-Nokotori-Qui gon] [Privado] {Dom 17 Ene 2016 - 13:26}

Qui Gon estaba algo impaciente pues no sacaba información en claro de aquellas mujeres. En un momento una enorme piedra se dirigió hacia unos niños, pero Madara la destrozó de un guadañazo. Se alzó una humareda y de ella salieron varias personas que comenzaron a saquear la plaza, las mujeres y los niños salieron despavoridos y Qui Gon se puso en guardia.

Tras escuchar las ordenes de su líder de luchar sin pensárselo dos veces se dirigió lo más rápido posible a por dos personas que portaban rifles, haciendo fintas a medida que se acercaba para dificultar su puntería, logró esquivar un tiro pero el otro le golpeó en la hombrera de acero haciéndole una abolladura bastante importante. Cabreado porque dañaron su preciada hombrera golpeó rápidamente con un puñetazo contundente en la boca del estómago del que tenía más cerca logrando que escupiera sangre y cayera al suelo retorciéndose de dolor, el otro logró golpear a Qui Gon en la sien con la culata del rifle lo que hizo que se arrodillara en el suelo. Su cabeza empezó a sangrar levemente, unas gotas de sangre empezaron a recorrer su frente hasta caer por la mandíbula. Con la mirada llena de odio, apretó sus dientes, arañó el suelo de la plaza al cerrar sus puños y dirigió un puñetazo hacia su oponente, el cual puso su arma de por medio, el rifle se partió y el puñetazo logró impactar en el pecho pero con poca fuerza logrando solo desequilibrarlo y haciéndolo caer. Una vez en el suelo Qui Gon se abalanzó sobre el realizando una serie de golpes dirigidos hacia el hígado, el estómago, el páncreas haciendo que el hombre gritase de dolor y escupiera sangre; finalmente Qui Gon golpeó en el centro del pecho justo en el corazón con una patada logrando fracturarle el externon y matándolo. Justo cuando se dio la vuelta y miró a la otra persona a la que había abatido pudo observar cómo se acercaba poco a poco hacia su arma, la cual se le había caído. Justo cuando iba a cogerla, Qui Gon pisó el arma y le miró a los ojos, pudo ver el miedo en su cara, su boca temblaba y estaba empezando a llorar.

- No me mat…

Antes de que terminase la frase Qui Gon le lanzó una patada en la boca reventándole la nariz, el hombre giró varias veces en el suelo sangrando por esta y gritando, Qui Gon echó un vistazo a la plaza, allí había dos cadáveres descuartizados, una cabeza llegó hasta sus pies pateada por Nokoyuri, el espadachín había derrotado a 3 enemigos el solo. El resto de personas había salido corriendo al ver la masacre que estaba ocurriendo en aquella plaza. De repente Qui Gon sintió bastante dolor en el puño izquierdo, lo tenía ensangrentado y magullado por haber roto el rifle y estaba bastante dolorido. Qui Gon se dio la vuelta, agarró al otro tirador que aún sangraba por la nariz del cuello con la mano derecha y lo levanto unos 10cm del suelo.

- ¿Sabes? Has cometido varios errores hoy… Uno de ellos ha sido atacarnos, otro haber intentado dispararme… Y el último ha sido dañar mi hombrera… ¿Tienes algo que decir?

- Piedad, yo solo cumplía órdenes.

- Respuesta incorrecta.

Qui Gon apretó su mano estrangulándolo y justo antes de ahogarlo estampó su cabeza contra el suelo de la plaza logrando resquebrajarlo un poco en el lugar del impacto.

- Nokoyuri, procura no llenar la plaza de sangre, que luego cuesta mucho limpiarla.

Soltó una carcajada y escuchó como Madara les gritaba que no respirasen mientras salía un humo verde se dirigía hacia ellos, el navegante se quitó la camiseta y se la puso en la nariz y la boca a modo de pañuelo para evitar inhalar ese gas que probablemente sería tóxico. Dos figuras más aparecieron, un con una melena larga y plateada y otro calvo como una bola de billar. Nokoyuri dijo que se pedía al del pelo plateado y que Qui Gon se quedase con el calvo.

- No te preocupes Nokoyuri, siempre he querido pelear con un calvo.

El navegante quitó la manga de uno brazo que había cortado cerca suya y se los enrolló en los puños. Alzó los brazos en posición de boxeo y miró fijamente al hombre sin pelo.

- Así que puños americanos… Parece que eres un buen luchador. ¡No me defraudes!

Apretó los dientes, miró a su oponente con los ojos llenos de entusiasmo y sus labios mostraron una mueca burlona. Sabía que ahora empezaba la diversión.
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Cazando En W7 [Madara-Nokotori-Qui gon] [Privado] Empty Re: Cazando En W7 [Madara-Nokotori-Qui gon] [Privado] {Dom 17 Ene 2016 - 15:01}

Los chicos ya habían empezado su combate contra sus respectivos rivales. Madara tenía frente a sus ojos al idiota de cabellos rubios y ojos rosados. Una siniestra risa salió de la boca de aquella persona, que ahora sin pensárselo se lanzó contra el dragón negro tratando de atravesarle su espada. El filo de dicha arma impactó contra la guadaña del mercenario líder, el cuál tras una sonrisa ladeada imbuyó su puño izquierdo en haki para después golpear a aquel tipo. El golpe fue lo suficiente fuerte como para hacerle retroceder un poco. A continuación el espadachín empezó a acumular energía y sin pensarlo lanzó una onda de choque que lanzó al devastador por los aires. El golpe no fue muy fuerte debido a la resistencia del Shichibukai pero el dolor no se lo quitaba nadie. Ahora notó como el aire le empezaba a faltar pues no podía aguantar tanto la respiración.


Pasó su lengua por los labios despacio para después empezar a crecer hasta los cuatro metros de altura. Sus ojos se rasgaron y su cuerpo se cubrió de escamas negras como el azabache, una cola salió de la parte baja de su espalda acabada en una cuchilla. Dos enormes alas surgieron del dragón y su hocico se alargó mostrando unos dientes afilados como cuchillas. Estaba en su forma híbrida. Sin pensarlo más comenzó a agitar las alas de forma exagerada para hacer que aquel humo se dispersase a su alrededor. De hecho era tanta su fuerza que trataba de disiparlo por al menos media plaza y que sus compañeros pudieran tomar oxigeno fresco. – No sabes a quién estás enfrentando… – Un aura azulada comenzó a formarse alrededor del dragón negro, como si unas costillas estuvieran surgiendo de él. De repente el aura se extendió siete metros formando una figura azulada con forma humanoide, con dos cuernos en la barbilla y una espada por mano. Aquella cosa rugió empezando a lanzar ondas cortantes por todos lados, agrietando la plaza y eliminando a bastantes bandidos.


El rubio dio un par de pasos atrás, se había sorprendido de ver el monstruoso poder del moreno. Madara ahora centró las ondas cortantes de su poder en aquel hombre, el cual consiguió desviar casi todas con su espada. Una le impactó en el hombro derecho, haciéndole gritar de dolor y caer al suelo de espaldas. La sangre no tardó mucho en aparecer de su extremidad. Trató de lanzarse contra el mercenario y lanzarle un tajo con todas sus fuerzas, sin embargo su hoja rebotó en la poderosa defensa de aquellas costillas del ser humanoide. En cuanto hubo fallado, el devastador anuló aquella técnica y lanzó un corte con su guadaña rumbo al pecho de su adversario. Este consiguió bloquearlo mientras reía, pero entonces la poderosa energía explosiva de Akaisame lo lanzó varios metros por el suelo, regalandole algunas quemaduras de segundo grado. – Es tu fin ¡Ryu Sword! – El enorme ser se lanzó por su adversario impactando la guadaña contra su espada, pero entonces fue cuando su cola imbuida en haki armadura cortó el cuello de aquel tipo usando la parte de la cuchilla.


El líquido carmesí empezó a surgir de aquel criminal, el cuál no paraba de gorgotear hasta que finalmente cayó al suelo cerrando los ojos. Madara se acercó hasta él con toda la calma del mundo y sin pensarlo colocó su garra sobre el pecho de aquel tipo. – Mira por dónde, tu cabeza me va a dar la pasta necesaria para contratar una cocinera. – Una vez hubo dicho eso, sonrió de lado al mismo tiempo que lo cogía en brazos y se colocaba sobre el hombro para después volver a la forma humana. Debía de esperar a que sus compañeros acabasen sus respectivas peleas de una vez por todas. Sus ojos ahora vigilaban los movimientos de Nokotori y Qui Gon, esos dos habían dado la talla desde el primer día. Al luchador ya lo había visto en la taberna de Reino Sakura y al espadachín en directo contra él.


