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La ciudad maldita [pasado] Empty La ciudad maldita [pasado] {Lun 6 Ene 2014 - 0:35}

Introducción

Villmark es una ciudad conocida por ser el hogar de innumerables bestias salvajes, pero también es famosa por sus leyendas. Historias sobre civilizaciones antiguas y ruinas ocultas por el polvo del desierto. Pero menos conocido es el relato que habla sobre la ciudad maldita de los gyojins.

En la islas que rodean Villmark aún hay quien recuerda historias que les contaban sus abuelos, que con el paso del tiempo se convirtieron en cuentos. Cuentos para asustar a los niños, que hablaban sobre una ciudad maldita oculta en la isla de Villmark. Una ciudad donde habitaban un grupo de gyojins malvados, que dedicaban  las noches a visitar las islas vecinas en busca de niños humanos para comérselos. Esto obviamente, no son más que fábulas que los padres humanos cuentan a sus hijos para que sean buenos y les obedezcan; con la amenaza de que si no lo son, los gyojin de Villmark vendrán a por ellos.

Pero esas no son las únicas historias que se escuchan sobre la ciudad maldita, hay quien habla de grandes tesoros ocultos en ella, una riqueza tan formidable que empequeñecería al tesoro del mismísimo Rey Neptuno.  Otras sin embargo, hablan de un arma tan poderosa que aquel que la poseyera sería capaz de conquistar el mundo entero. Pero todas coinciden en lo mismo, la existencia de una ciudad gyojin oculta en la isla Villmark.

Quizá fuese el azar o la providencia, la que hizo llegar a los oídos del pirata gyojin Same D. Shark la leyenda sobre la ciudad maldita. ¿Existirá realmente esta ciudad oculta? ¿Ocultará un tesoro, un arma poderosa o algo aún mejor? ¿O quizás algo muchísimo peor?
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La ciudad maldita [pasado] Empty Re: La ciudad maldita [pasado] {Lun 6 Ene 2014 - 6:28}

El tiburón toro había oído las leyendas acerca de aquella isla. Al parecer ya le habían hablado de ella y tenía un factor que le beneficiaria. La leyenda de los Gyojines que se comían a los niños si se portaban mal iba a pasar de ser de una leyenda a una realidad. A este no le importaba despedazar a nadie y si eran críos le iba a dar igual. Había sido atraído por los relatos de una poderosa arma, no le interesaba el dinero pero este era un amante de las armas blancas. Tal vez fuera una espada legendaria o algo así, por ellos el miembro de Atesaki se dirigía a la isla en un bote. Su mirada estaba centrada en la costa ya que estaba llegando, no le importaba matar a cualquiera que se le cruzase por el camino. Nadie podría cambiar su objetivo y menos los humanos a los que consideraba inferiores en todo momento, pero no por ello los odiaba ya que había humanos bastante fuertes por todo el planeta.

Una vez su bote llegó a la costa salió a la arena muy tranquilo sin importarle lo que le pasara al bote. No era un problema el vehículo pues también podía ir nadando si hacía falta y de paso haría ejercicio. Había un hombre pescando tranquilamente y no se dio cuenta de la presencia del tiburón toro. Este al ver al humano sonrió algo sádico y se acercó a él por la espalda quedando a un metro detrás de él. Aquel tranquilo adulto de una edad de treinta años no pareció darse cuenta y empezó a recoger el sedal como si trajera algo grande. Lástima que no llegaría a sacarlo, tras unos tres segundos el Gyojin llevó la mano a una de sus dos espadas gemelas. Una vez sacada de su funda, lanzó un corte de forma recta atravesando el cráneo de aquel hombre por la espalda y una vez hecho esto dando una patada a su espalda para sacar la espada de su cabeza y tirar el cuerpo al agua. El hombre no se esperaba algo así y ni siquiera había podido gritar o defenderse. El tiburón lamio la sangre de la espada con total tranquilidad y tras eso la guardó observando el cadáver en el agua flotando y siendo golpeado por las olas.

- Ahora tu eres el cebo para peces

Dijo en un tono bastante tranquilo mientras sonreía de lado mostrando sus dientes afilados. Había sido su tono habitual. Bromista y sádico y con crueldad esta vez en sus palabras ya que para él solo había sido un simple humano. Pensaba seguir eliminando gente hasta abrirse paso hasta alguien que le dijera si la leyenda era cierta. Aquel hombre incluso podría haberlo sabido pero Shark cuando se le cruzaban los cables era una máquina de matar y no se pensaba dos veces en acabar con alguien. Recogió la caña de aquel tipo y de un mordisco partió el hilo para lo que tenia al final se librase de ser pescado. Tras eso partió la caña en dos con su rodilla y la tiró al mar como si algo inútil se tratase. Su sonrisa era firme y notoria y observaba todo el mar con una grata expresión más sádica de lo normal. Tras aquello se giró con tranquilidad para poder empezar a caminar.
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La ciudad maldita [pasado] Empty Re: La ciudad maldita [pasado] {Mar 7 Ene 2014 - 16:21}

Aquella mañana Selu se había levantado más cansado que cuando se había acostado la noche anterior. Otra vez había estado soñando con la muerte de su madre. Hacía mucho tiempo que no tenía aquel tipo de pesadillas y el volver a revivir aquel momento, aunque fuese en sueños, le había dejado intranquilo.

Aunque no tenía especial apetito comió algo antes de decidirse ir a dar una vuelta. Una de las cosas que más le relajaba era correr por la arena en su forma animal, sobre todo si iba acompañado de sus dos hermanos adoptivos, Rika y Yuki; como era el caso. Pero ni siquiera el hecho de estar en compañía de su familia lograba que le abandonase esa sensación, ese presentimiento de que algo malo estaba a punto de ocurrir.

El Sol ya comenzaba a estar alto en el cielo, así que decidió que iba siendo hora de regresar al bosque con la manada. Estaba abandonando la playa cuando sintió con un aire frío le recorría la espalda. Se giró bruscamente y dirigió su mirada al horizonte. Al principio sus hermanos le miraron extrañados, pero enseguida dirigieron su mirada hacia el mismo punto que Selu. Ahora ya podía divisar que era lo que había sobresaltado a su hermano. Un bote se aproximaba a la isla.

El bote no parecía dirigirse directamente hacia ellos, sino que parecía arrumbar de hacia la costa este de la isla. Selu decidió que irían hasta allí para comprobar si realmente aquel bote atracaba en a la isla o sólo estaba de paso. Mientras atravesaban el bosque a toda velocidad, Selu iba repasando la situación. En aquella isla tan sólo vivían dos personas, Yaya y él mismo, y ninguno de los dos esperaba visita de ningún tipo. Normalmente los vecinos de las islas vecinas evitaban en todo lo posible acercarse a Villmark, ya que sabían de sobra que sus bosques estaban poblados por terribles criaturas. Lo cual solamente dejaba una opción, piratas. Muchos de ellos se arriesgaban a desembarcar en sus costas alentados por la promesa de grandes riquezas ocultas en la isla. Tenía la esperanza de que se tratase de algún pescador imprudente que se hubiese desviado de su ruta habitual y que en cualquier momento daría media vuelta.

