Geni-cto
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
-Sera muy dificil?-
Me decía a mí mismo mientras que sentía la brisa azotando furiosamente mi desorganizado pelo, mientras que un característico olor a mar empezaba a invadir mi nariz.
Miles de dudas me rodeaban en ese momento, mis manos temblorosas llenas de miedo apretujaban fuerte mente un trozo de papel que tenia entre mis manos, este el cual hacia mi pulso acelerarse como nunca era una carta, una condenada carta que me mantuvo con la mente en vilo todo el dia.
La carta provenía del aparente capitán de los Crimson Wolves, mi intuición grito a todo pulmón el nombre “Kimura”. Esto fuera un alivio de no ser debido a que eran malas noticias, no me había presentado a los entrenamientos, y había dejado pasar varias ordenes de la flota, me a pesar de que sabia de que con estas no llegaría a ningún lado, me gustaba poner la excusa de por medio de que debido a mis entrenamientos propios no había tenido tiempo suficiente para hacerlo.
Sin embargo, en vez de procesar mi expulsión, el capitán parecía sentirse generoso ese dia, tal como expresaba en la carta, por lo que una oportunidad se hizo presente ante mis ojos, se trataba de una especie de misión sencilla, a pesar de no especificarme este ultimo detalle, ese fue el fruto de mi creciente desesperación y preocupación.
La misión aparentemente se ubicaba en una de las islas cercanas de la base, no quedaba excesivamente lejos, por lo que debería de encontrarme a escasos minutos de distancia, unos minutos pasados, desde la popa del barco pude divisar unas islas a la distancia, al menos desde lejos parecía haber rastros de civilización.
Tras esperar un par de minutos, las anclas del barco chapotearon en el mar, y el barco se mantuvo meciéndose de manera suave a un costado de la isla, una vez visto esto, me dispondría a guardar la carta en mis bolsillos del uniforme marine, y bajar de un pequeño salto para pisar tierra.
Me decía a mí mismo mientras que sentía la brisa azotando furiosamente mi desorganizado pelo, mientras que un característico olor a mar empezaba a invadir mi nariz.
Miles de dudas me rodeaban en ese momento, mis manos temblorosas llenas de miedo apretujaban fuerte mente un trozo de papel que tenia entre mis manos, este el cual hacia mi pulso acelerarse como nunca era una carta, una condenada carta que me mantuvo con la mente en vilo todo el dia.
La carta provenía del aparente capitán de los Crimson Wolves, mi intuición grito a todo pulmón el nombre “Kimura”. Esto fuera un alivio de no ser debido a que eran malas noticias, no me había presentado a los entrenamientos, y había dejado pasar varias ordenes de la flota, me a pesar de que sabia de que con estas no llegaría a ningún lado, me gustaba poner la excusa de por medio de que debido a mis entrenamientos propios no había tenido tiempo suficiente para hacerlo.
Sin embargo, en vez de procesar mi expulsión, el capitán parecía sentirse generoso ese dia, tal como expresaba en la carta, por lo que una oportunidad se hizo presente ante mis ojos, se trataba de una especie de misión sencilla, a pesar de no especificarme este ultimo detalle, ese fue el fruto de mi creciente desesperación y preocupación.
La misión aparentemente se ubicaba en una de las islas cercanas de la base, no quedaba excesivamente lejos, por lo que debería de encontrarme a escasos minutos de distancia, unos minutos pasados, desde la popa del barco pude divisar unas islas a la distancia, al menos desde lejos parecía haber rastros de civilización.
Tras esperar un par de minutos, las anclas del barco chapotearon en el mar, y el barco se mantuvo meciéndose de manera suave a un costado de la isla, una vez visto esto, me dispondría a guardar la carta en mis bolsillos del uniforme marine, y bajar de un pequeño salto para pisar tierra.
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