Re: El Encuentro [Capítulo] {Vie 17 Feb 2017 - 1:50}

Re: El Encuentro [Capítulo] {Vie 17 Feb 2017 - 1:50}

El pelirrojo reía al mismo tiempo que lanzaba golpes a los demás, disfrutando de la batalla y reventando a las tropas de Zal en lugar de las otras. El cambio de bando había estado bien y ahora simplemente se lo estaba pasando genial. Sus azulados ojos se clavaron en unas cuantas presas más y ya estaba planeando eliminarlas cuando de repente, observó lo que pasaba entre la peliblanca y otro de aquellos tipos. El muy cabrón le lanzó una especie de cuchillo y después dijo unas palabras que hicieron al marine asentir. Sonrió colocándose cerca y después miró directamente a los ojos de aquel tipo, para después relamerse despacio.

- Tienes toda la razón, el caos es parte de la guerra…

Los ojos de Venom tomaron un color rojizo intenso y a continuación unos colmillos más afilados de lo normal surgieron de su boca. Soltó una pequeña carcajada y acto seguido trató de pisarle la cabeza de forma violenta a aquel tipo. Su objetivo era reventársela literalmente con su exagerada fuerza. Lo lograse o no, observaría despacio a la peliblanca al mismo tiempo que sus ojos volvían a tener un tono azulado y sus colmillos volvían a ser normales. Sin pensárselo mucho, empezó a reír de forma siniestra al mismo tiempo que miraba a la muchacha.

- ¿Quién será el vencedor de todo esto? Me estoy divirtiendo demasiado para ser un simple sargento de la marina. Creo que este sitio puede darme más emociones ¿Qué opinas tú de todo esto?

Le preguntó al mismo tiempo que lanzaba otra patada a la cabeza de aquel tipo hubiese esquivado la primera o no.

Sarka ahora, Zal antes :yao::

11/03/2016

Me encontraba en medio de mi intento de estrategia, cuando Kedra de repente me avisó de que me apartara.

- Esto... lo veo un poco difícil compañero... - Respondí rápidamente, refiriéndome a la enredadera que me sujetaba.

No tardé en arrepentirme de decir aquello. De repente Kedra comenzó a transformarse en una criatura que daba realmente miedo solo con mirarla, se notaba el instinto más salvaje tomando control de sus acciones y supe al instante que era peligroso quedarse cerca. Una explosión que surgió de él comenzó a quemar las enredaderas, posiblemente incluyendo la que me sujetaba a mí. De ser así, no perdería el tiempo y agarraría el Gaster Blaster, que dejaría de disparar y saldría volando a quince metros por segundo hacia arriba a toda leche, hasta ponerme a una distancia que considerase segura (más o menos esos quince metros que recorrería durante el segundo que tenía de margen.

Si no conseguía liberarme... Me echaría al suelo tratando de cubrirme la cara y cabeza con los brazos, y rezaría por que Flubber pudiera soportar el impacto de lo que estaba por venir. Me olía que la siguiente explosión no sería tan "suave." ¿Qué ocurriría con Flubber si se "rompía"? Esperaba que nada grave, le había cogido cariño a aquel bichín.

Resumen de antes y ahora (Sans Gatitos):

Re: El Encuentro [Capítulo] {Vie 17 Feb 2017 - 4:17}

La guerra, finalmente, estalló de nuevo. Todo lo que había logrado Xemnas se había ido por el retrete y la paz se fue con ello. Suspiró con calma y negó con la cabeza, si eso no los detuvo, nada lo hará hasta que encuentren el final de sus vidas en batalla. Se quedó a la espera de lo que haría el vicealmirante. La batalla se desarrollaba, literalmente, sobre sus cabezas. Era una batalla sin cuartel y se desenvolvía en el aire. ¿Cómo estarían todos allá arriba? No lograba percibir sus presencias debido a lo lejos que andaban. Quería ayudarlos, pero, al parecer, el vicealmirante Al tenía otros planes. Los escuchó y le pareció una buena idea. Xemnas no dudó ni un segundo en acudir al llamador de él y le dijo que lo acompañara y que se no separara de él.

– Claro, no pienso separarme de ti. – Le dijo mientras lo empezaba a seguir.

Quizá se equivocaba y era probable, pero creía que la guerra estaba en su punto más alto. En cualquier momento todo se iba a decidir y solo uno de los cinco aspirantes al trono, ganaría. El resto, seguramente, moriría en batalla y el destino de Sideros quedaría marcado por el que se alzara con la victoria. Suspiró con cierto miedo, ¿qué pasaría de aquí en adelante? ¿Por qué sentía que no solo esta isla iba a cambiar? Quizá el conflicto abarcaba mucho más de lo que en verdad aparentaba. De ser así, la postura de que el gobierno mundial se hiciera cargo no era tan mala. Negó con la cabeza, no debía pensar en eso. Solo debía enfocarse en defender a Xemnas y en salir con vida de este maldito infierno… Ya suficiente daño había causado.

Siguió su camino, siguiendo a Xemnas en todo momento con su haki activado por si alguien los seguía o, más bien, para estar atenta a cualquier posible ataque. Estaba segura que el vicealmirante también lo tenía activado, no tenían ningún punto ciego.

Balt Q9:

13/01/2013

No había rastro de humor en el rostro de Eichi. Tan solo una seriedad inusual en él y un ceño fruncido. ¿Tan rápido habían escalado las cosas mientras activaban la central? Cuando luchó contra ese caballero, las cosas parecían calmadas... o al menos la capital se encontraba intocable. Ahora las calles estaban llenas de destrozos, y varias personas se enfrentaban entre sí. Esto... era demasiado. Lo más cercano a la muerte que pudo experimentar, fue cuando Akashi fue asesinado frente a sus ojos y tuvo que ser trasplantado del corazón. Ese dolor no era nada comparado con lo que la gente experimentaba en una guerra.

