Ellie vs un misterioso enmascarado

Te he visto rápida, has conseguido evadir un ataque que habría sido letal para otro, desafortunadamente no has salido impune, aunque esto no te va a impedir pelear ¿verdad? Tras tu orden a Ennio si bien esta parece salir del estado de trace, parece tener severas dudas, es como el niño de la escuela que se está a punto de hacerse pis encima, pero decide mantener la mano levantada a la espera de que el profesor le de permiso, para salir corriendo. Pero si tu le has dado una orden ¿A que está esperando?

-Pero no te vayas muy lejos- dice con cierta sorna el enmascarado. Ahora al oír su voz con algo más de pausa te percatas de que su voz parece una mezcla de inmigrantes orientales y de pequeña Italita, de ahí lo insólito de su tono. Me pregunto si esa tonalidad no te resultará familiar, aunque yo apostaría a que sí -No quiero tener que ir muy lejos a recoger vuestros restos- prosigue con un tono salido y vacilón.

Tras eso, Ennio si parece reaccionar y se bate en retirada, apoyando a sus compañeros creando un efecto domino donde crean las suficientes ventajas y espacios como para escaparse utilizando el “soru”, probablemente siendo esta la única que conozcan. Tu por tu parte te limitas a mover la pierna a esa velocidad avernal creando esa ristra de ondas. Si bien en una primera instancia los esquiva moviéndose a una velocidad tan rápida en la que iba dejando unos imágenes residuales a su paso,  aunque para dos últimas onda, el tío parece sufrir algún tipo de contraparte a moverse tan rápido y recibe un par de cortes muy superficiales agrietando el primero raya e incluso agrieta la especie de coraza que lleva a la altura del pecho y el segundo un pequeño tajo superficial sobre el brazo que rasga el tejido y deja entrever algo de sangre. El hombre parece sorprendido de que le hayas conseguido encajar un golpe.

-Oh, vaya, ahora mi jefe me lo descontará del sueldo- dice con cierta sorna mientras examina ligeramente la herida -Ir tras ellos, tenéis licencia para acabar todos menos con el polluelo, ese me lo reservo- ordena a sus hombres que se estaban reponiendo de los golpes encajados y salen a escape, saliendo a una velocidad muy similar a la de tus compañeros ¿extraño?

Si tratas de interceptar a alguno el hombre se interpondrá y procurará castigarte dando te un golpe en el costado, el cual te daría muy fácilmente y te lanzaría contra unas cajas al fondo de la estancia, reventándote alguna costilla en el proceso. Si por el contrario no te mueves, el hombre se limitará a aparentemente recuperar el aliento, mientras se lleva las manos a la espalda. Tras uno o dos segundos una gran nube de humo negro explotara inundando la estancia, ocultando al hombre visualmente. Si en ese instante tratas de utilizar el mantra percibirás múltiples presencias que se alejan de la zona, pero en ningún momento la intimidante aura del sujeto el cual parece haberse desvanecido.

Una vez el humo esta a punto de llegar a donde te encuentras, veras como una gran nube de humo parece avanzar a una velocidad muy similar a la de tu soru, de la que sale una sombre que se coloca a tu espalda en menos de un segundo, tras lo que intenta propinar una especie de tajo con lo que parece ser una daga curva con propiedades muy similares a las que tiene todo su equipo.

Tras el ataque el hombre dará un enorme salto al aire, tanto que aparecerá que está volando, dejando caer en el proceso una especie de bolas redondas las cuales estallarán al cabo de un segundo propinando tres inmensas nubes de humo morado con pinta insalubre y un olor que dada tus peculiaridades puede que te maree un poco.

Si te percatas de esto último verás como el aura que emana tu contrincante se hace más intensa, puede que incluso veas como te fulmina con la mirada atraes de esos cristales rojos vidriosos. Sin saberlo te has convertido en alguien muy peligroso para una organización desconocida, y me da que quieren continuar siéndola, por lo que no parecen dispuestos a dejar cabos sueltos.

¿cómo funcamos?:

La primera mirada hacia atrás de la mink a Ennio fue desoladora, pero afortunadamente, una segunda mirada algo más tarde arrojó algo de esperanza. Parecía haber despertado de su breve letargo, y empezó a correr, probablemente en la dirección donde el resto de sus compañeros peleaban. Con todos fuera del recinto la agente podría liberar todo su poder, aunque el temporizador seguía activo y debía acabar cuanto antes. Lo cierto era que Ellie no ganaba para disgustos.

Tras su ataque, la loba observó cómo sus dos últimos golpes impactaron en su rival, que por alguna razón, parecío tener serios problemas para continuar su evasiva, que por otro lado, estaba siendo prácticamente perfecta.

Y entondces nuevos problemas volvieron a llamar a la puerta de Ellie. El tipo cuyos rasgos encajaban cada vez más a los de un nativo de Italita, ordenó al resto de integrantes a perseguir a los novatos. Durante una milésima de segundo, y por pura impulsividad, la agente estuvo a punto de saltar e intentar pararlos, pero pronto se dió cuenta de que sería un error. Primero porque se convertiría en el centro de todos los ataques, y segundo porque los novatos habían conseguido salir unos segundos antes, una ventaja que valía su peso en oro.

