Legendary Hunters VS Personaje Misterioso

 VS

Empezáis vosotros.

Ahora era la ira  y la fuerza de voluntad la que nos movía para seguir adelante, y saber de una vez por todas quien nos la estaba jugando. Entramos por la puerta izquierda y, al entrar y ver como era la habitación pensé que nos la habían vuelto a jugar, pero algo era diferente al fondo de la habitación había una puerta o más bien el dibujo de una puerta.

Miles de pensamientos me vinieron a la mente, uno de ellos eran los datos de una akuma de la que había oído hablar, y estaba pensando que si nuestro enemigo la poseía lo pasaríamos realmente mal. - Chicos, solo os diré que si mis cálculos son correctos tengais cuidado con los dibujos.


De repente, una voz, se extendió por toda la habitación una voz que se lamentaba de que su trampa anterior no nos hubiese matado, a lo que respondí: - Maldito cobarde, ¿ni siquiera te atrevías a enfrentarte a nosotros con nuestras energías y habilidades completas? Pero no te hagas ilusiones tu regalito nos ha dado nuevas fuerzas procedentes de otras fuentes.


Sabía que la ira podía jugar en nuestra contra si no la controlabamos, pero la fuerza de voluntad de acabar con aquel que nos la había jugado nos daba fuerzas y energías para seguir, aunque nuestros cuerpos estuviesen  maltrechos.

Tenía que empezar a relajarme o si no podía perder el control, algo que nunca me había pasado. Las diferentes situaciones que me habían ocurrido en aquel lugar me estaban sacando de quicio, por lo que cogí una bocanada de aire y la expulse con tranquilidad. Poco a poco comencé a relajarme y a centrarme de nuevo en la situación actual, observando que la puerta ya estaba abierta tras mi patada. Se podía percibir una puerta al final de la sala, la cual estaba ligeramente iluminada, aunque no parecía que la puerta pareciera real. Tras unos instantes mirándole, pude constatar que solo era un dibujo pintado en la pared. Los demás se habían dado cuenta también de aquel detalle y Kaito nos lanzó una advertencia de que podría ser una trampa de nuevo. En ese momento mantuve la calma, había decidido tranquilizarme y centrarme, en vez de enfadarme como en otras ocasiones. - Seguramente habrá otra trampa estúpida para ponernos a prueba - les comenté a los demás. Sinclair dijo algo de los dibujos, pudiendo ser la fuente de las trampas del lugar - gracias Sinclair, estaré atento - dije entrando por el umbral de la puerta, mientras activaba mi kenbunshoku.

Al entrar escuchamos a alguien, primero riéndose y luego alegrándose de que los espantabombas no nos hubieran matado. Por un momento pensé que era el único que había escuchado la voz, pero mis compañeros le incitaron a que apareciera. La voz se había escuchado con mucha claridad, aunque no podía detectar a nadie en aquella habitación. Aun concentrándome en mi haki solo sentía vagamente algo, como si algo lo estuviera bloqueando. No le di demasiada importancia al asunto, pero si me alegré de que nos encontráramos con alguien a quien preguntar y con quien pelear. Crují los dedos de las manos - bien muchachos, si no lo detectamos posiblemente sea un usuario. Mantened los ojos abiertos - dije escrudiñando a mi alrededor en busca de otros dibujos o de algo extraño en la habitación. Comencé a generar una pequeña capa de hielo a mí alrededor, no sería más de 5 cm de grosor, pero sería una buena protección por si usaban algo de fuego.

En ese momento active mi abeja dron para que hiciera un barrido del lugar, con su sensor podría crear una imagen del lugar destacando las formas de vida. - Sinclair - dije sin mencionar nada más y haciéndole una señal de que había soltado a la abeja. Quería que estuviera pendiente de dron, ya que era el único que atacaba a distancia. Si el enemigo atacaba al dron se descubriría momentáneamente, dejando una oportunidad a nuestro tirador para atacarlo. No sabía si funcionaria, pero al no detectarlo con haki seguramente sería un enemigo a tener en cuenta.