– Y pensar que tomaré un papel en la próxima guerra que afrontaré – pensó amargamente para si mismo.

Ya tenía asumido que no podría escapar de su destino. La guerra en Péndragon estaba en fase crítica. Los nobles intentaban apoderarse del trono, mientras que su tío manipulaba las cosas desde las sombras. En verdad, había fallado como príncipe. Le había fallado a su hermano, a su gente, a su maestro... Desde siempre él supo que sería una decepción para todos. Apretó firmemente el hombro de Alex, aunque no fue lo suficiente para hacerle daño; tan solo quería demostrar su frustración de alguna forma, y pensaba que esa era la indicada. Las palabras de la agente calaron hondo en él. ¿Qué podía decir? Nunca había participado en una guerra de verdad, por lo que no tuvo más opción que quedarse callado.

Eichi, en medio de aquellos pensamientos deprimentes, parpadeó al escuchar las palabras de Alex. Se quedó en silencio durante algunos segundos, y su rostro se encontraba desprovisto de emociones. Para su sorpresa, una pequeña risa amarga escapó de su garganta. Al cabo de unos segundos, se calmó lo suficiente y apoyó su cabeza en el hombro.

– ¿Irme? A estas alturas... No, te seguiré. Si vas a cometer una locura, quiero estar en primera fila para ver lo que harás – respondió el pelirrojo.

El pelirrojo abrió de par en par sus ojos al escuchar semejante gritos y tuvo que taparse los oídos. No, el daño a sus oídos estaba hecho. Sentí un pitido retumbar dentro de su oreja. De todas formas, igual pudo seguir escuchando su discurso. A medida que las palabras salían de la boca de la agente, una triste y amarga sonrisa se formaba en sus labios. Tenía toda la puta razón, pero... había algo que no tuvo en cuenta. Los siete pecados capitales existían por eso. Aunque los humanos fueran la raza "superior", eso no quería decir que no podían caer en desdicha. Uno de los peores pecados, fin de cuentas, era el orgullo... especialmente en una guerra.

– Tienes mucha razón en lo que dijiste, pero – Eichi suspiró y apoyó su cabeza de forma relajada en el hombro de la rubia. – Toda esta gente, cada facción... Ha sacrificado algo para llegar donde estar, o también tienen algo que proteger. A final de cuentas, todos los humanos son distintos... Y como diversos que somos, también formamos distintas opiniones. Es demasiado tarde, cómo ángel que eres deberías saber muy bien lo peligroso que puede ser el pecado del orgullo... Especialmente dentro de una guerra – Eichi se encogió de hombros y prosiguió. – A este punto, no se van a detener... No hasta que haya un vencedor. ¿Sabes lo más irónico en mi caso? – a este punto el joven pelirrojo dejaba caer unas pequeñas lágrimas, y estas caían en el hombro de la joven. – Es que puedo simpatizar con ellos. Mi reino está metido en una guerra civil, y solo asumiendo el trono podré parar con todo esto, pero... La gente no perdona, y me veré obligado a sentenciar a varias personas solo para que no se formen revueltas e inevitablemente empiece una guerra peor – concluyó el joven.

Le había contado más acerca de su vida en la nobleza, e incluso se vio obligado a llegar hasta este punto. Si, realmente las guerras eran lo peor. Eichi suspiró y cambió por un tono de voz mucho más amable; había olvidado que estaba lidiando con una idealistas que permanecía inocente antes los horrores del mundo... O en lo que respectaba, puesto que seguía siendo una agente del gobierno y ellos no... Mejor dejaba de pensar en eso.

– Perdón haber sido tan franco, pero no me arrepiento. Es mejor despertar ahora que lamentarse luego en una situación donde debas elegir: seguir tus ideales hasta el final y te auto destruyas a ti mismo, o mandarlos a la mierda por una causa mayor donde se salves más vidas de las que se pierdan. Lo entenderé si ya no me quieres hablar – terminó de decir en un tono solemne.

Balt:

19/12/2014

Azula confiaba en que Castor pudiera contra el engendro y así fue. A pesar de que si fuera por ella ya se habrían marchado, prefirió hacer caso a su compañero. Apretó los guantes de plata y se puso de pie, sacudiendo la armadura del polvo de los escombros. Castor estaba a una distancia razonable así que lo siguió desde atrás hasta quedarse a su lado.

Miró una última vez hacia atrás, observando el caos que se había formado en cuestión de minutos. Al menos la central estaba intacta aunque poco importaba. A Azula le seguía preocupando el hecho de que todo estuviese abandonado, de que ni una mísera persona apareciese por aquel lugar.

Se colocó la corona y apoyó las manos en la cadera.

-Rumbo al oeste... - Musitó.

Caminaron durante un rato y la princesa observó la situación. En aquella había estragos, se agachó para comprobarlo y no pertenecía a la guerra actual. Sin duda se habían librado batallas más grandes en Encuentro. Volvió a ponerse de pie, mirando todo a su alrededor.

-Que sensación más incómoda - Masculló -. ¿No sientes cómo que nos vigilan?

A pesar de que el lugar estaba desierto algo extraño había en él y la princesa del rayo se sentía incómoda, no era normal en ella.

-Este sitio me pone de los nervios.