Por fin volvieron a salir a la playa y sus peores sospechas se confirmaron. El pequeño bote iba directamente hacia la costa y ya podía apreciarse con más detalle. Desde aquella distancia pudo observar que la pequeña embarcación tan sólo contaba con un ocupante, aunque aún no podía distinguir su aspecto. Se encontraban observando desde un pequeño acantilado situado a unos cien metros de la orilla. La vegetación  llegaba hasta aquel saliente, por lo que se dispusieron a esperar pacientemente, amparados por la espesura del bosque.

A medida que se aproximaba el bote, la fisonomía de su ocupante se iba definiendo. En un primer instante no estuvo seguro, porque nunca había visto uno, pero en seguida supo que se trataba de Gyojin.  Era muy alto, incluso más que Yaya, su piel era de un tono gris azulado similar a la de un tiburón y pudo distinguir claramente las dos espadas que llevaba a cada lado de la cintura. Por fin el bote encalló en la playa y el hombre pez desembarcó en Villmark. Nada más llegar dirgió su mirada hacia un lado, hacia un hombre que pescaba tranquilamente sobre unas rocas. Tan concentrado estaba Selu vigilando el bote, que en ningún momento se había percatado de la presencia de aquel otro forastero. El gyojin se dirigió directamente hacia él, Selu pensó que quizás fueran nakamas y que habían quedado en esta isla por algún motivo. Pero para su total asombro cuando el hombre pez estuvo lo suficientemente cerca de aquel hombre, desenvainó una de sus espadas y mató al hombre de un solo tajo en la cabeza. Tras tirar el cadáver al mar lamió la sangre que fluía por la hoja de su espada.

En ese momento supo que el día acababa de complicarse, miró a su hermano Yuki, una mirada fue suficiente para comprender lo que debía de hacer. El enorme perro salvaje, de color blanco como la nieve, salió corriendo a toda velocidad en dirección al bosque, en apenas unos instantes desapareció entre  la espesura. Selu cambió a su forma humana y se agachó para hablar con Rinda.

-Tú espérame aquí, si la cosa pinta muy fea necesitaré que alguien me cubra las espaldas.

La enorme perra, de pelaje dorado como el sol, dejó ir un gemido lastimero. Selu que entendió que su hermana estaba preocupada por él, se abrazó a su cuello y le rascó el hocico. Acto seguido se puso en pie y anduvo hacia el borde del saliente.

-No te preocupes si necesito ayuda te daré un silbidito.

Dicho esto se deslizó por la colina hasta llegar a la arena de la playa. Guardó uno segundos de silencio y entonces se dirigió al gyojin.

-¡Gyojin! – gritó con fuerza para que el hombre pez pudiera escucharle.- ¿Qué asuntos te traen a la Tierra Salvaje de las Bestias?
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La ciudad maldita [pasado] Empty Re: La ciudad maldita [pasado] {Mar 7 Ene 2014 - 19:57}

El cadáver de aquel hombre paseaba por el mar, la figura del tiburón toro observaba tranquilamente como el cuerpo atraía a un grupo de marrajos. Empezaron a comerse el cuerpo del pescador muerto a toda prisa peleándose entre ellos y mordiéndose mutuamente algunas veces para poder quedarse con los mayores trozos de carne. Era una escena digna de documental. Los ojos dorados del Gyojin estaban fijos en esta escena que tanto le llamaba la atención, el pescador había sido pescado al parecer. De un solo ataque había atravesado la cabeza de aquel hombre y no se había inmutado. Solo había tenido que usar una de sus dos espadas gemelas, ni siquiera le había hecho falta usar el enorme espadón que llevaba en la espalda atado o su daga.

Su misión no había hecho más que comenzar y ese humano era solo algo pasajero pues vendrían muchos más. Todo ser vivo que hubiese en la isla y le molestase en su objetivo sería atacado por Shark. Aunque ahora tenía más bien la venada de la risa, una pequeña risita se escapó de su boca mientras admiraba como los peces habían acabado de alimentarse del cuerpo que ahora solo disponía de fragmentos de carne disueltos. Pequeños peces habían sido atraídos por los restos que los marrajos habían dejado allí por lo que remataron la faena y se comieron lo que quedaba. Preciosa escena, pensaba el tiburón toro. Ya era hora de abandonar el lugar y dirigirse a investigar el centro de la isla. Lo primero era desahogarse y ya lo había hecho con aquel pobre diablo que estaba allí pescando tan tranquilo sin molestar a nadie.

Las leyendas debían ser ciertas por el bien del que las disolvió entre la gente. Ya que si fueran falsas y el Gyojin encontrara al responsable, esa persona desearía no haber nacido pues este tenía una maldad impresionante y lo destrozaría vivo. Estaba listo para girarse cuando de repente un grito llegó hasta sus oídos. Le habían llamado a él puesto que la palabra usada había sido Gyojin. Tras aquello le habían preguntado el motivo por el que había ido a la isla y para información adicional ya sabía que en ella habitaban bestias como había dicho aquella persona. Algo curioso pues el tiburón toro era una bestia en si. Este pensó que en ese caso debía haber pocos habitantes pero le dio lo mismo mientras la leyenda fuera cierta y no un timo como mucho había por ahí.

Se dio la vuelta tranquilamente observando aquel chico con su expresión bromista y sádica de siempre. Sus colmillos afilados se veían perfectamente relucir y sus rasgos de tiburón también eran notorios. El enorme tiburón toro con su enorme cuerpo pegó un paso hacia delante sonriendo en todo momento mientras su mano derecha rozaba la funda de una de sus espadas gemelas con total tranquilidad. Tras unos segundos observó al chico a los ojos y comenzó a hablarle tranquilamente como si nada hubiese pasado, el tono era algo bromista y sádico como siempre hablaba él.

- Aquí la única bestia soy yo. Mis asuntos son cosa mía. Pero tal vez puedas ayudarme, seguro que has oído las leyendas de esta isla. Tras eso estoy detrás y ahora dime lo que sepas o desaparece.
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La ciudad maldita [pasado] Empty Re: La ciudad maldita [pasado] {Lun 13 Ene 2014 - 17:07}

De la espalda del hombre pez colgaba un enorme mandoble, una empuñadura dorada daba paso a una larga y ancha hoja, más larga incluso que Selu.
El gyojin se giró lentamente hacia Selu, hasta ese momento no había sido consciente de lo enorme que era en comparación con él. A simple vista parecía que le sacase casi cuatro cabezas de altura, así debía de medir algo más de dos metros. Incluso a la distancia a la que se encontraba tuvo que alzar levemente la vista para mirarle directamente a los ojos. El hombre pez dio un paso hacia él y le devolvió la mirada, ahora sus facciones gyojin eran más evidentes. Una leve sonrisa se dibujaba en su rostro dejando al descubierto una hilera de dientes blancos y afilados. Los ojos amarillos de Selu se encontraron con los del hombre pez, que eran del mismo color pero más pequeños. Estos desprendían un leve destello que parecía mostrar su maldad. El resto de rasgos le indicó que tendría que tratarse de un gyojin de tipo tiburón. Yaya le había hablado de estos y sabía que de entre los gyojins eran los más fuertes y peligrosos. Así que supo que tendría que tratar con él con cuidado y no bajar la guardia ni un solo instante.