De repente la puerta tras vosotros parece desaparecer cuando el muro la cubre, y del suelo bajo vuestros pies brotan púas de casi un metro de alto, puntiagudas y posiblemente mortales si os empalan. Al mismo tiempo, se escucha la insistente risita por toda la sala.

- Jijijijiji... esto es divertido. Vamos a jugar a un juego: quedaos quietos para que pueda mataros más fácilmente.

Las púas vuelven a hundirse en el suelo tan rápido como aparecieron, y la sala vuelve a tener un aspecto normal.

- Si queréis salir de aquí, tal vez deberíais ir hacia la puerta que hay al otro lado de la sala, ¿no? -os propone la misteriosa voz.

Mientras tanto, el dron parece detectar algo... extraño. Detecta algunos rastros de calor aquí y allá, pero poco más que residuos térmicos, huellas de calor de alguna criatura que debió estar poco antes ahí. Pero estas huellas están por toda la sala, incluso en las paredes y techo. Para cuando el dron te muestra el mapa holográfico, el resultado es un batiburrillo de marcas de calor por todas partes, aunque todas ellas disipándose.

Tras entrar, el lugar donde antes la puerta, ahora estaba cerrado. Era como si la puerta nunca hubiera existido, pero eso no era lo que más preocupaba. Si no el hecho de que no parecía haber ninguna salida en aquella habitación, salvo aquella especie de puerta pintada. Podría darse el caso que estuviera dibujada así a propósito para confundir y ser realmente la salida. Sea como fuese esa era nuestra única pista para salir de allí, ya que no había nada más en la habitación. En ese momento recogí la abeja dron y visualice lo que había escaneado, sorprendiéndome bastante los resultados recogidos. El rastro térmico estaba por todos lados y tampoco de manera concreta, siendo todo el rastro difuso y confuso. – Creo… creo que esta por toda la habitación – les dije a los demás, sin saber bien cómo explicar los resultados del escaneo.

De repente una imagen de peligro pasó por mí mente, mostrándome unos pinchos emergiendo del suelo que estábamos pisando. Rápidamente me imbuí en Haki armadura y  agarre a Sincalir, ya que no poseía haki y no hubiera podido prever aquello. A continuación me elevé, agrandando uno de mis escudos por si se elevaban los pinchos y posándome en el techo. Gracias a mis patas de insecto podía aguantarme en el techo sin problemas, mientras agarraba a Sinclair con uno de mis brazos. Deje un poco de espacio con mi escudo para no entorpecer alguna acción que hiciera Sinclair, aunque no tanto como para desprotegerlo si los pinchos se elevaban. Observé que Kaito también había saltado y usado dos técnicas, la primera hacer aparecer una gran cantidad de seres de energía y la segunda lanzando varias ondas de fuego por la habitación.

Los pinchos desaparecieron tan rápido como habían surgido y en ese momento se me ocurrió algo -Kaito mantente en el aire un poco más – le dije mientras expulsaba mi sustancia viscosa por el piso de la habitación, haciendo que se endureciera al instante. Sabía que aquello no pararía los ataques, pero si entorpecería las trampas o ataques que fueran a través del suelo. – Espero que aguante – dije mientras soltaba a Sinclair encima de mi sustancia endurecida. – Tenemos que ir hacía la puerta o no sabremos si es una salida – les comenté lanzándome rápidamente hacía la puerta, con el haki activo. Para evitar ataques como el de los pinchos, agrandé mis escudos para cubrirme casi completamente.

Por mi mente pasó otro posible dato de nuestro enemigo. Parecía ser invisible y, además según Guldrik,  su presencia parecía estar por toda la habitación. Ese caso podría llevar a una situación peor que la que había sospechado anteriormente.

Sin embargo, estos pensamientos me habrían hecho mucho daño de no ser por el hecho de que Nemonic me cogió y me llevó al techo y me protegió con uno de sus escudos, pero pude divisar unas púas que emergían del suelo de la sala.

- Gracias Nemonic.


Las púas afianzaron mis nuevas sospechas sobre nuestro enemigo y una acción por mi parte para, posiblemente, ir limitandolas. Las púas pronto desaparecieron, y después de que Nemonic usara algún tipo de sustancia que cubrió todo el suelo, me dejó caer al suelo.


