Las sombras gemelas. Midorima vs los Cadejos Negros

El cadejo de tu espalda de repente aulló, produciendo un sonido terrorífico que te heló la sangre en las venas. El otro rugió y se alzó a dos patas. Era más grande de lo que parecía. En aquel momento era bastante más alto que tú. El horrendo ser avanzó hacia ti a la carrera, lanzándote un zarpazo al cuello con un feroz rugido. Al mismo tiempo, silenciosamente, el otro saltó hacia ti tratando de clavarte las garras en la espalda y morderte la yugular.

Táctica de Cadejo: Al cuello [AMF] + Táctica de Cadejo: Por la retaguardia [AMF]

Combinados forman:

Sombras Gemelas: Asesinato [AB]

Off: Cada cadejo es equivalente a un luchador del mono nivel 35.

Midorima estaba listo para frenar los ataques de esos animales, pero el gruñido del que estaba a su espalda le heló de momento la sangre e hizo que de momento su cabeza divagara unos momentos, aunque logró volver a la realidad en cuanto vio a aquel enorme ser parado en dos patas, reaccionó a tiempo para así moverse de forma veloz a su derecha aunque no logró esquivar todo el ataque y terminó por recibir parte del ataque en la altura de su hombro derecho, fue un milagro en que aquel ataque no le arrancara el brazo entero, la sangre salía de forma veloz y seguida, pero no había tiempo para preocuparse de eso ya que a su espalda logró ver como es que el otro cadejo lo trataba de morder en el cuello, si ese ataque le daba definitivamente lo iba a matar, así que usando su velocidad y agilidad fue que logró esquivar aquel ataque con algo de facilidad con un mortal sin necesidad de usar sus manos.

Se alejó unos metros y se dio cuenta de que ya tenía a los cadejos juntos, eran rápidos y fuertes, una combinación muy problemática y que en ese momento era un dolor en la cabeza, pero tenía que seguir adelante…pero era hora de huir, aquellas bestias eran fuertes y no podía ganar e inclusive si lo hacía nada le aseguraba que no hubiera más de estas cosas por aquel lugar. No era una decisión muy fácil pues iba en contra de su orgullo pero su vida era más importante que su orgullo y el recibir una herida fea en su hombro era marca suficiente como para decir basta, pero para eso necesitaba una distracción y por suerte de momento todo indicaba que él ganaba en velocidad y lo iba a utilizar a fondo esa gran ventaja.

Así que suspiro para luego desaparecer del lugar y aparecer justo al frente del cadejo que estaba a su derecha y entonces sin dudar un segundo lanzó un poderoso gancho de izquierda imbuido en Haki Armadura directo a sus costillas, no frenó ahí ya que tenía un plan para huir del lugar, en cuanto acabó su ataque giró sobres su eje y desde ahí lanzar una patada en toda la cara de aquella bestia, si la combinación resultaba debería mandarlo a volar directo al otro y así tener un lapsus de tiempo que obviamente no se iba a quedar esperando, su ataque diera o no hizo que Shintaro saliera corriendo a gran velocidad devolviéndose por donde vino y doblando a la izquierda, sin quedarse a ver nada siguió corriendo como si su vida dependiera de ello.

Gancho al hígado + patada a la cara [AMF] [Haki Armadura nivel 2 + The Zone Of God]

aclaración:

El cadejo fue incapaz de esquivar tu gancho, dado que a dos patas no era tan ágil. El golpe lo hace caer de espaldas, sobre su lomo, y derrapar por el suelo. El otro cadejo estaba preparado y esquivó tu patada ágilmente. Empiezas a correr fuera de la hondonada como alma que lleva el diablo, pero pronto escuchas los ladridos de los animales detrás tuya. Te das cuenta que las colinas se acababan justo tras la hondonada de las piedras, y que ahora estás en una pradera cubierta de hierbas de unos cuarenta centímetros de altura. A varios cientos de metros de ti está el bosque de arces rojos, lo que parece tu única esperanza de salvación. Sin embargo, ¿podrás llegar antes de que te den caza? Al poco los tienes corriendo a tu vera, uno a cada lado tuya, como dos sombras negras. Comienzan a lanzarte zarpazos y tratar de morderte los tobillos para agarrarte y hacerte caer.

Sombras Gemelas: Hostigamiento [AIF]+[AIF]=[AF]

Shintaro seguía corriendo, rezando porque fuera más rápido que esos animales, pero todo eso fue inútil cuando escuchó aquellas malditos ladridos detrás suya, no miró hacia atrás y solo seguía corriendo pero que ahora se complicaba por el hecho de que la hierba ahora estaba molestando y aún con su técnica activada costaba un mundo correr a su máxima velocidad, y entonces elevó su vista y observó un bosque de arces rojos, pero estaba muy lejos como para ser verdad pero era definitivamente su única salvación, si quería seguir con vida debía imperiosamente llegar a ese lugar, y entonces los escuchó más cerca, uno a cada lado de su cuerpo…aquellos cadejos eran hábiles y se notaba que tenían las pintas de ser grandes cazadores.