Pero claro, aquella caja de sorpresas que estaba siendo la pequeña habitación, tenía reservado un nuevo número, y no era ni más ni menos que una explosión de la cual nacería una nube negra de humo, dejando el ambiente irreconocible. Pese a que la mink usó su mantra, solo pudo percibir las presencias de la gente que huía. ¿Acaso su rival se había ido también? No. Su presencia no estaba entre las escaneadas. Otro contratiempo más.

Ellie estiró los brazos, formando una T entre estos y su cuerpo, y empezó a girar ágilmente a la par que lanzaba lava por toda la zona, como si de una manguera se tratara. Si su rival estaba cerca, estaría en peligro. Justo en ese momento, una nube negra apareció en su lateral, y un parpadeo después, la nube dirigió un ataque contra la agente. Ésta dió un paso hacia atrás, intentando evadir el filo del arma, aunque dada la sorpresa del ataque, éste acertó en el abdomen de la mink, creando una herida de un par de centímetros de grosor.

Pero el ataque no cesó allí, tras ello, el humano saltó y lanzó unas bolas, que presumiblemente y casi con total seguridad acabarían explotando allí. La mink cubrió de haki su puño izquierdo y dió un potente salto también, ayudándose de su electro para coger más impulso, y se dirigió a la zona donde se dejaron caer las esferas. Después de todo, era la única pista que tenía sobre dónde se encontraba su rival. Si conseguía impactar en él, intentaría agarrarle para propinarle un puñetazo con la diestra, que desprendía lava por cada poro. En caso contrario, intentaría salir de la sala y estaría alerta de lo que pudiera suceder.

El asesino no parece preocuparse mucho por tu postura milenaria del aspersor de lava, si bien tu improvisada postura logra que abarques un buen rango, no supone un peligro letal si eres lo suficientemente rápido, como es el caso de nuestro compañero.

Tal vez es por eso por lo que, si bien no le da de lleno, una pequeña salpicadura de lava derrite una parte de su casco, no es más que una pequeña grieta que emerge en la oreja y acaba donde debería estar su cabellera, no parece ser importante y menos mucho desvelar la identidad de tu contrincante, pero es bueno saber que si consigues un contacto continuado con ese material color azabache este acaba cediendo ¿no?

Aún así me alegra de ver que has evitado esa puñalada trapera, estoy seguro de que cualquiera otra persona en tu situación habría precedió ante la puñalada de tu rival, y puede que a ti no te sorprenda puesto que desconoces la identidad, pero estoy seguro de que supieras su identidad y de la reputación que lo precede estarías mucho más que orgullosa.

Lo que no me a gustado es ver como atraviesas esa nube, eres muy temeraria, mucho menos sabiendo el mal olor que desprende, yo diría de que es posible que las bombas tuvieran un componente venenoso, aún así al traspasarlo rápido es posible que no sufras todos los efectos, aunque eso no lo sabremos hasta que comiencen a manifestarse los síntomas. Aún así, este mundo este hecho para los valientes y tu sigues tu intuición, la cual es correcta ya que al traspasar la nube te encuentras casi de cara con el sicario el cual posiblemente al igual que yo no se esperaba esa osadía de tu parte, el hombre visto que no puede evadir el ataque, interpone los brazos como buenamente puede y saca a relucir un brillo negruzco con toques azulados que recubren los antebrazos con los que forma una especie de escudo, antes de comenzar a tomar una postura  más o menos rígida.
-Te..ai freeze- murmulla antes de salir volando por la fuerza de tu puño, aunque a pesar de ese desenlace dirías que el hombre tiene los brazos más o menos enteros, ya que esos guanteletes parecen ser más resilientes que su casco, por no mencionar que al entrar en contacto los has notado frio, lo cual puede que explique el humo que has desprendido al contacto.

Aún así el hombre, no parece dispuesto a que tomes la iniciativa ya que tras terminar de retomar la compostura de lanza un sin número de bolas, algunas de las cuales detonan formando algunas pequeñas explosiones y otras producen un humo negro similar al primero, el cual no tiene ese olor a ponzoña.

Una vez la estancia esta completa inundada de humo la presencia del hombre se vuelve a desvanecer y comienza una ausencia de sonido que te transmite muy mal rollo, la cual únicamente se ve interrumpida por un sonido metálico similar al de un muelle abriéndose que comienza a resonar por toda la estancia,  como si alguien hubiera tirado multitud de sacos de tornillos al suelo, en fin, yo que tú me andaba con pies de plomo, y nunca mejor dicho y más con ese puñetero humo.

Finalmente, cuando el sonido se detiene, escucharás un zumbido y tu mantra te advertirá de que una peligrosa onda de tono blanco se aproxima hacia ti a gran velocidad, te viene de cara y si bien su velocidad no es muy rápida, es bastante amplia y esta lanzada a la altura de tu pecho, así que cuidado con la cabeza y el cuello.