- Kaito, Nenonic voy a utilizar mi forma completa, ya sabeis que hacer.


Me puse lo más en el centro de la sala que pude y me convertí en mi forma completa de akuma, lo que conllevo que de mi cuerpo saliera un fuerte resplandor de color blanquecino que inundo toda la sala haciendo que si nuestro enemigo "tenía ojos" nos dejara en paz un rato.

Entre tanto Kaito y nemonic me conocían lo suficiente como para entender que era hora de cubrirse y sobretodo no abrir los ojos.

La luz llena la sala, debido a la transformación de Sinclair. La risa empieza a aumentar de intensidad, siendo más histérica que antes, y tres figuras caen del techo de la habitación, de un agujero que acaba de abrirse en el mismo, rodeadas por una nube de flores y hojas de papel rosa.

- Tic. Tac. ¡Jijijijijiji! -el suelo empieza a temblar, y la capa de pegamento del suelo empieza a requebrajarse como si de una capa de azúcar quemado se tratase-. ¡Esto es divertido!

En ese momento, de las paredes laterales surgen varios muros que separan la sala en tres pequeñas partes, en cada una de las cuales se encuentra una de las figuras y uno de los cazadores.

Notas:

Me lancé con velocidad contra la puerta que había al fondo de la sala, aunque no sabía si era real o simplemente otro engaño de aquella voz. Los entes de energía de Kaito quedaban atrás mientras seguía avanzando y en ese momento escuché la voz de Sinclair. Iba a realizar una de sus técnicas de confusión, iluminando toda la sala con una luz cegadora, por lo que cerré los ojos reduciendo algo la velocidad para no darme contra la pared.

Mientras Sinclair iluminaba la sala la voz comenzó a reírse cada vez con más intensidad, la histeria me hacía denotar la locura que tenía aquel sujeto. De repente el suelo comenzó a temblar, resquebrajando mi sustancia endurecida - Tened cuidado - pero mis palabras quedaron silenciadas por el movimiento que se produjo en la sala. Tres muros comenzaron a aparecer desde el lateral de la pared, dejándonos aislados individualmente.  Ante aquella situación procuré mantener la calma, aunque no era nada fácil. Sobre todo al comprobar que la puerta estaba pintada, haciendo que mi ira creciera enormemente – Maldita sea, es un simple dibujo – dije con furia.

De repente escuché una voz que reconocí al instante, era Kaito de detrás del muro, aunque no pude entender nada por ya que lo escuche como si fuera un susurro. En ese momento me di cuenta de algo de lo que no me había percatado antes, había algo en el suelo donde me encontraba. Era una figura humanoide – ¿Qué demonios será eso?...... ¿Sera otra bomba? – pensé dubitativo, pero si era una bomba no me daría de nuevo. La sangre me hervía cada vez más, incluso notaba como comenzaba a dolerme el cuerpo de la tensión acumulada. Golpeé el suelo con rabia, pero no con demasiada fuerza, para levantar un trozo del mismo. Después lancé aquel trozo de suelo, que pesaría unos 15 o 20 kilos, con fuerza contra aquella cosa de aspecto de humanoide. – COMO LE HAGAS ALGO A MIS AMIGOS LO PAGARAS…. Y ECHARE ESTE SITIO ABAJO SI ES LO QUE QUIERES, ¿ME OYES? ¿ME OYES CORBARDE? – dije gritando a pleno pulmón.

Todo pasó muy rápido, ninguno de nuestros ataques le hizo nada, la única respuesta que obtuvimos fue una risa histérica de nuestro enemigo y poco después nos vimos separados por unos muros.

Lo primero que pensé fue que nuestro invisible enemigo había pensado en la táctica de "divide y vencerás", pero en apariencia no se trataba de eso, simplemente lo que vi en mi trozo de sala era una figura humanoide en mi trozo de sala. La figura estaba inmóvil, apoyada en la pared, nada amenazante en principio, lo que me daría ventaja para pensar que hacer, aunque no era fácil pensar.

