La despedida (pasado, hace una semana) (privado: Taiko e Iku) {Dom 17 Mar 2013 - 12:51}

06/12/2012

Estaba en el barco de Ghost Leviatans con mis compañeros dirigiéndonos a Little Garden por diferentes razones. Unos para entrenar, otros para explorar y los terceros, como yo solo para dar un paseo y desconectar.

Me situaba a cubierta apoyada en la barandilla con mi pelo suelto ondeando a causa de la brisa marina. Mi mirada fija en el horizonte, comenzaba la apuesta de Sol, en unas horas se volverá a ocultar tras las montañas. Llevava una camiseta de tirantes lila, ajustada y escotada junto a un pantalón negro. Esta vez no llevaba ninguna de mis armas encima, las deje en mi camarote ya que por ahora no las necesitaba.

Pasados unos minutos llegamos a aquella isla, y como siempre, ni me di cuenta ya que estaba perdida en mis pensamientos, y lo que creí que eran unos minutos resultaron ser 3 horas. El jefe dijo:

Bueno, fuera todos, hacer lo que queráis mientras me ocupo de cierto papeleo pero recordad, os quiero aquí a todos antes de que termine la apuesta de Sol.

Le escuché atentamente y luego lo miré asintiendo sonriente. Vi como salían del barco todos mis nakamas: Taiko, Sinclair, Shinji, Doruke, Kinji… y muchos más. A la mayoría los conocía pero había unos cuantos con los que no hablé en mi vida. Sonreí de nuevo, nunca pensé que llegaría tan lejos… hace unos años me quede huérfana y ahora formo parte de esta gran familia que es el Ghost Leviatans y siendo yo la 3ª al mando, aunque apenas le doy ninguna importancia a ese cargo, mis nakamas, los que para mí son como mis hermanos son mayorcitos para cuidarse por su cuenta, son almas libres, yo solo puedo echarles una mano con todo lo que pueda y proteger a mis pequeños con mi vida. Sonreí, una vez más me quede perdida en mis pensamientos. Miré a mi alrededor, ya no quedaba nadie, todos se fueron por lo que di un salto y me fui yo también adentrándome en un denso bosque por un camino arenoso. Puse mis manos en la nuca y miré al cielo, era precioso, tenía un azul anaranjado precioso, no se veía ni una nube en él. Seguí caminando sin dejar de mirar hacia arriba, ahora mi mente estaba en blanco, no pensaba absolutamente nada, y seguía sonriendo como siempre, era una gran sonrisa que dejaba a la vista mis dientes blancos.

27/12/2012

Hacia ya largo rato había abandonado el barco de Ghost Leviatans. No conocía el motivo exacto por el que estabamos allí pero sabía que no era una misión sino más bien cuestiones burocráticas del gremio que tenía que manejar el lider del mismo, Takeshi, asi que como si de una excursión escolar se tratase, el propio Takeshi nos dió permiso para hacer lo que quisieramos en Little Garden.

Unas horas libres no venian mal a una tripulación que había perdido a un compañero y practicamente a otro en su última misión. había mucha presión y tensión acumulada.

Estoy seguro de que la mayoría utilizaran este parón para descansar o para actividades de ocio y recreación personal...

Pensaba mientras me adentraba en Little Garden, ya había estado aquí y sabía los peligros que me podría encontrar y como moverme por consiguiente supe llegar a un lugar suficientemente tranquilo para no molestar a los poco habituales y muy peligrosos habitantes de esta prehistorica isla, que en su mayoría eran dinosaurios.

Este es un buen lugar.

Me detuve en un claro de aquel frondoso bosque en el que iba a pasar mi tiempo libre. Lo iba a dedicar, por supuesto, a entrenar mis habilidades de golpeo, quería dominar por completo mis asombrosas capacidades, aunque sabía que ya las manejaba (por el incidente que causó la muerte de Stinger) tambien sabía que mi margen de mejora estaba muy lejos de mis actuales limitaciones, asi que me dispuse a ejecutar un entrenamiento especial.

En el lugar en el que me encontraba había varios arboles prehistóricos cuyo diametro era inabarcable incluso en mi forma complketa de gigante, aquello iba a tan simple como probar mi fuerza puesto que la resistencia de la vegetación de Little Garden era legendaria.

Allá vamos, Taiko.