Entonces el tiburón comenzó a hablarle de forma tranquila, pero con un cierto tono de mofa, que a Selu no le acabó de gustar. Mientras lo hacía pudo observar que su mano derecha siempre permanecía cerca de su katana. Supo que aquel individuo no dudaría en utilizarla de nuevo, Selu echó un pequeño vistazo a su anterior víctima. Un banco de peces estaba apurando hasta el último trozo de carne de los huesos de aquel pobre desgraciado, sólo esperaba que los peces terminasen con su festín antes de que el olor a carroña atrajese a comensales más peligrosos.

Como supuso, aquel tipo era otro pirata más atraído a la isla por leyendas y cuentos. Era un fanfarrón y un camorrista, que parecía más interesado en buscar pelea, que lo que fuese que le había traído a la isla. Dirigió su mirada al horizonte, el Sol de mediodía resplandecía con crueldad, y aunque una leve brisa hacía ondular su cabello azabache, el calor empezaba a ser molesto.

-Muchos como tú, piratas sedientos de poder, fama y quién sabe qué más, llegan hasta esta isla; alentados por fantásticas historias sobre tesoros ocultos y civilizaciones perdidas que algún loco borracho les contó a cambio de un trago. Pero lo único que encuentran aquí es la muerte- expuso mientras volvía a dirigir su mirada al tiburón.- No me interesa lo más mínimo que asuntos te hayan traído hasta aquí, ni que te habría hecho ese hombre para que le hayas matado de esa manera, no me importa lo más mínimo. Pero dime, ¿cuál de todas las fabulosas historias que circulan sobre la isla te ha traído hasta aquí eh? ¿La del tesoro escondido del Cyborg, la de la civilización perdida de los gigantes del desierto, la fuente del  Haoshoku haki? Hay tantas para elegir y todas ellas falsas, mentiras, cuentos de viejos locos en busca de algo de atención. ¿Aparte de una historia tienes algo más? ¿Un mapa? ¿Un eternal pose? ¿Un acertijo? ¿Alguna pista que te haga suponer que esa leyenda sea cierta? –Selu prosiguió con su discurso, hablando en tono amable pero firme, sin dar tiempo al gyojin para responder.- Lo único que puedo decirte es que lo mejor que podrías hacer es subirte a tu bote y volver por dónde has venido, antes de que te conviertas en el almuerzo de una bestia de verdad.

Dicho esto, Selu se quedó a la espera de que aquel pirata entendiese que su búsqueda no sería otra cosa que una pérdida de tiempo y que se fuese de su isla sin causar más problemas. Se lo quedó mirando a la espera de una respuesta, mientras apretaba con fuerza los puños sobre sus lanzarredes áureos que resplandecían bajo la luz del Sol. Listo para utilizarlos en caso de que fuese necesario.
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La ciudad maldita [pasado] Empty Re: La ciudad maldita [pasado] {Vie 17 Ene 2014 - 15:55}

Shark escuchaba sus palabras con calma y tranquilidad sin quitar o hacer desparecer su sonrisa sádica de su rostro. Al parecer eran solo eran estúpidas tonterías que solían inventarse los borrachos, pero al parecer el viaje del tiburón toro no había sido en vano. Había eliminado a una persona y eso le había gustado bastante, pero lo que más hacia que estuviera feliz eran las últimas palabras de aquel hombre. Convertirse en el almuerzo de una bestia de verdad, que divertido. El tiburón soltó una pequeña carcajada a la vez que observaba a aquella persona, el tamaño del enorme Gyojin de más de dos metros era algo temible. No había acabado de divertirse en aquella isla. ¿Una bestia peor que él en aquella isla? Eso le hacía mucha gracia pues seguramente la habilidad de aquel tiburón sobrepasaba a las bestias de la isla. Eso era al menos lo que Shark pensaba. Tras varios segundos sus dorados y pequeños ojos se clavaron en los de la persona que tenía en frente.

- Así que todo eran mentiras, vaya que manera más fácil de atraer a gente. De todos modos yo aún no he acabado de divertirme, matar a un débil pescador no me ha llenado del todo como yo esperaba. Por ello voy a proponerte algo, voy a destruir los habitantes de esta isla ya sean bestias o humanos y así me divertiré destripándolos después. Mi propuesta es la siguiente, combate contra mi durante al menos unos minutos y si sobrevives o me consigues matar o vencer me iré sin molestarte. Son unos pocos minutos tampoco vas a quebrarte, me aburro demasiado, ten en cuenta que no voy a matarte sino a pasarlo bien un poco. Si no aceptas todo lo que se encuentre en esta isla será arrasado y asesinado por lo que no te queda más remedio que aceptar. Aunque pensándolo bien no se para que espero tanto, atacara directamente. Prepárate para sentir lo que es el terror pequeño chico. No intentes llorar mucho si te hago daño, como mucho te arrancare la cabeza.

Dijo eso ultimo riendo un poco en tono de broma para después llevar una sola mano a una de sus espadas gemelas. No pensaba esforzarse mucho, más bien por pereza pero aquella espada seria más que suficiente o al menos eso pensaba. Una vez la tenía en la mano sonrió de lado, el arma era una espada fina de mango rojo y parecía estar muy afilada. Aún tenía tres armas más pero al parecer solo utilizaría esa. No pasaron ni dos segundos cuando entre algunas risas empezó a hablar de nuevo con su tono de siempre aunque esta vez se notaba algo más de emoción al pensar que iba a tener un combate quisiera o no el otro chico ya que si prefería que el tiburón arrasara la isla, él era parte de la isla y acabaría igual. Por ello era mejor pelear un rato que la muerte, si es que no moría peleando.

- Comencemos.

Dijo el tiburón toro para de repente sin avisar dar un paso adelante y entre algunas risas lanzarse de golpe a por su oponte aprovechando que estaban cerca. Lanzó un tajo en diagonal de arriba abajo esperando poder acertarle.

Corte de comienzo (AI)
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La ciudad maldita [pasado] Empty Re: La ciudad maldita [pasado] {Vie 17 Ene 2014 - 21:01}

Desde que esa mañana se había levantado con aquella extraña sensación, supo que el día no podría acabar bien. Y ahí se encontraba él frente a un gyojin de más dos metros, armado hasta los dientes, diciéndole que o peleaba con él por diversión o arrasaría toda la isla. –Pirata, los malditos piratas, siempre tiene que ser así con esta escoria-pensó para él mismo.