El baile por el momento parece igualado, aunque algo me hace pesar que el hombre ya se ha preparado el escenario a su gusto, ten mucho cuidado, aunque estoy seguro de con ese olfato policial que me traes sales airosas.

El ataque de la mink no surtió demasiado efecto en su rival, algo que podía llegar a prever, sin embargo, sí que hizo que el escenario empezase a estar más caluroso, aumentando la temperatura, algo que podría llegar incluso a molestar al humano. Al fin y al cabo, ¿quién diablos aguantaría tanta calor con un maldito casco como aquél?

Aún así, una pequeña salpicadura de lava derritió parte de su casco, aunque no era una herida mortal, ni una ventaja en el combate, sí que era una señal. Una que indicaba el camino a seguir, que como solía ocurrir, pasaba por la habilidad otorgada por su fruta.

La mink, quizá inconsciente de lo que la nube tóxica significaba, la atravesó hasta llegar a su rival. Su olfato empezó a fallar, hasta tal punto que sentía como si la nariz le ardiese. Empezó oliendo un aroma muy desagradable, y al atravesar la nube, acabó provocando que su olfato se inutilizase. No podía oler nada, absolutamente nada.

Y entonces vino el golpe de la loba, que con un fuerte puñetazo desplazó a su rival unos metros hacia atrás. Aunque justo en el momento del impacto, la mink fue consciente de que su rival usaba haki, amortiguando en gran medida los golpes, y probablemente el impacto. También tuvo la sensación de que los guanteletes eran incluso más resistentes que el casco. ¿De qué material estarían hechos? Para más inri, los guanteletes estaban helados, algo que sin duda explicaba la mininube que se desprendió al contacto.

Ellie recuperó el aliento mientras su rival volvía a mover ficha. Daba la sensación de que el humano era uno de esos pesados tipos que intentaba golpear a su rival sin cesar, y no perdía la iniciativa del combate bajo ninguna circunstancia. El hombre con acento empezó a lanzar bolas a diestro y siniestro, y obligó a la joven agente a desplazarse a una gran velocidad para evadirlas. Fue pasando por delante de ellas, y escuchó todas y cada una de las explosiones, que terminaron emanando un humo negro como el anterior. Desgraciadamente, la loba no podía oler si eran exactamente las mismas, pero dada su naturaleza, así lo entendió, por lo que intentó alejarse lo máximo posible de la nube. Ya había perdido un sentido, y no podía tomarse a la ligera la sustancia que aquellas explosiones generasen.

Un sonido alzó la oreja derecha de la loba, e instantes después la izquierda hizo lo propio. Al pulcro silencio de hacía unos segundos, ahora se sumaba un extraño sonido metálico que parecía un muelle plegándose y desplegándose, y posteriormente la sensación era de que unos tornillos caían al suelo. ¿Acaso ese tipo estaba jugando con los sentidos de Ellie? Porque así lo empezó a creer ella.

Con la estancia repleta de magma, parecía una tontería usar metal en el suelo, sin embargo, ¿quién decía a Ellie que aquello era metal? ¿Acaso tenía constancia de que era siquiera real? Lo que sí que era real fue la presencia que su mantra detectó tras oír un misterioso zumbido. Una onda se aproximaba hacia su dirección, e iba a la altura del pecho. Instintivamente la mink se agachó ágilmente, tocando el suelo con su hombro derecho, sin embargo, la sorpresa por el impacto fue tal que lo hizo ligeramente más lenta de lo que debía haber sido para salir airosa. La onda golpeó el contorno de su brazo izquierdo, provocando una herida que dejaría ese brazo inutilizado durante unos instantes.

Ellie se mordió el antebrazo, evitando así gritar, y tras ello empezó a generar magma. Cada rincón de su cuerpo goteaba dicha sustancia, y un vapor salía de su cuerpo, fruto de la diferencia de temperatura entre éste y el entorno. Una vez percibió la presencia de su rival, se lanzó a por él. Emplearía su electro para impulsarse, llegando así más rápido hacia él, y tras ello, le intentaría propinar un par de patadas de magma a la par que empleaba su brazo sano para lanzar un torrente de magma al techo, con el único fin de que numerables gotas fueran repelidas en direcciones distintas, esperando que algunas de ellas impactaran en su rival, ya fuera de lleno o fruto de la defensa que éste tomase.

Me alivia decirte que tras esos segundos iniciales tu olfato va tomando su forma habitual, me da en la punta de la nariz de que puede que te sea útil más adelante. Pero por el momento, centrémonos en el presente. Tu técnica del aspersor ha tenido un efecto que puede que mi querido ninja no haya tenido todo lo presente que debería y es que aunque de forma lenta la estancia se ha convertido en un pequeño caldero, así que supongo que ya no tendrás que preocuparte por esa especie de cepos que había arrojado por la sala, ya que lentamente se van fundiendo hasta formar parte de tu magma, vaya faena, me da mi que nuestro amigo no esperaba tener que jugar a “El suelo es lava”.