Zal:

28/02/2016

Seguía luchando contra aquel personaje que había conseguido evitar mis dos ataques, aunque en el intento de decapitación las espadas cortaron a las bestias sobre las que iba y estas perdieron el equilibrio y provocó que el hombre cayese al suelo. Parecía que lo podía matar sin problemas mientras se levantaba, pero de pronto de entre las ropas sacó una daga que me lanzó con bastante agilidad, aunque tenía el hacha conmigo no me daba tiempo a moverla para interponerla en su trayectoria, por simple inercia concentré en el brazo donde golpearía la daga las marcas rúnicas, tenía en mente que al hacerlo pudiese evitar el ataque en su mayoría, además lo imbuí en haki de armadura que aunque fuese muy básico mi control, algo me ayudaría.

El hombre tras esto me preguntó si esta era la primera guerra en la que me veía envuelta, para mí sí lo era, pero sabía perfectamente por mi cultura que podía ser caótica como decía aquel tipo que eran.

-Dile la verdad, de esa forma se relajará y pensará que puede derrotarte, aunque no se a que ha venido esa pregunta – me dijo Trece a mi lado y parecía enfadada.

-Por su puesto, porque no le iba a decir la verdad – le contesté sin perder de vista al hombre – sí, es mi primera guerra, pero ya conocía el caos de la batalla del que hablas, no soy tan novata como me crees – le contesté al hombre tranquilamente.

Mientras guardaba el hacha en mi espalda cuando aún estaba aún en agachada tras mi último ataque, al lado pude ver en un cadáver de un soldado de Sarka algo que me llamó la atención, lo llevaba puesto en la cara y era un parche, yo había perdido el mío tras haber sido capturada y necesitaba otro así que se lo quité y me lo puse, el parche parecía estar hecho para engañar a otras personas pues tras ponérmelo podía ver como si no lo tuviese, pero cuando yo había visto al soldado no se veía el ojo de este, me levanté y pode ver al pelirrojo que había intentado pisarle la cabeza al hombre, por si acaso lo había evitado me preparé para el combate y me acerqué caminando al hombre para quedar a una posición de unos dos metros de este, el joven volvió a intentar darle una patada al hombre, y por lo que dijo parecía ser alguien de la marina.

-Este nuevo amigo me cae mejor que el otro cortito de las guadañas – me dijo Trece viendo la escena.

-Cierto, este tiene más marcha y mejores gustos – le contesté con una gran sonrisa en la cara.

resumen Sarka:

09/11/2016

Como no había nada que pudiera hacer en el intenso interrogatorio que estaban llevando los otros a cabo, seguí los pasos de mi compañero que se aventuraba a investigar la misteriosa ciudad en la que nos encontrábamos. Si me hubiera quedado con los demás, me aburriría como una ostra, pero siguiendo a Biz igual podría pasar algo interesante, algo que fuera entretenido. Eso sí, el sermón del capitán Kimura no nos lo quitaba nadie. Nos habíamos alejado del grupo por cuenta propia, seguramente eso molestaría, no sólo al capitán, sino también a los demás compañeros. *- Bah, de todas maneras no hacíamos nada de provecho. Es verdad que es peligroso alejarse estando en terreno desconocido, pudiendo presentarse cualquier enemigo en el momento menos oportuno, pero prefiero ir a estirar las piernas-* pensé mientras seguía los pasos del sargento Bizban.

Grandes y antiguos edificios habían por alrededor, continué mirando por todas partes sin perder la vista al pelinegro. Mi compañero se había percatado de mi presencia así que le saludé con la mano y una sonrisa. Seguimos nuestra marcha por aquel lugar desolado, no había un alma por ningún sitio. Un silencio tétrico flotaba en el ambiente, era como si en cualquier momento, algún adversario rompiera la melodía del silencio para atacarnos sin compasión. Un alarido de una criatura hizo que tanto yo como mi acompañante nos pusiéramos en guardia; sólo era una estúpida ardilla.

Mi compañero también se había puesto nervioso y me preguntó si alguna vez antes, a lo cual negué con la cabeza. Y así era, nunca había escuchado gritar de esa forma a un animal como ese, no podía negar que me había dado un buen susto. Después de espantar a la ardilla, seguimos caminando intentando buscar algo que nos aportara pistas o que fuese de ayuda para nuestro avance.
Al poco tiempo, Biz decidió que era mejor que volviésemos junto a los demás. – Estoy de acuerdo, volvamos sin demora. Aunque… la bronca del capi y de los demás no nos la va negar nadie- dije con una sonrisa nerviosa a la vez que volvíamos por el camino de vuelta.

Balt:

10/12/2016

Aquel ataque nos había llegado totalmente de imprevisto, si no fuera porque, uno de los hombres que estaban junto a nosotros en el puente creó una barrera de una sustancia que no lograba identificar, para protegernos del golpe. A pesar de todo la destreza de dos de los integrantes de aquel grupo habían logrado salvarnos de los golpes de aquellas monstruosas estatuas.

Me dispuse a defenderme, pero cuando un mechón de mi pelo cayó por mi frente, pude ver, que este era casi anaranjado y no rubio. Toqué mi pelo y pude ver como gran parte de el estaba cambiando de color...¿Será cosa de aquella inyección? No lo supe con certeza hasta que vi que mi sangre era de un tono verde.

-Markov juro que me las pagarás, ¿que me has hecho?.-Dije algo asustada al ver como mi piel se tornaba sin mi consentimiento a un verde claro. No sabía que hacer, pero estaba claro que la guerra ya no era mi prioridad, además, por algún motivo, ya consideraba que ayudar a las personas no era una prioridad. Necesitaba saber que me estaba pasando, y en medio de aquella guerra no lograría nada salvo hacer daño a alguien. Pues, si mi cuerpo estaba cambiando, no sabía si era para bien o para mal.