Aunque habían transcurrido ya siete años, aún recordaba con dolorosa claridad la última vez que un pirata había desembarcado en su isla, tenía aquella experiencia grabada a fuego en el alma. Aquel día también se encontraba en una playa muy similar a aquella. Una banda de piratas, capitaneada por un hombre cruel y malvado, había llegado a la isla. Buscaban algo de mucho valor que, por lo visto, habían perdido durante una fuerte tormenta. El azar o el destino, quisieron que Selu lo hallase primero, aunque en aquel momento él no supiese que se tratase de algo de valor. Era una Akuma no mi, pero él ajeno completamente a sus cualidades mágicas, se la comió, como si de una fruta normal y corriente se tratase.

Cuando el capitán averiguó qué se había hecho de su preciada fruta entró en cólera, y ordenó a sus hombres que los matasen, tanto a él como a sus hermanos. Ya que no sabían cuál de los tres se había comido la fruta y no quería correr riesgos, quería recuperar lo que era suyo aunque tuviese que exterminar a toda la isla. Pero justo cuando los piratas se abalanzaban sobre ellos, apareció Joō, la líder de la manada. Joō dirigió a los perros salvajes contra la banda de piratas, fue una batalla fugaz pero cruenta; y finalizó con la victoria de la manada. Los piratas se retiraron a su barco y huyeron de la isla para no volver jamás. La imagen de la playa tras la pelea era dantesca, cadáveres mutilados de piratas a parecían aquí y allá, también los cuerpos sin vida de muchos de miembros de la manada. La propia Joō quedó mal herida debido a un disparo, y acabó muriendo pocos días después. Selu quedó desolado por la muerte de Joō, pues no era tan sólo una querida líder, sino también su madre adoptiva.

Tras recordar estos acontecimientos Selu contempló el brazalete que llevaba en el brazo izquierdo. Estaba elaborado con los dientes de Joō, era un símbolo de poder y condición que lo distinguía como el nuevo líder de la manada. Parecía mentira que hubiesen pasado ya siete años desde aquello. Una pequeña lágrima se deslizó por su mejilla, pero se la enjuagó de seguida. Ya no había tiempo para sentimentalismos, ahora él era el líder de la manada, y no iba a consentir que ni nada, ni nadie volviese a hacer daño a alguno de los suyos.

-Comencemos- oyó como decía el hombre tiburón, y se abalanzaba sobre él atacándole con la katana.

Selu logró reaccionar a tiempo y paró el golpe con sus crántulas lanzarredes. Estos guanteletes estaban fabricados con el caparazón de auténticas crántulas, tan duro como el acero wootz. No estaba seguro de que los guanteletes aguantasen la estocada, pero en principio parecían aguantar. Aunque había conseguido parar el golpe, el gyojin era mucho más fuerte que él, no podría contener el ataque por mucho más tiempo. Selu trató de girar levemente los guanteletes mientras contenía el poderoso ataque, con un poco de esfuerzo logró su objetivo. Orientó los relucientes guanteletes hacia el Sol y reflejó sus rayos de tal forma que incidieran directamente en los ojos del gyojin. Selu aprovechó esta situación de ventaja momentánea y descargó un puñetazo directo dirigido al abdomen del hombre pez.

-Dime, ¿ya te lo estás pasando bien?

Directo de guantelete (AMB)
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La ciudad maldita [pasado] Empty Re: La ciudad maldita [pasado] {Mar 21 Ene 2014 - 22:22}

El hombre había parado el ataque del tiburón toro con aquellos extraños artilugios que tenia. Había sido una buena parada, pero este al ver que su espada gemela no era suficiente pensó en usa su enorme espadón. Pero tras unos segundos no pudo evitar fijarse en una luz deslumbrante que fue hacia sus ojos haciéndole poner sus manos en su cara para taparse. Tras esto notó como un puño golpeaba su abdomen con fuerza y le hacía sentir una sensación de dolor. Pegó un paso hacia atrás y consiguió abrir los ojos, aquello no iba a tumbar al tiburón fácilmente. Tras una sonrisa sádica observó aquel hombre mientras daba un paso adelante para volver a la postura donde estaba antes.

Era el primer golpe que recibía Shark en mucho tiempo y le había gustado bastante. De forma lenta guardó su espada sonriente observando aquel tipo. Aún no había tenido bastante y no lo tendría hasta que pasara un poco más. Al menos unos dos ataques mas, eso era lo que iba a hacer el tiburón toro para darse por satisfecho ya que no le había hecho gracia la idea de que en la isla no hubiera nada y todo fueran cuentos de hadas inventados por estúpidos borrachos y demás. Para hacer algo de ejercicio se iría nadando hasta donde estaban sus compañeros esperándole. Pero ahora debía acabar aquella emocionante y pequeña pelea que estaba teniendo con aquel tipo. Según afirmaba había bestias en la isla y eso hacía que a Shark le picara la curiosidad de saber cómo serian y le entraban ganas de pelear con ellas también. Lastima pues había hecho una promesa y aquel tipo la estaba cumpliendo de esa forma se quedaba sin luchar con ellas.

Le daba un poco igual mientras peleara con alguien pues el viaje había sido lento y bastante aburrido. Esa era una de las razones para querer irse nadando de aquel lugar una vez acabada la pequeña pelea que tenía con aquella persona. También había viajado para saber si un lugar así atraía a gente ambiciosa como su padre y así poder cargárselo ahí mismo. Aunque una espada que se moviera por si sola le hubiese agradado bastante. Pero era todo mentira, así que se centró en lo que estaba. Lentamente llevó la mano al mago de su enorme espadón y lo sacó lanzando un tajo diagonal de arriba abajo intentando partir aquel hombre en dos con fuerza.

Tajo del tiburón toro. (AF)
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La ciudad maldita [pasado] Empty Re: La ciudad maldita [pasado] {Miér 22 Ene 2014 - 22:50}

Había conseguido golpear al hombre tiburón en el abdomen he hizo que el escualo diese un paso hacia atrás, pero no parecía haberle causado demasiado daño. Es más, en la cara del gyojin se dibujaba una sonrisa de satisfacción. Aquel pirata realmente parecía estar divirtiéndose con aquello, sin duda aquel tipo era un sádico y un psicópata.

Selu se mantenía en guardia, a la espera del siguiente movimiento de aquel tipo. El gyojin volvió a su posición original y, sin quitar esa espeluznante sonrisa de su cara, procedió a guardar lentamente la katana que acababa de utilizar para atacarle. Durante unos segundos Selu se quedó confuso. “¿Ya está eso era todo?”, se preguntaba. Tal vez aquel tipo solamente pretendía asustarle y al ver que no lo había hecho decidía marcharse sin armar más follón.
Se percató de cuan equivocado estaba cuando vio como dirigía su mano lentamente hacia la espalda, y supo que aquello apenas acababa de empezar.

