[Priv Dastan] Golpe de suerte.

Luego de tantas desventuras ya que dificilmente alguien en su sano juicio llamaria todo aquello como aventuras, el chico de cabellos morados se encontraba en una taberna disfrutando de un buen trago de vino, ya que desde que había probado dicho liquido le había sabido mejor que cualquier otra cosa que contuviera alcohol de momento, se iba llevando la delantera quizás por tener un paladar mas exquisito pero era capaz de disfrutar de aquellas copas como unos pocos. Ya llevaba viviendo en aquella isla mas de unas semanas mucho mas de lo que le gustaría de a poco se iba sintiendo como en arabasta encerrado en una isla sin poder escapar o irse pro su cuenta. Claramente nada lo ataba allí a duras penas encontraba trabajo debido a que no tenia muchas habilidades aunque siempre podía cobrar por sus habilidades medicas las cuales no eran extremadamente buenas pero para los lugareños se trataba como su salvador.

Se encontraba recostado tranquilamente su silla teniendo los pies por encima de la mesa, viendo como la gente iba y venia tenia un ligue algo ocasional con una de las camareras del lugar aparte que le había caído en gracia al a dueña del lugar una mujer gorda ya entrada en años que según contaban las chicas, este lugar había sido de su marido pero deseoso de demostrar lo que podía hacer termino por irse a cazar un gran oso y no todo salio bien haciendo que terminara muerto muy mal herido y eso provoco que ella terminara asumiendo el puesto de dueña de la taberna y solia ser bastante agresiva con los alborotadores, en sus semanas en el lugar había visto con sus propios ojos como echaba a unos cuantos usando una gran escoba, que  hasta el momento no era capaz de entender como no se rompía debido al a fuerza que usaba. En ese momento llego un chico de lo mas peculiar caminando con sus espadas todo el cuerpo mojado no se acordaba que hubiera tanta lluvia afuera aunque ese lugar era un maldito lugar donde todo y todos tenían que llover siempre. En ese momento se acordó que había recomendado a unos pesqueros no salir por una tormenta que se formaba, si era eso agradecía a los dioses por a verlo dicho así que decidió indagar.

-Buen hombre, acaso has sobrevivido a la tormenta que se estaba formando a un rato de aquí?

Al preguntar eso se sentó a su lado apoyando su jarra de buen vino sobre la mesa, esperando que la muchacha le trajera lo que  este había pedido claramente tenia interés en saber si era eso, para avisarles a los pescadores que debían esperar un día mas para poder volver a pescar y claramente podrían llegar a dar con algo interesante, debido a que el agua había sido sacudida por la tormenta.

El pelimorado sentado al lado del chico escucho como el joven había podido librarse de la tormenta y el hecho de que lo hubiera tirado en esa isla significaba que apenas había sobrevivido también mirando sus ropas pudo notar como había pasado un tiempo bastante complicado para poder llegar hasta la isla suspiro levemente.

-Menuda suerte tuviste entonces, se nota que no la pasaste muy bien en la tormenta, estas ultimas semanas han estado ocurriendo con bastante frecuencia.

Declaro Dastan tranquilamente, ya que el también había terminado en la isla por culpa de una tormenta lo que significaba que era una zona donde se solía encontrar tormentas de manera constante, suspiro levemente de nuevo tomando tranquilamente de su trago escuchando al joven que se quería ir del North blue lo que quería decir que era nacido en alguna de las islas, seguramente esta no fuera la que recibió el privilegio de que naciera allí, no pudo evitar reírse al escuchar sus palabras, tenia mucha razón ese lugar no era donde había nacido alzo la mirada como si buscara una algo en el horizonte de la pared que tena delante.

-Así es, soy del primer tramo de la Grand Line, una isla desértica he estado viajando en distintas caravanas ayudando a navegarlas, aunque no siempre todos tenemos buena suerte, he terminado con una tormenta anterior en este lugar aunque sin navío.

