Capítulo 5-A

Estaba sentado en la taberna y el tabernero me dio una respuesta corta y tajante, aunque no me gusto nada su respuesta, pero me contuve y seguí en mi mundo...

Pero al cabo de uno minutos vi que por la ventana entro un pirata, parecía bastante fuerte y dejo al gigante temblando, era increíble pero cierto, cuando ese pirata le fue a atacar al gigante una sombre apareció con una velocidad acojonante y detuvo al pirata, me quede bastante asombrado, después un joven con larga melena intento matar a tenzou pero fue inútil este se deshizo del joven con melena como si nada...Pero mi atención se fijaba mas en el otro tipo bastante misterioso y que atemorizo al pirata tenzou...

Lufram : Solo tengo una palabra que decir : impresionante...(asombrado) Llevaba razón tabernero, menos mal que me he quedado observando, mi curiosidad y mis preguntas, han sido respondidas muy bien, aunque a la próxima vez no tendré tanta curiosidad, quizás eso sea peligroso tener tanta curiosidad hoy en día, sobre todo para mi siendo un forastero...

Minutos después, un joven inconsciente apunto con su arma a la cara del tabernero... en ese momento me aparte un poco con mi taburete y seguí observando todo aquel alboroto, sin llamar mucho la atención.

Bueno, parecía que todo quedaba solucionado, de momento... a saber qué locuras se le ocurren al Capi, lo malo es que estaba con Elisabeth y de esos dos nunca se sacaba nada bueno.

Decidí pasearme por la ciudad, parecía pequeña así que no tardaría mucho en encontrar alguna tienda abierta para comprar provisiones o en algún bar para tragar la garra fría de miedo que se había instalado en mi garganta.

Quién sabe, incluso podía ver algún conocido...

"Qué cosas piensas, Erika" pensé con las manos en los bolsillos y recorriendo las calles con tranquilidad "ni que te fueras a encontrar con alguien interesante en esta ciudad infestada de piratas..."

Aquel tabernero era mas poderoso de lo que pensaba en un principio, sin que pudiera si quiera pestañear, unos de sus tatuajes salieron de su cuerpo apretándome fuertemente el brazo, hasta tal punto que tuve que acabar dejando caer a Lobera al suelo, acto seguido de su lengua salió una especie de águila que fue directa a mi cara golpeándome fuertemente, mientras sus tatuajes me atacaban, algo que no se lo esperaría nadie en su sano juicio, en un alarde de agilidad saltó la barra y me propinó un fuerte golpe en el estomago, que me hizo quedarme en cuclillas, mientras los tatuajes que apretaban mi brazo subieron hasta pasar a apretar mi cuello de una manera muy fuerte.

Tal vez hubiera cometido un error y aquel hombre fuera demasiado para mi, por un momento mi rostro se tornó en terror, ¿pero que temía? si realmente había llegado mi hora no había que temer, pero desde luego no me dejaría derrotar tan fácilmente. Con una arrogancia que no hacía mas que hacer crecer mi odio hacia el se dirigió a mi:
- Te has metido con el tipo equivocado .... por cierto, vistes como si fueras un ciudadano de por aquí ... pero es la primera vez que te veo ... además, tus ropajes y tu cara están muy bien cuidadas niño ... No serás uno de esos marines infiltrados ¿Verdad?
-Vaya... Resulta que no solo eres rápido y fuerte, además eres un tipo inteligente, algo que desde luego si que no me esperaba de una rata de taberna como tu- Le respondí como podía, pues la presión en mi cuello cada vez era mayor hasta el punto de no dejarme expresarme holgadamente.

Aquel hombre era mas poderoso que yo, de eso ya no tenía duda y aun encima utilizaba unos extraños trucos con todos esos tatuajes que cubrían su cuerpo, si quería tener una sola oportunidad debía al menos ser mas inteligente que el.
Aun de cuclillas y medio ahogado cerré mi puño izquierdo mientras mi cara pasaba del terror a dejar entrever un leve sonrisa. Apoye el puño en el suelo y de este empezó a fluir gélido nitrógeno que en cuestión de décimas de segundo formo una bola que a no ser que el tabernero tatuado se apartara como un rayo nos encerraría a los dos dentro de la helada esfera, esfera que dejaría como un cubito de hielo al mas grande y poderoso de los monstruos de atraparlo en su interior.

