¡10 años en activo! Hace ya 10 años que esta comunidad, todavía más antigua, encontró su lugar en OPD. Los tiempos han cambiado y los usuarios más antiguos han dado paso a las nuevas generaciones que hoy rolean, pero siempre con el mismo espíritu que nos vio nacer: Construir juntos la historia más grande jamás contada. Da igual si acabas de llegar o llevas una vida; si te quedas o te vas: Gracias por hacer de este foro un lugar mejor.
27/02La actualización ha terminado con éxito casi completo. Quedan cosas por pulir, pero en breves se solventarán.
27/02Hemos tenido un pequeño problema con las afiliaciones al cambiar de skin. Rogamos comprensión y un poco de paciencia.
27/02La lotería ha terminado. Ya no se pueden intercambiar más premios por este evento; gracias a todos por participar.
Búsquedas
Últimos Temas
Últimos temas
Nuevos negocios [Privado Alpha]Hoy a las 19:29Freites D. Alpha
Regalos de mi caja fuerte. rebalanceo. Hoy a las 18:51Freites D. Alpha
El oasis de la oración [Priv. Grimm]Ayer a las 16:30Jaldabaoth D. Caprino
Creación de frutas del diabloAyer a las 14:37El Gremio OPD
El zoológico del Dino pt 1Ayer a las 13:51El Gremio OPD
Petición de moderación de técnicasAyer a las 13:33El Gremio OPD
Sello explosivo, la trampa ninja IIIAyer a las 11:37Okada Rokuro
Entrenando con una monadaJue 25 Abr 2024 - 22:01Berry
Siguiente ronda


Ir abajo
Rylanor
Vicealmirante
Rylanor
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios

La voluntad de ser un vago [Kai y Kardak] Empty La voluntad de ser un vago [Kai y Kardak] {Dom 22 Nov 2015 - 10:17}

Saltó por encima del muro del cuartel y se alejó sigilosamente, escuchando de fondo los gritos llamándole. Había ido de un pelo. Habían querido encasquetarle una aburrida misión de patrullaje por la costa. Al parecer estaban buscando a una banda pirata que merodeaba por la zona. ¿Y a él qué le importaba aquello? Mientras los piratas no molestasen a nadie, no iba a mover un dedo. Que supiese no eran una banda peligrosa. "Además, nadie me va a impedir salir al bosque a dar rienda suelta a mi amor." Pensó, con una sonrisa y ligeramente sonrojado. El Comodoro era un hombre bastante joven para su cargo, de unos veintipocos. Era bastante alto y muy corpulento, de unos dos metros de altura y cuerpo musculoso pero proporcionado. Su pelo era largo y oscuro, y le crecía de una manera "salvaje", como si nunca se hubiese dado un corte en condiciones, dándole un aire rebelde. En aquel momento vestía un pantalón holgado y oscuro, un chaleco blanco abierto que dejaba su torso al aire y nada por calzado. Llevaba un saco al hombro.

Evitó las calles principales, y trató de llegar hasta las afueras lo antes posible. No quería llegar tarde a su "cita". Nadie iba a impedírselo, ¡nadie! Ni siquiera ese vago impresentable de Al. Mira que andar encargándole a él y al resto de la Flota los trabajos que no quería hacer... "Espera, si yo también hago lo mismo" pensó, llevándose un dedo a la boca mientras reflexionaba sobre ello. Luego se encogió de hombros "Qué mas dará, quejarse de Al es tradición en la Brigada." Avanzaba bastante sigilosamente para su tamaño y la velocidad que llevaba, en parte por su habilidad natural para ello y en parte por su entrenamiento como espía. Logró salir de la población sin ser visto por nadie, y se metió en el bosque cercano.

- Al fin... - murmuró, con una sonrisa traviesa.