El tiburón se preparaba para desenvainar el enorme espadón que llevaba colgado a la espalda. Selu supo perfectamente que esta vez los guanteletes no le servirían para detener el ataque de su contrincante. Justo cuando el gyojin lanzaba otro corte, esta vez dispuesto a partirle en dos, Selu saltó hacia un lado, tratando de esquivar el corte, a la vez que disparaba uno de sus lanzarredes, thwip, con la intención de acertar en la cara del espadachín con una de sus telas de araña y cegarlo temporalmente una vez más.

Disparo de red cegador (ADD)

Aunque saltó con todas sus fuerzas para esquivar el ataque, debido a la poca firmeza que presentaba la playa, no consiguió darse el impulso suficiente y el ataque le acabó alcanzando. Selu le echó un vistazo a la herida, le había alcanzado en la pierna izquierda. El corte se encontraba un poco por encima del tobillo izquierdo. Aunque no parecía nada grave, sintió una punzada de dolor cuando trató de ponerse en pie. Si bien podía mantenerse erguido, le dolía un poco, no lo bastante como para impedirle correr y moverse con destreza, pero si lo suficiente para ralentizarle considerablemente.  Sabía que tenía que salir de la playa, allí le era más complicado moverse con agilidad y sería presa fácil para aquel pirata; tenía dirigirse al bosque, sus dominios, donde él tendría ventaja  sobre el hombre pez.   Wheeeeeew, Selu silbó fuertemente, aquella era la señal que Rinda esperaba para ir al rescate de su hermano. En cuestión de segundos, la enorme perra salvaje de color dorado asomó su cabeza por encima del montículo, desde donde hacía unos minutos él mismo le había pedido que aguardase. Rinda comenzó a descender la loma en dirección a Selu; y él, solamente esperaba que llegase a tiempo, antes de que el escualo lanzase su siguiente ataque.
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La ciudad maldita [pasado] Empty Re: La ciudad maldita [pasado] {Lun 27 Ene 2014 - 18:54}

Aquel ataque había dañado un poco la pierna izquierda de su oponente. La enorme arma se clavó en el suelo produciendo unas pequeñas grietas y levantamiento de polvo. Si llegaba a darle de lleno lo hubiera partido en dos. La figura del tiburón toro permanecía quieta con una inquietante sonrisa cuando por acto reflejo cerró los ojos a tiempo. Una especie de red muy rara le había dado en la cara, rápidamente sostuvo su arma con una mano y con la mano libre se frotó la cara quitándose aquella cosa. Tras hacerlo una tétrica risa se escuchó en el ambiente. Aquel Gyojin estaba riendo un poco de forma sádica y siniestra. Ahora su mirada se dirigió a los ojos del que había le había esquivado y había hecho un extraño sonido. Como si estuviera llamando a alguien.

- Jugando con redes pegajosas no vas a detener a este monstruo. Tienes buenos reflejos, pero no los suficientes, chico. Prepárate para ser despedazado por el poder de un verdadero asesino. Esas cosas que escupen redes no te volverán a servir ahora que se sus truquitos. Siente el poder de la muerte.

Tras aquel silbido notó algo. El típico sonido de pisadas acercándose, cuando observó a un lado pudo ver como a lo lejos se acercaba un enorme perro de color dorado. Por lo que parecía el chico había llamado aquel animal. Si querían pelear los dos juntos podrían hacerlo, no era algo que le molestase al tiburón. Así se divertiría masacrando al enorme perro que se acercaba. Mientras aquel animal se acercaba el tiburón sonrió de lado guardando su enorme arma. Ahora llevó la mano muy despacio a su cintura, por su mirada no planeaba nada bueno. Tras unos cortos momentos de tensión sacó una daga. Esta daga sería de unos veinticinco centímetros, era de color negra totalmente salvo por la punta que era de un color rojo. Había cambiado su enorme espada por una simple y corta daga, era algo extraño pero sus motivos tendría aquel tiburón.

- Ese chucho será destruido si se acerca más, pero por ahora voy a enseñarte mi pequeña arma secreta. Siéntete afortunado, eres el primero que va a sentir su poder. ¡Ahora defiéndete y siente el terror de un Gyojin! Los humanos son la raza inferior y ese perro no es distinto. Aguanta un poco más chico ya queda poco y me iré por donde he venido. Solo resiste este ataque y todo habrá terminado, debo admitir que ha sido divertido mientras ha durado. ¡Pero sobrevive a esto!

Sin pensárselo se acercó aquel chico y con aquella daga empezó a dar tajos hacia el chico moviendo su arma de un lado a otro con bastante velocidad. Al menos lanzó cuatro tajos tratando de acertarle alguno, los dos primeros iban al pecho, el tercero lo había lanzado hacia el cuello y el último hacia el hombro derecho. Su objetivo era darle con aquella daga rápidamente. Tras sus movimientos, le diera o no, la guardaría igualmente y saltaría hacia atrás.

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La ciudad maldita [pasado] Empty Re: La ciudad maldita [pasado] {Dom 2 Feb 2014 - 0:39}

Su treta no había funcionado y ahora el gyojin se disponía atacarle de nuevo. Pero para su asombro, volvió a colocar el enorme espadón en su sitio y lo sustituyó por una pequeña daga de color negro. ¿Se estaba riendo de él? A fin de cuentas para aquel desgraciado todo aquello no era más que un juego. Le atacaba con una simple daga porque pensaba que con aquello tendría suficiente o realmente era un arma poderosa como había manifestado. Aunque aquella duda le recorría la cabeza, sus pensamientos estaban en Rinda, que se acercaba hacia él a toda velocidad. Aunque el hombre tiburón había amenazado con destruirla si se acercaba, Selu aún tenía la esperanza de poder retirarse al bosque y llevar la lucha hasta allí, donde tendría ventaja. Pero aún le separaba una buena distancia de ella, cuando el gyojin se abalanzó sobre él.

Manejaba el arma con velocidad e ímpetu, esgrimiendo tajos a diestro y siniestro. La primera de estas estocadas iba dirigida directamente hacia su corazón, pero el chico logró repelerla cubriéndose con sus guanteletes. Sin embargo el ataque era tan enérgico, que obligó a Selu a dar un paso atrás, con lo que apoyó todo el peso en la pierna herida. Una punzada de dolor hizo que el muchacho perdiese la concentración durante unos segundos, tiempo más que suficiente para que el hombre tiburón le acertase con el siguiente ataque. La daga le provocó un corte justo debajo de la clavícula izquierda. Esta vez el dolor hizo que Selu reaccionase con rapidez  apartándose de la trayectoria del arma que pretendía rebanarle la garganta. Mas no fue lo suficiente ágil como para evitar el ataque posterior, que le alcanzó en el hombro derecho.