Menciono mientras daba otro trago a su bebida asegurándose de terminarla esta vez, tenia la jarra en su mesa aunque con pocas ganas de levantarse para ir a buscarla y servir otra copa mas hasta arriba, si dejo salir una sonora risa por sus palabras al escucharlo levanto su copa vacía por que tenia razón, el alcohol del vino parecía que no pegaba, pero cuando llevabas demasiadas terminaba causando un efecto desastroso en el cuerpo del que bebió tanto.

-Lo se, por eso me gusta tanto y como aun no encuentro una manera de salir de este lugar bueno me dedico a la bebida darle algún que otro consejos a los pescadores a veces es divertido salir con ellos.

Recordó, algunos momentos complicados en alta mar con los pescadores por que quisieron ir hacia un lugar mas abierto alta mar para intentar atrapar un pescado mas grande, aquello era mas bien un monstruo.

El pelimorado escucho sobre el hecho de que al parecer el joven no era de demasiado lejos si bien no estaba en su isla natal al parecer tenia conocimiento de lo que se hablaba en la misma, en otras islas cercanas hacia sentido al decir que aun no se había ido del north blue, al parecer ese era su objetivo querer escapar de este lado de los blues lo que hizo que el joven mirara de lado tranquilamente al muchacho.

-Así que tu objetivo es librarte de estos blues, que quieres ir a los otros blues o buscas ir donde todos quieren ir a la Grand Line?

Pregunto tranquilamente, ya que el no tenia ningún rumbo fijo aunque había regresado del paraíso ya llevaba mucho tiempo sin estar por esos lados aunque el no tenia ni una gana de volver a su hogar, el paraíso tenia una linea increíble de islas seguramente por allí pudieran encontrar cosas sorprendentes e increíbles, cuando pregunto sobre la naturaleza de su isla solamente asintió con la cabeza ya que eso era Arabasta una isla llena de desierto, arena por donde se mirara y hasta donde no se veía existía arena para molestar.

-Algo así, tengo conocimientos básicos sobre la navegación claramente si es que me dejan hacer mi trabajo, llegue a esta isla por que estaba en un barco donde el capitán se creía mas cosa de lo normal y no me dejo hacer mi trabajo en la tormenta, quería medir quien la tenia mas grande y termino pagando el barco claramente.

Suspiro levemente si no hubiera sido por aquel chico chocolate, seguramente no estaría vivo aunque tenia que reconocer que el mar trajo algo increíble algo que ahora recorría su cuerpo, una fruta del diablo que le entrego un poder que era increíblemente imposible de creer, había escuchado leyendas pero nunca pensó que dentro de aquel cofre de oro hubiera algo tan poderoso como una fruta del diablo.

Dastan noto el acto del muchacho hacia el otro hombre que estaba a su lado, pero no hizo nada para detenerle despues de todo era culpa del otro por meterse donde no debia, suspiro levemente y se dejo invitar asintiendo levemente este al parecer queria que probara algo que era semejante al vino pero hecho de otra fuente lo que hizo que sonriera levemente, viendo como la camarera que era la que estaba teniendo cierto ligue se sonrojo toda cuando Dastan le guiño el ojo tomando la bebida de su mano directamente.

-Gracias querida, muy eficiente el servicio como siempre.

Eso provoco colores en la joven que se retiro rápidamente a atender otras mesas, mientras que el muchacho se dedicaba a darle le primer trago a aquello que realmente era un poco diferente a lo que acostumbraba pero no dudo en disfrutarla principalmente por le hecho de que estaba recibiendo la bebida de manera gratuita luego del primer trago la quedo mirando.

-Nada mal, no se si me acostumbrare a beberla pero debo reconocer que la pondría entre mis bebidas a pedir en una taberna, entonces que planes tienes para seguir, tomar el barco y lanzarte lejos de aquí antes que otra tormenta te tome de sorpresa?

