[Pasado/6 meses] [Privado]De compras con Yuni

Habían sido 6 meses y medios fantasticos.. Desde que aquel día, en los alrededores de Longuetown, le conté que era lo que me había estado trayendo tan nervioso y paso lo que paso. Habíamos segado vidas juntos, habiamos reido, y habiamos llorado. En definitiva, todo estaba siendo perfecto... No sabía por que, pero practicamente, todo a su lado era sencillamente perfecto. Cuando enfermaba, ella me cuidaba. Cuando me peleaba, ella se preocupaba, y cuando me veía con otra chica, aveces, se ponía celosa... ¿Había algo mejor? ¿Podría yo, pedir más de lo que ya tenía?... Lo dudaba muchísimo, y si no, tan solo tenía que abrir los ojos y allí la vería, con sus ojos cerrados, y su respiración bastante calmada. Allí yacía, a mi lado, descansando. Serían ya las.. ¿10 de la mañana? Y yo, ya llevaba casi dos horas alli tumbado, a su lado, esperando a que se despertara, velando por su sueño, mientras con mi mano izquierda, acariciaba con suavidad su pelo, y, sin saber por que, una leve sonrisa permanecía constantemente en mi rostro.. Y es que, durante estos últimos meses, no había podido dejar de sonreir siempre que la tenía cerca.

''A ver si se despierta ya la marmota, que habíamos quedado en despertarnos temprano e ir a comprar provisiones, y de paso, algo de ropa...'' Pensé tras varios minutos más esperando a yunita, ante tal pensamiento, una ligera sonrisa se cruzo por mi rostro, esta vez, de manera algo más pícara, pues sabía que estilo de ropa solía comprar Yunita, y, a fin de cuenta, necesitaría opinión..

Me encontraba durmiendo en el barco, justo al lado de Johny. Antiguamente, no solía soñar nada y, cuando soñaba... Sólo podía ver en mis sueños la muerte de mis padres, repetidas veces. Pero durante estos últimos meses junto a Johny, había comenzado a soñar cada vez más a menudo y, curiosamente, ya no soñaba nada malo. Soñaba con él, con momentos que habíamos pasado juntos, a veces incluso llegaba a soñar que me ayudaba a vengar a mi familia y... Era un sueño bastante divertido.
La verdad es que desde que el muchacho me explicó todo lo que sentía y yo admití que el sentimiento era mutuo, mi vida había sido mucho más fácil, más feliz... Me hacía sentirme tan protegida, tan especial, tan querida... A veces, lo veía hablar con otras chicas y, aunque trataba de disimular, él se percataba de mis celos. A veces pensé que le divertía ponerme celosa, pero siempre acababa demostrando que me quería y que, no tenía por qué ponerme celosa. Ciertamente, él era bastante frío con todo el mundo, excepto conmigo, por lo que siempre me sentí especial, como si fuera su... "niñita del alma, a la que protegía".

Dormía sonriente, a veces me giraba para abrazar a Johny, inconscientemente , otras veces simplemente me movía y... De vez en cuando, le daba alguna que otra patada, sin querer, puesto que solía moverme bastante al dormir.
Tras unos instantes, abrí lentamente mis extraños, pero bonitos ojos y allí estaba Johny, mirándome. No abrí del todo los ojos, debido al sueño, la noche anterior me había dormido tarde, ya que había estado hablando con él sobre qué hacer este día, la verdad es que no entendía cómo el chico dormía tan poco y, apenas tenía sueño...

-Bu...buenos días, cariño...- Dije con voz dormilona, restregándome los ojos con la mano izquierda, tratando de despertarme del todo.

Justamente cuando me empezaba a quedar dormido, sentí como comenzaba a hablar, por lo que una amplía sonrisa se dibujo en mi rostro de repente, volviendo a abrir mis ojos, para, cuando lo hice, encontrarme con sus ojos justamente a la altura de los míos, la verdad es que me había alegrado bastante de que se hubiera despertado ya, pues de lo contrario, hubiera pasado lo de siempre.. Ella se despierta, y yo vuelvo a quedarme dormido... Ella me espera, y, probablemente, acabe durmiendose de nuevo, o simplemente, aburriéndose durante una hora hasta que, me levantará sobresaltado, acordándome de que la estaba esperando.