Giré sobre mis tobillos y puse rumbo contrario hacia el puente, solo quería salir de aquella maldita isla o al menos encontrar a alguna autoridad que me permitiera poder salir de la ciudad sin muchos problemas. Aunque parezca paradójico, antes me moría por entrar en la ciudad, ahora, tras estos acontecimientos, me moría por salir.

-Tengo que salir de aquí...-Pensaba mientras corría sin mirar atrás buscando a algún marine o cara conocida para que me ayudara a salir de aquí, necesitaba ver a un medico pero ya. Por otro lado lamentaba dejar a la gente atrás, pero prefería huir antes que dañar a alguien por mi "cambio".

Balt:

10/11/2012

-Yyyyyy... Se nos ha quedáo dormida.- dijo como si nada cuando dirigió la mirada hacia su compañera y veía que no respondió y que, además, estaba volviendo a su forma humana... Si es que eso tenía alguna lógica al ser su zoan un ángel.

Sin perder demasiado de vista al robot que tenía en frente le dio un par de golpes en la mejilla a Yoko intentando así despertarla. Si veía que en un minuto no lo hacía la dejaría detrás de un arbusto, lejos del bicho de metal y a cubierto de la vista de cualquiera. Por suerte no hizo falta cuando vio que la muchacha volvía en sí.

-Bienvenida al reino de los vivos. Se nos han acabado las tostadas, me temo.- bromeó como si allí no pasara nada. Si es que... menudo niño.

Yoko, casi sin perder tiempo, le explicó lo que había estado pensando -o soñando más bien- y este, aunque dubitativo, aceptó el al menos intentarlo. Después de todo, ¿qué era lo peor que podía pasar? Pero aún así dijo lo que se le pasó por la cabeza.

-Si tu plan no funciona... ¿Crees que la mejor idea es quedarse a luchar? Tu ataque apenas abrió una brecha en su escudo, nuestro rocoso amigo no parece tener mucha mejor suerte... Y a mí no se me da demasiado bien el combate contra cosas de metal.- hizo una pequeña pausa, pero su mirada no flaqueó en un solo instante -Decidas lo que decidas, igualmente, yo me quedaré contigo. Después de todo, somos amigos.- terminó de decir, con una sonrisa en el rostro.

OSU, YOKO Y NEO:

14/05/2016

Estaba completamente aturdida, no comprendía lo que allí ocurría, las estatuas parecían caerse y podríamos decir que el paso había quedado completamente abierto.

Mientras Gera se quedaba atónita, aquellos hombres que allí estaban arremetiendo contra las estatuas, crearon protecciones y usaron diferentes técnicas que la muchacha no comprendía del todo. Sólo sabía que le habían salvado la vida y evidentemente, estaba agradecida.

Tras ver esto, observó a Dafne, la muchacha estaba bastante diferente, sus sangre no era normal, su cara expresaba miedo, no comprendía las transformaciones que estaban sucediéndole. Cuando Gera se quiso dar cuenta, la joven espiritual se había echado a correr en dirección contraria. La botánica echó un grito pero no obtuvo respuesta, solo esperaba que no fuese a pasarle nada a aquella criatura dulce.

Evidentemente, Gera no iba a retroceder, seguiría su camino como había hecho hasta entonces, continuaría ya bien fuese sola o acompañada de aquellos hombres. En ese momento en lo único que pudo pensar es en seguir su camino centrando toda su atención en su objetivo. Cada vez parecía tenerlo más claro, la batalla estaba muy avanzada y desde luego, ella había permanecido, en cierto modo, al margen.

En una de estas, se acordó de su objeto y decidió probarlo, con todo el ajetreo que había tenido hasta ese momento, se había olvidado por completo. En ese momento, agarró el cayado con las dos manos y cerró por un instante sus ojos, el objeto comenzó a transformarse en hierro y una vez que hubo abierto los preciosos ojos, pudo ver como una gran llama salía por la boca de aquel dragón abrasando así un arbusto cercano.

Al ver lo que ocurría con el objeto, se sintió más segura. Continuó su trayecto con los hombres que se había encontrado y que habían hecho que el camino se abriese a sus pies.

Balt:

09/01/2015

El vuelo fue rápido y bien, Madara abría el camino seguido por la chica dragón, el edificio enfrente nuestro se agrandaba gradualmente, señal de que nos estábamos acercando cada vez mas.

Guau, eso si que es una bienvenida... Me sorprendí ampliamente cuando vi la cantidad de estatuas colosales que franqueaban el paso a la catedral cada una portaba un arma de igual tamaño y a pesar de todo, delante de mi continuaban volando Madara y su chica dragón la cual cargaba a la otra chica lujuriosa y al mapache. No sabia muy bien como reaccionaria nuestro intrépido líder ante ese despliegue de fuerzas, tal vez se lanzara a destrozarlas, las ignoraria o quien sabe que pasaria por su cabeza pero una cosa estaba clara, las estatuas estaban defendiendo el interior de la catedral... Tampoco se tenia que ser un genio estratega de la ostia y el copón para saberlo, simplemente un vistazo rápido informaba de sus intenciones. Sin embargo un intenso zumbido me saco de mis pensamientos, el ruido era intenso como si una horda de mosquitos se acercara rápidamente, no podía determinar su direccion o que podría ser, pero de seguro no era nada bueno o agradable para la salud.

Yo cumpliría las ordenes de Madara y si no encontraba tiempo para ordenar nada, pondría direccion al interior de la catedral. Seria fácil acribillar las vidrieras y entrar por entre los cristales.
Una vez dentro tendría un mejor control de la situación.

