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Alice Wanderlust
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
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Saberes
Akuma no mi
Varios
Por lo menos era consciente de que podría tener enemigos de los que no era consciente. Sin un propósito real de cuidarse de ellos o hacer más por verlos venir poco más podía hacer que esperarlos con una copa en la mano, pero de alguna forma la idea de Blackwood sentado en un sillón simplemente contemplando el mundo mientras aguardaba era casi lógica. Un hombre débil y enfermizo, un empresario acostumbrado a leer y dejar el tiempo correr mientras las noticias iban y venían... Sí, le pegaba. Tal vez algo pudiese sorprenderlo, pero arquearía la ceja y a otra cosa. Salvo por Beneviento, claro. Ahí no valía la calma.
- Hacen el bien -sentenciaste-. Tal vez no de la mejor forma, pero en última instancia evitan que los tipos malos hagan más daño; es algo admirable. Y el bien y el mal pueden no ser absolutos, pero están bien definidos en general. Los límites pueden desdibujarse, pero eso no significa que matar esté bien o salvar a una persona esté mal. -Obviamente matar a un criminal podía llegar a ser bueno en según qué casos, pero seguía siendo la peor de las opciones a la hora de neutralizarlo-. Y no es que yo esté haciendo el mal, simplemente... -Cómo decirlo-. Tampoco hago nada bueno con ello, ¿no?
En realidad lo hacías, o querías creer que así era. La seguridad de Eli y Charlie, también de sus hijos... El relato que se formaba en tu cabeza constaba de una épica traición al mundo que te necesitaba como cazarrecompensas, pero a fin de cuentas había muchos otros y probablemente infinitamente mejores. Surya, sin ir más lejos, era mucho más capaz que tú tanto en la caza como relacionándose con los demás miembros de la tripulación. La verdad era que en casi cualquier lugar eras irrelevante; en English Garden no. Pero querías pensar que no te quedabas por eso.
En realidad, te quedabas por el cariño a Eli.
Ella era tu amiga desde hacía muchos años, tu lazo con la realidad. Juntas habíais crecido y cuando desapareciste ella asumió las consecuencias que pudiese tener. Era el momento, ahora que lo necesitaba, de devolverle el favor. Quizá no lo quisiera, no podías saberlo sin preguntarle, pero dudabas que te pusiese a ti por delante de su hija y, sinceramente, tú tampoco lo harías.
- No... No pasa nada. Simplemente es un tema complicado, pero todo mejora con el tiempo. -Al menos, eso esperabas-. ¿Se encuentra bien?
En cualquier caso, te tendió la mano y decidiste cogerla. Total, ¿qué era lo peor que podía pasar?
- Hacen el bien -sentenciaste-. Tal vez no de la mejor forma, pero en última instancia evitan que los tipos malos hagan más daño; es algo admirable. Y el bien y el mal pueden no ser absolutos, pero están bien definidos en general. Los límites pueden desdibujarse, pero eso no significa que matar esté bien o salvar a una persona esté mal. -Obviamente matar a un criminal podía llegar a ser bueno en según qué casos, pero seguía siendo la peor de las opciones a la hora de neutralizarlo-. Y no es que yo esté haciendo el mal, simplemente... -Cómo decirlo-. Tampoco hago nada bueno con ello, ¿no?
En realidad lo hacías, o querías creer que así era. La seguridad de Eli y Charlie, también de sus hijos... El relato que se formaba en tu cabeza constaba de una épica traición al mundo que te necesitaba como cazarrecompensas, pero a fin de cuentas había muchos otros y probablemente infinitamente mejores. Surya, sin ir más lejos, era mucho más capaz que tú tanto en la caza como relacionándose con los demás miembros de la tripulación. La verdad era que en casi cualquier lugar eras irrelevante; en English Garden no. Pero querías pensar que no te quedabas por eso.
En realidad, te quedabas por el cariño a Eli.
Ella era tu amiga desde hacía muchos años, tu lazo con la realidad. Juntas habíais crecido y cuando desapareciste ella asumió las consecuencias que pudiese tener. Era el momento, ahora que lo necesitaba, de devolverle el favor. Quizá no lo quisiera, no podías saberlo sin preguntarle, pero dudabas que te pusiese a ti por delante de su hija y, sinceramente, tú tampoco lo harías.
- No... No pasa nada. Simplemente es un tema complicado, pero todo mejora con el tiempo. -Al menos, eso esperabas-. ¿Se encuentra bien?
En cualquier caso, te tendió la mano y decidiste cogerla. Total, ¿qué era lo peor que podía pasar?
Naipe
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Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
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Un buen apretón de manos.Alice tenía razón en su parecer. La verdad es que la muchacha me despertaba muchas incógnitas, y que su compañía se me había hecho muy amena. Casi, casi me recuerda a los tiempos en que Eli y yo íbamos a comer por ahí, dando luego un largo paseo para acabar finalmente en la misma cama, salvando las distancias y ante todo con respeto. No pude sonreírle, algo cambiaba en mi al ver aquella joven, una sensación rara...aunque también podían ser gases.
- Tiene toda la razón del mundo Alice, a veces el mundo puede ser una auténtica mierda, pero aquí estamos , para vernos a un espejo y decir...es verdad.
Dicho esto me reverencié ante ella sutilmente con una leve sonrisa, y menos más que fue disimulada o le hubiera potado en la cara, pues ya me encontraba bastante mal a decir verdad. Como a Alice parecía que el tema le traía cierta nostalgia o pena, opté por cambiar totalmente de tercio.
-Ha sido un día magnífico Alice, se lo voy a admitir. He aprendido mucho de usted en nuestras conversaciones. Espero que le vaya muy bien en la vida, y que logre arreglar esos problemas, en cierto modo se lo merece, merece ser feliz, como todo ser viviente. Sin embargo cuídese de aquellos que le quieren hacer daño.
Finalmente respondí a su última cuestión.
-Si, me encuentro bien- vaya mentira- Solo necesito descansar, un placer Alice, de veras.
Dicho esto me despedí con la mano y una leve sonrisa, para luego dar la espalda a la joven y subir las escaleras de la gran recepción, con el objetivo de ir a mi dormitorio a reponerme antes de morirme.
- Tiene toda la razón del mundo Alice, a veces el mundo puede ser una auténtica mierda, pero aquí estamos , para vernos a un espejo y decir...es verdad.
Dicho esto me reverencié ante ella sutilmente con una leve sonrisa, y menos más que fue disimulada o le hubiera potado en la cara, pues ya me encontraba bastante mal a decir verdad. Como a Alice parecía que el tema le traía cierta nostalgia o pena, opté por cambiar totalmente de tercio.
-Ha sido un día magnífico Alice, se lo voy a admitir. He aprendido mucho de usted en nuestras conversaciones. Espero que le vaya muy bien en la vida, y que logre arreglar esos problemas, en cierto modo se lo merece, merece ser feliz, como todo ser viviente. Sin embargo cuídese de aquellos que le quieren hacer daño.
Finalmente respondí a su última cuestión.
-Si, me encuentro bien- vaya mentira- Solo necesito descansar, un placer Alice, de veras.
Dicho esto me despedí con la mano y una leve sonrisa, para luego dar la espalda a la joven y subir las escaleras de la gran recepción, con el objetivo de ir a mi dormitorio a reponerme antes de morirme.
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