Pero lo mejor de todo esto es que además tu fuego, hace que el aire se caliente, lo que origina pequeñas corrientes de aires ascendentes que hace que de forma lenta el humo se vaya dispersando o condensando en las partes bajas formando algo muy similar a un banco de niebla. Lamentablemente para ti, el lugar en el que estáis es una refinería, por lo que la estructura esta pensada para aguantar las temperaturas de fundición, las cuales son similares a tu magma, aunque esto solo explica por que la estructura esta aguantando, aunque no sería de extrañar que la estructura se resquebrajara y termine cediendo si sigues usando tus poderes con tanta libertad. Lo que no tiene tanta resistencia es el suelo del edificio, ya que, al estar en contacto directo, comienza a derretirse, por el momento no ocurre nada, aunque tu sabes perfectamente que los manglares están sobre agua y es probable que el sistema de refrigeración del edificio tenga algo que ver con esto, así que espero que esto no te pille de sorpresa luego.

Lo que no te termina de pillar por sorpresa es la onda, la cual evades, por los pelos. Tras eso sales disparada guiándote por la presencia del hombre, el hombre se está desplazando a gran velocidad, pero gracias al electro consigues ese extra que te permite alcanzarle y darle una primera patada, la cual no termina de esquivar del todo, deteniendo tu pie con una cuchilla que salen de sus dichosos guanteletes ¿Cuántos más trucos puedes esperar de este enmascarado? Aun así, un golpe más o menos directo ha provocado alguna salpicadura que ha derretido partes del traje del hombre, originando alguna que otra quemadura en el hombre, al cual comienzas a poner contra las cuerdas. A pesar de haber encajado el primer golpe, el usar la pierna hace que pierdas algo de velocidad, hueco que aprovecha el enmascarado para ganar espacio y evitar que encajes la segunda y ese peligroso puño.

-Hacía tiempo que nadie me daba tantos problemas- comenta el tío, el cual no parece achantarse ante tus poderes logia -Te daré una oportunidad más, no me hagas ponerme serio- puede que por el momento el sicario solo te esté conteniendo, después de todo apenas quedarán unos pocos minutos para la hora prometida.

El hombre tras escapar lanza una serie de cinco patadas al aire de forma muy rápida y algo burda, lo cual rasga el aire y origina unas ondas cortantes que formando una especie de pentagrama amenazan con cortarte, es posible que los movimientos te recuerden a una técnica que conoces, aunque eso imagino que te originará más preguntas que respuestas.

En caso de que las esquives están ondas impactarán en la pared y dejarán un agujero en la estructura, creando una nueva salida del lugar. Por último, el hombre lanza otra serie de granadas que cae en la lava originando una fortuita pantalla morada cuyo color y aspecto te recuerda a aquella que te sentó tan mal, la pantalla se dispersará en unos segundos, pero parece ser suficientes para dar un respiro al enmascarado el cual parece no sufrir por llevar su traje. ¿Quién diablos es este tipo? No te deseo más suerte, porque no veo que la necesites, aún así no te confíes compañera, lo más duro esta por llegar.

La mink tenía el factor cancha a favor, había convertido la zona en un hervidero, y parecía empezar a pasar factura en el terreno. Aunque claro, se encontraban en una especie de sala de fundición, por lo que las altas temperaturas no deberían ser un impedimento para seguir desarrollando el combate allí mismo. Pero sí que debería ser un problema para su rival, ¿no? Eso creía ella.

El aire quemaba, algo que hacía que la sensación de calor fuese aún mayor de lo que ya era de por sí. En cualquier caso, el factor lava parecía estar cubierto. Si la loba seguía utilizándolo, cabía la posibilidad de que la liara más y empezase a perder ese factor ganado.

Tras haber alcanzado a su rival, pudo acertarle una de las patadas, pese a que el tipo volvió a sacar un as sobre la manga y de sus guanteletes brotó una especie de cuchilla que rasgó parte de la pata de la mink. Los otros dos ataques erraron y el tipo ganó algo de espacio, acción que aprovechó para elogiar a Ellie, alegando que hacía mucho tiempo que nadie le daba tantos problemas, y volviendo a dar una oportunidad para cesar el combate. Aún quedaban unos minutos, y el tipo parecía seguir bastante rebosante de confianza. ¿Acaso no estaba dando su cien por cien?

Pero lo cierto es que no le dio tiempo a responder, ya que el tipo realizó una serie de patadas al aire, imitando una de las técnicas más poderosas del Cipher Pol, algo que hirió la sensibilidad de Ellie, obligándola a imitar a su contrario y buscar que las ondas chocasen entre sí. Con un ágil movimiento, la mink saltó al aire y realizó diez patadas que despidierion sendas ondas cortantes hacia su rival. El objetivo era que algunas de ellas chocaran contra las que el tipo había generado, mientras que el resto fueran hacia su rival. Sin embargo, una de las cinco ondas consiguió salir ilesa de las suyas y acabó rasgando su antebrazo, creando una fea herida que obligó a la joven a caer al suelo de rodillas durante un pequeño instante.

