[Pasado]Conseguir arrestar a una persona [Sawn, Ichigo, Zender y Kenshin]]

Aún no había podido arrestar a ese revolucionario de aquella misión, esta se volvía cada vez más y más difícil ya que se perdía el rastro del revolucionario y no se sabía donde buscar. Un día me entregaron una carta anónima diciendome que sabían donde se encontraba el revolucionario Sawn White. Mis esperanzas de terminar la misión eran de un 100%. En la carta ponía el lugar donde se encontraba ese revolucionario, a mi parecer, le gustaban los sitios fríos.

Me fui de la base del Cyper Pol 1 sin decir nada, solo dejando una nota a todos mis compañeros diciendo que me iba a arrestas al revolucionario de una vez por todas. a los 5 días de irme de la base, llegué a una isla totalmente nevada donde hacía mucho frío, gracias a que me encontré con un rompehielos y me llevaron, si hubiese sabido antes, me hubiera cogido un abrigo para la ocasión. Desembarqué y me dirigí hacía dentro de la isla. No sabía hacia donde iba por la gran tormenta de nieve que había, que disminuía la visión un 80%.

Turnos: Ichigo - Takuya - Zender - Kenshin -Ichigo - Takuya - Zender- Kenshin
Tiempo: Días soleados aunque estemos a -15ºC.
Advertencia: Si no se postea en 24 horas se pasa el turno.
Imagen del lugar:

Pasaban los días y yo seguía en el bote, me había separado de mis nakamas un tiempo porque no encontrábamos aventuras y decidí viajar un tiempo yo solo. Había cogido un bote, algo de provisiones y unos berries. Seguro que alguno de mis nakamas también se habrían ido a buscar aventuras en solitario pero bueno, ahora estaba en mar abierto y se me estaban agotando todas las provisiones. Para entretenerme cogía un berrie y lo lanzaba y lo cogía, después de estar unos días navegando en mi pequeño bote una ola bastante grande lo rompió, creía que me iba a morir al ser usuario de Akuma no mi pero antes de caer al agua conseguí agarrarme a una tabla.

Durante numerosos días estuve naufragando por la mar, solo había conseguido salvar los berries y una manzana que estaba reservando aunque ya la había mordisqueado por numerosas partes. Estaba bastante cansado, no tenía muchas energías y estaba apunto de soltarme de la madera con la que estaba flotando pero no quería morir aquí por lo que estaba agarrando con fuerza. Cuando miré para un lado no me lo podía creer estaba viendo una isla aunque podrían ser imaginaciones mías, aún estaba bastante lejos y la marea seguramente no me llevaría hasta la isla por lo que debería gastar las últimas energías para llegar.

Me subí a la tabla en la cual estaba agarrado, manteniendo el equilibrio comencé a formar mercurio haciendo como un inmenso puente hasta la isla, la parte más fácil era crearlo y la más difícil era mantenerlo. Comencé a andar en dirección a la isla, me iba tambaleando ya que casi no tenía energías y una parte del puente de mercurio ya se estaba cayendo porque no la podía mantener. Tenía que hacer algo improvisado, comencé a formar algo de mercurio en las piernas para hacer como un propulsor que me lanzaría hasta la isla, después de lanzarme salí volando pero me quedé inconsciente en medio del vuelo.

Cuando me desperté estaba en una especie de taberna ya que había mucha gente comiendo y bebiendo, estaba lleno de escombros pero no tenía heridas gracias a que mi fruta es de tipo logia y el golpe no me dolió. El tabernero alarmado se acercó y me cogió, me sacó de los escombros y yo le ofrecí la bolsa que aún la tenía para gran sorpresa mía. Lo único que le pedía era comida y bebida.

-Toma esta bolsa, servirá para pagarme comida y el destrozo provocado por mi caída.

Esperé a que me diera la comida y bebida, cuando me la trajo comí a gran velocidad y disfrutando de la comida, cuando se me acababa volvía a pedir otra y así unas 4 veces. Ya tenía la barriga llena y estaba bebiendo algo de sake hasta que me di cuenta de que casi toda la taberna me estaba mirando. Ya había recuperado casi todas las fuerzas, por lo que estar durmiendo unas horas no me vendría mal, cerré los ojos y comencé a dormir aunque siempre atento por si algún graciosillo intentaba hacerme algo.

Ya había estado un tiempo durmiendo por lo cual me levanté y me marché de la taberna a paso ligero. Al salir no sabía lo que hacer por lo cual me tendría que ir a entrenar o algo por el estilo así que cogí y busqué un sitio con madera o algo parecido que me serviría para cortar y practicar con la espada. Mientras iba me estaba congelando, no había cogido un abrigo y estaba pasando mucho frío por lo que entré en una tienda cercana de ropa. Pagué con unos berries y me puse una chaqueta que protegía muy bien del frío porque nada más al ponérmela en la tienda ya notaba bastante calor.

Salí de la tienda y me dirigí fuera del poblado andando mientras intentaba mantener las manos calientes ya que se me congelaban en nada por culpa del viento frío. Mientras andaba unos bandidos me asaltaron, todos iban vestidos para protegerse del frío y unas pistolas que me apuntaban. Yo sonreí porque no sabían lo que se le venía encima, en primer lugar ellos sin preguntar ni hablar nada comenzaron a dispararme, las balas pasaban por mi cuerpo de mercurio y yo me quedé mirándolos, seguidamente solté mucho mercurio por los brazos haciendo un gran charco sin fondo en el que los bandidos se quedaron enganchados entre el mercurio y lentamente se hundían. Ellos estaban atemorizados ya que más o menos se hacían una idea de lo que les iba a pasar, se quedaron dentro completamente y cuando salieron estaban con muchos huesos rotos y llenos de mercurio.

-No tengo por que matarlos... son unos simples bandidos.

Pensé mientras me marchaba del lugar, en un momento me entró bastante sueño por lo que busqué un lugar cálido o algo parecido para cobijarme del frío. Lo único que vi fue una casa de madera y entré. Lo primero que vi fue una gran hoguera caliente y una mujer mayor. La mujer me dejó pasar y me dejó una pequeña habitación donde dormir y allí me relajé pero no me fiaba muy bien de la mujer ya que había sido muy amable.

Mientras caminaba por aquél camino, vi a un chico sentado en el suelo, parecía estar concentrado en sus pensamientos por lo que no le di mucha importancia, mi mente seguía absorta en quién sería el sujeto que cayó en la taberna y el tritón. Me dirigí a los exteriores del pueblo andando tranquilamente.

Cada paso que daba por la fría nieve era agradable para mí pues me hacía recordar mi verdadera fuerza. Caminaba tapado por mi capa cuando vi como un extraño sujeto ser atacado por unos bandidos pero salir impune de los disparos y atacarlos con un líquido que parecía debilitarlos.

-Vaya un usuario de fruta logia.-

Pensé mientras seguía caminando hasta llegar a una cabaña de montaña dónde un grupo de jóvenes viajeros me invitó a pasar dentro a tomar algo, pasé y me tras comer y beber algo me tumbé aunque siempre alerta porque no me fiaba, era demasiado extraño que invitaran a un extraño a comer tan a la ligera.