El den mushi del dragón empezó a sonar y fue cuando el moreno metió la mano en el bolsillo cogiendo aquel aparato. – Diga… – Estuvo unos momentos en silencio escuchando las palabras de aquel tipo para después responder. – Está bien, espérale en Arabasta, le mandare al casino de Rainbase. De todas formas deja de quejarte, vago. – Una vez hubo dicho eso, colgó el comunicador devolviéndolo a su bolsillo. Se sentó en la plaza con toda la calma del mundo a disfrutar de aquellos dos combates que estaban realizando los dos mercenarios. El tipo del pelo plateado parecía dedicarse a técnicas de agilidad mientras que el otro a las de fuerza. Era buena idea que Nokotori luchara con el albino y Qui Gon con el luchador, sería un espectáculo interesante de presenciar. – ¡Si acabáis en menos de tres minutos os invito a comer! – Buscaba motivar a aquellos dos, tal vez la comida les hacía sentirse tan emocionados que terminaban la batalla en menos de lo que esperaba el Shichibukai.
Nokotori Kurodoku
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Cazando En W7 [Madara-Nokotori-Qui gon] [Privado] Empty Re: Cazando En W7 [Madara-Nokotori-Qui gon] [Privado] {Dom 17 Ene 2016 - 16:00}

El joven espadachín se lanzó directamente a por el chico de pelo plateado sin vacilación. Tenía sus katanas desenfundadas y pretendía lanzar un tajo a la garganta de éste. Una vez que ya estaba cerca sonrió ampliamente e imaginó como su espada desgarraba la piel del muchacho y esto hizo que Nokotori pudiera emocionarse más aún. Para su sorpresa, el otro espadachín pudo bloquear sin dificultad su estocada con una hoja que parecía salir del puño de su adversario, cosa que al moreno desconcertó por un momento. Aún así después de haber bloqueado su ataque una especie de proyectiles salieron disparados de la hoja del chico de pelo blanco los cuales impactaron en la pierna de Nokotori. El joven espadachín no pudo esquivar ese ataque, estaba demasiado cerca y además no lo esperaba. Retrocedió varios pasos hacia atrás cojeando de la pierna izquierda y estaba sangrando. Por suerte la pierna que tenía más sana era la que usaba más a menudo.

-Hijo de puta, eso no me lo esperaba… Pero no me cogerás de nuevo con ese truco.

El espadachín miró a su adversario el cual parecía que estaba riéndose de él cosa que provocó que Nokotori lanzara un gruñido de ira. Era un oponente bastante bueno pero su suerte iba a acabar pronto. El espadachín se estaba preparando lanzar tajos a diestro y siniestro sin importar la dirección a la que fuesen sus estocadas. Se lanzó rápidamente con su katana en mano de nuevo a por el peliblanco el cual intentó repetir el mismo movimiento pero Nokotori ya estaba advertido de ello y no iba a dejar que pasara lo mismo de nuevo. Antes de tener a su enemigo cara a cara se apoyó en la pierna que tenía sana e hizo una especie de finta hacia la derecha para desconcertar a su adversario. Una vez hecho esto con su otra katana la cual tenía oculta bajo su túnica lanzó un tajo a su costado el cual impactó fácilmente en el joven haciendo que un estruendoso grito saliese de su boca.

Nokotori estaba contento de ver como la sangre brotaba del corte que propinó a su enemigo. Tanto que intentó atacar de nuevo una vez que se puso a la espalda de éste. Su corte se vio parado. Su adversario pudo bloquearlo con la espada. Éste era bastante rápido y pudo seguir a Nokotori con la mirada cuando hizo la finta pero al no esperarlo no pudo reaccionar debidamente. Ahora estaban de nuevo cara a cara y el chico de pelo blanco tenía una expresión de dolor la cual al joven espadachín excitó bastante.

-Vaya vaya, parece que no eres tan bueno como pensé… Te he sobreestimado.

Al escuchar estas palabras el chico de pelo blanco frunció el ceño y dejó ver que estaba muy cabreado por el comentario del mercenario. Lanzó un grito y cargó hacia el espadachín pero sin asestar ningún golpe con su espada. Intentó desequilibrarlo de un placaje con su hombro. Nokotori vio como su adversario se lanzaba contra el y dejó que le diese. Estaba claro que el espadachín estaba tramando algo y segundos antes de que su enemigo pudiera embestirle puso la hoja de su katana en medio atravesándolo, aún así Nokotori no pudo aguantar por la fuerza en la que venía y acabó cayendo al suelo de manera brusca haciéndose daño en la mano derecha la cual por el momento la tenía inutilizada y no podría pelear en ese momento con esa mano. Intentó agarrar la katana con la mano mala y un dolor intenso le recorrió. Se había abierto la muñeca o se había hecho un esguince. No obstante no pudo pensar mucho tiempo en su muñeca. Su oponente estaba de nuevo en pie. El sujeto de pelo largo se llevó la mano derecha al hombro izquierdo el cual no paraba de salir sangre y Nokotori sonrió ampliamente dejando ver una mueca enfermiza que denotaba que le encantaba lo que estaba viendo.

-Lo dicho… No eres tan fuerte.

El joven espadachín mentía sobre lo que decía, quería desmoralizar a su oponente pero sólo el sabía que tenía una mano inutilizada por el momento. Se estaba marcando un farol pero los dos estaban en unas condiciones similares. El joven de pelo largo observó a Nokotori con furia y aguantó varios minutos las carcajadas burlonas y enfermizas del espadachín hacia su persona. Algo andaba mal, el joven de pelo largo no atacaba y esto hizo que Nokotori observara mejor su situación. Había herido el hombro donde tenía la espada su adversario, la hoja de su espada estaba sustituyendo el lugar de la mano.

-Oh mírate, si ya no srives para nada… Vas a morir…

Esto hizo que su oponente recordase lo que el espadachín había hecho con sus subordinados y temía que él tuviera un final igual o peor que ellos. El joven moreno pudo observar como su líder acababa sin problemas con el criminal que valía sesenta millones y esto le hizo sonreír. A su derecha veía como Jhon peleaba con el hombre calvo. No pudo evitar sonreír más aún.

-Tienes las de perder. Tus subordinados están muertos, tu compañero pronto lo estará y para colmo tu líder acaba de ser liquidado… ¿Qué te queda?

El maniático espadachín quería desmoralizar y hundir a su adversario, matar a alguien así era de lo más valioso para él. El joven de pelo largo cayó de rodillas con los ojos abiertos como platos ante la escena que estaba observando. Todo lo que tenía estaba desapareciendo a un ritmo alarmante y apoyó sus manos en el suelo y no sabía exactamente qué hacer. En ese momento el chico pudo recordar como conoció a sus nakamas y el sueño conjunto que tenían. Era todo enternecedor. El moreno se acercó lentamente ya que su pierna aún le dolía y se puso delante de él.

-Bueno, eres patético… Y quitarle la vida a alguien así no me agrada… En el fondo tengo mi corazón ¿sabes?

El joven de cabello plateado alzó la cabeza y la mirada la cual estaba con las lágrimas saltadas, parecía que el loco asesino estaba teniendo piedad. Miró a los ojos rojizos del espadachín y además algo agradecido por no matarlo.

-¿D-de verdad? G-gracias por…

Antes de que pudiera terminar de dar las gracias al espadachín éste adoptó una cara bastante maligna y malvada. Sonrió de manera amplia y macabara y empezó a reír sádicamente.

-Oh, vaya ¿te lo habías creído?

El espadachín alzó la mano para asestar el último golpe fatal el cual disfrutó en demasía por la cara que gesticuló su adversario, era puro terror. Ahora se encontraba en el suelo sin vida y muy magullado por la pelea que tuvo con el espadachín.

Seguía observando la pelea de su colega Jhon, no lo hacía nada mal. Pudo divisar a Madara sentado en mitad de la plaza junto al cadáver del hombre que mató y fue directamente a su posición cojeando. Una vez llegó a la posición de su líder se sentó junto a él con la pierna dolorida y estirada.

-¿Entonces invitas a cenar? Tengo hambre y el arroz que había antes en el barco no me llenó demasiado aunque estaba bueno.

Una vez dicho esto y tras estar un rato sentado empezó a notar su pierna algo pesada y decidió moverla un poco. Empezó a jugar con los cadáveres de los bandidos que había derrotado anteriormente propinando cortes a los cuerpos sin vida y descuartizándolos más aún.
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Cazando En W7 [Madara-Nokotori-Qui gon] [Privado] Empty Re: Cazando En W7 [Madara-Nokotori-Qui gon] [Privado] {Mar 19 Ene 2016 - 0:03}

Qui Gon se adelantó a su oponente y antes de que pudiera reaccionar le asestó un puñetazo cargado con toda su fuerza directo al diafragma para intentar dejarlo sin aire. Tras esto y aprovechando que el golpe había dejado a su oponente sin respiración y tosiendo se agachó y realizó una patada en forma de barrido para intentar desestabilizarlo, cosa que logró, el calvo cayó arrodillado ante él pero antes de que Qui Gon pudiera volver a golpearle este cargó su puño americano contra la cara de Qui Gon haciéndole caer de espaldas contra el suelo.

- ¡Con esos golpes tan flojos no vas a derrotarme!

- Ya veo, así que eres un hueso duro de roer, pero recuerda, hasta el más duro hueso puede romperse.

