[Castigo][Pasado/Privado]Dulce Castigo[Natsu Sakagami-Allen] {Dom 26 Mayo 2013 - 15:08}

Hace un par de días me toco la mala suerte de tener que enfrentarme a uno de mis alumnos por un supuesto entrenamiento contra este, pero al final todo encarno mas a una batalla épica en la zona. Esto conllevo además de que toda la gente de la zona se hiciese parte del público de nuestra pelea, por lo que no me quedo otra que salir por patas del sitio con mi alumno en mis brazos y yendo volando con el poder de mi Akuma no mi, que me concede el poder de levitar. Con esto conseguí surcar el ancho cielo mientras notaba con mis ojos como todos los aldeanos nos maldecía por la destrucción cerca de los astilleros, a lo que no puse pega ya que en realidad todo había quedado como unos escombros, y de seguro les costaría un par de días en arreglar dicha zona.

Yo lo que me preocupe en ese entonces no fue eso, sino el hecho de mi actuación de locura al pegarle mis labios a los suyos, dándole un beso cálido a alguien que no debería haber hecho tal cosa, y aun menos cuando le entregue mi corazón a uno de mis nakamas de la banda. Debía intentar solucionar este malentendido y darle un castigo a esta persona por haber osado enfrentarse al capitán de los Scarlet Nightmares. De por ese hecho ya debería haberle dejado alguna marca que recordase por el resto de su vida que se enfrento contra mí, pero no creo que sea el primero ni el ultimo que ose hacer tal patraña. Por eso hare uso de mi mente respetada y perdonare tal ofensa por una vez. Aunque obviamente le importare un castigo, y se cual será el apropiado a alguien de tal calaña y pervertido como es esta persona.

Por eso y desde hace unos días me subí a mi barco y empezamos a recorrer al mar, para poder llegar a Alta Mar y allí impartir el castigo del que hare frente a esta persona. Siendo el día de hoy, tras 3 días de reposo por parte de los dos, el momento adecuado para decirle lo que tenia que hacer. Por ello fui hasta su camarote y agarrándole del cuello de la camisa y arrastrándolo por el suelo empecé a recorrer los pasillos del barco junto con un maletín en una de mis manos, hasta que mi presencia se hizo visible en cubierta. Donde deje que mi alumno se recuperase del arrastre mientras le coloco la maleta en uno de sus lados, mientras mis ojos rojizos miraban a su figura.

-¿Sabes qué hiciste mal al retarme cierto? Nadie en el mundo de clase media-baja osa pelear contra alguna persona si no tiene la victoria asegurada, o en sus mejores casos tener una posibilidad remota de poder derrotar a su enemigo, lo que tú no tenías desde el principio de la batalla. Por ello he decidido impartirte un castigo, y ese será lo que está dentro del maletín-le dije señalándolo-Si no haces dicho castigo me veré obligado a quitarte un brazo, tu decides.

Tras el reto con Allen, este me llevo hasta su barco y me dejo quedarme allí temporalmente. Al cabo de dos o tres días en el camarote de Natsu Shion, el cual me decía que era un milagro que siguiese con vida, Allen entro de golpe y me agarró del cuello de mi camisa arrastrándome hacia a la cubierta con un maletín.

Dijo que o me ponía lo del maletín o me quedaba sin brazo, ya que nadie que se enfrentase a él quedaba impune. Me decidí por poner lo que había en el maletín, el cual, no sabía si eso era un castigo o una recompensa por la pelea que hice, así que pensé que era lo segundo mientras me sacaba la ropa en frente de Allen y me ponía aquel traje que era bastante apretado y tenía muchas correas las cuales empece a abrocharme.

Cuando estuve listo observé a Allen mientras aquella ropa me apretaba mas mi herramienta que mi cuerpo al estar como estaba. Lo que me cabreó fue que dijera que no tenía posibilidades algunas de vencer, así que suspiré mientras le miraba como haciendo puchero. -Pero eso no lo sabría sin intentarlo, maestro... y además, arruinaste el plan que tenía desde el principio, que era encerrarte en una especie de pirámide y que de esta salieran ramas con mandíbulas y espinas, jo.- Le dije sinceramente mientras esperaba a ver que era lo que quería que hiciese.

-Me decidí por conservar el brazo, dime que debo hacer ahora maestro... que no creo que conociéndole este sea el único castigo...- Le dije con una sonrisa un tanto pícara, como si intentará seducirlo mientras lo miraba, después de todo, a Allen creo que también le gustaba el bondage y esas cosas.