Esa figura inmóvil podría ser otro espantabomba, como en el anterior caso, aunque si así era y se repetía el patrón del anterior explotaría si o si, cosa que no me haría mucha gracia ya  que el anterior ya me había dado y producido dolor y aunque ahora este no era muy apreciable en mi cuerpo, sabía que mis métodos para no sentir dolor tenían sus riesgos, ya que aunque este no estuviera, si sus consecuencias.

Pero si no atacaba y me quedaba quieto el humanoide podría atacarme por lo que al no saber el poder real de aquel humanoide, decidí crear dos pistolas de luz a partir de la que emanaba mi cuerpo y le disparé dos veces, y acto seguido me alejé todo lo que pude de el y me protegí haciéndome una bola en un rincón ya que si era un espantabomba, explotaría si o si.

En ese momento la pared que separa a Kaito de Guldric revienta, cuando el hombre-escarabajo la atraviesa con una enorme roca. Al mismo tiempo, los tres muñecos explotan, cubriendo de metralla y humo sus respectivas salas. En el caso de Sinclair, el hecho de disparar al muñeco hace que explote prematuramente, recibiendo aún más daño de la metralla explosiva (tal vez si se hubiera alejado antes de disparar el efecto hubiera sido mejor).

- Oh, venga... -la voz parece exasperada ante la patética situación-. Me encanta ver como bailáis como moscas. Pero tengo otras cosas más importantes que hacer. -las paredes se hunden en el suelo y la sala vuelve a quedar como al principio. En el fondo de la misma, al lado de la puerta pintada, aparece una figura humanoide brotando del suelo. Parece una especie de hombre en posición de meditación.

Aspecto:

A su alrededor aparecen seis pequeños pilares de medio metro de altura elevándose desde el suelo, y de todos ellos salen disparados un montón de balas de roca imbuidas en una especie de coraza negra. Las balas parecen estar dirigidas contra vosotros tres, ignorando a los yokai.

Notas:

Observé casi a cámara lenta como la roca impactaba contra aquella figura humanoide y en ese momento un peligro me vino a la cabeza, como cuando estallaron los muñecos anteriores. En ese momento comencé a generar hielo rápidamente a mi alrededor, el máximo que podía. Sabía que no podría parar los fragmentos que me iban a dar, pero al menos los enfriaría. Imbuido en haki y activando Titán, aguante la explosión con unos cuantos fragmentos en mi cuerpo de la deflagración. – Otro muñeco explosivo – me dije, observando que la explosión había destruido la pared dejando a Kaito a la vista. Las diferentes explosiones nos habían afectado de manera diferente y seguramente Sinlclair se habría llevado la peor parte.

- Ey ¿estáis de una pieza? – grite mientras me curaba rápidamente alguna de las heridas, pero la respuesta de mis amigos se vio interrumpida por otra voz.

Parecía que aquel era el tipo que nos había estado poniendo las trampas y su voz sonaba como que ya estaba cansado de la situación. Seguidamente nos comenta que tiene otras cosas que hacer y en ese momento, los muros que habían aparecido se fundieron de nuevo con el suelo. De repente escuché algo detras de mí y me di la vuelta para observar como brotaba del suelo, pero me extrañó el que no pudiera sentirlo con el haki de observación. Era un hombre cubierto completamente por su ropaje salvo los ojos, aunque la sombra que generaba su capucha no dejaba verlos. No era un hombre demasiado corpulento, pero sabía que las apariencias no eran siempre correctas. Portaba una espada a su espalda por lo que posiblemente sería un espadachín, pero lo que me dejo más intrigado era que levitaba.

En ese momento mi haki detectó de nuevo peligro, visionando unos pilares que salían de la tierra y comenzaban a disparar balas de roca. – Cuidado – grité, mientras usaba mi técnica flash arrow para ponerme frente a él rápidamente y de sus pilares. Mientras me desplazaba active mi haki armadura, que aparte de imbuir mi cuerpo,  proyectándolo de manera que me cubriera a mí, a Kaito y a Sinclair. Crearía una barrera para parar los proyectiles o al menos reducir su velocidad considerablemente. – Biiiig Punch – dije creando una onda de choque que cubriría toda la sala en la que estaba aquel tipo, golpeándole con 100 toneladas de presión. La onda estaría imbuida en haki armadura, por lo que el golpe sería aún más fuerte que si lo diera con normalidad. Después colocaría mis escudos en posición para cubrirme de los ataque s que me hiciera aquel tipo.

Técnicas:

Y si, nuestro enemigo había repetido su estrategia, la figura humanoide explotó expulsando metralla por doquier y antes de que pudiese llegar al rincón para protegerme, menos mal, que el lanzamiento de metralla era caótico, aun así alguno de esos trozos logró alcanzarme en la espalda e incluso en las alas, no apreciaba mucho el dolor al estar en mi forma completa, lo que me recordó que tenía que regular el brillo para no cegar a mis compañeros, asi que controle la luz que emanaba mi cuerpo para no cegar a nadie.

Por otro lado, Guldrik, había reventado la pared que le separaba de kaito con un gran pedrusco y oí dos explosiones más. De repente, los muros que nos separaban desaparecieron y los tres volvímos a vernos y la voz volvió a hablar, no le escuché porque imaginaba de que iba su comentario, solo me limité a decir.

- Chicos cuando acabemos con este cobarde que es incapaz de enfrentarse a nosotros cara a cara, me tendré que pasar un imán gigante para quitarme, toda la metralla que llevo hasta en zonas que un caballero como yo no debe nombrar.


Hasta que por fin, el cobarde se había dignado a aparecer. El hombre estaba cubierto por completo y llevaba una espada a la espalda o eso creí ver. Pero parecía que el hombre no quería atacarnos directamente, pues del suelo salieron 6 pilares de roca. De ellos comenzaron a salir balas hacía Kaito y Guldrik, a lo cuales no les debió parecer adecuado que me alcanzaran. Sentí una sensación de protección por parte de ellos, mientras observaba que Guldrik atacaba. Aunque no se como Kaito se acercó a gran velcoidad a nuestro enemigo con sus katanas, creando un torbellino de hielo y fuego. En ese mismo momento sus seres de energía se lanzaron hacía él, creando un gran ataque contra aquel sujeto.


Tenía la sensación que me estaban protegiendo por la diferencias defensivas que teníamos, por lo que dije a nuestro enemigo.


- Es posible que con tu juego sucio nos hayas debilitado en parte, es posible que yo no sea tan poderoso como mis compañeros, pero una cosa te voy a dejar clara. No permitiré que alguien como tú, les haga daño a unos guerreros honorables como ellos, aunque para eso tenga que dar mi vida.


Con el arma que llevaba cargada con las balas antitanque, apunté y disparé a cada uno de los 6 pilares con la intención de cargarmelos, pero cuando llegué al sexto descubrí que ya no tenía más balas en ese cargador, aunque cinco balas de alto poder destructivo se dirigían a los pilares con intención de hacerlos añicos.

Las balas de piedra dañan ligeramente a Kaito, e incluso una de ellas le golpea en el costado izquierdo, debido al enorme número de proyectiles. Sin embargo lográis llegar hasta el ninja. Primero la onda y luego el ataque de Kaito. Para cuando Sinclair ha disparado, tampoco hay torretas, pues el puñetazo de Guldrik las ha destrozado.

Un segundo antes de que la onda alcance al ninja, este lanza una pequeña esfera negra, y un montón de humo oscuro lo rodea. Entonces es cuando llegan los ataques, lanzando humo y cuerpo contra la pared, y calcinándolo y congelándolo. El humo tarda unos instantes en disiparse, y entonces algo os llega por detrás. Del suelo brotan púas de roca que os intentan atravesar por la espalda, a una gran velocidad.

- Jijijijijiji... -en el otro extremo de la sala aparece otra vez el ninja, mientras observáis que lo que habéis mutilado y destrozado es... un tronco. Un jodido tronco. O lo que queda de él. El ninja pone ambas manos en el suelo y frente a él aparece una onda en el mismo, elevándose como una enorme ola que crece y crece según se acerca a vosotros, posiblemente con intención de aplastaros contra la pared.

