league of nocturne versus the hive mind. Privado Bleyd y nocturne

Hacía poco tiempo de lo ocurrido en la isla de Sideros, y muchos de los que participaron ahora querían contribuir en la reconstrucción de la isla, pues por parte de muchos fue destruída en gran parte. No tenía muchos motivos, pero me ofrecí a dicha reconstrucción, y allí estaba, en un navío camino a Síderos. Había bastante gente y no paraban de moverse y hacer preparativos. Como carpintero no podría hacer gran cosa, pero si serviría mi ayuda, o al menos eso pensaba y por ello estaba de camino a dicha isla.

La gente correteaba de un lado a otro, algunos incluso se ponían a pasear, a tomar el sol, e incluso a pescar. Me fije en uno de los pescadores, estaba tirando de la caña, al parecer habían picado. Me fijé en él, su cara me sonaba... Joder ¿Bizvan estaba allí? ¿Cómo no me había dado cuenta en todo el viaje? Me aproximé a él por la espalda. Sacó el anzuelo y pude ver que había atrapado un cangrejo hermitaño. Buena pesca sin duda alguna.

-No es precisamente un bocado que llene a uno. ¿No camarada? ¿Desde cuando te interesa la pesca?

Me quedé mirándole, era él... Pero no se, había algo extraño en él, parecía otra persona, pero a no ser que tuviera un gemelo perdido debía de tratarse de mi camarada Bizvan. No podía ser otro. Le tendí la mano para estrechársela, no era un miembro con el que había pasado mucho tiempo a solas, realmente era uno de mis camaradas que menos conocía, y esta podría ser la ocasión perfecta para ello.

-No esperaba verte por aquí Biz, me alegro de ver una cara conocida.

Había algo extraño, tanto su expresión como su tono de voz eran distintas, además... ¿Desde cuando Bizvan tenía el pelo largo? No, no podía ser él, pero el muy condenado me estaba siguiendo el juego. Aunque estaba claro que no era él, así no habla Bizvan. Me quedé unos instantes parado, pensando por qué diablos me seguía el juego ese tipo, pero pensé en pasar un buen rato.

-La cuadrilla allí en los establos se ha quedado. Y por supuesto. Fui a Síderos para conquistarla, y ahora están débiles, es el momento perfecto camarada, pero no se por qué me lo preguntas, si ya sabías eso. Me alegra ver que estas de mi lado y has decidido venir a apoyarme.

Le sonreí mientras pensaba que era la cosa más absurda posible, si se creía eso, desde luego era un tipo al que le faltaba un verano.

-Dime camarada. ¿Te apetece entrenar un poco como solemos hacer en los descansos?

Realmente nunca he cruzado espadas con Bizvan, salvo aquella vez que le enseñé el haki de armadura, pero algo me decía que este tipo sabía algo más que un simple e inexperto haki de armadura, sentía la intriga de saber quién era y si podría ser un problema, no sabía de dónde diantres había salido ni por qué se parecía a mi camarada. Y mucho menos por qué carajo me seguía la corriente de esa forma tan descarada y falsa.

¿Qué? ¿Este tipo es un Yonkaikyo? Era extraño, creía conocer a todos o la gran mayoría de los miembros de los Yonkaikyo y Shichibukai, ya que realmente no es que me fíe mucho de esa gente. Con su nombre me había saltado un poco la duda, había escuchado hablar de un tal Bleyd... ¿Pretor de Meln? ¿Qué diablos había pasado en Síderos? Creo que me perdí mucho allí. Pero el resto de la historia me dejó un tanto extraño. ¿A qué venía todo eso? ¿Asesinaron a su familia? ¿Y lo dice de esa forma? Este hombre o es el típico que lo satiriza todo, o bien está mal de la azotea.

Eso si, podría ser lo que quisiera, pero de pronto una ráfaga de algo que desconocía qué diablos era me dejó aturdido y algo mareado por un instante. ¿Qué mierdas había sido eso? Tan solo con su presencia me había logrado intimidar de golpe. ¿Qué diablos era esta sensación? Hacía muchísimo que no sentía algo así, el miedo se apoderó en un instante de mi, cuando quise darme cuenta estaba blandiendo... una caña de pescar, cuyo sedal me aferró del torso y las manos, impidiéndome moverme durante unos instantes.