Mis ojos se quedaron observando a mi alumno, al ton que este abre el maletín y se dispone a colocar los objetos que en su interior habían en su cuerpo, siendo estos tres accesorios que conseguí cogerle a Natsu Shion hace ya un par de días para empezar a practicar eso que él consideraba “bondage”. Yo por mi parte aun no había mejorado mucho y ni siquiera había tenido el valor de preguntarle a este si me podría dar algunas clases, pero ya eso se lo pediré en otro momento y ahora disfrutare del castigo de mi alumno del que se que está disfrutando de esto.

El tiempo pasaba y podía contemplar cómo este sin reparo se empezaba a desnudar frente a mis narices, produciendo que algo en mi interior se activase y cierta zona se pusiese más activa de lo normal, pero por todo lo demás intento seguir pareciendo serio ante Natsu para que piense que esto debía ser algo a recordar y que debe tener en cuenta por si osa volver a enfrentarse a mí, a lo que espero siendo sincero que vuelva a pasar. Así podre mandarle castigos más emocionales y uno que otro que seguro que le gusta más de lo que yo pienso.

Dejando que el acto continuase pude ver como mi alumno ya disponía de sus ropas apretadas y zonas tapadas, siendo la que más me…emociona la zona viril, pero no quiero pensar mucho en eso o acabaría más duro que un sable. Por eso me dirigí hacia este cuando acabo de hablar y exponer su “continuación” del castigo, dejando que mis frías manos pasasen por su delicado cuerpo semi desnudo, a lo que empecé a disfrutar como un poseso por poder juguetear así con una persona de confianza.

-Pues mira tú castigo no será esto solo como has sospechado…..por ello te tocara hacer varias cosas en el día de hoy para que piense si dejarte ir o no-Tras eso acerque mis labios hasta su oído y le dije con voz pervertida-Y si lo haces bien te daré premio.

Tras decirle aquellas palabras manosee un poco mi bulto enorme por lo que estaba pasando y me puse a contemplar el barco. Este parece que necesitaba una buena limpieza ya que se puede oler e incluso sentir las telarañas de las diferentes zonas, siendo en su mayor grado dentro de los camarotes y los pasillos. Me volví a dirigir hacia mi víctima y le señale cada punto del barco mientras con unas de mis manos me apoyaba sobre su hombro, a lo que iba a ser una ardua tarea:

-Mira tú labor ahora esclavo es limpiar toda la zonas del barco, siendo las más importantes “mi” camarote, el camarote de los demás miembros y la cubierta. Si haces eso te daré un pequeño premio que seguro que te gusta-digo riéndome bobadamente-Así que empieza cuanto antes. Los materiales los encontraras en la cocina, que si no mal recuerdo hay una estantería allí con las cosas.

Allen cuando me miro ponerme esa ropa, parecía que se le agrandase el bulto, cosa normal considerando como era. Este me dijo que como lo había sospechado, había algo mas detrás de este castigo y me susurró a la oreja que tendría un premio con un tono algo pícaro si hacía bien el castigo.

Al tener esa ropa, me dolía, pero se me agrando el bulto mientras escuchaba atentamente lo que me decía, además de fruncir un poco el ceño cuando dijo que era limpiar todo el barco y me llamaba esclavo, cosa que no me importaba pero hería un poco mi orgullo. -Está bien, amo...- Dije mientras entraba al interior del barco buscando la cocina.

Debía limpiar todo el barco y la mayoría de camarotes, así que una vez entré a la cocina, cogí una escoba y una fregona, mas una pala y un cubo con agua, mas unos trapos para limpiar mejor, básicamente, todas las herramientas de limpieza. -A limpiar... espero que no les de un susto a los tripulantes...- Dije suspirando mientras salía de la cocina y empezaba a buscar el camarote de Allen.

No me costó mucho encontrar el camarote de Allen, ya que era las puertas tenían una placa con el nombre del que era el dueño de la habitación. Entré en el cuarto de Allen para primero pasar la escoba y luego una fregona, a parte de limpiar las paredes, los muebles, el techo y sacarle el polvo a esa habitación.

El resto de habitaciones se suponía que debía de ser igual, pero en cuanto entré a la de Rikku y Natsu, cosa que me sorprendió bastante al ver que Natsu compartía habitación con una persona que no era Sid, pero lo mas sorprendente fue al ir a limpiar los armarios y muebles, Shion tenía demasiadas cosas de bondage que hicieron que me pusiera peor.