Por lo visto el hombre tiburón había quedado satisfecho con esta última cuchillada, ya que cesó su ataque, guardó la daga y se apartó un poco de Selu. Este se había quedado inmóvil, con los brazos colgando, inertes; y la mirada clavada en el suelo. Contemplaba como la sangre que fluía de sus heridas, goteaba desde su cuerpo y comenzaba a teñir la arena de rojo. Mientras, Rinda, que no había dejado de correr hacia su hermano, ya se encontraba a escasos metros de él. Pero antes de que llegase hasta él, Selu alzó el brazo y le hizo un gesto para que se detuviera. Esta se detuvo repentinamente, y con un gesto de extrañeza articuló una serie de gemidos y gruñidos dirigidos hacia el chico. Este bajo el brazo nuevamente y con una voz ton tenue que apenas parecía un susurro se dirigió a su hermana.

-No te metas.

La perra al oír estas palabras, se alejó del chico y se sentó bajo la sombra de una gran palmera desde donde se quedó contemplando la escena. Una vez Rinda se apartó del lugar, Selu se dirigió al gyojin, con el mismo tono de voz, apenas audible.

-¿Crees que esto es un juego? ¿Crees que estoy aquí para divertirte? –preguntó al hombre tiburón sin denotar ninguna emoción en su voz-. Crees que tanto humanos como animales son seres inferiores a ti, cuando eso te convierte en alguien tan ruin y repugnante como los propios humanos a los que desprecias –dijo esta vez  con un tono de voz normal, mientras apretaba los puños con fuerza.

Y entonces alzó la cabeza y miró directamente al gyojin a los ojos. Los ojos de Selu estaban llenos de rabia, y vidriosos debido a las lágrimas que se acumulaban ene ellos.

-¡¿Crees que puedes venir a mi casa, amenazar a mi familia, a mí, y después irte como si nada hubiera pasado?! –exclamó, esta vez gritando a pleno pulmón con la voz llena de odio.- ¡Pues estas equivocado!

Tras pronunciar estas palabras, Selu se transformó en su forma híbrida, medio humano medio dip. En esta forma, era tan alto como el propio gyojin y su complexión había pasado de ser atlética a musculosa. Su aspecto general era muy similar al de un hombre lobo, con la particularidad de que una mata de pelo negro azabache cubría su cuerpo.  Haciendo caso omiso del dolor provocado por los ataques del hombre tiburón, el chico se lanzó contra él.

El ataque de Selu consistía en una serie de zarpazos rápidos y feroces dirigidos a la parte superior del cuerpo del hombre pez. Primero un zarpazo de izquierda a derecha, seguido de otro de derecha izquierda,  cambiando con cada zarpazo la dirección del ataque, primero  horizontal, luego en diagonal y finalmente en vertical , siendo en total seis zarpazos los que asesta antes de finalizar el ataque con dos potentes zarpazos cruzados cuya intención es lanzar al gyojin a varios metros de distancia.

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La ciudad maldita [pasado] Empty Re: La ciudad maldita [pasado] {Lun 3 Feb 2014 - 3:01}

El tiburón toro había conseguido su objetivo que era alcanzarle con la daga. Ahora observaba como aquel enorme perro llegaba y de repente el chico le dijo que no se metiera. Una lástima pues planeaba partir al perro en dos en cuanto se acercase. Aquel chico ahora estaba en un estado de enfado o eso parecía, hablaba a voces diciendo cosas que al Gyojin le hacían gracia. Claro que podía ir a la isla y amenazar a todo el mundo, lo acaba de hacer y algún día volvería para acabar con todos. Lo había comparado con los humanos, por ese motivo el tiburón casi se le escapa una carcajada pues no era simple basura como ellos. Era la forma de pensar que tenia, su crueldad y maldad eran lo que le definía y no sentía aprecio por las razas inferiores como los humanos. Aquel chico ahora cabreado estaba cambiando totalmente su aspecto físico.

Tras unos segundos se había transformado en una especie de hombre lobo, aquello se ponía interesante para el tiburón y ahora quería quedarse un poco más en aquella zona. Sabía que sería un rival digno, cualquiera se hubiera asustado al ver aquel animal grande y peludo. Pero parecía ser que al tiburón toro no solo le daba lo mismo sino que quería pelear con él. Realmente cualquiera diría que estaba loco, pero era demasiado orgulloso para irse. Tenía que pelear un poco más contra aquella fiera. Los ataques de esa cosa debían ser poderosos pero el Gyojin también era bastante fuerte en lo que se refería en fuerza física. Su tamaño de 2,15 era asombroso y por si fuera poco su musculatura increíble. Además aquel tiburón contaba con una pequeña ventaja. Ahora se había dado cuenta de que aquel monstruoso ser iba a atacarle, rápidamente esbozó una sonrisa sádica y algo bromista como de costumbre mientras esperaba el ataque del hombre lobo.

Por lo que se veía aquel ser trataba de golpearle con sus garras, el tiburón llevó la mano al mango de su enorme espadón y la sacó preparándose para bloquear los tajos con ella y de esa forma que aquel ser se pudiera llevar algunos cortes en las manos. Bloqueaba los primeros golpes con facilidad mientras fijaba sus ojos dorados en los suyos con una pequeña expresión de emoción. Tras unos bloqueos más uno de los zarpazos le alcanzó el hombro izquierdo y después otro le rozó el pectoral haciéndole un corte en este. Bloqueó con cuidado los últimos ataques menos el ultimo que le impactó en la zona abdominal y lo mandó cuatro metros hacia atrás tirándolo boca arriba en la arena. Sus ojos estaban cerrados y un poco de sangre bañaba sus abdominales al igual que su hombro izquierdo. El corte del pectoral no había sido para tanto después de todo. Parecía inconsciente cuando una sádica carcajada empezó a escucharse desde la posición del tiburón. Abrió sus dorados ojos sonriendo de lado y lamiéndose la sangre del hombro como si nada. Pegó unas lamidas más cuando de repente fijó sus ojos en aquella bestia. Su burlona y sádica voz comenzó a escucharse mientras una pequeña brisa se levantaba.

- Bien hecho chico, has esquivado mi último ataque salvando tu vida. Pero no esperaba que te fueras a transformar en esa cosa. Te prometo que este será mi último ataque, pero claro deberás sobrevivir. Y por supuesto si me vuelves a atacar me ocupare de aquel perro de allí. Ahora escucha esto porque te interesa saberlo. La daga que he utilizado antes no es una daga normal. Esta envenenada, un simple corte y comienza la función. Te explicare su efecto, lo notaras durante un corto periodo de tiempo por lo que no es mortal. Las zonas donde se han realizado el corte se agarrotaran impidiendo su movimiento común. Sentirás mareos y desorientación y hablando de esto, debería estar pasando ya.

