[Grupal Samael, Natsu, Sawn y Shin][Pasado][1 año] Encuentro casual

En esta isla paseaba un joven muchacho en busca de nuevas katanas para su equipo. Conforme paseaba oía los rumores de los Gyogin que habitaban la isla. En un punto en el que no sabía por dónde ir preguntó a un aldeano:
Samael: Perdone, ¿dónde puedo encontrar una armería?
Ciudadano: Pues al final de esta calle hay una.
Samael: Muchas gracias

Tras esta conversación se dirige a dónde el hombre le indicó.

Estaba fuera de servicio por unas vacaciones que me dieron por atrapar a unos piratas así que decidí a ir a renovar mis armas, entre en una armería bastante buena y empecé a buscar dagas buenas y una katana mejor que la mía.

-Mmm cuál cojere.

Decía mientras miraba las diferentes tipo de armas que había.

Entré en la armería en busca de nuevas katanas, y al entrar me encuentro a un sujeto viendo katanas y dagas y pienso

¿Quién será?

Una vez dentro me pongo a buscar katanas y encuentro una que me interesa y miro su precio y descripción.

Me encontraba el el East Blue porque me habían asignado una misión de recuperar un objeto que serviría de mucho al gobierno y que lo querían para beneficio propio. Antes de llegar a la isla donde tenía que recuperar el objeto, me cambié de ropa para parecer un viajero normal y poder infiltrarme en la isla sin ningún problema. Parecía un pueblo honrado y que no tenían ninguna relación con piratas, por l oque podía ir tranquilo. En la carta que me dieron, el objeto que tenía que encontrar estaba en un edificio que estaba destruido que estaba a las afueras del pueblo.

Caminando por el pueblo, mirando el mapa, me topé con una armería, por lo que entré en ella a ver lo que podía encontrar y así preguntar al dependiente sobre ese edificio destruido. Dentro de la armería parecía ver un marine que estaba viendo armas y otra persona más que podía ser un pirata, pero no haría nada por si acaso. Al mirar todas las armas del establecimiento, fui hacia donde estaba el dependiente y le pregunté sobre aquel edificio.

Seguía buscando katanas cuando un hombre entró en la armería vi como me observaba y luego se marchaba pero no le dí demasiada importancia puesto que yo tan solo buscaba una nueva katana.

Tras media hora buscando me acerqué al mostrador a ver que tenía expuesto el dependiente, en ese momento pude escuchar la pregunta de aquél hombre y me entró curiosidad por lo que decidí seguir buscando la katana pero si quitarle ojo a aquél sujeto, pues planeaba seguirlo para descubrir el motivo de que quisiera ir a un edificio destruído.

En lo que busco la katana escucho una voz familiar y al girarme para ver de quién se trataba vi a Natsu un viejo amigo.

Natsu hombre ¿cómo estas cuánto tiempo?

Dije dirigiéndome hacía él aún vigilando el sujeto del mostrador

(Off: Lo acabo de ver se ve que posteamos a la vez, se supone que estoy en la armería lo editaré para hacer notar que te he visto y luego me siento)

(OFF:Ok hazlo)

Vi como un compañero entro a la armeria y me saludo, con una seña te salude y coji dos dagas bastantes afiladas y resistentes con una empuñaura buena resistente a golpes brutales a no partirse.

-Mercader cuanto pide por estas??

Dije gritando y esperando a que em dijera el precio.

Seguía buscando katanas en el local vigilando al sujeto de antes cuando encontré una katana que realmente me gustó y le pregunté al dependiente

¿Cuánto pides por esta?

Era una katana negra con un brillo rojo, todo indicaba que fuera una buena katana

Al acercarme al mostrador, el hombre me dijo que la torre se encontraba un poco lejos del pueblo, me preguntó el porque quería ir a ese edificio que llevaba tiempo derruido. Le dije que era para verlo nada más, pero el hombre puso una cara de no creerse lo que le decía, acto seguid salí de la tienda en dirección al edificio ese. Nada más salir, miré por todos lados a ver si alguien se fijaba en mi, al ver que no salí disimuladamente. Caminando por el pueblo, veía mucha gente muy tranquila comprando en aquel día soleado y despejado.

La gente me miraba raro, pero eso no me preocupaba para nada, lo preocupante era si alguien me seguía hasta el edificio al que quería ir. Cuando salí del pueblo, me cambié de ropa, me quité la ropa de extranjero y me puse el traje oficial del CP. Nada más hacer eso corrí hasta donde quería ir.

Vi como aquél sujeto salía de la armería disimuladamente y en silencio y con mucho sigilo le seguí. Iba siempre unas metros atrás por si se giraba poder disimular.
Llegados a las afueras del pueblo vi como se cambiaba de ropa y comprobé que se trataba de un agente del gobierno por lo que extremé las precauciones. Vi como echaba a correr hacía una torre derruida y lo seguí en silencio sin perderle de vista.