Acabe de limpiar la habitación y con las otras dos o tres que habían mas tampoco tuve ningún problema, ahora solo quedaba la cubierta. Salí a ella y empece a limpiarla sin descanso, hasta que al final, después de una hora o así debido a las dimensiones del barco, estaba bien reluciente. Miré a Allen jadeando un poco. -Quiero mi premio...- Le dije mientras le miraba con la mirada decidida.

Tras dictarle donde estaría todos los materiales necesarios para que limpiase el barco me dispuse a mirarle de una forma un tanto pervertida para que se emocionase de los hechos, ya que sabiendo que a él le gusta todas estas cosas haría mejor su labor si consideraba que hay un premio después de todo esto. Además me gusto como responde al momento mi petición, diciéndome la palabra “amo”, a lo que quisiese o no mi bulto creció un pelín más, a lo que rápidamente meto mi mano en su zona para evitar su crecimiento exponencial y poder ver como con su traje que le había quedado de maravilla se dirigía a la cocina donde estaba todos los materiales necesarios para que limpiase el barco.

Yo por mi parte me decante por ir a una de las esquinas del barco y mirar para el cielo, intentando pensar si lo que estaba haciendo no le molestaría a Sid, a quien le he dado mi corazón y aun espero que el aceptase mi propuesta de empezar a salir. Pero el problema de este asunto es ambos Natsu, ya que mi nakama de banda se que le estoy haciendo daño con todo esto. Y ahora para colmo tengo a un alumno que le encanta el tema de ir atado, y sin contar claro está el de que quiere tema conmigo, a lo que conociéndome tendré que darle al final por todo lo que ha sucedido, ya que en cierta parte yo estoy disfrutando de todo esto.

De mis bolsillos saco un preciado instrumento que me llevo a mis labios, para empezar a tocar una serenata con mi ocarina y poder despejar mi mente de todos estos pensamientos impuros que están ocasionando problemas tanto a mi ser como a los que me rodean. De por ello una bonita melodía empezó a salir de los huecos de esta pieza. Dejando que toda la zona a mi alrededor se viese animada por sus bonitas baladas, a lo que yo únicamente puedo corresponder con una sonrisa en mi rostro sintiendo aquella sinfonía entrando y saliendo por mis oídos. Lo que anima mi rostro en cierta manera y deja que el tiempo pase, hasta que de pronto una presencia se me hace visible en cubierta, siendo mi querido alumno que estaba todo sexy limpiando aun las cubierta con sus trapos y posiciones muy pervertidas. A lo que yo únicamente puedo asentir y imaginarme cosas chungas.

Por fin y tras un rato, este se me acerca diciendo que quería su premio, a lo que yo asiento levemente y le hago un gesto con mi dedo para que venga conmigo hasta una de las habitaciones, donde dejo que la puerta se cierre mientras voy a uno de los cajones y cojo un especie de paño. Este me acerco hasta mi alumno y le susurro al oído de forma pervertida.

-Supongo que queras estar así….tranquilo no te hare nada raro-digo poniéndole esto alrededor de los ojos y tapándole la vista.

Tras eso deje que mi cuerpo desabrochase cierta cosita y este hiciese acto de presencia, a la par que es llevado a mi compañero y dejamos que unos 10 minutos un acto se lleve acto, a lo que termino volviendo a colocarme los pantalones y mirando a este con aun su pañuelo tapando sus ojos.

-Si terminas los demás favores obtendrás cosas así….

Tras decirle que quería mi premio, este se me acercó y me ordenó que le siguiera, le seguí hasta a un cuarto donde este cerro la puerta y me vendo los ojos, para luego hacerme algo que me gusto bastante durante diez minutos. Cuando acabo, seguía con el paño en los ojos mientras escuchaba como este decía que si cumplía los demás favores obtendría premios así.

Vale, la pregunta era, cual sería el siguiente favor, aunque ya tenía a Teil, supongo que el albino aun no se habría fijado en el collar que llevaba en el cuello. -¿Cuales son los demás favores, amo?- Le pregunté mientras me sentaba en la cama esperando que me iba a pedir y que sería.

Sin embargo, me acordé de Teil y no iba a hacer nada más. -Allen, lo siento, pero no quiero premios de ese tipo, ya tengo a alguien que quiero...- Dije suspirando mientras esperaba a ver que me iba a pedir Allen que hiciera. Estaba por quitarme la ropa y irme, si no fuera, porque tenía que ser castigado por retar a mi maestro.