Comencé a golpear haciendo alternativamente mis brazos, pies, puños y patadas progresivamente más grandes combinando distintos impactos y combos que me vendrían realmente bien en una confrontación real.

Estaba realmente concentrado y serio, aun quedaba mucho para que se pusiese el sol.

06/12/2012

Seguía caminando por aquel camino arenoso, mi posición era la misma hasta que empecé a oír golpes no muy lejos de mi posición.

¡MIERDA! Debí de haber cogido mis armas.

Baje la mirada y miré al frente mientras caminaba sigilosa por allí. Transformé mis orejas de humana en las de pantera, agudicé mi oído y me dirigí hacia la zona de los extraños golpes.

Solo espero que no sea ninguno de mis compañeros, sin mis armas no puedo hacer mucho.

En escasos minutos llegué al lugar de donde procedían los golpes y me escondí tras uno de los numerosos árboles que hay alrededor y pude observar que se trata de mi compañero Taiko entrenando. Consideraba que era un chico extraordinario aunque mi primera impresión de él no fue esa precisamente, lo odie durante un largo rato cuando mató a Stinger, y, aun que me siga doliendo su muerte no le puedo echar la culpa a ese pequeñín de lo que hizo. Comencé a reír ¿pequeñín? Si es más grande que yo en todos los sentidos... la verdad es que considero a aquel chico un gran amigo y un gran apoyo pero… ¿hasta dónde llega esa amistad? ¿s solo amistad o es algo más lo que siento por él? Ppff… estaba echa un lio pero me quede a observarle tras aquel árbol.

27/12/2012

Aquel bosque parecía mucho más calmado que la última vez que estuve en el lo que es un gran alivio para mi tranquilidad y una gran satisfacción, ya que mi entrenamiento no estaba siendo interrumpido por nada ni nadie como normalmente pasaba en mis viajes y acciones varias.

Ya llevaba varias horas entrenando duramente y acusaba el cansancio acumulado. Mis puños estaban rojos de cada golpe que asestaba a aquel gran arbol que tenía ante mi, y es que mi puño en su máximo tamaño no solo no conseguía no quebrar el potente tronco sino que además apenas resquebrajaba la corteza que recubría aquel pilar sobre la tierra que parecía impasible ante mis sacudidas.

Cada vez ponía más ímpetu, lejos de desanimarme por no conseguir mi ansiado objetivo de partir por la mitad la fortísima estructura o tumbarla arrancadola de las raices que la atan al suelo. pero no era tarea facil, pues parecía que el mismo hercules sujetaba el arbol desde dentro y Gaia abrazaba sus raices.

Sabía que, antes del anochecer, uno de los dos cedería, o ese arbol o yo.

Sé que puedo hacerlo...

Golpeaba cada vez más fuerte y el estruendo retumbaba en aquella parte del bosque y seguramente en toda la propia isla.

Vamos... Vamos...

¡¡¡Vamos!!!

En un último intento conseguí de un soberbio puñetazo crujir el tronco del arbol, aunque no lo partí ni arranqué.

Bien... Tengo que... seguir...

Tras esto caí de espaldas, desmayado por el cansancio y la fatiga, pues había estado horas y horas entrenando sin descanso alguno.

06/12/2012

Seguía tras el árbol vigilando atentamente a Taiko para ver como entrenaba. Era realmente fuerte aun que aquel árbol no cediera, era normal, estos árboles son muy resistentes. Veía a Taiko cada vez más cansado pero confiaba en que podrá derribarlo... pero tal vez demasiado ya que poco después cayó de espaldas al suelo totalmente agotado y yo, preocupada corrí hasta su cuerpo e intenté que se despierte dándole suaves golpes en la cara para ver su reacción. Al ver que aquello no funcionaba vi un pequeño arroyo a un par de metros, me acerqué a él y cogí agua con mis manos y se la eché en la cara y después pasé mis manos mojadas por su cuello y su nuca acariciándolo suavemente. La verdad es que fue un gran golpe estaba verdaderamente preocupada.

Vamos… despierta…

27/12/2012

Tras dar el último golpe, caí exhausto de espaldas y fui cerrando los ojos progresivamente mientras veía como, sin poder hacer nada, me alejaba cada vez más de la copa repleta de verdes hojas del inmenso arbol y me acercaba al suelo.
Aproveché mi último aliento para resoplar fuerte, dejando salir todo el aire de mis pulmones.

Uf...