— ¿Mi objetivo? Ese nunca fue escapar de estos blues... Mucho menos es seguir a todas las ovejas al matadero.... No, mi objetivo va mucho más allá.... Mi única meta tangible que tengo por el momento es morir como un hombre libre pero mi viaje está enfocado a ser el mejor espadachín del mundo y solo enfrentarme a los más poderosos para lograrlo.... Y todos saben que los más poderosos navegan en aguas distintas. — Tal vez había dicho un poco de más por efecto del alcohol o por la buena compañía ya que por lo regular este tipo de sueños y metas a alcanzar no las compartía. Tomo la botella abierta de la cual estaba bebiendo para dar un trago más, aunque algo raro fue que al decir sus palabras no miro a los ojos al chico, al contrario, pareció perderse por unos momentos en la nada, como si se hubiese escapado el comentario en lugar de decirlo voluntariamente.  
 
Conforme avanzo la charla ambos jóvenes se iban conociendo un poco más, por lo menos superficialmente. Tal aprecia que la prepotencia y división jerárquica no era de todo el agrado del joven pelimorado, aunque entendía la situación ya que en cierta parte se podría decir que también lo había vivido tiempo atrás. — Supongo que algunas veces basta con hacer el mal menor para salvar a la mayoría. — ¿A qué se refería exactamente el espadachín? A lo largo de su vida y mediante sus propias experiencias se había dado cuenta que a veces lo mejor era clavar la katana en el cuello de alguien para poder continuar su camino, ciertamente tantos traumas y malas experiencias habían forjado a un asesino un tanto reservado. Ya que nadie había extendido la mano o había sido bondadoso con el pequeño Morgan llego a la conclusión que él tampoco tenía que serlo.  
 
Normalmente la gente era traicionera y mentirosa por excelencia, es por eso que prefería las joyas en lugar de relaciones serias, pues una joya es fácilmente remplazable, además de hermosa durante su periodo de brillo. La camarera por fin llego con las bebidas y Morgan percibió claramente una relación un poco más íntima con el pelimorado que con un cliente común. — Pero tal parece que no has perdido el tiempo tampoco ¿eh? — Bromeo mientras el joven daba el primer trago a la botella pagada por el ebrio de un lado. — Bueno en realidad tuve suerte en llegar al puerto pues necesito volver a abastecerme, ya sabes... Comida, bebida, algunas joyas, lo esencial. — Rio levemente pues la piratería era algo que simplemente le encantaba al joven, el sembrar el pánico y robar hasta las bragas de quien se dejase. — ¿Tu hacia donde te diriges? Ahora que lo recuerdo…. ¿Cuál es tu nombre? — Pregunto Kenzo, pues en caso de ser marino tendría varios problemas.

El pelimorado escucho de reojo el sueño del chico al parecer era exactamente lo que l pensaba, ya que si bien decía no querer ser como los demás para seguir al grupo, era necesario hacerlo para poder cumplir con su sueño todos los mejores espadachines del mundo se marchaban hacia al Grand Line y sobre todo el nuevo mundo, como habitante de una de las islas de la primera parte de la linea, sabia que existía otra mas peligrosa con gente mas poderosa y que los mayores criminales y mas grandes guerreros se encontraban en ese lado del mundo suspiro levemente moviendo levemente la punta de su botella luego de que el hablo.

-Entonces, amigo mío debes seguir a las ovejas del matadero como tu mismo le dices, debes partir hacia la Grand Line sobre todo existe una parte de la linea que posee a los mas fieros guerreros a los mas hábiles espadachines y los seres mas poderosos conocidos por el mundo, es un lugar según las leyendas es un lugar totalmente distinto donde nada tiene sentido arriba es abajo y el enemigo mas poderoso puede ser el animal que menos crees poder hacerte algo....

Menciono de lado hacia el joven eran historias que había escuchado sobre el nuevo mundo así se le conocía esa segunda parte de la grand line, algo que jamás el pelimorado pensó en recorrer aunque siempre le maravillaron las leyendas historias que contaban, dicen que donde el vive es el paraíso comparado a donde esta, se giro hacia el chico.

