Drake vs krabbo

Entorno: Loguetown

Turnos: Drake- Krabbo- Drake...

Condiciones:
A muerte
A los expontaneos les caerá un rayo de tormenta cada post

La tormenta era increíble, pero los dorados ojos del chico lobo observaban aquella bestia frente a él. Su mirada era la más seria que había tenido en mucho tiempo. No iba a contenerse con aquel tipo, si era el capitán de aquellos peces, era por alguna razón y su fuerza debía de ser muy buena para ser un Shichibukai. Cerró sus ojos preparado para su cambio, de repente su cuerpo comenzó a recubrirse de pelo poco a poco mientras sus ojos brillaban despacio. Una cola salió de la parte baja de su espalda, su tamaño fue creciendo hasta los tres metros y medio. Sus dedos ahora eran garras y sus dientes se afilaron exageradamente. Su musculatura aumentó en aquella forma hibrida que estaba tomando y sus orejas se volvieron lupinas y estiradas. En poco tiempo había un hombre lobo de color blanco como la nieve, de ojos dorados y con un aspecto de terror y fiero.

- Esto es por todo lo que me has hecho hasta ahora, Nat pasó un mal rato tratando de salvarme por tu culpa cobarde, ahora no sé de su paradero, pero te aseguro que cada uno de mis golpes va dedicado a él.

El lobo se colocó en su posición de combate conocida como Zan Nin Na. Poco a poco su aura oscura comenzó a invadirle. Con aquella aura su velocidad era muy cercana al Soru, pero inferior, sin embargo en forma hibrida podía igualarlo o incluso superarlo. Había llegado el momento, el chico lobo estaba deseando que diera comienzo el combate. Le había retado a usar solo el cuerpo y luchar sin armas, sin embargo no sabía si el cangrejo lo haría. Tal vez por su honor, aunque el castaño dudaba que este tuviera de eso, había esperado mucho tiempo para poder combatir con ese malnacido y ahora lo tenía frente a sus ojos. Una vez que activó su aura del SN1, frunció el ceño mientras apretaba ambos puños y le hablaba en aquella forma de lobo blanco de tres metros y medio de altura.

- ¡Esto es por Nat, hijo de puta!

Tras aquel grito, un aura nueva comenzó a rodearle formando una especie de llamas a su alrededor, como si estuviera prendido de fuego. Su aura ardiente mejoraba su fuerza todavía más y encima le proporcionaba calor y tranquilidad. Su pelaje empezó a erizarse mientras gruñía despacio, tras aquello salió disparado a la velocidad increíble que le proporcionaba su aura de oscuridad. No iba a atacar por los lados ni por detrás, el lobo atacaba de frente y sin miedo. Nada más colocarse frente al cangrejo lanzó un tremendo gancho que iba rumbo a su mandíbula. Su puño iba envuelto en llamas y además imbuido en un tono negro metálico debido al haki de armadura. Nada más lanzarlo, le diera o no, rugiría lanzando ahora otro puñetazo con su mano libre tumbo a su pecho, en toda aquella coraza que parecía tan resistente, también estaba el puño en vuelto en llamas. Para finalizar, lanzó una patada con fuerza buscando su rodilla para después intentar alejarse observando si le había dado y activando sus hakis a su máxima potencia.

- ¡Defiéndete cobarde!


Zan Nin Na: Ira del lobo blanco (Haki armadura Nlv2) (Aura ardiente) (SN1) (Forma hibrida) (AF)

Krabbo observó a aquel hombre. Así que aquel tipo era el que tantos problemas le había dado a su tripulación. No esperaba que un simple humano, aquella escoria en la cadena evolutiva fuese a ser capaz de vencer a sus hombres. Y ahora aquel tipo osaba retarlo. A su alrededor se encontraba un completo caos, hombres corriendo y luchando, rayos cayendo. Muerte. Al gyojin le gustaba aquella situación. El ansia de pelea del Gyojin estaba desbordando todo su cuerpo. Entre el caos apareció Kiara, su segunda al mando armada con todo su arsenal. Krabbo gritó:

- ¡Fuera, Kiara! -le hizo un gesto con la pinza para que se alejara-. ¡Yo me encargaré de este humano de mierda personalmente! -el hombre cangrejo llevaba su cadena colgada en el hombro derecho. La agarró con una de sus pinzas y dijo-. Una escoria como tú no tiene honor. Pienso despacharte como el insecto que eres.

El chico adquirió una forma híbrida entre hombre y lobo. Ya había oído hablar de eso a los que habían vuelto de pelear con él. Sabía todos sus trucos. Y sabía que tenía un poder impresionante en forma de tres rumbles. Sucios humanos, debían recurrir a trucos como aquel para poder igualar la fuerza de un gyojin. Pero él conocía las akumas. Había peleado contra piratas usuarios a lo largo de su vida como pirata y Shichibukai. El chico frente a él ahora medía algo más que él. Pero aquello no lo iba a intimidar. El lobo gritó algo de Nat. ¿Quien era aquel tal Nat? Krabbo no lo sabía. Pero sabía que hiciera lo que hiciera, no podía hacerle daño con aquella fuerza tan insignificante de humano. Su cuerpo empezó a brillar con un tono brillante y negro. Su haki de armadura recubrió el cuerpo por completo. Aquel simple humano tan solo estaba un poco cambiado, pero no le haría daño. Seguía siendo un humano.