Reboté contra el suelo empezando por la espalda con un latigazo que me enganchó desde la espalda, y el segundo bote abarcó toda mi espalda, aun en tensión, la cual relaje cuando estaba completamente quieto y tras esto y sin alternativa alguna, cerré mis ojos, vacio por coimpleto de aliento alguno.

(Tras que Iku me recogiese y socorriese)

Noté como algo fresco y humedo recorría mi rostro. Fruncí mi relajado rostro debido al cansancio, despertando de mi sueño obligado. Giré mi rostro a la derecha esquivando (o tratando de esquivar más bien) el agua, aun dormido.

¿Mmmm?

Entreabrí mis ojos algo estupefacto y sorprendido, por no ver la copa de aquel arbol, que sería lo lógico puesto que es lo último que había visto tras caerme. Con un movimiento rápido de ojos, dirigí mi mirada al rostro que me miraba atento y atónito.

Lo cierto es que estaba en sus brazos completamente indefenso. Sabía que Iku estaba dolida por lo que le hice a Stinger... ¿Querrá matarme tan a sangre fría de ver el sufrimiento en mis ojos y que sea su rostro lo último que veo, como hice yo con Stinger?

Parece que esto se acabó.

Dirigí mi mirada a la suya y le dije con un hilo de voz, aún cansado pero sin mover un musculo de mi cuerpo.

Vamos, acaba ya conmigo.

Con voz grave pero más temblorosa de lo que me hubiese gustado. La miré esperando el desenlace final.

¡Espera! Si intenta acabar conmigo, aún puedo usar "eso".

Aun nadie había descubierto mi arma secreta, mi verdadero poder, ni mi tripulación ni nadie lo había visto. Era el as de mi manga.

Dibujé media sonrisa en mi rostro con el ceño fruncido, esperando la reacción de Iku.

06/12/2012

Tras unos escasos minutos, Taiko volvió en sí.

Menos mal que está bien.

Al ver que abre los ojos una inmensa alegría inundó mi cuerpo, me lleve un buen susto cuando lo vi caer al suelo de esa manera, a pesar de todo lo que hizo, era un buen compañero, no quería perderlo y sé que haría lo que fuese necesario para que esté bien. Lo miré amablemente a los ojos, sonriendo y sin dejar de acariciarle mientras estoy al lado de su cuerpo, arrodillada con su cabeza sobre mis rodillas pero de pronto dijo algo que me extrañó:

Vamos, acaba ya conmigo.

¿Qué acabe contigo? ¿Por qué?

Lo miré extrañada y confusa, no entendía nada, mi rostro se volvió serio pero enseguida volví a sonreír.

Vaya, te diste un buen golpe, no dices más que tonterías.

Le di un beso en la frente y me levanté tendiéndole mi mano para que e levantara y después me senté en un tronco que había por ahí.

27/12/2012

La reacción de Iku no fue ni mucho menos la que yo esperaba, por lo que quede realmente asombrado. Parecía realmente alegre y feliz de que hubiese recobrado la consciencia, de que siguiese vivo y no parecía tener intención alguna de vengarse o acabar con mi existencia, sino todo lo contrrario. Estaba ahí para ayudarme.

Que curioso...

Notaba mis entumecidos musculos aún tensos, el esfuerzo había sido grande y no podía hacer grandes cosas por lo que traté de incorporarme para no mantener una posición indigna que degradase mi aspecto en un conversación con Iku que, de seguro, iba a tener puesto que ni podía ni quería escapar.

Antes de que pudiese hacer ademán de ponerme en pie o sentarme al menos, me preguntó que por qué iba a acabar conmigo, y añadió que debía haberme dado un buen golpe para decir semejantes tonterías.

Mi asombro aumento de forma notoria cuando de repente y sin casi reaccionar presa de mi propia estupefacción, Iku me besó la frente y despues se levanto y se sento de forma más usual y cómoda para ella en un tronco cortado.

¿Pero que coño...?

Poco a poco fui recobrando fuerzas y ganas y aún en mi posición, conseguí apoyar la espalda en el tronco de un arbol y me mantuve sentado en el suelo de manera que mi tronco y piernas conformaban un angulo recto de 90º.

¿Que haces aquí? ¿Me estabas espiando?

Dije algo molesto, aunque no podía enfadarme, al fin y al cabo me había ayudado. Se lo agradecía mucho, aunque no quisiese exteriorizarlo.

