Las Patas... Jack contra el Monstruo del Pozo

Te diría que te mira... Pero sólo son patas. Por cierto, intenta picarte con ellas mucho y muy fuerte.

Del pozo salió un monstruo de muchas patas, no parecía tener ojos ni nada con lo que ver “¿de qué clase de criatura de los inframundos es este bicho?” pensé al verlo salir del agujero.  Saqué la empuñadura pero sin llegar a crear la espada y con el otro brazo cree un muro de azúcar entre el bicho y yo para evitar que me alcanzase con los pinchos de sus patas con los que me atacó.

Con la mano con la que cree el muro, saqué el colgante que nos había entregado la pretora Yoai, parecía una criatura que le encantaban criaturas de este estilo, a lo mejor si le enseñaba el objeto aunque no lo viese comprendía que era del bando de Meln y no me atacaba. Si esto no surtía efecto sobre el animal, estaría preparado para combatir usando mi haki de observación activado. Aunque esperaba que funcionase.

-Jack no dejes que te dé con sus patas, puede que sean venenosas – le dije al mono que se había bajado de mis hombros y le sacaba los dientes a la extraña criatura.

resumen:

Cuando creas el muro se abalanza sobre él, y con sus patas atraviesa el azúcar. Debe ser muy dura, aunque un poco idiota. Tras un tiempo de intentarlo, sus patas empiezan a colarse por los agujeros y tarda un rato en romperlo, pero finalmente lo consigue. Una vez le muestras la calavera, ésta se pone sobre seis patas, dejando el resto listas para atacarte, y se lanza a por ti esgrimiendo las catorce como si fueran estoques.

La araña monstruo se abalanzó contra el muro clavando su patas en él “Sí, tenéis razón, es un bicho muy duro, así que me andaré con cuidado” dije mirando hacia un lado como si hubiese gente comentando el combate. Tras un tiempo de intentarlo el bicho acabó haciendo un agujero en el muro, en ese tiempo, me alejé un poco sentado en la plataforma por si acaso atacaba y creé una lanza de azúcar la endurecí todo lo que pude y esperé a que viese la calavera del clan.

El colgante no sirvió de nada y el monstruo se puso a seis patas y el restó las dejó preparadas para el combate. No tardó en comenzar a usarlas como estoques, con un pensamiento rápido y moviendo la mano un poco la puse la lanza delante de mí, comencé a girar el dedo e hice que la lanza comenzase a girar a toda velocidad sobre sí misma y perpendicular al suelo para bloquear las estocadas del animal. Mientras las iba bloqueando, me centré en el poder que había despertado pero que aún no terminaba de controlar y lo usé para intentar intimidar al animal para ver si me hacía caso. Mi intención no era acabar con él sino llevarlo a la batalla para que luchase a favor de Yoai “Teniendo a Cupcake de mascota seguro que no le importa tener a otra tan preciosa como esta” dije de nuevo al mismo lugar que antes.

Por si el haki del rey no funcionaba contra el animal, al igual que pasó con el colgante, fui dejando caer al suelo desde la plataforma bastante azúcar de forma continua, la necesitaría para hacer algún tipo de plan de contingencia contra el animal, después ya vería lo que hacía

Resumen:

El animal, si se puede llamar así, se vuelve dócil incomprensiblemente. ¿Qué demonios? En fin, a saber las cosas que te deja hacer...

Continúa en el capítulo.