Rainbow662
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fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Nivel: 20
Nombre: Aesir Mermelada de Mora
Apodo: Gran Babá
Raza: Jotun. Una raza de diminutos seres provenientes de Elbaf.
Sexo: Nadie lo tiene muy claro.
Edad: 614 en años Jotun; 12 en años humanos.
Rango/Empleo: Ciudadano
Clase: Agilidad de rango 2
Estilo de lucha: No combate en absoluto.
Armas: Su adorabilidad y el veneno corrosivo de su sangre.
Oficios: Cocinero de rango 2
Aspecto: Aesir es un Jotun, y como tal es un tanto peculiar. Los Jotun son una raza de gnomos diminutos y de sexo indiferenciado que habitan los túneles que ellos mismos excavan bajo el suelo de Elbaf. Su piel es de un intenso azul, cuya tonalidad puede variar bastante entre individuos. Por ella pueden segregar un líquido viscoso que les protege de posibles depredadores de forma muy eficaz. Este líquido está tan frío que quema al contacto. Todo lo contrario es su baba. Los Jotun la usan para endulzar las bayas que cogen y así hacer mermelada con ellas.
Ninguno de ellos tiene pelo, sino que su cráneo tiene formas diferentes que recuerdan a distintos peinados. En cuanto a sus manos, están diseñadas para escarbar, por lo que tienen unas uñas muy duras de un color negro intenso. Por otro lado, cuentan con un curioso órgano llamado gloviar, que consiste en una bolsa en la nuca donde se almacena la baba de otro Jotun para así reproducirse. El Jotun que queda embarazado expulsará a su descendiente nueve días después, y este nacerá con una inteligencia ya adulta -adulta para los Jotun, claro-.
Aesir tiene la piel de un brillante azul eléctrico y su cabeza tiene forma de corona de pinchos, con el centro despejado. Es pequeño para su raza, pues mide solo treinta y un centímetros, pero lo compensa con su gran sonrisa azul. Viste con ropa hecha con ramitas, hojas y algún que otro bicho muerto, siempre con una baya roja aplastada en la frente, lo que lo identifica como el líder.
Personalidad: Aesir es tan amable como el mejor de los Jotun. Es cercano, simpático, alguien con quien nadie puede llevarse mal. Tiene sentido del humor y le encanta hacer amigos. Lo único que le gusta más son los invitados. Los invitados son especiales para los Jotun, porque son su principal motivo para celebrar una fiesta. Aesir siempre canta cuando alguien les visita. Por eso tienen grandes nidos donde cabría incluso el humano más grande, para poder desfasar y emborracharse con ambrosía, extraída de un tipo de baya muy especial. La única forma de enfadarlo es insultar gravemente a un Jotun, lo que provocará un breve lapsus de ira homicida y antropofágica. Pero en fin, todo el mundo tiene sus cosas.
Sin embargo, Aesir Mermelada de Mora no es cualquier Jotun. Él sabe. Ha vivido cosas. Cuando aquella hoja le cayó encima supo que el mundo era peligroso, así que redobló sus esfuerzos para ser un buen líder. Y es que proteger, cuidar y fomentar la prosperidad de los suyos es lo más importante para él. Ser el Gran Babá es una responsabilidad que asume con gusto, pues le gusta sentirse útil y ayudar a los demás. Sabe que algún día su vida acabará y su cuerpo estallará en pedazos sin previo aviso, y está decidido a dejar su huella en su sociedad.
Lo único en lo que va en contra de los suyos es en el interés anormal que muestra por el mundo de Los Grandullones. Al contrario que los demás, a él le interesa lo que hay ahí fuera. ¿De dónde salen las hojas? ¿Qué las hace caer? ¿Y qué pintan todos esos seres enormes que a veces pasean por ahí? Le fascinan los objetos humanos, sobre todo los que producen fuego, y suele cambiarlos por mermelada cuando tiene invitados.
