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¡Un nuevo legado! [Diario Pre-ficha] Empty ¡Un nuevo legado! [Diario Pre-ficha] {Jue 1 Sep 2016 - 23:36}

Desde pequeña soñaba con convertirse en una gran guerrera. Cada vez que llegaba a casa, encendía la televisión y veía como los personajes de la Guardia Real llegaban victoriosos después de arduas batallas contra Nardilhon. El imperio nombrado, junto a su tecnología, había arrasado con casi todas las regiones de la enorme isla que más bien parecía un verdadero continente. Sin embargo el único reinado que resistía ante sus incesables ataques era el del Rey Ulric, que junto con su propia tecnología, que muchos llamaban magia, pudo hacer frente a la invasión.

Con la pasión de convertirse en una miembro de la Guardia Real, logró hacerlo. Ingresó apenas a los diez años y desde esa corta edad comenzó a preparar su cuerpo y mente, comenzó a familiarizarse con el estilo de batalla de los Halcones hasta que finalmente lo dominó.

-¡Protejan la ciudad! – gritó uno de los hombres que vestía el negro – Detengan a los androides.

Ciertamente todo el continente se encontraba en guerra debido a la existencia de dos grandes fuerzas, pero el Gobierno Mundial apoyaba –secretamente– al Imperio de Nardilhon. Todos sabían que les proporcionaba recursos, hombres y armas puesto que no le convenía que el reinado de Ulric saliera victorioso. Era un reinado pacifista que no gustaba de involucrarse en los problemas del Gobierno por lo que jamás dio apoyo para frenar la piratería.

Ashelia se encontraba en el campo de batalla junto al resto de los de la Guardia Real. La chica pelirosa se encontraba, jerárquicamente, en los niveles más bajos pero su destreza en el combate dejaba en ridículo a mucho de los de más alto nivel. Era una de las pocas que era lo suficientemente buena en el uso de los cañones como en el manejo de los enormes mandobles que debían blandir en el combate. Gracias a la tecnología su cuerpo era impulsado a velocidades que superaban la de un humano corriente; esto le permitía moverse sin dificultades por el campo de batalla.

Uno de los androides apuntó a la muchacha mientras ella salvaba a Nett, hijo del Rey Ulric. El joven de cabellos negros era ágil y muy hábil con el uso de gujas, sin embargo no podía hacer frente a las enormes maquinarias de guerra que el Imperio de Nardilhon enviaba. Ashelia desenfundó el enorme cañón que llevaba en su espalda para destruir al androide que apuntaba a su Príncipe, mientras que este último lanzaba la guja para derribar al androide que apuntaba a la pelirosa.

-Me debes una – le dijo él con una enorme sonrisa –.

La chica se ordenó el cabello.

-Ya he perdido la cuenta de cuantas me debes, querido Príncipe – respondió ella con seguridad –. ¡Vamos! No hay tiempo que perder.

Ashelia se abrió por el campo de batalla barriendo con los androides que disparaban retardadamente. Era fácil derrotarlos puesto que eran torpes, lentos y sus pistolas cargaban sumamente lento. Sin embargo, los difíciles eran los Cazadores. Enormes máquinas de guerra; colosos titanes de acero que en vez de tener manos, tenían dos enormes tenazas y sobre ellas unos enormes cañones que arrojaban plasma.

Tras barrer con la primera línea de androides, Ashelia se dirigió inmediatamente hacia uno de los Cazadores que se encontraba a tan solo veinte metros de ella. Corrió a toda prisa cargando con su enorme mandoble en ambas manos, dio un salto y cayó sobre la máquina. Una vez estando sobre la “cabeza” del robot, derrotó a uno de los hombres que salió a defenderlo; posterior a ello, lanzó una granada por una grieta que había. Saltó lo más lejos que pudo y antes de caer la granada explotó haciendo que la colosal maquinaria se redujera a chatarra.

La batalla aún no terminaba. Defender la ciudad era un tema complicado y por cada androide que derrotaban, aparecían dos o incluso tres más. ¡No solo aparecían más androides! También hombres armados con fusiles y hachas de guerra. Por otra parte los Cazadores tenían el suficiente poder como para reventar el Muro de Energía que rodeaba la ciudad. Ashelia dio un vistazo a su alrededor y notó como sus compañeros iban perdiendo terreno, incluso algunos perdían la vida intentando defender la pequeña ciudad que se alzaba tras sus espaldas.

-¡Retirada! – gritó el Príncipe – No podemos ganar esta vez.

La muchacha odiaba tener que correr en vez de seguir luchando pero no podía negar que esa era la opción más sensata si quería seguir con vida. Guardó el mandoble y lo sustituyó por el cañón a dos manos. Este era pesado, pero no lo suficiente para impedir los veloces movimientos de la chica; mientras retrocedía intentaba ganar terreno con cada disparo que salía de su cañón, y por cada munición gastada un androide caía. El grupo retrocedió hasta el punto de verse dentro del muro de energía el cual comenzó a ser bombardeado por arsenal de los Cazadores.

Ashelia disparó la última munición que le quedaba a su cañón y lo arrojó al suelo. Desenfundó su espada mientras esperaba que el muro fuese destruido por completo, no tenía mayores opciones que quedarse ahí ganando tiempo para que sus compañeros huyeran. No le molestaba dar su vida con tal de que los demás viviesen, aunque fuese poco tiempo. La infantería de Nardilhon contaba de un limitado número de hombres acorazados, cubiertos con las mejores armaduras de la región. Sus enormes espadas brillaban en la oscuridad mientras que sus doradas corazas representaban el poder económico del nefasto imperio.

