¿Y ahora a hacer de niñera? [Pasado] ( Flea D. Grohl y Kanae Takamire)

Era aún de noche cuando llegué a la isla Loguetown la luz de la luna ya escondiéndose para dar paso al sol bañaba la costa. Yo viajaba en un pequeño barco individual. Iba sola por lo que no necesitaba un barco excesivamente grande además tenía una gran vela lo que me permitía moverme mucho más rápido que un barco grande para escapar. Las gaviotas sonaban a lo lejos, mientras empezaban sus primeras cazas de por la mañana. La ciudad empezaban despertar poco a poco y las primeras personas más madrugadoras como los pescaderos y los panaderos ya andaban a sus respectivos trabajos.

Atraqué mi barco en el puerto, era un barco demasiado pequeño como para llamar la atención entre las grandes embarcaciones que allí se encontraban. El amanecer daba comienzo y el sol bañaba de luz el agua haciéndola brillar como miles de preciosas joyas. Tras atracar el barco me entretuve en mirar un poco la ciudad y comprar algo de comida y agua para el camino de vuelta que guardé en el barco. Era bastante temprano y el novato no llegaría hasta después de las 12 PM por lo que no me preocupaba perder un poco el tiempo.

La isla Loguetown, más conocida como la Ciudad del Principio y el Fin, es una ciudad localizada en una isla del Archipiélago Polestar, en el East Blue, con una ciudad que cubre casi toda la isla, con excepción de unas pocas colinas empinadas. Esta isla es el lugar del nacimiento y la muerte de Gol D. Roger, el legendario "Rey de los Piratas". Por lo que es un lugar de encuentro para muchos piratas para repostar. Antiguamente el marina Smoker se encargaba de esta zona pero actualmente es un Marine bastante mediocre el que se encargaba de la protección de la isla. Por lo que la frecuencia de los piratas en esta isla es bastante frecuente.


Yo me dirigí al centro de la cuidad a paso lento y pausado la misión que me encomendaron no me gustaba demasiado. Me encargaron de cuidar de un novato que había entrado recientemente en los revolucionarios. Era una de sus primeras misiones por lo que le mandaron algo relativamente sencillo. Su misión entrar en la base marina de aquí sin ser advertido y sabotear un nuevo cargamento de explosivos y pólvora que les había llegado ayer a la noche. Los marines de aquí habían perdido tanta calidad desde la marcha de Smoker que no deberían de ser un gran problema. Pero como era de esperar no se fiaban.

Le dijeron que haría la misión solo pero como aún no le conocían no esperaban que pudiese hacer la misión bien por lo que se discutieron entre ellos quien debería acompañar al novato por si algo malo pasaba. No sé cómo lo hicieron pero me liaron para participar en el típico juego de sacar la pajita para ver a quien le tocaba acompañarle… Como supondréis me tocó la pajita más corta…Literalmente dicho.

Por lo que me encontraba siendo niñera de un novato, con órdenes de no meterme a no ser que sea necesario. Mi misión es clara, aconsejar y ayudar pero dejarle que lo haga él. Con la poquísima paciencia que tengo eso no se me daría nada bien… Y encima él no sabe que me han mandado a acompañarle para asegurarme de que no le pase nada malo…

Ahora solo me quedaba esperar al novato allí en esa plaza donde en antaño el gran Gold D. Roger fue ejecutado. Fumándome mi pipa. Solo espero que el novato esté a la altura, o si no, dudo que mi paciencia me permita esperar a que los marines se encarguen de él.

¿Qué pasará? ¿Conseguirá Flea su misión? ¿Saldrán de esa isla enteros? ¿Kanae podrá aguantar la paciencia?

Spoiler:

Creo que por primera vez, sabía a donde iba con mi querida chalupa. La verdad que me daba mucha nostalgia venir al lugar donde nací, y donde estuve entrenando por 7 u 8 años. Dejé mi chalupa por ahí, porque sé que siempre la voy a terminar encontrando. Además, esto no era el Grand Line, era una gran isla del East Blue, llamada Loguetown, la ciudad del inicio y del fin.

Decidí darme un paseo recordando viejos tiempos, fui hasta la panadería a saludar a la señora que atendía allí, la cual me dio un apretón de cachetes y me dijo lo cuanto que había crecido y lo alto que estaba, porque claro, ella había sido como una abuela para mí, me daba el pan de cada día, y yo se lo agradecía mucho, porque no tenía familiares, ni a nadie, sólo a mis dos espadas, para entrenar y entrenar y entrenar. También saludé al hombre de los diarios, que me informaba gratuitamente de lo que sucedía en el mundo, por si había alguna noticia de mis padres, pero nada. Seguro que no me recordó, ya que estaba muy viejito, y con poca memoria.