06/12/2012

Parecía que le sorprendía bastante mi reacción, pero yo no sé qué es lo que esperaba. Sí, es cierto que tuvimos mal entendidos, e incluso llegue a odiarlo pero el tiempo pasa, y eso ya no importa, ahora él es como un hermano para mí, al igual que todos mis compañeros. Seguía sonriéndole amablemente y vi cómo se apoyaba en el tronco del árbol con dificultad en un ángulo de 90 grados. Decidí bajarme del tronco y sentarme sobre el césped con él para que estemos iguales y mientras yo me acomodaba dijo:

¿Qué haces aquí? ¿Me estabas espiando?

Lo miro fijamente con mis ojos morados penetrantes algo pensativa

¡MIERDA! ¿Y ahora qué hago? Si le digo que le estaba espiando puede pensar mal de mí pero si le miento me sentiré mal yo.

Bueno, no… yo estaba dando un paseo… y luego te vi y cuando te caíste me acerqué.

Le dije con una voz algo temblorosa e insegura mientras me quedaba pensativa mirándole a los ojos y una sonrisa algo forzosa rezando para que no se notara que no es una verdad exacta lo que le dije.

Bueno, así al menos ni le miento ni le digo que estaba espiándole durante varias horas.

Pero bueno, ahora lo que importa es que tu estés bien Taiko.

Dije intentando cambiar de tema.

27/12/2012

Me mantuve un rato sentado contra el tronco, en la misma posición de 90º grados para evitar futuras dolencias en mi castigado costado. Escuché antentamente a Iku, mi orgullo me decía que por que no me quedaba más remedio pero sabía perfectamente que con una mala voz y un mal gesto Iku se largaría de allí enfadada conmigo, pero bien porque no sería "justo" (Dado que me acababa de ayudar) o bien por algo más, seguía allí, con la misma cara de perro abandonado y de pocos amigos de siempre.

Lo que me fastidia es que es solo cansancio... Aun me queda mucho camino por recorrer. Murmuré entre dientes contrariado

Tras preguntarle a Iku si me estaba espiando (que parecía lo más lógico) ella me dijo que no, que no era así, que estaba dando un paseo y me vió caerme y por eso se acerco.

Suena a excusa que tira de espaldas... Pero no puedo culparla de nada, sería muy hipócrita.

Mi intención era alejarme de mi tripulación para evadirme, entrenar y estar en soledad el tiempo que mi estado emocional requiriese para seguir en el equilibrio comportamental exacto para no perder los estribos y mandar a la mierda a alguno de mis compañeros de barco y justo había conseguido lo contrario y allí estaba, con la tercera al mando delante de mi.

He de decir a su favor, que esta tercera al mando me gustaba bastante más que el anterior. Tanto es así que eran como la noche y el día, completamente opuestos. Una siempre se portó bien conmigo y el otro no paró hasta que acabé con su existencia.

Pero incluso a ella la hice sacar su lado más "oscuro"

Recordé el incidente de la muerte de Stinger y aquella mirada llena de odio y rabia que Iku Hanna me dedicó acompañandola de unas palabras que nosé con certeza si me afectaron pero desde luego no olvidaré:

- "Eres un ser realmente despreciable, acabas de matar a uno de mis nakamas, no te mereces la vida, no te mereces mi respeto, no mereces nada. Cuando llegaste me pareciste un tio majo a pesar de todo, pero que sepas que si no te mato aquí y ahora es porque tengo una misión que cumplir y eres del mismo gremio y no quiero convertirme en un ser tan miserable y rastrero como tú." -

Siempre fuí más de actos que de palabras, y tal vez de no ser así, en vez de matar a Stinger, habría valido con dedicarle algún tipo de bravuconería insolente como hacía él con los presentes y sobretodo conmigo. Pero eso no sucedió y solo una de los dos estaba allí.

Efectivamente y como dijo aquel día, es completamente diferente a mí. Y lo sigue siendo. Ese odio que aquel día sacó es un odio latente que ella guarda. El rencor prevalece... y la hará más fuerte, pero debe saber alimentarlo.

La imagen que tenía ante mi de esa misma persona en este instante era la de una chica feliz y sonriente pero ¿Cuanto duraría eso? Yo no se si sería capaz de mantenerlo. Ni siquiera soy capaz de controlarme a mi mismo.