-Yo viví en la primera parte y según los mas veteranos es conocida como el paraíso, comparado a la segunda parte así que si ese es tu sueño es allí donde debes ir a medirte.

Dicho eso regreso a disfrutar tranquilamente de su bebida tragando de la misma casi ya, disfrutando del alcohol entrando a su cuerpo eso le causo cierta gracia lo que menciono el hombre, siempre o en parte había vivido con una idea parecida ya que estaba dispuesto a provocar sobornos o incluso dejar que los criminales se salieran con la suya, con tal de lograr que sus objetivos se completaran.

-Tienes una postura muy interesante, sobre las cosas espadachín.

Fueron sus palabras, debido a que el tampoco conocía el nombre del muchacho, simplemente sabia ahora que quería  volverse el mejor espadachín del mundo, eso era algo interesante ya que si tenia a su lado alguien con ese nivel, el problema era saber si era capaz de llevarlo a cabo y no solamente un sueño mas, el chico noto el comportamiento de la chica a su lado lo que hizo que Dastan se lanzara hacia atrás en su asiento riéndose tranquilamente alzando su copa.

-Que decir, el encanto no puedo decirle que no a tan bellas señoritas y mas cuando estoy en una isla como esta ya sabes mucho tiempo libre fuera del alcance del agua.

Un pirata, el chico que tenia delante era uno de esos que avanzaban sobre la bandera negra que marcaba la piratearía, suspiro levemente no tenia nada contra ellos aunque se había enfrentado a unos cuantos,  cuando aun estaba al servicio del barco comerciante pero en ese momento no le importaba, cuando pregunto su nombre alzo su botella hacia arriba.

-Dastan... un placer conocerte espadachín.

El pelimorado solamente asintió tranquilamente cuando este afirmo la pregunta de que si era la Grand Line el destino donde tenían que llegar, eso solo hizo con la cabeza que si ya que realmente conocía ese lugar y había escuchado historias sobre lo demás, lo que seguía siempre le había generado mucha pero mucha curiosidad pero el no se creía para nada capaz de poder hacer frente a lo que se encontraba en ese lugar, aunque recientemente con sus nuevas adquisiciones las cosas cambiaban seguramente podría hacer frente a lo que se encontrara y lo otro que ahora tenia era también a este chico que al parecer estaba queriendo irse hacia allá y contar con la ayuda del pelimorado que en ese momento miro el techo del edificio tranquilamente, le miro de reojo cuando este parecía estar tan apurado por querer irse de la isla.

-Cual es el apuro hombre, dijiste que tu objetivo es ser el mejor espadachín del mundo, pero nadie puede volverse el mejor espadachín de la noche a la mañana tampoco lo podrás ser si no te preparas, hummmm....

Dejo caer sus cabeza entre sus hombros ya que al parecer el joven tenia la idea de que todo era ir de frente, se imaginaba que seria el que no toca la puerta sino que la corta en pedazos para poder entrar, lo miro de reojo de nuevo con un ojo abierto y el otro cerrado para luego reírse tranquilamente y volver a probar de su bebida, después de todo el chico tenia las agallas bien puestas, aunque quizás le faltaba de un poco de dirección y persuasión para poder hacer uso de sus habilidades de manera correcta y eficiente aunque al escuchar lo otro se mantuvo serio por un momento como si aquellas palabras se la hubiera tomado como una amenaza. Este alzo el dedo para responderle lo que el estaba mencionando cuando alguien entro corriendo un niño de mas o menos doce años se detuvo delante del dúo agitado y respirando profundamente aunque parecía que se Moria cayendo al suelo.

-Un poco de agua Olga, preciso agua que el chico le queman los pulmones por correr tan rápido.

Se arrodillo frente al chico apoyando su mano derecha sobre su hombro buscando que el chico se calmara en ese momento tomo el agua que trajo la camarera y le dio a tomar al joven que casi se le salía todo por la boca debido a que realmente le estaba doliendo apenas pudiendo hablar dijo.