Fluffle por su lado continuaba acurrucado en la seguridad del sidecar, lo cual me dejaba mas tranquilo. Decidí poner un poco la radio antes de lanzarme contra la catedral a ver si captaba alguna conversación interesante entre el personal de las facciones sus lideres o algo, esto seria mas por pura chiripa, pero si descubría algo interesante bienvenido seria y si no... Siempre estaría radio macuto.

equipo pony dragon:

Re: El Encuentro [Capítulo] {Sáb 18 Feb 2017 - 3:30}

El alma de aquella persona tenía un tono azulado intenso, por lo que era una persona neutral. No parecía haber maldad en él, pero tampoco bondad. No tenía nada en su contra y pese a haberle disparado, no sintió nada de rencor. Kasai se mantuvo callado y mirándolo a los ojos de forma calmada. Acto seguido se llevó la mano a la cabeza y empezó a rascarse un poco. Era evidente que no podía permitirse perder el tiempo con aquella persona. Lo siguiente que hizo fue mostrar una sonrisa calmada y salir volando de allí a toda velocidad en su forma humana y esta vez por tierra. Su velocidad sería de unos cincuenta metros por segundo, por lo que iría cómodamente y rápido al mismo tiempo.

- ¿A dónde pones rumbo ahora?

Dijo entonces la voz del ser de su mente en su cabeza. Tenía que darse cuenta y terminar con aquella guerra de una maldita vez encontrando a los pretores y enfrentándolos con su máximo poder. Soltó un pequeño suspiro y entonces contestó con un tono tranquilo.

- Voy de camino al centro de la ciudad, allí puede que encuentre mi objetivo de una maldita vez. Espero que nuestra compañera se despierte cuanto antes…

Dijo entonces pensando en Nostariel y su raro ámbito de sueño. A la chica ahora le daba por dormir siendo de día y en plena misión de caza. Tenía huevos la cosa a decir verdad.

Balt:

Re: El Encuentro [Capítulo] {Sáb 18 Feb 2017 - 5:14}

El puto mar, debía de haberlo supuesto. El moreno frunció el ceño un poco y después chasqueó la lengua indignado. Se había pasado el puto día escapando para ahora cruzarse con aquella masa de agua del diablo. Tenía sentido, pero no podía volar mucho tiempo. Volver atrás era una jodida locura y se le iban terminando las ideas. Quizás incluso debía cavar un hoyo en el suelo y ocultarse. Tampoco era una buena opción y por ello trató de relajarse. A lo mejor podía dar un rodeo y volver a la base para buscar un barco o algo así. Al menos ahora había descansado un poco y podría aprovechar.

Entonces decidió sentarse un momento para descansar antes de continuar su camino. Entrecerró los ojos despacio y soltó un pequeño suspiro, volviendo a su forma de chacal negro con tres patas. Se tumbó en el suelo dándole la espalda al mar, pero con su haki de observación atento en todo momento. No se fiaba de nada, ni del aire. Malditos atacantes del diablo.

Ex Meln:

Re: El Encuentro [Capítulo] {Sáb 18 Feb 2017 - 5:32}

El moreno volaba con su enorme espadón en la mano, llegando lentamente hasta un sitio algo extraño. Parecía ser una catedral hecha una ruina y lo más importante de todo, dentro había varias presencias fuertes, incluida la de Dexter. No pudo evitar alzar una ceja para después preguntarse lo que estaría pasando. Soltó un suspiro y continuó avanzando a toda velocidad con el resto del equipo. No tardó mucho en divisar algo extraño, pues no todos los días podían verse estatuas de doce metros de alto. Ya tenía un poco de diversión a decir verdad. Entonces fue cuando desenvainó su espadón de kairouseki y apuntó hacia ellas, mostrando una expresión realmente siniestra en su rostro.

- Miembros del equipo dragón… ¡Destruidles!

Gritó soltando una enorme carcajada después de aquello. Fue entonces cuando el devastador se lanzó hacia ellos a una velocidad considerable. Extendió sus alas con fuerza y giró sobre sí mismo, tratando de cortarle a uno de ellos la pierna. Lo lograse o no, subiría volando por su espalda y trataría de impactarle un violento puñetazo en la zona de la nuca, planeando destrozarle la cabeza sin piedad o simplemente tirársela al suelo de alguna forma. Lo lograse o no, continuaría riendo de forma siniestra.

- ¡Aki y dragona buenorra por uno! ¡Bleyd y mapache por otro! ¡Yo me haré cargo de este espinaca!

Dijo entre risas mientras continuaba moviéndose alrededor de aquel enorme gigante y riéndose de forma enfermiza. Solo de pensar en la cantidad de dinero que iba a llevarse y en la destrucción que iba a causar contra aquellas cosas se ponía feliz.

Team Dragón:

Re: El Encuentro [Capítulo] {Sáb 18 Feb 2017 - 5:40}

- Joder, jefe. Llevo un rato corriendo para allá, pero es que no avanzo. Estoy en mitad de una guerra, llevo más de cincuenta muertos y por mucho que corro dando golpes no se terminan. Encima la ciudad parece un jodido oasis, no llego.

Dijo al mismo tiempo que impactaba el puño derecho en otro oponente y le guiñaba el ojo a su pequeño gusano. Justo entonces notó un pequeño dolor en la mejilla, el cual le hizo dar unos pasos hacia atrás y parpadear. El DDM se le cortó al momento y aquello le hizo fruncir el ceño levemente. Quería saber quién había tenido la jodida idea de haber hecho aquello sin permiso suyo. Escupió a un lado y después se remangó.

Se sorprendió al darse cuenta de que había una mujer de dos metros y pico mirándole con mala leche. Él continuaba siendo más alto en su forma híbrida y por eso la miró con superioridad relamiéndose despacio, moviendo su cola de un lado a otro mientras acumulaba energía en su cuerpo. Justo entonces se colocó en posición de combate observando a la oponente que iba a tener en aquel momento.