-¿De verdad creías que un marine solo en esta isla no vendría preparado para lo que fuera?- balbuceé aun con la presión de aquellos extraños tatuajes en mi cuello, al tiempo que trataba de echar mano sobre ellos para quitármelos.

Ví que el tabernero me sonrió al escuchar mis palabras, lo cual me alegre, quizás si me ganaba su confianza, quizás pueda tener mas información de la esperada, aunque mi probabilidad de que ese plan funcionase eran mínimas tenia un 0,001% de que ese plan saliera bien, pero aun así tenia que intentarlo.

Lufram : ese refrán lo conozco tabernero (sonriendo) pero ten cuidado, ese chaval de la lobera parece fuerte...

Pero de repente, vi como el tabernero se defendió del muchacho que le amenazo con su espada lobera, en menos de un segundo, tenia al muchacho en cuclilla casi sin poder moverse, pero al parecer el chaval tenia un as bajo la manga, de su puño salia una especie de liquido, era bastante raro...Al parecer el chaval era un marine infiltrado, lo había admitido, cosa algo idiota admitir que eres marine en una isla de piratas.

Lufram : Si que eres fuerte tabernero, tienes una gran habilidad y fuerza, parece que el tipo del sombrero negro y el puro llevaba razón, eres bastante fuerte, no creo que un solo marine te pueda derrotar....Aunque al parecer el marine tiene un as bajo la manga.

- Vaya, perdona, ha sido por la impresión ¡Pero vamos, si no te gustan pues no los digo y sin problemas!

Le dije, un poco extrañado porque le desagradaran las palabras mal sonantes, de lo cual podía deducir que seguramente no había tenido mucho contacto con piratas, ya que se hubiera acabado a costumbrando. También me extrañó algo una cosa que dijo de animales y no se qué de extinciones, pero no le di importancia. Lo que realmente me extrañó fue...

- ¿Humano? ¡¿Pero qué dice el notas este?!

- ¿Humano? ¿Qué quieres decir?

Me levanté el sombrero para poder rascarme la cabeza en signo de no entender. Estaba confuso, tan confuso que me herí a mí mismo, ya que en el pelo tenía un enredo que al retirar la mano me pegó un tirón en la cabeza. Me volví a poner el sombrero. Todo esto bajo el agua, ya que no había salido desde la conversación, y casi que mejor así.

- ¿En serio se piensa este tio que es humano? Anda ya, no puede ser ¡Tiene que estar de coña! ¡Se está quedando conmigo! Hay cosas como el poder respirar debajo del agua, tener una piel distinta, ser mil veces más rápido que los demás y otras nimiedades de las que se daría cuenta UN NIÑO DE CUATRO AÑOS; y lo sé por experiencia, que yo era el único tritón de mi clase, y nadie tuvo que decírselo a nadie. Pero... ¿Y si lo dice realmente convencido? ¿Y si realmente cree que es un humano? Será mejor hablarle con cuidado, vaya que tenga algún problema mental y la chafemos.

Yo aun estaba sentado en mi taburete en la taberna, observando todo ese escándalo que se había formado, me quedé atónito cuando el tabernero hizo una pequeña demostración de su poder contra el marine, era algo increíble que tuviera tanto poder, en eso había entrado un chico y amenazo al tabernero, al parecer también era un marine que quería ayudar a su compañero, pero fue inútil el tabernero se deshizo de él fácilmente, en eso intervino el tipo del sombrero negro y el puro, que era el que me llamaba mas la atención, aunque aun así me quede de piedra que el pirata que atemorizo al gigante fuese el supernova mas fuerte que había hoy en día....