-La baronesa precisa tu ayuda, esta enferma de nuevo su fiebre empeoro no mejora por favor ayúdala por favor.

Aquello genero silencio en todo el lugar, ya que todos sabían el estado delicado que pasaba la baronesa del lugar eso hizo que el muchacho se pusiera de pie mirando al otro joven que estaba con el, sabia que lo terminaría precisando ya que había tenido unos problemas bélicos la ultima vez que ayudo a la mujer.

-Acompáñame y pongamos a prueba esa tu determinación a ver si vale la pena que te guie hacia el nuevo mundo, espadachín.

Dicho eso se lanzo corriendo por donde le chico había venido el mismo se encontraba ahora siendo atendido por la camarera y la dueña del local mientras que el pelimorado corría dirección hacia una mansión que había delante de ellos en una pequeña colinita era bastante grande se notaba que era de gente importante, en el camino tuvo que hacer gala de su agilidad para esquivar personas usar tiendas como zonas de ascenso hacia los tejados, sin preocuparse si el chico podía no seguirle era mas importante conocer el estado de la baronesa.

El pelimorado se movía rápidamente por la ciudad, esquivando personas usando mesas y objetos como trampolín para poder llegar hasta la casa principal de aquella aldea, donde se encontraba la doña de la casa, quien era una mujer que había recibido bastante bien al chico de cabellos morados aparte de que se había vuelto su medico personal después de que el de cabecera desapareciera de la isla de manera bastante sospechosa a falta de quien pudiera atenderla termino siendo el pelimorado el responsable de tal labor al llegar a la puerta no encontró a nadie haciendo guarda lo que significaba algo extraño siempre estaban los guardias de la mujer.

Entro sin mucho miramiento ya que no tenia tampoco demasiado tiempo cuando dio con un hombre delante suyo con unas ropas extrañas de color verde oscuro pero lo que mas destacaba era que contaba con una capucha que cubría su rostro nada mas verlo se lanzo a atacar al pelimorado su hoja estaba manchada con la sangre, tuvo que bloquear su ataque usando su bastón haciendo que el arma de acero chocara con este resonando los metales, ya que no era un bastón de madera sino de metal el que portaba Dastan consigo, chocando de manera consecutiva sus armas retrocediendo medio metro ambos luego del ultimo choque, todo eso había dado seguramente tiempo para que el otro chico llegara y Dastan no tenia tiempo para jugar con ese hombre así que se miro de reojo al muchacho.

-Hazte cargo de este tipo, yo tengo que atender a la baronesa.

Eso puso en alerta claramente al hombre que no tenia interés en permitir aquello, no entendía muy bien el pelimorado que estaba pasando pero desde que había estado investigando el veneno que invadía el cuerpo de la mujer, sospechaba que había sido alguna especie de veneno que ella había ingerido en alguna bebida, lo que hacia sospechar de todos en aquella casa y le hecho de que ahora estuviera mas abandonada hacia que fuera mas sospechoso todo para el chico, pero no tenia tiempo demasiado de que pensar se fue corriendo hacia las escaleras del segundo piso, este sabia donde quedaba el dormitorio dio dos pasos en el escalón para luego saltar hacia el posa manos y finalmente dar un salto bastante largo y alto hacia el segundo nivel esperando que el muchacho pudiera dar cuenta del asesino, mientras el se apresuraba a llegar a su destino. Aquel salto era anti natural ya que parecía mas bien que hubiera volado en vez de saltar aunque seguramente alguien de gran poder pudiera hacerlo. Dastan carecía del poder por ende había usado su fruta para poder moverse con mayor libertad.

Dastan corrió por el pasillo mirando hacia abajo por un momento como ambos chocaban sus armas para luego doblar en la primera esquina a la izquierda encontrandose con la gran puerta que daba hacia la habitación "real" la cámara mas grande de la casa donde la dueña de la misma descansaba, intento abrir la puerta sin mucho exito ya que la misma parecía estar asegurada desde el interior, golpeo de nuevo la puerta viendo que no seria tan sencillo entrar, esperaba que fuera gente del lado de la baronesa y no al contrario suspiro levemente.