-Buenos días dormilona..- Dije riendo con suavidad, mientras volvía a proporcionale caricias con suma levedad, aunque, esta vez, no era en el pelo, sino en la mejilla derecha, la cual era la que quedaba al aire. Mientras hacia esto, me acerque a sus labios, y le deje que un suave beso se posara en sus labios, para, luego, separar los mismos de ella, mirándola nuevamente a los ojos mientras me apoyaba en la almohada.

-¿Que tal dormistes?- Pregunte risueño, pues sabía que generalmente cuando se levantaba con sueño, apenas estaba receptiva a las palabras de los demás, así como tampoco solía estar demasiado cariñosa.. Aunque a decir verdad, no es que fuera borde.. Simplemente, estaba recien levantaba.

Sonreí levemente al ver que estaba a punto de quedarse dormido. Aún con cara de dormida, abrí finalmente del todo mis ojos, para contemplar su rostro. Me encantaba levantarme por las mañanas y verlo ahí, esperando a que yo me despertara, tan sonriente como siempre que estaba conmigo. Reí suavemente al pensar que me había quedado dormida, una vez más... Y es que, por más que se lo pidiera, él nunca quería despertarme.

Sonreí al notar sus caricias, y comencé a hacerle cosquillas con la yema de los dedos de manera suave por su espalda. Al ver que me iba a besar, me dejé, contenta. Adoraba aquél beso de buenos días, hacía que empezara la mañana con buen pie.

-Pues... He vuelto a soñar contigo, soñé que teníamos un hijo, ¡tan cabezón como tú!... ¡Imagínate qué pesadilla!- Reí, burlona. En el fondo me gustaban esos sueños, aunque no quisiera tener ningún hijo aún. ¿Quién podría imaginarse a un niño, tan cabezón como Johny, correteando de aquí para allá?... Parecía algo bastante divertido pero, al igual que el padre... Éste niño, en mis sueños, siempre se metía en líos.

Aquella mañana me había despertado bastante contenta, debido a que hacía mucho tiempo que no me compraba ropa y esto era algo que a mí, me encantaba. Quizá fuera por eso que, también me había despertado un tanto cariñosa.

Reí con suavidad ante el comentario de Yunita.. ¿Un niño? ¿Mio? ¿Enserio?.. Ahora mismo solo pensaba en asaltar barcos, desmembrar cuerpos, y estar con Yuni... Un niño lo complicaría todo, y.. Que no, que no quería niños, así que de momento, aunque no le iba a decir nada, solo se quedaría en eso, un simple sueño en una mente.

-Me alegro de que durmieras bien..- Dije para, cuando acabe de hablar, un escalofrío recorrió todo mi cuerpo como respuesta a las caricias de Yunita, y es que, adoraba cuando hacia eso... No sabía por que, pero aquellas caricias tan superfluas, eran las que probablemente, más me gustaban. A la espalda de yunita, se encontraba una pequeña mesa de noche con una bandeja encima, allí yacía su desayuno, un café aún algo caliente, y buen par de tostadas con mermelada de fresa.

-¿Estas preparada para lo que viene hoy?- Dije riendo, pues, aunque a mi no me hacía especial ilusión ir a comprar (Siempre odie ir de compras...), sabía que ella lo adoraba, así que no me importaba acompañarla con tal de verla sonreír de tal manera... Y hoy, iba a ser aún mejor. Generalmente íbamos a comprar con menos de mil berries, pero, tras el ultimo saqueo que realizo el barco, disponíamos de algo mas de 5.000 berries solo para ropa. Sabía que eso a yunita le haría ilusión, y por este mismo motivo, decidí no decirle nada, a modo de sorpresa, tras decirle dichas palabras, dirigí mi mano a su espalda, y comencé a devolverle las caricias, de manera bastante cariñosa, con una leve sonrisa constantemente dibujada en mi rostro.