Lufram : Impresionante...(asombrado)

Estaba sumamente asombrado el poder que tenia el tabernero, habían echo una gran demostración de poderes, pero mi plan estaba saliendo de maravilla, ya que ahora conocía la identidad de el supernova mas fuerte de hoy en día y a que banda pertenece, no podía pedir mas, aunque no hubiera cazado a ningún pirata, para ganar algún berries, me sentía satisfecho con lo que había descubierto, al fin y al cabo la misión era recabar información...Espero que al gremio le sirva esta información.

Me había mareado, y de pronto en apenas unos minutos alli se había montado la de Dios, el tabernero resultaba ser miembro de la banda del Supernova, luego el propio Supernova había entrado para armar una tremenda, me vino a la mente la voz de hombre que me había ayudado anteriormente con el tabernero, tambien recuerdo que la isla tembló durante unos segundos pero aquello no sabía a que era debido, yo me encontraba en medio de todo pero no me hacía caso ni dios, y para colmo un compañero marine estaba apunto de ser descubierto, tenía que ingeniar algo.

Con un moviento de mi brazo izquierdo se formó alrededor mia un remolino de tamaño pequeño pero que su influencia se hacia notar pues muchos vasos de encima de la barra caian, varios taburetes hicieron lo propio y alguna que otra botella de ron tambien acabó rota.

- El motivo por el que quiero saber todo eso es... ¡¡¡¡porque quiero enrolarme en su tripulacion!!!! - cuando terminé esta frase y con un segundo movimiento de mi mano el torbellino aumentó drasticamente su potencia destrozando por completo la taberna, dos paredes se vinieron abajo, y tras ellas el techo no tardaría en desplomarse, rapidamente para evitar que me chafase me rodeé con un viento muy caracteristico en mi el cual me permitía volar a placer por el cielo, pero esta vez un poco mas potente, lo suficiente como para salir volando por el techo rompiendolo y quedando a salvo del desplome a varios metros de altura

Había demostrado mi poder y con ello buscaba ganarme el respeto de algun que otro tripulante de la banda del Supernova, y de paso le salvaría la vida a mas de un marine o agente del gobierno que estuviese alli.

Me quedé muy confundido y asustado, todo pasó muy rápido pero al menos yo seguía con vida. El memo prepotente que me iba a matar no lo hizo porque una sombra se lo impidió... menos mal.
-¿Has visto eso Elizabeth? -Dije susurrando. -Porque parecía una pesadilla.

Y sin mediar más palabras nos fuimos al puerto, justo al lado de nuestro barco, y tiré el agua del sombrero que aún tenía entre mis manos a este; haciendo que todos los barcos de la zona se zarandeasen, incluso pude ver como un cascarón de un barco se chocaba contra el puerto y se rompía un poco.
Sin expresión en mi cara me puse el sombrero y bajé a Elizabeth de mi bolsillo hasta mi lado. Me quité las mugrosas botas dejándolas en medio de la calzada obstrullendo parte del paseo del puerto y me senté en el borde del puerto, poniendo mis gigantescos pies en el agua.
-A este viejo lobo de mar no lo han asustado del todo... raargh, me haré más fuerte y algún día les daré una buena zurra a esos piratas mariquitas de pacotilla. -Le dije a Elizabeth en un tono de voz moderado. -A todo esto... ¿dónde está Erika?

Yo seguía borracho, pero del susto parecía que me había calmado un poco.

-¡Achís!

Uy, qué cosa más rara, estornudaba y no estaba resfriada, seguramente alguien estaba hablando de mí...
Bueno, daba igual, el caso era que me sentía optimista, hacía un buen día, se podía respirar el aire fresco y había llegado a parar a una calle llena de puestos de mercado. Genial, podría comprarme algún libro... vaya, sólo llevaba 10 berris, qué mala suerte.

-"Siempre puedes robarlo" -me susurró la parte más oscura de mi conciencia.
Misteriosamente tenía la misma voz que el Capi. Sal de mi cabeza, Dromp.