-Abran la puerta o tendré que derribarla a golpes!!

Exclamo el pelimorado en ese momento buscando intimidar a los que estaban detrás o mas bien traer calma a quien fuera que estuviera protegiendo a la señora, cuando el dijo eso escucho como movían cosas del otro lado y al abrirse la puerta pudo ver al anciano que hacia de casero y también a dos de las empleadas, mucamas que estaban aterradas sus manos temblaban el entro pasando entre ellos y en el mismo lugar que la había encontrado estaba ella la anciana, este se acerco corriendo a tomar su muñeca y poder controlar su pulso esperaba que estuviera bien asintiendo levemente y pudiendo volver a respirar el cuando vio que la paciente estaba bien para luego ver que realmente tenia una cara preocupante, pero no parecía estar realmente mal lo que hizo que se girara para mirar atentamente al anciano que custodiaba el lugar.

-Que ha pasado en este lugar, por que me encontré con un asesino abajo en la casa y no veo guardias por ningún lado, vi las armas del hombre manchadas de sangre que ha pasado?

El hombre bajo la mirada se notaba bastante preocupado y sobre todo demasiado derrotado eso podía verlo en sus ojos cuando le extendió un papel el mismo era una carta de rescate informando que había sido secuestrada la nieta de la baronesa y se estaba pidiendo unas exigencias bastantes extremas que seguramente llevaría a la que bancarrota a la familia, eso hizo que alzara la vista buscando alguna señal en el anciano que solo desvió la mirada, tenia demasiada vergüenza para reconocerlo que se habían llevado al a niña este suspiro levemente mencionando.

- Se llevaron a la niña y los guardias se han mandado tras de los secuestradores pero no se si tendrán éxito matar a dos de la servidumbre y uno de los guardias que los descubrió, esto es una desgracia para la familia.

Claramente que lo era, ya que teniendo a la anciana enferma y a la heredera secuestrada la oscuridad se estaba ciñendo sobre esta casa, la batalla en el primer nivel seria detenida por la llegada de cuatro hombres quienes eran los guardias el mayor de ellos tenia un solo ojo y muchas cicatrices de guerra en su cuerpo este extendió su lamina hacia el asesino ya que lo había visto en el secuestro el otro chico no tenia ni idea quien era, aunque estuviera cubierto del licor de la casa. Viendo eso el asesino miro al muchacho sonriendo levemente.

-Nuestro combate quedara para otro día.

Menciono lanzando una bomba de humo en ese momento para escaparse lo que hacia que todos apuntaran hacia el muchacho, ya no sabían quien estaba con quien así que se volvían ariscos con todos los desconocidos haciendo que Dastan gritara desde el segundo nivel mirando por la barandilla.

-Esta conmigo, contuvo a ese sujeto mientras yo comprobaba el estado de la señora, que ha pasado aquí Grard?

Pregunto desde arriba haciendo que todos bajaran sus armas viendo al chico, mientras que el pelimorado bajaba hacia el primer nivel el era bastante nuevo en la isla tenia poco mas de un mes, pero como había estado para ayudar a la familia se había ganado cierta confianza de los guardias del lugar, aunque antes de hablar con el sujeto se encamino hacia Morgan para ver su estado tenia varias heridas.

-Joder, espero que el otro hubiera quedado peor será mejor que subas y te pongas cómodo en un cuarto para que te vea esas heridas, sino no saldrás vivo de la isla

El pelimorado había detenido al grupo de guardias que se encontraba mas que dispuesta a palear contra algo no estaban muy bien anímicamente ni tampoco en salud ya que se podía ver como realmente estaban mas bien heridos aunque algo decía que el orgullo era lo que tenían mas lastimado ese grupo de personas que tenían el deber de guardar esta casa habiendo fracasado en su tarea, Dastan se fijo en su colega quien tampoco se encontraba en mejor estado que ellos suspiro levemente escuchando sus palabras y negó levemente.