Tras esto Qui Gon se puso en pie de un salto y bloqueó con su puño otro puñetazo que el señor sin pelo le lanzó. Los puños chocaron, la manga que Qui Gon se había puesto en el puño empezó a tomar el color carmesí, el dolor era bastante fuerte y Qui Gon apretó de nuevo sus dientes con rabia.

- Supongo que te había subestimado. Ahora la cosa irá en serio, prepárate a morir.

- ¿Crees que podrás derrotarme? Mírame y luego mírate, el que está sangrando eres tu mientras que yo solo tengo unas magulladuras. ¡Estas acabado!

Ambas bestias se lanzaron la una contra la otra con todo su potencial, se lanzaban puñetazos y patadas a diestro y siniestro, bloqueando y esquivando la gran mayoría de los golpes. Una patada logró impactar en el estómago de Qui Gon haciéndole escupir sangre y un puñetazo logró golpear el hombro del ser alopécico logrando dislocarselo. El calvo soltó un grito de dolor y con el otro brazo golpeó en la cara a Qui Gon que estaba algo aturdido por la patada en el estómago, esto hizo que Qui Gon volviera a caer al suelo. Mientras se intentaba levantar su oponente le dio otra patada en el vientre mientras gritaba como un poseso, había entrado en rabia.
Qui Gon sufrió la patada de su oponente como ninguna otra, iba cargada de odio y fuerza. Sin pensárselo dos veces, en cuanto fue a asestarle otra patada recibió el impacto intentando poner su vientre lo más duro posible y agarrándose a la pierna de su enemigo. Tras esto le mordió la pierna logrando que este cayese al suelo también. Qui Gon se levantó poco a poco sin poder erguirse totalmente jadeando y escupiendo sangre. Estaba hecho unos zorros y no podía permitirse una derrota. Madara y Nokoyuri ya habían derrotado a sus enemigos así que como tercer componente del grupo era su deber ganar ese combate. Se abalanzó sobre el señor de frente prominente y le dio un cabezazo lo que hizo que ambos sangraran; el cabezazo había dejado aturdido al calvo, momento que aprovechó QuiGon para agarrarle de un brazo y de un rodillazo partirle el codo de su brazo bueno, lo agarró de los puños y tiró de ellos hacía abajo quitándole los puños americanos, se los puso y golpeó repetidas veces al pelón en la cabeza hasta hacerle caer. A pesar de ello Qui Gon siguió golpeando su cabeza hasta dejarlo sin conocimiento y posteriormente matarlo. Su rostro quedó totalmente desfigurado, la hinchazón, los moretones y la sangre habían dejado su cara que parecía un Picasso. Qui Gon se apartó de él y se sentó en el suelo, jadeando mientras se quitaba los puños americanos y las mangas ensangrentadas de los puños. Tenía un par de dedos rotos en la mano derecha y otro en la mano izquierda, el dolor era bastante fuerte en su puño derecho y se quejaba mostrando muecas de dolor.

- Estúpido montón de carne sin pelo… Si no hubieses tenido estos puños americanos no me habrías hecho tanto daño… Detesto usar armas en mis puños a no ser que sea estrictamente necesario y tú has logrado hacerme usarlas a pesar de que no eras tan fuerte… Aún me queda mucho entrenamiento. Madara, Nokoyuri, vámonos, no quiero permanecer más tiempo junto a este cadáver, solo logra que me enfade más de lo que lo estoy ya.
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Cazando En W7 [Madara-Nokotori-Qui gon] [Privado] Empty Re: Cazando En W7 [Madara-Nokotori-Qui gon] [Privado] {Mar 19 Ene 2016 - 3:50}

Madara continuaba observando la escena de sus dos mercenarios combatiendo con aquellos idiotas. Nokotori parecía estar pasándolo en grande contra el espadachín de pelo plateado, sin embargo Qui Gon estaba teniendo algunas dificultades. Los rojizos ojos del moreno estaban atentos a cualquier movimiento, de hecho estaba analizando los estilo de lucha de aquellos novatos. El Shichibukai estaba en una postura rara, sentado en el suelo mientras colocaba los brazos en equis y se mantenía en una expresión algo alegre. La escena que estaba presenciando no solo era un perfecto espectáculo, también era una buena forma de estudiar diferentes movimientos. El dragón no pudo evitar alzar el brazo derecho hacia arriba, el cielo en ese momento empezó a nublarse y a oscurecerse. Era una muestra de poder del devastador, el propio Nokotori ya lo había visto antes realizar aquella perfecta habilidad del clima ¿Qué buscaba con aquello? Hacer la temperatura bajar un poco y con ello crear una agradable sensación de frescor en lugar de calor.

Pasaron unos cuantos minutos y el primero en finalizar su combate no fue otro que el espadachín. Tal y como esperaba el usuario de la Ryu, las técnicas de aquel hombre eran salvajes pero elegantes al mismo tiempo. De hecho había dado falsas esperanzas a aquel pobre diablo, el cuál ahora yacía muerto en el suelo sin nada que se pudiera hacer ya por su vida. Momentos después el propio Qui Gon logró derrotar al otro tipo, comentando que si aquel imbécil no hubiese usado puños americanos le hubiese durado menos. El calvo estaba tirado en el suelo con la cara hecha un puzle y sin ninguna salvación. En ese momento el dragón negro cambió su expresión a una más sádica y temible. La verdad es que nadie había visto nunca mosqueado al mercenario líder, de hecho era mejor no verle o la isla acabaría arrasada. El único momento dónde pareció alterarse un poco fue en la guerra cuando su hermano estuvo  a punto de ser asesinado, pero el cabrón del Ifrit logró librarse pese a estar luchando con el jefe del CP9. Si algún día combatía con su hermano usando ambos todo su poder, no sabía que podía salir de ahí.

El moreno fue sacado de sus pensamientos cuando el espadachín le preguntaba que si le iba a invitar a cenar de verdad. Antes de que el dragón asintiera escuchó unas palabras que le hicieron apretar los puños, de hecho las venas de la frente de Madara se marcaron de forma exagerada. –   Vuelve a comerte mi comida y te meteré un sofá entero por el culo, chico. – Una vez hubo dicho eso se puso en pie y empezó a caminar hacia los dos cuerpos que habían dejado sus soldados. Tomó al calvo con una mano y al de pelo plateado con la otra, a ambos los había cogido de la cabeza. En ese momento sus ojos empezaron a brillar de forma exagerada y una sonrisa enfermiza surgió en su rostro. Se relamió y decidió regalarse una generosa merienda, su cuerpo empezó a cambiar hasta tomar la forma del inmenso dragón negro en la forma híbrida. Una vez hubo cambiado abrió la boca y de un bocado le arrancó la cabeza al hombre sin pelo. Empezó a masticarla con ganas parar después escupir unos pocos de huesos, acto seguido hizo lo mismo con el espadachín. Una vez lo hubo hecho tiró los cuerpos a un lado. La gente miró horrorizada la escena desde lejos, el dragón volvió a su forma humana tras eso.

La boca de Madara estaba llena de sangre y aquel líquido goteaba ahora desde su barbilla hasta la armadura. En ese momento el mercenario líder agachó la cabeza y emitió un extraño sonido, como si estuviese sollozando. Parecía una escena lamentable cuando de repente alzó la cabeza mirando al cielo con los ojos iluminados, la boca abierta mostrando unos dientes afilados y riendo de forma enfermiza y exagerada. – hehehe… hehehe… ¡Hyahahahahaha! ¡Hyahahahaha! ¡Hyahahahahahahahaha! ¡Hyahahahahahaha! – aquellas carcajadas duraron un minuto entero, era como si estuviese loco. La terrorífica realidad era otra, el devastador estaba conteniendo su poder y su sed de sangre. Una vez que asesinaba necesitaba continuar un poco más y si no podía debía reírse o hacer algo que llamara la atención de forma siniestra. Tras pasar aquella macabra carcajada, caminó de nuevo hasta sus compañeros y tomó el cuerpo del rubio de ojos rosados. Acto seguido los miró sonriente y se quitó la coraza de titanio, le estaba molestando bastante. Se arrancó también la camiseta quedando desnudo por la zona del torso. Era un verdadero monstruo, su enorme cuerpo era un saco de músculos. Sus pectorales eran enormes y su zona abdominal estaba muy bien curtida. Miró ahora a sus hombres y les hizo un gesto para que le siguieran, él simplemente empezaría a caminar esperando que estos le siguieran.

Después de unos momentos llegaron a una taberna que parecía ser la más lujosa de la zona, el moreno la miró mostrando una sonrisa amplia y después miró a sus dos mercenarios. – Yo voy a entregar el cuerpo de este tío a la patrulla de la isla. Vosotros entrad y empezad a hartaros de comer, socios. No pidáis la cuenta hasta que llegue yo y pagaré, esta vez no os permito gastaros cien berries. Ahora os dejo gastaron un jodido millón entero. – Una vez dijo eso los dejó en la entrada y empezó a caminar de forma tranquila para tres segundos después frenarse de golpe y alzar la voz con bastante fuerza. –   Qui Gon, intenta que Nokotori no mate a nadie por favor. No quiero tener líos con la marina. – Cuando dijo eso simplemente siguió caminando tranquilamente por las calles de aquella isla llena de agua. La verdad es que aquellos seres parecidos a caballos de agua eran realmente increíbles y el devastador ya estaba planeando llevarse alguno con él, eran monísimos. El moreno no era el típico que le gustaban aquel tipo de cosas pero le habían encantado los bichos esos. No pudo evitar tramar algún plan para robar alguno sin que nadie se enterase, pero cuando recordó lo que llevaba en el hombro cambió de planes y continuó caminando por el lugar.