-¿UN TRONCO? – pensé con rabia, observando atónito a lo que habíamos golpeado realmente. Había si do una estratagema de aquel tipo y le había salido bastante bien, cosa que hizo que quisiera acabar con él con más ganas. Mientras mi onda destruía las columnas, el tipo lanzó una esfera creando gran cantidad de humo negro. Al disiparse y comprobar que había sido un señuelo, me hizo estar más alerta que nunca. – Tened cuidado, puede aparecer en cualquier sitio– dije a los demás, pero tras terminar la frase sentí otro peligro. Varias púas brotan del suelo en dirección a nuestras espaldas, golpeando una de ellas en mi espalda. Suerte que mi caparazón era bastante duro, empujándome un poco hacia delante, si no podría haber sido una herida grave. Las demás que salieron a mi alrededor las rompí con mis escudos, dando un golpe lateral en cada una de ellas para hacerlas añicos.

Desde el otro lado de la sala comencé a escuchar la risa de aquel tipo, despreciable e insoportable. De repente puso las manos en el suelo creando una onda, elevándolo como si fuera una ola hacía nosotros. La había creado pasando a Sinclair – aguanta Sin – le dije antes de que la roca llegara al techo, ocultándolo a él y a nuestro enemigo. – Kaito, voy a golpear en la ola para abrir una brecha, mientras se abre el hueco aprovecha y ve a por ese tipo - le dije preparandome. Mi intención era abrir una brecha en la pared, para que Kaito llegara sin problemas hasta aquel tipo y pudiera acabar con él. – Golpe de Tierra Hércules – dije, mientras golpeaba con fuerza el suelo con mis puños. Si todo iba bien, el golpe crearía una brecha en el muro, dejando visible a nuestro enemigo y una vía de escape para Sinclair si fuese necesario. Porque si no lo conseguía, acabaríamos como una pegatina en la pared.

técnicas/ pu´s:

Otra vez, el tipo que resultó ser un ninja, nos la había jugado con sus trucos en esta ocasión una bomba de humo para cambiarse por un tronco antes de que los ataques de de Guldrik y kaito le impactasen cosa que no les hizo mucha gracia a ninguno de los dos. Yo desde hacía varios minutos, me di cuenta que la rabia contra aquel tipo no me servía de nada, tenía que estar pensando. En este combate me sentía como el protegido, debido a mis carencias defensivas comparadas con las de mis compañeros, mi ataque más potente había fallado por así decirlo. En esos momentos seguía impotente ante el nivel superior de mis compañeros. De repente, sentí unas vibraciones bajo mis pies y por puro instinto salte y me alcé volando hacía arriba, pero por desgracia una púa que salía del suelo me atravesó superficialmente la pierna, no sentí dolor, pero durante todo el combate no lo había sentido al estar en mi forma completa de akuma, la sensación era como si estuviese hasta arriba de morfina, pero sabía que estar en esa forma de mi akuma era peligroso, ya que gastaba mucha energía y no quería que, de repente, volviese a mi forma humana, ya que si bien era verdad que con la forma completa habría curado algo del dolor recibido durante todo el combate, desconocía el dolor que sentía ahora mismo, eso no era todo ahora el ninja había comenzado a atacarnos directamente, sin trampas de por medio.

Ahora nos había lanzado una ola de roca, pero tanto como Guldrik como kaito, atacaron a la vez a la ola, intentando protegerme. No me aparté del recorrido de la ola, sino que confié en guldrik y kaito para que la destruyesen. De repente una idea me rondó la cabeza, quizás no hubiese hecho mi ataque más potente con las balas antitanque, pues viendo las características de nuestro enemigo que era la velocidad, principalmente aún me quedaban dos opciones igualarle en velocidad o tratar de ralentizarlo, así que opté por lo segundo asi que dirigiéndome al ninja le dije, mientras cargaba mis dos pistolas con dos cargadores de balas lumínicas.

- Muy bien señor ninja veamos si eres más rápido que... la luz.


En ese instante de mis pistolas salieron dos balas con el nombre de ese sucio tramposo, a la velocidad de la mismísima luz y que dieran donde dieran no fallarían, aunque apunté con sumo cuidado para no darles por accidente a Guldrik o a Kaito.