Sin quererlo, me había quedado sin decir nada cabizbajo callado y pensativo, era normal en mí, pero no de aquella manera.

06/12/2012

Taiko sigue ahí con cara de pocos amigos sentado, rígido como una estatua

Vaya… nunca cambiará

Pues tienes que dejar de entrenar tan duro, es bueno entrenar pero no tanto, porque luego pasa lo que pasa… ¿y si caes mal y te desnucas o te rompes la cabeza? Que sea la última vez que haces algo así.

Aquello que dijo sonó como si fuera su madre y comencé a reírme de ello. La verdad, no sabía por qué sigo a su lado, ese chico consiguió sacar lo peor de mi persona pero a pesar de eso no le guardo rencor alguno.

¿Es posible que lo quiera como algo más que un amigo o un compañero? Nah, que estupidez.

No me enamoro desde lo que sucedió con Kaito, ni pienso hacerlo, los hombres complican mucho la vida de una, tal vez demasiado.

Mi rostro se volvió algo más triste y nostálgico pero enseguida recuperé la sonrisa al mirarlo de reojo, la verdad es que a pesar de esa cara de malhumorado es bastante guapo, y sus ojitos azules me gustan mucho. Volví a sonreír y deseché aquellos pensamientos, ya han pasado varios meses desde lo de Kaito, ya es hora de pasar página, además, he de cuidar e estos pequeñines, y con la mente en otras cosas será mucho más difícil.

Vi como de pronto se vuelve cabizbajo, callado y pensativo, es decir, más de lo normal, algo que hizo que me preocupara.

27/12/2012

Mi estado emocional podríamos decir que estaba perfectamente acorde con el físico aunque como era costumbre en mí, no lo dejase reflejar en mis emociones con total libertad de detalles y matices, no obstante tampoco estaba para tirar cohetes.

Era consciente de mis límites y era perfectamente sabedor de que los había sobrepasado a propósito, hacía mucho que no me probaba a fondo a mi mismo como aquel día y, aunque ahora estaba bastante fastidiado, sabía que el dolor era pasajero y que esto me ayudaría en mi desarrollo como luchador. Pero no podía quedarme allí, tenía que seguir.

Nadie muere por entrenar, supongo, por lo que no debo temer más que no dure mucho este cansancio mezclado con entumecimiento.

Iku seguía allí, cuando podría haberse ido tranquilamente, pero creo que eso es los que hacían los compañeros de gremio, al menos a nivel laboral, dado que ya habíamos sufrido muchas bajas y se preocupaba por el bien de nuestra agrupación de cazadores… ¿O había algo más?

Teóricamente no debería porque haberlo, pero la teoría en estos casos pasa a un plano totalmente secundario.

Iku se dirigió a mi para preguntarme si realmente estaba bien, otro motivo más para pensar que su preocupación era más enfocada al ámbito personal que al profesional… ¿pero por que iba a hacer eso?

Supongo que tienes razón…

La miré y suspiré

… Pero solo entrenaba, se cuidar de mi mismo.

06/12/2012

Desde luego que no entendía a este chico, a pesar de todo seguía con su cara de amargado, éramos totalmente distintos, como el agua y el aceite aun que dicen que los opuestos se atraen. Lo miro seria:

Si, tengo razón pero entrenas demasiado duro y ya sé que puedes cuidar de ti mismo pero… no es lo que me acabas de demostrar.

Dije sin quitarle la mirada y luego por un impulso totalmente involuntario, o eso es lo que creía lo abracé muy fuerte.

Prométeme que a partir de ahora tendrás más cuidado, no quiero que te pase nada.

le dije susurrando sin separarme de él.

27/12/2012

Moví los brazos arriba y abajo, intentando probar cuantas agujetas tenía, cuan entumecidas estaban mis extremidades y en definitiva, si estaba mejor que antes y si podía incorporarme, puesto que llevaba ya un ratito sentado, entre unas cosas y otras.
Alcé mis brazos abriendo y cerrando el puño para comenzar mis estiramientos, cascaron un poco y el crujido fue más sonoro que doloroso.

Auch

Distraido en mis estiramientos y calentamientos, volví a mirar a Iku, la cual se dirigía hacia mi. Me dijo que entrenaba demasiado duro, y que no le había demostrado a efectos prácticos que podía cuidar de mi mismo. Sabía lo que quería decir, pero insistía en no ser muy duro con ella pues lo que decía, lo decía con la mejor intención.