Los golpes llovieron sobre él. Uno tras otro. Cosquillas, como simples piedrecitas molestas. El fuego sin embargo, le quemó parte del caparazón. Por suerte, el caparazón de quitina protegía su cuerpo de cangrejo, mucho más frágil. Lo miró con desprecio y con la pinza derecha agarró la cadena de kairoseki y pegó un latigazo frente a él. La potencia del golpe podía llegar a abrir una ligera brecha en el suelo. Si golpeaba al chico con aquello, seguramente le provocaría una fea y gran herida. La cadena, además, iba envuelta en haki de armadura.

- Muere, escoria.

Golpe de cadena de kairoseki + Haki armadura nivel 3 [AF]

El  lobo clavó su rodilla en el suelo mientras jadeaba un poco por el esfuerzo, después se levantó abriendo bastante los ojos. No le había hecho nada, estaba en su forma hibrida y aún así había fallado. Maldijo todo a su alrededor mientras ahora se levantaba y soltaba un rugido, de esa forma pretendía dejarle claro al cangrejo que no iba a rendirse. Sus penetrantes ojos observaban al maldito tipo de las pinzas, lanzó un nuevo rugido mientras le observaba con ira. Respiró un poco agitado mientras ahora observaba como ese idiota sacaba una cadena “Maldito cobarde” pensó mientras gruñía y llevaba la mano a su cintura cogiendo sus nunchakus y lanzándose contra aquella cadena. Lanzó un potente golpe con aquellos objetos de titanio. Sin embargo aquella cosa los lanzó por los aires alejándolos y golpeó el pecho del chico lobo, aunque con menos potencia debido al golpe anterior de este con sus nunchakus. Salió despedido contra una pared y derribándola cayendo en el interior de un pequeño edificio. Gruñó de dolor llevándose las manos al pecho mientras ahora sentía una pequeña debilidad que enseguida pasó. Tenía un moratón en el pecho, pero aquel material más resistente que el titanio y que le había debilitado, no había duda de que era Kairouseki. El lobo se levantó saliendo de allí observando al cangrejo frunciendo el ceño.

- ¡Cobarde de mierda! ¡Necesitas usar un arma para pelear contra un simple lobo! ¡Eres una vergüenza para tu raza! ¡Pelea de pinza a zarpa maldito cobarde! ¡No tienes huevos!

Gritó el lobo provocándole mientras ahora rugía con fuerza, tanto que parecía que se iba a dañar la garganta. El aura de fuego siguió a su alrededor mientras ahora sus ojos se volvían blancos perdiendo las pupilas totalmente. Sus músculos comenzaron a crecer de forma exagerada, tanto que parecían a punto de salir del cuerpo. Su piel comenzó a volverse rojiza mientras su altura crecía, sus ojos estaban cerrados y en poco tiempo se abrieron de nuevo dejando ver a una bestia de unos cinco metros al menos. El chico había activado el Berserker al nivel cuatro. Ahora su fuerza era algo increíble y más con lo que pretendía hacer. Desvió su mirada a los ojos de aquel pequeño Gyojin ahora, la furia que sentía el lobo era increíble, apretó el puño derecho mientras este tomaba un brillo blanco que enseguida se volvió dorado debido a las llamas que le rodeaban. Iba a combinar uno de sus ataques más poderosos con su transformación y un truquito que aún le quedaba.

- No merece la pena que use rumbles contigo y no pienso usarlas, porque no soy una gallina como tú. Solo las usé cuando me atacaron tres a la vez. Pero ahora tu final esta próximo. ¡Vamos allá Slayer!

“Te ayudare solo porque este payaso me cae mal” Dijo aquella voz en la mente del chico mientras ahora unos tatuajes en forma de llamas tribales comenzaron a surgir de su pecho, enseguida recorrieron el brazo del chico y llegaron a la mitad del rostro mientras su ojos se volvió rojizo. Su fuerza con esta habilidad volvió a aumentar. Uno de los ojos se puso verde, pues aquella forma no estaba poseyendo al chico lobo del todo. La bestia ahora rugió con fuerza mientras activaba el SN1 y el aura oscura comenzaba a rodearle. Esta vez iba a lanzar uno de sus mayores golpes, uno que podía tal vez reventar a aquel bastardo. De repente salió disparado a la velocidad del Soru a por aquel tipo, fue en zigzag para después colocarse frente a él. Lanzó su puño derecho buscando su pecho para de esa forma tratar de atravesarle el puño. Su puño iba envuelto en un aura de color dorado además del interior estar envuelto en haki armadura. Se trataba de su Ripera O Utsu, pero estaba mezclado con el poder de un golpe de fuego, debido al aura, aquel golpe ardiente con toda la fuerza y con el enorme puño de aquella bestia de cinco metros, debía seguramente partirlo en dos, o eso pensaba el chico al menos.

- ¡!!Krabbo!!!