Hasta que llegué a "mí lugar". El famoso árbol que fue mi sombra por casi 8 años de entrenamiento. Que, sea en lluvias, nevadas o con un sol que quema, me aguantó siempre debajo suyo. En el verde césped, todavía había manchas de sangre, de cuando derroté a mis primeros enemigos, y bebí sangre por primera vez. Decidí retomar camino hacia el centro de la ciudad, para ver si encontraba la base a la que tenía que entrar.

Mucho, pero mucho recuerdo, pero nada de mi misión inicial. Lo que tenía que hacer, en Loguetown, era entrar sin que me vean en la base de la Marine, y sabotear un cargamento de pólvora y explosivos, quién sabe para qué. Sin embargo, y por más que haya vivido aquí demasiado tiempo para mi gusto, la base de la Marine era nueva, por lo que yo no sabía donde estaba. Supuse que, al no ser el Grand Line, no habría Marines tan fuertes como para decir "qué problema". Creo que por eso mismo era esta mi primera misión solo, ya que no debería suponer problema alguno, una gran base repleta de pequeños cabos y reclutas. En parte estaba feliz porque era mi primera misión individual, pero estaba nervioso, justamente por lo mismo, porque confiaban en mí, y si la misión no se completaba, a mi puta casa.

Como lo orgulloso que soy, decidí no preguntarle a nadie, y encontrarla por mis propios medios, pero fue inútil. Estuve viendo cerca de la plataforma, en las montañas, en el bar de mala muerte Gold Roger, pero nada. Nada de nada. Di vueltas de aquí para allá pero seguía sin encontrar la maldita base. Ya me estaba comenzando a impacientar, y me estaba poniendo sediento, sediento de sangre de Marine.

Ya eran las 12, el sol pegaba como nunca, y ni rastro de Marines. Para calentar un poco agarré una de mis espadas y me puse a hacer cortes al aire sin cesar. La gente me miraba bastante extrañada debido a mis actividades, pero ignoré a todos y continué con lo mío. Volví a la plaza donde estaba la plataforma de ejecución del Rey de los Piratas Gol D. Roger, buscando algo. Ahí, un Marine pasó por mi lado. Lo saludé, y el me devolvió el saludo, pensando que yo lo conocía a él, y él a mí. Cuando estuvo a mis espaldas, di unos saltitos hacia atrás, y con un corte que no logré ver, porque estaba detrás mío, derroté al Marine, que cayó moribundo en el suelo. Lo llevé a un árbol, donde nadie me veía, le corté la muñeca y empecé a beber su sangre.

- Ya tenía muchas ganas de esto. No recuerdo la última vez que bebí sangre - pensé, satisfecho por la hazaña.

Una vez más, pasé por la plaza. Esta vez, una muchacha extraña de pelo morado, miraba hacia todos lados, impaciente. Parecía estar buscando algo, o esperando a alguien. Me rendí con mi búsqueda, y fui a preguntarle sobre la famosa base imposible de encontrar.

- Señora - la llamé. Al verla más de cerca, me dí cuenta de que cometí un error al llamarla señora - quiero decir, señorita, ¿sabe dónde está la base de la Marine? - le pregunte, pero perdí interés inmediatamente. Una señora pasaba con un hermoso perro blanco lanudo. No pude evitar correr hacia allí, para acariciarlo - es tan tierno. ¿Cómo se llama? - le pregunté a la otra señora, mientras el perro fallaba al intentar morderme. Me dijo que se llamaba Toby, y me pareció más tierno todavía - ¿Quién es Toby? ¿Dónde esta? Aquí esta - le hablaba al perro en un amable tono.

La chica de pelo morado me miraba furiosa, me volví hacia ella y traté de seguir la charla:

- Lo siento, tengo debilidad por las cosas monas. ¿Sabes dónde esta la base? - le dije, tratando de ser lo más bueno posible, tratando de calmar la furia. Me habían enseñado que lo peor es ver a una mujer enojada, y no quería comprobarlo yo mismo.