La pelirosa aguardó hasta que tuvo que enfrentarse contra uno de ellos. Eran hombres ágiles, diestros en batalla y muy inteligentes los cuales no tenían sentimiento alguno más que asesinar a quien tuviesen en frente. Seguían órdenes sin dudar, eran perfectas máquinas de guerra que el Gobierno Mundial creó. El enmascarado dio un golpe contundente con el arma pero fue detenido por la respuesta anticipada de Ashelia que lo detuvo con su mandoble; tras el choque de espadas, la chica se adelantó para infligir un corte horizontal que fue detenido por la mano acorazada del guerrero. El daño que recibió la extremidad del hombre fue mínimo, aunque no podría volver a utilizarla dentro de un buen rato. Ventaja suficiente para que Ashelia  atacara nuevamente, esta vez formando un tornado sobre su propio eje; un verdadero tornado de espadas arremetió contra el hombre que podía defenderse usando solo una mano.

-¡¡Cae!! – gritó la chica al mismo tiempo que detenía su remolino.

El guerrero cayó causa del sin fin de espadazos que recibió en todo el cuerpo. Ashelia quedó agitada e intentó recobrar el aliento pero no podía detenerse, aún no era tiempo de hacerlo. Guardó el arma y comenzó la huida; a sus espaldas le seguía un gran número de androides que no dejaban de disparar. Sin embargo la muchacha fue lo suficientemente rápida como para dejar a todos atrás y encontrarse en un lugar seguro. Desde la altura pudo ver cómo la ciudad que juraron defender ardía en llamas y caía hasta la última piedra.

-No pudimos defenderla... – susurró con rabia – ¿Para qué entrenamos y entrenamos si no podemos proteger a nadie?

El grupo que sobrevivió guardó silencio.

-Es cierto que hemos fracasado en proteger la ciudad, pero gracias a nuestro esfuerzo muchos sobrevivieron. ¡Casi todos los ciudadanos lograron escapar! – el Príncipe intentaba levantar los ánimos de sus compañeros – No podemos darnos por vencidos, hemos perdido una batalla pero no la guerra.

Una semana después Ashelia se encontraba en el Cuartel General, ubicado en el centro de la capital del Reino de Fulrïc. El lugar era completamente hermoso, un cuartel unido por el principal puente hipnótico de la ciudad; este estaba separado por el gran río que cortaba la capital de este a oeste. Su techo transparente le daba un aspecto de parque cubierto, mezclando el paisajismo con el naturalismo; era una imponente fortaleza de más de treinta metros de altura en donde los diez pisos eran unidos por más de veinte ascensores.

La pelirosa iba vestida con sus típicas vestimentas que le daban un aspecto angelical. Un peto blanco que le cubría el busto y dejaba el estómago a la vista, una larga falda que caía suavemente dejando solo los pies a la vista que estaban cubiertos por unas sandalias. Muchos de sus compañeros se burlaban de ella por los atuendos que usaba, que ellos mismos catalogaban como relax (término inventado por la Guardia Real que indicaba el uso de prendas “hippie”). Se encontraba en la sala de entrenamiento en donde pasaba casi todo el día perfeccionando sus técnicas de combate y la puntería con el cañón.

De un momento a otro entró uno de los hombres del Rey. Este iba con el típico casco chato en donde la circunferencia comienza a descender. Su armadura gris le daba un aspecto robótico mientras que el casco dejaba a la vista únicamente los ojos del individuo. Con una voz severa le habló a la chica quién no le prestó mucha atención.

-El Rey requiere de su presencia – dijo él –. Por favor, sígame.

-¿Mi presencia? Vaya, no imagino lo que puede estar pensando el Rey – comentó ella con inocencia –. Me ducharé rápido y...

-No hay tiempo para eso, el Rey dijo que era urgente.

Ashelia, sin poder contradecir, tuvo que presentarse ante el Rey sin haberse preparado. La sala del consejo, que era donde se encontraba el trono, era un espacio inmenso de más de cincuenta metros cuadrados. Las baldosas brillaban relucientes ante la luz que se dispersaba del techo mientras que cada una de las ventanas apuntaba directamente a cada una de las sillas de los miembros del Consejo Real. Por otra parte, el Trono del Rey se encontraba en lo más alto de la escalera separada a la mitad por una pequeña estatua de un guerrero sosteniendo una espada para luego continuar hasta llegar al trono.

El Rey Ulric se levantó al ver a la muchacha de cabellos rosas. Ashelia hizo una reverencia y sonrió ante su Rey.

-Ashelia, ¿no? – dijo él recordando el nombre de su Guardia – Te encomendaremos una misión que va más allá de las órdenes de tu capitán. Acudimos directamente a ti por la forma en que te desempeñas en el campo de batalla y por tu corazón.

El viejo rey era una persona sumamente sabia cuya vista traspasaba el cuerpo físico y llegaba directamente al corazón. Gracias a su fruta del diablo todos los Guardias Reales gozaban de un poder sobrehumano. Sin embargo la edad del noble rey le presentaba dificultades para luchar por sí solo y mantener mucho más tiempo el poder de los Halcones.

La chica preguntó de qué se trataba la misión.

-Tendrás que rescatar a la Princesa Shadia de las manos del General Lordilhon. Nadie puede saber que mi hija fue secuestrada por las sucias manos de uno de los más infames guerreros del Imperio de Nardilhon. Será una tarea muy difícil, por lo que usaré gran parte de mi poder para ayudarte.