- ¡Dime, preciosa! Pero el golpe sobraba, me vas a obligar a dejarte por los suelos. Exigimos una disculpa o yo y mi precioso gusano te vamos a dar pal pelo.

Mencionó al mismo tiempo que reía de forma siniestra y alzaba los puños mientras se colocaba al lado de su precioso ser gusanil.

Sarka:

Re: El Encuentro [Capítulo] {Sáb 18 Feb 2017 - 5:53}

- Desde hace un rato, pero mi haki no me dice nada que me permita saber lo que ocurre. Es como si fuéramos los únicos con vida en esta isla…

El asesino plateado no detectaba a nadie y aquello le hizo soltar un suspiro enorme. Se sentía un poco molesto por no poder saber lo que ocurría, pero sentía algo horrible, como si miles de ojos estuviesen en su espalda observándole. Creía que eran alucinaciones, pero cuando la chica lo confirmó, no pudo evitar sentirse mucho más incómodo. Se acarició el cabello despacio (el poco que tenía) y después negó con la cabeza. Tenía huevos que pese a ser una guerra el siguiese con su traje del gobierno, bueno, su camisa roja. Su chaqueta había sido destrozada.

- Cuando lleguemos a la base voy a beberme diez litros de cerveza, a comerme un jodido pollo entero y después de eso a dormir como un cabrón. Los del servicio de inteligencia apenas tenemos tiempo libre, vaya rollo.

Dijo quejándose al mismo tiempo que caminaba hacia el Oeste con la chica. Trataba de dar conversación para que se olvidasen de que les vigilaban, pero el asesino se mantenía atento bajo cualquier circunstancia y por ello tenía el haki de observación activado. Soltó un enorme bostezo y después le dirigió una sonrisa siniestra a la princesa.

- Algún día te daré mi tarjeta de acceso a una de las centrales secretas. Verás la clase de cosas que hay allí, he llegado a ver monos que piden droga ¡Jajajajajaja!

¿Zal?:

Re: El Encuentro [Capítulo] {Sáb 18 Feb 2017 - 8:03}

Drake no tardó mucho en darse cuenta de que algo iba mal allí. Aquella mierda que se había comido debía contener veneno o algún tipo de toxina que ahora le estaba jodiendo bastante. Soltó un suspiro observando a los edificios inclinarse ante él y no tardó mucho en alzar los puños, notando algo de dolor en su estómago. De nuevo, otra fruta llegó hasta sus pies, pero pareció ser una mera ilusión. Chasqueó la lengua al mismo tiempo que se sentaba en el suelo y cerraba los ojos, concentrándose todo lo posible. Le dolía demasiado y ahora estaba incómodo. Escupió a un lado y entonces se llevó la mano derecha a la frente para comprobar si tenía fiebre o algo por el estilo. Maldijo su suerte pensando en varias cosas y después gruñó, pero entonces empezó a reír de nuevo, puta vida.

- Tal vez no haya sido a causa de la fruta… Puede que algún usuario nos esté jodiendo desde alguna parte. Me temo que bien podrías usar tu haki.

Dijo de repente la voz de Slayer en su mente. El chico entre carcajadas asintió y después extendió todo su haki alrededor, pero no pudo detectar nada. Tan solo continuó caminando deseando que terminase el efecto de aquella jodida fruta del demonio que le estaba jodiendo bastante. No entendía que clase de mierda le daban a los árboles de aquel sitio para que estuviesen de aquella forma tan encabronada.

- ¡Hahahahaha! Joder… Espero que esto se pase pronto.

Mencionó para después continuar riendo.

Zal:

24/02/2016

Ban interpuso su espada de kairouseki en medio de aquel martillo, desviándolo de un movimiento violento y tratando de cortarlo en dos. Notó un cierto dolor en su hombro izquierdo al recibir parte del golpe y eso le hizo retroceder un poco y soltar un quejido de dolor. El mafioso entrecerró los ojos despacio y después frunció el ceño. Estaba un poco indignado a decir verdad. Las palabras de ese idiota hicieron que una vena se mostrase en su frente. No iba a consentir que dijese aquellas palabras y menos en su presencia. Se llevó la mano al hombro y frunció el ceño. No iba a permitir que es imbécil se metiese con su profesión.

- Mira, pedazo de mierda. Voy a hacer que te comas tus jodidas palabras ¡¿Me oyes, cipollo?! – Gritó el espadachín al mismo tiempo que salía disparado hacia aquel tipo.

Ban entonces comenzó a desplazarse a su alrededor con el soru tratando de marearlo sin parar. Era como si pretendiera ponerlo de los nervios. Entonces se desplazó hasta colocarse a su espalda y sin pensarlo trató de atravesarle por la espalda hacia la zona del corazón. Usó para ello su espada de kairouseki puro y de paso reventarle bien si usaba alguna técnica defensiva.

Sarka:

Re: El Encuentro [Capítulo] {Sáb 18 Feb 2017 - 12:09}

El asesino mantenía su sonrisa en todo momento, observando la situación sobre aquel carro de combate. Se había dado cuenta de que su compañero anterior se había llevado un guantazo prominente al darle uno de los médicos un codazo en toda la boca. El moreno no pudo evitar soltar una pequeña risa para después negar con la cabeza. El pobre había tenido mala suerte, pero no pensaba bajarse de aquel carro para cogerlo. Tenía una buena plaza y no podía desperdiciarla. Además, estaba junto al vikingo y no se sentía nada mal. Bostezó con fuerza y después se quedó mirándolo con toda la calma del mundo.