Claro que realmente no me moví, me quedé anonadado ante la facilidad con la que me había capturado. Bleyd realmente parece un tipo digno de temer como enemigo. No había bajado la guardia, y sin embargo me había hecho aquello con esa facilidad. Lo peor de todo es que no sabía qué diantres me había hecho. Pero no pensaba rendirme, tenía un as bajo la manga.

Me sentía un poco paralizado, pero debía hacer algo. Sentía el haki de mi oponente recorriendo el sedal, era potente, pero no era más poderoso que el mío. Aunque tampoco diría que es inferior. Mis antebrazos se recubrieron de mi energía y formaron un filo cortante a partir de cada uno de ellos. A veces leer pequeños manuales te enseña a hacer cosas maravillosas. Imbuí mi haki armadura en los filos creados y corté el sedal. Me sorprende que no haya querido hacer nada más, tal vez pensaba que no escaparía de esa trampa por la potencia de su haki, el cual me dejó bastante sorprendido para tratarse de un Yonkaikyo.

-No se qué diablos fue eso que has hecho antes. Pero no puedo evitar sentirme realmente sorprendido, pensaba que los yonkaikyo no tenían tanto poder. Esto podría ser un entrenamiento entretenido. Veamos de qué pasta estás hecho, Bleyd Master.

Desenfundé la espada maestra y la hoja del caos y me lancé a por él con intenciones de alcanzarle, hacerle una finta y desequilibrarle, si lo conseguía simplemente le apuntaría con la espada maestra en el cuello.

-Amor y... ¿Pizza?

No tenía sentido la forma de hablar de este tipo. ¿Acaso estaba intentando distraerme para cogerme desprevenido mientras me paraba a pensar en la posible, aunque inexistente, lógica de sus palabras? Sea como fuera parecía que se estaba suicidando, se lanzó por la borda y antes de darme cuenta escuché el crujir de la madera por debajo de mí, logré apartarme en el último instante a la vez que mi haki de observación y armadura explotaban en mi, me giré con las armas preparadas, justo al momento que me veo bloqueando esa caña que Bleyd estaba utilizando como arma.

Tiene unos movimientos un tanto caóticos, sin embargo es una persona realmente rápida y fuerte. Si no hubiera clavado la espada en el suelo, habría superado mi defensa y me habría arrojado al suelo. La madera se agrietó en el contacto, la hoja de la espada fue arrastrada, haciendo un corte en la madera de cubierta y dejándome prácticamente empujando el propio filo con mi pierna derecha. Tiene una fuerza exagerada, de pelos logré que no me diera eso.

-¿En qué diablos estás pensando? ¿Quieres hundir el barco o hacernos zozobrar a la deriva? Esto no es más que un entrenamiento, Yonkaikyo. No causes más daños...

Pero había conseguido provocarme, no suelo enfrentarme a rivales tan poderosos, y viendo que no es más que un entrenamiento, no pude evitar sentir curiosidad por saber hasta qué punto podría llegar esto. Me sentí extrañamente emocionado, como si sintiera que este sería un rival increíblemente formidable. Me había quedado realmente sorprendido con cada uno de sus movimientos, y tan solo había hecho dos. En estos momentos no pensaba que tuviese el poder necesario para derrotar a alguien como él, sin embargo sentí que quería probarme contra ese tipo. Al fin y al cabo, es mi objetivo volverme lo suficientemente poderoso como para derrotar a cualquier enemigo que se me plante delante. Para proteger lo que me importa.

Mis cabellos comenzaron a cambiar de color en ese momento mientras se esbozaba una sonrisa en mi rostro, una mueca con un deje de emoción. A mi alrededor comenzó a levantarse una corriente de aire circular que removió las astillas cercanas e hizo que mis cabellos, recién teñidos a un tono violáceo, se moviesen como si estuviese flotando. Había conseguido emocionarme, y ahora no pensaba en otra cosa que darle guerra a ese hombre. Esperaba no sobrepasarme.

-Vamos Bleyd Master... Si tanto te gusta danzar... Bailemos.

Con mi energía de viento recubriendo la hoja de mis armas y aumentando su rango, y con el viento cortante a mi alrededor, me lancé directamente a por las piernas de Bleyd, tratando de hacer que cayese, ejecutando fintas en mis movimientos y realizando giros de muñeca con mis ataques para aumentar la efectividad y potencia y tratar de engañarle.

Cosas usadas: