Ryuichi Ichiban, el Pez Dragón de Kansai [ID]

Trasfondo

Huérfano en la isla de Kansai fue criado por el dueño del bar donde fue abandonado cuando era un bebé, aunque ese hombre fue de todo menos un padre para él, dándole un techo donde dormir y comida por simple lástima, sin educarlo y esperando a que pueda valerse por sí mismo. Ni siquiera le dejaba estar en el bar cuando había clientes. Siempre fue alguien pobre, haciéndose amigo de los otros gamberros del barrio. Cuando cumplió los quince, su tutor pareció decidir que era edad suficiente como para cuidarse por sí mismo y lo echó del bar. En las calles, Ichiban se vio obligado a robar para sobrevivir, metiéndose cada vez en problemas más grandes, hasta que robó a la persona equivocada.

Secuestrado por una familia yakuza local de Kansai, lo ataron a una silla y golpearon hasta que confesase para quién trabajaba, creyendo que era miembro de un clan rival. Lo único que Ichiban hizo fue mantenerse en silencio, recibiendo golpe tras golpe. Hasta que, por lo visto, el jefe de aquella familia apareció. Hiroshi Tanaka, Patriarca de la familia Tanaka, pareció apiadarse del muchacho, preguntándole por qué había robado, sin acusarle de ser de ninguna familia rival. A aquello Ichiban sí contestó, contándole que necesitaba comer y un arma para defenderse por las noches y que por eso las había robado. Aquello debió conmover al patriarca, pues decidió ofrecerle un puesto en la familia.

Ichiban se sintió en deuda, viendo a Hiroshi Tanaka como al padre que nunca tuvo, casi idolatrandolo como a un héroe. Su lealtad era férrea y, durante ese año, trabajó para él. Sin embargo, su corazón de oro le impedía hacerle daño a personas buenas, haciendo que intentase siempre moldear las órdenes que le daban para cumplir su trabajo sin hacerle daño a inocentes, como una vez que fue mandado a recolectar una deuda de una madre soltera con las palabras "trae su bolso entero si hace falta" y lo que hizo fue quitarle el bolso, vaciarlo de cualquier objeto de valor y fingir que no veía a la mujer recogerlos, y llevárselo vacío a su superior.

Ese comportamiento le provocó problemas en la familia, claro. Siempre recibía broncas de sus superiores y más de una vez se le amenazó con hacerle cortarse un dedo. Sin embargo, su última orden llegó el día en que un miembro de una familia rival fue asesinado. El patriarca pidió reunirse con Ichiban y le explicó que su lugarteniente, en un arrebato de ira tras una discusión, terminó apuñalando hasta la muerte a un yakuza rival. Tanaka le explicó que si se descubría quien había sido, el tratado de paz de ambas familias se rompería y Kansai sería sumida en una guerra de bandas. Le pidió a Ichiban que se entregara, que confesara el crimen, negando toda conexión con la familia Tanaka y cumpliese condena, salvando a la familia y a Kansai del caos. En una última reverencia, Ichiban cumplió la orden de su salvador.

El juicio fue rápido, casi como si quisiesen quitárselo de encima lo antes posible. Fue condenado a quince años en prisión los cuales fueron aumentados a veinte por mal comportamiento, cuando se vio obligado a defenderse varias veces de miembros de la familia rival que buscaban venganza. O cuando entró en una pelea con gente que decidió insultar al patriarca de los Tanaka. Pasó todos y cada uno de esos años en prisión, esperando a que el patriarca lo recibiese con los brazos abiertos cuando saliese. Cuando por fin salió de prisión tras veinte horribles años, todo había cambiado.

La familia Tanaka era ahora la organización Yakuza más poderosa de Kansai, entrando a niveles de la élite criminal en el East Blue. Nadie le vino a buscar, como si hubiese sido olvidado. Los intentos de contactar con el patriarca fueron en vano. Durante meses se mantuvo su lealtad a Tanaka, sin embargo, tras un encuentro y enfrentamiento con el lugarteniente que hubo cometido el crimen por el que se entregó hará veinte años, todo se rompió. Herido tras el encuentro, tanto física como emocionalmente, abandonó Kansai dándose cuenta de que la vida del Yakuza no era para él. Intentó unirse a la Marina, buscando un nuevo camino, pero no fue aceptado. Sin embargo, eso no le detuvo, y ahora va de isla en isla por el East Blue buscando el cuartel que pase por alto su historial y le permita alistarse, hasta que, tal vez por fuerzas del destino, conoció en una de esas islas al almirante Al Naion. Pareció ver algo en Ichiban que nadie más vio, llegando hasta el punto de hablar en su favor con el centro de reclutamiento de aquella isla, siendo aceptado por fin en las tropas de la Marina como cadete.

Personalidad

Una buena manera de describirlo en pocas palabras sería "macarra con el corazón de oro". Es bruto, violento y malhablado, bastante directo en su manera de hablar y siendo bastante incapaz de callarse nada, positivo o negativo. Se enfada con facilidad, sobre todo cuando amenazan lo que le importa, que puede ser desde sus amigos hasta su pelo. No quiere mostrar debilidad alguna, por lo que sentimientos como la tristeza siempre serán mostrados como enfados en su manifestación de los mismos. Sin embargo, bajo su duro exterior se encuentra un corazón de oro. Alguien que respeta a aquellos que hacen el bien y odia a quienes abusan del débil, siendo capaz de salir de su camino para proteger o ayudar a un niño llorando por cualquier cosa, siendo ese el motivo por el cual fue siempre manipulado y utilizado en su pasado criminal.

Apariencia

Puede parecer más joven de lo que realmente es. Lleva el pelo siempre bien peinado hacia atrás en un bonito Pompadour de color negro, el cual suele ir repeinando cada dos por tres, poniéndose bastante agresivo si alguien le despeina aunque sea un poquito. Tiene los ojos rasgados, la piel pálida y unas ojeras permanentes que suelen darle un aspecto más cansado y malhumorado de lo que debería. Lleva una ropa que bien podría recordar a un uniforme escolar, con unos pantalones negros anchos que se estrechan en los tobillos, abotonados hasta la mitad del abdomen y una chaqueta negra corta desabotonada mostrando siempre un jersey rojo de cuello alto. Debido a su pasado en el mundo criminal de Kansai, casi todo su torso está marcado por un colorido tatuaje de aspecto tradicional oriental. Sus brazos están totalmente tatuados hasta la mitad del antebrazo, mostrando coloridas escamas y olas chocando, uniéndose a un motivo de flores y más escamas en el torso. En su espalda está el tatuaje del cual tiene más orgullo, mostrando un feroz pez dragón subiendo una cascada.

Estilo de lucha

Consiste en golpear. El bate de beisbol (o palo de pegar como él lo llama) es una herramienta perfecta para blandir y golpear a aquellos que considere enemigos hasta que dejen de moverse. Efectivo, rápido y furioso.

Armas

-Un bate de béisbol de metal, algo más pesado de lo normal.

Saberes

Cocina

Pertenencias

-Un peine