Dijo finalizando con una carcajada, aquello que le había dicho era totalmente cierto y debería estar sintiendo ya los síntomas. Ahora era el turno del tiburón, aprovechando que su enemigo estaría en este estado le costaría más esquivarle o pensar bien. Por suerte para él si salía vivo y se estaba quieto el Gyojin abandonaría la isla tal y como le había dicho. Si se defendía le volvería a atacar. Ahora comenzaba el ataque del tiburón toro, empuñó su enorme arma con ambas manos mientras se relamía observándole. Pensaba en la sangre saltando por todo el lugar y bañando la arena de rojo. La técnica de la daga había sido buena y tocaba pagar por el precio de sus cortes. Sin pensárselo ni un segundo más salió corriendo a por aquella bestia. Una vez cerca hizo esfuerzo y elevó el arma hacia arriba para después bajarla tratando de partirlo en dos y tras eso comenzó a moverse sin parar lanzando tajos a por la bestia sin dejar de girar sobre sí mismo. Parecía una peonza mientras giraba lanzándole cortes en todas las direcciones, fueron un total de cinco. El último de ellos fue una enorme estocaba en diagonal de arriba abajo. Tratando de partirle el pecho en dos. Una vez acabaría el ataque saltaría hacia atrás esperando. Aquel veneno como mucho duraría el ataque del tiburón, después los efectos desaparecerían.

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La ciudad maldita [pasado] Empty Re: La ciudad maldita [pasado] {Mar 4 Feb 2014 - 20:24}

El hombre tiburón esgrimía de nuevo su gran espadón, con la intención de bloquear sus zarpazos. Si bien es verdad que fue capaz de bloquear las primeras cuchilladas, logró acertarle en un par de ocasiones. Tampoco fue capaz de defenderse del salvaje zarpazo final, que le tajó en el abdomen y lo mandó  volando a varios metros de distancia.

Selu se quedó observando a su adversario que permanecía inmóvil tumbado boca arriba en la arena, mientras trataba de recuperarse. Aunque no había realizado un gran esfuerzo, le costaba bastante respirar, más de lo normal. También había empezado a notar cierto entumecimiento alrededor de los cortes que le había provocado el gyojin en su último ataque. Entonces la sádica carcajada del hombre tiburón llamó su atención. Este confesó ser el causante de aquellos síntomas, al parecer aquella daga estaba impregnada con algún tipo de veneno. Selu trató de mover los brazos para ver el alcance de aquel veneno, si bien aún era capaz de mover el brazo izquierdo, aunque con dificultad, le era completamente imposible alzar el derecho. Entonces el gyojin dejó escapar otra cruel carcajada.

-Así que veneno ¿eh? ¡Brubrubru!-rio fuertemente Selu.- ¿Tanto miedo te daba un simple crío que tenías que usar veneno para neutralizarme? Sabes qué, pienso que no eres más que un cobarde. Un necio que va por ahí pavoneándose con sus armas para tratar de demostrar que es el más fuerte, cuando en realidad sabe perfectamente que por ahí hay cientos, puede que miles de personas más fuertes que él. Adelante vénceme mátame, seguro que te ganas el respeto del resto de pirata por haber matado a un crío de doce años.

No sabía si el gyojin le había escuchado o no. Pero ahora se dirigía hacia él para atacarle de nuevo con su espadón. Al parecer su intención era partirle en dos con u tajo vertical, pero el chico consiguió esquivarlo saltando hacia un lado. Pero al caer sintió como todo a su alrededor daba vueltas, era incapaz de fijar la vista en un solo punto y le costaba un gran esfuerzo mantener el equilibrio. Seguro que aquello también era consecuencia de aquel odioso veneno.
Ahora Selu observaba como su adversario comenzaba a girar rápidamente mientras blandía su arma, como si de un torbellino asesino se tratase. Selu trató de defenderse del ataque, pero las heridas acumuladas durante la refriega, junto al efecto desconcertante del veneno, hizo que el ataque le diese de lleno. Si bien es verdad que logró repeler el primer corte para que solo le rozase la pierna izquierda, no pudo evitar que un segundo ajo le alcanzase en el brazo izquierdo, un tercero en el abdomen y un cuarto en la rodilla derecha. La última estocada en diagonal tenía la intención de partirle el pecho por la mitad, Selu presentía próximo su fin y durante un segundo el tiempo pareció detenerse.

-Así que es así como termina todo. Asesinado a manos de un psicópata acomplejado. No se puede decir que haya tenido una vida muy larga, ni que haya hecho grandes cosas, pero al menos he sido feliz junto a los míos-Mientras Selu tenía estos pensamientos la hoja del espadón se acercaba inexorablemente hacia él. Entonces el chico esbozó una sonrisa de plena satisfacción.- Mamá, enseguida nos reuniremos de nuevo…

El arma estaba a punto de segar la vida del chico cuando se oyó una voz que procedía del bosque.

-Soru- de repente ante el gyojin apareció una anciana que con un simple golpe desvió el espadón de su trayectoria, salvando así a Selu en el último segundo.

El gyojin tras finalizar su ataque dio un salto hacia tras para apartarse tanto de Selu como de la anciana.

-¿Yaya?-preguntó Selu que aún veía un tanto borroso por los efectos del veneno.- ¿Cómo es que has tardado tanto?

Yaya, apodada de en sus años de marine la Paloma Blanca, era una humana ex-vice almirante que vivía en la isla junto a Selu. Antes de enfrentarse al hombre tiburón, Selu había enviado a su hermano Yuki a que fuese en su busca por si la cosa se ponía complicada.

-¡Serás impertinente e imprudente! ¿¡No te das cuenta que ese pirata es mucho más fuerte que tú!? ¿¡Acaso pretendías que te matasen insensato!?- exclamó la anciana bastante enojada con el chico.

-No, vieja cascarrabias, solo estaba intentando  ganar algo de tiempo hasta que llegases, pero se ve que con la edad te cuesta más moverte. ¡Brubrubru!-rio Selu fuertemente.

-¡Serás insolente!-exclamó la mujer a la vez que le daba un coscorrón a Selu en la cabeza. Este último golpe hizo que el chico cayese de espaldas sobre la arena, revirtiendo a su forma humana.- En cuanto a ti…-dijo dirigiéndose al hombre tiburón, ya es hora de que continúes con tu camino.

-Soru-dijo la anciana antes de desaparecer y reaparecer una fracción de segundo después, a la espalda del tiburón. La anciana estiró la mano con intención de tocar al gyojin.

Al igual que Selu, Yaya era una usuaria de las frutas, más concretamente de la Heiwa Heiwa no Mi, la fruta de la paz paz. Su toque pacificador era capaz de calmar a la gente, eliminando de ellos su ira, rabia, hostilidad y haciendo que al persona quede en un estado de paz. La peculiaridad de su poder es que solamente funcionaba si la persona contra quién la utilizaba no luchaba por una causa noble, y era bastante evidente que aquel gyojin no conocía la palabra nobleza. La intención de Yaya era calmar al gyojin para que así decidiese partir de la isla sin causar más problemas. Aunque su toque pacificador solo era de duración temporal, para cuando el gyojin recobrase su “agradable” carácter ya estaría lejos de la isla.