Las cosas se escuchaban muy complicadas. Las habilidades de Ashelia se concentraban más en destruir que infiltrarse y rescatar a alguien, pero si su Rey lo solicitaba, ella no acobardaría. La chica aceptó la misión sin disgusto alguno, pese a todas las dificultades que esta conllevaba.

-¿Cuándo parto, Su Majestad? – preguntó Ashelia.

-Esta noche – dijo él –. Tomarás lo que necesites e irás completamente sola a rescatarla. No podemos darnos el lujo de enviar a un gran número de Halcones para rescatar a la Princesa, dejaríamos a nuestra ciudad sin defensa alguna.

Antes de que la muchacha se retirara del lugar uno de los guardias del Consejo indicó que uno el Canciller del Imperio enemigo solicitaba audiencia inmediata con el Rey Ulric. Los murmullos en la sala inquietaron a Ashelia quien nunca estuvo familiarizada con la política, no tenía idea de qué tan problemático podía ser la aparición del Canciller enemigo justo en ese momento. Ulric aceptó la exigencia del hombre quien entró inmediatamente.

Se trataba de un hombre de unos 1’95 metros, piel trigueña y unos maliciosos ojos verdes. Llevaba vestido el típico traje de los hombres del Nardilhon que constaba de una túnica blanca con botones dorados y un sombrero de copa. La túnica iba bien pegada al cuerpo lo que permitía ver la excelente y atlética contextura del Canciller quien tenía un tono de voz más bien burlón.

-¿A qué debo su visita, Canciller? – preguntó el Rey Ulric con tono desconfiado.

El hombre hizo una burlesca reverencia al mismo tiempo que Ashelia se retiraba unos pasos más atrás para darle espacio a su enemigo.

-Por orden de mi Emperador, vengo a solicitar un acuerdo de... paz.

Las múltiples voces dentro de la sala no dejaron hablar al Rey hasta que cada una de ellas guardó silencio. Los nobles miembros del Consejo eran personas inteligentes y gozaban de la plena confianza del Rey.

-¿Un acuerdo de paz? ¡Já! ¿Es que acaso te has venido a burlar de nosotros?

-Claro que no, Su Majestad. Solo tenemos una condición para que tal acto se firme y es que renuncie al 90% de sus terrenos dejando únicamente a la gran capital de Lunagrecia.

El bullicio dentro de la sala fue notable, algunos de los consejeros del Rey no pudieron contener la rabia e insultaron directamente al hombre que llevaba consigo una actitud provocadora. Sin embargo la tranquilidad del monarca permitió que todos guardaran silencio al ver que mantenía una postura digna de un rey. Este se levantó y miró hacia abajo en donde se encontraba el Canciller.

-Esta es una petición la cuál deberemos discutir – respondió –. Y ahora si me disculpa... Debo atender asuntos urgentes. Un guardia lo escoltará hasta la nave en la cual llegó.

-Piénselo bien, Su Majestad. No tendrá otra oportunidad, después de todo... Todos nosotros deseamos la paz.

Ashelia quedó impactada con la propuesta del Imperio enemigo. Habían ganado la batalla anterior y ahora exigen la paz, que el Rey firme un tratado en donde cedería casi todos sus terrenos a excepción de la capital. Si volver a esclavos a todos sus compatriotas significaba la paz, Ashelia renunciaría a ello con tal de ver a todos sus hermanos libres.

La asamblea había finalizado y la muchacha pelirosa se encontraba en el patio de entrenamiento con el resto de sus compañeros. Uno de los más molestos era Luke, quien aparte de ser uno de los más débiles, era de los que más hablaba y fanfarroneaba sobre sus falsas proezas en el campo de batalla.

-Debemos aceptar este acuerdo – dijo él –. Es la única forma de que la paz exista.

-¡Entonces todo por lo que hemos luchado será en vano!

Reynold era el hombre más grande de la Guardia Real y también el más violento. Desde que Ashelia lo conoció pensaba en destruir por completo al Imperio de Nardilhon, pero todos sabían que siempre era rescatado por el Príncipe. Se aproximó hacia Luke y lo empujó con su mano derecha haciendo que este respondiera dándole un puñetazo en el estómago que ni lo inmutó.

-No me sorprende que quieras firmar la paz... Con lo débil que eres, no podrías derrotar a nadie.

-¡Ya basta! – dijo Ashelia – Nosotros seguiremos la voluntad de nuestro Rey, y si firma el acuerdo de paz, nosotros responderemos como debemos responder.

Luke se acercó a la muchacha pelirosa.

-No me sorprende que seas la favorita del Príncipe, con ese cuerpo y esa boca...

El momento no dio más y Reynold, quien consideraba a Ashelia su hermana pequeña, se abalanzó hacia el maleducado Halcón. La batalla ni siquiera pudo comenzar debido a la aparición del Capitán de la Guardia. Era un hombre de casi cuarenta años quien alcanzaba los 2’30 metros y tenía una contextura gruesa.

-¡Ustedes dos! – rugió el hombre señalando a Reynold y a Luke – Compartirán un lindo puesto cuidando el Muro.

Se hizo de noche y la chica salió de casa reuniéndose con quien iba a entregarle toda la información necesaria para rescatar a la Princesa. Cogió el cañón que el mismo Rey mandó a hacer para ella y el Espadón que su padre le había dejado como única herencia. Vestía el negro, una armadura diseñada a la medida lo suficientemente resistente para protegerla de ataques y lo suficientemente liviana como para no reducir la velocidad de Ashelia.