Aquella herida fue aprovechada por el humano para lanzar más bolas explosivas, sin embargo, aquella vez lo hizo sobre el magma, lo cual provocó una nueva pantalla morada cuyo olor era bastante similar a la primera. Espera. ¿Cómo podía saber eso Ellie? Oh, podía volver a utilizar su olfato. Aquello sin duda le daba una ventaja impresionante.

Estaba muy claro que el tipo era inmune a aquellas interminables bombas, y probablemente lo fuera por aquél ridículo casco. Lo cual, pensándolo con perspectiva, era un gran impedimento. Si conseguía quitarle el casco de alguna manera, no habría más bolas tóxicas. Y si no había bolas tóxicas, el tipo no podría recobrar el aliento cada dos por tres. Pero quizá no hacía falta quitárselo. Probablemente fuera más inteligente crearle un pequeño agujero y que él mismo se intoxicara con su propia defensa. Vaya, nada mal.

Ellie se tomó un pequeño respiro para inhalar la mayor cantidad de aire posible, y tras ello se lanzó en un ágil movimiento hacia su rival pasando por la nube tóxica pero sin respirar ni un segundo el aire. La agente no sabía si esa sustancia sería problemática únicamente por vía respiratoria, pero tenía que jugársela. Cuando llegase a su rival, empezaría a mover los brazos a gran velocidad, ambos envueltos en magma, e intentaría realizar tantos puñetazos en el casco como pudiera. Cuando notase que le quedaba poco aire, se retiraría a gran velocidad a una zona no afectada.

Esperaba que su ofensiva fuese suficiente para quebrar algo el casco, pese a su dureza, y que su rival dejase de tirar aquellas bombas de una vez por todas. ¿Cuánto tiempo le quedaría a la agente para no fallar en su misión? Y lo más importante, ¿estarían sus iniciados a salvo?

Finalmente pareces percatarte de los métodos de tu contrincante, así que decides ponerles remedio. Desafortunadamente para ti, en cuanto comienzas a lanzar unas cuantas patadas en respuesta tu adversario también hace una defensa similar a la tuya, por lo que vuestras diez ondas de potencia similar quedan empatadas. Aún así al ver esa respuesta es posible que te percates de lo clónicos que parecen vuestros movimientos, ¿el hombre te esta imitando? O hay alguna otra explicación a este fenómeno.

Entre que le das un par de vueltas decides atravesar la cortina de humo, aunque esta vez no hay consecuencias, ya que al parecer solo afectas al ser inaladas, lo que en parte explica esa mascara tan voluminosa. Tal vez por tu rapidez,  o porque esta vez no decides dar cuartel a tu rival, este le pillas algo sorpresivo y aunque es capaz de defenderse de la gran mayoría de puñetazos lanzando los suyos en respuesta enfrascándoos en una especie de sparring humeante, finalmente logras encontrar la combinación de golpe que te abre un puñetazo directo al rostro el cual si bien no da de lleno ya que recula con el cuerpo hacia atrás, le golpea lo suficiente como para dejarle una delgada capa de magma lo suficientemente consistente como para que su casco esta comience a derretírsele encima.

-Maldita zorra- grita impotente mientras trata de ganar espacio y encontrar una manera de evitar tal dolorosa muerte.-esta me las vas a pagar, hija de puta- al parecer con la herida también se han esfumado sus buenos modales.

Por primera vez en lo que lleváis de pelea oyes un aullido de autentico dolor de parte del enmascarado, el cual parece que se esta fundiendo con su casco, lo cual le obliga a accionar un botón a la altura de su cuello que hace este salir despedido. Estabas por acometer la que iba a ser la estocada final cuando sin venir a cuenta te entra una tos que cortará cualquier tipo de acometida que intentes hacer, ya que sentirás como pierdes control de tu cuerpo durante unos breves segundos, desvelando por fin el peor de los efectos del gas morado que inalaste antes. Gas del que ya no queda rastro en la estancia.

Desafortunadamente para ti veras como el hombre que ocultaba su rostro con sus manos, tal vez por el dolor, tal vez por la inercia que le conviene evitar ser reconocido comienza a vibrar mientras parece caminar por el aire, antes de escapar del edificio a través de una de las ventanas. aunque te prometo que no te costará darle alacence.

Ya, que si le sigues, veras que el hombre se esta agitando a unos metros, en el centro de la calle compeltamente vacia pese al barullo que oyes de lso alrededores. El hombre lleva ahora su rostro al descubierto, aunque este es algo más escamado de lo que te esperabas. De hecho su rostro y su cuerpo están cambiando pro completo, rasgando el tejido negro y dejando ver un mar de escamas azuladas, el sujeto parece ser una especie de hombre serpiente, siendo su rostro lo más parecido salvo por esa llamativa cresta que corona donde debería nacer el pelo del hombre, este aspecto de sierpe continua por su pecho y brazos que aún conservan una forma más o menos humana a pesar de las escapas hasta acabar en su culo del cual ahora nace una cola de un metro de largo. Sus piernas por el contrario parecen ser las de un ave, y de su espalda brotan un par de alas muy parecidas a las que serían las de un murciélago. El hombre, o el sujeto comienza a mirarte con esos ojos de serpiente, dejándote ver la rojiza herida del rostro que muy lentamente comienza a cerrarse.  El hombre pasa a medir cerca de los tres metros

El hombre parece estar recompuesto ya que alza el vuelo unos diez metros sobre tu cabeza, para luego volar en picado tratar de propinarte dos patadas con sus nuevas zarpas de los que nacen tres ondas por patada, enviando una especie de maraña hacia ti, para luego estirando su cuello tratar de propinarte un par de mordiscos a la altura del cuello, puedes percibir que todos estos ataques llevan impregnados algo más que ese brillo azabache, sino que parecen tener un tono verdadero propio del ser que enfrentas.

Diría que superar esto te va a resultar una quimera, pero es que realmente no estaríamos siendo del todo exactos, en fin, veamos como te las apañas con un ser de leyenda.

La mink estaba bastante confusa. Sus movimientos estaban siendo imitados -con bastante parecido, todo sea dicho- con una pasmosa facilidad. Aquello podía significar muchas cosas, pero la que más le parecía a la mink tenía que ver con el pasado de aquél tipo. ¿Sería un desertor de la agencia? Quién sabe. En cualquier caso, parecía que había pasado por ella con casi total seguridad.

Tras ello, la agente lanzó la ofensiva con dureza. La mayoría de golpes fueron contrarrestados por el humano, que interpuso sus propios puños a modo de defensa. Sin embargo, la loba consiguió un combo ganador, golpeando el casco de su rival, que gracias al magma de su pata, terminó ardiendo para fortuna de la agente.

El humano empezó a quejarse, soltando gritos de dolor que combinaba con esperpénticos movimientos que tuvieron su fin cuando pulsó un botón que hizo que su casco saliera volando. Aquella era la situación perfecta para su último golpe. Ellie lo tenía todo preparado, y cuando fue a dar el primer paso, su vista se nubló y su cuerpo no respondió a los movimientos que quería hacer. Sin pretenderlo, su rodilla derecha cayó al suelo, y durante unos segundos se vió inmóvil, apoyando sus patas en el suelo mientras intentaba volver a ver de nuevo. Seguro que había sido ese maldito gas. Pese a que la segunda vez no había parecido afectar a su cuerpo, su temeridad en la primera ocasión acababa de pasarle factura. Aunque, por otro lado, podía haber sido peor.

La mink se reincorporó mientras miraba su reloj. Quedaban dos minutos y treinta segundos aproximadamente, así que si quería vencer, tendría que darlo todo cuanto antes. Observó cómo su rival salía por la ventana, en un intento por huir. Pero la agente no podía permitirlo, por lo que saltó con energía y empezó a golpear con delicadeza el aire, sobrevolando la maltrecha sala mientras salía por la misma ventana que su rival. Salió con cautela, pensando que quizá podía ser una trampa, pero una vez fuera se dió cuenta de que estaba huyendo de verdad. Ellie continuó su estela, acercándose poco a poco a él, hasta que vió cómo parecía estar sufriendo una especie de mutación. Su cuerpo se transformaba lentamente, y la transformación parecía ser… ¿Una serpiente? Escamas negras cubrían todo su cuerpo, una larga cola de un metro se situó en su trasero, sus piernas fueron sustituidas por unas patas de ave, y unas enormes alas le crecieron de la espalda. A todo juicio, parecía una mezcla entre serpiente y dragón. ¿Qué diablos? La mink nunca había visto una cosa así. El tipo ahora medía más de tres metros, lo cual la ponía en desventaja en ese aspecto.

Cuando Ellie bajó hasta el suelo, su rival alzó el vuelo, y cuando así lo estimó oportuno, descendió desde una considerable altura hasta su posición. Caía en picado a gran velocidad, y la loba adoptó una posición defensiva, esperando a que éste realizase un movimiento. No sería tan suicida de chocar contra ella, ¿no?

En efecto, la caída en picado no era el ataque, sino un par de patadas que tenían como fruto tres ondas cortantes por patada. Las seis crearon una especie de maraña con muy malas intenciones. Ellie se flexionó y apoyó sus cuatro patas en el suelo, cargándolas de electricidad, para salir disparada hacia un lateral, intentando así evadir el golpe. Sin embargo, su rival fue más rápido y justo al volver a tocar el suelo, se encontraba a un palmo. Estiró su cuello y dirigió la boca hacia el cuello de la mink. Casi sin margen de maniobra, la agente movió ligeramente su cuerpo. Consciente de que no era suficiente para frenar el golpe, al menos provocaría que éste fuera menos grave. Aquella extraña bestia hendió su mandíbula en un endurecido -gracias al haki de armadura- hombro de la joven, que no pudo evitar apretar los dientes, mientras, aprovechando la poca distancia entre ambos, realizaba dos movimientos ágiles. El primero, empleando su dedo índice de la pata libre, que estaba chorreando magma. La agente intentó perforar el cuerpo de su rival a través de un poderoso shigan, y tras ello, lanzaría un nuevo puñetazo de magma directo a su rival. ¿Podría herirle con esos golpes? Quizá su cuerpo fuese tan duro que no pudiera recibir ciertos golpes. Aquello iba a empezar a ser una batalla de lo más dura.