-Maestro, lo siento, pero ahora mismo solo hay alguien que me gusta, no me vuelva a dar ese tipo de premios.- Le dije suspirando mientras iba a salir de la habitación, tan punto salí, empecé a andar por el barco en busca del cuarto de Natsu y Rikku, donde seguro habrían las mascotas de Shion o el mismo Shion.

Tras un rato caminando llegué al camarote de Shion y entré, solo estaba Shion y sus mascotas, la chica no parecía estar. Me tiré sobre la cama y me estiré en ella aun con el traje puesto. Miré a Shion, no sabía porque, pero, estaba algo triste, bastante triste cuando normalmente solía estar serio.

Salí del cuarto diciendo que ya volvería si podía, dejando solo a Shion allí mientras volvía donde estaba Allen antes. -Oye... Allen, ¿sabes que le pasa a Shion?- Le pregunté mientras me colgaba de su cuello y le miraba a los ojos. Ahora faltaba esperar que me diría mi maestro y esperaba que no fuera lo que imaginaba, si era eso, me sería difícil ayudar a Shion.

Me ajuste los pantalones a la par que varios gemidos salían de mi rostro al recordar lo que sentí momentos antes junto a mi alumno, dejando que una extraña sensación recorriese mis fauces al pensar que en cierta medida estaba traicionando a Sid haciendo este tipo de cosas, por lo que guarde lo que tenía que ocultar y me quede observando a mi alumno, quien me pidió que le dijese las demos favores, a lo que adjunto con el término “amo”, demostrándome que aun estaba dispuesto a hacer cosas por este tipo y que le agradaba, a lo que yo únicamente pude esbozar una leve sonrisa mientras pensaba algún castigo leve y al que no tuviese que adjuntar cosas del genero sexista, ya que no me estaba agradando continuar con este tema. Seguramente mi subconsciencia se dejase llevar por sus ropas en momento antes, pero ahora se estaba arrepintiendo y yo estuviese evitando tales acciones por parte de mi lado pervertido.

A lo que me imagine. Este chaval al momento de pedirme más castigo, me especifica que no desea ningún trato de este tipo. Aclarándome que ya había una persona al que amaba, a lo que por poco no me derrumbo al pensar que le he hecho hacer algo que no deseaba. Sintiéndome aun peor al simple hecho de haberle obligado a estas cosas y que pudiese ocasionarle problemas futuros con su amado, a lo que intento calmarme un poco apoyándome en la cama y sentándome. Dejando que mis recuerdos sucios invadiesen mi apenada mente que intentaba ocultar los trágicos momentos que acabo de obligarle a mi alumno.

De ello me quede pensando y reflexionando unos minutos. Intentando pensar en la mejor forma de disculparme con esta persona y evitar que pensase que soy una persona que solo anda buscando enrollarse con todo. A la únicas personas que les he ofrecido mi cuerpo ha sido a Sid y a Natsu, quien únicamente lo hice una vez junto a Sid en plan ambos a la vez, pero de ello ya hace un par de días. Sinceramente no quería desmoralizarme, pero no puedo pensar en que he obligado a alguien de tales edades a hacer tal acto y con esas ropas.

Mi mirada se reincorpora levemente poco a poco al sentir como una presencia entraba en la habitación, pudiendo ver con mis ojos medio apagados como se trataba de mi alumno, quien se coloco encima de mi cuerpo dándome un cálido abrazo. Además me soltó una pregunta referente a mi amado y al mismo tiempo el suyo, dejando que mi rostro se inclinase levemente hacia su vestimenta, para acto seguido con unas de mis manos agarrar unas sabanas al lado mía y tapar su cuerpo semi desnudo intentando ocultar lo que le había obligado a hacer.

-Te seré sincero…..me gusta Sid al igual que a Natsu. Por eso llevamos una mala racha y siempre estamos compitiendo entre ambos….y por mi estúpida obsesión hoy te he obligado a hacer tal cosa asqueroso-digo mientras de mis ojos brotan unas lagrimas, dándole a entender que me sentía mal de tales acciones-Por favor perdóname….no quiero pensar que yo también ando engañando a la persona que mas quiero….