Ahora ya nadie podría venir a encargarle tareas e impedirle hacer lo que quisiera. Se adentró corriendo en el bosque, alegre y extasiado, y en mitad de su carrera dio un salto para agarrarse a una rama baja. Sin embargo, el joven marine no tuvo en cuenta que si un cuerpo de unos ciento veinte kilos a unos quince kilómetros por hora, se estrella contra una pieza de madera de unos cinco centímetros de diámetro en un área no superior a la de un puño, la presión ejercida sería demasiado fuerte. Y así fue como Kai, su saco de comida y media rama salieron volando por los aires, en medio de los gritos del Comodoro. Fue a aterrizar en un charco de barro de cabeza, empapándose y manchándose todo. Se levantó, medio tambaleándose y algo desorientado.

- Uff... qué caída más tonta. Ya no hacen árboles como los de antes.

Entonces cayó en la cuenta de algo, y buscó la bolsa que había traído consigo con cierta urgencia. Comenzó a girar rápidamente la cabeza, hasta ver algo blanco sobresaliendo de un arbusto. Corrió hacia allí, y sacó su fardo de este. Rápidamente lo abrió, y comenzó a revisar su contenido. Los bocatas parecían un poco aplastados, pero sobrevivirían. La cantimplora estaba bien, y la tableta de chocolate estaba hecha trizas como cabía esperar. Sin embargo, eso no era lo que buscaba Kai. Apartó la toalla que había llevado para tumbarse y siguió buscando más al fondo, hasta extraer una botella de vidrio marrón, a la cual besó y abrazó, entre lloros.

- ¡Perdóname, perdóname! ¡No quería meterte este susto! Pero tranquila, ya estamos solos y nadie va a separarnos.

Relamiéndose los labios, arrancó con los dedos la chapa y comenzó a beber la cerveza a grandes tragos. En su mente, todo era felicidad y amor. Sí, Kai era un completo idiota, un vago y un alcohólico. ¿Qué narices hacía de Comodoro, o en la Marina siquiera?


Recuerdos:

Raghorne worshipper
Rage for the Rage God, flames for his flaming throne


Ficha
Kardak Brigar
Kardak Brigar
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios

La voluntad de ser un vago [Kai y Kardak] Empty Re: La voluntad de ser un vago [Kai y Kardak] {Dom 22 Nov 2015 - 10:56}

Pensar que me darían una misión en la que podría hacer un poco lo que quisiera, sobre todo porque en este caso, tenía que buscar a una persona para que trabajase... Mi pregunta en este caso sería el por qué mandaban a alguien que normalmente no quiere trabajar a buscar a alguien que tampoco quiere trabajar, pero en este caso no iba a quejarme, asi que salí en busca de aquella persona sin muchas ganas; como de costumbre, pero esperando poder llegar a disfrutar de una buena paz y tranquilidad antes de tener que trabajar de nuevo, pero con todo, no era cuestión de tentar a la suerte porque por mucho que uno quisiera tener tranquilidad, si alguien encontraba a ese hombre antes, seguramente tendría que ponerme a trabajar de nuevo, y eso era algo que no me apetecía en absoluto, así que tendría que tratar de esconderme igualmente.

Me dirigí de forma rápida al bosque, pasando a reducir el paso dentro para disfrutar precisamente de la paz que ofrecía este. No había manera de que formasen ruidos molestos, solo los ruidos naturales ofrecían una tranquilidad que me agradaba, y no tenía molestias tales como otras personas hablando, o tratando de mandarme a trabajos molestos, o sencillamente diciendo que en vez de manejar mi rifle de francotirador debía dedicarme a esgrima o cosas así. Ese tipo de personas bien eran una gran molestía que no podía quitarme de encima; y que no hacía mas que replantearme continuamente el motivo de por qué había decidido entrar en la Marina, pero no es que pudiera quitarme ahora, así que suspiré, a falta de no poder hacer otra cosa mas que aguantar el tirón.

