Luis, corrijanlo por favor.

Exp: 0

Nivel: 1

Nombre: Luis

Apodo: La Parca (Porque nunca habla con los que sabe van a ser sus víctimas y asesina a la gente sin ningún remordimiento)

Edad: 13 años

Sexo: Hombre

Raza: Humano, o eso aparenta, pero los que le conocen no piensan lo mismo.

Rango/Empleo: Pirata

Rango social: Bajo

Descripción estilo de lucha: Sin especificar

     -Nombre: Desconocido

     -Ejecución: No es un estilo de lucha determinado, el solo arremete contra el enemigo con todo lo que tiene e intenta matarlo con el mayor dolor posible.
Podría decirse que se asemeja a la lucha callejera, la cual utiliza cualquier arma u objeto para  defenderse o herir al contrincante, pero aun así él lo considera un estilo de lucha propio ya que no se dedica a aprender un arte marcial determinada sino que se centra en recolectar las técnicas, llaves y golpes mas potentes y eficaces combinándolos en uno, aunque no llega a ser un plagio de técnicas puesto que les da un toque especial ya que su estilo de lucha es mucho más violento y kamikaze debido a que no le importa recibir daño si con ello consigue eliminar de su camino al adversario.


Descripción física: es un niño muy guapo, aun así, la gente le teme cuando le miran a los ojos.
Su pelo es castaño de un tono muy claro, lo lleva corto y alborotado, sus cejas son finas y del mismo color que su pelo, sus ojos son grandes,  marrones y  muestran un vacío y odio a la humanidad sin precedentes. Su nariz es pequeña y chata, tiene unas orejas finas y pequeñas, sus labios son finos y rosados, su sonrisa es delicada y muestra toda la maldad que abunda en su interior, además tiene una cicatriz en la barbilla, pequeña pero a la vez profunda.
Es bastante bajito, mide 1,58 m y pesa 43 kg, tiene una gran cicatriz en su hombro, sus brazos están cubiertos de tatuajes con forma de alambre de espinos que simbolizan el dolor que tuvo en su infancia. En su espalda hay una cicatriz en forma de calavera, y sus piernas están llenas de moratones y pequeñas cicatrices.
Viste un chaleco gris empapado en sangre que nunca lava con el dibujo de una calavera, unos pantalones cortos dejando a la vista una gran cantidad de moratones además el anda descalzo ya que cualquier calzado que viste se rompe debido a la gran cantidad de golpes que da con sus piernas al pelear.

Descripción psicológica: En un niño tranquilo, raras veces se pone nervioso o muestra sus sentimientos, es muy analítico y nunca baja la guardia esperando un ataque de los que incluso considera sus aliados. Es muy impulsivo y competitivo, además  pierde la cordura cuando pelea. Es cruel y frío con las personas que no tienen valor de mirarlo a los ojos más de un segundo, de manera que a estas la mata si se le presenta la oportunidad.
Intenta con todas sus fuerzas odiar a todo el mundo, pero le resulta imposible cuando conoce a alguien que muestra un gran valor y fuerza, aun así, no significa que se halla ganado su confianza, hasta el momento nadie ha sido capaz de hacerlo. No tiene amigos y nunca los tendrá, ya que para él,  la palabra “amigo” significa, “locura”. Es muy cabezón, cuando se centra en un objetivo es casi imposible disuadirlo.  Aunque no sea muy expresivo, sus sentimientos son muy fuertes, pero no lo demuestra por el miedo a perder el deseo de venganza que guarda dentro de él, el cual  libera en sus enemigos cuando lucha, intentando no perder para poder transmitírselo a todo el mundo.
No suele pensar en los demás, tan solo se preocupa de sus intereses ya que cree que pensar en los demás es una debilidad.
   
Gustos: Le encantan las personas que huyen de él ya que cuando las persigue siente que un escalofrío le recorre todo el cuerpo, y cuando las alcanza los golpea hasta matarlos. También ama cuando la gente suplica por sus vidas y lo subestimen por su edad ya que disfruta ver el miedo en sus ojos mientras le gritan que es un monstruo, también le gusta el olor de la sangre. Una de sus pasiones en encontrar gente capaz de hacerle frente y así poder sentir el filo de sus espadas como los golpes de sus puños en su piel.
Le gustan las artes marciales, aunque no es capaz de centrarse solo en una y solo practica las técnicas que le parecen más interesantes, le gustan todas las clases de comida, además le encanta hacer enfadar a las personas, también le gusta el ruido, sea el que sea puesto que el silencio le recuerda al tiempo que estuvo encerrado.