Tranquila Iku, se lo que hago, se donde estan mis límites y puedo con ello.

Recordé mi pájara y mi repentino desmayo por exceso de esfuerzo, no era una escena que reforzase mis palabras y me resigné a admitir que mis ansias de poder y de hacerme más fuerte pudieron con mi raciocinio en esta ocasión.

Bah, lo tenía todo controlado... mascullé entre dientes mirando al suelo, sabiendo que no tenía razón.

En ese momento, Iku, que poco a poco se había ido acercando, me abrazó. Algo que hacía mucho tiempo no sentía. El calor de un abrazo. La soledad tal vez fortalezca, pero nos deshumaniza.
Durante el abrazo abrí mucho los ojos, no espera algo así y volvió a descolocarme sobremanera la actitud de aquella chica.

Despues me susurró que la prometiese tendría más cuidado, puesto que ella no quería que sufriese mal alguno. No podía prometer nada a nadie, nunca se sabe.

Tranquila... Sé como cuidar de mi mismo. Ya lo sabes. Dije en un tono menos seco que lo anterior, de manera que fue más calido y cercano, con un tono de voz más amigable que hace tiempo que no usaba.

Me incorporé con dificultad, las piernas parecían menos cansadas que los brazos puesto que suelo fortalecer más mis potentes puñetazos que mis patadas, me parecen más directos y efectivos.
Pegué un par de saltitos demostrando a Iku y a mi mismo que ya estaba en plena forma, aunque aquello no fuese del todo cierto.

06/12/2012

Al susurrarle aquello dejé de abrazarlo y dijo que sabía cuidarse de si mismo.

Si, ya, claro…

Bueno, si tú lo dices te creeré, pero solo por esta vez.

Entonces se incorporó y pegó varios saltitos, seguramente para demostrarme que estaba bien aún que se notaba que no era del todo cierto ya que se notaba que lo hacía con un poco de dificultad aunque no dije nada al respecto, tampoco quería ser pesada con que se cuidara. Alcé la vista al cielo, tenía un anaranjado rojizo precioso aunque eso significaba que iba a caer la noche y el Sol se está poniendo entre las montañas, falta poco para el anochecer. Entonces miré a Taiko sonriente, mirándole con mis ojos morados medio rojos a causa de los últimos rayos de Sol del día.

Se hace de noche y tenemos que estar en el barco antes de que anochezca, ¿volvemos al barco?

27/12/2012

El atardecer se estaba dejando ver por Little Garden y efectivamente un manto rojizo teñía el cielo a medida que pasaba el tiempo. Me percaté de ello y me entristecí en cierto modo, sabía lo que tocaba y sabía que iba a ser duro, por mucho de que me autoconvenciese de que no. pero estas decisiones sabía perfectamente que había que tomarlas y tambien sabía de sobra lo duro que iba a ser para mi algo así, como tambien podía imaginarme (a raiz de lo último acontecido en aquel bosque) lo duro que podía llegar a ser para Iku.

Ya he tomado la decisión, solo espero que no se lo tome demasiado mal.

Respiré hondo y miré la maravillosa isla de Little Garden, era sin duda un lugar acorde a mi, puesto que había sido habitada por gigantes y criaturas poco habituales (Como lo era yo debido a mi akuma) y como ya había planteado, era un lugar perfecto para reflexionar y sobretodo para entrenar. Necesitaba ser mucho más fuerte.

Iku con la felicidad que le caracteriza se dirigió a mi y con su dulce y jovial voz dijo:

"Se hace de noche y tenemos que estar en el barco antes de que anochezca, ¿volvemos al barco?"

La miré a los ojos mientras lo decía, eran preciosos y sencillamente no sabía cuando los volvería a ver (si es que los volvía a ver algún dia).

Espero que esto no te duela demasiado Iku.

Tragué saliva y templé mi voz todo lo que pude para evitar que me saliese una afirmación insegura o con voz temblorosa.

Iku, hay algo que debes saber... No voy a volver al barco.

El silencio inundó la escena mientras esperaba una respuesta de Iku, la miré al rostro para que viese que no bromeaba y que lo decía muy en serio.

06/12/2012

Estaba atardeciendo y yo esperaba que Taiko volviera al barco conmigo, aunque algo en mi interior me decía que eso no ocurriría, y esta vez, volveré sola, pero no quería creerlo. Miré al cielo, pensativa.