Mientras caminaba, para mi desgracia localicé al tipo de la descripción... Un hombre bastante musculado y grande; que podría dejarme paralítico con un golpe, junto con una bolsa ahora abierta, que estaba llena de comida variada y él estaba sujetando abrazado una botella de cerveza como si fuera una mujer... ¿Y en teoría este hombre era mi superior? Parecía mas un borrachuzo de pueblo, pero en mi caso, mi trabajo había terminado nada mas encontrarle, y en teoría tendría que llevarle al cuartel para que hiciera su trabajo, pero eso era algo que escapaba precisamente a mis habilidades, sobre todo porque si trataba de llevarle al cuartel seguramente él podría mandarme volando con un puñezato, junto con que no me apetecía nada el tratar de terminar mi espacio tranquilo.

- Esto, en teoría me han enviado a buscarle, pero como a ambos nos parece una molestia volver al cuartel a hacer trabajos aburridos... ¿Hacemos como que no nos hemos visto? - Dije, en un intento de librarme de tener que hacer el trabajo, sobre todo porque él parecía ser como yo, que consideraba una molestias los trabajos que nos encargaban, y que no me regañaría por decir ese tipo de cosas. Claro esta, si teníamos problemas yo tenía mi rifle de precisión dispuesto para ser montado en un momento, pero por el momento todo estaba tranquilo y no quería precisamente tener que luchar contra nadie. Solo esperaba que aquel hombre aceptase mi sugerencia, y poder de ese modo ir cada uno por su lado para disfrutar de una buena cantidad de paz y tranquilidad.
Rylanor
Vicealmirante
Rylanor
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios

La voluntad de ser un vago [Kai y Kardak] Empty Re: La voluntad de ser un vago [Kai y Kardak] {Dom 22 Nov 2015 - 18:53}

De repente algo lo puso alerta. Detectaba una presencia no demasiado lejos de él con su mantra. ¿Quién se acercaría? Alzó la cabeza, desconfiado, y comenzó a mirar entre los árboles. Un chico rubio con uniforme de recluta se acercaba a él. ¿En serio le habían encontrado tan rápido con todas las molestias que se había tomado para ocultarse? "Puff... en el peor de los casos puedo convencerlo de que no me delate, o intentar sobornarlo de alguna manera. No tengo nada de ganas de ir a esa misión." Kai tenía muy buenos motivos para no querer liderar aquella operación, a parte de sus ganas de vaguear. Tenía objeciones morales para ello. Con un suspiro, apoyó la botella en el suelo y se levantó, pensando en cómo abordar el tema, cuando de repente el chico le ahorró las molestias proponiéndole hacer como que no se habían visto. El oficial se relajó notablemente, y le contestó:

- Pues oye, te lo agradezco. No me apetece nada ir a esa misión - le tendió la mano - Mi nombre es Kai.

Volvió a tumbarse y cogió uno de los bocatas. Lo desenvolvió y comenzó a comerlo a grandes bocados. Oh, cierto... ¿por qué no invitaba a aquel chico? Al fin y al cabo, iba a encubrirle. Y ya que se había venido hasta aquel lugar, pues podía decirle que se quedara. Así tendría algo de conversación.

- ¿Te apetece? - dijo, tendiéndole uno de los paquete - Es un bocadillo de jamón asado. También tengo de atún, si lo prefieres.

Se recostó contra la rama de un árbol y le dio un mordisco enorme al suyo. Comenzó a devorarlo a grandes bocados, llenándose buena parte de la cara de harina en el proceso. Pero no le importaba demasiado. Era inevitable mancharse un poco, y la harina no era particularmente molesta. Miró con cierta curiosidad al recluta. Su presencia no era particularmente intensa, o eso le decía su mantra, y tampoco parecía muy fuerte. Por otro lado, había gente que incluso sin haber trabajado su cuerpo demasiado llegaban a ser guerreros dignos de temerse. Sin embargo, si el joven recluta iba a llegar a ser así algún día, desde luego de momento no lo era. "Me pregunto que estilo de combate empleará. Le pega el combate a distancia, aunque Al también es un tipo delgado y sin embargo emplea espada." Tal vez empleara akuma.

