Aki D. Arlia
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Mientras se levantaba, iba tomando conciencia de lo que estaba a punto de suceder. Se inclinó un poco y tomó la mano de Karl, ayudándole a que se levantara. El anillo relucía a la luz de las estrellas. Aki sonrió y respiró hondo antes de darse la vuelta y echar a caminar primero, adelantándose.
El viento le revolvía el pelo, había dejado sus armas y su máscara atrás y siguiendo sus pasos estaba el amor de su vida. Pensó en su mirada, intimidante y especial. Dulce en el fondo, y por sobre todo apasionada fuera lo que fuera que mirase. En sus manos grandes y un poco ásperas, que le habían acariciado cuando aún estaban tirados en la hierba Notó el rubor subir por sus mejillas y negó con la cabeza para si misma. Esto era importante... era su primera vez juntos. Estaba bastante nerviosa, no podía negarlo. Quería que fuera especial, no quería apresurarse y a la vez quería que empezara ya. En cierto modo se sentía igual que antes de subir al escenario... solo que ahora era diferente. Mientras notaba la hierba húmeda bajo sus pies, se dio cuenta de que no era solo anticipación y nervios lo que sentía; se notaba tímida.
Cerró los ojos algo avergonzada de repente, pero no tenía caso. Los recuerdos de la primera vez que había disfrutado del sexo invadieron su mente. Había sido hacía mucho... cuando todavía estaba con la troupe. Había sido increíble, ciertamente. Apasionado y sobre todo divertido. Tenía mucha confianza con aquel chico, pero aún así había temblado un poco y dudado bastante sin saber qué hacer o cómo seguir. Se notaba un poco igual que entonces, aunque ahora sabía mucho más. Había crecido, había sufrido mucho por...
De repente, tropezó y estuvo a punto de caer. Suspirando. elevó una pierna hasta apoyarla en una piedra. El hermoso, delicado, caro y aparatoso vestido se tensó. Aki transformó un dedo en una garra y con cuidado rasgó la tela. Hizo lo mismo con el otro lado, de manera que al final la prenda se agitaba al viento y ella podía caminar con libertad a costa de enseñar un cacho escandaloso de pierna. Aunque claro... esta noche planeaba enseñar mucho más. Se giró hacia Karl encogiéndose de hombros, mientras sonreía.
Otra vez, volvió a quedarse sin habla. Realmente no entendía qué le hacía tan atractivo a sus ojos, pero... estaba ahí. Se acercó a él y apoyó las manos en su pecho, levantando la mirada e intentando besarle. Juntar sus labios y recrearse con la suavidad. Con el calor de ambos en contraste con el frío de alrededor. Con las sensaciones que le causaba. Comprendía la expresión ''mariposas en el pecho''. Cuando por fin se separó, le agarró la mano y caminando hacia atrás le guió hasta las ruinas del molino.
Se giró para sortear los escombros. Había varias piedras caídas aquí y allá, pero desde luego había espacio de sobra. Las paredes les protegerían de miradas indiscretas y... no había tejado. A menos que lloviera, eso era lo mejor. La luna les estaba iluminando... era muy tierno. Fue a decir algo, pero se dio cuenta de que no sabía qué decir. Calló y le miró. Se abrazó a si misma y le dedicó una sonrisa tímida. -Acércate...- Pensó. Pero por algún motivo, al intentar pedírselo las palabras no acudieron a su boca.
Respiró hondo, intentando tranquilizarse, pero no lo consiguió. Era Karl... la paralizaba, la dejaba sin habla y le hacía comportarse como una virgen en su primera noche. Esperaba que eso se desvaneciera, pero mientras esperaba a que algo sucediera, disfrutaría la vista.
El viento le revolvía el pelo, había dejado sus armas y su máscara atrás y siguiendo sus pasos estaba el amor de su vida. Pensó en su mirada, intimidante y especial. Dulce en el fondo, y por sobre todo apasionada fuera lo que fuera que mirase. En sus manos grandes y un poco ásperas, que le habían acariciado cuando aún estaban tirados en la hierba Notó el rubor subir por sus mejillas y negó con la cabeza para si misma. Esto era importante... era su primera vez juntos. Estaba bastante nerviosa, no podía negarlo. Quería que fuera especial, no quería apresurarse y a la vez quería que empezara ya. En cierto modo se sentía igual que antes de subir al escenario... solo que ahora era diferente. Mientras notaba la hierba húmeda bajo sus pies, se dio cuenta de que no era solo anticipación y nervios lo que sentía; se notaba tímida.
Cerró los ojos algo avergonzada de repente, pero no tenía caso. Los recuerdos de la primera vez que había disfrutado del sexo invadieron su mente. Había sido hacía mucho... cuando todavía estaba con la troupe. Había sido increíble, ciertamente. Apasionado y sobre todo divertido. Tenía mucha confianza con aquel chico, pero aún así había temblado un poco y dudado bastante sin saber qué hacer o cómo seguir. Se notaba un poco igual que entonces, aunque ahora sabía mucho más. Había crecido, había sufrido mucho por...
De repente, tropezó y estuvo a punto de caer. Suspirando. elevó una pierna hasta apoyarla en una piedra. El hermoso, delicado, caro y aparatoso vestido se tensó. Aki transformó un dedo en una garra y con cuidado rasgó la tela. Hizo lo mismo con el otro lado, de manera que al final la prenda se agitaba al viento y ella podía caminar con libertad a costa de enseñar un cacho escandaloso de pierna. Aunque claro... esta noche planeaba enseñar mucho más. Se giró hacia Karl encogiéndose de hombros, mientras sonreía.
Otra vez, volvió a quedarse sin habla. Realmente no entendía qué le hacía tan atractivo a sus ojos, pero... estaba ahí. Se acercó a él y apoyó las manos en su pecho, levantando la mirada e intentando besarle. Juntar sus labios y recrearse con la suavidad. Con el calor de ambos en contraste con el frío de alrededor. Con las sensaciones que le causaba. Comprendía la expresión ''mariposas en el pecho''. Cuando por fin se separó, le agarró la mano y caminando hacia atrás le guió hasta las ruinas del molino.
Se giró para sortear los escombros. Había varias piedras caídas aquí y allá, pero desde luego había espacio de sobra. Las paredes les protegerían de miradas indiscretas y... no había tejado. A menos que lloviera, eso era lo mejor. La luna les estaba iluminando... era muy tierno. Fue a decir algo, pero se dio cuenta de que no sabía qué decir. Calló y le miró. Se abrazó a si misma y le dedicó una sonrisa tímida. -Acércate...- Pensó. Pero por algún motivo, al intentar pedírselo las palabras no acudieron a su boca.
Respiró hondo, intentando tranquilizarse, pero no lo consiguió. Era Karl... la paralizaba, la dejaba sin habla y le hacía comportarse como una virgen en su primera noche. Esperaba que eso se desvaneciera, pero mientras esperaba a que algo sucediera, disfrutaría la vista.
- Datos relevantes:
Nivel 110: Sigilo (11) Agilidad (9) Fuerza (9) Resistencia (7) Destreza (6)
Haki observación 9
Haki armadura 7
Haki del rey 3
Súcubo: De forma pasiva, Lys es irresistiblemente atractiva. Su aura, sin manipular, invita a tratar de seducirla por cualquier medio posible.
Cronología ♡
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