- Que buen vinito me voy a tomar cuando esto termine. Una copita despacito, notando como terminan los litros, llevándome al coma etílico.

Dijo el siniestro moreno con un tono algo musical debido al aburrimiento. Esperaba que hubiese mayor diversión en los próximos minutos. Fue entonces cuando vio la muralla quedar hecha pedazos y por ello no pudo evitar sonreír de lado. Aquellas cosas eran impresionantes, sobre todo a la hora de hacerlo todo pedazos. Ladeó unos momentos la cabeza y después se quedó quieto mientras aquella cosa continuaba avanzando hacia su destino.

Sarka:

Re: El Encuentro [Capítulo] {Sáb 18 Feb 2017 - 12:24}

Milena continuó caminando con los ojos entrecerrados por aquel sitio. Era ya la hora de empezar a largarse, pues la había acompañado después de todo hasta la muralla y ella podría viajar sin perderse. La pelirroja estaba desesperada por salir de aquella maldita isla del demonio y no volver jamás. Apretó los puños debido a la rabia que sentía por lo pasado y poco a poco fue frunciendo el ceño. A lo mejor podía matar a unos cuantos imbéciles antes de continuar con su loco plan. Soltó un suspiro y se fijó en una abertura en la muralla, por lo que se quedó mirando a la mujer que decía ser de la marina.

- Avancemos por allí. Ya que me has hecho venir, me cobraré el viaje terminando con algunos cuantos imbéciles. No estoy de humor para caminar por vicio.

Dijo con un tono serio al mismo tiempo que llevaba la mano derecha a su vaina despacio. Tenía que pagar su sufrimiento con alguien y esos iban a ser los soldados. Al haber traicionado a Meln, supuse que le atacarían a ella todos. Le daba lo mismo, pero tendría que combatir alejada de los demás si no los quería hacer trizas con los aumentos que podía ejercer sobre la gravedad, los cuales eran considerables y muy molestos.

Meln:

Re: El Encuentro [Capítulo] {Sáb 18 Feb 2017 - 12:33}

Los llantos venían de una niña que parecía estar junto a un tipo pelirrojo. El revolucionario no se fiaba mucho debido a las historias sobre la pedofilia y todas aquellas cosas, pero el culpable más bien parecía ser un chalado que cantaba ser un trolazo. Además, le gustaba el pedaso. Debía de ser un legendario guerrero príncipe de Gayskol. El depredador de la rebelión soltó un suspiro y entonces notó algo raro. Su anillo plateado… De modo que la jefa se había puesto en marcha y estaba en aquella isla. No podía jugar con el pelirrojo, aunque le hacía ilusión saber si estaba chalado o no.

El oficial alzó el vuelo con el poder del águila y entonces empezó a volar a toda velocidad hacia donde se hallaba la señal de Xella. No creía que tardaría mucho en llegar, pues parecía estar cerca y su velocidad era sobresaliente. Mantenía una mirada tranquila al mismo tiempo que bostezaba un poco. Era el momento definitivo y a lo mejor había una misión divertida que hacer. Sus técnicas ya estaban operativas tras el combate con aquella jodida armadura.

- Espero que esta vez sea más divertida la cosa…

Dijo poniéndose a casi trescientos metros por segundo para llegar a la posición de la pelirroja en un tiempo record. No tardó demasiado en ver donde estaba y por ello se colocó cerca para que al menos ella lo reconociese. No quería delatar nada delante de la gran cantidad de gente que había allí. Encima las armaduras esas parecían mucho peores que la que enfrentó él.

Zilda (Lee Aki):

Re: El Encuentro [Capítulo] {Sáb 18 Feb 2017 - 12:40}

Taiga mostró una sonrisa al ver aquellos pedazos de seres. No tardó nada en colocarse al lado derecho del rubio y después alzó los puños. Era el momento de combatir y por su parte no pensaba rendirse, pues estaba como nuevo. El Vice-almirante no le había dicho nada, pero supuso que con el silencio bastaba. Se alegró de que Alice pensara como él y no se quedara con aquellos marines violentos y sin escrúpulos. Chasqueó la lengua un momento y lentamente fue tomando aire. Estaba pensando en cómo atacar a aquellas malditas cosas con pinta de enorme titanes.

- Parece que vamos a divertirnos, Al-san. Estas cosas son enormes.

Dijo con una sonrisa calmada con ambas manos en los bolsillos y con el haki de observación activado. Lo mejor era tener las cosas listas para lo que pudiese pasar, así después nadie tenía por qué llevarse sustos ni nada parecido. Apretó los puños preparándose mejor y después se quedó mirando a la peliblanca con una expresión amable.

- Si tienes problemas ponte detrás de mí, Alice.

Le comentó a su compañera al mismo tiempo que volvía a sonreír. Protegería a los suyos de cualquier problema que pasase y eso incluía robots gigantes con mucha mala leche por lo que estaba viendo con sus propios ojos. Seguro que Kasai se lo estaba pasando mucho mejor, pero le daba también algo igual después de lo visto.

Grupo Al:

04/09/2016

Esto seguía siendo surrealista, y cuanto menos absurdo, un ser extraño, por no decir feo, comiendo cigarrillos, pobre Zack, se los va a terminar. Arribor desaparecido en combate, o más bien, fugado, tras un hombre rubio. Todos pasamos de todos. Era demasiado para mí. Crucé una mirada con Zack, que lo veía frustrado, igual que yo. Me hacía gracia en parte ver todo aquello, pero muy aburrido. Me levanté muy despacio, mirando a los presentes y me dirigí hacía Zack.