Por fin tras unos minutos llegó a un puesto dónde había unos marines jugando a las cartas y haciendo apuestas. El Shichibukai sonrió de lado y echó el cuerpo de aquel capullo sobre una mesa, después habló en voz alta para que aquellos hombres de la ley le escuchasen. – Entrego a este capullo, muchachos. Soy el dragón negro, del Ouka. – Los reclutas le saludaron impresionados y emocionados por poder ver a alguien de semejante rango. Acto seguido le dieron las gracias y la mitad de la recompensa, unos preciosos treinta millones de berries. Por suerte habían sido generosos y se los habían dado en un maletín negro. Estuvo unos momentos hablando con ellos sobre lo mal que estaba el clima últimamente, haciendo locuras como nublarse de repente. Durante ese tema a Madara le costó no reírse pues él había sido el causante de aquello. Por fin se despidió y echó a caminar por la calle hasta que vio algo que le enamoró totalmente.  Uno de aquellos caballos estaba a la venta y además era muy molón ya que era de un color azulado turquesa y de ojos rojizos. Enseguida se acercó al dueño y le dio el dinero que pedía, que ni siquiera le llegó al millón. Siendo ahora la persona más feliz del mundo se abrazó a su animal marino y empezó a reír a carcajada limpia. – ¡Te voy a llamar Spirit! – Dijo ahora el mercenario mientras se montaba en lo alto y le ordenaba avanzar por un canal de agua que daba al sitio dónde estaban sus compañeros.

Su sorpresa fue cuando el vendedor salió corriendo entre risas y aquel bicho empezó a gruñir y a moverse de un lado a otro. Al parecer no estaba domado como era debido y el cabrón pretendía tirar al dragón negro al agua. El Shichibukai se iba a ahogar si eso pasaba y se agarró al animal con toda su fuerza mientras fruncía el ceño mosqueado. – ¡Escúchame rata acuática! ¡Cómo no pares te arranco la cabeza! – Para darle más emoción a sus palabras abrió la boca con fuerza y soltó un enorme rugido que hizo al Yagara empezar a calmarse y a temblar un poco. Para colmo el mercenario líder lanzó un cañonazo de ácido al agua haciendo que una humareda saliera de repente del lugar y dejara poca visión. Tras pasar unos segundos aquel bicho se puso a nadar rumbo al sitio que le había indicado Madara. Este por su parte iba más contento que unas pascuas mientras iba soltando carcajadas y avanzando en su precioso Spirit. – ¡Tú a partir de hoy eres mi mascota favorita! – Era gracioso que dijera aquello pues tan solo lo tenía a él y a nadie más. Después de un buen rato llegó al sitio indicado y miró la puerta con algo de desconfianza mientras le acariciaba la cabeza a su animal. Cogió una cuerda y lo ató a una pequeña farola. Tomó el maletín y se acercó a la puerta rezando por que aquellos dos no la hubiesen liado mucho. Sin pensárselo más empujó con su mano derecha el pomo y entró tragando saliva y mirando a los lados. Por si acaso además había activado el haki observación.
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Cazando En W7 [Madara-Nokotori-Qui gon] [Privado] Empty Re: Cazando En W7 [Madara-Nokotori-Qui gon] [Privado] {Mar 19 Ene 2016 - 12:22}

La espera de Nokotori por fin había terminado. Su compañero había acabado de una vez por todas con el hombre sin pelo y se dirigía hacia su posición junto a su líder. Madara que había estado callado en todo momento lanzó una pequeña amenaza al espadachín por haberse comido el desayuno de dragón negro lo cual hizo que Nokotori reír sonoramente pero sin ánimo de ofender y sin buscar pelea. No se tomó las palabras del Shichibukai en serio. Estaba loco o era muy ingenuo, el caso es que no tenía miedo a su líder pero lo respetaba así se pensaría dos veces si lo volvería a hacer o no… Puede que incluso después de pensarlo dos veces acabase haciéndolo de nuevo.

Justo después de que el espadachín cayera de espaldas riendo su líder se puso en pie y esto hizo que el joven lo tuviese en la mira. Observó como iba en dirección a los cadáveres que habían dejado los dos mercenarios. No sabía qué pretendía hacer con ellos. Bajo la atenta mirada del espadachín Madara agarró a los dos infelices que yacían inmóviles en el suelo acto seguido arrancó sus cabezas para, justo después de haber cambiado a su forma de hombre dragón, llevárselas a la boca. Se las estaba comiendo y parecía disfrutar de aquel pequeño festín. El espadachín sonreía a la par que observaba la escena. Desde luego era algo que él no haría pero disfrutaba con aquel sangriento espectáculo. Regresó a su forma humana justo después de haber merendado y el joven moreno pudo observar como la gente más curiosa que había decidido quedarse para observar la pelea ahora miraba a su líder con horror y varios de ellos salieron corriendo al presencial tal escena.

La sangre que era derramada por la boca del Shichibukai se mezclaba con el color rojizo de su armadura haciendo imperceptibles las gotas que habían salpicado. Unos minutos después de que Madara hubiera devorado las cabezas de sus enemigos, agachó la cabeza y parecía que estaba llorando. Nokotori entendió a la perfección qué estaba pasando por la cabeza del dragón. Él mismo había tenido esa sensación y no sólo una vez. Momentos antes de que el Shichibukai empezara a reír enfermizamente, el espadachín se hallaba a su lado y segundos después empezó a reír al unísono junto a su líder en una escena macabra. Sus risas eran tan enfermizas, sádicas y macabras que el resto de gente que quedaba por los alrededores optó por salir corriendo del lugar

Después de aquella extraña escena Madara se dirigió hacia Jhon y Nokotori para decirles que iba a entregar a la marina al hombre de ojos rosados. Cargó con su cuerpo y antes de partir apuntó que podían gastar un millón entero en la taberna más lujosa de la isla. También advirtió a Jhon que tuviera cuidado con el espadachín puesto que era de liarla demasiado en poco tiempo.

Cuando Madara desapareció por una de las calles el joven espadachín miró a su colega Jhon y sonrió.

-Nos ha dejado un millón para gastar… Vamos rápido a la taberna, tengo hambre. Por cierto… No peleas nada mal.

Dicho esto y sin esperar al luchador comenzó a andar dirigiéndose a la taberna la cual la simple fachada ya daba a entender que era un lugar conocido y bastante caro. El espadachín iba con las manos en los bolsillos y sus katanas estaban ocultas gracias a su túnica de color marrón. Una vez frente a la puerta de una pequeña patada la abrió pero sin provocar mucho estruendo para no llamar la atención. Segundos después se acercó un camarero algo entrado en carnes con un bigote que daba grima y medio calvo. El poco pelo que tenía lo tenía puesto de manera que intentaba ocultar su calva pero sin demasiado éxito, además obviaba más aún que estaba medio calvo.

-¿Mesa para dos caballeros?
No, idiota. Queremos una mesa para tres y que esté en un buen lugar.

El espadachín de manera algo chulesca contestó al camarero el cual no sabía si pensar si estaba siendo sarcástico o no. De todos modos el camarero asintió y les preparó una mesa bien ubicada, a su vez pensaba en qué demonios había hecho él para encontrarse con personas así cada día. Una vez sentados el camarero sin haberse ido preguntó qué iban a tomar.

-Yo quiero el mejor arroz que tengáis. No escatiméis en gastos… De bebida ponme algo refrescante no alcohólico, sorpréndeme y por tu bien, gratamente.

Después de haber tomado nota del espadachín y su colega el camarero desapareció entrando en lo que probablemente sería la cocina. Pensaba que aquellas personas eran adineradas por como se comportaban, además de que las palabras del espadachín llegaron a oídos de algunas personas que pensaron exactamente igual que el medio calvo.

-Jhon, espero que la comida de aquí esté buena… Si no-
Antes de que pudiera terminar la frase dos chicas se acercaron a la mesa. Una era rubia de buen ver con los ojos azulados y una figura bastante esbelta, su compañera tenía el pelo negro como el azabache asemejado al color de pelo del espadachín. La chica morena tenía unos bonitos ojos marrones y una sombra oscura sobre los párpados. Una de ellas se sentó en la silla libre mientras que la otra agarraba una libre que había al lado.

-Vaya vaya, tenemos aquí unos muchachos apuestos y con bastante brío.

La joven rubia empezó a reír de manera pícara. Nokotori miró a los ojos de Jhon mientras tenía un pequeño tic nervioso en la ceja derecha. No sabía que estaba pasando.

