El gran y a la vez diminuto combate,

Esta vez le había tocado el turno a una biblioteca, no sabia por que narices nos habían pedido ayuda a nosotros, pero desde la central llego el mensaje al Octubre Rojo de que tenia que acudir de inmediato, por lo visto la bibliotecaria era un antiguo ligue de Jack Constantine y claro no podía ignorar tan absurda tontería como unos ruidos en la biblioteca, libros destrozados, sillas volcadas, gente quejándose, las clásicas tonterías. Suspire mientras nos acercábamos a la isla, seguramente no seria nada mas que unas chiquilladas de algún gamberro sin vida social, pero quien paga manda y la resistencia siempre paga bien, solo esperaba que mereciera la pena el viaje.

Finalmente atracamos en el puerto de la isla en donde un descomunal árbol se erguía, el árbol era una burrada de bicho, y por lo que pude ver era la maldita biblioteca entera, la gente esta muy loca Mike, desembarque con Fluffle puff, pero esta vez no llevaba mis armas ni mi armadura era una biblioteca y tenia prohibido destrozarla o prenderle fuego, a regañadientes acepte tendría que valerme dar tortas con la mano abierta a lo Bud Spenser, Comencé a caminar camino a la biblioteca tenia una bonita caminata hasta allí y mas si Fluffle se entretenía en ver escaparates de pastelerías.

De alguna forma u otra había terminado en una biblioteca. Lo que sucedió allí fue totalmente extraño y tan rápido que apenas le dio tiempo a ver lo que pasaba. Rápidamente desenfundó sus abanicos y los abrió pero debido a la confusión generada allí no sabía a donde ir ni qué hacer.

Caminó un rato por aquel lugar sin encontrarse con nadie. Por una ventana logró ver a alguien con una especie de... ¿Pony peludo rosa enorme? ¿Qué demonios? La confusión de la joven aumentaba más y más. Tampoco estaba segura de si era amigo o enemigo pero por si acaso continuó con los abanicos desenfundados y abiertos esperando un posible ataque.

Me adentre en la biblioteca seguido de cerca de mi fiel y sagaz compañero Fluffle, cuando me quise dar cuenta el muy pícaro ya se había colocado un gorro y una pipa, solo le faltaba decir elemental mi querido Bleyd. Eso si ni idea de donde se había sacado esas cosas, nos acercamos a recepción en donde nos atendió una abuelita bastante mayor, llevaba bastón y tenia pintas de ser muy cascarrabias. La señora nos puso al corriente de la situación por lo visto en la parte antigua de la biblioteca era donde mas desperfectos se habían encontrado, tan solo tenia que seguir el pasillo de la derecha y pasar la sección de ciencia ficción. Me despedí en susurros de la abuela y nos encaminamos a la zona antigua, el camino estaba plagado de libros y en los descansillos que se encontraban entre una zona de librerías y otras había una zona de lectura iluminado por luz natural que entraba de unas vidrieras de exquisito acabado, también tenia un par de columnas con un animal mitológico representado encima, y las baldosas estaban decoradas con números romanos, exótico cuanto menos, pase cinco zonas de descanso hasta que encontré lo que buscaba la zona antigua, aquí se guardaban libros que son mucho mas delicados que el resto por su antigüedad, por los recientes acontecimientos tenia un guardia vigilando el acceso, pero antes de meterme en faena me senté a consultar un par de libros sobre la cría del gamusino que me pareció increíblemente interesante.