Me quede medio llore ando mientras las sabanas tapaban su torso desnudo, ya que como me estaba abrazando cierta parte seguía en contacto con mi cuerpo y no podía alejar mis pensamientos impuros. Por lo que no me queda otra que intentar esperar que mis palabras sepan llegar hacia su interior y sepa perdonar a este albino idiota, de quien únicamente suele ocurrir cosas malas.

Tras escuchar las palabras del albino, me quedé bastante sorprendido mientras dejaba de abrazarle. Ahora quedaban claras muchas cosas, el por que de la depresión de Shion y unas cuantas cosas más. -Allen, olvídate de Sid... voy a hacer cualquier cosa para evitar que rompa con Shion...- Le dije con una mirada seria para luego dar una pausa y suspirar. -Al menos es lo que me gustaría decir... pero... Shion es como es, y si hago algo me mataría...- Dije sentándome en la cama observando las lágrimas de Allen.

-Eres un uke con complejo de seme Allen...- Dije para luego echarme a reír, no sabía que demonios podía hacer, pero no quería aburrirme y aun menos ahora que estaba en el barco de Allen. No se me ocurría nada, hasta que al final se me ocurrió algo para saber mas cosas y quizás a Allen le gustaría la idea.

-Allen, quizás lo que te voy a decir te interese bastante...- Dije con una sonrisa algo pícara mientras le miraba con unos ojos provocadores. Estaba totalmente que al albino le gustaría mucho la información que estaba a punto de darle, a mas de eso, debía hacer algo para no pensar demasiado en los pensamientos impuros que hacían que se me agrandase el bulto.

Estaba tapado con las sábanas ya que como Allen me viera vestido como estaba vestido, de seguro intentaría hacerme otra cosa, pero... quizás podría seducirle para que me diera mas dinero o me ayudase a fabricar algo. -El chico que me gusta es un marine con el que la primera vez que le vi, ya directamente lo hicimos.- Dije soltando una pequeña risa mientras me quitaba las sábanas de encima y veía a Allen.

-Allen-sama, podría ayudarme a crear y a modificar algunas cosas, ¿por favor?- Le dije acercándome al albino mientras cogía su mano y la pasaba por mi torso a la vez que yo pasaba mi mano por debajo de su camisa susurrando a su oído algunas frases bastante lujuriosas esperando que mis tácticas dieran resultado y mas que nada para divertirme.

-Me ayudaría a modificar dos brazos cyborgs, un látigo, crear una espada, modificar otro brazo cyborg y una pierna cyborg, ¿verdad?- Le dije intentando seducirle, aunque no iba a hacer mucha cosa con él, solo lo haría con Teil y ya, además de que seguro que a Allen le debía de estar gustando y me diría que si, entonces podría crearle una espada a Teil y de seguro le gustaría; le lamí el cuello a Allen mientras seguía con lo de antes, las caricias y las frases lujuriosas.

De pronto el abrazo que estaba realizando mi alumno se deshizo en un alejamiento, a lo que supuse que fue por lo que había sucedido en estos últimos momentos y mi confesión de que me gustaba un miembro de la banda. Sin contar eso este empezó a hacer diferentes peticiones, siendo una de las primeras que ni se me ocurriera seguir con Sid, lo que a simple vista puede parecer una ofensa….y por otro lado una amenaza. Yo mejor no me la tomaba como ninguno de esos dos casos y deje que todo pasaba, pudiendo escuchar su siguiente argumento de que soy un tal “uke” con complejo de “seme”. No entiendo que se refiere con eso, pero ya se lo preguntare cuando acabemos con todo esto.

Todo empezó a ir muy deprisa, pudiendo oír como empezaba a contarme un poco de su vida y diciéndome que me diría algo que me interesase, a lo que intente ponerle atención, pero sin llegar a concentrarme mucho, ya que me estoy imaginando como se sentiría Sid si se entera de todo lo que ha sucedido en esta habitación, por lo que me quede medio apenado intentando escuchar lo que decía…..aunque costándome enormemente.

Tras unos momentos puedo contemplar como el chaval se despoja de sus mantas y se acerca a mí de una forma un tanto pervertida, para luego pedirme modificaciones de una forma provocadora, a lo que hago una mini sonrisa mientras apoyo mis manos en su hombro y sonrio mirándole al rostro.

-No vuelvas a intentar aprovecharte así. O me tocara aniquilarte-le digo con los ojos cerrado y sonriendo a la par, pero con una voz muy clara, ya que no estaba bromeando.