- Dime, ¿qué tal te desenvuelves en combate? Qué arma empleas, y demás. Yo personalmente prefiero el combate a mano desnuda - dijo, amistosamente - Supongo que influye el hecho de que me hayan entrenado monjes del Sokudan.

Pronunció con cierto orgullo el nombre de su orden. Era posible que su compañero no supiera nada de ella, aunque tras la muerte de su senpai se había vuelto un tanto famosa. La Orden del Sokudan era un grupo de monjes guerreros centrados en el culto al cuerpo y la preservación del conocimiento. En realidad existían dos ramas en la propia Orden, los que dedicaban su tiempo a la meditación y al entrenamiento propio y de los nuevos adeptos, y los que se encargaban de las facetas más intelectuales. Los segundos eran más conocidos debido a su arte marcial, del cuál era usuario el difunto ex-Almirante y revolucionario Lion D. Karl, su senpai. Debido al desgraciado final que había sufrido (muerto intentando derrocar al Gobierno Mundial durante la guerra de Mariejoa), los miembros de su Orden no estaban muy bien vistos entre las filas de la Marina. Sin embargo, esto le importaba más bien poco a Kai. Se había ganado su posición a la fuerza, aun a pesar del odio injustificado que había recibido por parte de muchos de sus camaradas en el pasado. ¿Qué más le daba a él? El respeto había que ganarlo.


Recuerdos:

Raghorne worshipper
Rage for the Rage God, flames for his flaming throne


Ficha
Kardak Brigar
Kardak Brigar
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios

La voluntad de ser un vago [Kai y Kardak] Empty Re: La voluntad de ser un vago [Kai y Kardak] {Dom 22 Nov 2015 - 19:47}

Por un momento cuando se levantó, pensaba que iba a intentar dejarme inconsciente para evitar que le delatase al cuartel, pero entonces al oir mis palabras se relajó, haciendo que el ambiente se volviese menos tenso por un segundo. Para mi no es que me gustase estar en presencia de otras personas, pero por el momento tenía que aguantarme, ya que él era mi superior y por tanto era mejor no ponerme en su contra, aunque no parecía mal tipo debido a que se presentó mientras estrechaba mi mano sin ningún problema para mi persona, porque alguien de esa complexión física bien podría haber acabado estrujándome la mano de tal manera que podría dejarla inservible, pero no lo hizo. Otra cosa a tener en cuenta era que estaba cargado de provisiones y no tenía ninguna ganas de ir a una misión, así que podría decirse que éramos compañeros de armas en ese sentido por no querer trabajar precisamente.

- Soy Kardak, de rango Recluta. - Dije, presentándome mientras le estrechaba la mano. Lo que no esperaba era que me ofreciese estar junto a él para relajarme mientras me ofrecía algo de comer. Prefería irme de ahí, pero no es que pudiera rechazar un ofrecimiento de un superior, aparte de que tenía algo de hambre... Malditos dilemas que surgían en estos momentos sin saber que hacer... Era molesto, pero no tenía otra más que obedecer por el momento hasta que pudiera largarme de ahí... no estaba precisamente cómodo tratando de hablar con otros, prefería mil veces que me dijeran que tenía que hacer una cosa a mantener una conversación larga, que era lo que seguramente tendría que hacer en estos momentos con Kai y tendría que fastidiarme hasta ver la oportunidad para poder salir de allí sin causar ninguna molestia.

