[Privado Scarlet Nightmares] Cada río se junta en un mismo mar [parte I] {Dom 26 Mayo 2013 - 16:50}

Era el día uno de enero, estaba en una pequeña casa abandonada con varios libros y informaciones sobre la marina, informaciones y libros que me habían dado Ryu Sakuraba y Natsu Sakagami. Intentaba encontrar información sobre una tal Lucy Shion, que podría ser mi hermana, pero si era así y era comodoro, pues yo siendo pirata, apenas podría verme con ella.

Iba vestido con una camisa negra desabrochada, una corbata roja, unos pantalones negros y un cinturón del que colgaban dos espadas que me fabricó Allen y el látigo extensible. El lugar donde estaba era una casa abandonada como mencioné antes, y al ser así, estaba llena de polvo y se podía contemplar las telarañas.

Shiro, mi serpiente blanca y Natty mi tigre blanco estaban detrás mío mientras seguía investigando esos documentos. Si hace tiempo me separé de la banda, fue, por que quería encontrar a Lucy y averiguar si era mi hermana o no, no quería poner en peligro a la banda por ello y menos por que si lo hacía, Sid también correría peligro.

-¿Que estará haciendo Sid ahora?- Me pregunté para luego suspirar mientras al fin, después de tanto buscar, al final logré encontrar un documento que era sobre la gente que se había unido a la marina, rebusqué entre la lista y al final logré encontrar a Lucy Shion, la cual ponía que quería hacerse marine para enderezar a su hermano pirata Natsu Shion.

Cuando lo vi, en ese momento, no sabía que hacer, si llorar, o no hacer nada, nunca pensé que tuviera una hermana. Acaricié a Natty y a Shiro mientras dejaba todos esos libros en aquel lugar y salía de la casa abandonada, ahora que ya sabía que Lucy Shion era mi hermana ya podía quedarme tranquilo.

Debía de ser la tarde ya y no parecía haber demasiado revuelo por aquella villa, la gente paseaba calmada y animada mientras yo paseaba hacia la orilla junto a Shiro y a Natty, buscando la barca con la que llegué a la isla junto a mis mascotas. -¿Creeis que Sid se acordará de mí?- Les pregunté a mis mascotas algo triste con una expresión seria.

18/03/2013

Despues de aquel bello festival y haber pasado esa hermosa noche con Allen, me hacia dudar de lo que haria realmente de ahora en adelante dado que al saber que por boca de mi ahora capitan, que mi antiguo capitan estaba perdido en el mar y no se habia tomado un retiro me hizo pensar si realmente seguiria con aquella tripulacion. Tenia un pacto con mi antiguo capitan y ese pacto era la que de que lo seguiria a donde fuese mientras este estuviese vivo, como promesa de haberme salvado la vida hacia ya 5 años en el pasado pero con la desaparicion de mi capitan ese pacto se anulaba y no le debia ninguna lealtad a nadie aunque eso no significaba que no le tenia respeto hacia Allen. Suspire de medio lado levantandome ya de la cama que habia compartido con el mayor, sonrojandome levemente por todo lo que habia pasado ese dia pero aun sintiendome algo culpable por haberle "traicionado" a natsu aunque eso no me daba la pauta de que el no hubiese hecho eso, me di un sape mental ante esa acusacion ya que si en todo ese tiempo en que no lo habia hecho con nadie antes de nuestro primer reencuentro en la isla Karate, suponia que tampoco lo habia hecho de manera actual.

Suspire nuevamente y me fui al comedor para coger algo de la comida que habiamos comprado en el festival y que habia sobrado, por lo que me dispuse a comer hasta que mi capitan se duchara, se cambiara y viniese hacia donde estaba yo. No habian pasado muchos minutos desde que habia comenzado a comer, que senti el rudio de la puerta de madera y pude divisar la cabellera platinada de mi compañero de armas sonriendole tenumente para luego palmear la silla que estaba a mi lado para luego posar mis manos bajo mi menton tras luego ponerme muy serio- Allen.san debemos hablar.... ya ha pasado mucho tiempo desde que supimos de lo que antes era la banda y creo que es ya tiempo de buscar a los antiguos miembros que quedan y reclutan nuevos- dije viendolo a los ojos mientras sacaba un mapa y le marcaba donde estabamos en ese momento, ademas de que yo habia marcado ya unas lineas divisorias en el mapa como para ubicarme yo un poco con los coordenadas cartesianas.