Fue entonces que logró ver venir sus nuevos ataques, iban dirigidos a sus piernas así que de forma veloz se quitó las pesas de sus piernas y las tiró directo al rostro de aquellas bestias, pesaban cincuenta kilos y algo debían hacer, aparte ahora que se había quitado peso había logrado ganar algo de velocidad, lo justo como para que los ataques de aquellas bestias solo fueran cortes superficiales y poco profundos, no se iba a quedar peleando definitivamente tenía que llegar directo al bosque, su única salvación o por lo menos así tendría algo de ventaja, el bosque ofrecía escondites varios y muchas formas de escapar. Sin más se volvió a quitar las pesas de sus brazos ahora, para luego lanzarlas a los cadejos, necesitaba algo de tiempo y esta vez sus pesas iban a servir como armas. Midorima: No perderé, definitivamente no perderé, sobreviviré y seguiré con esta aventura. ¡NO PIENSO MORIR AQUÍ! pensaba con fuerza para darse ánimos, debía seguir corriendo y sobrevivir.

Lanzamiento de pesas de cincuenta kilos [AF]

Supones que ha funcionado. Escuchas quejidos y gañidos de dolor, como los que dan los perros callejeros al ser pateados. Sin embargo parece que los has enfadados aun más. Aullando como lobos llamando a la manada, recuperan el ritmo y vuelven a correr tras de ti. Poco a poco comienzan a recortar distancias contigo, pero esta vez parece que van a matar. Escuchas su furioso y continuados gruñidos de rabia, y casi puedes notar su instinto asesino. Ya estás convencido de la cercanía de tu muerte cuando ves algo proveniente del bosque. Un destello azul. Entonces ves a una figura corriendo hacia ti. ¿Un nuevo enemigo o un aliado inesperado?

- ¡Agáchate! - grita desde la distancia.

Poco a poco va acercándose. Se desplaza muy rápido, y cada cuatro o cinco segundos se ve un destello azul y se desplaza varios metros de golpe en una milésima de segundo. Cuando está a unos cinco metros de ti puede verlo: es un hombre de piel oscura, pelo corto negro, ropas de cuero y una capa de viaje marrón. Lleva consigo dos pistolas. De repente apunta hacia ti y dispara. Dos proyectiles de luz pura te ciegan y estallan a tu espalda. Se escucha a los cadejos gruñir y gemir, cegados y aturdidos. El recién llegado vuelve a desplazarse con esa especie de destello azul, esta vez en diagonal hacia tu derecha. Tras hacerlo, dispara dos tiros más, seguidos de una especie de rayo láser y otros dos tiros. Los cadejos comienzan a gemir y escapan. Puedes ver que uno cojea, pero a pesar de eso corren bastante. El hombre se gira hacia ti y se te acerca, enfundando las pistolas. Te tiende una mano y te dice:

- ¿Estás bien, chico? Por suerte he podido llegar justo a tiempo... menos mal que venías hacia aquí. Escuché sus aullidos y vine lo más rápido posible.

El peli verde escuchó claramente los gemidos de dolor de las bestias, se tranquilizó de momento, una paz de unos segundos, muy pocos para ser disfrutados ya que las bestias nuevamente se levantan y esta vez parecían enfadadas de verdad, Midorima seguía corriendo tan veloz como podía, veía el bosque muy cerca pero también sentía el instinto asesino de los cadejos Midorima: Mierda, no lograré llegar…maldición, voy a morir. pensaba mientras seguía corriendo, aunque poco a poco sus ganas y fuerzas se iban, pero entonces vio un destello azul viniendo desde el bosque…Shintaro no tenía idea si era enemigo o un aliado, sinceramente esperaba que fuera un aliado pues otro enemigo en esas circunstancias y su lápida ya estaba hecha en el cementerio, pero escuchó el grito claro y fuerte, no dudo un segundo y se agachó de forma rápida, ya su vida dependía del destino y también de la suerte.

Sus ojos veían aquel destello azul y como es que se acercaba aquel sujeto, y entonces luz, mucha luz que lo cegó por completo, también escuchó el sonido de una explosión, seguido de eso el claro sonido de los cadejos gimiendo del dolor, todo indicaba que el recién llegado era un aliado y eso tranquilizaba a Midorima quien al escuchar las palabras de aquel sujeto salvador, no dudó en darle la mano y así ponerse de pie, se dio vuelta para mirar a los cadejos y uno de ellos cojeaba pero aun así corría bastante bien y a mucha velocidad, sin duda esos animales eran un peligro y más si seguían por aquí cerca, pero eso no era importante ya que era hora de dar las gracias.