Desagrados: Odia tener que tratar con la gente y que le traten como a un amigo ya que no le gusta atacar sin una razón, aunque sea pequeña. No le gusta dar las gracias a las personas aunque se sienta agradecido, no aguanta fallar sus objetivos, porque se esfuerza un 200% con todo lo que hace.
No soporta que le fallen o traicionen, le mientan o simplemente desconfíen de él, odia a la humanidad, aunque de vez en cuando conoce a personas a las que le resulta imposible odiar, ya sea porque se ganan su respeto o simplemente les cae bien su manera de ser. Odia a los niños y a las mujeres aún más que a todos los demás seres, ya que son los que le arruinaron la existencia y las ganas de vivir.
Otra cosa que odia es el silencio puesto que le recuerda todo lo que una vez le resultó inhumano.

Habilidades: Tiene una gran capacidad para pelear además de un gran control en combate, se le da muy bien la medicina, pudiendo pelear con más facilidad y control al saber cuáles son los puntos más frágiles del cuerpo humano. Se le da bastante bien las artes marciales aunque no controle completamente ninguna, aun así es capaz de anticiparse a los movimientos del enemigo analizando su estilo de lucha, su manera de comportarse, etc.
Otra de sus cualidades es la total ausencia de piedad, de tal modo que se lanza con todo contra su enemigo sin tener ningún miramiento, por último, otras de sus habilidades es la de canalizar su rabia en el combate, haciendo de él un auténtico monstruo.

Torpeza: No es capaz de darle importancia a los bienes materiales, debido a que lo único que le importa es la satisfacción que le da luchar, se le da fatal hacer amigos ya que cuando le miran a los ojos se asustan, por lo que se enfada y ataca, también se le dan mal mentir a la gente y quedarse callado, ya que tiene que decir siempre a la cara lo que piensa, aunque a veces eso puede ser una desventaja.
Es muy torpe con la orientación, perdiéndose en  cualquier lugar que visita, además no se le da nada bien resolver puzles y rompecabezas como tampoco se le da bien la navegación.

Profesiones: luchador (camino del dragón) de primaria y médico (cirujano), médico (farmacéutico) de secundarias.  
 
Banda: ninguna

Armas: No tiene un arma fija ya que puede luchar con cualquier objeto que encuentre, como una espada o una piedra, aunque se podría decir que su arma es su cuerpo