Trasfondo: Aesir Mermelada de Mora es el más anciano y sabio de los Jotun, pues ha completado un total de doce largos años humanos. Eso le ha valido el título de Gran Babá, que lo identifica como su líder. Los Jotun nacen con plena consciencia y autonomía, pues absorben conocimientos dentro del gloviar de sus padres. Desde el primer día de vida, Aesir ha ayudado a preservar las ancestrales costumbres de su tribu, como por ejemplo las fiestas, el cultivo de bayas o la construcción de túneles aleatorios por el subsuelo de Elbaf. Sin embargo, a los seis años, en la cumbre de su madurez espiritual, sufrió un catastrófico accidente: una hoja enorme se le cayó encima y a punto estuvo de aplastarlo, lo cual le convenció de lo peligroso que era el mundo y lo importante que era su labor como protector de los Jotun. Su único objetivo es que la prosperidad de los suyos continúe para siempre.
Historia: Aesir Mermelada de Mora nació tal día como hoy hace ya doce añazos. Es hijo de Risar Arroyuelo y Gygur Sabia de Arce, y nació para ser el mejor excavador del mundo. Como todos los Jotun, nace ya con su máxima inteligencia desarrollada, así que desde el primer día de vida pudo ponerse a trabajar. Hizo sus pinitos en la zona de río Gungnir, pero su verdadera meta era construir un nuevo nido en la rama 138 de Yggdrasil. Y allá que se fue. Pasó mucho tiempo como excavador antes de que el líder, Grendel Bichopalo, estallase -porque los Jotuns estallan de repente cuando les llega su hora de morir-. Aesir se postuló como nuevo líder y ganó gracias a sus habilidades para hacer mermelada y para cavar.
Una vez le cayó una hoja encima, lo cual lo tuvo traumatizado durante un día entero antes de que se le pasara. Luego volvió a sus cosas como si nada. Y ese fue el mayor peligro que jamás ha enfrentado. Desde entonces sigue trabajando por el bien de los Jotun, tal y como seguirá haciendo hasta que estalle y su alma vaya al Valhalla, el paraíso de las bayas.
Habilidades: Aesir es el mejor mermeleador que se recuerda. Es capaz de coger una baya, envolverla en su baba azulada y dulce y llenar un bote con el pegote que resulta de machacar esa mezcla en menos que canta una oruga. Y, sí, así es como hacen mermelada los Jotun. También se le da de miedo cavar túneles y ponerles nombre. Oh, sí, no hay nadie que ponga mejor nombre a las cosas que él.
Fortalezas: Como todos los Jotun, Aesir es capaz de hacerse amigo de cualquiera. Nadie se enfada nunca con un Jotun ni les hace daño, porque son demasiado adorables y simpáticos para eso. Y si así fuese, antes tendrían que cogerlos, lo que no es nada fácil. Los Jotun no solo son enormemente ágiles, sino que su piel puede segregar una sustancia acuosa tremendamente resbaladiza y tan fría que quema. Además Aesir es un experto excavador. Fue capitán de la cuadrilla del túnel de las raíces sur-sureste durante cuatro meses, lo que en términos humanos equivale a cuarenta y tres años.
Torpezas: Un Jotun es torpe por naturaleza en todo lo que sea más complicado que cavar, recolectar bayas y hacer mermelada con ellas. No saben ni lo que es una guerra, y Aesir no es una excepción. Ignora cómo es el mundo más allá de sus túneles y sus nidos, y hasta desconoce lo que es la noche (porque los Jotuns ven siempre perfectamente). La sociedad de Los Grandullones, como llama a todo lo que sea mayor que una pera, le es totalmente indiferente ¿Y sabéis qué? Que por eso le va tan bien. Sin embargo, últimamente ha empezado a preguntarse cosas y hasta a asomarse al Mundo de Arriba a ver lo que hay ahí. La curiosidad promete ser su mayor torpeza en un futuro cercano.
Debilidades: Aesir comparte con el resto de sus congéneres la incapacidad total, completa y absoluta de entender ni jota de lo que dicen los humanos. La única forma de comunicarse con ellos es beber del Pozo de los Lenguajes Perdidos (no confundir con el pozo de los Secretos Perdidos ni el Pozo de las Verdades Perdidas). Hasta entonces, lo que lo dicen los demás no es más que puro ruido. También es débil, poco inteligente, nada ambicioso y, nadie sabe por qué, no puede saltar. No sabe, simplemente. Su cuerpo no salta y hay que aceptarlo así.
Inventario: Un mechero.
Pertenencias: Un bonito nido bajo las raíces de Yggdrasil donde guarda su reserva de botes de mermelada.