Me alegra ver una vez más que tu intuición y tu olfato detectivesco no te fallan querida amiga, aunque lamentó comunicarte que ese mordico tiene pinta que te va a dejar cicatriz, además puedes notar como tiene cierto veneno, el cual tal vez puedas minimizar si activas tus poderes en la zona del mordisco.  Aunque esto, a su vez, te permite que logres impactar tu técnica imbuida en magma, y vaya si lo hace, ya que consigues perforar las escamas de su abdomen, del cual comienza a brotar una misteriosa sangre azul, lo que te facilita el segundo impacto del puño el cual crea otra herida cercana pero mucho más superficial.

Puedes ver como el extraño ser aguanta el golpe a duras penas, tal vez se le nuble la consciencia por un par de segundos, pero eso no impide que el hombre alza su brazo libre transformado en una especie de garra imbuida en su más pura de sus ambiciones y que entonces susurre unas palabras que no te resultarán del todo desconocidas:

-Shigan, claw- dice antes de intentar impactar el golpe en tu pecho derecho , pudiéndote ocasionar una herida mortal si no tienes el suficiente tino a la hora de elaborar tu defensa, independientemente de como lidies con ello el hombre alzará el vuelo hasta alejarse varias decenas de metros, encarándote, mientras procura drenar sus heridas, las cual debido a la acción de tu fuego, tienen ciertas dificultades a la hora de regenerar, aunque estas se podrías llegar a cerrar si no pones punto final a esto.

El rostro de seriedad y tranquilidad del hombre a desaparecido por completo, al parecer ya te reconoce como un oponente digno y ambos es posible que estéis en las últimas, el colofón al combate esta a punto de llegar. Es posible que tengas muchas preguntas en la cabeza, respecto a quien este hombre y como la agencia a dejado escapar a un hombre con sus cualidades, aunque la posterior declaración del hombre te deja con más preguntas que respuestas.

-Habrías servido muy bien a la corte, una pena que deba poner punto final a esto, aquí y ahora- te increpa con cierto rencor, y ese peculiar acento suyo tras mirar y comprobar que queda un minuto respecto a la hora prometida.

El hombre despliega sus alas y vuelve a volar, aunque tu mantra te advertirá de que corres peligro, el hombre cierra los ojos y luego los abre dejando un rastro de piedra allí donde mira, por último, sin dejar de seguirte con la mirada, el hombre volverá a caer en picado mientras lleva sus garras unidas en una postura que te resultará muy familiar ya que no es otra que una postura del Rokuogan modificada, para cuando en cuanto pueda tratar de impactarte con esa técnica mientras grita:

-Rokuogan, Basilk rage- grita con gran entusiasmo mientras procura aplicarte la onda en el pecho, con su habitual tono azabache.

Si tienes un as debajo e la manga es hora de que lo saques a relucir, quien sabe quizás con la magia del directo logres desarrollar un sorpresivo poder.

La mink se tomó un breve respiro tras el impacto de su ataque. Había conseguido, gracias a su lava, atravesar las escamas de aquél extraño ser. Y no solo eso, sino que la sangre que manaba por ellas era de una tonalidad azul, como si se tratase de algún rey. No dejaba de ser irónico.

Aquel tipo era duro, no cabía duda. Su fortaleza y las habilidades de las que hacía gala le atesoraban como uno de los rivales más complicados a los que la loba se había tenido que enfrentar. Y más importante aún, le generaba una cantidad de preguntas que no parecían tener respuesta en aquél momento. Tal vez si salía con vida, conseguiría algo de información a través de su organización.

En cualquier caso, el tipo alzó el brazo y lo bajó con más furia aún, intentando realizar un contundente zarpazo sobre el cuerpo de la agente. O eso creía la mink, que en el último momento vió cómo su rival pronunciaba unas palabras y modificaba su movimiento para intentar atravesar su pecho con las afiladas garras. Instintivamente, Ellie endureció su cuerpo tanto como pudo empleando una de las mejores técnicas defensivas que conocía; el Tekkai, y aplicó haki sobre él con la firme intención de aminorar el dolor y las repercusiones del golpe.

Y, aunque lo hizo, la garra consiguió atravesar unos centímetros de carne y el impacto desplazó varios metros hacia atrás a Ellie, que terminó chocando su cuerpo contra uno de los muros. Se levantó lentamente sintiendo un fuerte dolor en la zona golpeada a la par que observaba a su rival, que ascendía por el cielo en lo que parecía ser el último movimiento que podría soportar. Su cuerpo estaba bastante maltrecho, aunque aún le quedaba gasolina para intentar una última acción. Si fallaba, con casi total seguridad sucumbiría ante el poder de aquél hombre. Si acertaba, cabía una posibilidad de que pudiera dar el combate por finalizado. Solo tendría que esperar unos segundos.