No me gustaba que se aprovechasen de mi en este estado, y que aun menos intentasen aprovecharse de mis dones en la ingeniería, ya que las armas que he realizado en el mundo siempre han sido para gente que conozco, y conociéndole seguramente lo quería para su novio…¿marine? Eso también me pareció oír. Si es marine, supongo que este no tardaría mucho en volverse de dicha facción, así que me levante y me dirigí hacia la puerta. Desde aquella posición gire un poco el tomo pero sin abrirla, para luego girarme de reojo y advertir a mi alumno.

-Natsu….para mí una traición es lo peor que puede haber en este mundo…..ten cuidado-digo tras lo que abro la puerta y me dirijo hacia la cocina, en busca de algo para beber, ya que estoy muy nervioso por todo lo ocurrido en estos instantes.

Me fue imposible aprovecharme de Allen, es mas, paso lo que me imaginaba, pero no pensé que me daría tanto miedo. Rápidamente tras escucharle seguía con el traje puesto pero me senté en la cama observándole seriamente, ya que no parecía que hubiese escuchado mis anteriores palabras. -¡Ba-baka, dije que me ayudases a crearlas, no que lo hicieras, hum!- Le grité cabreado mientras le miraba algo asustado por como me había hablado antes, pero me dio rabia que pensará que estaba aprovechándome de él cuando solo estaba jugando.

-Traición... ya... solo me haré marine para estar con Teil, si nos cruzamos no te atacaré aunque me ataques, si atacas a Teil le defenderé con mi vida, y Shion tiene una hermana en la marina de la cual no sabe nada...- Dije para luego suspirar y seguir al albino el cual iba a marcharse de la habitación.

Era espía y había ayudado a Shion en algunas situaciones pasando información relacionada con su hermana, era normal que conociera algunos detalles. Quizás podría aprovechar para saber mas sobre mi maestro y poderle ayudar en mas cosas, total, a lo mejor así encontraba cosas sobre la hermana de Shion, aquella loca de las marionetas, creo que la mencionó así Teil.

-Allen, solo una cosa, un brazo y una pierna cyborg eran para Shion, no por nada, básicamente, bueno, si no te ha contado nada, mejor que yo no lo haga, es muy... temperamental últimamente aun estando depresivo.- Dije para luego suspirar y volver a observar a Allen mientras le seguía hasta la cocina al parecer.

-Allen, solamente una cosa, no le hagas preguntas sobre su familia... ya que... digamos que descubrió algo que no hubiese decidido descubrir nunca...- Dije para volver a suspirar, me preocupaba bastante ya que lo conocí haría unos años, junto a un miembro del CP y era como era, amable y servicial con sus amigos, aunque un poco serio.

-Una cosa más, sobre lo de la traición, no te voy a traicionar, me haré marine para estar con Teil y pasaros información, ¿vale?- Le dije mientras creaba con espinela una especie de grifo en miniatura, ya que me recordaba a Teil, por que según este tenía una zoan que le permitía convertirse en grifo.

Deshice rápidamente la figura, ya que su anterior capitán tenía esa akuma y Allen se podría poner muy violento si la veía. Tenía bastante miedo del albino ahora ya, y tenerlo de enemigo sería lo peor que podría hacer. Pero aun así me haría marine, aunque no quisiera saber nunca nada mas de mi.

Mis pasos desde la habitación hasta la cocina fueron un tanto pesadas, ya que a cada paso que daba mi alumno no paraba de intentar convencerme de que no haría nada malo contra un servidor, y de que siempre que quisiese podría pedirle información y me la daría en menos que canta un gallo. Todas esas palabras se que van en la mejor de las intenciones, pero eso de ir diciéndole a un pirata de que te vas a volver marine, y que en este caso iras al lado donde a mi me han estado esclavizando de pequeño no es algo a estar tomándolo de broma, o en el mejor de los casos como este de buen rollo. Yo no soportaría el hecho de que este fuese hacia aquel bando, pero mis palabras son como el mismo aire, le tocaran pero no impedirán su movida a dicha facción. Pero aun así no solo eso me estaba recorriendo la mente en estos instantes, sino el hecho de que uno de mis nakamas tenía la necesidad de pedir ayuda, y no creyese en las palabras de su capitán, quien siempre anda diciendo que si necesitan ayuda se la daría sin importarme cual es, siendo esa persona tan honesta un servidor.