-Jhon… ¿Qué diablos está pasando?

El joven moreno miró a las dos chicas sin saber qué hacer y estaba algo molesto. Estaba claro que era la primera vez que estaba en una situación así y no sabía como reaccionar.
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Cazando En W7 [Madara-Nokotori-Qui gon] [Privado] Empty Re: Cazando En W7 [Madara-Nokotori-Qui gon] [Privado] {Mar 19 Ene 2016 - 19:46}

Una vez acabado el combate, Qui Gon pudo observar como Madara y Nokoyuri  le observaban. El luchador se levantó como buenamente pudo mientras el Sichibukai se acercaba hacia él. Tomó a los dos cadáveres del suelo con sus brazos y acto seguido devoró la cabeza del calvo transformándose en una especie de dragón humanoide. Qui Gon no podía creer lo que estaba viendo, se había quedado perplejo por tal escena, no tanto por la sangre y la brutalidad del Sichibukai sino por su forma y poder superior. Sus ojos reflejaban asombro y pudo ver claramente que aún le quedaba un gran camino por delante si quería ser más fuerte. Madara se puso a reír como un psicópata y Nokoyuri se acercó a él para reír ambos al unísono, a Qui Gon le pareció graciosa la escena, ver como dos psicópatas reían al unísono porque no hay nadie más a quien derrotar… nadie más a quien hacer sufrir… “Esta gente es de lo que no hay” pensó el luchador mientras soltaba algunas carcajadas.

Tan pronto como paró de reír Madara cargó con el cuerpo del objetivo y se lo llevó, Qui Gon y Nokoyuri lo siguieron hasta llegados a una lujosa posada, la más lujosa y de más calidad de la zona. Madara les ordenó entrar y que comieran todo cuanto quisieran con un límite de un millón de berries. Eso era una burrada, a Qui Gon casi se le saltaban las lágrimas, tenía tanta hambre que quería comerse hasta la mesa donde se sentasen si fuese posible. Madara se fue a entregar al rubio pero antes le indicó a Qui Gon que cuidara de que Nokoyuri no la liase mucho.

Entraron en la posada y un camarero gordo y de aspecto bastante ridículo les atendió. Nokoyuri pidió la mejor mesa para tres algo mosqueado por el trato repipi del gordo. Se sentaron en la mesa y les tomaron nota. Nokoyuri pidió arroz y bebida no alcohólica. Qui Gon pensó que el arroz debería de ser su comida favorita puesto que fue él quien se comió el arroz de Madara cuando estaban en el barco y Madara ya le había amenazado por ello para que no volviese a hacerlo.

- Yo quisiera tomar una jarra de la mejor hidromiel que tengan y traiga también 2 barras de pan, una cuña de queso azul y 4 lomos de salmón ahumado… Ah! Y no olvide un cuchillo para partir el pan y untar el queso.

El señor relleno se alejó algo atónito, debió pensar que eran ricos o algo por el estilo, el resto de personas del lugar los miraban y cuchicheaban. De entre lo que Qui Gon pudo escuchar, hablaban sobre la supuesta gran liquidez de la que disponían. Al parecer esto llegó a oídos de unas mujeres, una rubia y otra morena, las cuales se sentaron en los sitios libres de las mesas. La morena hizo un comentario insinuándose a Qui Gon y Nokoyuri y la rubia se reía de forma pícara para acompañar a su compañera.

Nokoyuri estaba atónito, miró a Qui Gon y le preguntó algo.

-Jhon… ¿Qué diablos está pasando?

- Tranquilo Nokoyuri no son más que dos mujeres buscando problemas… Ya me habéis oído. ¡Fuera!

La mirada de Qui Gon rebosaba enfado y se clavó en los ojos de las dos chicas. Sabía perfectamente que esas mujeres solo estaban allí para sacarles todo el dinero posible y si fuese posible robarles. Tantos años ayudando a su madre en la posada había despertado un sexto sentido para reconocer a este tipo de mujeres que se valían de sus encantos para agasajar a gente adinerada y sacar tajada. Como la cuenta la pagaría Madara no estaría bonito gastar demasiada pasta y encima sobrepasar el millón de berries, pero por otra parte a su jefe parecía gustarle la compañía de mujeres así que pensó que quizás sería buena idea mantenerlas a raya hasta que Madara volviera y ya que él decidiera qué hacer con ellas. Las chicas miraron a Qui Gon bastante sorprendidas y se echaron a reír. La rubia que estaba sentada junto a Qui Gon le echó el brazo por encima del hombro y le susurró algo al oído.

- ¿Y si… no queremos irnos?

Tras esto soltó una risita malévola. Qui Gon tenía ganas de reventarle la boca de un puñetazo, pero sus manos estaban heridas y Madara le advirtió de no armar jaleo en la taberna, no quería líos con la marina. Qui Gon golpeó la mesa con su puño lo bastante fuerte como para hacer una pequeña abolladura, esto hizo que su cara reflejase dolor y pronunció unas palabras.

- ¿Queréis quedaros? De acuerdo, pero con una condición…

Qui Gon se quedó mirándolas esperando a que aceptaran dicha condición incluso antes de que se la dijese. Ambas chicas asintieron y Qui Gon prosiguió.

- No tomaréis nada hasta que mi jefe haya llegado, ¿está claro?

Qui Gon estaba muy serio y su mirada reflejaba dolor y enfado, ya había tenido bastante por hoy… Hundir el barco… Robar a un pobre tendero… Darse de hostias contra una panda de cobardes y ahora dos fulanas buscando sacar todo el dinero posible. Qui Gon estaba harto y encima tenía hambre, más le valía al gordo darse prisa y traer el hidromiel antes de que explotara.


Última edición por Qui Gon Blackheart el Miér 20 Ene 2016 - 21:05, editado 1 vez
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Cazando En W7 [Madara-Nokotori-Qui gon] [Privado] Empty Re: Cazando En W7 [Madara-Nokotori-Qui gon] [Privado] {Miér 20 Ene 2016 - 7:01}

Madara finalmente empujó la puerta y entró a aquella taberna lujosa. Estaba feliz por haber cobrado y ahora miró a su alrededor tratando de encontrar a sus dos compañeros. Una sonrisa se mostró en su rostro cuando los vio, pero en ese momento había dos chicas con ellos. Era imposible que el espadachín las hubiese invitado y el luchador parecía demasiado serio para andar con mujeres. El moreno se acercó a ellos sentándose de repente en la tercera silla libre y dejando el maletín en la mesa. Después clavó su mirada en aquellas mujeres, eran bellezas exóticas y salvajes y el mercenario se relamió despacio. Pensaba hacer cosas muy indebidas con ellas si le dejaban pero fue entonces cuando escuchó la voz del camarero, la cual dijo algo que hizo al dragón fruncir el ceño.

- ¡Es Madara Uchiha! ¡El Shichibukai! – Toda la gente empezó a rodear a los tres compañeros y a gritar mientras decían cosas extrañas sobre autógrafos y demás. Las dos preciosidades se vieron empujadas también por toda la muchedumbre y aquello hizo al mercenario enfurecer.

Madara empezó a apretar los puños mientras unas venitas se marcaban en su frente, sin embargo debía aguantar por su posición social. No quería que lo vieran como un borde, más bien como un ejemplo a seguir y un héroe. Era un jodido hipócrita pero ocultándose en las sombras y teniendo a su hermano para proclamar su palabra, todo estaba bien. Pudo ver como trajeron unos alimentos bastante exquisitos. Había barras de pan, queso y también lomos de salmón. Al devastador empezó a hacérsele la boca agua pero estaba empezando a agobiarse, de modo que trató de calmar a todos aquellos seguidores. – ¡Tranquilos habitantes de Water Seven! Estoy aquí por trabajo y no quiero que se sepa mi identidad, si no os importa sed un poco discretos. – Dijo aquello con la mayor de las sonrisas y un tono amable. La gente eufórica le aclamó y volvió a sus respectivos sitios.

Ahora Madara observó como aquellas dos bellezas se volvían a acercar pero no decían nada y a juzgar por las miradas de sus compañeros no estaban muy cómodos. Decidió darles un regalo a la vista y abrió el maletín delante de ellos, dejándoles ver una enorme cantidad de billetes. Eran tres filas y cada una equivalí a diez millones de berries. El líder mercenario sonrió de lado y notó como la chica rubia se sentaba en sus rodillas acariciándole la cabeza y estirando la mano disimuladamente hacia el maletín. Antes de que sus colegas la decapitaran o le aplastaran la cabeza, el devastador agarró la mano de la mujer con la suya sobrante y la miró a los ojos de forma siniestra. – Yo puedo darte algo que el dinero no hará, pero antes de eso deberías buscar un sitio más intimo muñeca. Sin embargo hoy me temo que no, pero me he quedado con tu cara. – Dijo el dragón en un tono lascivo para después bajarla de sus rodillas y volver a la conversación de sus compañeros.