Reí levemente, sabía que Johny no quería ningún niño, sabía que lo único que le gustaría sería el "proceso de fabricación". Y yo tampoco quería tener uno, pero me hacia bastante gracia la idea.

-Muchas gracias... ¿Tú cómo dormiste?, ¿he vuelto a tirarte de la cama?.- Dije, riendo leve, ya que sabía que en múltiples ocasiones, el pobre chico se había despertado en el suelo. Sonreí y continué acariciando su espalda, sabía que aquello le encantaba y por eso lo hacía.
Miré hacia la mesa de noche y, como de costumbre, allí se encontraba una bandeja con mi desayuno favorito. Parecía mentira que aquel muchacho fuera tan detallista...

-Gracias por el desayuno, cariño.- A pesar de que siempre me preparaba el desayuno, nunca había dejado de darle las gracias, pues me parecía un bonito detalle, uno de tantos otros que el chico tenía. Cogí la bandeja y la coloqué sobre mis piernas, sentándome en la cama, apoyada en la pared. Antes de comenzar a comer, le dediqué una sonrisa.

-Tú ya sabes que me moría por volver a comprarme ropa.- Dije sonriente, pegándole un bocado a una tostada de mi desayuno. Yo sabía que al chico no le gustaba ir de compras, a ningún chico le gustaba. Pero... quizá pudiera hacer algo para remediarlo... Podría comprarme alguna ropa elegante para salir con él, o algo para estar guapa... O simplemente algo provocativo, como de costumbre... Ya se me ocurriría algo.
Me dejé acariciar, sonriente. Y le dí otro bocado a la comida, tomando después un sorbo de café.

-Yo dormí de lujo.. Y no, hoy no me has tirado, aunque suene a chiste..- Dije riendo con suavidad, pues a decir verdad, la chica se movía bastante en la cama, y siempre solía despertarme alguna que otra vez, así como normalmente, solía espaturrarme contra la pared, o terminar por tirarme de la cama, pero la verdad es que aquello, no me molestaba lo más mínimo si así, podía estar con ella mientras ella dormía.. Reí levemente cuando me percaté de que Yuni, vio la bandeja, y luego se lleva la misma a los pies, comenzando así a comer, no sin antes darme las gracias, como siempre hacia, y la verdad es que me hacía bastante gracia que lo hiciera siempre igual, pues ahora es cuando venía el ''No hace falta'' que siempre le decía yo, y luego, ella me contestaría ''Me gusta darlas'' o algo similar.. Era, nuestra pequeña rutina de cada mañana.

-Te e dicho, mil y una vez, que no hace falta que me des las gracias.. Lo hago con gusto.- Tras esto, me senté a su lado, mientras escuchaba que se moría por volver a comprarse ropa, a lo cual una sonrisa bastante amplia se asomo por mi rostro, y mi mano derecha, apretó con levedad el colchón hacia abajo, como si estuviera mirando si la cama estaba ''blanda'' o ''dura'', y es que, el saco con los berries se encontraba debajo del mismo colchón, lo que hacía que, aunque Yunita buscara, no pudiera encontrarlo.

-Hum... El problema es que no hay mucho dinero para gastar.. En el último saqueo nos sacamos 250 berries por cabeza, y eso hace... Que tengamos de nuevo, 500 berries para comprar ropa.- Dije riendo con suavidad, mientras desviaba la mirada, pues era lo que solía hacer cuando me sentía mal por algo, y aunque esta vez no era así, quería que así lo pareciese, para darle más realismo a la sorpresa.

-Me alegra mucho oír eso, parece que ya me voy acostumbrando a dormir contigo.- Dije riéndome, a pesar de llevar ya un tiempo durmiendo junto a Johny, aún no me había acostumbrado. Desde pequeñita solía moverme mucho en la cama a la hora de dormir, a causa de ésto, mi hermano solía llamarme "la asesina sonámbula" para burlarse de mí. Y en aquellos momentos en los que me lo decía me enfadaba mucho, pero ahora... Me hacía bastante gracia. A veces, cuando era pequeña, dormía con él y, el pobre, se levantaba con algún que otro moratón. ¿Pero qué iba a decirle a una niña de diez años?.