Zan Nin Na: Ragnarok (Berserker Nivel 4) (SN1) (Aura Ardiente) (Ripera O Utsu) (Dark Drake) (Haki armadura Nvl2) (AMF) (

Krabbo soltó su cadena. Aquella escoria no había muerto por el golpe. Tal vez hasta valiera la pena utilizarlo como saco de boxeo. El chico híbrido gritó:

- ¡Cobarde de mierda! ¡Necesitas usar un arma para pelear contra un simple lobo! ¡Eres una vergüenza para tu raza! ¡Pelea de pinza a zarpa maldito cobarde! ¡No tienes huevos! -Krabbo estaba empezando a enfadarse con aquel mequetrefe que no sabía cual era su lugar en el mundo. Iba a aplastarlo y se haría una capa con su piel de animal.
- No necesito mancharme las pinzas en pelear con alguien como tu, basura humana.

El chico lobo empezó a crecer de tamaño, soltando un fuerte calor y perdiendo todo rastro de humanidad en sus ojos. Su cuerpo aumentó de fuerza, y sus músculos ahora eran extremadamente desproporcionados. El híbrido ahora casi lo duplicaba en tamaño. Pero seguía siendo escoria humana. Cuando parecía que la transformación había finalizado, el chico pareció hablar con alguien más. Un tal Slayer. En ese momento una serie de tatuajes tribales empezaron a aparecer sobre parte de su cuerpo. La mole de músculos rugió con fuerza y un aura oscura apareció a su alrededor. El Gyojin se puso tenso, recubriendose completamente por haki. Tal vez aquel tipo fuera fuerte, al fin y al cabo. No pensaba que toda aquella transformación fuera algo meramente visual. El enorme lobo bípedo gritó su nombre, al tiempo que descargaba un golpe demoledor.

Krabbo tensó todos sus músculos. El golpe le golpeó en la zona del pecho, una de las partes más blindadas de su armado cuerpo. Pero pese al haki y a la dureza ya de por sí brutal de su coraza, sintió como el golpe le llegaba a la carne (endurecida por haki también) y pese a todo le dañaba ligeramente. Tal vez le doliera si forzaba durante un par de días. Por suerte el caparazón había absorbido y protegido de la mayor parte del impacto. Sin embargo, no todo acabó ahí. La potencia del golpe lo mandó disparado contra un enorme edificio. El golpe contra la fachada fue tal que la atravesó, destruyendo varias paredes antes de detenerse. Aquellos otros golpes habían sido bastante menores en comparación con el golpe del lobo, simples molestias. El Gyojin se levantó de entre la zona de escombros. El edificio no era muy grande, tal vez cincuenta metros cuadrados y dos pisos. A excepción de la mayoría de edificios allí, aquel estaba mayormente hecho de madera. El Gyojin golpeó la pared saliendo a la calle al otro lado y se dirigió caminando a la esquina. Una vez allí, activó su haki de armadura y golpeó en la esquina del edificio, abriendo un boquete. Introdujo ambas pinzas y tiró con fuerza. Sus músculos se tensaron por el esfuerzo, pero el edificio empezó a ceder. El Gyojin tiró con una fuerza brutal hacia arriba, y la edificación se alzó del suelo. El cangrejo sonrió:

- Esta es la diferencia entre tu y yo, escoria. Vas a ser aplastado como un bicho. -dicho esto, le lanzó la enorme estructura con fuerza. El ataque no era rápido, pero si abarcaba un gran área, debido a su tamaño. Justo entonces, aprovechando la lluvia que cae, acumuló agua en sus pinzas y disparó una serie de balas de agua que viajaban a cinco veces la velocidad de una bala. Era una serie de gotas con una fuerza penetrante impresionante, que complementaban el ataque con la casa. Las balas atravesarías por igual piedra, madera, hierro y... carne.

Lanzamiento de casa + Yabusame no Pin[AF]

Una vez terminó de soltar la descarga, se mantuvo a distancia. Parecía que aquel chico se basaba en el cuerpo a cuerpo. Si intentaba cualquier cosa, lo dejaría como un colador. Empezó a condensar mucha más agua en sus pinzas, preparándose para si el chico salía de las ruinas.

El lobo observaba atentamente como el cangrejo salía disparado hacia atrás. La distancia había sido considerable y no iba a parar hasta partirle el maldito caparazón a aquella cosa. Pudo ver como al poco tiempo salió de los edificios. Su mirada parecía enfadada y ahora dijo que no merecía la pena usar sus pinzas con él. Una penosa excusa, el luchador se mantuvo serio e impasible con aquella enorme fuerza. Al ver que el Gyojin no estaba muy dañado, sonrió de lado mientras se alegraba de batirse con un rival de ese nivel. “Slayer, esto se nos va de las manos, es demasiado poderoso” Pensó el chico mientras ahora fruncía el ceño y se cruzaba de brazos. “Chico piensa joder, has peleado con sus hombres y se habrán chivado, usa una técnica que sus hombres no hayan visto, de ese modo no se la podrá esperar y le causaras daño” Le respondió Slayer en su mente, en ese momento el enorme lobo asintió a sus palabras. Había una técnica que no había usado, o eso pensaba al menos. Había llegado el momento de usar una de las técnicas que siempre guardaba bajo la manga. Era el momento apropiado, pero de repente pasó algo.