Me levante de la mesa tras tomar una manzana y ver atravez de la ventana que daba al comedor , sonriendo tenuemente aunque luego de apoyarme vi hacia el cielo, pestañeando algo confundido ya que jamas habia notado el cambio que se formaban en las nubes- mmm.... llovera en tres dias Allen.san me temo que antes del segundo dia debemos partir o de lo contrario no podremos zarpar- dije tras sentir que este me abrazaba por la espalda o eso creia yo dado que mi vista estaba fijada en el cielo y pensando en aquel tonto dragon que hacia tiempo que no lo veia y extrañaba en parte los constantes acosos hasta un poco esos celos impulsivos que tenia el mayor para conmigo pero no sabia si aun sentia ese afecto hacia mi y por ello baje la mirada hacia mi anillo para luego suspirar de lado - realmente espero que Natsu y los demas, por lo menos recomponer lo que quedaba de la banda.... no quiero perder... a mi familia - digo eso ultimo con tristeza y dejar que ese calido abrazo que me daba esa persona relajara mis sentidos y los de mi akuma, la cual estaba un poco inquieta como tambien lo estaba Aizen, quien estaba jugando con un pedazo de carne que le habia dejado en el suelo para que comiera tambien pero ahora no sabia con quien dejar al lobo ya que sin Natsu, no tendria futuro por mas que yo lo cuidase desde cachorro.

Aun sucumbidos en el mundo de los sueños podía notar la gran calidez en la que me encuentro. Mi cuerpo tendido sobre la cama de mi amor se dejaba arropar por el cariñoso abrazo de mi nakama, quien en la anterior noche me había dado algo más que un cálido beso, siendo esto una cosa que ninguno de los dos olvidaremos en este nuevo año donde hemos prometido vivirlo juntos, aunque temo que algo mas fuerte nos pueda llegar a separar. Lo que más había notado en estos meses fue la desaparición de varios de los nakamas de la banda, ya que por un motivo u otro todos habían optado por dejar la banda y a sus integrantes, lo que supongo que se deberá a que como nuestro preciado capitán había desaparecido de forma extraña en aquella isla donde fuimos aprisionados por un extraño bufón, ya nadie quería seguir recorriendo peligros en las manos de su sustituto en caso de que este desapareciese. Siendo esa persona tan despreciada un servidor, quien hace unos meses de la vuelta con Sid de un pequeño viaje habíamos atracado en la isla donde tiempo antaño celebramos la primera fiesta con todos los miembros que teníamos en aquel momento, por lo que para mí sería el mejor sitio para comenzar dicha búsqueda, ya que puede que alguno recuerde dicho momento y vuelva por nostalgia.

Lo que más me alegro del pasado día, es decir, ayer mismo, es el hecho de haber pasado en todo momento con la persona que pude estar durante varios meses, pudiendo comprender lo que me estaba perdiendo con tanto entrenamiento y no gozando de su amor, a lo que no pude aguantar en el día y le arrebate uno de sus besos con mis labios, dejando que mi lado amoroso saliese a escena. Además de eso, conseguí poder sentir parte de mí amado junto a mí. Ese acto, esos movimientos, esa forma de ser de Sid, es lo que me llevo a lo que hicimos entre ambos hace un par de horas, lo que para mí fue mi primera vez junto a un chico y por ende le entregue algo que jamás podre recuperar ni volver a tener, pero que por ahora no me arrepiento de mis actos, ya que estoy feliz de saber que esa persona a la que le di mi compromiso, haya sido quien me ha abierto los ojos.