- De acuerdo... El de jamón asado. - Dije, mientras cogía el bocadillo y pasaba a sentarme en el suelo, empezando a comer el bocadillo a bocados pequeños, a diferencia de Kai que iba comiéndose el suyo a grandes bocados y manchándose de todo. Podía notarse en todo momento que era poderoso en cuestión física, con un cuerpo que muchos envidiarían tener para poder defenderse de los diversos ataques, o sencillamente para intimidar a los demás sin tener miedo a las consecuencias. Sin embargo, Kai no parecía ser de ese tipo de personas, porque bien podría intimidarme pero no lo estaba haciendo, quizás porque éramos de la misma facción, o porque era así de personalidad. En cualquier caso, mis pensamientos pronto se vieron interrumpidos por una pregunta que me dirigió acerca de mi sistema de combate, mientras explicaba el suyo que era pelea a puño descubierto con una mezcla de artes marciales. Él era de los que seguramente disfrutaban de una buena batalla, algo que no llegaba a comprender en absoluto.

Pasé a coger mi bolsa, y ensamblé en un momento mi rifle de francotirador, demostrándoselo en un solo momento. - Prefiero terminar con el enemigo rápido... Un disparo y paso a otra cosa. Si fallo... no llega hasta donde estoy por algunas trampas que preparo de antemano. - Dije, siendo patente que yo detestaba el combate físico o cercano. No me gustaba en absoluto, era muy cansado y requería demasiada energía. Bastaba con disparar una vez, y el enemigo ya podía despedirse de su vida, o al menos no podría moverse durante un buen rato, lo cual era más que suficiente para que el resto se dedicara a terminar el trabajo mientras yo pasaba a otra cosa. Entonces pasé a plegar el rifle para guardarlo de nuevo en la bolsa, para luego meterme el bocadillo en la boca para seguirlo comiendo. No sabía si tenía que seguir la conversación mediante un nuevo tema de conversación, o solo permanecer en silencio... Prefería mil veces tener que escuchar a hablar.

- ¿Por qué prefieres combatir a corta distancia? Muchos dicen que es excitante... No lo entiendo. - Dije, tratando de seguir la conversación, aunque mi pregunta podía sonar extraña. No entendía precisamente por qué ellos siempre preferian arriesgar sus vidas desde el frente, luchando con espadas y en el que un descuido te costaba tu vida, si podías evitar daños y eliminar a los enemigos desde la retaguardia de un solo disparo. Era más seguro, eficaz, y sobre todo podías irte a casa pronto una vez dieses en el blanco, todo en un solo momento y sin problemas; en vez de tener que acercarte, ponerte a tratar de abrir un agujero en su defensa y ensartar la espada en ese momento para poder acabar el combate, eso si no recibías antes un espadazo que te dejara malherido o peor.
Rylanor
Vicealmirante
Rylanor
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios

La voluntad de ser un vago [Kai y Kardak] Empty Re: La voluntad de ser un vago [Kai y Kardak] {Miér 25 Nov 2015 - 8:21}

Observó cómo Kardak montaba el rifle en nada, encajando las piezas con la habilidad propia de la experiencia. Así que un tirador, ¿eh? La verdad era que Kai aun no se había encontrado con ninguno bueno de verdad aun. Los enemigos más poderosos a los que se había enfrentado empleaban un estilo de combate más cercano. Por sus palabras se adivinaba que no era de la clase de personas que buscase desafíos; se limitaba a eliminar lo más rápidamente a sus objetivos y evitar que se le acercaran. Kai se frotó la barbilla mientras reflexionaba sobre ello; ¿hasta qué punto era correcto aquel estilo de lucha? No empleaba la propia habilidad del propio cuerpo; cualquier persona lo bastante diestra y con suficiente puntería podía ser un francotirador. Por otro lado, el saber montar y colocar trampas lo bastante bien como para evitar que nadie se acercara, esconderse y acechar hasta el momento exacto... sí, todo aquello requería bastante habilidad. Sin embargo no era un estilo que le agradara. El combate mano a mano era una lucha de habilidad entre dos combatientes, mientras que en el disparo de un francotirador no había más que muerte. Ni siquiera se le daba al enemigo la oportunidad de defenderse; un instante y todo había acabado.