El maldito cangrejo había alzado una maldita casa entera, los ojos del animal se abrieron como platos. Aquello era algo increíble y encima parecía dispuesto a aplastarle. El chico activó su haki de observación y se recubrió de haki armadura. En ese momento no se lo pensó más y salió volando contra el propio edificio mientras giraba sobre sí mismo y usaba su SN1 para aumentar su velocidad. Con su enorme fuerza no tardó mucho en cruzar el edificio atravesando una parte con los puños por delante y saliendo por el otro extremo. El enorme edificio cayó ahora tras él contra el suelo levantando una enorme humareda. El chico en ese momento fue tapado por el humo, pero notó como su haki de observación le prevenía de unas balas de agua, el enorme lobo recubierto de su haki elevó las rodillas, agachó la cabeza y se cubrió el pecho con los antebrazos mientras bajaba volando esquivando las que podía. Una de ellas le impactó en el antebrazo izquierdo, otras dos en el pecho y una llegó a su zona abdominal. Gritó de dolor mientras ahora caía contra los escombros del suelo y era cubierto por la humareda. Gracias a su haki impidió que las balas hicieran heridas muy profundas.

La sangre salía de su cuerpo, su aura de fuego calentó un poco las heridas, en ese momento se quedó tumbado unos segundos mientras se preguntaba qué hacer. En ese momento se le ocurrió la idea perfecta. “Chico, tu aura de fuego durara muy poco, aprovéchala” El enorme lobo asintió y ahora se levantó gruñendo mientras volvía a la forma humana y desactivaba el Berserker. Estaba en su aspecto normal, pero ahora su pelo comenzó a crecer tomando un color moreno, su cuerpo empezó a recubrirse de pelaje rojo dejando solo sin pelo sus manos, su cara, su zona abdominal y sus pectorales. Su musculatura era buena y su altura era de dos metros solo. En la parte baja de su espalda surgió una cola de lobo y ahora sus ojos eran dorados. En esa forma era más fuerte que con la forma hibrida y más fuerte que el Berserker, además su velocidad superaba a la de su forma completa y con el SN1 superaría totalmente al Soru, siendo más rápido. Ahora abrió los ojos mientras el tatuaje desapareció, su aura ardiente le rodeaba. No recordaba haber usado esa forma antes, por lo que el cangrejo no la conocería.

De repente sonrió de lado mientras gruñía un poco por las heridas de su cuerpo. Decidió aprovechar aquella poderosa forma llamada Densetsu Okami (Lobo legendario). Su plan era simple pero bueno, usó el SN1 para salir de la humareda y aprovechando la velocidad increíble que ahora tenía, tratar de colocarse detrás del cangrejo. Si lo conseguía, lanzaría una tremenda patada descendente a su cabeza, tratando de reventarle el cráneo y acto seguido lanzaría una combinación de seis puñetazos, cuatro a su rostro y dos al pecho con toda su fuerza, además de ir imbuidos en haki y envueltos en llamas. Una vez realizara aquella combinación con su fuerza sobrehumana, trataría de alejarse un poco y su aura ardiente desaparecería. Mientras ahora hablaba en un tono serio con el ceño fruncido.

- Este es tu fin

Densetsu No Okami: Combinación Meteora (Haki armadura Lvl2) (Aura ardiente) (SN1) (AF)

Krabbo sonrió haciendo una mueca. Sabía que aquel tipo había vencido a nada menos que cuatro de sus hombres. Había que tener cierta habilidad, sin duda. Había evitado la mayor parte del ataque a base de fuerza bruta, atravesando el edificio arrojado. Sin embargo, las balas de agua le habían dado y sangraba un poco en los sitios en los que había impactado. El impacto provocó una enorme polvareda, por lo que Krabbo no supo a dónde apuntar. Aún sin soltar el agua acumulada, trató de observar entre la polvareda que se había generado. Algo salió disparado de entre el polvo en suspensión. Krabbo tuvo el tiempo justo para elevar su haki antes de escuchar una voz a su espalda:

- Este es tu fin

Sintió un fuerte golpe en la cabeza, desde arriba. Pese a su dureza natural, notó dolor en las vértebras que se extendió hacia la columna, además de un intenso calor que le daño la coraza en aquella parte del cuerpo. Inmediatamente después, cuatro golpes directos a la cabeza, de una naturaleza similar pero una fuerza menor. También sintió dos impactos en la espalda, minimizados por la gruesa coraza. El caparazón del Gyojin estaba lleno de quemaduras. No así la carne, por lo que pese a ligeramente dañado en conjunto, aún podía luchar con bastante fuerza, dado que sus músculos no estaban tocados, al contrario que los del lobo.

El Gyojin se giró en sentido horario hacia el lobo a gran velocidad, con una cara de enfado y furia que amedrantaría a cualquiera. En el movimiento, abrió las pinzas, liberando la carga acuática de su interior. Una lluvia de diminutas gotas a quemarropa. Inmediatamente después, movió el brazo izquierdo hacia él, para agarrarlo, aprovechando la inercia de su movimiento. Intentaría agarrarlo por el cuello o incluso la cabeza con la pinza, y para provocar el mayor daño posible apretaría con toda su fuerza, tratando de provocar cortes en el cuello o rostro. Había entrenado sus pinzas para llegar a deformar acero a base de apretar con ellas, por lo que una presa de ese estilo podía provocar daños graves. Sobre toda su coraza de quitina negra se formó una enorme cantidad de pinchos y púas, haciendo su superficie punzante y dolorosa. Cualquier ataque que realizara cuerpo a cuerpo desgarraría la piel y arrancaría pequeños trozos de carne. Si lograba agarrar al desdichado, efectuaría una de sus técnicas de combate más fuertes. Se trataba de una descarga de cien golpes seguidos en un intervalo de diez segundos. Su cuerpo debía moverse a gran velocidad para lograr aquel ataque, golpeando y desgarrando con cada puñetazo o patada, todo esto sin soltar en ningún momento a Drake. Si tras todo esto lograba terminar su ataque, arrojaría al chico contra el suelo con toda la fuerza de su brazo de Gyojin, para terminar aplastándolo con su caparazón de pinchos.