Tras andar un ratejo, pude contemplar el pomo de la puerta de la cocina, la que sin dudarlo apenas abro para dirigirme hacia la nevera de esta y sacar dos botellas de colas. Entregando una de estas a mi alumno arrojándoselo en el aire, mientras la otra la destapaba con su abre fácil y me disponía a darle un buen sorbo, ya que todo lo que estaba sucediendo me estaba poniendo bastante nervioso, y ver a mi alumno con esas pintas me estaba incitando demasiado, pero no puedo traicionar a Sid ahora ni mucho menos, por ello le dirigí una mirada alegre mientras me sentaba en la silla, intentando poner fin al tema de su castigo.

-Vamos a hacer una cosa. Ya que de veras amas a ese marine y por ello estas exponiéndote al peligro de mi banda hare algo que no he hecho. Sin contar claro está el que has tomado algo de mis pantalones, y por eso quiero ponerte dos condiciones para que este castigo del que debes pagar cese como un leve malentendido. Lo primero es que jamás le dirás a nadie sobre lo que te mande a hacer en este día, y yo por mi parte hare lo mismo. Y lo segundo, sabiendo que aceptaras lo primero, será que aprendas a mejorar en tus dotes ingeniero, poniéndote un pego que deberás pagar.

Suspiro levemente para mirar hacia uno de los barriles, donde mi mono de feria se encontraba pelando una banana de una forma un tanto sexual, a lo que no pongo importancia y le señalo el punto de apoyo de mi mascota, donde se puede contemplar la insignia de mi banda, y además un cierto objeto con matices grises. Eso era ni más ni nada menos que un cacho de kairoseki que había empleado para mejorar mis Sais tiempo atrás, por lo que le mire y le puse un especie de desafío.

-Si me consigues, conectar con a la persona que amas y poder charlar de forma tranquila, te entregare ese cacho de Kairoseki. Sabes que propiedades tiene y es muy útil para muchas cosas, por lo que no es un mal trato. Con esto lo que quiero es comprobar como de fuerte es esa persona a la que amas, es algo sencillo y idóneo. Y bien. ¿Aceptas?

Allen dijo que dejáramos el castigo como un leve malentendido y que para eso no contara lo que me pidió hacer ese día y él por su parte tampoco contaría lo que paso. Lo segundo era que le contactara con Teil, para ver que tan fuerte sería y esas cosas, cosa que me atemorizó un poco ya que si intentaba luchar no sabía como acabaría todo. -Está bien, aceptó, y por favor, no ataques a Teil... si él hace algo me encargaré yo personalmente... tengo unos cuantos métodos...- Dije con una sonrisa perversa pensando en las prácticas masoquistas que le podría hacer a Teil si hacía eso.

Me importaba poco el kairoseki que me ofrecía, ya que hubiera preferido encontrarlo yo solo, pero con ese kairoseki podría hacerle algo a Teil, o a Ryu, o hasta a Shion-nii-san. Ahora la cosa era que no sabía que hacer y quería estar con Teil pronto. Estaba tan tranquilo, aun con el traje aquel que me había obligado a poner Allen para cumplir el castigo, pero, cuando pensaba que nada podía ir mal, vi cierto animal que me daba miedo, demasiado miedo como para expresarlo en palabras.

-¿Eso es una abeja?- Pregunté muy asustado, ya que de todas las cosas, las que mas miedo me daban eran Allen enfadado, las arañas y sobre todo, las abejas. -¡Que alguien la mate, que alguien la mate, que alguien la mate!- Grité asustado mientras observaba la abeja, la cual solo revoloteaba por cerca de la nevera y entonces empezó a acercarse hacia nosotros.

-Mu... mu... ¡muere!- Empecé a crear pinchos de espinela que fueron directos hacia la abeja, pero ninguno acertó y destrozaron un poco el barco. Cree lobos de espinela que fueron a por la abeja para comerse y masticarla con sus mandíbulas, pero nada, simplemente hicieron mas destrozos de los que ya había.

Me quede observando a mi pupilo mientras froto de una mano un tanto nerviosa sus expresiones y forma de mirar la zona, ya que estoy nervioso en saber si aceptaría mi propuesta y evadiría todo lo que nos ha sucedido en este día un tanto negativo a mi hora de pensar ya de una forma más sensata, y no como antes que me deje llevar por mis partes. Por eso me quede impaciente a la respuesta de mi alumno, y poder así comprobar si mi propuesta le habría interesado, ya que lo único que pido es el simple hecho de poder ver a esa persona por la que da su vida, y lo de que no hable de lo que ha ocurrido en este día.