La electricidad empezó a recorrer el cuerpo de la mink, por cada poro salía alguna que otra chispa, y mientras tanto, Ellie ascendió escalonadamente la temperatura de su cuerpo, llegando hasta los mil grados, la cual mantuvo. Y entonces, el tipo soltó una pista sobre su dedicación. Dijo algo sobre lo bien que hubiera servido la mink a la corte, y lamentó tener que poner punto y final a su vida.

La agente hizo un ademán por concentrarse, cerrando los ojos al igual que lo hizo su rival, y se notó preparada para llevar a cabo su golpe final. La electricidad de todo su cuerpo se desplazó hasta sus piernas, y pronto empezó a moverlas a una velocidad que jamás había logrado. Su figura se difuminaba por el lugar, y una estela de chispas aparecía instantes después de su presencia en la zona. Identificar a la agente podría ser una misión compleja, aunque quién sabe si su rival sería capaz de hacerlo.

Cuando su rival estuviese a punto de realizar su golpe, la loba aparecería en su costado y, juntando la palma de ambas manos, uniría su fuerza a la velocidad empleada e intentaría atravesar las escamas del legendario ser. Ya había conseguido golpear y herir a su enemigo ayudándose del poder de su akuma no mi, por lo que si, además, le sumaba el factor sorpresa y una velocidad supersónica, quizá pudiera atravesarle y poner fin a su vida. De lo contrario, la loba estaría bastante jodida.

En caso de conseguirlo, ahondaría sobre el cuerpo de su rival intentando hallar alguna prueba sobre la organización a la que representaba. También buscaría cualquier objeto que le ayudase a identificar a más miembros de esa organización. ¿Qué relación tendrían con el gobierno? Algo le decía que acabaría sabiéndolo una vez llegase de nuevo a Ennies Lobby.

Técnica que quiero sacar:

Consigues levantarte en el último momento, pese a ese último golpe encajado, estas determinada a detener a ese hombre. Tras eso te concentras desplegando tu electro y finalmente concentrándolo en tus piernas, para acto seguido dar un gran impulso y sobrepasar cualquier velocidad que consideras imaginable, el mundo se distorsiona ante tus ojos y logras alcanzar su costado en una fracción de segundo.

Tu velocidad ha superado por mucho el movimiento del hombre, el cual trataba de defenderse siguiendo el atisbo de una premoción que no es capaz de detener. Tu golpe impacta, la lava brota y atraviesa a la bestia la cual exhala un alarido de dolor que te deja ensordecida durante unos segundos, lo que no puedes evitar es el latigazo de la cola de la criatura que en su movimiento caótico te propine un golpe que te lanza al blando suelo del manglar, rebotando hasta en dos ocasiones y rompiéndote alguna que otra costilla.

Cuando intentas incorporarte muy a tu pesar, a penas alcanzas a ponerte en pie, tambaleándote y meciéndote con una gran sensación de nausea y vómitos. A pesar de ello, poco a poco puede seguir caminado hacia la criatura que aún continúa agitándose violentamente, hasta el punto de que lentamente se libra del fuego, lentamente sus heridas parecen ir cerrándose, alejándole de la muerte, pero su impresión y el estrés acumulado en el cuerpo del sicario hace mella, ya que su presencia parece haberse desvanecido al igual que su consciencia.

El grito se acaba, la criatura cae de rodillas mientras su transformación se deshaciendo hasta que el hombre toma un aspecto humano, tal vez sea por tu mareo o por tu imaginación, pero confundes el rostro del sicario con la de Pierrot, aunque esa sensación desaparece cuando ves que el rostro del sujeto es más joven y que difiere en varios aspectos del de tu jefe, aunque no puedes evitar notar cierto parecido. Lo que si notas según te acercas es un emblema que ha salido despedido en vuestro cruce de ataques, un anillo ballado en plata con una gema incrustada, estabas por examinarlo cuando de pronto notas un cosquilleo por tu cuerpo, efectivamente el veneno de los dientes ha comenzado a hacer efecto, iniciando su parálisis.

Aunque tal vez el destino no te ha deparado caer aquí, ya que cuando caes al suelo y estas a punto de perder la consciencia ves como Ennio junto con el propio Pierrot se están acercando al lugar dispuestos a rescatarte, en el rostro de Pierrot no ves una mirada amable, sino más bien una mueca desencajada, la cual se acentúa cuando se agacha frente al hombre con el que estabas peleando, Ennio por el contrario corre hacia a ti y parece que lleva un frasco de cristal en la mano, del cual pende tu vida.

La próxima vez que te despiertes, estarás de vuelta en el tren, en un vagón médico, con toda tu escuadra alrededor, al parecer todo el incidente con los revolucionarios ha acabado, atrapando a varios de ellos gracias al operativo que preparaste. Desafortunadamente varios de ellos y sus cabecillas como Betty o Bastalegre han vuelto a evadir el peso de la justicia una vez más, aun así, habéis tenido una victoria contundente y los más importante habéis evitado que la armada se hiciera con el control de la instalación del señor Armonia. Sea como sea, has cumplido con tu papel en esta historia que para bien o para mal será determinante el desarrollo de un futuro.