- ¡Muere, perro sarnoso!

Kani Armor+Yabusame no Pin (a quemarropa)+Penchi no Kani+Kani Hyaku no Fuku+Aplastamiento (a excepción del Yabusame no Pin, todos los ataques van imbuídos en Haki armadura lvl 3) [AMF]

Al terminar la maniobra, Krabbo sintió una fuerte molestia en el pecho. El conjunto de todos los ataques recibidos empezaba a pasarle factura. No estaba incapacitado, ni mucho menos, pero si no quería que aquella molestia se agravase, debía considerar el acabar pronto con su rival... si no lo había hecho aún. Un instante después, en un trozo de su caparazón del pecho apareció una pequeña grieta. Estaba forzándose bastante. Pero por otro lado, aquel saco de pulgas peludo estaba dándole un combate que podía considerar interesante. Sonrió lascivamente.

Tras acabar su ataque, se dio cuenta de que no le había hecho gran cosa o al menos eso pensaba pues no había caído al suelo ni nada parecido. Estaba impresionado, ni siquiera en aquella forma podía herir gravemente al cangrejo. De repente notó como se giraba moviendo una de sus pinzas que iba hacia él. Interpuso su brazo izquierdo por delante apretando el musculo y envolviéndolo en haki creyendo que iban a golpearle. Sin embargo notó como algo golpeaba su piel con fuerza, algo fragmentado y sin duda alguna logró atravesar su piel. Gruñó de dolor comenzando a sangrar por su brazo mientras su cola se movía de un lado a otra nerviosa de dolor. El chico estaba a punto de contraatacar cuando de repente pudo ver como la pinza del cangrejo iba hacia él. Se agachó con agilidad, usando la velocidad del SN1 para ver como la pinza pasaba por encima.

Rápidamente metió su mano derecha en el bolsillo sacando una rumble de las que Alex le había dado. Sin pensárselo se la llevó a la boca masticándola y tragándola. Aquel ser ahora comenzó a golpear al chico lobo a toda velocidad y con fuerza. Sin embargo algo pasó, el chico volvió a la forma de un lobo blanco, creciendo de repente cinco metros de altura. Una segunda cabeza surgió de su hombro y ahora otros dos brazos salieron de su torso, por si fuera poco el Berserker se activó quedando con un tamaño el lobo de siete metros. Las marcas de Slayer aparecieron también y se recubrió de haki armadura. El enorme monstruo rugió comenzando a moverse a gran velocidad debido a su SN1 mientras interponía los dos enormes brazos por delante y notaba como su zona abdominal y los brazos recibían. Por suerte tapaba su pecho y sus costillas para no recibir daños muy graves. En un momento dado, interpuso uno de sus brazos y se dejó golpear en ese para después saltar hacia atrás y librarse al menos de otra tanda. Cayó de espaldas al suelo con los ojos cerrados. “Cielo confío en ti lo justo y sé que puedes con todo, no te dejes vencer”


- ¡Mina!

Dijo de repente mientras abría sus ojos como platos con una voz muy grave. Una vez la chica le dijo aquellas palabras y ahora las había recordado, el lobo miró uno de sus cuatro brazos, estaba sangrando un poco, otro estaba totalmente roto y destrozado. Por suerte el roto era uno de los brazos mutantes de la forma de combate de la rumble y por ello no le estorbaría luego. El dolor que surgía de su cuerpo no era normal y no iba a aguantar mucho más en esa forma. Le quedaban pocos ataques y si no conseguía nada en el próximo, quizás perecería o usaría su carta secreta. Frunció el ceño observando al hombre cangrejo que ahora era más pequeño que él. Siete metros de monstruo y músculos se alzaban ante él.

- Muy bien, sé que tienes haki por lo que noto. Actívalo al máximo ahora mismo, porque voy a reventarte esa maldita coraza y a esparcir tus restos por la ciudad. ¡Yo soy el cazador! ¡Tú eres la presa!

El enorme monstruo activó su SN1 mientras rugía con fuerza, estaba bastante tocado pero no le importaba, salió corriendo a por el cangrejo a aquella velocidad de vértigo. No tardó mucho en colocarse frente a él. Con los tres puños de los tres brazos, lanzó tres puñetazos con mala leche directos a su pecho, además elevó la rodilla tratando de pegarle en la barbilla.

- ¡Impacto del lobo!