Le entregaron un celular en donde allí tenía todas las instrucciones y también un mapa en donde podría encontrarse con la Princesa. Por alguna razón no la llevaron directamente a Nardilhon. Pero no había tiempo para dudas, lo más probable es que el día posterior el Rey aceptaría los acuerdos del Emperador. Se subió a la moto que poseía dos pistolas las cuales eran accionadas por botones que estaban juntos a los cambios. Arrancó rápidamente, según el mapa estaría allí antes del amanecer.

Cuando el sol estaba saliendo Ashelia pudo ver dos grandes naves estacionadas. La muchacha estacionó el vehículo a unos cuarenta metros de las inmensas estructuras voladoras y comenzó su caminata. Sospechosamente no le costó nada infiltrarse dentro de una de las naves, que por cierto estaba segura que esa era en donde retenían a la Princesa. A su móvil le llegó la información de que el Rey había aceptado el tratado de paz del Emperador y que en un par de horas todo estaría firmado. Ashelia mostró una mueca de desencanto pero no podía rechazar la voluntad de su Rey.

Mientras se escurría por los pasadizos de la nave, pudo ver una puerta que estaba fuertemente protegida por dos androides por lo que supuso que esa era la habitación en donde retenían a la Princesa.

-¡Como odio este tipo de misiones!

La chica se abalanzó directamente hacia los androides derribándolos sin mayor esfuerzo. Hizo estallar la puerta y se encontró con la muchacha de cabellos rubios quien miraba a su heroína con sorpresa. Ashelia la tomó de la mano pero esta se rehusó.

-En este mismo momento el Emperador de Nardilhon está en Lunagrecia... Hemos caído en su trampa, Halcón.

La pelirosa no estaba entendiendo nada de nada. ¿Una trampa? ¿Tan rápido habían llegado los hombres del Emperador a la ciudad? Escuchó los pasos de las tropas que había dentro de la nave. Ahora todo calzaba... por eso es que, pese a que tenían retenida a la Princesa, no se encontró con mayores dificultades. Sin embargo no podía dejarla abandonada en ese lugar, debía llevarla ante el Rey y notificarle todo lo que estaba sucediendo. Si iba a máxima velocidad llegaría como máximo en tres horas, tiempo suficiente para avisarle al Rey de todo lo que estaba sucediendo.

Ashelia tomó su celular y le pidió ayuda a Reynold para que fuera a hablar con el Rey. Las fuerzas enemigas no podían descubrir que la Princesa había sido rescatada.

En la sala del Consejo Real...

Se encontraba el Rey junto al Emperador, enemigos de por vida quienes jamás simpatizaron. Frente a ellos se encontraba el acuerdo de paz. La puerta lateral se abrió y apareció el enorme hombre quien le pidió a uno de los guardias un momento a solas con el Rey. Debido a la confianza que existía entre la Guardia Real y Ulric, este último le concedió los minutos.

El Halcón le explicó todo lo que había descubierto Ashelia.

-Así que de eso se trataba... – murmuró Ulric –. No podemos dejar que descubran que nuestra Princesa está a salvo, he de suponer que Ashelia ya viene en camino. Sin embargo hay algo que no me calza...

-¿Qué cosa no le calza, Su Majestad?

El Rey dio una vuelta en círculo mientras apoyaba el mentón sobre su puño derecho.

-¿Por qué el mismísimo Emperador propuso el acuerdo de paz? A menos que... ¡¡Quieren robar el Cristal que mantiene en pie al Muro!!

La expresión de Reynold cambió de un minuto a otro. De asombro pasó a rabia, supo en todo momento que jamás debió haber confiado en el acuerdo de paz. Por suerte, Ulric no envió a todos los Halcones a rescatar a la Princesa. Aún tenía las fuerzas suficientes para defender a la ciudad y cuidar el Cristal para que no fuese robado.

Dos horas y media después, Ashelia junto a la Princesa

Estaban llegando a la ciudad cuando el Muro que la protegía había desaparecido por completo y una flota de naves se acercaba a la enorme capital. ¡Habían llegado demasiado tarde! Llevó a la moto hasta su máxima velocidad para apresurarse en llegar. Tras pasar por la primera puerta la imagen que vio de Lunagrecia rompió el corazón de ambas muchachas; el lugar en donde creció Ashelia ahora se veía completamente destruido. Las calles fueron invadidas por los androides quienes disparaban sin piedad alguna a toda persona que vieran por ahí, incluso a niños y ancianos.

La pelirosa detuvo el vehículo y le pidió a la Princesa que condujera hasta la sala del consejo real en donde se encontraría a salvo.

-¡Tiene que huir! – dijo – Yo tendré a tantos como pueda.

La mujer de cabellos rubios partió estando en contra de su voluntad, no quería dejar a la muchacha enfrentarse sola a cuanto androide que estaba por allí. Sin embargo no era su elección, tenía deberes que cumplir. Se echó el cañón a ambas manos y comenzó a barrer con la mayor cantidad de las fuerzas enemigas como pudo; mientras tanto iba avanzando puesto que debía llegar al Cuartel General pero no sin antes asegurar las vidas de los ciudadanos.

Pasado media hora pudo llegar al Cuartel. Entró en él y al primer hombre que vio luchando fue a Reynold. La pelirosa se acercó a él para ayudarle a combatir con... ¿Otro Halcón? ¡¿Qué estaba ocurriendo?! Ashelia derribó al traidor sin dificultad alguna y luego lo noqueó con la empuñadura de su espada.

-¡¿Qué está ocurriendo?! – preguntó ella.

-Te lo contaré todo una vez nos deshagamos de estos traidores.