La chica no le dejó hablar y continuó insistiendo en estar con ellos hasta que finalmente el Shichibukai abrió la boca soltando un enorme rugido que puso en vilo a toda la taberna. La mujer miró a otro lado y obediente se fue. El imponente dragón se estiró un poco tras haber conseguido su objetivo y ahora miró a los suyos. – Bueno chicos, a cada uno os pertenece una hilera. Coged vuestros correspondientes diez millones, lo habéis merecido y mucho. – Una vez lo hubiesen hecho, el moreno cerraría el maletín con su parte allí dentro y lo pondría a su lado al mismo tiempo que metía ambas manos en los bolsillos. La misión había sido bastante dura pero no se arrepentía de haberla hecho. Llevaba un tiempo sin tener acción y se había entretenido mucho en la isla del agua. Sin embargo no quería permanecer mucho allí y decidió que iba siendo hora de largarse. Debía buscar un transporte en el que largarse y dónde poder llevar sin miedo a Spirit. De modo que ahora miró a su alrededor hasta dar con lo que buscaba. – Enseguida vuelvo, ya mismo partimos así que comed ya. – Nada más decir aquello se puso en pie y echó a caminar hacia una de las mesas más alejadas.

No tardó en sentarse junto a un hombre que portaba una capucha y de su boca sobresalía una pipa antigua. El dragón emitió una sonrisa algo siniestra y se puso a hablar con él tranquilamente, era necesario largarse de allí de una vez. – Dime buen hombre ¿Sabes de alguien que pueda llevar a tres pasajeros y un animal hasta Galuna? El dinero no es problema. – Aquel hombre asintió y se presentó como el capitán Hyusei y experto navegante. El Shichibukai no podía creer la suerte que había tenido al dar con una persona a la cual necesitaba en ese mismo momento. Esperaría un poco más para que sus hombres tuviesen tiempo de comer. – Bueno pues entonces espero que no le importe llevar a un miembro del Ouka y a sus dos humildes soldados. – La conversación era lenta pero intensa, se notaba que tanto Madara como él eran dos hombres de negocios y estaban dejando el tema del dinero para el final, antes era bueno ganar algo de confianza el uno con el otro.
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Cazando En W7 [Madara-Nokotori-Qui gon] [Privado] Empty Re: Cazando En W7 [Madara-Nokotori-Qui gon] [Privado] {Jue 21 Ene 2016 - 18:39}

Por fin llegó el líder después de una pequeña espera en la taberna. Ambos compañeros se hallaban sentados en la mesa y siendo molestados por aquellas féminas. Madara se acercó e intentó seducir a la chica de cabello dorado. Después de que la muchedumbre reconociese al Shichibukai y que todo se calmara el espadachín pudo observar como su líder abría el maletín que llevaba y que antes no tenía. Una vez lo abrió pudo ver la cantidad de dinero que había en él. El joven moreno lo quería todo pero se resistió agarrar tanto dinero y pocos segundos después Madara apuntó que sólo 10 millones eran para él. Aún así era bastante dinero y el espadachín estaba satisfecho. Nunca tuvo tanto dinero en su poder.

Momentos después Madara se levantó y observó a los dos chicos comentando que pronto volvería y que terminaran de comer lo antes posible. Una vez más Nokotori observó los 10 millones y los guardó acto seguido debajo de su túnica. Se disponía a acabar con aquel manjar servido en el plato el cual aún no había podido ni probar por culpa de las mujeres, del barullo con su líder y luego la entrega del dinero. Pinchó con el tenedor por fin un poco de arroz que lentamente mientras observaba se lo llevaba a la boca haciéndosele esta agua. Casi parecía que se le caía la baba y de hecho un poco de saliva cayó por la comisura de sus labios. Estaba deseando comer de una vez.

Una vez estaba a punto de meter el tenedor en su boca la chica morena, que aún estaba ahí sentada y vio como se repartían el dinero, acercó su mano a la pierna del espadachín y lo miró a los ojos de manera sensual.

–Oye… ¿Qué tal si te vienes conmigo un ratito morenín?

Nokotori paró en seco antes de poder dar bocado. La ira que sentía en su interior estaba peleando con las palabras de su líder por no liarla en la taberna. Quería hacerle caso a Madara y no perjudicarle pero al parecer su furia en ese momento estaba ganando a aquellas palabras. Sus ojos ojos parecían la de una bestia y miró fijamente a su compañero Jhon.  Poco a poco miró a los ojos de la muchacha la cual cuando observó como la miraba ésta sonrió cálidamente creyendo que eso iba a calmar al loco espadachín. La chica estaba acostumbrada a estas situaciones y siempre que se hallaba en esa situación recurría a su “sonrisa encantadora” para seducir a sus objetivos. Aquella muchacha no sabía lo que estaba haciendo y dónde se metía. Había encontrado probablemente al hombre que jamás sucumbiría a sus encantos y además reaccionaría de muy mala manera. El espadachín volvió a mirar a su compañero.

-Jhon… Esto…

Justo antes de que pudiera terminar la frase la chica morena intervino. Se estaba jugando la vida de sobremanera y además no lo sabía.

-Vamos guapetón, vente conmigo y sabrás lo que es puro placer. Deja ese estúpido arroz ya te lo pago yo y sígueme.

Poco a poco la situación estaba desbordando al espadachín que cada vez estaba más y más cabreado. Dejó el tenedor en el plato bruscamente y miró a su precioso arroz. Estaba bien condimentado, un buen sabor, buen color y una textura exquisita luego miró a la muchacha con la mirada algo perdida.

-¿Q-Qué has dicho mujer?

Al joven moreno no se le pasaba por la cabeza otra que la matanza, el asesinato, como descuartizaba a la chica, cómo se bañaba en la sangre de aquella persona y además nadaba. Todos los pensamientos más macabros que una persona así de loca podría tener. Estaba dispuesto a hacer muchas horrorosas cosas con el cuerpo de aquella joven. Jamás en la vida había estado tan cabreado. Tuvo una idea de tener una pequeña sala de tortura para estos casos, una sala privada.

-Qué bien me vendría ahora una cosa así…

El espadachín murmuraba en voz baja y volvió a mirar a la joven la cual sonreía aún. Después de todos los pensamientos macabros y ensueños con la sangre de aquella joven miró su plato de arroz. Ya estaba frío. Todo el mundo sabe que el arroz frío está peor que recién hecho y caliente. Algo en los adentros de Nokotori se rompió y parecía haberse escuchado un “crack”. Jamás le había ocurrido algo así. Nunca.

Se levantó de la silla y miró el arroz. Una vez hecho esto miró a la chica la cual malentendió aquello y se levantó junto a él. Sonrió pícaramente y anduvo un par de pasos.

-Je, vamos sígueme.

Dijo aquello y justo después se giró dándole la espalda al espadachín. Éste le siguió varios pasos mientras desenfundaba su katana blanca lentamente. Observó como Madara hablaba con un hombre encapuchado. Sintió mucho lo que iba a hacer y cerró los ojos brevemente. Varios segundos después los abrió de nuevo. Ya tenía media katana fuera.

-Lo siento, jefe. Pero esta mujer  ha herido todo lo que amo.
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Cazando En W7 [Madara-Nokotori-Qui gon] [Privado] Empty Re: Cazando En W7 [Madara-Nokotori-Qui gon] [Privado] {Sáb 23 Ene 2016 - 9:59}

Madara volvió pronto y se encargó de que al menos las chicas no dieran por culo. Entonces sacó un maletín y nos dijo que cogiéramos 10 millones cada uno. Eso era una buena cantidad de dinero que Qui Gon se encargaría de administrar bien si no quería verse como cuando llegaron a esta isla, con un barco destartalado y robando comida. Los ojos de Qui Gon brillaban al ver la fila de billetes, cogió su parte del botín y la escondió en los entresijos de su pantalón bombacho.

Madara se levantó e indicó que fuesen comiendo, que volvería pronto. Qui Gon cogió el cuchillo y se puso a cortar una barra de pan entera por la mitad, partió 4 cuñas de queso y cogió dos lomos de salmón. ¡Listo! El perfecto bocata para el perfecto momento, durante la preparación de dicho bocadillo se podían ver algunas muecas de dolor en la cara de Qui Gon debido a sus dedos rotos, aunque procuraba no usarlos era difícil no rozarse alguno de ellos, además, se cortó con el cuchillo al haberlo cogido tan rápido y se hizo un pequeño corte en el pulgar el cual remedió rápido chupándose el dedo. Nokoyuri se disponía a comer también, tanto el espadachín como el luchador estaban en el paraíso, delante de su comida favorita preparados para zampar hasta que la morena tuvo que volver a inmiscuirse… Qui Gon miraba a Nokoyuri horrorizado… Su mirada de odio era reconocible hasta la otra punta de la taberna. Murmuró algo llamando a Qui Gon por el nombre de Jhon, pero este ya se había acostumbrado a que lo llamase así, pero antes de que pudiera decir algo más la chica volvió a la carga intentado seducir al espadachín.