Le diera o no, su siguiente técnica fue darle totalmente la espalda, pero para lanzar con los tres brazos, tres codazos directos de nuevo a su pecho con fuerza. Por último, lo consiguiera o no, lanzaría una ráfaga de unos doce golpes contando claro está, que atacaban los tres brazos al mismo tiempo. La fuerza de aquella forma mezclada con el Berserker era mucho superior a las formas que había usado ahora, no sabía si le había dado algún golpe. Tras aquello trataría de saltar hacia atrás esperando haber conseguido algo pues todos los golpes iban imbuidos en haki.

Lobo y Pantera: Almas de la destrucción (Haki armadura Lvl2) (SN1) (Dark Drake) (Rumble forma de combate + Berserker Nivel 4) (AMF)

El chico lobo logró evitar el final del ataque. Se llevó algo a la boca y su cuerpo volvió a transformarse. Kraboo pensó para sí "Está empezando a desesperarse. Acaba de utilizar una Rumble." El cangrejo sabía que ahora los golpes del lobo iban a ser mucho más fuertes. Su tamaño había aumentado más que cualquier vez antes. Pese a que sus subordinados no le habían dicho nada de las formas de las Rumbles, Krabbo conocía su funcionamiento. El usuario tenía un tiempo limitado para derrotarlo antes de que su energía se agotase. El enorme lobo casi lo triplicaba en tamaño, y sus músculos parecían haber crecido más si cabe. El Gyojin sabía que con un golpe bien dirigido de aquel chico, podía acabar bastante mal parado.

- Muy bien, sé que tienes haki por lo que noto. Actívalo al máximo ahora mismo, porque voy a reventarte esa maldita coraza y a esparcir tus restos por la ciudad. ¡Yo soy el cazador! ¡Tú eres la presa!
- ¡Escoria, no eres nada!

Lo más interesante de aquella forma eran las cabezas y brazos extra. Pese al tamaño, parecía que uno de los brazos estaba roto, lo cual beneficiaba al cangrejo. Si tenía peso muerto en un lado del cuerpo le sería más difícil esquivar por ahí. El lobo se movió de nuevo a toda velocidad hacia él, tratando de golpearlo con los tres brazos sanos en el pecho. El haki de armadura de Krabbo lo protegió de nuevo, pero no pudo evitar que su caparazón acabara de fracturarse en aquella zona. Un trozo de coraza quitinosa cayó al suelo, destrozada, dejando al descubierto el cuerpo del Shichibukai. Inmediatamente, un rodillazo pasó rozando la cara del cangrejo, que logró moverse hacia un lado en el último instante. El cangrejo miró con furia al lobo gigante ante él, y soltó un alarido de rabia y enfado. En la herida del pecho estaba sangrando, no exageradamente, pero sí lo suficiente como para ser visto. Hacía tiempo que nadie había derramado su sangre. Clamaba venganza.

- ¡Ahora la has cagado, chaval! -gritó furibundo. El lobo se había atrevido a destruir parte de su caparazón. Y lo pagaría. El híbrido se giró, dispuesto a golpear con los codos, cuando Krabbo puso sus pinzas cruzadas frente a él para resistir los golpes. Los codazos impactaron en la quitinosa superficie, pero no llegaron a dañarla. El último movimiento del lobo fue un conjunto de doce golpes. Con cada uno de ellos, el cangrejo era empujado varios centímetros. Aquella fuerza era abrumadora para un humano, e incluso podía llegar a competir con la suya propia. En cuanto el lobo iba a soltar el decimotercer golpe, el cangrejo echó su pinza hacia delante, por el lado del cuerpo del lobo que tenía el brazo inerte. Al tiempo que lo hacía, las púas de su caparazón aumentaban aún más, llegando a casi una cuarta de tamaño en algunas zonas. Con rabia ciega, trató de agarrar el brazo roto del lobo, y tiró con fuerza de él, tratando de lanzarlo sobre su cabeza para derribarlo contra el suelo. Si lo lograba, en lugar de soltarlo como la vez anterior, lo aplastaría repetidas veces en la cara con sus pies, que al igual que el resto de su cuerpo, estaban cubiertos por una capa de púas quitinosas. Era una proeza de fuerza impresionante, poder levantar y derribar a aquella mole de siete metros de puro músculo, pero Krabbo ya había demostrado con la casa que a él tampoco le faltaba la fuerza. Si aquello no terminaba por dejar fuera de combate a aquel mocoso, tendría que emplear su técnica más brutal.

Kani Armor + Penchi no Kani + Derribo + Pisotones en la cara (Haki armadura lvl 3)[AF]

- ¡Muere!¡Muere!¡Muere!¡Muere!¡Muere!¡Muere!¡Muere!¡Muere!¡Muere, escoria!¡¡¡Muere!!! -gritaba con cada golpe y ataque. Pensaba destrozar a aquel niñato impertinente. Le destrozaría el cuerpo con sus pinzas, le abriría en canal y lo mostraría como una pieza de caza. Después se lo daría a comer a Goru.

