Una vigilancia poco ortodoxa no?

Apenas habia llegado a la capital de Diamuird, Slav Schatch, era mi primera ves saliendo del cuartel sin supervision, estabamos en un descanso y podiamos ir a cualquier lugar mientras lleguemos antes de completar la semana, en verdad estaba muy nerviosa , pero no podia aprentarlo por lo que solo cerre los ojos y sonrei caminando alegremente por la ciudad mostrandome interesada por todo lo que me ofrecieran los comerciantes que me encontraba, haciendoles mil preguntas hasta que me dejaran en paz, en su mayoria funcionaba, con otros entable algunas conversaciones que duraron unos minutos mas, aun que me sintera mas relajada tenia que seguir alerta, generalmente en estos lugares suelen haber varios robos a comerciantes y lo que menos queria es que alguien saliera herido de alguna de esas situaciones. Aun asi no podria negar que la vista era maravillosa y nunca habia visto tanta gente de distas razas y etnias juntas en lo que parecia un gran bazar dfe cosas extrañas y llamativas.

Segui mi camino adentrandome mas en este, podia visualizar el acantilado con la mansion de la familia Slavent, tengo que admitir que me daba un poco de envidia el hecho que sus nuevas generaciones hayan nacido en una cuna de oro y no tienen que ganarse la vida como los demas comerciantes que se encontraban vendiendo sus rarezas en la ciudad. Estaba tan ensimismada en mis pensamientos que no me percate que habia chocado contra un tipo tirandome al suelo, este estaba corriendo mientras llevava un costal en sus brazos tirando algunos artilugios y monedas mientras huia de algo o de alguie, mientras que escuchaba a lo lejos un hombre decir que alguien persiga, en ese momento me estaba disponiendo a parar, cuando noto que mi pierna estaba sangrando levemente, era solo un raspon, pero no podia desaprovechar la oportunidad de hacer un drama con respecto a esto, ya que si lo atrapaban tambien lo podrian acusar no solo por robo si no por daño a civiles, por lo que empece a quejarme fuertemente fuertemente de un dolor en mi rodilla tratando de llamar la mayor atencion posible de la gente, provocando que algunas personas salgan a perseguir al tipo, al momento de verme llorar con mis lagrimas de cocodrilo.

Unas mujeres se me acercaron amablemente a ayudarme a levantarme mientras sollozaba levemente tratando de "calmarme", apenas me puse de pie, me limpie las lagrimas y un poco mi ropa, para disculparme con las señoras y decirles que era mi deber capturar a ese tipo ya que me habia hecho daño y no iba a permitir que se saliera con la suya robandole las cosas a ese pobre señor, y asi hui de la escena aun con esas mujeres bastante preocupadas por mi pero enternecidas que sea una "niña buena", la verdad es que solo sabia que se dirigia a afuera de la ciudad  y no era muy rapida que digamos, pero podia escuchar las voces de las personas que lo perseguian por el rebuelo tratando de convertirse en los "heroes" de esa situacion, gracias a eso podria tomar un poco de ventaja y capas si lo alcanzaba podria tratar de "razonar" con el hasta que alguien mas llegue y lo atrape, la fuerza no es lo mio, pero creo que puedo saber como controlarlo, despues de todo, las personas que suelen robar con una expresion asustada como la de el, es mas que nada por necesidad y capas era su priemr robo y no sabria como reaccionar.

Cuando por fin había llegado con el sujeto qué había robado al señor, vi como una bestia semi humana se lanzaba contra el ladrón y lo noqueaba contra una pared, la sangre salía de las fosas nasales del tipo y por un momento sentí un escalofrío.

Mi pierna aun me dolía y se sentía bastante resentida por el golpe, aun que sabía que eso era normal y que se pasaría rápido, me acerque como pude recogiendo algunas de las pertenecías del señor con parte de mi vestido para que nadie más las robara, si me quedaba al lado de esta bestia semi felina, lo más probable es que no se atrevan a tocarme y mientras le devolvía al señor lo que podía, no podía menospreciar su trabajo, estaba concentrada recogiendo cosas cuando la bestia me habló, acaso me estaba coqueteando? O asumía qué me interesaba mejor dicho, por mucho que quería darle una cara de mala muerte, suspire y le dedique una de mis mejores sonrisas con mis ojos brillantes, eso nunca falla.