-Pero no es algo que tengas que hacer y, aún así lo haces...- Dije comiéndome una de las tostadas de mi desayuno, para después, beber otro sorbo de café.- Además, yo me lo como con gusto, también.- Dije con un tono bastante gracioso, ya que tenía la boca llena. Sabía que ésto era de mala educación, por lo que solté una risita. Pero también sabía que a Johny no le iba a molestar para nada.

Al escuchar a Johny hablar sobre la "escasez" de dinero para comprar me desilusioné un poco, mas sonreí para que él no lo notara. Al fin y al cabo, tan sólo era un capricho mío... Y si no podía darme el lujo de concederme ese capricho, no pasaba nada. Tampoco se iba a acabar el mundo.

-No pasa nada, ya tendremos más dinero...- Sonreí, a pesar de estar levemente desilusionada. Realmente, no necesitaba comprarme gran cosa, yo era feliz sólo con comprarme una falda nueva.

-Cada vez te mereces meno el mote de la asesina noctambula..- Dije riendo levemente, pues sabía que esto, en ocasiones le molestaba, debido a que su hermano la solía llamar así cuando estos, aún eran unos renacuajos, y es que, en cierto modo, adoraba picarla. Solía pegarme en el brazo o en la espalda sin causarme apenas daño, y eso hacía que yo la picará aun más.

Reí ante los comentarios de Yunita, pero sin duda, lo que más gracia me hizo, fue verla con toda la boca llena intentando articular las palabras de manera correcta, sin apenas conseguirlo, debido a que la comida lo impedía, por lo que, mientras más hablaba ella, más me reía yo. Cuando pude parar de reir, suspiré, intentando recobrar la seriedad que normalmente me caracterizaba, pero, cuando casi lo conseguí, volví a reir con levedad.

-No hace falta que disimules, se que siempre te a jodido que no tengamos más dinero para comprarte ropa.. Pero te prometo que en un futuro no muy lejano, tendrás más dinero del que necesites para comprar ropa.. - Reí con suavidad por este último comentario, mientras esperaba una respuesta de Yuni, pensando en como reaccionaria ante esa pequeña sorpresa.

Sonreí leve, mientras terminaba de comerme aquél desayuno que Johny me había preparado.- Eso es bueno, supongo.- Dije sonriente, colocando la bandeja vacía en mi mesita de noche. Yo sabía lo "hiperactiva" que era mientras dormía y que, en muchas ocasiones, golpeaba a Johny. Pero también sabía que sólo me lo decía por picarme, por lo que trataba de hacer que no se diera cuenta de que conseguía su propósito.

Me sonrojé, bastante avergonzada al ver que se había reído cuando hablé con la boca llena. Me había criado sola, sin nadie que pudiera educarme, pero aún así no me faltaba educación... Y sabía que aquello no había estado bien, por lo que miré hacia otro lado sonrojada.- Pe..perdón .- Susurré.

Tras pedir perdón, volví a mirar a Johny, con una media sonrisa.- Es sólo un capricho... Tampoco es que me vaya a morir por no poder comprarme ropa.- Dije, sabiendo que, aunque me encantase comprarme ropa, no era una cosa importante, ni mucho menos prioritaria. Claro que, me encantaría poder comprarme toda la ropa del mundo, pero... ¿Para qué quería tanta?...
Tras pensar sobre esto, me levanté de la cama con lentitud, dirigiéndome hacia mi armario, para cambiarme de ropa... Ya que aún llevaba un pijama, y... ¡Creo yo que no era la vestimenta adecuada para ir de compras!

Ignore que me pidiese perdón pues era algo que nunca me gusto demasiado.. No me había reído de su falta de educación como ella probablemente creería, sino de la situación tan cómica que instantes atras se había producido, pero decidí no darle importancia... A fin de cuentas, solo era una palabra.