-Toque pacificador (ADD)

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La ciudad maldita [pasado] Empty Re: La ciudad maldita [pasado] {Mar 4 Feb 2014 - 23:05}

El ataque del tiburón era realizado mientras escuchaba las palabras de su oponente. Algo que le daba igual pues sabía que había muchos más fuertes que él pero solo lo hacía por diversión, no por fama. No tenía a quien contarle nada por dos motivos. El primero era que mataba a todo el mundo menos a sus amigos de su tripulación y el segundo porque no contaba nada de lo que hacía por ahí. Más bien se lo callaba para sí mismo y recordarlo cuando se aburría. No era nada de enfado sino maldad pura. Ahora después de haber escuchado las palabras del chico reía sádico sin importarle nada de lo que le dijera. La sangre iba de un lado a otro con las estocadas que acertaba, ya solo le faltaba la última para acabar con la vida de aquel chico. Una sonrisa tétrica estaba dibujada en el rostro del tiburón toro mientras pensaba para sí tranquilamente.

- Llegaste a pelear muy bien para tu edad chico, y seguro que hubieras sido alguien fuerte en un futuro pero, para ello hay que tener futuro y el tuyo es la muerte. Lástima que mi veneno te haya dado, pero si hubieras aguantado veinte segundos más el efecto hubiera pasado rápidamente. Ahora es el momento de que descanses para siempre chaval, adiós.

Tras haber pensado eso elevó el arma realizando el último ataque que iba directo a su pecho. Parecía el fin de aquel chico y que nada iba a poder detener el poder del tiburón. Todo estaba finalizando y los dorados ojos del Gyojin disfrutaban de aquello mientras su carcajada bromista y sádica se escuchaba. El espadón se dirigía a su pecho con fuerza con la intención de matarle cuando de repente algo desvió la espada haciendo que esta se clavara en la arena con fuerza provocando un pequeño temblor.

- ¿Nani?

Dijo el tiburón como acto reflejo saltando hacia atrás molesto por aquel intento de separarle de la muerte de su presa. Una anciana era lo que había frente a él. Pensándolo bien había esquivado su ataque aunque con ayuda de terceros por lo que el trato había sido cumplido. Ahora la anciana le estaba regañando al chico por enfrentarse a Shark. Este ladeaba la cabeza extrañado viendo como aquella anciana hablaba y regañaba al chico para después darle una especie de colleja y hacer que el chico cayera en la arena. El veneno debería haber pasado ya en el momento en que cayó a la arena y ahora solo quedaba ver qué pasaba. No le hacía gracia tener que cargarse a una anciana por lo que suspiró un poco con su arma en mano mostrando su sádica sonrisa y sus afilados dientes junto con su imponente tamaño. Ahora la anciana le decía al tiburón toro que continuase su camino, algo que pensaba hacer pues ya no había nada por lo que quedarse en la isla. Tras un parpadeo la anciana ya no estaba delante y sintió una mano en su espalda. Aquella vieja era muy rápida y enseguida supo que no era una anciana normal.

Enseguida sintió algo de calma en su interior aunque eso no quitaba sus ganas de matar. Mataba por diversión y con calma pues era algo que de por si le agradaba, matar gente para él era como para el resto de personas decir los buenos días. Aún así suspiró girándose y observando a la anciana con su tétrica sonrisa de siempre mientras soltaba una pequeña carcajada mirándola. Sus dorados ojos seguían en su expresión de siempre cuando comenzó a hablar en un tono bromista como de costumbre.

- Tranquila anciana, no voy a atacaros mas, hicimos un trato y ha sobrevivido a mi ataque. Aunque le has ayudado pero bueno, supongo que debí haber especificado mejor, ya es hora de que me marche de la isla. No eras una mujer cualquiera, este poder puede calmar al más enfadado por lo que veo. Pero yo no sé qué es eso. Puedo matar muy feliz y calmado y en un estado de paz. Ya volveré algún día a ocuparme del chico, aunque eso será dentro de mucho tiempo. Le daré tiempo a que se haga fuerte. Mis poderes son muy superiores a lo poco que han podido ver aquí. Ahora es el momento del adiós.

Su sonrisa se hizo más amplia pasando por al lado de la anciana como si una piedra sin importancia fuera y se dirigió a la orilla donde metió sus pies tranquilamente y guardó su arma en su espalda amarrándola. Se giró por última vez observándolos a ambos con su mirada sádica y siniestras mientras hacia un gesto de despedida y tras una pequeña carcajada se sumergía en el agua. Empezó a nadar alejándose de aquella isla con una buena experiencia de combate. Ya era hora de reunirse con el resto de Atesaki y proseguir con sus objetivos. Aquella anciana tenía un curioso poder, pero le interesaba más pelear con aquel chico en un futuro donde fuera más fuerte. Aprovechando que había una buena corriente ese día se dispuso a nadar aprovechándola mas rápido aún mientras se alejaba de allí. Debía llegar como fuera al barco y aún le quedaba un pequeño trecho hasta llegar a él. Pero al menos se había llevado una vida y era la del pescador que había visto nada más llegar a la isla y por aquel combate que tuvo. Se había ido más que satisfecho.
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La ciudad maldita [pasado] Empty Re: La ciudad maldita [pasado] {Miér 5 Feb 2014 - 12:15}

El toque pacificador había funcionado, o al menos eso parecía, ya que el gyojin había decidido dejar la isla. Pero antes de partir, el pirata había manifestado su intención de regresar a la isla en un futuro, para ocuparse definitivamente de Selu.

El efecto del veneno había pasado ya, ya no sentía mareos ni entumecimiento. Pero aún así estaba tan malherido que le costó un gran esfuerzo ponerse en pie. Tuvo que ser ayudado por sus hermanos Rinda y Yuki. Se levantó justo a tiempo para contemplar como el tiburón envainaba su espadón y se introducía en el mar para marchar definitivamente, Selu no pudo evitar reflexionar sobre lo que había pasado en esa playa.

Si no hubiese aparecido Yaya, ahora mismo estaría muerto. Y la manada hubiese quedado sin protección, eso no podía volver a ocurrir. Estaba convencido que en los mares había piratas mucho más peligrosos que el tiburón y que, tarde o temprano, alguno de ellos podía desembarcar en Villmark, alentado por alguna fabulosa leyenda, igual que había hecho el hombre tiburón. Supo que debía volverse mucho más fuerte de lo que era ahora, si quería proteger a los suyos, y a su isla.

Pero ahora era el momento de regresar a casa y curar sus heridas. La lucha con el hombre tiburón había sido dura y tardaría varios días en poder recuperarse del todo. En aquel momento, apenas podía mantenerse en pie, así que, tal y como le aconsejó Yaya, se subió a lomos de su hermana Rinda, y los cuatro partieron de regreso al bosque. Estaban a punto de abandonar la playa, cuando Selu se giró una vez más para contemplar el mar, el hombre pez ya era apenas una línea difusa dibujada en las aguas del South Blue.

-Te estaré esperando gyojin y la próxima vez seré mucho más fuerte – determinó Selu con total confianza. Tras lo cual desapareció entre la maleza del bosque que era su hogar.
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La ciudad maldita [pasado] Empty Re: La ciudad maldita [pasado] {}

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