Qui Gon no podía creer como había tanta estupidez en el mundo, encima la chica llamó estúpido al arroz de Nokoyuri. “Maldita zorra, ¿no ves que es su puta comida preferida? ¿Quieres que te maten?”. Nokoyuri miró de nuevo a su arroz y vio que estaba frío, eso es algo que se nota a la legua, cuando el arroz está pasado y frio… Eso es lo peor que le puede pasar a un amante del arroz; el moreno se levantó y la chica le dijo que la siguiera. Y así hizo él, mientras llevaba sus manos a su katana. Qui Gon debía pensar rápido, o si no se iba a liar en esa taberna y él habría fracasado en su misión de intentar que Nokoyuri no armara jaleo. Rápidamente Qui Gon llamó al gordo y le susurró algo al oído…

- Escúchame puto cerdo, si no te llevas ahora mismo este arroz y tras más recién hecho y que encima sea el mejor arroz que hayas hecho en tu puta vida, tu posada va a teñirse de rojo. ¡Así que deprisa!

- S-sí señor, ¡ahora mismo!

Qui gon se levantó rápidamente de la mesa y siguió a Nokoyuri y la chica hasta que estuvieran algo apartados del barullo, Nokoyuri empezó a desenfundar su katana y cerró sus ojos unos instantes, ahora era el momento de actuar. Qui Gon hizo un movimiento rápido colocándose entre ambos y de un rodillazo en el estómago dejó KO a la chica del pelo moreno. Nokoyuri abrió sus ojos y ya había desenfundado su katana por completo.

- Noko… Por favor, perdona la vida a esta mujer. Una persona tan sumamente estúpida no merece morir así. Además, romperías la promesa que le hiciste a Madara y los compañeros debemos cumplir nuestras promesas. Te he visto luchar y sé que cuando desenfundas tu katana siempre ha corrido la sangre así que si has de cortar a alguien adelante, pero no aquí. Salgamos fuera, he escuchado de un barrio cerca de aqui donde hay ciertos matones dando por culo, lo escuché cotilleando las conversaciones de la gente de esta taberna.

Qui Gon intentaba ganar tiempo hasta que el arroz estuviese listo, a lo lejos ya podía verse al gordo con un plato enorme de arroz, eran más grande que su maldita barriga y lo portaba con ayuda de otros dos hombres, apartó todo lo que había en la mesa y depositó el platazo en la mesa, pero para ello tuvo que retirar el perfecto bocadillo que Qui Gon había preparado, esto hizo que Qui Gon se llenara de ira y diera un grito enmudeciendo la taberna.

- ¡EH! ¡¿QUÉ COÑO TE CREES QUE ESTÁS HACIENDO?! NO TE DIJE QUE QUITASES LA MESA Y MENOS… ¡MI! ¡BOCADILLO!

- Noko, ahí tienes tu arroz, espero que sea suficiente, he de arreglar unos asuntos y no te preocupes, en cuanto terminemos de esto te llevo a desmembrar cuerpos si no lo hemos hecho ya aquí.

Qui Gon se alejó de Nokoyuri enfadado mirando al gordo lleno de ira, apretaba su puño aguantando el dolor como si lo preparase para dar un puñetazo, entonces acercó su brazo a la cara del gordito que sudaba como un puerco y miraba al portentoso luchador con ojos llorosos. El navegante colocó su puño cerca de su cara por encima del hombro, abrió la mano y la colocó sobre su clavícula apretando.

- Has hecho el trabajo bien a medias… Dame el puto bocadillo ahora mismo y desaparece, no quiero verte mientras esté yo aquí.

El navegante mostraba una sonrisa enfermiza, al parecer se estaba contagiando del sadismo de sus compañeros de banda.
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Cazando En W7 [Madara-Nokotori-Qui gon] [Privado] Empty Re: Cazando En W7 [Madara-Nokotori-Qui gon] [Privado] {Dom 24 Ene 2016 - 15:03}

Madara había pedido dos copas de vino tinto y continuaba hablando con aquel hombre de forma tranquila. Mientras le escuchaba agitaba su bebida con una mano para después darle débiles y lentos sorbos para disfrutarlo. Debía celebrar que el día había ido genial con la caza del maldito rubio y sus secuaces. Tal vez ahora él y sus compañeros debían aspirar a un pez más gordo la próxima vez. Ajenos a lo que pasará en el resto de la taberna, los dos negociantes continuaban a su bola hablando entre ellos. Faltaba muy poco para que el dragón negro finalizase la conversación y pudieran partir de allí cuanto antes. No le desagradaba la ciudad del agua, es más estaban bastante cerca de la isla judicial. En un futuro haría una pequeña visita a aquel lugar dónde además residían muchos agentes del CP. Marineford tampoco era una mala opción después de todo.

El moreno continuaba a lo suyo mientras una pequeña gotita de sudor frío le caía por la mejilla. Su haki de observación estaba notando una presencia muy hostil. De hecho no tardó en reconocer quién era el causante. El capullo del espadachín no había podido contenerse y lo estaba notando muy nervioso. Además se estaba alejando de allí junto a una presencia bastante débil. La mano derecha del devastador empezó a tomar un tono negro metálico mostrando su haki armadura. Iba a tener que parar aquello cuanto antes si no quería que se liase mucho más. Justo cuando iba a interrumpir su conversación con aquel capitán, notó que otra presencia de poder mayor a la segunda se acercaba. La reconoció como Qui Gon y esperó a que él relajase las cosas. No estaba seguro pues no estaba viendo nada, solo presintiéndolo desde una mesa alejada.

Los rojizos ojos del dragón se abrieron como platos cuando la segunda aura quedó fuera de juego. – ¿Os encontráis bien, Madara-san? – Dijo ahora aquella persona mientras también le daba un sorbo a la copa de vino a la que le estaba invitando el moreno. El tío de la armadura roja asintió calmado y con una sonrisa tranquila mientras trataba de disimular. – A la perfección, solo estoy detectando a dos ardillas algo liantes. – La comparación hizo reír un poco a aquel hombre pero ambos continuaron con la conversación tranquilamente en aquella mesa. Llegaba la hora de la parte más importante del negocio, iban a hablar de una vez de la suma de dinero. Para ello se requería seriedad, sangre fría y tener los cinco sentidos puestos en el tema. El mercenario iba a por lo mejor que sabía hacer, quedarse con más dinero de la cuenta legalmente. También lo solía hacer de forma ilegal pero allí no podía liarla mucho, apreciaba muchísimo su puesto y no estaba dispuesto a perderlo por nada del mundo. Sería una cagada monumental y debería recuperarlo cuanto antes peleándose con otro Shichibukai y por desgracia eran demasiado fuertes.

Sonrió de lado a punto de hablar cuando un gritó abarcó toda la taberna. Era una voz que inspiraba terror pues alguien se había quedado sin bocadillo. Cuando el devastador giró un poco la mirada pudo ver a su navegante. Aquello ya estaba siendo demasiado para el pobre dragón negro. Se llevó una mano a la cabeza y empezó a temblar mientras las venas de su frente se marcaban de forma exagerada. Pudo ver como ahora además cogía del hombre al pobre diablo del camarero gordito. El capitán de en frente apuntó algo en un papel, iba a cobrarle de más por llevar a salvajes en el barco. Madara se puso en pie y frunció el ceño mientras ahora era él la persona que alzaba la voz en un tono agresivo y serio. – ¡Dejad de liarla coño! – Dicho aquello agarró una mesa entera con una sola mano y la lanzó con toda su fuerza hacia sus compañeros. Era tomó por el camino un tono negro a estar imbuida en haki. Sin embargo el devastador no era un tirador y su puntería no era buena si no lanzaba ácido. De modo que la mesa acabó estampando al camarero contra una pared. El silencio se hizo en la taberna y el Shichibukai se acercó disimulado a sus hombres pensando en lo que había hecho.

Además pudo ver que había un par de marines allí sentados, no tuvo más remedio que hacer gala de su teatro supremo. – ¿Qué dices Qui Gon? No puedo creer que ese gordito adorable fuese un revolucionario ¿Encima ha tratado de envenenar a Nokotori? – Ante aquellas palabras los dos hombres de la ley se levantaron y cogieron al camarero inconsciente llevándoselo de allí. Esos agoniosos buscarían dinero fácil pero al moreno le servía mientras se librase de aquello. Ahora giró la mirada y observó al capitán con el que negociaba. Estaba bastante tranquilo y ahora fue cuando soltó un suspiro. – Te daré un jodido millón entero pero sácanos de aquí. – Aquel hombre sonrió contento pues iba a pedir un cuarto de millón, pero uno entero era fantástico. Aceptó con ilusión y les pidió que le siguieran. El devastador les hizo un gesto a sus hombres para que le siguieran también. – Nos vamos de la isla, coged lo que tengáis que coger. No vamos a volver aquí en mucho tiempo. – Al menos ello no pero el moreno sí que iba a volver. Aquello estaba lleno de bellezas salvajes. Ahora salió de la taberna y recogió a Spirit mientras seguía a aquel hombre, era hora de largarse de allí. – Este de aquí es el precioso Spirit. Prohibido atentar contra su vida o querer comérselo, es mío. – Dicho aquello soltó un suspiro y continuó caminando con el maletín en la mano y siguiendo al capitán. Por fin iban a salir de aquella isla, además debían recoger al niño que lo habían dejado en el Reino de Sakura y aquello no podía ser. Podían tildarle de abusón infantil.
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Cazando En W7 [Madara-Nokotori-Qui gon] [Privado] Empty Re: Cazando En W7 [Madara-Nokotori-Qui gon] [Privado] {Dom 24 Ene 2016 - 21:38}

Justo cuando Nokotori estaba a punto de partir por la mitad a aquella belleza y poder satisfacer sus deseos más mortíferos, su colega Jhon llegó con rapidez y pudo hacer lo que tenía que hacer. Dejó K.O a la chica de un rodillazo en el estómago. Esto hizo que el maniático del espadachín parase en seco y observó como caía al suelo la muchacha. No estaba satisfecho y quería sangre. Cuando miró a Jhon lleno de rabia éste le dijo que sabía de unas personas que estaban liándola por ahí y que si quisiera después podrían ir a matarlos tranquilamente.