¿Y si Taiko no vuelve al gremio? ¿De verdad haría algo asó? ¿Dejarnos tirados como si no fuéramos nada? ¡NO!

Me negaba a pensar tal cosa, es más, rezaba sin creer en Dios para que algo así no ocurriese pero entonces, pronunció unas palabras que me destrozaron el corazón en miles de pedazos.

Iku, hay algo que debes saber... No voy a volver al barco.

Mis ojos morados, un poco anaranjados por la luz del sol, se llenaron de lágrimas, y lo miré a los ojos, deseosa de que todo aquello solo sea un mal sueño y me dispuse a decir algo. Mi voz se volvió aguda, casi inaudible y mis palabras se entrecortaban.

No… no puedes irte, eres parte de Ghost Leviatans, parte de nuestra familia, parte de nuestra vida… Si te vas… es como si una parte de nosotros no existiera… ¿De verdad nos dejaras tirados? Y lo que es peor, ¿de verdad me dejarías tirada a mí?

Hacía mucho tiempo que no lloraba, y en ese momento estaba a punto de hacerlo, y, como en un acto reflejo, me lanzo hacia su cuello, abrazándolo con fuerza por que algo me decía que podía ser la última vez.

27/12/2012

Iku no iba tomarse aquello de forma facil, no sabía hasta donde podía afectarle mi marcha pero desde luego no sería poco pero jamás imaginé que fuese tanto como estaba siendo e iba a ser

¿De verdad importo a esta chica?

Cuando le dije que no iba a volver, sus ojos se llenaron de lágrimas, aquello tocó mi fibra sensible aunque mi rostro reflejase únicamente un diez por ciento de lo que sentía, yo también le había cogido cariño pero la decisión estaba tomada y si por algo me caracterizo es por mi tozudez, entre otras muchas cualidades poco agradables y menos útiles aun.
Me dijo que yo era parte de ghost leviatans, de esa familia, de sus vidas… Me mostré totalmente apático ante aquello. Ghost Leviatans nunca fue una familia para mí, cuando llegué lo hice desde una segunda línea siendo un completo desconocido, y antes de poder presentarme, asesiné a Stinger delante de mis compañeros. Pasé de ser un desconocido a un asesino y nadie me lo perdonó allí. Todos aprendieron a vivir con ello pero nadie me trató de la misma forma aun sabiendo que lo hice en defensa propia… pero me excedí en brutalidad.

Incluso hasta hace poco, la propia Iku que ahora estaba llorando mi marcha me trataba con desprecio y recelo. Me salvó la vida el día que maté a un compañero y aquello la hacía muy especial para mí, de hecho, era la única que sabría de mi marcha pues ni el mismísimo líder tendría noticia por mi parte aunque con su sabiduría y su experiencia sospecho que ya se veía venir que me fuese de su gremio.

Para mí esto no es una familia, Iku…

Tragué saliva e instauré el silencio por unos instantes que se hicieron, una vez más, eternos.

Eres la única que merece la pena de esta tripulación… Por eso no puedo dejar que la abandones… Pero tampoco puedo seguir aquí. Esta no es mi casa, este no es mi sitio…

La miré a los ojos, me preguntó si la iba a dejar tirada.

Espero que algún día puedas entender lo que siento en estos momentos, Iku. No me lo pongas más difícil.

Me quedé frente a ella mirándola, esperando una respuesta, la que fuese. Al fin y al cabo no podía irme sin decírselo. Jamás me perdonaría una cosa así. Ella no merecía eso.

06/12/2012

Mis ojos cada vez se inundaban más y más de aquello que llamamos ágrimas, caían una detrás de otra, cada vez más rápido, deslizándose por mis mejillas, luego por mi cuello, y se paraban al llegar a mis pechos… ¿de verdad estaba llorando después de tanto tiempo? Hace mucho tiempo que pasó lo de Kaito, y Taiko, de un modo u otro me ayudó a que esa gran herida que llevo en mi corazón cicatrizara, al menos un poco. Sí, Taiko no fue de las personas que más apreciaba cuando llegó al gremio, es más, mató a Stinger y eso hizo que mi odio hacia el fuera enorme, pero… algo dentro de mí me obligaba a tenerle aprecio, a querer tenerlo cerca, a querer que esté conmigo… Tras matar a Stinguer, le salvé la vida, y aún sigo sin entender el porqué de tal acto, después de todo, mató a uno de los míos y eso merece la muerte pero… algo dentro de mí hizo que lo salvara de aquello, y solo se me ocurre una cosa: amor.

