Lea Blade

Una niña de cabellos azules, vivía en un pueblo de bajos recursos, en medio de la humildad,
los malos tratos de su infancia, Lea tenía solo un odio en la vida, su padrastro, este le maltrataba constantemente, le gritaba a ella y a su madre, le tenía mucho rencor debido a haber sido el culpable del asesinato de su verdadero padre, cosa que solo la peliazul sabía, por ser niña nadie le iba a creer tal cosa, pero nunca dejó de decirlo.
Existía solo una persona a la cual ella le tenía algún tipo de estima, su anciano tío, el viejo samurai del pueblo, se decía que era uno de los mejores, se ganó el apodo de "El silencio azul" , Lea nunca supo el porqué le decían así.
El mismo tío le enseñó muchas de las cosas sobre los samurai, de como manejar una katana, le enseñó las reglas de un combate y de respeto, era como su segundo padre.
Hubo un día en el cual el ebrio padrastro llegó al lugar de práctica de Lea con su tío, este solo hizo el ridículo en tal lugar.

-iQue haces acá niña estúpida!, debes ir a lavar los platos y a ordenar, ique vienen los camaradas!.-

Con mirada de odio Lea tuvo que aceptar los maltratos de su padrastro, en esto su tío se levanto defendiéndola.

-¿Tu crees que es bueno tratar a una niña así? , la verdad no , ¿podrías quitarte los zapatos en mi habitación, porfavor?.-

El padrastro riéndose y burlándose del tio de Lea, accedió y mirando hacia atrás, llegaban sus camaradas para propinarle una paliza a el viejo. Este luchó contra unos 20 hombres que portaban navajas, pistolas y armas pequeñas, dejandolo malherido pero logrando su misión, proteger a su sobrina. Lea lloró por su tío, lo atendieron unas médicas de el barrio y no lograron darle vida, sus ultimas palabras según ellas fueron:

"La vida no te trae más que problemas, problemas que se deben afrontar, la justicia hoy en día esta vaga, no hay quién detenga la impureza que tiene el redondo mundo, porfavor, déjenle la katana que está en mi habitación a mi querida y única sobrina, le servirá"

En medio de lágrimas Lea se propuso desde ese momento vengarse de su padrastro, tomando pocas de sus cosas, marchó en busca de justicia y de aprendizajes.
Pasaron los años y ya con 18, la aceptaron medida de contactos y situaciones, en el gobierno mundial, perfecto para ella, lo que más quería era acabar con los ebrios piratas y algún día encontrar a su padrino y acabar con el, nacía una prodigia espadachín, en las organizaciones secretas de la Cipher Pol.