Los golpes del lobo rojo habían impactado perfectamente en el cuerpo de aquel estúpido y Drake había conseguido su objetivo, destrozó parte de la coraza de aquel tipo. Además había conseguido lanzarle varios centímetros hacia atrás. Eso ya era un verdadero logro para el lobo de cuatro brazos, su mirada estaba fija en los ojos de aquel Shichibukai, de repente surgió algo inesperado, notó como su brazo era agarrado por la pinza de aquel tipo. Consiguió levantarle con una fuerza increíble y el chico comenzó a subir por los aires pasando por encima del cangrejo para después acabar con la espalda pegada al suelo. Gruñó de dolor debido al potente golpe que había sentido debido a su peso y tamaño. Ahora su haki de observación le advirtió de las intenciones de aquella cosa. Iba a pisarle y a atravesarle con aquellos pinchos. El chico lobo utilizó su brazo derecho inferior, pues el otro estaba atrapado en la pinza, aquel brazo era uno de los mutados y por ello no le afectaría en su forma humana después. Lo interpuso entre su cara y el pie de aquella cosa y lo imbuyó en haki armadura, tomó un color negro conocido como armamento y entrecerró los ojos.

Los pinchos chocaban contra su brazo imbuido en haki, el dolor era inmenso y el lobo rugía con fuerza. Podía resistirlo bien, sin embargo tras unos momentos sintió como ese brazo le quedaba también inservible teniendo dos brazos fuera de juego. No quiso jugársela más, la vida de aquel cangrejo acababa allí. Llevó su brazo superior derecho al bolsillo y con las uñas consiguió sacar dos rumbles más. Su ojo derecho tomó un color rojizo mientras ahora fruncía el ceño y se las comía. El brazo que el cangrejo sostenía, desapareció de repente y el otro que tenía dañado igual, de esa forma pudo librarse. Sin embargo, ahora el lobo rojo comenzó a rugir mientras crecía y crecía. No tardó mucho en tomar un tamaño de veinte metros y se levantó como pudo. Debido al Berserker, su tamaño podía alcanzar los veintidós. La enorme bestia ahora no era dueña de sus actos, pero tenía claro quién era su presa. La sangre caía de su brazo izquierdo y ahora su mirada era terrorífica.

Observó al ser que tenía frente a sus ojos como si de un insecto se tratase, iba a realizar su ataque más destructor y si tenía que realizar un cráter en la isla, lo haría sin ningún miedo. Su objetivo era acabar con la vida de aquella cosa fuese como fuese. La enorme y gigantesca criatura observaba en todo momento al cangrejo. De repente su brazo derecho comenzó a brillar en un tono de color blanco, estaba a punto de realizar su ataque especial. Además tomó después un color negro metálico, de esa forma dejaba claro que el haki armadura se hacía presente. Las marcas negras invadían su rostro, estaba en su forma más poderosa, de un puñetazo trataba de despedazar al cangrejo. No se lo pensó ni un segundo y soltó un rugido enorme, a la velocidad del Soru debido a su SN1, aquella cosa se desplazó hasta el Shichibukai y sin pensárselo lanzó un terrible puñetazo contra él. Aquello iba combinado con su Ripera O Utsu, y en aquel tamaño, ese golpe de choque podía ser peor que una explosión a quemarropa. Pretendía reventarlo literalmente, como el que explota un globo, el puño se lanzó brillando a toda velocidad a por el cangrejo mientras trataba de golpearle con su golpe supremo de choque.

- ¡Grrrrrrrr!


Armagedon (Haki armadura Lvl2) (Forma Dios de los lobos) (Ripera O Utsu) (Berserker Nvl 4) (SN1) (Dark Drake) (AB)

El lobo estaba medio muerto. Krabbo sonrió. Pese al daño recibido en la armadura, aquel chico estaba en las últimas. Sin embargo el lobo de cuatro brazos se llevó dos píldoras a la boca y las mordió. Su cuerpo empezó a mutar, mientras sus brazos extra desaparecían y su tamaño se multiplicaba. El enorme lobo ahora alcanzaba el tamaño de un gigante. Krabbo se sintió diminuto a su lado. El enorme lobo imbuyó su brazo con armadura y un brillo blanco empezó a brillar en su mano. El cangrejo sabía que un Zoan en aquella forma era incontrolable. Si resistía el primer ataque, podía usar esa forma en su propio beneficio.

Se cubrió por completo de haki armadura, al tiempo que las púas de su cuerpo llegaban a su máximo tamaño. Cruzó sus brazos ante él y tensó todo el cuerpo. Aquel golpe iba a ser de los duros. Vio como el puño volaba hacia él antes de que una enorme explosión debido al impacto lo lanzara por los aires. Sintió como su armadura natural se desprendía de su cuerpo, hecha pedazos, mientras él se elevaba en el aire, despedido por el impacto. Vio bajo sus pies como el impacto había provocado un enorme cráter equivalente al tamaño de un par de edificios. Se estrelló contra un edificio un par de calles más allá, con su cuerpo completamente al descubierto. Su armadura había sido destrozada por el golpe, a excepción de sus pinzas y una de las piernas, y tenía feas heridas por todo el cuerpo. Sabía que de otro golpe de aquella criatura, estaría acabado. Apartó a un lado un mueble de un golpe de pinza. Echó a correr hacia el agujero que había hecho al entrar y saltó, con el haki de armadura activo, cubriendo su cuerpo. Parecía una sombra moviéndose por el aire. Aterrizó sobre un edificio aún en pie, diez metros más allá. La lluvia caía sobre sus heridas, limpiando la sangre. Empezó a gruñir, mientras saltaba de tejado en tejado, dirigiéndose al cráter. Al llegar al último edificio en pie, aquel gruñido ya era un rugido de furia. Saltó con las pinzas hacia delante, tratando de aferrarse al hombro del lobo. Si lo lograba, haría su ataque más demoledor. Su idea era alcanzar la cabeza del monstruo y mientras con una pinza lo aferraba, con sus piernas y la otra pinza le golpearía. A gran velocidad. El problema es que tras ese movimiento, su cuerpo le pediría un descanso, y seguramente perdería en conocimiento. Aquello era jugárselo todo a una carta. Su ataque iría imbuído en Haki armadura a máxima potencia, porque sabía que si fallaba, todo estaría acabado. Su técnica más brutal, el Kani Sen no Fuku, se basaba en golpear al enemigo a toda velocidad. Aún con mantra, aquel ataque era imposible de esquivar si lograba llevarse a cabo, debido a la velocidad de los golpes. Al fin y al cabo, mil golpes en diez segundos eran algo a tener en cuenta.