Tras una cálida noche y un gran sueño profundo, pude empezar a reabrir los ojos poco a poco, a la par que me giraba tenuemente para presenciar como mi amado se levantaba de nuestro lado y se dirigía hacia alguna que otra zona del barco, a lo que yo con una leve sonrisa correspondí dirigiéndome hacia los baños y dándome una buena ducha, ya que la cama había quedado impregnada de los malos olores que nos salió de nuestros actos. Allí solo tuve que encender el grifo con el agua a temperatura leve y poder sentir el fresquito recorriendo mi cuerpo. Esto, mas la gran fragancia de algunos champús que decidí comprar en el pasado día junto a las mercancías, son las que devuelven a mi cuerpo su fragancia natural. Ultimando con esto, me coloque un bóxer que había recogido de uno de los cajones de mi lobito y empecé a salir de la ducha ya bien aseado y limpio, dejando que mi melena al no tener coleta se dejase menear a los pasos que realizo, siendo mi objetivo la cocina, ya que un rico olor estaba saliendo por las aberturas de los pasillos, y conociendo a mi amado algo estaría realizando.

Mis pasos continuaron en dirección hacia la cocina, dejando que a cada paso que doy uno menos me separe de mi amado, y por ello de mi destino final. Tras estar andando un tiempo, y notando como el olor profundo que estaba sintiendo momentos antes cesaban, deje que mis pasos cesasen delante de una puerta de tonalidades marrones, la que empiezo a abrir con sumo cuidado y viendo a esa persona sentada en una de las sillas junto a la mesa principal de la zona de alimentos, a lo que yo respondo con una leve sonrisa mientras aprecio sus fauces también alegres, a lo que además de responder con la misma moneda, empiezo a dirigirme hacia la silla conjunta a la suya, para poder así sentarme a su lado y mirar a su rostro, a lo que cambio el mío radicalmente al ver como este empieza a ponerse serio y hablar sobre el futuro de la banda, siendo algo que ya debíamos empezar como bien pensé desde ya mismo, por ello le respondo mientras me señala en un mapa las islas cercanas y en la que nos encontramos:

-Ya lo sé Sid. Por ello he pensando en comprobar esta isla de arriba abajo antes que cualquier otra, ya que aquí si mal no recuerdas fue donde celebramos…..mi cumpleaños hace ya de eso unos 7 meses. Así que puede que alguno recuerde esas fechas y venga, aunque puede que también estén aquí por otro motivo, así que más vale comprobarlo todo.

Tras dedicarle aquellas palabras lleve una de mis manos a mi mentón para poder divisar los mejores sitios por los que podrían estar andando mis camaradas en aquellas islas escritas en el mapa de mi compañero, a lo que debo de prestar atención al observar como este se levanta y se dirige hacia una de las ventanas colocadas por encima de la mesilla de la cocina. Esta está a unos sesenta centímetros por encima de los fogones, por lo que pude comprobar su vista prologándose hacia el nefasto cielo, al que yo no puedo tener el honor a ver por mi actual posición. Por eso empiezo a levantarme aun con el dolorcito en mi trasero y me dirijo hacia Sidfried, para una vez ya cerca darle un cálido abrazo mientras este pronuncia su pronóstico sobre el cielo actual, a lo que pongo realmente poca importancia ya que lo que me estaba gustando de la situación era el poder saber que mi amado estaba junto a mí, y que ayer pudimos hacer esa cosa ya más que nombrada.

De pronto el ambiente se volvió un tanto entristecido, pudiendo oír como de los labios de mi acompañante salían unas palabras un tanto jodidas para los miembros, siendo algo que le prometí en la anterior noche que iríamos a recuperar pasase lo que pasase. Por ello empecé a dirigir mis manos con un paso lento hasta el interior de sus bóxer, para así toquetear su extremidad y su puntita, jugueteando con ella de forma leve mientras intento hablarle.