-Si, yo diría que si.. Al menos ahora, no me levanto con constantes moratones..- Dije riendo con levedad, pues, aunque lo decía en broma, no lo era del todo, mas en parte era verdad que en el fondo me alegraba. Tras este comentario, vi como salía disparada hacia su armario, el cual, a diferencia del mio, estaba bastante ordenado.. La separaba por estaciones del año, inclusive, priorizaba cual usaba más, y cual usaba menos... En fin, y yo que tenía mi ropa toda desperdigada por el cuarto...

Me levanté mientras ella aún estaba mirando que ropa ponerse y, me quité la camiseta sin prisas, para despues lanzarla sobre la misma cama del camarote. Me agache a una esquina de la cama, donde estaba toda mi ropa sin ''usar'' y, me puse la primera camiseta que encontré. Una camiseta de botones blanca, algo elegante. Despues, me puse unos pantalones vaqueros que había usado ayer, y ya estaba listo, mientras que, ella aún estaba mirando que ropa ponerse.

-Yo ya estoy, eh?- Dije riendo con suavidad, pues sabía que ella, siempre tardaba 10-15 minutos en vestirse, mientras que yo, tardaba apenas uno o dos minutos.

Al ver que no me respondía, sonreí, tratando de olvidar el tema. La verdad es que, cuando me pasaban cosas así, me sentía algo tonta. Pero, de todas formas sabía que a Johny no le había molestado, así que no le dí demasiada importancia.

Al oír aquellas palabras, no supe si eso era bueno porque ya no le hacía daño... O malo porque antes sí lo hacía. Así que me limité a sonreír de manera inocente. Una vez delante de mi armario, lo abrí de par en par, observando la ropa que había en él. La verdad es que era un armario bastante amplio, de cuatro puertas, con dos espejos en los que solía mirarme muy a menudo. Podría decirse que tenía una obsesión con los espejos... Espejo que veía, espejo en el que me miraba, podía mantener una conversación con alguien que, si delante mía había un espejo, no apartaba la vista del mismo.
Tras unos instantes rebuscando entre la ropa encontré una camiseta azul, semitransparente, de manga corta, bastante ceñida y la cogí. -Ésta está bonita.- Dije mientras la lanzaba en la cama y luego, buscaba algún pantalón a juego. Encontré unos leggins negros, bastante ajustados y con varias roturas. -¡Perfecto!.- Exclamé, colocándolo en la cama, junto a la camiseta. Luego cogí unos zapatos negros, con plataformas.

Me giré para mirar a Johny, riendo levemente.- Tan rápido como siempre... Yo en breve estaré lista. ¿Te gusta esta ropa?.- Pregunté mientras señalaba el conjunto que había elegido. Para luego mirar toda la habitación, la verdad es que el muchacho tenía la habitación hecha un desastre...

Escuche como Yunita, me preguntaba por la ropa que había escogido para salir de compra, por lo que, al ver la misma, una sonrisa s dibujo en mi rostro, algo amplía. La verdad es que, esta chica, siempre vestía bastante provocativa, y eso, me gustaba, pero a la vez no.. Pues habia bastante gente la trataba como un simple objeto y eso, era algo que me molestaba bastante, así como, más de una vez, había estado apunto de meterme en problemas serios por esa misma causa. Pero aún así, era algo que, por regla general, me daba igual.

-Si, a mi me gusta..- Reí con algo de levedad, con un tono algo ''pervertido'' en mi voz, y es que, aparte de estar bastante enamorado de ella, su físico era algo que me atraía de mala manera. Cuando se giró como hacia siempre a apoyar la ropa en la cama, la abracé por detrás, con una pequeña sonrisa en el rostro, besando luego sue cuello, intentando provocarla levemente, y es que, si por algo se caracterizaba nuestra relación era por que, a ambos nos encantaba molestarnos en todos los sentidos posibles, este, obviamente no era la excepción.

Al ver sonreír a Johny, sonreí yo de manera pícara. La verdad es que antes vestía de manera provocativa, para poder obtener lo que quisiera y porque me hacía gracia ver como a los chicos se les caía la baba al verme pasar. Pero últimamente, vestía así para provocar a Johny, me parecía algo divertido y me hacía gracia ver la cara que ponía al verme con ese tipo de ropa. A pesar de que, en más de una ocasión, el chico estuvo a punto de pelearse por culpa de mi estilo de ropa... No pensaba cambiarlo, pues era algo que ya me caracterizaba.