Kani Armor + Kani Sen no Fuku [Haki armadura] [AB]

Independientemente del resultado de su ataque, al finalizarlo, caería inconsciente.

El golpe del enorme lobo mandó a volar al cangrejo reventando su coraza, ahora ya estaba todo hecho, el enorme monstruo había finalizado su objetivo principal, demostrar que podía romper su coraza. Ahora clavó una rodilla en el suelo mientras rugía con fuerza observando al cráter que había formado. Pero aún quedaba algo más, ya había pasado el tiempo necesario para realizar de nuevo su aura ardiente. Su olfato detectó el olor del cangrejo acercándose, aún estaba vivo. El puño del enorme ser estaba sangrando debido a las púas que había activado aquel maldito Gyojin. Volvió a levantarse observándole gracias a que le detectó por su olor, el enorme lobo mantenía sus ojos blancos en él. De repente lo vio saltar a por él. La pinza de aquella cosa se engancho en su enorme hombro. El ser colocó su brazo libre en su rostro cubriéndose por instinto, de repente activó el haki armadura rugiendo mientras notaba como una oleada de golpes incontables le daban a una velocidad increíble. Su enorme musculatura era su mejor aliada.

Activó el aura ardiente prendiéndose alrededor se fuego y expulsando bastante calor debido a su tamaño. El haki no podía contener los golpes de aquella cosa y el brazo comenzó a ponerse de un color negro debido a los moratones. La musculatura era eficaz como defensa, pero aquello era bestial. La bestia trataba de mantener el brazo cubriéndose el rostro y parte del pecho pues el brazo era enorme. De repente lo apartó totalmente dolorido mientras gruñía frunciendo el ceño. Ahora los golpes pasaron a su pecho y a su rostro, uno de ellos hizo que saltara un chorro de sangre de su boca y demás, además debido a los golpes en el pecho, aquel lobo cayó de espaldas tumbando varios edificios y entrecerrando los ojos. Cuando si forma monstruosa acabara, necesitaría dormir al menos una semana, su brazo estaba en un estado fatal, incluso podía estar roto. Sin embargo el derecho estaba intacto, en el hombro tenía una herida debido a la pinza de aquella cosa.

Ahora estaba extrañado pues el cangrejo no le atacaba. La bestia usó su brazo derecho para levantarse con dificultad, pero enseguida cayó clavando ambas rodillas en el suelo mientras gruñía despacio. Aquellos golpes habían sido temibles, su pecho estaba lleno de moratones y algún que otro hueso habría caído por eso. Incluso sangraba por la boca, su tamaño se redujo dos metros y su pelaje cambio de rojo a blanco. Además su aura oscura desapareció y su aura ardiente fue desactivada al igual que las marcas negras. Le quedaba muy poca energía y si continuaba con aquello activado caería inconsciente en algunos segundos. Ahora que no tenía ni el berserker ni nada, sus ojos recuperaron el tono dorado, pero continuaba descontrolado. De repente pudo ver que el Gyojin había caído, no sabía si estaba inconsciente o muerto. Si estuviera en forma humana, seguramente se habría largado dejándole con la vergüenza como castigo. Sin embargo la enorme bestia no era dueña de sus actos y ahora lo observó despacio mientras alzaba el puño. Sin pensárselo lanzó este contra el cangrejo, sabía que ahora no podría usar su haki armadura debido a que estaba inconsciente y seguramente moriría. El golpe iba a la parte del cuello para reventarle la cabeza y acabar con su vida.

Adios Krabbo (Haki armadura Lvl2) (AMF)

Tras aquello el enorme monstruo se sentó apoyando su brazo bueno en dos edificios en ruinas y dejando el otro tendido en el suelo con una pinta espantosa. Sus ojos se entrecerraron despacio, después de que su forma acabara estaría terriblemente agotado. Sin pensárselo decidió dar su último grito de guerra por aquella victoria. Pegó el mayor rugido que su garganta le permitió demostrando al maldito cangrejo que ese día su vida había acabado y el lobo había vencido.

El puño cayó con una fuerza impresionante sobre la cabeza del cangrejo. Cuando el puño se levantó, el cuerpo estaba decapitado, y un montón de sangre y trozos de cerebro se esparcían por el lugar del impacto. El Shichibukai había muerto.