Midorima: Muchas gracias, en verdad te lo agradezco mucho…esas cosas casi me matan, gracias.

Pronunció con bastante alegría mientras desactivaba su técnica, tenía que quedarse y esperar si aquel sujeto era en verdad un enemigo o aliado…pero aun así tenía que dar las gracias, aun cuando no supiera las verdaderas intenciones de ese sujeto, después de todo le había salvado la vida y eso era bastante.

El hombre te ayuda a levantarte y te sacude la ropa para limpiarte el polvo. Ahora te fijas en que tiene unas gafas de sol a pesar de ser de noche. La luna roja se reflejaba en los cristales de esta. Tu inesperado compañero rebusca entre sus ropas y te tiende dos cosas: un tubo de cristal con una boquilla y un agujero junto a esta y un paquete de chocolate con leche en tabletas. Tras eso, saca también una botella, de la que da un trago antes de tendértela.

- Es té verde, te vendrá bien. Y rocíate las heridas con el contenido de ese tubo, es un regenerador celular. Te las cerrará en cuestión de segundos.

Tras eso, tu salvador saca otra tableta y se pone a comer él también. Parece un hombre amable pero serio, tal vez incluso algo cortante al hablar. Se sienta en una roca y da un suspiro de placer.

- Ya iba necesitando un descanso... en fin, mi nombre es Brendaric. ¿Quién eres y cómo has acabado en ese lío? Más aun, ¿qué te ha traído a esta isla? Eres muy joven.

Midorima miró tranquilo a aquel hombre y se dio cuenta de algo curioso, llevaba gafas aun cuando fuera de noche y la luna roja se reflejaba en los cristales, algo que sin duda hizo que este se sorprendiera, ignoraba el hecho de que la luna ahora era roja aunque tuvo que bajar la mirada al notar que su ahora aliado y compañero sacaba dos cosas de su mochila y se las entregaba, al principio Shintaro no tenía idea de cómo utilizarlas, lo primero era un tubo boquilla y un agujero junto a esta y lo segundo un paquete de chocolate con leche en tabletas. Midorima no dudó en llevarse un pedazo de chocolate a la boca y tragárselo, necesitaba energía y para eso el azúcar era el mejor remedio del mundo, mientras comía escuchaba las demás instrucciones de aquel sujeto.

Es té verde, te vendrá bien. Y rocíate las heridas con el contenido de ese tubo, es un regenerador celular. Te las cerrará en cuestión de segundos.  

Shintaro sonrió de manera amable y no dudo en usar aquel tubo mágico, lo usó en su hombro y en sus piernas, en milésimas de segundos todas sus heridas terminaron sanadas, definitivamente las cosas iban de más en mejor y todo indicaba que las cosas iban a mejorar o por lo menos las heridas de su cuerpo, sin duda aquel tipo era un gran tipo y ya se había ganado su confianza, mientras escuchaba como le lanzaba diversas preguntas y se presentaba con un nombre rarísimo, Brendaric, era su nombre, el peli verde tomaba el té verde y así sentía que sus energías regresaban a su cuerpo…ya estaba listo para seguir su aventura.

Midorima: Soy Midorima Shintaro acabe en ese lío porque se nota que aún me falta experiencia, de ser menos impulsivo y más inteligente hubiera escapado en vez de iniciar una pelea que podría costarme la vida y vine a esta isla por aventuras y también por el supuesto tesoro, vengo buscando alguna clase de desafío pero sobre todo me estoy buscando a mí mismo, metafóricamente hablando claro.

Le respondió con una leve sonrisa, sin más espero alguna clase de respuesta para así terminar la conversación de su parte ya no había mucho que hablar y el tesoro estaba ahí, lo sentía cerca y algo le decía que muchas cosas estaban por pasar, no podía perder el tiempo hablando con Brendaric.

Brendaric de repente mira a su alrededor y comienza a guardar sus cosas en silencio. Parece haber notado algo. ¿Qué será? De repente notas que mira a un punto del oscuro cielo, del cual puedes ver un destello azulado.

- Creo que es hora de que me vaya. Tengo tareas importantes en la isla. Tan sólo recuerda lo siguiente: si quieres sobrevivir, reúne gente y combatid juntos. Necesitaréis agruparos para sobrevivir.

De repente comienza a correr hacia el norte y desaparece en medio de destellos azules. Mientras, puedes ver como un enorme dragón azul va descendiendo hacia ti. Oye... ¿tú no conocías a este tipo?

[Damos por finalizado el encuentro]