Nombre: Aesir Mermelada de Mora
Apodo: Gran Babá
Raza: Jotun. Una raza de diminutos seres provenientes de Elbaf.
Sexo: Nadie lo tiene muy claro.
Edad: 614 en años Jotun; 12 en años humanos.
Rango/Empleo: Ciudadano
Clase: Agilidad de rango 2
Estilo de lucha: No combate en absoluto.
Armas: Su adorabilidad y el veneno corrosivo de su sangre.
Oficios: Cocinero de rango 2
Aspecto: Aesir es un Jotun, y como tal es un tanto peculiar. Los Jotun son una raza de gnomos diminutos y de sexo indiferenciado que habitan los túneles que ellos mismos excavan bajo el suelo de Elbaf. Su piel es de un intenso azul, cuya tonalidad puede variar bastante entre individuos. Por ella pueden segregar un líquido viscoso que les protege de posibles depredadores de forma muy eficaz. Este líquido está tan frío que quema al contacto. Todo lo contrario es su baba. Los Jotun la usan para endulzar las bayas que cogen y así hacer mermelada con ellas.
Ninguno de ellos tiene pelo, sino que su cráneo tiene formas diferentes que recuerdan a distintos peinados. En cuanto a sus manos, están diseñadas para escarbar, por lo que tienen unas uñas muy duras de un color negro intenso. Por otro lado, cuentan con un curioso órgano llamado gloviar, que consiste en una bolsa en la nuca donde se almacena la baba de otro Jotun para así reproducirse. El Jotun que queda embarazado expulsará a su descendiente nueve días después, y este nacerá con una inteligencia ya adulta -adulta para los Jotun, claro-.
Aesir tiene la piel de un brillante azul eléctrico y su cabeza tiene forma de corona de pinchos, con el centro despejado. Es pequeño para su raza, pues mide solo treinta y un centímetros, pero lo compensa con su gran sonrisa azul. Viste con ropa hecha con ramitas, hojas y algún que otro bicho muerto, siempre con una baya roja aplastada en la frente, lo que lo identifica como el líder.
Personalidad: Aesir es tan amable como el mejor de los Jotun. Es cercano, simpático, alguien con quien nadie puede llevarse mal. Tiene sentido del humor y le encanta hacer amigos. Lo único que le gusta más son los invitados. Los invitados son especiales para los Jotun, porque son su principal motivo para celebrar una fiesta. Aesir siempre canta cuando alguien les visita. Por eso tienen grandes nidos donde cabría incluso el humano más grande, para poder desfasar y emborracharse con ambrosía, extraída de un tipo de baya muy especial. La única forma de enfadarlo es insultar gravemente a un Jotun, lo que provocará un breve lapsus de ira homicida y antropofágica. Pero en fin, todo el mundo tiene sus cosas.
Sin embargo, Aesir Mermelada de Mora no es cualquier Jotun. Él sabe. Ha vivido cosas. Cuando aquella hoja le cayó encima supo que el mundo era peligroso, así que redobló sus esfuerzos para ser un buen líder. Y es que proteger, cuidar y fomentar la prosperidad de los suyos es lo más importante para él. Ser el Gran Babá es una responsabilidad que asume con gusto, pues le gusta sentirse útil y ayudar a los demás. Sabe que algún día su vida acabará y su cuerpo estallará en pedazos sin previo aviso, y está decidido a dejar su huella en su sociedad.
Lo único en lo que va en contra de los suyos es en el interés anormal que muestra por el mundo de Los Grandullones. Al contrario que los demás, a él le interesa lo que hay ahí fuera. ¿De dónde salen las hojas? ¿Qué las hace caer? ¿Y qué pintan todos esos seres enormes que a veces pasean por ahí? Le fascinan los objetos humanos, sobre todo los que producen fuego, y suele cambiarlos por mermelada cuando tiene invitados.