-Deja de hacerte el fuerte, que en ese estado nunca serás el mejor espadachín del mundo, lo peor seria tener que amputarte una mano o que pierdas movilidad por culpa de que no te has cuidado las heridas de forma correcta, puedes callarte y hacer caso al medico entra en esa habitación es el comedor, búscate unas bebidas de alcohol pero no te bebas todo , que usare algunas para curar tus heridas.

Dicho eso se encamino para hablar con el capitán de aquel grupo que aunque hubiera visto para de la escena donde el muchacho estaba luchando contra un sujeto que tenia las mismas características que los agresores que habían secuestrado a la señorita de la casa, no parecía fiarse de aquel sujeto ni un poco ya que no le sacaba los ojos de encima, hasta el momento en que Dastan se le puso delante para hablar con el aunque el medico no necesitaba ser un genio para saber que aquel hombre tenia un problema serio con Morgan probablemente por que el chico no parecía ser nada menos que un criminal y no creía que estuviera del todo equivocado pero nada podía hacer ya que ahora el doc venia con ese paquete junto con el.


-Dieron con el lugar donde se encuentra secuestrada la pequeña señorita?

-Si dimos con ello pero nada pudimos hacer, ya que realmente nos estuvieron a mitad de camino son muy fuertes para nosotros aparte de que son bastantes no podremos pasar así nomas. Ahora las exigencias son mas grandes y nos han dado menos tiempo por eso.

Se notaba en la cara del hombre la desesperación por tener que enfrentarse a ese problema, lo que hacia que Dastan se sintiera preocupado, el había conocido a la joven y era la esencia de su madre pero muchos años menor que esta ya que aun no llegaba al a mayoría de edad, pero tenia la sabiduría de una reina, lo que la hacia la mejor candidata para poder, este hombre extendió al chico una carta la cual era una vil burla a la situación ya que era una invitación a un casamiento proveniente de una de las familias que durante bastante tiempo había sido rival de esta casa, haciendo claro que las cosas eran manipuladas eso hizo que suspirara levemente, claramente los secuestradores estaban pagos seguro que le prometieron algo para que accediera algo que no se cumpliría cuando el otro noble tuviera acceso a las riquezas de la chica.

-Yo me hare cargo, no se preocupen me asegurare que esto no se lleve a cabo y también la traeré a salvo, preciso que cuiden de la señora y de la casa sabiendo que ustedes vigilan podre actuar tranquilamente.

En un principio el pelimorado no tenia en mente intervenir en una dispuesta política después de todo era solo el medico pero no se veía quedándose quieto mientras forzaban a una chica casarse cuando fue privada de su libertad y su madre se encontraba en un estado que seguramente puede a ver sido incluso chantajeada, suspiro levemente y se giro para entrar al comedor no sin antes hacerse con unas vendas limpias para poder tratar las heridas del joven. Se detuvo frente a el tomando aquellos alcoholes para mojar alguna de las vendas y usarlas para pasarlas por las heridas del chico.

- Espero que tengas un traje elegante, tenemos una boda que cancelar y seguramente podrás cobrarte lo que este tipo te hizo.

Menciono tranquilamente para tocar mas les heridas abiertas con aquellas vendas luego de asegurarse de limpiar y desinfectar todo con el alcohol para luego inmediatamente usar las vendas las cuales apretó con bastante fuerza haciendo que el chico sintiera como aquello parecía una faja, seguramente esas vendas podrían soportar un poco mas las heridas, aunque todo despedía de que tan rápido y bueno era el joven sanando, espero que el mismo hablara sobre lo que el estaba proponiendo tenían que salir de allí ir a una ciudad vecina y abrirse a golpes en una fiesta que era un casamiento antes que el mismo se terminara, para poder salvar a la doncella. El era quien tenia su lealtad dividida ya que hacer eso seguramente le traería consecuencias, ya que el otro noble no se quedaría quieto llamando de criminales a ambos sujetos.