Después de la conversación entre Ulric y Reynold

El Rey Ulric volvió a la sala en donde su enemigo de por vida lo esperaba para firmar los falsos acuerdos de paz. Resultaron no ser más que una estrategia del Emperador para entrar en la capital y adueñarse del Cristal que era la fuente de energía del Muro. No debía actuar apresuradamente puesto que eso aseguraría un... ¿acto de guerra? ¡Pero si ya estaban en guerra!

El noble hombre se acercó a los acuerdos de paz, los leyó y luego miró a su enemigo.

-¿Sabe cuál es la diferencia entre usted y yo? Que nosotros no ganamos a través de engaños.

Tras pronunciar esas palabras cogió los papeles y los rompió sin pensarlo dos veces. La guerra aún continuaba y esos falsos acuerdos de paz solo eran la vía fácil para acabar con la rivalidad entre dos grandes fuerzas. Ante la acción del Rey, los hombres del Emperador quisieron atacar pero fueron detenidos inmediatamente por las fuerzas de Ulric. Solo quedaba la cabeza de la operación, el viejo y débil Emperador.

-Haz arrasado con mi pueblo, masacrado y asesinado sin remordimiento alguno. ¡Caerás bajo mi espada!

-Te estás olvidando de algo – dijo él –. Todo lo que está sucediendo, está acorde a mis planes.

Ulric blandió su espada para atravesar el cuerpo del hombre pero fue detenido por el veloz movimiento del Canciller quien tenía una daga en cada una de ambas manos. La intervención adecuada del invasor permitió al Emperador escapar sin poder ser detenido por ninguno de los hombres del Rey. El anciano monarca blandió nuevamente su espada de energía rompiendo las armas del Canciller quien retrocedía para recomponerse del ataque de su poderos enemigo.

-Hay algo que no ha esperado, Su Majestad.

Por la inmensa puerta del consejo un montón de hombres que vestían el blanco y representaban a la Marina aparecieron apuntando con sus fusiles a cada uno de los consejeros reales.

-¡¿Qué significa esto?! Exijo hablar con la persona que está a cargo de los marines.

Tras la aparición de las fuerzas del Gobierno, apareció el Capitán de los Halcones quien llevaba la típica capa blanca que llevaban los capitanes de la Marina. El hombre había traicionado a su ciudad, a su Rey y a todas las personas de Lunagrecia. En su mano llevaba la cabeza del Príncipe que la hizo rodar por el suelo hasta que llegó a los pies de Ulric. Sin dudarlo se abalanzó hacia los hombres de la Marina haciendo que estos cayeran fácilmente. Quisieron contraatacar pero los que se salvaron del primer ataque de Ulric, cayeron desmayados.

-Así que esto es el Haki del Rey, ¿no? – dijo el Canciller quien se preparaba para atacar a Ulric.

El hombre del Emperador se abalanzó hacia el Rey pero fue detenido por la brutal aparición de Reynold quien de un puñetazo lo mandó a volar decenas de metros. Dio un enorme salto hasta estar al lado del Canciller e intentó atravesarlo con su enorme mandoble pero el hombre que vestía el blanco rodó esquivando el ataque del gigante. Mientras ellos luchaban, el Rey chocó espadas contra el traidor de la Guardia Real. El poder del capitán era increíblemente alto, fácilmente podía equipararse al de un vice-almirante. Sin embargo el Rey no se quedaba atrás, pese a su avanzada edad podía hacerle frente sin ningún problema; el poder de su fruta le permitía amplificar las ondas de energía de su cuerpo y transferirlas a las demás personas e incluso objetos por lo que su espada era diez veces más fuerte que la del Capitán.

Ulric atacó con su espada buscando un corte vertical el cual fue detenido por el capitán de la Marina quien salió despedido varios metros producto del impacto. Antes de atacar nuevamente a su enemigo le ordenó a Reynold que fuera al Cuartel para reorganizar a los Halcones y proteger el Cristal de las manos del Emperador.

-No te preocupes, podré con estos dos.

Reynold corrió lo más rápido que pudo hasta el Cuartel General en donde vio como sus propios compañeros peleaban entre ellos. Luke era el que lideraba a los traidores.

-... y justo en ese momento apareciste, Ashelia.

-¿Y cómo es que el Muro fue derribado? – preguntó sosteniendo el espadón entre sus manos.

-Luke corrió hacia el Cristal y la nave en la que venía el Emperador destruyó el escudo que lo protegía. ¡El maldito traidor se hizo del Cristal y se lo entregó a nuestro enemigo!

Ashelia sin decir ninguna palabra corrió hacia donde debía estar el Cristal y se encontró con Luke, el Traidor. Sin diálogo alguno, la muchacha se abalanzó hacia él alcanzando una velocidad impresionante que los ojos de su enemigo no pudieron seguir; al encontrarse frente a él levantó su espada y cargó con ella dirigiendo toda la fuerza a favor de la fuerza de gravedad. Luke apenas pudo defenderse del ataque; debido a la fuerza, el suelo se agrietó formando un verdadero cráter en donde su centro era el Traidor.

La pelirosa no detuvo su ataque ahí, sino que tras cargar con el espadón le dio una patada en las costillas que lo mandó a volar. El hombre cayó unos cuantos metros más allá y la muchacha se acercó hacia él.

-Nunca me simpatizaste después de todo – dijo ella –. Nos traicionaste a todos... Jamás me esperé eso.

-El Emperador... nos ofreció a todos... ¡Nuestras verdaderas tierras!