-Señorita la verdad, es que vengo siguiendo a este bruto bandido qué se a abalanzado contra mi tirándome al suelo , para poder recoger lo que he podido de las mercancías del señor al cual estaba robando, los comerciantes trabajan duro cada día para llevar comida a sus casas, no iba a permitir que el hombre se vaya hoy sin comida para el y su familia- hable colocando un tono adorable, recalcando lo de bruto bandido tratando de aniñar mi voz, lo cual no me costaba mucho ya que mi apariencia me jugaba a mi favor, mientras observaba el aspecto de la bestia que tenia frente a mi, su ropa dejaba mucho que desear pero me parecía conocida y sus modales parecía que no existían, trate de no preocuparme de eso y seguir con mi actuación haciendo un pequeño quejido mirando mi rodilla qué gracias a Dios ya no estaba sangrando pero seguía bastante roja - lo lamento si molesto, un poco más pero me podría acompañar a devolverle los objetos al señor?, capas pueda optener una recompensa de eso, hasta admiracion de muchas personas- sonreí entusiasmada, mientras miraba de reojo al hombre inconsciente, sacando una pequeña risita camuflada con inocencia por el dolor del otro, para luego enfocarme en los ojos de la bestia mujer y ladear la cabeza con inocencia esperando su respuesta, con suerte puedo sacar una historia para cuando vuelva al cuartel.

Aun que al mismo tiempo me daba curiosidad, de que raza era esta cosa no humana, a simple vista parece una pirata roñosa más, pero no puedo juzgar a las personas por la apariencia no?, por al menos no siempre, además si me quedo a su lado todo el tiempo antes de volver al cuartel, tendré seguridad gratis y me podré llevar un poco de crédito si es que pasa algo más, después de todo no creo que se niegue a "cuidarme" mientras me encuentre sola y desamparada.

Estaba escuchando a la bestia, bueno casi, en verdad solo estaba asistiendo a sus palabras, mientras mantenía la sonría viendo como varias personas se acercaban a nuestro al rededor, definitivamente esta cosa semi humana llamaba mucho la atención de los ciudadanos y era bastante normal, no es muy común por al menos para mi ver razas lejos de sus lugares de origen o eso es lo que me contaba mi abuelo, ya que aún en este tiempo había mucha gente que los criticaba abruptamente por su imagen y sus culturas, lo cual con solo ver algunas caras de asombro hacia mí extraña "salvadora" podría asumir que tan cierto era eso, la verdad no debería pensar en ella como una bestia, pero es que su comportamiento animal simplemente me incomoda un poco en pensar en ella como un ser racional al completo, aunque claro su discurso de como  había que proteger a los civiles me tranquilizo un poco dándole una sonrisa más sincera.

-No te preocupes por mi herida, la verdad es que sé que no es mucho, solo está un poco resentida, es todo, no soy muy fuerte físicamente- dije un poco incómoda por como se agachó a olfatear la herida, aunque claro no debería importarme mucho, ya que estaba usando una parte de mi vestido como bolsa para tener todos los objetos que pueda, aunque eso no me preocupa en su mayoría, pues siempre traía un pequeño short abajo, hay que ser más lista que cada pervertido que uno se encuentra por ahí.

Aunque no esperaba que mi sonrisa sincera se borrara casi por completo al escuchar lo de un cuartel por la zona y de cuidar reclutas, trate de mantener mi compostura como podía para no llamar la atención de la gente, ES QUE EN SERIO ERA UNA BESTIA! COMO PODÍA HABLAR TAN LIBREMENTE DE ESO EN ESTAS ZONAS, pensé mientras reía levemente y al mencionar que era una marina de rango cabo no pude evitar poner una mano en mi cara como podía para no tirar nada de lo que había recogido, la gente al escuchar eso se fue alejando con un poco de miedo al parecer, pero claro esto no era una zona muy común donde se veían marinos y la gente se alejaba porque tienen esa impresión de que los marinos solo nos ocultamos detrás de nuestros rangos y en cierta forma intimidamos a los demás casi apropósito, por lo cual suspire calmándome un poco y regresando mi tono al habitual cuando trataba a mí compañeros, que en resumen era el mismo, pero sin ese toque tan infantil, aun así no lo podía evitar, sobre todo porque aún había gente a mí al rededor mirando y quería un ambiente más tranquilo.

-La verdad no es muy común ver marinos por aquí sobre todo patrullando- dije en un tono un poco burlón mientras ladeaba mi cabeza levemente y estiraba mi mano libre para que la estrechara - Mi nombre es Serafine y aunque no lo parezca soy recluta de los marines, así que es un gusto conocerla cabo, aunque claro en mi caso yo ando en mi semana de descanso, aun así creo que es algo de nuestro trabajo el querer siempre ayudar a quien lo necesite- hice el último comentario con un tono más emocionado de lo normal, el cual parecía funcionar, ya que varias personas al escuchar esa declaración parecían más cómodos con nuestra presencia en la zona, aunque claro siempre había miradas de recelo o desaprobación, aunque abundaban más miradas de personas que se mostraban más agradecidas que atacadas con nuestra presencia.