Decidí no hacerle caso. Paseé un poco entre los puestos y pedí indicaciones para ir a una taberna cercana, las compras siempre me daban sed aunque no hubiera comprado nada (a quién pretendo engañar, necesitaba algo fuerte para olvidar mi dolor de cabeza).

Callejeé siguiendo las indicaciones del chico y llegué a una taberna un atanto mugrienta que estaba situada en una callejuela de mala muerte. Pedí aguardiente y el tabernero me la ofreció con muy malas maneras.
Bebí de golpe todo el contenido y al acabar me sorprendí al comprobar que todos los clientes del lugar me estaban observando fijamente.

-¿Qué coño estáis mirando? -pregunté un tanto chispada por el alcohol.

Malditas ratas cobardes, era lo único que pasaba por mi cabeza en ese momento. A penas podía moverme y a penas podía respirar, cuando estaba a punto de patearle el culo a aquel tabernero creído, entró en escena uno de sus nakamas, el hombre que buscaba, el Supernova. Debí haberme dado cuenta de que los piratas no tienen honor y no tendrían reparo alguno en enfrentarse dos contra un único marine, y por la espalda. Por si fuera poco, de entre toda la gente que se encontraba en aquel antro ni uno fue lo suficientemente hombre como para decir nada, acobardados por un simple pirata, ese era el valor que tenía la gente en esta isla alejada de la mano de Dios y el honor que tenían todos los cazarrecompensas que andaban buscando a ese hombre.

Desde el suelo, la idea de sobrevivir se borró de mi cabeza. No había a que temer, hacía años que estaba preparado para morir, no era algo a lo que temiera, de morir lo haría con honor, asesinado por la espalda por una banda de piratas sin principios, y es que el espíritu de los grandes piratas hacía años que había desaparecido, Barbablanca, Shanks, Luffy... Piratas, si pero con honor algo de lo que mis cobardes asesinos jamás podrían presumir.

A penas podía ver a causa del cloro, pero de repente empecé a notar un fuerte viento cerca de mi, viento que creció de forma exagerada en un instante, de seguir así es posible que tirara parte de la taberna abajo, no entendía de donde procedía el viento ni que estaba pasando, solo podía concentrarme en el profundo dolor que estaba sufriendo así como en tratar de respirar, pero no podía desperdiciar aquella ocasión. Bienvenida sea la muerte si me llega, pero tampoco iba a dejar de luchar, así que como malamente pude, arrastrándome por el suelo sin a penas ver y tratando de no ahogarme, conseguí agarrar a Lobera por la empuñadura y enfundarla, seguí caminando a gatas por la taberna mientras el viento seguía incrementando hasta que conseguí divisar un ventanuco, con las pocas fuerzas que me quedaban me semi incorporé y salté con la intención de salir de aquella taberna por la ventana.

Eso era todo lo que podía hacer, a partir de ese momento lo mas seguro era que perdiera el conocimiento y en cuestión de pocas horas muriera, mi única oportunidad era que mi alguno de mis nakamas o una persona cualquiera me sacara de allí y me tratara de la debida forma. Curiosamente en el momento que me impulsaba para saltar lo único que se pasó por mi cabeza fue el contorno de mi antiguo capitán, ahora en paradero desconocido, Suspiro... Nunca en mi vida había echado a nadie en falta, hasta ese justo momento, en el que la imagen de mi eterno capitán se me vino a la cabeza, para posteriormente perder la conciencia.

No sabía muy bien qué estaba ocurriendo, estaba bastante confusa, pero decidí que era mejor dejar de pensar en lo ocurrido. Dromp me sacó de su bolsillo y me colocó a su lado.

-No tengo ni idea pero ya es mayorcita para cuidarse ella sola -dije con indiferencia. -Venga deja de lamentarte y levanta, vamos a coger algo de provisiones.

Comencé a hacer que unas plantas salieran del suelo y se entretejieran entre ellas hasta formar cuatro sacos. -Voy a buscar a Erika para prepararnos. Robaremos algo de comida para compensar el susto, mejor tú quédate aquí y no la líes más, mariquita.