La chica sabía cómo se pagaba la traición y jamás estuvo de acuerdo con el castigo, pero no le quedaba otra opción. Alzó su espadón al cielo y lo dejó caer con todas sus fuerzas en el cuerpo del chico cuya vida fue arrebatada por Ashelia. La pelirosa dejó caer su cuerpo al suelo para descansar un rato.

Pasado unos cuantos minutos Reynold apareció en escena.

-¡Debemos llegar hasta el Rey!

Ashelia le sonrió cansadamente, cogió el espadón y se dirigió directamente hacia la sala del consejo real. Una vez allí golpearon fuertemente la puerta y vieron como Ulric acababa con la vida del capitán de la Marina quien justo antes de caer disparó su arma de fuego en dirección hacia donde se encontraba la Princesa.

-¡Si no puedo llevarme al Rey, me llevaré conmigo a su Princesa!

Ulric ya había perdido a uno de sus hijos ese día. Colocó su cuerpo usándolo como escudo entre la bala y la Princesa; su pecho fue perforado por esta. Ashelia junto a Reynold se dirigieron para ver el cuerpo del Rey. Por la boca de este salía un montón de sangre lo que indicaba que la herida había sido grave. La Princesa corrió hacia el cuerpo de su padre.

-Ashelia... – murmuró – Ya no podré otorgarles mi poder... Pero... en mi habitación hay un cofre – Ulric le entregó una llave a la pelirosa –. Dentro hay una fruta del diablo... ¡Se la iba a dejar a mi hijo pero... pero el Príncipe ha muerto!

Al saber la noticia el corazón de la pelirosa se quebrajó en dos. Las lágrimas cayeron por sus mejillas y no pudo evitar soltar un grito de lamento al perder a una de las personas que más quería en la vida. Tras haber perdido a su padre, el Príncipe fue una de las pocas personas que se preocupó por ella y jamás pudo agradecérselo como correspondía.

-El apoyo... ya debe... estar llegando – comentó él con una mueca de esperanza –. La Marina apoyó al Emperador... nosotros... ¡nosotros tenemos el apoyo del Ejército Revolucionario!

-¿El Ejército Revolucionario? – preguntó Reynold – ¡Ellos no harán más que quitarnos nuestras tierras! Mi Señor...

El Rey depositó su mano sobre el hombro del gigante.

-No te preocupes... Todo... estará bien...

Tras decir esas palabras la vida del Rey desapareció completamente. Sus sirvientes no pudieron hacer más que llorar la muerte de su amado monarca, pero no había tiempo para lamentos. Claro que no. Aún faltaba destruir la invasión del Emperador, y por mucho que quisiesen no tenían el poder necesario para hacerlo. Ahora eran hombres comunes y corrientes, sin poder alguno. En el momento menos oportuno, el General del Ejército del Emperador apareció. Era un hombre de casi dos metros de altura cuyo cuerpo estaba rodeado completamente por una enorme armadura negra.

El hombre se impulsó con sus piernas para dar un largo salto pegado a la tierra preparándose para arremeter contra la princesa. Sin embargo su ataque fue detenido por la fuerza combinada entre Reynold y Ashelia quienes, aun así, salieron despedidos varios metros. Justo antes de dar el golpe final para rematar a la última sobreviviente del legado de Ulric fue detenido por la aparición de una figura completamente desconocida.

-Desde este momento Lunagrecia queda bajo el alero del Ejército Revolucionario – promulgó el muchacho rubio que detuvo sin mayor esfuerzo al General –.

El cielo se oscureció completamente y el rubio se trasformó adoptando una figura completamente inhumana. Desde el final de su columna ahora se extendía una enorme cola mientras que sus manos fueron reemplazadas por enormes garras. Este desapareció de la vista de Ashelia y se colocó en las espaldas del General para arremeter con toda violencia. Tras recibir la fuerte patada por parte del Revolucionario, el hombre de las filas enemigas salió despedido varios metros. Se recompuso para recobrar el aliento.

-Maldito – gruñó el General –. ¡¿Qué hace un Oficial del Ejército Revolucionario aquí?!

El Revolucionario dio un brinco para posicionarse en frente del General al cual penetró fácilmente con ambas espadas dejándolo fuera de batalla.

-Estamos aquí para cumplir con nuestro propósito – mencionó él –. Y no descansaremos hasta que el último de ustedes muera bajo mi espada.

Terminó de arrebatarle la vida y se dirigió hacia donde se encontraba la Princesa. Finalmente su cuerpo adoptó la figura humana y el sol salió. Le ayudó a levantarse asegurándole que las fuerzas enemigas estaban huyendo.

-La invasión ha sido frustrada. La defensa de Lunagrecia ha ganado – sonrió orgullosamente el Oficial del Ejército –.

Tras decir aquellas palabras el desconocido comenzó a retirarse sin despedirse de los presentes. Ashelia lo detuvo con la voz.

-¡Espera! ¿Cuál es tu nombre?

El Oficial se detuvo sin voltearse.

-Ryan – mencionó él –. Puedes llamarme Ryan, más conocido por el Gobierno como NGC 1672.

Su cuerpo desapareció tras los escombros que dejó el combate entre el Rey y el Capitán. Gracias a la intervención del Ejército Revolucionario pudieron derrotar a la Marina y a los invasores. Después de tanto tiempo podían quedarse tranquilos de estar en paz aunque fuese un período corto.