- ¿Que por qué prefiero mis artes marciales? - dijo, dándole un trago a la cerveza - Tu forma de combatir y la mía son como mundos totalmente diferentes, y por eso probablemente no entiendes qué vemos los luchadores en en nuestros combates - con una sonrisa, se acomodó contra el tronco y siguió hablando - La diferencia entre nosotros puede explicarse como la que hay entre... ¿cuál sería un buen ejemplo...? Tal vez la que habría entre un arquitecto y un artista. El arquitecto dibuja con un fin concreto, y no se preocupa por los detalles que carezcan de importancia en la consecución de su objetivo. Tan sólo busca dibujar ese plano, que para él es un medio, y no un fin. En cambio, el artista hace un dibujo en el que vuelca todas sus energías. Su dibujo es un fin en sí mismo, no un medio.

Para muchos hubiese sido casi un espectáculo de circo ver al gigantesco marine hablando de aquella manera, casi como si fuese un pensador un filósofo. Con su aspecto de matón de barrio bajo, ¿quién se hubiera pensado que podía ser un hombre instruido? Hasta sus compañeros de flota se hubiesen sorprendido en aquel momento. Al fin y al cabo, dedicaba la mayor parte de su tiempo a comer, entrenar, dormir o hacer chistes malos y tocarles la moral. Pero como buen monje, había estudiado y era una persona con un mínimo nivel de cultura. Y más importante, le habían enseñado a pensar y razonar. Una destreza de la que demasiada gente carecía.

- Para los francotiradores, o al menos para la mayoría de con los que he tratado, matar a alguien es sólo su trabajo. El hecho de arrebatarle la vida a alguien en un instante es un simple medio para el fin que persiguen: la recompensa por su oficio. Ya sea un ascenso, una paga o alguna otra remuneración. Los luchadores como yo somos diferentes. Cuando combato, el combate no es un medio. Es un medio y un fin en sí mismo. Es el medio que empleo para perseguir un fin mayor: mantener el equilibrio en el mundo y luchar por la justicia. Pero también es un fin. Disfrutar del propio combate y medir mis habilidades con el contrario, adaptarme a su estilo, intentar predecir sus intenciones... todo ello le da emoción a las batallas. Hasta el riesgo de ser herido, cuando la razón dice que es algo que debería evitar a toda costa, no es más que otro factor más que vuelve más intensas las batallas.

Miró a los ojos con curiosidad a Kardak, preguntándose si alguna vez había combatido. No creía posible que nadie pudiera comprender lo que era la emoción de la lucha, esquivar por milímetros un golpe y desencadenar un contraataque aprovechando el propio movimiento del rival, el subidón de adrenalina al saber que en cualquier momento podría salir herido, el sabor de la sangre... todo aquello eran sentimiento que alguien que no hubiese luchado nunca no podría entender.

- Sin embargo, no todo se reduce a eso. La otra gran diferencia es que en un combate a tan corta distancia no es sólo tu vida la que está en peligro. La de tu oponente está en tus manos. Tu propio cuerpo es un arma de doble filo; si golpeas empleándote a fondo podrías al otro, pero si te descuidas y eres demasiado blando para intentar no eliminarlo, podrías salir gravemente o incluso mortalmente herido. Y aquí llega la gran diferencia: yo puedo capturar a mis objetivos vivos. Un francotirador a lo máximo que puede aspirar es a incapacitar el movimiento de su víctima y luego atraparlo, pero por lo general no suele ser para eso para lo que se os envía. ¿Me equivoco? - dijo, con una sonrisa un tanto sarcástica - Dime, ¿alguna vez te has peleado con alguien?