-Perfecto, entonces me pondré esto.- Dije sonriente al oír su tono de voz. Justo cuando me disponía a coger la ropa para vestirme, noté como me abrazaba y besaba mi cuello. Me ruboricé levemente y me giré para mirarle, dejando la ropa unos momentos sobre la cama. - No empieces... O llegaremos tarde.- Tras decir esto, le besé levemente los labios y volví a girarme para ir desnudándome. Lo hacía con lentitud, pues sabía que esto a Johny le molestaba.
Tras haberme quitado la ropa de pijama, me fui poniendo la otra, aún con lentitud.

-Ya estoy lista.- Le dije con voz suave , risueña.

Justo antes de que comenzará a ponerse la otra ropa, acaricié su vientre en dirección hacia sus partes más intimas, parando justamente, cuando me tope con la goma de su ropa interior, acariciando la misma de manera muy leve, con una cnostante sonrisa en el rostro.

-De acuerdo...- Susurre bastante cerca de su oido, antes de morder el mismo, mientras la sonrisa pícara se mantenía en mi rostro, pues sabía que, eso era algo que a Yunita, le molestaba bastante. Tras pronunciar dichas palabras, me separé unos cuantos centímetros de ella y, esta vez, me limité a esperar a que terminara de vestirse, para cuando, lo hizo, darle una pequeña nalgada, sonriendo levemente.

-¡Adivina quien tiene una sorpresa..!- Dije riendo con levedad, pues sabía que ahora cuando debía decirselo, y no más tarde, pues sabía que, como cada día que quedabamos para hacer algo, lo acabaríamos haciendo por la tarde, dado que, se acercaba la hora del almuerzo... Incluso, era posible que, conociendola, llegáramos a posponerlo para mañana.

Me sonrojé levemente, mordiéndome el labio inferior al haber hecho Johny aquello. Sabía que le encantaba molestarme por lo que, aunque me había molestado bastante y quería devolvérsela, luché con mis ganas de vengarme y no le seguí el juego. Continué vistiéndome y, cuando lo hice, lo miré con cierta malicia al ver que me daba una nalgada. Acababa de encontrarme las cosquillas y, me hubiera abalanzado sobre él, tirándolo a la cama, de no ser porque volvió a abrir la boca para hablar.

-¿Qué sorpresa?.- Dije curiosa, pues aunque odiaba desconocer detalles, situaciones o simplemente no estar al tanto de todo lo que sucedía a mi alrededor... La verdad era que las sorpresas me gustaban demasiado. Tras preguntar me acerqué a él, de manera lenta, y lo miré con un brillo de malicia en mis ojos, para luego morderle con suavidad el labio inferior, como si ésto fuera una pequeña venganza por lo que él había hecho hacía unos minutos.

Agarré sus nalgas con fuerza al notar como mordía mi labio inferior, mientras la miraba a los ojos, acercandola a mi por la cintura, haciendo así, que la separación entre nuestros cuerpos fuera escasa, mientras hacía que, mi respiración agitada intencionalmente, chocara contra sus labios, pues sabía que eso era algo que le molestaba muchísimo, mientras zafaba mi labio de sus dientes, divertido, aunque algo ''molesto''.

-No hay 500 berries para comprar ropa... Hay algo más de 9800 berries...- Dije mientras reía con suavidad, mientras aún ejercía presión en sus nalgas hacia mi cuerpo, evitando así que se separara de mi, para luego, guiñarle un ojo de manera pícara.

-Eso si.. La condición para gastarte ese dinero es que, lo dejemos para esta tarde, por que al levantarnos tan tarde, las tiendan cerrarán antes de tiempo y, ambos sabemos que tendremos que volver por la tarde si queremos finalizar tus compras..- Reí levemente antes de, empujar mi cuerpo y el de ella hacia la cama, pues quería iniciar un juego de mayores de edad... Llevaba bastante tiempo queriendo hacerlo con ella, y esta, podía ser un buen día para nuestra primera vez.