-A ver, ¿Qué hacemos?, ¿seguimos con este… ser, o vamos a nuestro aire?, está claro que si seguimos aquí moriremos… pero del aburrimiento -dije sonriendo, mientras veía como el ser horrible se volvía loco, pidiéndole un cigarrillo como un niño pequeño. Una vez más miraba a mi alrededor.

``¿Dónde diablos se ha metido ese zorro sangriento? ´´ -pensaba mientras miraba a Zack con dudas, sobre lo que hacer, pues no sabía que pasaba por su mente cuando le escuché hablar así con el ser.

-¿Estás seguro de lo que haces? -le pregunté en voz baja, intentando que nadie oyese lo que le preguntaba, pues sentía la sensación de que quería ir detrás del ser. Como si no tuviéramos suficiente con perder de vista al loco de nuestro capitán, encima me hará ir detrás de esta… cosa.

-Ya sabes que nuestro capi está un poco loco, igual tenemos que ir a salvarle el culo -le dije sonriendo, intentando convencerle de que dejase al ser atrás. Me parecía todo tan absurdo, que pensé si sería esto un sueño… o una pesadilla. Observaba a los presentes, mientras me crujía los nudillos, los hombros, la espalda y el cuello. Era mi forma de soltar tensión.

``Desde luego, vaya panorama, a ver si terminamos de una vez con todo esto, y a ver si somos capaces de volver enteros, más que una guerra parece una comida al aire libre con amigos, no huelo ni un ápice de pelea´´ -pensaba, mirando más allá de mi compañero peli azul, y de los demás ``amigos´´ que se hallaban con nosotros en aquel momento.

Sarka (Toda la tropa)(?):

26/12/2014

Luego de cruzar a puerta de la ciudad para acompañar a la líder de los ejércitos de Balt, llegamos a una avenida bastante amplia. Por un segundo, desconfié de que el conflicto hubiera acabado y que esto solo fuera un rayo de tranquilidad en un día tormentoso. Un par de gigantescas armaduras, majestuosas e imponentes, de unos 12 metros de altura hacen que detengamos el paso. Balarad, la líder de los soldados de Balt, observó con atención los dos fulgores azulados. De pronto, un gran grupo de soldados se lanzan al ataque.

“La batalla comienza otra vez”, pienso mientras veo como jinetes con armaduras montando caballos negros avanzan por las calles para embestir a los soldados de Balt. Sobre mí, un zumbido hace que levante la cabeza para mirar al cielo. Un enjambre de insectos enormes lucha con caballos alados. No podía crear todo hasta que el cadáver de uno de esos bichos se estrelló en el suelo justo a unos centímetros de donde estaba.

De pronto, una señal de peligro resuena en mi interior. En una rápida reacción, mi cuerpo se mueve hacia abajo, flexionando las rodillas, justo en el momento en que un espada cruzaba por encima de mi cabeza. El jinete y su animal de piel oscura que habían intentado decapitarme vuelven a cargar contra mí. Su intención era obviamente hostil, era un enemigo. Desenvaino mi katana de hoja curvada y me preparo para acabar con mi enemigo. Su ataque tuvo otra vez la misma intención, pero como ahora podía verlo me fue más fácil esquivarlo. Mi contraataque fue rápido y sin dudar. Gire sobre el lugar donde estaba con rapidez y salte encima de la parte trasera del caballo. La punta de mi espada descendió a toda velocidad atravesando la parte desprotegida del cuello de jinete. Vuelvo al suelo solo para escuchar el chorro de sangre sale impulsado hacia afuera de la herida fatal que le había provocado. Luego de eso, empiezo a correr hacia el centro de la ciudad para ver cómo estaban las cosas por ahí.

Balt:

16/05/2014

El curandero denotaba una maestría sorprendente, en una montura como esa, la cual pasaba por encima de cualquier terreno, aplastando tanto cadáveres como rocas, había logrado suturarla la extremidad, sin perder ninguna punzada, parecía que volvía a tener brazo, pero aun necesitaba muchísima recuperación, no había sido una mera herida. El hombre agradeció apropiadamente al curandero por su gran obra, y con ayuda de algunas correas, se sujetó el brazo recién intervenido al pecho, no quería moverlo en exceso para favorecer a su recuperación.

Entre tanto, Grum ya parecía haber recuperado su valor y su garra, comandando a sus ejércitos y dirigiéndose hacia una muralla, que se había hecho escombros a causa de la gran potencia de fuego de los cañones. El hombre ya no estaba preocupado por el estado mental en que le había dejado Ruk en el combate.

Según el mapa que había observado en un principio. Se dirigían directos al centro de la isla, en donde se suponía que acabarían todos los ejércitos, la convergencia de tanto enemigo, podría significar un caos rotundo, el hombre sujeto su hacha fuertemente, quizás la diversión aún no había terminado. Aun con su brazo inhabilitado podría presentar alguna batalla, aunque seguramente no tan emocionante como la ya acontecida.

El hombre del sombrero que le había seguido al carro y que le había ayudado anteriormente a terminar con Ruk, canturreaba sobre sus deseos ebrios, eso le gustaba, aunque el vino no fuese de su agrado, el néctar de los dioses era absoluto.
Antes de atravesar los escombros de la muralla, Worgulv echó un vistazo atrás, dejando un mar de cuerpos, y uno de los combates más emocionantes que había degustado… El hombre abrió los ojos de par en par, como era posible, se había olvidado de su pequeño camarada, el pelirrojo, no sabía si aún seguía con vida, era un chiquitín duro de roer y de gran fuerza. Tras acabar con esto lo buscaría entre los supervivientes, o en el campo de batalla.

Sarka:

El Encuentro [Capítulo]

Re: El Encuentro [Capítulo] {Vie 17 Feb 2017 - 1:50}

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