Recuerdos:

Raghorne worshipper
Rage for the Rage God, flames for his flaming throne


Ficha
Kardak Brigar
Kardak Brigar
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios

La voluntad de ser un vago [Kai y Kardak] Empty Re: La voluntad de ser un vago [Kai y Kardak] {Miér 25 Nov 2015 - 10:20}

Mi pregunta había desencadenado lo que parecía ser una diatriba bastante larga acerca de este tema. Él veía como que los francotiradores éramos alguien que no tenía ningún tipo de sentimiento acerca de nuestras víctimas, ni que sintiéramos lo mismo que los que estaban luchando cuerpo a cuerpo siempre. Lo comparaba a un arquitecto y un artista, centrándose cada uno a lo suyo. Yo cuando disparaba directamente solo sentía la presión de que no debía fallar mi tiro, para evitar alertar al objetivo y se pusiera la situación más peligrosa para mi persona. Con todo, podía admitir que la pasión que Kai le estaba metiendo a como las artes marciales y las peleas cuerpo a cuerpo, se notaba que era otro entusiasta de ese estilo de batallas. Aparte, expuso una de las pegas que normalmente se colocaban a los francotiradores, siendo que nosotros solo íbamos a matar al objetivo, no a tratar de capturarlo con vida, o como mucho solo podíamos incapacitarlo para poder llevarlo luego al cuartel.

Lo que no esperaba era la pregunta que me hizo acerca de si había estado en alguna pelea antes. Me dediqué a pensar en eso un momento, pero en realidad no tenía ni una pelea remarcable en mi vida. Normalmente era el típico niño que era ignorado directamente, así que no tuve que levantar mis puños para pelear. - No, no he peleado. Normalmente la gente me ignoraba, así que no tenía motivos para pelear. Lo único que quizás pasó fue que me puse a entrenar con el rifle, un Marine me vió que tenía buena puntería, y aquí estoy. - Dije sencillamente, mientras pasaba a seguir comiendo mi bocadillo. Sin embargo, pensaba añadir alguna cosa con respecto a algunas cosas que él había dicho sobre los francotiradores, ya que no estaba totalmente de acuerdo con lo que él decía, y parecía que el debate estaba lo suficientemente abierto como para que pudiera expresar mi opinión sin mayor problema ni riesgo.

- En cuanto a lo de solo incapacitar... No estas del todo equivocado, pero tampoco estas correcto. Todo depende de la munición, entre otros. Si empleas munición no letal, pues incapacitas pero no matas. Y si fallas, el objetivo te descubre y se vuelve todo complicado. La tensión que ya tenías de no poder fallar un tiro aumenta todavía más. Aunque tengas trampas, eso no quiere decir que el objetivo no las esquive. - Dije sencillamente, casi de forma monótona. No había estado todavía en ninguna situación como esa, pero la tensión que sentía cada vez que tenía que disparar era horrible, el pensar que solo tenías un disparo antes de que todo se complicase era horroroso, aparte de que tenías que moverte una vez disparases para evitar que te descubriesen, y si te descubrían era cuestión de salir corriendo para evitar que te pillasen, porque si no, uno lo tendría demasiado complicado como para salir intacto de una batalla, y si un francotirador acababa herido, dependiendo de las heridas uno tendría que retirarse para siempre del oficio si no era capaz de volver a apuntar bien con su arma sin que le faltase el pulso.

- Quizás es como un cazador intentando cazar a su presa. Un momento de distracción, y la presa escapa. Eso es lo que suelen decir los pocos francotiradores que he conocido. - Dije sencillamente, mientras pasaba a terminar el bocadillo, calmando de ese modo el hambre que tenía, aunque ahora lo que tenía era algo de sed, pero no tenía muchas ganas de tomar cerveza; aparte de que seguramente Kai se pondría hecho una furia si alguien se terminase la cerveza si no fuera precisamente él. Otra cosa es que no sabía como seguir la conversación demasiado, no es que me fuese precisamente la vida en ello, pero alguna que otra vez tendría que aprender a dialogar como era debido y mantener bien una conversación.
Contenido patrocinado
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios

La voluntad de ser un vago [Kai y Kardak] Empty Re: La voluntad de ser un vago [Kai y Kardak] {}

Volver arriba
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.