No pude evitar ruborizarme cuando Johny me acercó a él, agarrándome de las nalgas. Y me sonrojé bastante al notar su respiración. Él sabía perfectamente lo mucho que aquello me molestaba, refiriéndome con molestar a excitar. Traté de morderle el labio inferior de nuevo alguna que otra vez, pero él conseguía evitarlo.

Al escuchar cuál era la sorpresa, en mi rostro se dibujó una sonrisa de oreja a oreja. Me hacía bastante ilusión poder comprar ropa después de tanto tiempo y si, además, había tanto dinero para gastar sería un día de compras perfecto. Aún no se me borraba esa sonrisa de la cara y se podía notar un brillo de ilusión en mis ojos, como el de un niño cuando se levantaba en la mañana del 6 de Enero y podía ver todos sus regalos. - ¿De... de verdad?, ¿Tanto dinero tenemos?.- Pregunté entusiasmada, pero luego me paré unos instantes a pensar. ¿No era demasiado dinero como para gastármelo en un capricho? A lo mejor estaba siendo demasiado egoísta ...

-¿Seguro que podemos gastar tanto?.- Pude decir antes de que me empujara hacia la cama.- Bueno, me parece una buena condición.- Sonreí de manera pícara, pasando la lengua por mis labios. Sabía perfectamente lo que Johny pretendía,y no pensaba oponer resistencia.

-Si te lo digo, es por que nos lo podemos permitir..- Susurre aún frente a sus labios, ahora, tumbado sobre su cuerpo. Besé con suavidad sus labios para luego, con lentitud, ir bajando desde sus labios hasta su cuello, con una pícara sonrisa en el rostro, pues ahora, comenzaba lo divertido. Llevé mis manos hacia el interior de su camiseta y, tras haber recorrido todo su vientre, llegue a su sujetador, desabrochando este con un leve movimiento de dedos, aún dejando a yunita con la camisa, aunque sin sujetador. Mientras se lo quitaba, iba mordiendo con suavidad su cuello, moviendo con suavidad los dientes en la piel que quedaba apresada entre mis dientes, buscando así, excitar a yunita.

-Verás que divertido...- Susurre mientras retiraba mis manos de su espalda, para ahora llevar las manos hasta sus muñecas, apresando las mismas contra la cama, haciendo así que, la joven chica, quedará a mi merced. Tras esto, me senté con suavidad y sin apoyar demasiado peso en su cintura. Desde esta posición, podía molestarla con más facilidad, y así lo hice, pues no tardé en lamer con suavidad sus labios, para, despues, morder su labio inferior, tirando de este hacia mi, jugeton, y es que sabía que, eso era de las cosas que más le molestaba. Me incliné con suavidad hasta su oreja, para despues, morder con suavidad su lóbulo inferior... Y, apartir de hay, la historia es privada.. Así que, si queréis saberla, tan solo invitadme a una copa en algún bar.

No he encontrado mucha diferencia entre este rol y el anterior, excepto una pequeña mejora en Johny que le ha hecho sacar mayor nota. Pero a partir de aquí o se esfrozais mas en el rol o os vais a quedar siempre en el 8.

- Yunita: Tienes un 8 por usar una mejor descripción. Aun así no llegáis al sobresaliente porque siempre os dejáis algo a mitad, en el caso de esta isla, el escénico lo habéis dejado un poco de lado para concentraros mas en la descripción de la situación. Pero con un poco más de trabajo seguro que lo conseguís. Seguid así.

- Johny: Tu nota es un 8 y he notado una mejora descriptiva y escénica. Te digo como a Yuni, el descriptivo muy bien, el escénico... un poco flojo. Tenéis que tomad estas dos partes como importantes, ya que solamente os dedicáis al ligoteo y como no hay pelea ni nada parecido lo único que queda para corregir son estas dos partes. Aun así, repito, muy bien. Seguid trabajando.

A continuación procedo a calcular las recompensas de cada uno:

- Johny: Tu recompensa es 2400EXP y 1680 berries.
- Yunita: Tu recompensa es 2400EXP y 1680 berries.