Kaito y Guldrik logran romper la ola, aunque los dos lados que quedan se estrellan contra la pared del fondo, generando un temblor en la sala. En ese momento, un destello ilumina el lugar, pues Sinclair aparece al otro lado de la brecha, iluminando. En cuanto las balas de luz estallan liberando su potente carga lumínica, la luminosidad en la sala deja cegado a Kaito, que avanza a ciegas contra el ninja. Por suerte, también este parece estar cegado por completo, como puede observar Sinclair (el único capaz ahora mismo de soportar el estallido de luz). Sin embargo, no parece que el ninja necesite ver para evitar los ataques. Aún no se ha acercado ni siquiera cuando el ninja levanta varias columnas de roca a su alrededor, que se juntan sobre él formando una cúpula de roca sólida, de la que brotan decenas de púas a toda velocidad cuando el cazador se acerca, intentando ensartarlo. La voz del ninja suena bajo su cúpula protectora, que recibe los ataques sin parecer querer quebrarse.

- Jijijijiji... buena jugada esa de cegarme. Casi me ha molestado... por desgracia para vosotros, soy un experto en el uso del mantra... -el ninja sigue riéndose como un desquiciado que encuentra la situación graciosa. De repente, de suelo y paredes brotan púas de hasta dos metros de grosor, y las paredes empiezan a deslizarse lentamente hacia el centro de la sala. Parece que el lugar se ha convertido en una enorme prensa. La risa del ninja no deja de resonar.

No podía creer como se habían vuelto las tornas a causa de mi ataque. El ninja pareció alabar mi jugada ya que, parecía que lo había cegado, pero por otro lado a kaito también. Sin pretenderlo había atacado, a uno de mis compañeros.

De repente, escuché a kaito decir que no permitiría que el escapase. La ceguera de kaito, no le permitía ver hacia lo que se estaba lanzando, una  esfera con pinchos que lo protegía. Vi a kaito endurecerse con su haki armadura. Sin embargo, me vi en la obligación de gritarle:

- Ten cuidado kaito, a lo que te esta acercando es a una esfera con pinchos, en la que se ha protegido el cobarde del ninja.


A continuación, escuché a Kaito decirme que teníamos que darlo todo para ganar y que si el moría quería que le dijera a su mujer que la quería y que siempre estaría en sus pensamientos y que le diéramos a alguien que se uniera y le sirvieran sus katanas:


- No tengo ningún problema en decirle a tu mujer que la amas, no tengo ningún problema en darle tus katanas a otro, sin embargo hay un pero... NO PERMITIRÉ QUE MUERA NADIE, CONTRA UN COBARDE.


Ya poco me importaba lo que me pasase, si moría dejaría esta vida y a amigos y al gremio, pero en el otro lado volvería a ver a Takeshi, a la primera chica que amé y que seguía amando y a mi familia. Aunque por otro lado vi a Kaito preparado para atacar, lanzándose con sus katanas a romper el habitáculo que protegía al ninja, su siguiente movimiento fue mandar a su ejercito de seres de luz a protegernos, dejando una zona libre en la que estábamos Guldrik y yo.


Por desgracia, el ataque del ninja no había acabado, de repente, de las paredes y el suelo comenzaron a brotar púas de 2 metros de grosor, dos de esas púas me ensartaron las plantas de los pies, pero al estar en mi forma completa me fuí alzando hacía el techo para evitarlas, aunque entonces me di cuenta que las paredes se estaban moviendo. No podía atacar sin saber donde estaba el ninja y con la posibilidad de darle a kaito pero si podía ponerme en guardia para cuando apareciera el ninja, así que cargué mi arrow of destruction con un cargador de antitanques y esperé a que apareciera.