*****

Una semana después comenzó la reconstrucción de la ciudad. Todo seguía como antes salvo que ahora Ashelia tenía la voluntad del Rey Ulric y de su hijo, el Príncipe, en sus manos... más bien en su estómago. Había comido de la fruta que el mismo monarca le dejó encargada. No tenía idea de cuál sería su poder pero lo usaría para enfrentarse a quienes usaban la fuerza para reprimir a los débiles.

-Liberar al oprimido – se dijo para sí misma –.

Aún tenía muchas cosas que hacer. Ayudar en la reconstrucción de la ciudad era una de sus principales labores, apoyar al nuevo Capitán de la Guardia Real, Reynold, y también aconsejar a la nueva Reina: Shadia. Ashelia se encontraba en la torre más alta del castillo mirando el horizonte. Sin la protección del Muro cualquier ataque los dañaría con facilidad, debían estar preparados.

-Recuperaré el Cristal y daré fin a esta estúpida guerra – juró ante el cielo –. ¡Protegeré a la Reina Shadia aunque me cueste la vida!

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¡Un nuevo legado! [Diario Pre-ficha] Empty Re: ¡Un nuevo legado! [Diario Pre-ficha] {Vie 2 Sep 2016 - 2:50}

Ashelia, Ashelia, Ashelia... Vayamos por orden, porque la vamos a necesitar.

Esta vez empezaré con la ortografía y gramática. Has tenido fallos tontos, te hubieras librado de ellos con una buena lectura, pero cuando varios fallos tontos se empiezan a juntar pueden dificultar la historia. Te mostraré varios ejemplos. El primero de todos, llevo todo el diario leyendo pelirosa, simplemente quería aclararte porque me estaba poniendo de los nervios (?) Es pelirrosa, con doble r, para que suene con fuerza. Otra cosa que quiero comentarte, antes de pero siempre va una coma. Aquí te dejo otros ejemplos:

A escribió:-¡Como odio este tipo de misiones!

El cómo lleva acento ya sea interrogación o exclamación.

A escribió:-Haz arrasado con mi pueblo,

Sé que puede causar confusión, pero debes controlar fallos como ese.

Este punto no ha sido el peor, pero lo dicho, tienes que estar más atento. La clave del diario viene ahora. Me han faltado datos, muchísimos. Al principio la lectura iba bien, fluida, pero se me fue haciendo pesada poco a poco. Hay algunos párrafos que no me tienen lógica ninguna puesto que saltas de uno a otro y no son del mismo tema. Metes diálogos que no tienen nada que ver con la situación y me desconciertan, puede ser irrelevante, pero me gusta saber quien habla en cada momento. De todas formas, no has profundizado nada aquí, sé que me dijiste que había mucha acción, pero aunque así sea si no muestras sentimientos del pj... me parece aburrido.

A escribió:El daño que recibió la extremidad del hombre fue mínimo, aunque no podría volver a utilizarla dentro de un buen rato. Ventaja suficiente para que Ashelia atacara nuevamente, esta vez formando un tornado sobre su propio eje; un verdadero tornado de espadas arremetió contra el hombre que podía defenderse usando solo una mano.

Ashelia tiene una espada y de repente... ¡pum! Tornado de espadas. Espero que la cogiese del suelo porque si no sería raro.

A escribió:un cuartel unido por el principal puente hipnótico de la ciudad

Me hizo gracia el puente hipnótico, pero creo que esa palabra no cuadra en ese contexto.

El tema del rescate de la princesa fue un poco lioso, no me enteré muy bien de como iba y, a pesar de releerlo varias veces, sigo sin enterarme. Aunque todo sea un plan muy elaborado me han dado a entender que los de ambos reinos son un poco tontos. Tener una princesa secuestrada al lado del reino... es muy arriesgado, pero mi enhorabuena al que creó el plan, le salió de maravilla (?) De todas formas me pareció muy predecible lo de la trampa.

Por cierto, en One Piece aún no se ha visto nada de celulares así que vigila esos datos.

A escribió:Al saber la noticia el corazón de la pelirosa se quebrajó en dos. Las lágrimas cayeron por sus mejillas y no pudo evitar soltar un grito de lamento al perder a una de las personas que más quería en la vida. Tras haber perdido a su padre, el Príncipe fue una de las pocas personas que se preocupó por ella y jamás pudo agradecérselo como correspondía.

Solo ha hablado dos veces en el diario con él, no sé de dónde pudo salir tanto cariño de repente y de paso, mencionando a su padre, me hubiese gustado saber más de él. También quiero mencionar el hecho del "espadón" el cual aparece en un momento dado y no vuelves a nombrarlo. Lo dicho, eché en falta a tu padre por momentos así.

A escribió:Dentro hay una fruta del diablo... ¡Se la iba a dejar a mi hijo pero... pero el Príncipe ha muerto!

Se está muriendo, pero aun tiene tiempo para gritar.

A escribió:-¡Si no puedo llevarme al Rey, me llevaré conmigo a su Princesa!

Otro diálogo que no tenía nada que ver con la situación. Aunque me hizo gracia, pensé en un villano disney.

Y creo que no se me olvida nada... Eso ha sido lo que más llamó mi atención. Repito lo de los datos, me hubiese gustado saber más sobre el cristal, profundizar en él así como muchas más cosas.

Quiero recordarte que en el preficha solo se pueden pedir objetos con un máximo de poder medio, por tanto el cañón de plasma y el espadón son inviables. Dicho esto, tu nota es un 8, te llevas solo la armadura.

Si no estás conforme puedes pedir segunda moderación.