Me encontraba sentada en mitad de la plaza mirando a todos lados algo preocupada pues ya era la hora de que apareciese por aquí y ya venía con retraso. Cuando de repente a lo lejos vi a un joven que con una espada propinó un señor tajo a un marine. ¿En mitad de la plaza? ¿En serio? Este tío buscaba que lo atrapasen. Pobre del que tenga que hacerse cargo de él si es que hay alguien. El muy cazurro lo arrastró por casi toda la plaza hasta un árbol escondido donde nadie le viese, como si nadie le hubiese visto ya… ese pobre infeliz a saber que hizo con el cadáver pero a pesar de que había poca gente en la place aún había gente y seguramente no tardarían a ir a la base marine a reportar lo sucedido. Ese estúpido estaría atrapado en menos de lo que cantaría un gallo.

- Ya tenía muchas ganas de esto. No recuerdo la última vez que bebí sangre- Dijo a lo lejos saliendo del árbol orgulloso de sí mismo, como si hubiese hecho algo bueno. El muy capullo tenía sangre en la boca. ¿En serio? ¿Se puso a beber la sangre de un marine? Por suerte se la limpió rápido con la mano… De verdad compadezco al que lo aguante…

Yo continué buscando al novato al que tenía que escoltar, mirando a los lados intentando ignorar a semejante individuo cuando….

- Señora – Me llamó a mis espaldas con aire risueño y alegre. ¿Señora? No necesitaba mirarme para ver mi cara de enfado. No hay duda este está buscando que le maten y no sabe cómo gritarlo. O mejor dicho. Sabe muy bien que hacer para que le maten. Cogí el mango de la katana suavemente cuando vi que corrigió lo que dijo.- quiero decir, señorita, ¿sabe dónde está la base de la Marine?

Tenía la katana en mi mano preparada para desenfundarla cuando al preguntarme por la base marine un escalofrío gélido recorrió mi espalda con un mal presentimiento.

-NO….No… no, no, no, no, no ,no ,no…. Él no por dios ….. Él no …. –Murmuraba al darme cuenta que seguramente él sería mi novato…

Iba a dirigirle la palabra cuando le vi corriendo hacia una señora que paseaba con un perro. ¿En serio? Dejadme matarlo y acabar con su puñetero sufrimiento… - AAAAARRRRRRRGGGG- Dije desesperada dirigiéndome hacia él mientras él hablaba con la señora y jugaba con el perro.

-es tan tierno. ¿Cómo se llama? - le preguntó a la otra señora, mientras el perro fallaba al intentar morderle. –Toby – Contestó la señora extrañada y con razón.- ¿Quién es Toby? ¿Dónde está? Aquí esta – Decía jugando con el perro.

Me levanté de donde estaba sentada y apagué mi pipa guardándomela en mi cinto y acercándome a él empezando a desatar la vaina de mi katana del cinto con cara de pocos amigos.

Spoiler:

- Lo siento, tengo debilidad por las cosas monas. ¿Sabes dónde está la base? – Me dijo en tono risueño y amigable como intentando reconciliarse conmigo, aún estaba girándose y preguntándome sobre la base enemiga cuando le metí con la Katana en toda la cabeza con la vaina puesta pues no quería matarlo. Haciéndole una perfecta raya en mitad del pelo y la cabeza. Inmediatamente después del golpe el cual fue algo rudo pero no lo suficiente como para provocarle verdadero daño le enganché a silferon en la ropa que llevaba y moví el brazo para activar la función de que la cadena se quedase enganchada de manera que podría arrastrarlo. Empecé a tirar de él lo más rápido que pude casi arrastrándolo para sacarle lejos del lugar pues los marines no tardarían mucho en llegar a la plaza por la gracia del marine muerto.

-¿TU ERES GILIPOLLAS?¿COMES PIEDRAS O QUE TE PASA?- le dije mientras corría arrastrándolo por los callejones del lugar. – Vale que seas novato pero es que lo que tú haces no es normal… ¿Buscas que nos maten? Tu acción habrá alertado a toda la puñetera marina… Es que debería matarte ahora mismo…. Con razón no se fiaban de que hicieses la puñetera misión solito… - Le farfullaba mientras corría hasta acabar en un callejón escondido que daba puerta con una pequeña casa, en la cual nos abrió una señora mayor. Cuyo hijo está en la armada revolucionara y nos podía dar un cobijo para ocultarnos de los marines. En cuanto entramos empujé al chico con el pié para tirarlo contra el sofá mientras desenganchaba a silferon de su ropa.

