Reencuentro tras la ruta. [Privado Galhard-Brianna]

Habían pasado meses desde la caótica ruta por todo el paraíso, para Galhard el hecho de no poder cumplir su misión y lo más importante ganar la carrera supuso un gran revés que se acrecentó con otra carrera que perdió en Wano. Tras hacer un viaje rutinario paró en Sideros, se rumoreaba que aún los desperfectos que el revolucionario Bleyd seguían presentes y desembarcando en la isla de Zal. Galhard decidió observar la situación del lugar. Parecía que aquellos rumores eran más infundados que reales pues las gentes de aquella isla habían recuperado su habitual modo de vida, entre ellos pero, se podían contemplar algún que otro agente del gobierno encubierto si se tenía la vista afilada.

Galhard pensó que sería una buena idea pasear por los puertos de la ciudad donde había llegado, después de todo observar los barcos relajaban al marine, mientras que en muchas ocasiones se le ponían los dientes largos con los peculiares barcos que podía encontrar mientras caminaba.

Aquello le recordaba a la primera vez que manejó un barco, aunque habían pasado muchos años de ello el sentimiento se sentía fresco en la mente de Galhard y suspirando tranquilo decidió dejarse caer por los astilleros. ¿Que clase de sorpresas podría encontrar en aquel lugar? Había sido una fortuna que aquella isla no fuese privada de la paz que disfrutaba ahora.

Tras unos minutos de paseo una idea cruzó la mente del marine. La construcción de su propia fortaleza naval móvil, había escuchado rumores de un titanico barco llamado Erebus que pertenecía a la tripulación de los piratas anteriormente capitaneados por Nassor. Sin duda alguna un recurso de tal envergadura sería costoso y el gobierno mundial no lo financiaría pero en cambio, si era él quien lo construía de sus propios recursos no habría problema, dotaría al cuerpo de marines de un recurso que podía resultar vital y él se encargaría de gestionarlo al ser dueño del mismo.

-Mmm... Sí, esa idea sería un as en la manga, aunque me preocupa como van a ir las cosas de ahora en adelante.- Murmuró el marine mientras se sentaba en un banco de piedra que había tenido mejores días.