Tras unos segundos de sus fauces salen unas palabras un tanto provocativas, pero al mismo tiempo temerosas, ya que me dice que sin problema alguno me lo presentara, pero que de mi promesa de que jamás le haría daño, ya que para él le sería fácil detenerlo con sus “dotes”, los que me imagino que se referirá a eso que tiene a medio enseñar aun después de todo este lio, a lo que sonrió para darle a entender que cumpliré su promesa. Ya de por eso me iba a ir a buscarle su ropa y acabar con todo este entuerto, pero algo empezó a acosar a esta persona siendo, una pequeña abeja que se encuentra revoloteando alrededor de mi nevera, siendo ahora el temor de este “subordinado”.

Momentos a continuación la sala donde me encuentro empieza a peligrar, ya que esta abeja es “atacada” por una cantidad de huesos o a saber que de los dotes de mi camarada, viendo como su miedo influye en su puntería y la sala empieza a ser destrozada levemente por estos que se prolongan hasta cada hueco de la sala, siendo mi cuerpo también atacado por estos, pero yo con un simple movimiento de manos los empiezo a echar a un lado mientras centro mi mirada en este tío, quien se encuentra desfavorecido por este bichejo que no supera ni los 20 cm de altura. Además y para colmo envía unas formas parecidas a dos perros de un tamaño medio que se prolongan hasta la zona de la abeja, la que con simple elegancia esquiva a sus presas metiéndose por los huecos que estos poseen por su falta de carne, dejándome a mí con una cara un tanto acojonante por todo lo que estaba haciéndole a mi cocina.

-Nat….Nat….

Mi piel se entorna a unas tonalidades negras mientras a la par la abeja queda suspendida en el aire, siendo esto debido a que prolongo mi sombra por los efectos continuos espacios para que afecten también a la vida real, con lo que consigo agarrar a este bichejo con mi sombra que se prolongo como minis manos. Lo que me conlleva momentos después a volverme mi forma completa y abrir una mini brecha en el suelo cercana a mi posición, siendo esta una entrada al mundo de las sombras, a la que arrojo dicho animal sin parar de mirar a mi camarada.

-Si algo entra al mundo oscuro-digo mientras el bichejo es lanzado a su interior, siendo este “desfragmentado” en millones de partículas y dejando que su nefasto cuerpo desaparezca sin poder alcanzar siquiera su entrada-desaparece sin dejar rastro. Si no quieres recorrer el mismo riesgo….no vuelvas a dejarte llevar por el miedo y aun menos destrozar mi jodido barco.

Tras decir esas palabras, de las que muchas fueron potenciadas por el alter ego que habita en mi mente, consigo volver a mi forma humana, lo que provoca que mis pelos tan blancos como la mismísima luna se vuelvan a agitar al son del movimiento de mi rostro. Intentando como no recogerlo en un solo punto para hacerme una bonita coleta y mirar al semi desnudo camarada, al que debo quitarle ya ese horrible traje o me excitare de nuevo.

-Como decía. Vamos a ponerte de nuevo la ropa. No quiero que mi lado sensual se apodere de mi-digo saliendo de la habitación haciéndole un gesto con la mano. Invitándole a que proceda a ir conmigo a la cubierta donde está la ropa.

Allen intentaba tranquilizarme por culpa de los destrozos que estaba causando a causa de la abeja. Al final, Allen se transformó y desintegró a la abeja por completo y me amenazó con tirarme en esa cosa si seguía haciendo destrozos a su barco. Me arrodillé y agaché mi cabeza a la vez que ponía las manos sobre el suelo. -Lo siento, pero por favor, se que serías capaz de matar a Teil si hago algo malo, así que no lo hagas...- Dije para luego volver a levantarme y disponerme a cambiar mi ropa, pero entonces noté como algo me tocaba las piernas.

Ese algo, era otro animal que me daba miedo y algo mas grande que la abeja, era una rata de esas que normalmente estaban en los callejones. -Una... una... ¡una rata!- Grité con miedo y me escondí directamente detrás de Allen llorando por una simple rata que la podría matar, pero es que el miedo que les tenía a las ratas era peor que al que le tenía a las abejas. -Allen, quítala, por favor... tengo miedo...- Dije aun seguido escondido detrás de Allen llorando de miedo y quizás el pobre Allen al sentir mi cuerpo desnudo volvería a pensar con lo de abajo, pero tenía demasiado miedo como para pensar en lo que hiciera Allen.

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