No hacía falta decirle nada mi mirada de enfado lo decía todo, mientras volvía a atarme la funda de la katana con la katana al cinto.

-Discrecció… DISCRECCIÓN MALDITA SEA… ¡¡¡¿¿tienes alguna idea delo que esa palabra significa??!!! – Le dije con una voz ruda y muy enfadada propia de ella, esa voz que podía helar la sangre a un muerto y que claramente significaba problemas para el que la escuchase.

Con un cambio de tono muy brusco me dirigí a la señora a la cual le hable en un tono amable y cariñoso con una voz dulce y melodiosa dando un contraste difícilmente asimilable para casi nadie.- Muchas gracias por acogernos Obaa-chan… es usted una gran mujer.

A lo que la anciana contestó.-No hay de qué Kanae-chan, cada día estás más linda… no seas tan dura con el joven… es un novato si no me equivoco, ¿no? –

A lo que le asentí con la cabeza amigablemente y con ese tono de voz dulce le dije sonriendo.- Los novatos si nos se les trata con mano dura acaban muertos en las cunetas o torturados en los calabozos de los marines… mejor un par de gritos y golpes bien dados que ejecutados. ¿no es así?

La anciana rió y con tono alegre se acercó a Flea y le dijo. – Chico no sabes con quien te has metido… que te sea leve… - Dijo con una sonrisa pícara mientras subía las escaleras para su habitación. A lo que yo volví a mirar a Flea con cara de querer asesinarle. Volviendo a mi estado de enfado original.

-¿¿¿Y BIEN??? EXPLICATE…. ¿¿CUAL ES TU EXCUSA PARA ESTO?

Luego de que le pregunté a la chica de pelo morado por segunda vez donde estaba la base, me pegó fuertemente con la funda de su katana en el centro de la cabeza, lo cual me dolió y mucho. Su espíritu femenino había salido en su máximo esplendor. No quería hacerla enojar más de lo que ya estaba, pero me dolía tanto que no podía formular ni siquiera la palabra "disculpas", para que se calme un poco. Me agarró la ropa con algo extraño, hizo un movimiento con el brazo y me empezó a arrastrar, más enojada que nunca.

Me comenzó a gritar, desesperada, si era gilipollas, y que lo que hacía no era normal. Para mí derrotar un Marine y beber su sangre a escondidas es lo más normal del mundo, pero no se lo podía decir, porque me continuaba arrastrando por los callejones en los cuales yo hacia mi pre-calentamiento, corriendo. Me dijo que un momento que con razón no confiaban sólo en mí para hacer una misión individual. Ahí, no me importó nada el dolor, y le contesté:

- ¿Así que no confiaban en mí? ¿Con que te mandaron a ti para cuidarme? Lo siento, señorita, yo me cuido solo, no necesito de una niñera, y por más fuerte que seas, este trabajo es el adecuado para mí, por eso me enviaron - le dije, molesto. Por un momento, sentí un pinchazo en el estómago. No sé si era un mal presentimiento de lo que había dicho, o la espada de la chica, introduciéndose por mis entrañas - lo siento, ya me descargué, no quería, no era mi intención, es el enojo del momento, de que me enviaron a una misión solitariamente, quería demostrar mis habilidades, y llega alguien más fuerte que yo para ayudarme, ¿comprendes cómo me siento?

Llegamos a una extraña casa, la cual en mis 8 años aquí, no había visto nunca. Una anciana, que tampoco conocía, nos abrió la puerta. La peli-morada me empujó con el pié en el sofá y desenganchó la cosa extraña de mis ropas. Estaba enfadada no, lo siguiente.

Me preguntó si sabía sobre la discreción. Yo asentí con la cabeza. No quería decir nada, por si se enojada más aún. Me asustó mucho el tono con el que me habló, me temblaban las piernas. Creo que era la primera vez que yo estaba asustado por alguien. Luego, se volvió hacia la anciana, y con un tono amable, y cordial, muy dulcemente le agradeció por prestarnos su techo. La vieja le contestó que cada día era más linda, cosa que, cuando me miraba a mí enfadada, no habría logrado notar. Por suerte para mí, la señora le dijo que no sea tan duro conmigo, a lo que yo suspiré, aliviado. La peli-morada contestó que a todos los novatos trataban así, y me alivié todavía más, pues no era el único al que habían tratado así.