Historia:
Mi madre vivía en la calle cuando me dio a luz, no podía criarme, por lo que no tubo más remedio que entregarme a un orfanato, sin saber que con ese gesto de amor, arruinó mi vida.
Llegue a ese orfanato el día que nací, justo el día en que empezó mi infierno, al principio todo iba bien, hasta que cumplí 6 años, el mismo día que llegó Marco, parecía un chico simpático, era mucho mas grande que yo aunque tenia mi edad,tenia el pelo negro y rizado, sus ojos eran fríos aunque suponía que era por el hecho de que aun no tenía ningun amigo y como era nuevo decidí acercarme y hacerme su amigo, ya que ser  nuevo era difícil, algo le debía haber pasado a sus padres para que hubiera acabado aquí.
Nos hicimos muy buenos amigos, por lo menos al principio, hasta que empezó a hacer amigos nuevos y se olvidó de mí, pero eso no fue lo peor ya que ahí fue cuando empezó a insultarme, los demás se reían y le seguían el juego, pero a mí no me hacia ninguna gracia, llego un momento en el que ya no les hacían gracia los insultos, al parecer no tenia imaginación, siempre me decía lo mismo, así que para seguir haciéndose el gracioso empezó a pegarme, los abusos eran insoportables, mi vida empezó a convertirse en un infierno, estuve así durante dos años, yo se lo contaba a las señoras que nos cuidaban, pedo no le daban importancia, entonces fue cuando me desesperé, de tal modo que me enfrente a él y acabamos peleándonos, las cuidadoras nos separaron y por fin me hicieron caso, le dieron una buena reprimenda y lo encerraron en un cuartito por un mes sin dejarlo salir, me parecía exagerado a pesar de todo lo que me había hecho, él no paraba de gritar e insultarlas las 24 horas del día.
Cuando salió parecía haber aprendido, ahora me ignoraba e intentaba evitarme, pero yo tampoco quería eso, por lo que me acerqué e intente hablar con él, pero no quería ni mirarme a los ojos, entonces sin levantar la cabeza me dijo el motivo por el cual estaba aquí, había asesinado a sus padres, de repente sacó un cuchillo, yo empecé a temblar, salí corriendo a contárselo a las cuidadoras, lo cogieron y lo volvieron a encerrar en el cuarto, el gritaba con toda su rabia amenazando con matarnos a todos, a partir de entonces no sé cuanto tiempo pudo estar allí, pero fue mucho tiempo, un día cuando ya incluso se me había olvidado que estaba encerrado se plantó delante de mi con el cuchillo lleno de sangre, salí corriendo de nuevo a donde las cuidadoras, pero las encontré muertas, decapitadas, había tanta sangre que mi cuerpo dejó de responder, no podía moverme cuando escuché un ruido, me dí la vuelta y entonces me desmayé.
Cuando desperté estaba atado en mi cama, Marco estaba esperando a que me despertara, al verle la cara empecé a llorar, no podía dejar de llorar, empecé a suplicar por mi vida, pero él se reía, empezó a contarme lo que le hacían las cuidadoras en el cuarto, era horrible y me echaba a mí las culpas, pero yo no savia que le hacían esas cosas, entonces empezó a reírse de nuevo, me puso de espaldas, se sentó sobre mi y empezó a cortarme la espalda con el cuchillo haciéndome la forma de calavera, dolía muchísimo, parecía que ese dolor no acabaría nunca, se fue cuando acabó, me dejo encerrado en ese puto cuarto, por lo menos no estaba atado, aun así el miedo me impedía moverme, cada día que pasaba tenia mas miedo, todos los días me daba un trozo de carne humana, no quería comer eso, no quería convertirme en un monstruo como él. No sé cuánto tiempo estuve encerrado, pero llego un momento en que tuve que levantarme y solucionar lo que me estaba pasando, mi mente cambio en el momento en que tuve que recurrir al canibalismo, al fin empecé a comer esa asquerosa carne putrefacta, aunque ya me daba igual, no tenia otra cosa que hacer así que empecé entrenar en secreto, por mucho tiempo estuve dando patadas a una columna que había allí hasta que perdía el conocimiento, ponía mi cuerpo al límite cada día, llego un momento en el que no sentía las piernas, las tenía moradas y llenas de cicatrices pero había logrado adquirir una fuerza inhumana, era el momento de zanjar esa horrible etapa de mi vida. Mi único deseo en ese momento era matar, la sed de sangre era incontenible por lo que al conseguir la fuerza que necesitaba reventé la puerta que me aprisionaba de una patada y corrí buscando a Marco, no lo encontré y salí a la calle buscando calmar esa rabia que había en mi interior, mate a cada ser vivo que se cruzaba en mi camino pero no logré encontrar a Marco, aun así no me desesperé seguí acumulando odio en mi corazón y descargándolo a la vez con todos los de la isla hasta que al fin lo encontré, corrí hacia él tan rápido como pude, ahora era él el que tenía miedo, puso ese asqueroso cuchillo delante de él esperando a que mi puño se frenara, pero no lo hizo, estaba ciego de ira, el cuchillo me atravesó el hombro pero mi puño fulminó su cara, se quedó inconsciente y aun así yo seguía golpeándole, seguía, seguía, seguía, a cada golpe que le daba sentía que aumentaban mis fuerzas, lo golpeé hasta que llegó un momento en que golpeaba el suelo, no quedaba nada de él, mi camisa quedó empapada en su sangre, ese olor, el olor de su sangre se convirtió en la fuerza que necesitaba para seguir viviendo, entonces me dí cuenta que no era suficiente, mi cuerpo pedía más, mate a cada persona de esa isla intentando calmar ese ardor que le quemaba el pecho, maté a muchísima gente, tanta como el cuerpo me pedía, cuando maté a la ultima persona de la isla el resquemor que me hacia la existencia insoportable cesó, en ese momento mi cuerpo dejó de reaccionar, perdí mis fuerzas en un abrir y cerrar de ojos pero al fin estaba tranquilo, estaba yo solo en aquella isla, nadie podía hacerme daño.
Cuando desperté, no había nada que hacer allí, no estaba disgustado con lo que había hecho, es mas mi cuerpo seguía pidiendo sangre, aunque no de la misma manera, ya no era por calmar un ardor en el pecho, ese ardor se había convertido en un placer sin igual, ahora esa era mi nueva manera de sentirme vivo. Decidí coger un barco de los que había en el puerto, para convertirme en pirata y  tener un enemigo tan grande como el Gobierno Mundial en mi contra.

Mar de origen: Nuevo Mundo

Pertenencias: Un bote

Botín de partidas: Ninguna

Sueños: Vivir a su manera disfrutando la lucha al máximo, y unirse a una banda capaz de hacer grandes cosas para poder crear un mundo en el que solo sobrevivan los fuertes, las personas capaces de hacerle sentir vivo al luchar.

Referido por:  Adriaanromero26