Trasfondo: Aesir Mermelada de Mora es el más anciano y sabio de los Jotun, pues ha completado un total de doce largos años humanos. Eso le ha valido el título de Gran Babá, que lo identifica como su líder. Los Jotun nacen con plena consciencia y autonomía, pues absorben conocimientos dentro del gloviar de sus padres. Desde el primer día de vida, Aesir ha ayudado a preservar las ancestrales costumbres de su tribu, como por ejemplo las fiestas, el cultivo de bayas o la construcción de túneles aleatorios por el subsuelo de Elbaf. Sin embargo, a los seis años, en la cumbre de su madurez espiritual, sufrió un catastrófico accidente: una hoja enorme se le cayó encima y a punto estuvo de aplastarlo, lo cual le convenció de lo peligroso que era el mundo y lo importante que era su labor como protector de los Jotun. Su único objetivo es que la prosperidad de los suyos continúe para siempre.
Historia: Aesir Mermelada de Mora nació tal día como hoy hace ya doce añazos. Es hijo de Risar Arroyuelo y Gygur Sabia de Arce, y nació para ser el mejor excavador del mundo. Como todos los Jotun, nace ya con su máxima inteligencia desarrollada, así que desde el primer día de vida pudo ponerse a trabajar. Hizo sus pinitos en la zona de río Gungnir, pero su verdadera meta era construir un nuevo nido en la rama 138 de Yggdrasil. Y allá que se fue. Pasó mucho tiempo como excavador antes de que el líder, Grendel Bichopalo, estallase -porque los Jotuns estallan de repente cuando les llega su hora de morir-. Aesir se postuló como nuevo líder y ganó gracias a sus habilidades para hacer mermelada y para cavar.
Una vez le cayó una hoja encima, lo cual lo tuvo traumatizado durante un día entero antes de que se le pasara. Luego volvió a sus cosas como si nada. Y ese fue el mayor peligro que jamás ha enfrentado. Desde entonces sigue trabajando por el bien de los Jotun, tal y como seguirá haciendo hasta que estalle y su alma vaya al Valhalla, el paraíso de las bayas.
Habilidades: Aesir es el mejor mermeleador que se recuerda. Es capaz de coger una baya, envolverla en su baba azulada y dulce y llenar un bote con el pegote que resulta de machacar esa mezcla en menos que canta una oruga. Y, sí, así es como hacen mermelada los Jotun. También se le da de miedo cavar túneles y ponerles nombre. Oh, sí, no hay nadie que ponga mejor nombre a las cosas que él.
Fortalezas: Como todos los Jotun, Aesir es capaz de hacerse amigo de cualquiera. Nadie se enfada nunca con un Jotun ni les hace daño, porque son demasiado adorables y simpáticos para eso. Y si así fuese, antes tendrían que cogerlos, lo que no es nada fácil. Los Jotun no solo son enormemente ágiles, sino que su piel puede segregar una sustancia acuosa tremendamente resbaladiza y tan fría que quema. Además Aesir es un experto excavador. Fue capitán de la cuadrilla del túnel de las raíces sur-sureste durante cuatro meses, lo que en términos humanos equivale a cuarenta y tres años.
Torpezas: Un Jotun es torpe por naturaleza en todo lo que sea más complicado que cavar, recolectar bayas y hacer mermelada con ellas. No saben ni lo que es una guerra, y Aesir no es una excepción. Ignora cómo es el mundo más allá de sus túneles y sus nidos, y hasta desconoce lo que es la noche (porque los Jotuns ven siempre perfectamente). La sociedad de Los Grandullones, como llama a todo lo que sea mayor que una pera, le es totalmente indiferente ¿Y sabéis qué? Que por eso le va tan bien. Sin embargo, últimamente ha empezado a preguntarse cosas y hasta a asomarse al Mundo de Arriba a ver lo que hay ahí. La curiosidad promete ser su mayor torpeza en un futuro cercano.
Debilidades: Aesir comparte con el resto de sus congéneres la incapacidad total, completa y absoluta de entender ni jota de lo que dicen los humanos. La única forma de comunicarse con ellos es beber del Pozo de los Lenguajes Perdidos (no confundir con el pozo de los Secretos Perdidos ni el Pozo de las Verdades Perdidas). Hasta entonces, lo que lo dicen los demás no es más que puro ruido. También es débil, poco inteligente, nada ambicioso y, nadie sabe por qué, no puede saltar. No sabe, simplemente. Su cuerpo no salta y hay que aceptarlo así.
Inventario: Un mechero.
Pertenencias: Un bonito nido bajo las raíces de Yggdrasil donde guarda su reserva de botes de mermelada.
Gareth Silverwing
Fama
Recompensa
Características
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