Observé como la pared se resquebrajaba abriendo una abertura en el centro, lo suficiente como para que Kaito pudiera entrar y atacar a aquel sujeto. En ese momento una fuente de luz muy potente emana de la brecha, teniendo que cerrar los ojos un segundo para evitar la ceguera. Aun habiendo cerrado los ojos la luz dejó una mancha lumínica, reduciendo mi visibilidad a poca distancia de mí. De repente escuché al muro partido chocarse contra la pared de mi espalda, creando un leve temblor en la sala. Por sus movimientos, presentí que a Kaito lo había cegado aquella luz y que posiblemente habría sido Sinclair con una de sus municiones. La risa de aquel tipo volvió a surgir, cada vez más irritante que la última vez y cada vez más burlona. Comentó que había sido una buena jugada eso de cegarle, molestándole levemente, pero que había sido en vano alardeando de su haki mantra. De repente una imagen de unos pinchos saliendo del suelo y de la pared pasó por mi mente, por lo que salté dando giros sobre mí mismo imbuyéndome en haki armadura. Al girar con los brazos extendidos rompería las puntas de aquellas puntas que iban creciendo, dejando la mitad de cada púa a mí alrededor. Cuando me posé de nuevo en el suelo, sentí un pequeño escozor en uno de mis brazos. Al observarlo, me di cuenta que uno de esos pinchos había impactado contra mí. No era de gravedad, más bien apenas había perforado la piel. Unas gotas de sangre recorrían mi brazo antes de caer al suelo, siendo más doloroso el hematoma interno que me había provocado. Me curé la herida para que dejara de sangrar, ya que ahora había cosas más importantes por las que preocuparse.

Escuché a Kaito maldecir a aquel tipo y a Sinclair advirtiéndole de una bola de pinchos,- ¿Qué demonios estaba pasando? – pensé sin poder ver bien la escena que estaba ocurriendo. De repente Kaito nos animó a darlo todo en el combate, pero después parecía que se estaba despidiendo. Le comentó a Sinclair que si le ocurría algo le despidiera de Mei y que sus espadas se las diera a un futuro miembro del gremio. – Kaito no digas eso, de aquí saldremos todos. Sé que quieres protegernos, pero todos o ninguno. – dije con gritando por encima de aquella risa grotesca. Mi sed de venganza estallo dentro de mí ser, al igual que Sinclair. Era hora de acabar con aquel tipo y morir o vivir, ya no importaba. En ese momento sentí como si Kaito estuviera en todas partes, su velocidad había aumentado considerablemente y sus movimientos parecían fugaces. |~ ¡VAMOS, SÉ UN HOMBRE Y LUCHA SIN SUCIAS Y COBARDES ESTRATEGIAS! ¡DA LA CARA MALDITO BASTARDO, PAGARÁS HABER DAÑADO A MIS AMIGOS!~| - escuché gritar a Kaito, aunque sus últimas palabras quedaron algo ahogadas por el crujir de las rocas al moverse.

Las paredes comenzaron a estrecharse, quería aplastarnos, pero mientras yo estuviera allí lo impediría. Golpee el suelo con fuerza detrás de mí, levantando el ancho de la sala y un poco menos del alto. Eso aguantaría momentáneamente las paredes, por lo que me concentré en ubicar al tipo con el haki mantra. Esperaría a verlo o presentirlo para lanzarle un Big punch, pero con un tamaño menor de unos 5 cm. No importaba donde le diera, ya que lo atravesaría sin remedio. Si no podía detectarlo esperaría a que se me pasara la visión borrosa, ya que darle a Kaito con mi golpe podría ser fatal.

- Uuuuh... parece que estáis enfadados. Me gusta. -el ninja parece alegre ante la situación. Las balas de Sinclair perforan algunos puntos del suelo y las paredes, lo que provoca que el ninja vuelva a carcajearse-. Sigue intentándolo, pequeño... eso casi me hace cosquillas...

Los muros de las paredes se detienen momentáneamente ante la barrera creada por Guldrik, pero entonces la propia barrera de roca parece moverse junto con las paredes, que continúan su aplastamiento. La anchura original de la sala se ha visto reducida a la mitad, y las paredes no se detienen.

Por si fuera poco, del suelo empiezan a brotar algunas figuras con el aspecto del ninja. Muchas son decapitadas, tanto por Kaito como por sus yokai, y otras tantas perforadas por las balas de Sinclair, pero más y más surgen del suelo, estatuas de piedra con aspecto del tipo ese. Su presencia sigue difusa por toda la sala, como siempre, y su voz sigue resonando, con un toque maníaco.

- ¡Bailad, mosquitas, bailad!

¿Dejaréis que se burle de vosotros más? ¿Huiréis? ¿Le partiréis la cara? En cualquier caso, ¡haced algo ya!