[Pasado] Hora de cazar [Privado - Kinji y Night]

El día había amanecido caluroso, pero no lo suficiente como para considerar un ambiente tórrido de verano. Nuestro querido Mikhail, más conocido por su sobrenombre como Night, paseaba tranquilamente por las zonas de la Montaña Corvo de la isla de Dawn. ¿Qué es lo que le había llevado hacia dicho lugar? Claramente, un nuevo pedido para cazar a un criminal. Por este no se pedía mucho dinero, pero le serviría para conseguir suficiente comida con la que comer bien durante un tiempo determinado. Él iba buscando una inversión para su carrera musical desde que había salido de su isla natal, y aquella era la mejor forma que tenía para conseguirlo. Y por supuesto, lo conseguiría. No sabía cuánto tiempo tardaría en hacerse escuchar por todos los rincones de aquel vasto mundo, pero estaba plenamente convencido de que sería una de las grandes estrellas de la música. Solo había que darle tiempo.

I don't want to close my eyes, I don't want to fall asleep,
Cause I miss you baby, and I don't want to miss a thing ~

Con su voz dulce y encandiladora, el peliazul caminaba por la isla a la que había llegado tiempo atrás en un barco mercante. A su espalda llevaba su gran espada metálica, la cuál tenía un mecanismo por el cuál podía fragmentarse en tres espadas más pequeñas que la original, aunque normalmente solía emplearla en su forma original, de una manera más devastadora. Sin más, siguió andando, adentrarse en el bosque previo a la zona que debía investigar y peinar, mientras que seguía cantando aquella canción que llevaba en los labios desde el inicio de su viaje.

Instantes más tarde de que se adentrara en el bosque de la falda de la Montaña Corvo, la canción del peliazul se cortó cuando una nueva voz surgió a sus espaldas, preguntándole el verdadero motivo de por qué estaba allí. Llevando una mano al mango de su arma, Night se dio la vuelta para encontrarse con un joven que podría tener la misma edad que él, si no un poco menos. Dejó la mano en el bolsillo, dándole un voto de confianza y pensando que aquel chico venía con buenas intenciones. Si hubiera querido atacarle, podría haberlo hecho sin preguntar primero. Por tanto, el joven vendría con intenciones de conversar y entablar un poco de amistad, cosa que no le negaría por nada en el mundo. Su voz comenzó a salir rauda y energética de su boca, diciéndole a aquel nuevo compañero que se acababa de encontrar mientras estaba de misión:

- Me han dicho que hay criminales por aquí, así que no me venía mal para ganar un poco de dinero. El trabajo es el trabajo, y llevo mucho tiempo buscando un buen pedido.

Dijo con una sonrisa en sus labios, a la par que tendía su mano derecha sobre el chico, con la intención de que este la estrechase y pudieran presentarse formalmente. Eso sí, todavía no le daría su verdadero nombre, pero solo le daría su apodo una vez que fuera él el que se presentase. Intrigado por el motivo que había traído a dicho joven a la Montaña Corvo, Night le preguntó ladeando un poco la cabeza, dando una impresión alegre y amable:

- ¿Y qué le trae a usted por aquí? Viajemos juntos, mejor ir en compañía por esta zona.

Estrechando la mano del peliazul, el chico de pelo negro que había llegado instantes atrás se presentaba formalmente. ¿Su nombre? Kuroi Hagewashi. ¿El motivo de su llegada? El mismo que el de Night: ambos habían desembarcado en Dawn para cazar a unos criminales que se encontraban en la zona. Como dicho chico se había presentado ya, no quedaba nada más que escuchar para que el joven cantante tuviera que mostrarle su nombre al compañero que tenía delante. Una vez que sus manos se dejaron de estrechar, el chico llevó ambas hacia sus bolsillos, adoptando una posición un poco más despreocupada que la que había tenido antes de conocer a Kuroi. Así que le dijo, con una media sonrisa y una mirada simpática, mirándole directamente a los ojos:

- Bueno, entonces me alegro de que nos hayamos juntado dos cazadores para esta misión. Puedes llamarme Night, pero mi nombre es algo que nunca revelo a desconocidos. Pensarás que puedo ser cerrado, pero no es más que para garantizar mi privacidad. Con el tiempo he aprendido que no es bueno que la gente sepa tu nombre, pueden utilizarlo en tu contra con facilidad ~

Moviendo el cuello a los lados, como si quisiera estirar los músculos de esa parte de su cuerpo, el pelinegro se desperezaba junto con un bostezo que consiguió entrecerrar sus ojos. Cuando los orbes de color aguamarina volvieron a la realidad tras la apertura de sus párpados, se percató de que el chico pelinegro había comenzado a andar hacia delante, por lo que él hizo lo mismo. Sacando las manos de sus bolsillos, el chico emprendió la marcha con una expresión seria y alertada, por si acaso los enemigos salían de entre los arbustos para molestarles.

- ¿Qué información tienes sobre la presa? Por mi parte, sé que están repartidos en grupos de cuatro por la zona. Suelen juntarse al atardecer, donde puede haber cerca de una quincena o más de enemigos. ¿Prefieres ir por separado o esperar a que la "tarta" esté reunida? ~

Preguntó, alcanzándole y posando sus manos en el cuello, detrás de su cabeza, como si fuera una almohada. Su paso deceleró en cuanto estuvo al mismo ritmo que Kuroi, mas su mirada se dirigía hacia todos los lugares posibles y por haber. El tiempo le había hecho desconfiado de sus presas, pero tal vez esa fuera una de sus mejores cualidades.