-Tranquilo Sid-chan, te prometo que intentaremos recuperar a todos los miembros posibles. Lo que hemos pasado en esa isla me ha abierto los ojos y sé que debemos proteger esta banda sea como sea, ya que para ambos significan mucho mas, por ello tranquilo-digo aumentando el tono de los movimientos en su bóxer-Que te prometo saciar tus sentimientos…y preocupaciones-digo esto ultimo antes de girar mi rostro y robarle un cálido beso, esperando que no le molestase.

Tras eso saco mi mano de su preciado lugar calentito y me los dirijo a los labios para poder saboread dicho sabor mientras moldeo la forma de estos en mi interior, para adoptar la forma de una semi circunferencia, con la que pretendo con un silbido llamar a mi querido mono que seguro que andará esperando su comida:

-Ven monito. Aquí tienes tu comida-digo a tono bajo ya que de seguro me habrá oído.

16/03/2013

La desaparición de nuestro Capitán había sido un caos. Lo peor de todo era no saber su paradero, o la mínima pista de dónde estaba, si vivo o muerto… En su lugar, Allen había tomado las riendas de la tripulación, cosa con la que estaba de acuerdo, sabía que él podría encargarse perfectamente de ese cargo, siempre y cuando no le diera por descarriar cabezas y se fuera de largo.

Ese día me vestí con ropajes casuales; una blusa que dejaba la mitad del vientre a la vista, unos pantalones cortos de color rojo -de los cuales colgaba mi cinturón, con dos cuchillos y un aro de hierro afilado-, unas botas y un pañuelo que me ataba el pelo en dos trenzas continuas. Salí hacia la cocina con rapidez, puesto que no era la primera vez que escuchaba sonar mis tripas aquél día, pero las ganas de ir hacia la sala eran menores que las de comer, por lo que me había limitado todo el día a permanecer dentro de la bañera, aislada.

Salí de mi camarote; el camino hacia la cocina era angosto, pero corto, cosa que sumaba puntos. Nuestro barco siempre me había resultado cómodo, aún más habiendo tenido experiencias navegando en balsas día y noche, aquello era más o menos un lujo. Desde el pasillo ya se oían las voces de Sidfried y Allen, el Capitán, pero no eran las típicas voces graciosas que utilizaban siempre, esta vez eran apagadas y serias, por lo que no entré, sino que me quedé unos instantes detrás de la puerta, intentando averiguar qué pasaba y, después de gesticular unas cuantas muecas y comporbar que ya no hablaban, entré empujando la puerta, deseando no interrumpir nada.

-Buenos días, Sid, Capitán. –Dije, dirigiéndome hacia el mueble de comida. La verdad es que me había resultado un tanto extraño pronunciar la palabra ‘Capitán’ refiriéndome a Allan, pero sería cosa de acostumbrarse -. ¿No os apetece algo de carne? Deberíamos salir a cazar algo.

Me serví un poco de agua y agarré una manzana, acto seguido me senté sobre una encimera, cruzándome de piernas. Sabía que el ambiente se tensaría si hablaba del tema, que seguramente en poco tiempo se convertiría en algo totalmente tabú.

Mi siguiente isla a la que iba a visitar era la villa de Syrup. Había hecho un largo camino desde que salí de Ohara de cojer unos cuantos libros para estudiar sobre la botánica. Me quedaba bastante tiempo para llegar a la Villa de Syrup. En esta isla había una pequeña villa en lo alto de una meseta, donde la única entrada a la aldea eran dos cuestas al lado norte y sur de la isla. Sería un buen sitio para relajarse y estar tranquilo, descansar un poco del trabajo diario de cazar piratas, pues era agotador, aunque no hubiese cazado a ninguno por el momento.

Pasadas unas horas llegué a la isla. Amarré el bote a una piedra que yo había cogido y era bastante grande y me fui a explorar un poco la aldea. Era de lo más tranquila. Lo primero que haría sería sentarme en la valla de madera a leer un rato los libros de plantas medicinales que había adquirido en la biblioteca.

[Privado Scarlet Nightmares] Cada río se junta en un mismo mar [parte I]

[Privado Scarlet Nightmares] Cada río se junta en un mismo mar [parte I] {Dom 26 Mayo 2013 - 16:50}

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