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¡Un nuevo legado! [Diario Pre-ficha] Empty Re: ¡Un nuevo legado! [Diario Pre-ficha] {Vie 2 Sep 2016 - 6:44}

¡Buenas, Azula! Primero que todo, fallo mío al no poner que estaba en construcción puesto que cuando lo posteé justo iba saliendo entonces no revisé cada error e incoherencia que tuvo el diario. Jamás pensé que fuera corregido en tan poco tiempo.

En fin, como ya estamos en la revisión démosle (?). La expresión de "puente hipnótico" es así tal cual. De hecho, la busqué en google para que tuviera mayor sentido. Entonces... eso.

Segundo. El uso de "¡!" no es necesariamente para gritar, sino para exclamar. Los signos de exclamación no necesariamente indican un grito o algo parecido, sino que resaltan la oración. El hombre estaba muriendo, pero aún así tenía las fuerzas para resaltar ese punto.

Espero que no haya más que aclarar. Repito, el fallo es mío porque no puse que estaba en construcción e iba apurado saliendo de casa xD pero la nota ya está. Como nota tomo no empezar a escribir diarios drogado (??). ¡En fin! No pediré segunda moderación porque sé que tu corrección es adecuada al diario, pero me gustaría tener la oportunidad de corregir esos errores y explicar un poco más las relaciones que tiene el personaje principal con los demás personajess (como por ejemplo la relación Ashelia-Príncipe, Ashelia-Padre, entre otros). Si no, no pasa nada.

Aclaro que como la acción se me fue de las manos (?) no me preocupé de explicar mayormente las cosas y se me fueron MUCHÍSIMOS detalles por los que pido disculpas. Escribí todo esto muy rápido para que no se me fuesen todas las ideas, entonces... eso. Me gustaría, si existe la posibilidad, de corregir los errores que tengo en el diario pre ficha y presentar algo mucho mejor.

De todas formas, muchísimas gracias por la corrección. Siempre se puede mejorar.
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¡Un nuevo legado! [Diario Pre-ficha] Empty Re: ¡Un nuevo legado! [Diario Pre-ficha] {Vie 2 Sep 2016 - 22:50}

Siento mucho que justo antes de irte no lo hubieses puesto en construcción, pero sabías que iba a corregir tu diario puesto que se habló en cb. Pudiste enviarme un mp explicándome las cosas antes y yo no hubiese corregido hasta que me lo pidieras. Lo siento, pero no te doy la opción a editar, un 8 es una nota perfectamente asequible.


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¡Un nuevo legado! [Diario Pre-ficha] Empty Re: ¡Un nuevo legado! [Diario Pre-ficha] {Sáb 3 Sep 2016 - 0:25}

Está bien. Antes de seguir con mi nueva idea para conseguir la nota y fruta que quiero, debo aclarar unas cosas más. No siempre se usa una coma antes de un pero.

Como tengo entendido, el primer diario, en vez de otorgar experiencia, otorga niveles. Ocurre lo mismo con otro personaje que tuve que en vez de editar el diario, pensé en borrarlo y escribir otro renunciando a esa "ventaja". Dado que no puedo editar el diario, procederé a borrarlo y escribir otro (con la misma trama, evidentemente) renunciando a los niveles otorgados en función a la nota. Además de eso, cubriré todos los puntos que no cubrí en este, extendiendo el diario.

Por otra parte, los objetos que pedí se entregan con nota 8 (calidad buena, poder medio). El cañón de plasma pudo haber sido editado si se hubiese hablado, en vez de haber sido rechazado directamente; lo más lógico es que hubiese cambiado el mecanismo de disparo y las propias municiones. Por otra parte, efectivamente puedo pedir un espadón (en este caso) que se envuelva en llamas. La norma de peticiones de un diario pre-ficha dice esto: Objetos de no más de poder medio (Ryo Wazamonos o menor, por ejemplo). Por otra parte un objeto de calidad buena y poder medio afirma lo siguiente: Equipo Especial (Gran Calidad, Poder medio): Estos objetos se pueden obtener por nota 8 o mayor en Diarios, Eventos o Roles moderados. Son objetos de buena calidad con poderes mayores a los anteriores, pero tampoco excesivos. Son muy raros, y un ejemplo sería la espada anterior con una mejor capacidad de corte, o un arma que lance pequeñas llamaradas al impactar. A esta categoría pertenecen las Ryo O Wazamono.

Teniendo en cuenta lo anterior, pienso que no se debió haber rechazado ambos objetos, sino haber pensado en una alternativa para "nerfear" sus características y hacerlos más viables conforme a un diario pre-ficha. Si me equivoco, por favor háganmelo saber.

Finalizando, me gustaría saber si efectivamente la opción que estoy planteando, de rehacer el diario, es válida a cambio de perder la ventaja del primer diario. Reitero, muchas gracias por tu tiempo Azula y consideraré la corrección para futuros diarios. ¡Saludos!  
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¡Un nuevo legado! [Diario Pre-ficha] Empty Re: ¡Un nuevo legado! [Diario Pre-ficha] {Dom 4 Sep 2016 - 12:47}

Lo he hablado con el staff y puedes hacer otro diario directamente con la misma historia llevándote los lvls, no sería un pre ficha. En todo caso si pretendes renunciar a ellos y que siga contando como pre ficha, puedes hacer uno nuevo.



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¡Un nuevo legado! [Diario Pre-ficha] Empty Re: ¡Un nuevo legado! [Diario Pre-ficha] {Dom 4 Sep 2016 - 19:28}

¡Gracias! Supongo que terminará siendo lo mismo xD. Tomaré la primera opción, terminaré la ficha y haré un diario con la misma trama pero considerando todo lo que dijiste
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