-Espero que sea así. Estoy jodidamente furioso y necesito desollar a alguien. Quiero arrancar la piel de esta maldita mujer.

Nokotori miró de nuevo a la muchacha y éste estaba sopesando la idea de matarla. Pronto cambió de idea al ver como entre varios hombres traían el plato de arroz más grande que el espadachín pudo ver en toda su vida. Al ver que lo dejaban en la mesa donde se estaban sentando antes y retiraban el asqueroso plato de arroz frío el moreno tragó saliva. Estaba temblando. Miró sonriendo como un niño chico, jamás había visto tanto arroz junto en la vida. Lentamente se dirigió a la mesa y algo torpe se sentó en la silla. Pronto los camareros pudieron ponerle un tenedor y una jarra entera de zumo de piña. El espadachín estaba en el paraíso. Cuando pusieron el enorme plato de arroz en la mesa casi tan grande como ésta tuvieron que quitar el bocadillo de Jhon el cual empezó a gritarle al camarero que dejara el bocadillo en su sitio. Al moreno pareció importarle poco lo que estaba sucediendo y empezó a comer de una vez por todas. Comía rápidamente luego paraba y comía más lento. Pensaba que tenía que disfrutar aquel manjar que incluso lucía mejor que el anterior plato.

-Esta maravilla me está enamorando. Casi que se me están quitando las ganas de matar…

Ya casi había terminado y devorado aquel manjar de los dioses, apartó la mirada durante unos segundos y pudo ver como una mesa de color metal chocaba contra el camarero gordito dejándolo inconsciente. Acto seguido vio como Madara se acercaba a los dos compañeros y acusaba al gordo de ser un revolucionario y que además intentó envenenar al espadachín. Nokotori que ya estaba terminando de comer al escuchar se levantó con las pilas cargadas y algo más relajado.

-Entonces sólo merece más que la muerte. Sucio puerco asqueroso. Jamás podrías contra alguien como yo en toda tu triste vida.

El espadachín se dispuso a desenfundar su katana pero unos cuantos marines se llevaron al hombre inconsciente antes de que éste pudiese hacer nada. Una vez más la situación hizo que Nokotori no la liase en la taberna. Después de que Madara decidiese el precio del viaje el cual ofrecía un millón entero se dispusieron a salir de la taberna de una vez por todas. Antes de salir Nokotori que iba el último escupió en el suelo y se marchó por la puerta.

-Vaya asco de taberna y de mujeres. Pienso matar a toda mujer que se ponga en mi camino.

Dicho esto el Shichibukai presentó lo que parecía ser su nueva mascota. Un yagara de color azul. Era uno de esos bichos que vio por los canales de la ciudad los cuales servían para transportar gente o cosas. Además Madara remarcó que no podían matarlo ni comérselo. De todos modos esa cosa debía saber mal en el arroz aunque con un buen sazonado tal vez…

Pronto el espadachín recordó que tenía otro compañero el cual lo habían dejado tirado en la isla de nieve en la que conocieron a Madara. Estaban andando tranquilamente siguiendo al hombre que los iba a llevar. Nokotori iba a su bola y pensando en el anterior barco que se habían cargado cuando llegaron a la isla.

-Oye espero que ese millón sirva para llevarnos en un buen barco. La basura en la que llegamos no servía para nada…

Después de decir esto y mirar al hombre siguió con lo suyo. Apoyó sus brazos en las empuñaduras de sus katanas y suspiró. Aquel arroz estaba muy bueno. Pensaba que fue un buen día. Arroz, muerte y dinero. No podía pedir nada más.
Qui Gon Blackheart
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Cazando En W7 [Madara-Nokotori-Qui gon] [Privado] Empty Re: Cazando En W7 [Madara-Nokotori-Qui gon] [Privado] {Dom 24 Ene 2016 - 22:12}

Qui Gon soltó al camarero para que le devolviese el bocadillo, este cogió el bocata con las manos temblorosas, el sudor caía por su cara y su barbilla castañeaba como un flan. El gordo le entregó el bocata a Qui Gon lo que hizo que se tranquilizase y se pusiese a comérselo como si no hubiese mañana. Se sentó en la mesa mientras aún estaba comiéndoselo y se puso las botas. Pudo escuchar un gran golpe cerca suya como el de algo metálico impactando contra la pared pero no le dio importancia, tenía hambre y ya se la sudaba lo que estuviese pasando, Madara gritó algo pero Qui Gon lo ignoró y asintió como si estuviese prestando atención a lo que el hombre de armadura roja le estaba diciendo.

Cuando terminó de comer y de terminar de beberse otra jarra de hidromiel pudo notar como su cuerpo era más liviano, el dolor de las manos se disipó levemente y ya no le dolían tanto, estaba con la barriga llena y contento, encima había ganado mucho dinero. Cuando pudo cerciorarse de lo que ocurría a su alrededor pudo ver una mesa destrozada, al parecer había golpeado contra la pared posiblemente lanzada por alguien y al camarero se lo llevaban arrestado unos marines. “Bueno, al menos no se ha liado mucho, ese gordo no me daba buena espina desde el principio”, pensó Qui Gon.

Nokoyuri y Madara estaban listos para abandonar la posada, habían contratado un nuevo buque para salir de allí por 1 milloncejo y decían de recoger a un niño que era miembro de la banda. “Un niño… ¿Qué coño hará un crío en la banda? Espero que no dé por culo”. Qui Gon salió fuera y Madara les presentó a su nueva adquisición, un yagara de color azul, se usaban para transportar personas y objetos. El sichibukai les advirtió de que no podían matarlo ni podían comérselo. Qui Gon pensaba que a lo mejor podría asarse a fuego lento con unas pocas especias, pero sería mejor no enfadar al líder y tratar bien al animal. Qui Gon se dirigió al yagara para acariciarlo y este le mordió la mano.

- ¡Aaaaahhh! ¡PUTO BICHO! JURO QUE TE MATO, COMO TE DESCUIDES PILLO Y TE METO UN CEPAZO EN LO ALTO DE LA CABEZA Y BESAS EL SUELO CONDENADO MONSTRUO, HIJO DE UN CALAMAR, CARA DE CE…

Antes de que pudiese terminar de insultar al yagara Madara golpeó a Qui Gon en la cabeza haciéndole golpearse la mandíbula contra el suelo.

- No insultes a Spirit y no lo toques sin permiso, no le gusta que lo toquen.

Qui Gon se levantó mientras seguía murmurando insultos y Madara volvió a mirarlo con cara homicida a lo que Qui Gon dejó de hablar, pero seguía maldiciendo a ese bicho en su mente. No olvidaría fácilmente aquel bocado que le había dado, encima en la mano en la que tenía dos dedos rotos, ahora no le dolía mucho pero cuando se le pasase la borrachera iba a flipar en colores. Finalmente salieron dirección al barco y Qui Gon los siguió mientras se tambaleaba debido a los efectos del alcohol, se tropezó contra un barril de manzanas que cayó desparramando todas las manzanas. De repente el tendero salió a regañarles, era el tendero de la otra vez, el mismo al que Nokoyuri le tiró otro barril de manzanas y Qui Gon le robó el salmón.

- ¿Tú otra vez? ¿Pero qué tengo que hacer para que me dejéis en paz?

- ¡Calla tonto! Que no ha sid… ¡HIP! …ido nada. ¿Qué te pasa? ¿Quieres pelea?

Qui Gon alzó sus puños para enfrentarse al tendero y este se asustó y gritó como una nena implorando que no lo matase.

- ¡TSE! Maldita esc… ¡HIP! …coria. ¡Me das pena! Anda, toma y cállate ya, que no sirves ni para estar escondido.

Qui Gon sacó un par de billetes de sus pantalones y le dio 120.000 berries al tendero.

- Esto debería cubrir los gastos… Y gracias por el salmón.

Cogió otro poco de salmón ahumado que tenía a la venta y se lo fue comiendo por el camino mientras reía a carcajadas. Había sido un día completo y Qui Gon había acabado feliz.
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