La anciana se arrimó hacia mí y me dijo que no tenía idea de con quién me había metido, y que me sea leve. La vieja se fue, y nos dejó solos a la joven y a mí. Creo que no tenía ganas de estar junto a mí, ya que la cara malvada y molesta me lo decía todo.

Me preguntó cual era mi excusa ante todo el tema.

- Lo siento mucho, Peli-Morada-San-Sensei-Sempai-Sama-Dono. Como dices, soy un novato todavía, ya tengo bien aprendida la parte de Dealer, pero la de Foxes me cuesta un poco. Ser silencioso nunca fue lo mío. Me gustaría que me enseñaras, así no me regañas tanto, quiero decir, así no soy tan torpe como lo fui esta vez. No tengo excusa para complementar lo ocurrido - le dije, arrastrando las palabras, más asustado que nunca. La chica no sé si estaba más enfadada, o más tranquila. Sólo sabía que me lo iba a demostrar con palabras y no con caras que asustan, como la de hace unos pocos minutos - No tuve intención de hacer el tonto, además, nadie me vio hacer nada - recordé como la gente me miraba con aire asustada, y la manera de la que Toby, el perro de la plaza, intentaba morderme - bueno, alguna que otra persona, pero no hicieron nada. De todas formas, nadie nos vio escapar, así que no hay de qué preocuparnos - terminé, más tranquilo que cuando comencé a hablar.

Me fui a la cocina. Me era indiferente, ya que podía escuchar sus gritos por toda la casa. Cogí un pedazo de pan, lo mojé en una salsa de tomate, y lo comencé a comer tranquilamente, cuando la puerta se abrió. Me escondí, porque pensé que la chica se había enojado tanto que había comenzado a golpear cosas, y en algún momento me iba a caer alguna en plena cara, pero no era ella. Era un Marine que había seguido nuestros pasos, y le preguntó a la Peli-Morada por un tío con una banda roja y un parche blanco, con la cara llena de sangre. Era yo. Se habían enterado de que yo había matado al Marine aquél en plena plaza, algún ciudadano me sacó una foto, y se la dio al Marine que estaba en la puerta. Por suerte era uno solo, así que si no volvía, iban a pensar que me estaban interrogando. Pero por un momento lo pensé y decidí ser silencioso de verdad. Me quedé en la cocina esperando a que la muchacha le diga que no había visto a ningún ser parecido en Loguetown.

Ese momento sucedió, pero no de la forma que lo esperaba. El Marine le dijo a la chica que iba investigar la casa de arriba a abajo, y comenzó por la parte de arriba. Cuando subió, yo fui corriendo hacia la Peli-Morada, y le dije:

- Me buscan a mí. Te espero afuera, en la puerta

Acto seguido, salí de la casa, y me escondí en un arbusto que había a metros de la casa. Como el Marine sólo iba a investigar la casa, seguro no me encontraría, me quedé ahí esperando media hora, cuando escuché que el Marine le agradecía a la anciana por su tiempo y espacio. La Peli-Morada le abrió la puerta, y la cerró lo más rápido posible. El Marine caminaba por el callejón cuando yo salté del arbusto, y le corté la cabeza, tratando de no manchar su traje de Marine.

Le quité el traje completo, pantalones, zapatos, gorros y camisa, la dejé en el piso, junto a la cabeza, y comencé a beber su sangre, esta vez, a escondidas. Luego de terminar mi ritual, me puse el traje de Marine y llamé a la puerta de la casa de la anciana. Me abrió la chica Peli-Morada. Me acerqué a ella y le dije:

- Así es mejor, mas discreto, ¿verdad? Escucha, tu actuarás como mi rehén, eres una pirata que estaba apunto de entrar en el Grand Line, cuando yo, un Cabo normal y corriente te atrapó. Entraremos juntos a la base, y preguntaré al jefe donde están los malditos explosivos, para hacer un reporte de que llegaron, contigo a mi lado, "atrapada". En lugar del reporte, dejaré que tú te escapes, irás donde los explosivos, y correrás lo más rapido posible hasta la salida. Yo me quedaré adentro matando a todo Marine que trate de detenerte. Cuando termine saldré, supongo que tu me estarás esperando afuera, si todo salió bien. ¿Te parece bien ese plan?

Ya estaba mucho más tranquilo. Había hecho las cosas mejor que la primera vez que la chica me vio.

- Me puede decir su nombre, por favor? Si cooperamos juntos, me gustaría saber más sobre la persona con la que trabajo. Yo soy Flea D. Grohl - terminé, riendo.