¿Amor? No, no puede ser… ¿Cómo voy a estar enamorada de él? Es un chico muy agradable y lo quiero muchísimo… ¿Querer? ¿Pero en que estoy pensando? Yo… yo no… ¿Por qué todo es tan complicado? ¿No puedo ser una persona sin corazón ni alma y ya está? Para los piratas es muy fácil, aunque… yo no soy como ellos.

Mi mente estaba muy confusa, no tenía claros mis sentimientos hacía nadie, y menos hacia él. De mis ojos seguían brotando lágrimas, cada vez más rápido, y en ese momento Taiko me dijo mirándome a los ojos:

Para mí esto no es una familia, Iku… Eres la única que merece la pena de esta tripulación… Por eso no puedo dejar que la abandones… Pero tampoco puedo seguir aquí. Esta no es mi casa, este no es mi sitio… Espero que algún día puedas entender lo que siento en estos momentos, Iku. No me lo pongas más difícil.

Aquello hizo que me quedara totalmente en shock, no era capaz de moverme, ni siquiera de pronunciar palabra, solo lo miraba fijamente con mis ojos morados penetrando en su pupila. De pronto, inconscientemente mi rostro se acerca al suyo lentamente, nuestros labios casi rozándose y yo sin poder controlarme, noto su respiración un tanto acelerada pero nada me detiene… nuestros labios se funden en un beso, era algo mágico, hace tiempo que no besaba a nadie ni sentía aquello que siento. Mis ojos se cierran, pero mis labios siguen pegados a los suyos, pero de pronto me doy cuenta de que tengo que bajar de mi mundo de hadas, que esto es la realidad, y que una vez más, el chico que quiero se aleja. Me aparto levantándome sobresaltada de aquel tronco, lo miro, y solo llego a pronunciar una palabra

Adiós

Dicho esto, me transformo en pantera y me alejo de allí todo lo rápido que puedo, a toda velocidad, y, en escasos segundos, desaparecí de su vista y volví al barco. Durante la vuelta sequé mis lágrimas y puse una falsa sonrisa en mi rostro. Me transformé en humana y me dirigí al jefe.

Todo listo, Taiko no va a volver y fui la última en entrar, asi que nos vamos cuando quieras.

Y, después de decir aquello, me retiré a mi camarote.

27/12/2012

Iku rompió a llorar frente a mi y sus lagrimas corrian por sus mejillas hasta su pecho, su cara era de desolación y estaba totalmente descompuesta. Giré mi rostro mirando al suelo como rechazando que sus sentimientos me afectasen los más mínimo aunque realmente me dolía verla así. Sabía que estaba haciendole daño.

Es lo mejor para todos, Iku.

Iku parecía pensativa, como si una batalla se estuviese librando en su mente. Un intercambio interior de pareceres que la hacían entristecer y estar indecisa mientras sollozaba. No era una agradable imagen y no creo que jamás quisiera repetirla. No me gustaba que estuviese así. Tenía que entenderme.

En aquel momento, Iku me besó como si el mundo se acabase. Con amor y pasión nuestros labios se fundieron en forma de beso parando la tierra y el tiempo y dando un recuerdo único que jamás abandonaría mi mente. Era el beso más especial que jamás me habian dado. Simplemente espeluznante. Fue mágico.

Tras esto, Iku se separó y sus húmedos ojos se clavaron en mi y me dijeron enfriando aun más mi gelido corazón una palabra que sabía que iba a oir pero según la situación, la persona y la forma de ser pronunciada me afectó sobremanera. Y solo dijo Adios.

Después y sin darme tiempo de reacción, se transformó en pantera y se fue más rápido de lo que mi vista fue capaz de alcanzar a seguir. Pero aun así se que no es la última vez que la vería. Lo tenía claro. Esto no podía acabar así.

La despedida (pasado, hace una semana) (privado: Taiko e Iku)

La despedida (pasado, hace una semana) (privado: Taiko e Iku) {Dom 17 Mar 2013 - 12:51}

Re: La despedida (pasado, hace una semana) (privado: Taiko e Iku) {Dom 17 Mar 2013 - 13:22}

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