Tras decir esto, hice une una enorme tronco empujara a Dromp al agua y acto seguido me dí la vuelta para comenzar la búsqueda. Tenía que ir con cuidado si no quería que volviera a aparecer aquel tipo. ¿Qué se le estaría pasando por la cabeza a ese gigante irresponsable? Estuve caminando un rato, observando los diversos puestos de comida, pero no podía robar nada aún, si me pillaban y tenía que escapar debíamos estar todos preparados en el barco. Entré en varias tabernas hasta que al final la encontré y no parecía que estuviera pasando muy desapercibida. Me acerqué a ella y comencé a tirarle del brazo. -Vamos, deja de beber que necesitamos algunas provisiones -dije tendiéndole dos sacos.

- Lo que suponía, este tio esta bola'o de la cabeza. Como un choto. Mejor no mosquearlo y llevarnos bien.

- ¿Yo odiar a los humanos, por el hecho de ser humanos? Jamás, no sería capaz. A mí me han odiado por ser como soy, y sé que no sienta bien. Además, si echo un vistazo a mi vida, toda la gente importante para mí son o han sido humanos. Bueno, y un gigante también ¡Jajaja!

Vaya, parecía que lo había dicho para tranquilizarle, pero que va. La verdad es que era lo que realmente pensaba... y era la primera vez que pensaba con seriedad desde que llegué a esta isla de los cactus. Es posible que este tritón loco que se cree algo que no es me hiciese reflexionar sobre puntos de la vida en los que nunca me había fijado...

O no.

¡Pero bueno! Lo importante ahora era llevarse bien con él, no hay necesidad de hacer enemigos. Además, le guste a él o no, es un tritón, por lo cual más fuerte que un humano, y lo mismo gracias a eso me podría poner en un aprieto en un combate. No, no, mejor que si me peleo sea junto y no contra él.

- ¡En fin, Hottori! Yo estoy aquí porque me encanta viajar y ver lo que está pasando en el mundo, saber cómo es la gente y su forma de pensar, las culturas, la música... en fin, lo típico. ¿Puedo preguntarte qué te trae a ti por estos lares?

Miré a mi compañera que acaba de entrar. Puff menos mal, alguien conocido, me estaba poniendo muy nerviosa que todos esos ojos puestos en mí.

-¡Elisabeth! Diles a estos maricones de mierda que dejen de mirarme de una puta vez.

Yo misma me sorprendí de mis palabras. Miré a la barra y observé que ya había tomado media botella de aguardiente, madre mía, no sé cómo seguía en pie, si yo apenas aguantaba el alcohol.

-Eli... jo... eres muy linda... ¿cómo puedes ser tan linda? Me enajena muchísimo -se me cerraban los ojos pero pude comprobar que ella me estaba llevando fuera de la taberna- adiós, caballeros -hice una reverencia- un placer haber estado aquí con vosotros.

Y salimos.

Miré a ese hombre, vaya tenía que haberse dado un buen golpe para que le sangrara así la nariz... ¿compañía? ¿Para qué queríamos compañía? Yo sólo quería otra botella de aguardiente y una cama cerca para desmayarme. Le estaba cogiendo el gusto a esto del alcohol.

-T-tú... ¿quién eres? ¿Eres amigo del Capi? ¿Es eso? -pregunté arrastrando las palabras y apoyándome en Elisabeth.

Lufram escucho un disparo bastante certero al parecer venia de una mujer llamada nitro, al parecer era una de la banda del supernova, era muy buena tiradora, era increíble, al parecer toda la banda del supernova eran bastante poderoso.

En ese momento vi como el supernova se sentó al lado y agarró la botella de ron y empezó a beber...

Lufram : Vaya parece que te gusta el ron, que se te quite ese cabreo hombre, que tampoco es para ponerse así, eres el hombre mas fuerte de estos mares y mas allá... oye por cierto ¿ conoces alguna forma de ganar dinero fácilmente ? esque soy un simple forastero y estoy sin un puto berrie.